martes, 18 de abril de 2023

El porvenir del Espiritismo

  INQUIETUDES  ESPIRITAS

1.- ¿Por qué ser espírita ?

2.- La Paz de Espíritu

3.- Humberto de Campos (Biografía)

4- El Porvenir del Espiritismo

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POR QUÉ, SER ESPÍRITA

                          


El otro día un hermano hizo esta pregunta, y quedó dando vueltas en mi mente una y otra vez. En la meditación matutina del 28/1/2010 recibí esta comunicación.

Es el espiritismo una doctrina clara y sencilla. Su propósito principal es ayudar al hombre a ser mejor ser humano, y practicar la doctrina es cultivar el amor entre todos los hermanos como nos enseñó Jesús.

El deber de un espirita es conocerse bien a si mismo, con sus virtudes y sus defectos para poder así, trabajar en su mejoramiento, trabajar de forma consciente para mejorar sus imperfecciones.

Para lograrlo solo es necesario dedicar todos los días un rato a la meditación y al auto análisis. A través del espiritismo, si lo practicamos sinceramente, seremos mejores hijos, hermanos, padres, esposos y amigos, seremos mejores seres humanos.

El espiritismo nos enseña que somos espíritus inmortales, que no debemos temer a la muerte, pues el espíritu sobrevive a este momento, que no es más que un tránsito hacia la vida espiritual. Que la vida espiritual es la verdadera vida del espíritu, y que en ella continuamos aprendiendo y acumulando experiencias que nos hacen mejores.

           Que luego reencarnamos y ponemos en práctica lo aprendido, y en este ciclo              vamos convirtiéndonos en espíritus cada vez mejores y acercándonos paso a                 paso  a la luz Divina, al Ser creador de todo el PROFUNDO universo, a esa                     energía  que llamamos Dios.

Y la doctrina nos enseña que este ciclo es un camino hacia el progreso, pues Dios ha creado el universo regido por leyes naturales y el progreso es una de ellas.

Y la doctrina nos enseña también una verdad sencilla e infalible, cuya comprensión nos va a ayudar a comprender nuestras circunstancias y como podemos cambiarlas; esta verdad es la ley de afinidad, atraemos a nuestras vidas circunstancias, personas y espíritus afines a nuestros pensamientos.

Es decir, que la calidad de nuestro pensamiento determina la calidad de la energía que vibra a nuestro alrededor y con ello, lo que atraemos. De ahí la importancia de nuestra elevación moral.

Somos los artífices de nuestra vida, tenemos libre albedrío para practicar el bien o apartarnos de él; para esforzarnos cada día en ser mejores y comprender que con amor, paciencia, tolerancia, bondad, construimos un futuro mejor para nosotros mismos y para aquellos que nos rodean.

Y la Doctrina Espírita es mucho más, es la justicia de la ley de causa y efecto, que nos enseña que cada acción nuestra tiene un resultado, una consecuencia acorde con la misma, y esta consecuencia vendrá a nosotros indefectiblemente, ya sea en esta vida o en una vida futura. Y esta ley explica las desigualdades que tanto nos acongojan; y es también una luz que nos inspira a cultivar el bien.

Hay mucho mas para descubrir en la doctrina espírita, pero estas sencillas razones que hemos expuesto, bastan por si solas para decir: "Yo quiero ser Espírita"

Psicografiado 28 de enero 2010

Adaptación: Oswaldo E. Porras Dorta

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           LA PAZ DE ESPÍRITU

        Tenemos hoy en la Tierra, por todas partes, un problema esencial que resolver, la adquisición de la paz del Espíritu. en la que se desenvuelven todas las raíces de la solución a los demás problemas que sitian el alma.

¿ Qué medidas se pueden adoptar para la obtención de semejante conquista?,¿ Tal vez, usar la fuerza?,¿Imponer condiciones?.¿Promover circunstancias?

No desconocemos, sin embargo, que la tensión apenas consigue impedir el flujo de las energías creadoras que dimanan de las áreas ocultas del espíritu, agravando conflictos y enmascarando las realidades profundas de nuestra vida íntima, habitualmente no manifestadas.   

             La paz del espíritu, por el contrario, excluye la precipitación y la inquietud para detenerse y consolidarse en la serenidad y el entendimiento. Para adquirirla, por eso mismo, urge entregar nuestros síndromes de ansiedad y de angustia a la providencia invisible que nos apoya. 

       Las ciencias psicológicas de la actualidad nombran ese recurso como "el poder creativo y actuante del inconsciente", pero, simplificando conceptos, a fin de adaptarlos al clima de nuestra fe, le llamamos "poder omnisciente de Dios en nosotros".

       Rendirnos a los designios de Dios y confiar a Dios las cuestiones complejas o intricadas que nos surjan cotidianamente, es la norma exacta para la tranquilidad susceptible de garantizarnos equilibrio en el mundo interno para el rendimiento ideal de la vida.

      Poner a cuenta de Dios la parte oscura de nuestra caminata evolutiva, pero sin despreciar la parte del deber que nos compete. Trabajar y esperar, realizando todo lo mejor que podamos. Fe y servicio, calma sin ocio.

      Pensemos en eso y aligeremos el fardo de los agentes destructivos del odio, el resentimiento, la culpa, la condenación, la crítica o la amargura que acostumbramos a arrastrar en el barro de la hostilidad con que tratamos a la vida, toda vez que arruinamos tiempo y salud, oportunidades e intereses.

      Fundamentemos nuestra paz de espíritu en una conclusión clara y simple: Dios, que hasta ahora nos ha sustentado, nos sustentará también de ahora en adelante.

  En suma, recordemos el texto evangélico que nos advierte sensatamente:    " Si Dios está con nosotros, ¿ Quien podría estar en contra?"

.Emmanuel - Francisco Candido Xavier

(Traducción de José L. Martín)

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                                  HUMBERTO DE CAMPOS

                       ( Biografía)


Humberto de Campos (1886-1934)                                                                                                 

Humberto de Campos nació en una pequeña localidad de Piritiba, en el Maranhâo, Brasil, en 1886.

Fue un niño pobre. Estudió con esfuerzo y sacrificio. Quedó huérfano de padre a los 5 años de edad. Su infancia fue marcada por la miseria. En sus “Memorias”, él cuenta algunos episodios que le dejaron marcado.

Tiempo después, se mudó para Río de Janeiro, entonces Capital de la República, donde se hizo famoso. Brillante periodista y cronista perfecto, sus páginas fueron “columnas” en todos los periódicos importantes del País.

Se dedicó enteramente al arte de escribir, y por eso eran escasos los recursos financieros. A cierta altura de su vida, cuando la economía se volvió menguada, tuvo la idea de cambiar de estilo.

Adoptando el pseudónimo de Consejero XX, escribió una crónica chistosa al respecto de la figura eminente de la época – Medeiros Alburquerque -, que se volvió así motivo de risa, de burla y de gracia de los cariocas por varios días.

El Consejero, sibilino y mordaz, hirió hondo el orgullo y la vanidad de Medeiros, poniendo en la boca del pueblo los argumentos que todos deseaban imputar contra Alburquerque. El éxito fue total.

Habiendo hecho, por experiencia, aquella crónica, de un momento para otro se vio en la contingencia de mantener el estilo y escribir más, pues sus lectores multiplicaron, lloviendo cartas a las redacciones de los periódicos, solicitando nuevas materias del Consejero XX.

Además de mantener el estilo, Humberto se fue profundizando en el mismo, volviéndose para algunos, en la época, casi inmortal, saciando el paladar de toda una mentalidad que deseaba más libertad de expresión y ser más explicito en el abordaje de los problemas humanos y sociales.

Cuando enfermó, modificó completamente el estilo. Sepultó al Consejero XX, y de las cenizas, cual Fénix luminoso, nació otro Humberto, lleno de piedad, comprensión y entendimiento para con las flaquezas y sufrimientos de su semejante.

El alma sufridora del País buscó ávidamente a Humberto de Campos y de él recibió consuelo y esperanza. Eran cartas de dolor y desesperación que llegaban a sus manos, pidiendo socorro y auxilio. Y él, tocado en las fibras más sensibles del corazón, a todas respondía, en crónicas, por los periódicos, alcanzando millares de lectores en circunstancias idénticas de pruebas y lágrimas.

Se hizo amado por todo el Brasil, especialmente en Bahía y San Pablo. Sus padecimientos, con todo, aumentaban día a día. Parcialmente ciego y sometiéndose a varias operaciones, viviendo en una pensión, sin el calor de la familia, su vida era, en sí misma, un cuadro de dolor y sufrimiento. No desesperaba sin embargo, y continuaba escribiendo para consuelo de muchos corazones.

El 5 de diciembre de 1934, desencarnó. Partió llevando de la Tierra amargas decepciones. Jamás Maranhâo, su tierra natal, lo aceptó. Sus coterráneos llegaron incluso a ser hostiles.

Tres meses después de desencarnar, volvió del Más Allá, a través del joven médium Chico Xavier, este, con 24 años de edad solamente, y comenzó a escribir, sacudiendo al país entero con sus crónicas del más allá de la tumba.     

El hecho sacudió la opinión pública. Los periódicos de Río de Janeiro y otros estados estamparon sus mensajes, despertando la atención de toda la gente. Los periódicos gritaban. ¡Extra, extra! ¡Mensajes de Humberto de Campos, después de muerto! Y el pueblo leía con avidez…

Agripino Griego y otros críticos literarios famosos examinaron con atención la producción de Humberto, ahora en el Más Allá. Y atestiguaron la autenticidad del estilo. “¡Sólo podría ser Humberto de Campos!” – afirmaron ellos.

Comenzó entonces una fase nueva para el Espiritismo en el Brasil. Chico Xavier y la Federación Espírita Brasileña ganaron notoriedad. Varios libros fueron publicados.

Ocurrió lo inesperado. ¡Los familiares de Humberto movieron una acción judicial contra la FEB, exigiendo los derechos de autor del muerto!

Tal fue el griterío, que la historia de todo esto está hoy registrado en un libro cuyo título es “La Psicografía ante los Tribunales”, escrito por Miguel Timponi.

La Federación ganó la causa. Humberto, presionado, se ausentó por un largo periodo y, cuando volvió a escribir, usó el pseudónimo de Hermano X.

En las dos fases del Más Allá, escribió 12 obras por el médium Chico Xavier.

“Crónicas del Más Allá”, “Brasil, Corazón del Mundo, Patria del Evangelio”, “Buena Nueva”, “Nuevos Mensajes”, “Luz Arriba”, “Cuentos y Apólogos” y otros fueron libros que escribió para deleite de muchas almas.

En los primeros mensajes tenemos a un Humberto bien humano, con características propias del intelectual del mundo. Después, él se va espiritualizando, sutilizando las ideas y expresiones, volviéndose entonces el escritor espiritual predilecto de millares.

Los que leyeron sus obras de antes, y de después, de muerto, podrán constatar la realidad del fenómeno espírita y la autenticidad de la mediumnidad de Chico Xavier.

¡El mismo estilo, el mismo entusiasmo!


Fuente: Revista Reflexões - Edición n.º 5 - Mayo de 1999 - Fernandópolis / SP - Brasil

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   EL PORVENIR DEL ESPIRITISMO



      En cuanto al porvenir del Espiritismo, los espíritus afirman unánimemente que el triunfo
está cercano, a pesar de los obstáculos que se le oponen. Esta profecía les resulta fácil, en principio, porque la propagación es obra personal de ellos. Ayudando al movimiento o dirigiéndolo, saben bien lo que deben hacer. Y en segundo término, les basta abarcar un período de corta duración para ver en él a los poderosos auxiliares que Dios enviará y que no tardarán en manifestarse.

      Sin necesidad de ser espíritus desencarnados, vosotros, espíritas, podéis transportaros con vuestra imaginación treinta años en el futuro para encontraros en medio de la generación que se eleva. Considerad, entonces, lo que sucede hoy, seguid la marcha progresiva y veréis agotarse en vano esfuerzos a quienes se creen convocados para destruir al movimiento. Los veréis desaparecer poco a poco de la escena, al lado del árbol que crece y cuyas raíces se extienden cada día un poco más.

*.       Los acontecimientos comunes de la vida privada son, generalmente, consecuencia de la manera de actuar de cada cual; éste triunfará con su capacidad, su prudencia, su perseverancia y su energía. Aquél, en el mismo caso, fallará en razón de su ineptitud. De manera que se puede decir que cada uno es artífice de su propio destino, el cual no está sujeto a ninguna regla ciega y fatal independiente de la persona. 

       Conociendo el carácter de un individuo, se puede intuir con facilidad
la suerte que le espera en el camino tomado.

.      Los acontecimientos que se relacionan con los intereses generales de la Humanidad se encuentran reglamentados por la Providencia. Cuando algo se halla en los designios de Dios, ha de cumplirse, ya sea de una manera o de otra. Los hombres ayudan a su ejecución, pero ninguno es indispensable, ya que de lo contrario Dios estaría a merced de sus criaturas. Si quien está encargado de una misión comete errores, otro vendrá a reemplazarlo. No existe la misión fatal, obligatoria.

EL GÉNESIS
ALLAN KARDEC

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