jueves, 13 de abril de 2023

Espíritu y Periespíritu

    INQUIETUDES  ESPÍRITAS

1.-Creencias y pensamiento, determinantes para la salud

2.- Consecuencias del aborto provocado (2) (Para el abortado)

3.- Espíritu y Periespíritu   

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           CREENCIAS Y PENSAMIENTO, DETERMINANTES PARA LA SALUD 

Nuestras células reaccionan y obedecen fielmente a nuestras creencias, pensamientos y  emociones

Nuestras creencias y pensamientos son altamente determinantes para nuestra biología y salud.


     Bruce Lipton reclama una nueva medicina, la que tenga en  cuenta la capacidad de curar y armonizar la energía, mucho      más eficaz que los medicamentos farmacológicos. Bruce      Lipton (Estados  Unidos, 1944) ha conseguido aunar ciencia y espíritu. No es poco mérito el   suyo si tenemos en cuenta lo "alérgicos" que son los científicos a los temas trascendentales.  
     Es doctor en Biología Celular y fue pionero  en la  investigación con células madre. Sus  estudios sobre  la membrana celular y las  modificaciones de las células según el entorno sentaron las bases de la  nueva epigenética. Sus      descubrimientos (que iban en contra de la opinión                científica establecida de que la vida es controlada por los     genes) y el estudio de la física  cuántica le han llevado a     criticar duramente la medicina convencional. Es autor de libros como La biología de la creencia y              La biología  de la transformación.

Usted asegura que la medicina convencional va por muy mal camino. ¿Tan peligrosos  son los medicamentos que nos recetan?
    Nos dan medicamentos para la enfermedad, pero esto causa muchos problemas en el cuerpo.                      Porque esta medicina basada en la farmacología no entiende cómo está interrelacionada toda la      bioquímica  del organismo. Cuando tomo una pastilla química y la introduzco en mi cuerpo, no                 solo  afecta a aquel lugar donde tengo el problema, sino que afecta a muchas otras cosas a la  vez .             Son los  llamados “efectos secundarios”. Pero, en realidad, no son secundarios sino directos.  No     entienden  que el efecto de las drogas no solo crea un  efecto sino múltiples. Según las estadísticas                en EEUU, ¡los fármacos matan más de 300.000 personas cada año!  Y esas personas son muchas                 más que las que mueren por tomar drogas ilegales. Hay algo que no funciona  en la ciencia médica                  .Hace algunas cosas bien, como la traumatología, pero está matando a mucha más gente de la que           ayuda. Tiene que aprender cómo funcionan las células. 

¿Y qué ha descubierto sobre las células pero que no tiene en cuenta la medicina? 
Yo ya trabajaba con ellas en los años 60. Fui un pionero porque en esa época había muy poca gente                   trabajando  en ello. Y un experimento que hice en esa época cambió la idea que tenía  del mundo.               Puse una célula madre  en un plato petri y, como cada diez horas se divide en dos, al cabo de dos        semanas, tenía miles de células, todas idénticas. Luego cogí algunas de ellas, las coloqué en otro               plato y cambié el entorno celular (son más como peces porque viven en un entorno fluido).                  Cambié  la química en ese plato y ahí formaron músculo. Después, cogí otras del primer plato y las            puse en un entorno diferente, y se formó hueso, y otras se convirtieron  en  grasa al volver a cambiar             el  entorno.          
    Entonces, la pregunta es muy sencilla, ¿ qué controla el destino de las células? Todas eran                idénticas ,lo único que era diferente era el entorno. Cuando cojo células sanas y las coloco en un          entorno  nocivo, la células enferman y mueren. Si un médico las mirara, diría:  “¿Qué medicina hay            que darles?”,¡Pero no hace falta ninguna medicina! Les cambias el entorno nocivo, las colocas  en                    uno sano y saludable y las células sanan. Los humanos somos una comunidad de 50 trillones de            células, por tanto, la célula  es el ser viviente y la  persona  es una comunidad. ¡El humano es un                plato petri  cubierto de piel !

La industria farmacéutica no quiere que sanes sin medicamentos, ¿ Se puede poner energía                  en una cápsula? ¿Cuál es el entorno de la célula que hay que cuidar?
Dentro de mí hay 50 trillones de células y el entorno celular para nosotros es la sangre, ello supone              que la composición de la sangre cambia el destino de la célula. ¿Y qué controla la sangre?  Pues el                    sistema nervioso, que crea una química diferente según el sistema exterior. La célula y el ser humano                son la misma cosa. Por ello, si pongo al  ser humano en un entorno  tóxico igual que la célula                también enferma. Si lo trasladas a un entorno sano,  entonces sana. Por tanto, la medicina culpa a las      células por la enfermedad y trata de cambiar la química de las células, pero ese no es el problema, el  problema es el entorno. Y si cambias a la persona de entorno, sin medicamentos, el cerebro cambia                la química. El cerebro de la célula y el de la persona leen y entienden el entorno.

En un entorno sano, ¿nos curamos automáticamente? ¿Así de fácil?

No es tan fácil, porque la mente interpreta. Puede suceder que estemos en un entorno muy sano y                 que la mente lo lea como un entorno negativo o perjudicial. Entonces crea una química que hará                      a mi cuerpo  enfermar. La diferencia entre la célula y el ser humano es que este tiene una mente que                  hace una interpretación y la célula lee el entorno directamente. Si metes un programa con errores en               la mente, entonces la química que genera no está en armonía con la vida. Y esto nos sirve para            entender cómo funciona un placebo. Cambio mi creencia y pienso que esto me va a sanar, tomo una      píldora porque creo que esto me va a traer salud, y me mejora y me sana, pero la píldora podría ser                de azúcar, en realidad no ha hecho nada, han sido mis creencias. Y a eso lo llamamos pensamiento        positivo y efecto placebo.

  ¿Está diciendo que el efecto placebo –creer que algo nos sanará– es más curativo que   un medicamento?  Pero no hay casi investigaciones sobre eso.

Sí, tienes razón. ¿Eres consciente de que hay más de una manera de hacer energía sin tener  que              depender del   petróleo? Pero seguimos dependiendo del petróleo porque no interesa el cambio a los            que controlan la energía  Lo mismo pasa con las empresas farmacéuticas. Venden fármacos y               ¿poder  sanar sin fármacos es bueno o  malo para la industria farmacéutica? No quieren que sanes                sin comprar sus fármacos. ¿Se puede poner  energía  en  una cápsula?.  Si fuera así, las farmacéuticas                 intentarían vendértela. Si puedo sanar sin usar medicamentos la industria que los produce no gana           dinero. Deberíamos poder decir que la ciencia está  separada de la industria  farmacéutica, pero no                es así, porque con el dinero de esta se paga el desarrollo de la  ciencia, y  este  dinero solo va a esos       estudios que dicen que las drogas funcionan. El dinero controla a la ciencia.

   Explíquenos cómo funciona ese poder que dice que tiene la mente para la autocuración.
   He hablado de que la mente controla: si piensa de una manera, se va en una dirección y si piensa                de otra, se va en otra. Por ejemplo, cierro los ojos, los abro y veo a alguien a quien amo.  Entonces               mi  cerebro segrega dopamina, oxitocina, etc. Lo puedo sentir en mi cuerpo, puedo sentir el amor, y             esa química trae salud a las células. Por eso, quien se enamora se siente tan bien. Pero si abro los                ojos y veo algo que me asusta, segrego  hormonas del estrés. Y estas hacen creer que  necesito toda               la  energía para poder escaparme, y en mi organismo se apaga todo lo que no sea imprescindible                para correr más rápido, así que se paraliza todo lo que tiene que ver con el crecimiento. La gente no                lo sabe, pero tienes que crecer todos los días, porque, si no, te mueres. Cada día cientos de billones                de células mueren y tienes que ir produciendo nuevas. Cada tres días, el sistema digestivo renueva               sus células, pero si se interfiere con ese crecimiento, entonces no puedo estar sano porque  estoy      perdiendo  demasiadas células al día, por eso la quimioterapia hace que se caiga el pelo y crea          problemas de digestión, porque mata todas las células, no solo las  del cáncer. La segunda              consecuencia de las hormonas del estrés es que se cierra todo aquello  que usa energía, y el sistema inmunitario usa muchísima  energía:  cuando estás enfermo, te sientes muy cansado porque tu                energía la está usando el sistema inmunitario.

Si pones al ser humano en un entorno nocivo, igual que la célula, enferma. Si lo trasladas a un      entorno sano, entonces sana. Eso significa que el estrés nos hace enfermar, ¿no?

Las hormonas del estrés apagan el sistema inmunitario, incluso la medicina usa este efecto en                algunas ocasiones. Por ejemplo, si me trasplantaran un corazón, mi sistema inmunitario lo                                 rechazaría. En esos casos, los médicos dan hormonas del estrés y eso impide que funcione el                 sistema inmunitario. Es tan claro que suprime el sistema inmunitario que lo usamos como un      medicamento. Cuando la persona está bajo estrés, afecta de dos maneras: la primera es que deja de            haber crecimiento y la segunda es que se apaga el sistema  inmunitario. De esta forma, virus nocivos       pueden atacarme fácilmente. Cuando estás bajo mucho estrés, te  enfermas. Y debo decir que, si         tomamos una muestra de sangre de cada persona, descubrimos que todos tenemos células                    cancerígenas. Las tenemos siempre, pero si está funcionando el sistema inmunitario, no pueden              crecer. Una vez que se apaga el sistema  inmunitario, proliferan. Es como el catarro: no tienes que            coger el virus, ya lo tienes dentro. Son organismos oportunistas. El 90 por ciento de la gente que va                al médico  es debido al estrés, y también el cáncer funciona igual.

Explíquenos qué es la medicina cuántica o medicina  de la        energía.

Como decía, la primera razón por la que la medicina de hoy                  es  cuestionable es porque los médicos no saben cómo                funcionan las células. La segunda es que la medicina está               basada en la física  de Newton. No reconoce la energía, esa              parte invisible, las  señales electromagnéticas. Pero, a                principios del siglo XX, apareció la física cuántica, que dice                que todo es energía, lo que podemos ver y también lo invisible.                 Si miras dentro del átomo, hay electrones, protones, neutrones.              ¿Y qué hay dentro? : Energía. La ciencia más reciente indica              que  el cuerpo responde  a la física cuántica, no a la newtoniana.                La medicina dice que  quiere cambiar la química del organismo con drogas y la nueva medicina                dice que hay que cambiar la energía. Y esta nueva medicina, la  cuántica, es mucho más poderosa,          porque responde primero el campo energético que el físico.

La mente es energía. Cuando piensas, transmites energía, y los pensamientos son más               poderosos que la química. Si todo es energía, ¿los pensamientos también? ¿Cómo influyen en        nuestra salud?

La mente es energía. Cuando piensas, transmites energía, y los pensamientos son más poderosos                 que  la química. Así que esto es peor para las empresas farmacéuticas porque no lo pueden vender.              Por tanto, no les  interesa una conexión entre la mente y el cuerpo. Pero es cierto que las propias                      creencias se convierten en un campo energético, una transmisión, y esta se transforma en una señal               que es capaz de cambiar el organismo. Y así es como funcionaba la sanación antes del desarrollo de               la medicina.   La gente sanaba con los chamanes, con las manos... pero eso no puede vender y por                eso la medicina no quiere ir por ese camino. Y es la razón por  la que yo cambié mi carrera. Estaba      enseñando en la universidad que hay que seguir con drogas y sabía  que eso no era verdad. La                      medicina lo conoce, pero no habla de ello. Sabe que el pensamiento positivo, el placebo, puede                sanar, y también que el pensamiento negativo puede matar. Uno se llama placebo y el otro  nocevo.                      En realidad, no es que sea positivo o negativo, es la manera de pensar. Si el médico te dice que            tienes  cáncer, aunque no tengas cáncer, si lo crees, crearás la química que generará cáncer. Por                tanto, el problema  no es tanto el entorno real sino el que tú interpretas.

Y eso enlaza con la física cuántica.
Totalmente. Por eso no funciona la medicina, porque no reconoce la ciencia cuántica. No mira hacia                 ahí porque  el dinero está en otro lado.

Usted ha explicado que, en la mente, quien realmente tiene el poder es el subconsciente, ¿por               eso es tan difícil cambiar hábitos de pensamiento?
Es millones de veces más poderoso y más importante que la mente consciente. Utilizamos el      subconsciente  el  95 por ciento del tiempo.

Pero no lo podemos controlar.
Lo puedes reprogramar. La información del subconsciente se recibe en los primeros seis años de                vida. Eso que  aprendiste en esos años se convierte en el conocimiento fundamental de tu  vida.                                Por tanto, hay muchos estudios que demuestran que las enfermedades que tenemos de adultos,           como el cáncer, tienen que ver con  la  programación y el entorno que vivimos en los primeros seis           años de vida.

Los comportamientos que vienen del subconsciente no los percibes y pueden estar haciéndote            daño. Es decir, los niños absorben también sus enfermedades o sus actitudes negativas, y así                    se 'programa' su subconsciente. ¡Qué gran responsabilidad para los padres!

La gente, cuando oye esto, se preocupa, se culpa. Pero no eres culpable si tú no sabes que el          subconsciente funciona así. No lo sabían nuestros padres, ni nuestros abuelos ni bisabuelos.                      Ahora bien, cuando lo entiendes, tienes que cambiar tu manera de vivir, porque entonces sí eres        responsable.   Está demostrado que si un niño adoptado vive en su familia casos de cáncer,  su                          madurez puede padecer cáncer aunque su genética sea diferente. Sería algo así como conducir                       un coche: si te enseñaron a conducir mal y has automatizado esa forma de conducir, pues lo más         probable es que tengas accidentes.   Si te enseñaron a maltratar tu cuerpo con mala información,        destruirás el vehículo de tu cuerpo, cuyo conductor es la mente. El futuro es una mejor educación               para los niños, incluso en la etapa prenatal.

¿Podemos reprogramar el subconsciente para estar más sanos o saludables en nuestra vida?
     Los comportamientos que vienen del subconsciente no los percibes y pueden estar haciéndote              daño. Quizás te sientes enfermo y echas la culpa a otra cosa. Al cambiar estos programas erróneos                 en el subconsciente, puedes recrear toda tu vida. Hay varias maneras de hacerlo. Se piensa que,             cuando la mente consciente registra algo, la subconsciente también filtra esa información, pero no                     es así. La mente consciente es creativa  y  la subconsciente trata de todos los hábitos. Si le enseñas                   al subconsciente algo diferente, se lo enseñas también a la consciente, pero no al revés. Por ello, la        manera de reprogramar es repetir y repetir hasta que se crea un hábito. Si leo un libro  de autoayuda,                mi mente consciente dice: “Sé todo lo que hay en el libro y lo aplico”, pero la subconsciente no se                    entera de nada. Entonces, piensas: “¿Por que sé tanto y todavía mi cuerpo  no funciona?”.   Los    pensamientos positivos, el conocimiento... solo funcionan el 5% del tiempo, pero  el  95%  son los         hábitos que tengo desde mi niñez. Y esa es la razón por la que los pensamientos positivos no son    suficientes. Ayudan, pero no ves muchos resultados. Todo sigue igual hasta que no cambias el   subconsciente.                          
     Técnicas de psicología basadas en la energía como la hipnosis o el Psych-K son una manera de         cambiar el subconsciente, es como un aprendizaje rápido.

Con su investigación, ha aunado ciencia y creencia, un binomio que evita la mayoría de  los     científicos.    ¿Usted cree en la eternidad?
     Absolutamente, sí. No hay dos personas iguales, y lo digo desde el punto vista biológico.                           Si cojo mis células y las traslado a tu cuerpo, no soy yo, el sistema inmunitario las rechaza.                                   En las células hay como una especie de antenas en miniatura. Son receptores y algunos son autorreceptores. Tú tienes diferentes autorreceptores a los míos. Pero los receptores reciben las                         señales del entorno. Si corto esos receptores, la célula no tiene ninguna identidad, porque no le                viene de dentro sino de fuera. Para explicarlo de forma gráfica, diría que el cuerpo es como un            televisor: mis antenas captan y reproducen el programa televisivo de Bruce. Esos receptores                  recogen esa transmisión. Si estoy viendo la tele y se estropea el tubo de la imagen, ha muerto el         televisor,  pero sigue la transmisión. Así que cojo otra, la enciendo, conecto el canal y vuelvo a                    ver el programa de Bruce, pero en otra tele, o lo que es lo mismo, en otro ser. Si ese ser tiene los           mismos receptores que tienes tú, volverás  a estar trasmitiendo lo mismo, pero en otro cuerpo.                   Esto explica la reencarnación y quiere decir que el cuerpo puede ir y venir, pero la transmisión              siempre está ahí.

¿Eso le hizo creer que tenemos espíritu?
     Nunca había creído en el espíritu, pero cuando comprobé esto en la célula, me cambió la vida                  entera. La pregunta que me planteé es: ¿por qué esa duplicidad?, ¿por qué tener un espíritu y un            cuerpo? Y la respuesta   vino de mis células: si solo existiera el espíritu, ¿a qué sabe el chocolate?              Solo con la parte espiritual, ¿cómo  vivir una puesta de sol? ¿Qué se siente cuando se está                enamorado? Todas esas sensaciones vienen de las  células del cuerpo, que puede oler, sentir, tener    experiencias. Recoge todo eso, lo transmite al cerebro. Se convierte en vibraciones y lo transmite a                la fuente del ser. Si se muere mi cuerpo, mi fuente de ser y mi espíritu  tienen la memoria hasta que          tenga otro cuerpo. La lección más importante es que estar vivo es un  regalo, una  alegría por todo lo            que podemos sentir.                          
Cuando hagamos eso, todo el mundo estará sano.

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