INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.- ¿ Hay Espíritus en otros planetas?
2.- Principio y fin
3.- Los cuatro miedos de la vida
4.- Posibles influencias de unos Espíritus sobre otros.
5.- Suicidio
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¿Hay Espíritus en otros planetas?
Los Espíritus están presentes por
cualquier rincón del Universo, y forman en todos esos mundos físicos una psicoesfera similar a la nuestra, con la que se interpenetran. Esas diferentes franjas
evolutivas contienen mundos que se interpenetran con los mundos físicos como la
Tierra pobladas por Seres que crean en ellos una psicoesfera
particular, con arreglo a su tono vibracional, y por afinidad se agrupan transitoriamente en ese plano de
la existencia, que contiene mundos y
ciudades espirituales, para más tarde volver a reencarnar en otros mundos
físicos como hacen en la Tierra los que
existen en estado de erraticidad en los planos espirituales que se interpenetran con el plano nuestro y en donde junto a las mentes de los encarnados
conforman la psicoesfera terrestre.
Hay que tener presente que existen mundos físicos muy diferentes a la Tierra en cuanto a su constitución material, y que por sus particulares condiciones naturales y medioambientales, no podrían ser habitados por Seres humanos terrestres debido a nuestra natural constitución física que hace imposible en ellos nuestra presencia vital como seres humanos, pero esto no supone que esos mundos inaccesibles a los seres humanos, no puedan estar habitados en su psicoesfera por Seres espirituales a los que no afectan las particularidades físicas de esos mundos, que incluso a su vez podrían estar habitados por otros seres espirituales allí encarnados, con una realidad física adaptada a las circunstancias físicas y ambientales particulares de cada mundo pudiendo habitar naturalmente en cada uno de ellos, del mismo modo que nosotros habitamos en la Tierra.
- Jose Luis Martín-
PRINCIPIO Y FIN
Esos dos protagonistas de la vida que todo lo inician y todo lo terminan, el nacimiento y la muerte, principio y final de todos los acontecimientos que nos acompañan. Se abren los párpados para mirar y se cierran en un instante para solo pensar, el final de las formas es el inicio de la imaginación. Esos ojos que tanto ven terminarán ciegos de soledad, incluso vacíos en la mirada de los demás.
Los acontecimientos se agolpan y se amontonan las ilusiones al tiempo que se desgajan y se pierden las esperanzas. Una puerta se abre y otra se cierra, un camino comienza y otro termina, el corazón se ensancha y los pulmones se desinflan.
Todos los momentos, los deseados, los amargos, los alegres, los temidos e incluso los no buscados, terminarán abrazándonos para volver a dejarnos. No hay nada eterno. Todo es un baile de cambios constantes, momentos que se guardarán en los pliegues del corazón como los tesoros enterrados, solo visibles para quienes sepan buscarlos. No merece la pena dar tanta importancia a las cosas cuando todo es pasajero, el aire se lleva el eco de las palabras, la noche la luz de las imágenes, el llanto la alegría.
El dolor dará paso a la calma, la soledad a la compañía, los conflictos a la paz, y la ira se transformará en paciencia.
Pronto han pasado los mejores momentos, esos que nunca se olvidarán, los recuerdos del alma agradecida, la voz amiga, la risa y el dolor, la pena, la amargura, el llanto y el perdón. Pronto habrás dejado lo mejor de ti atrás, agasajado por el olvido, por el silencio y la soledad.
Como todo en la vida, lo que un día comenzó, al fin, llegado su momento, también está llamado a terminar.
Donde ha habido un nacimiento, habrá una muerte.
Desde que hay un principio se sabe que habrá un final. Hoy, esa espera ha consumido el último segundo. No nos pilla por sorpresa porque contábamos con ello. Ni desprevenidos porque lo esperábamos. Ni rebeldes, porque lo aceptamos. Ni tan siquiera tristes, porque nos alegra que lleguen esos momentos que estábamos aguardando. Y aunque a veces queremos alejarlos, siempre nos resulta una misión imposible. Aceptamos el dolor, la muerte, como aceptamos la alegría y la vida. Es nuestra esencia más pura.
Hay momentos de esperanza que nos abrazan y punzadas de dolor que nos atenazan. Hay suspiros que nos dan alas, vuelos sobre las brisas del alma, cánticos en las lágrimas derramadas y dolor en el silencio que nos aguarda.
No se pueden atrasar los acontecimientos de la vida. El tiempo avanza sin retroceso posible, golpeando el aire con el leve gemido de las quejas esgrimidas que tampoco sirven para nada, son torpes quejidos que no encuentran eco en la vida.
El reloj invisible que siempre acompaña cada acontecimiento se ha parado. Nuevos retos, nuevas ilusiones y más altas esperanzas nos aguardan. El momento de los hechos ha cerrado el telón a lo que se ha vivido. Ya no se puede cambiar nada, ni siquiera vale reescribir en nuestra memoria. Lo hecho, hecho está y es lo que es. No vale nada más. El recuerdo durará para siempre y amañando ese juego escondido del alma, tenderá a visitar lo mejor de todo ello. El resto quedará relegado en un rincón algo más oscuro y más escondido. Poco interesan esos momentos, aunque también han sido parte del camino.
Lo que no hiciste se ha convertido en un imposible y allá donde erraste quedará el consuelo de un intento fallido, pero intento al fin y al cabo que alejará para siempre el arrepentimiento de no haberlo intentado. No esperes que vuelvan las oportunidades perdidas, ni las palabras que tu boca silenciaron, ni las gracias que nunca diste. La acción que no iniciaste, hoy, tan solo es lo que es: nada…. Y la nada es energía muerta, silencio, baldío…
El tiempo se ha agotado y otro nacimiento retorna a la vida. Una nueva etapa que todo lo cambia, como una versión mejorada… si has sido capaz de aprender….
Antonio Gómez Sánchez - Amor, Paz y Caridad.
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LOS CUATRO MIEDOS DE LA VIDA
Estos son los cuatro miedos de la vida :
1. MIEDO A LA SOLEDAD
Hay dos opciones que se pueden considerar:
La primera es que el ego trabaja en su banal causa de hacerte creer que realmente estás solo, que tu estás unido a los demás, con el fin de sentirte protagonista de la vida y encontrar el reconocimiento, en todos los niveles que te imagines, en la familia, en la pareja, en el grupo de amistades, en el trabajo y en la sociedad.
La segunda opción es que el Espíritu desea que recuerdes que eres parte de una Totalidad. Que tu siempre estás unido a la energía integradora de Dios, que se manifiesta en una llama interior que tu posees, una luz que debes expandir.
Cuando le das fuerza a esa luz interior, comienzas a mirar con los ojos de tu corazón y empiezas a ser consciente de que siempre tienes compañía. Es la compañía con tu ser interior y con tu Creador Supremo. Llegarás a comprender que la soledad es una maravillosa oportunidad de la vida para compartir contigo mismo; y justamente en este momento, empezarán a aparecer aquellas personas que vibrarán con tu misma sintonía e intensidad.
2. MIEDO A LA ESCASEZ
Superar el miedo a estar escaso, sin dinero u oportunidades para ser cada vez más abundante, requiere de un trabajo contigo mismo.
Debes darte la oportunidad para considerar que tus emociones sientan ese “deseo de merecer lo mejor para tu vida”. El sentimiento de víctima, es una señal de que el fantasma del miedo esta invadiéndote.
Hay una palabra de siete letras que, cuando la repites, empieza a dar claridad al estado de abundancia que hoy tienes. Esta palabra es “GRACIAS”.
Cuando agradeces por todo cuanto tienes en este momento y por lo que llegará a ti, comienzas a ser perceptible de todas las cosas que Dios te ofrece cada día. Gracias Dios por abrir los ojos este día de hoy, por poder respirar un día más. Gracias por la cama donde duermo, por las situaciones que parecen adversas; pero me dejan sabiduría. Gracias Dios por la sonrisa que me regalo esa persona que no conozco. Gracias a Dios por Tener trabajo, por la comida caliente, por la taza de café. Agradece y, en poco tiempo, todos tus deseos comenzaran a materializarse.
3. MIEDO A LA ENFERMEDAD
La enfermedad es un desequilibrio de tu estado de conciencia. Cuando empiezas a sentirte débil, está claro que perdiste tu fortaleza interior. “Enfermedad”, es una palabra compuesta del latin “in-firmus”, que significa “Sin Firmeza”.
Si comienzas a erradicar las auto-culpas, estarás dejando las cárceles del saboteo mental y te liberarás de estas ataduras.
El filosofo Platón dijo: “mente sana en cuerpo sano”. Piensa positivo respecto de ti mismo.
La enfermedad se contagia, perjudicando a otro ser, como se puede contagiar la salud.
Reconcíliate con el pasado, perdona íntimamente en tu corazón todos los sucesos de dolor y llena tu corazón de alegría, perdón y paz.
Permanece también en silencio, porque Dios te hablará en este espacio de meditación.
El remedio para la enfermedad es el Amor. Te darás cuenta que, de todos los medicamentos, el amor también crea adicción. Conviértete en un “adicto al amor”, llénate de amor, ya que nadie puede otorgar lo que no tiene, da amor y recibirás a cambio amor.
Estarás cada vez mas sano y lleno de vitalidad. El mundo necesita que estés saludable, para poder cumplir tu rol de ser un gestor de cambios en este planeta, que necesita curar su alma.
Si hay algo de lo que podemos estar seguros es que, cuando Dios lo disponga, partiremos de esta vida, no antes ni después. Cuando el médico nos da la primera nalgada para que comencemos a respirar, se activa la cuenta regresiva; ese tic-tac que nos indica que vamos yendo hacia el día que debamos “parar”. Es por eso que la vida es un constante “Pre-parar”, es decir, una invitación a trascender en cada instante vivido, hasta que llegue tu turno de “parar”.
4. MIEDO A LA MUERTE
Cierra tus ojos un momento e imagina que hace una semana que has muerto y que estás en el cementerio visitando tu propia tumba. Miras tu lapida y lees tu nombre, tus fechas de nacimiento y de partida de este mundo. A continuación, piensa en cual es la frase que escribiría la humanidad acerca de ti, en tu propia lapida:
¿Qué dirían de ti? ¿ Que fracasaste en muchas de las áreas de tu vida?; ¿ Que la gente agradece que hayas partido, porque les hiciste la vida amarga?; o ¿ qué sienten profundamente tu partida y que dejaste un espacio vacío en la humanidad, que nunca nadie podrá llenar?
¿Qué diste? ¿Qué cediste? ¿Qué donaste? ¿A quién ayudaste? ¿De qué te privaste?
Escribe en un papel que es lo que deseas que quede grabado en la piedra, cuando partas de este mundo. Trabaja, día tras día, para acercarte a este enunciado que declaras.
El miedo a la muerte se supera, cuando tu meta es proyectarte en la Trascendencia de tu entrega, bondad, generosidad, desprendimiento, altruismo, amor al prójimo, capacidad de despojarte, sin condiciones, sin esperar retribuciones, que vivirá en la memoria y los corazones de quienes hiciste contacto en la vida e hiciste felices.
- Viviana C, Gianitelli-
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POSIBLES INFLUENCIAS DE UNOS ESPÍRITUS SOBRE OTROS
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