lunes, 6 de septiembre de 2021

Olvido del pasado

    INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.- Jesús, un hombre entre muchos mitos.

2.- Atracciones de simpatía entre los Espíritus

3.- Enemigos desencarnados

4.- Religiones

5.- Olvido del pasado




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  JESÚS, UN HOMBRE ENTRE  MUCHOS  MITOS
                                  

Los estudios que buscan rescatar la verdadera historia del hombre “Jesús de Nazaret” encuentran mitos que involucran a dioses antiguos que fueron incorporados al cristianismo.

25 de diciembre y las divinidades solares

El período comprendido entre el 22 y el 25 de diciembre marca, en el hemisferio norte, el llamado solsticio de invierno, cuando el sol alcanza su punto más bajo en el horizonte, debido a la inclinación del eje terrestre. Este fenómeno, ya observado en la Antigüedad, se fusionó con la creencia en el Dios Sol. Como explica José Pinheiro de Souza en su libro “Tres maneras de ver a Jesús” LCR Press y Editorial - Fortaleza), “en la antigüedad la deidad principal era el Sol, el Dios-Sol, ya que nada puede existir en este planeta sin el Sol ”, que así ha sido visto por diversas culturas religiosas como“ Dios ”, o“ Hijo de Dios ”, o como“ Luz del Mundo ”y“ Salvador de la Humanidad ”.

Los estudios comparativos de las religiones marcan el 25 de diciembre como el nacimiento de varios dioses precristianos, como: Horus (dios egipcio, 3000 a. C.), Mitra (dios persa, también adorado en Roma, 1200 a. C.), Attis (adorado en la región de Frigia, en el Imperio Romano) y Krishna (dios hindú, 900 aC).

Nacimiento virginal y resurrección
También según José Pinheiro de Souza, “el mito de los nacimientos virginales y milagrosos es muy antiguo, se encuentra en muchas religiones anteriores al cristianismo”, porque “nacer de una madre virgen significaba que el niño sería un personaje importante”. De hecho, todos los dioses mencionados anteriormente, Horus, Mithra, Attis, Krishna, así como el dios griego Dionysus, según sus respectivas creencias, eran considerados hijos de madres vírgenes. Asimismo, todos ellos resucitaron después de la muerte física, generalmente al tercer día.

El nacimiento de Jesús en Belén es ahora fuertemente impugnado por la mayoría de los estudiosos que buscan rescatar al Jesús histórico. Todo indica que nació en Nazaret. Para Pinheiro, “las narraciones evangélicas según las cuales Jesús nació en Belén son ejemplos de 'profecía historizada' y no de 'historia recordada', para cumplir con fuerza la profecía del Antiguo Testamento de Miqueas, quien dijo que el Mesías esperado nacería en Belén ”.  



Nosotros y la Navidad
 Si Jesús, como sostiene el espiritismo, no es Dios; si, a diferencia de la dogmática cristiana, no es el Salvador de la humanidad; si no fue concebido por el Espíritu Santo - segunda persona de la Santísima Trinidad -; Si los principales símbolos milagrosos contenidos en los relatos evangélicos de su nacimiento, muerte y resurrección no son más que mitos importados de otras culturas religiosas, entonces ¿ qué queda de Jesús, este personaje que dividió la historia entre antes y después de él?

Queda, precisamente, su humanismo, tejido de gran amor por el prójimo. Quedan las magnánimas lecciones de hermandad, entrega incondicional, solidaridad, alteridad, firme conciencia de la igualdad esencial entre todos los seres humanos, independientemente de su creencia, cultura, etnia, género, posición política o social.

Y si las fiestas de la cristiandad, comenzando con la Navidad, la más tierna de todas, están completamente impregnadas de los mitos religiosos encarnados en el sincretismo cristiano,  ¿ qué significado pueden tener estas fiestas para el no creyente?

Mitos, ritos, apelaciones a lo sobrenatural y toda la magia de las religiones pueden sucumbir algún día a la racionalidad de la historia humana. Pero los valores que se utilizaron, provisionalmente, de estos recursos para obtener una expresión concreta no sucumbirán. Para los espiritualistas sinceros que han renunciado a los símbolos, ritos y sobrenaturalismo de las religiones, estos valores siguen siendo primordialmente apreciados, como atributos del espíritu inmortal. En la Navidad, el momento más grande de nuestra cultura, para celebrar la confraternización, la amistad, las vivencias vividas en otro período de tiempo que se cierra, la voluntad de servir y amar, de agradecer y renovar en cada alma. planificar, vivir la vida en la plenitud del legado dejado por el Hombre de Nazaret..

El no es nuestro Dios. Pero es sin duda nuestro guía y modelo. 

Editor  Opinión CCEPA

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ATRACCIONES DE SIMPATÍA ENTRE LOS ESPÍRITUS
Dos Espíritus que simpatizan por entero, cuando ya se han reunido ¿lo están para la eternidad, o bien pueden separarse y unirse a otros Espíritus?
-* Todos los Espíritus están unidos entre sí. Me refiero a los que han llegado a la perfección. En las esferas inferiores, cuando un Espíritu se eleva no siente ya igual simpatía por aquellos que ha dejado.

301. Dos Espíritus que simpatizan ¿son complemento el uno del otro, o esa simpatía es el resultado de una identificación perfecta?
- La simpatía que atrae a un Espíritu hacia otro resulta de la total concordancia de sus inclinaciones e instintos. Si uno debiera completar al otro, perdería su individualidad.

302. La identidad necesaria para que se establezca una simpatía perfecta ¿sólo consiste en la similitud de pensamientos y sentimientos, o también en la uniformidad de los conocimientos adquiridos?
- En la igualdad del grado de elevación.

EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS.
ALLAN KARDEC
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Nunca pierdas la esperanza.. Pase lo que pase, sigue con­fiando.

- Juana de Angelis (Vida Feliz)

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          ENEMIGOS DESENCARNADOS

     Denominamos con este nombre, a aquellos seres espirituales de inferioridad moral, que cegados en su ignorancia y en sus más bajos instintos, están presentes en nuestra vida y en nuestros pensamientos, más de lo que nosotros podemos imaginar, pues comparten con nosotros el mismo espacio, nuestras mismas imperfecciones, afinidades y acechan ver en nosotros una brecha moral, para así de forma sutil y casi imperceptible en un primer momento, infiltrarse en nuestras mentes ir haciéndose dueños de nuestros pensamientos. Si no estamos vigilantes y trabajando constantemente en nuestro auto reforma y elevación moral, aprovechan esas fisuras llegando a hacer con nosotros lo que quieran, adueñándose de nuestras acciones, manipulando nuestras vidas, nuestros cuerpos y nuestras mentes, pudiendo llegar a anularnos casi por completo. Debido a su ignorancia, se recrean en la maldad y en nuestro sufrimiento y su único objetivo es hacernos todo el daño que pueden, ya sea bien por deseos de venganza, desafectos, deudas pendientes con nosotros  de otras vidas o de esta, o bien por celos, envidias, sobreprotección patológica, etc.… 

    Es muy importante tener presente, que estos seres son seres enfermos y que necesitan de nuestra ayuda y comprensión, de nuestro amor ya que ellos al igual que nosotros son hijos de Dios y hermanos nuestros que ayudan a su nivel y de igual modo que el resto de seres del universo, a la ley del progreso y equilibrio universal. Los ataques diariamente recibidos de estos seres espirituales, requieren de una preparación y trabajo concienzudo, tanto en lo moral como en lo intelectual y en el día a día en el trato con nuestros semejantes además, del estudio de la doctrina que Allan Kardec nos legó de las manos de la espiritualidad superior. Si no, rápidamente nos convertimos en presa fácil y pueden llevarnos a la obsesión, la subyugación, la fascinación, la parasitosis espiritual, el vampirismo y otros desencadenantes físicos y morales que inclusive nos  pueden provocar la locura y hasta inducirnos al suicidio en los casos más graves. De ahí la frase de Jesús “Orad y vigilad”.

    Todos nosotros, absolutamente todos, estamos expuestos a ser víctimas de los ataques de estos pobres seres, pues ellos están constantemente a nuestro alrededor, por todas partes, se pueden contar por miles e interfieren en nuestras vidas, en nuestros pensamientos y acciones, mucho más de lo que nos imaginamos. Los ataques pueden ser de forma individual aunque también existen ataques de colectivos espirituales a individuos o de colectivo a colectivo, a sociedades enteras, tenemos como ejemplo, el caso de Morfina en la Alta Saboya, las guerras en muchos casos, los suicidios colectivos, etc. Tengamos en cuenta que si ellos están ahí y Dios justo y misericordioso los puso en nuestro camino, por algo es. Puede ser por una expiación o prueba por la que tenemos que pasar. 

    Como espiritistas y estudiosos de la doctrina de Kardec, sabemos cuáles son las herramientas de que disponemos para combatirlos y/o ayudarles si podemos y se dejan, utilizando la razón que se nos está dando y practicar con ellos el amor, la fe razonada, la compasión y comprensión que todo ser se merece, la caridad, la humildad, la piedad, la misericordia y el perdón. Es muy probable, que si no tuviéramos esos enemigos acechándonos y atacándonos cada vez que pueden, no sería posible que desarrolláramos y practicáramos las virtudes que anteriormente he citado y que son útiles y necesarias para nuestra elevación espiritual, nuestro progreso y nuestra evolución como espíritus. Como también he mencionado anteriormente, la comprensión y el estudio de la maravillosa doctrina de los espíritus, pone en nuestras manos, las herramientas necesarias para combatirles y/o ayudarles. 

    Pensemos con lógica, utilicemos el sentido común y apartemos de nosotros la queja y el victimismo, pues sabemos que estos ataques a los que muchas veces somos sometidos, no se deben ni más ni menos que a nuestras propias imperfecciones morales y no busquemos culpables donde no los hay, ya que el culpable esta dentro de nosotros y de nuestro nivel moral que la mayoría de las veces, no es el correcto. No existe la cura mágica que los aparte de un momento para el otro de ese mal que nos asola, pero si existe un conjunto de acciones y comportamientos que nos llevaran cien por cien a ganarles la batalla, eso sí, con estudio, perseverancia, responsabilidad, amor, esperanza y fe. :

- LA ORACIÓN: Es uno de los medios más poderosos para apartar de nosotros aunque sea de forma pasajera ese malestar causado por sus pensamientos, ya que orando, creamos a nuestro alrededor una psicoesfera de vibraciones mas o menos elevadas que les impide llegar hasta nosotros. 

- EL ESTUDIO SISTEMATIZADO DE LA DOCTRINA Y EL ESTUDIO DEL EVANGELIO: Nos explica y nos enseña de forma lógica, comprensible y razonada, que es lo que nos está pasando y nos enseña a vivir bajo la moral de Jesús y en constante vigilancia. Nos introduce en una forma de vida, donde el amor es nuestra máxima y nos enseña a vivir de forma humilde y caritativa, ayudando a nuestro semejante y ofreciéndonos la manera de hacernos cada día un poco mejor con nosotros mismos y con todo y todos los que viven en nuestro entorno. 

- LA AUTOREFORMA Y EL AUTOCONOCIMIENTO: Estudiándonos interiormente, interrogándonos sobre nuestras acciones y analizando minuciosamente nuestras imperfecciones, sabremos trabajarlas y esto es necesario para nuestra elevación moral. 

- LOS PASES MAGNÉTICOS: Con el intercambio de fluidos, también conseguimos alejarlos aunque sea de forma temporal. Y por ultimo y no por ello de menor importancia sino todo lo contrario. 

- LA PRACTICA DEL BIEN Y DE LA CARIDAD: El trabajo constante de ayuda al prójimo, realización de acciones nobles diarias, curan y transforman hasta a nuestros enemigos, respetando la máxima de Jesús “Amad al prójimo como a ti mismo” y de ahí “Amad a vuestros enemigos”, porque un acto de amor cambia el mundo. Este, sería el sello para vivir en sintonía con el bien, en paz, armonía y equilibrio con nosotros mismos, con los seres que nos rodean encarnados o desencarnados y con el resto del universo. Esforcémonos más, amemos más, perdonemos más, ayudemos más y si no sabemos, aprendamos a hacerlo. Vivamos dentro de la fe y la moral de Jesús nuestro gran maestro, porque principalmente a los espiritas, es lo que se nos pide que hagamos. Solo así, ellos, esos pobres enfermos de espíritu a los que llamamos enemigos, al ver que no pueden con nosotros, muchos se aburrirán y desistirán de su lucha por hacernos sufrir, en otros muchos casos al ver nuestro ejemplo, nacerá en ellos el remordimiento y el perdón que deseamos, conseguiremos adoctrinarles y ayudarles, y otros tantos, después de haberles devuelto el bien por  el mal que nos hicieron, seguramente, se convertirán en nuestros grandes amigos espirituales y ¿por qué no? en nuestros Ángeles protectores o guardianes. ¿Por que quien es en el fondo nuestro peor enemigo, sino nosotros mismos?...

 -Merchita-


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  RELIGIONES


“Para mí, las diferentes religiones son lindas flores, provenientes del mismo jardín. O son ramas del mismo árbol majestuoso. Por lo tanto, son todas verdaderas”.

  La frase que acabaste de leer ha sido dicha  por una de las más importantes personalidades del siglo veinte: Mahatma Gandhi.

  ¡Mira cuanta sabiduría en las palabras del hombre que lideró la independencia de la India sin jamás recurrir a la violencia!

   En los tiempos actuales, son raros los que realmente tienen una posición como la de Gandhi, que manifestaba un profundo respeto por la opción religiosa de los demás.

   Muchas personas creen que su religión es superior a las  demás. Creen firmemente que solamente ellas están salvas, mientras todos los demás están condenados.

    Poquísimas piensan en la esencia del mensaje que abrazan, ya que están muy preocupadas por convertir almas que consideran perdidas.

   Y, entretanto, Dios es Padre de toda Humanidad. Todos nosotros tenemos la felicidad de traer, en nuestra consciencia, el sol de la Ley Divina. Nadie está desamparado.

   ¿De dónde viene, entonces, esa actitud de prejuicio, exclusivista, que nos aleja de nuestros hermanos?

   Viene de nuestro pensamiento limitado y todavía egoísta. Casi siempre el hombre cree que lleva razón.

   Imagina que sus opiniones, creencias y opciones son las mejores. ¿Ya notaste que la mayor parte de las personas cree que tiene mucho que enseñar a los demás?

    Es que, por general, las personas casi no se disponen a escuchar el otro: hablan sin parar, dan opiniones sobre todo, imponen su propia opinión.

   Son almas por veces muy alegres, expansivas, que les encanta jugar. Llaman a la atención por su vivacidad, por los ademanes ostentosos, por las risas contagiantes y por las conversaciones en voz alta.

    Pero son raras las veces en que paran para escuchar lo que el otro tiene para decir.

    Son como niños un tanto egoístas, para quien el Mundo está centrado en si o en la satisfacción de sus intereses.

   Es una actitud mucho semejante a la que tenemos cuando creemos que el otro está equivocado, simplemente por ser de una religión diferente. Es que no conseguimos parar de pensar en nuestras propias escojas.

    No estudiamos la religión ajena, no nos informamos sobre lo que aquella religión enseña, que beneficios nos trae, cuanto consuelo esparce.

   Si estuviéramos envueltos por el sentimiento de amor incondicional por el próximo, seríamos más complacientes y más atentos a las necesidades del otro.

  Y entonces veríamos que, en la mayoría de los casos, las personas están muy felices con su opción religiosa.

        ¿Nuestra religión es la mejor? Sí, es la mejor. Pero es la mejor para nosotros.

      Es obvio que nos gusta compartir lo que nos hace bien. Ofertar a los demás nuestra experiencia positiva es una actitud laudable y natural.

     Pero esta actitud de generosidad puede tornarse inconveniente cuando exageramos.

     Una cosa es ofertar algo con espíritu fraternal, visando el bien. Pero diferente cuando deseamos imponer a los demás nuestra convicción particular.

     ¡Si el otro piensa diferente, respetémoslo! Él tiene todo el derecho de elegir. ¿Quién de nosotros le conoce el alma? ¿O el equipaje espiritual, moral e intelectual que carga?

     Dios nos dio nuestro libre albedrío y nos lo respeta. ¿Por qué no imitarlo?

    Mientras no sepamos amar profundamente al prójimo, respetándole su libertad, no tendremos actitud de amor enseñada por todas las religiones y por los grandes Maestros de la Humanidad.

 - Redacción del Momento Espírita-


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               Olvido del Pasado

  

 Sabemos que la manifestación exterior del Espíritu humano se realiza a través del cerebro físico, y esta actividad cerebral es lo que conocemos como Mente.

    Durante el estado normal de vigilia el cerebro trabaja en  ondas “Beta”, por su  ritmo de frecuencia que oscila por encima de los trece ciclos por segundo.

     En un siguiente nivel algo más lento, entre siete y doce ciclos por segundo, la mente emite en ondas “Alfa ” que nos sitúa en un estado de relajación corporal profundo y un estado mental abierto y concentrado, capaz de captar sensaciones muy sutiles que desde el nivel mental “Beta” no son percibidas. Una mente funcionando en ondas cerebrales  “Alfa”, supone el funcionar  con una especial concentración mental sobre lo que se necesita  enfocar, al tiempo que hace a la persona  como “flotar” en medio de un estado de paz y de armonía .

      En el siguiente  nivel de frecuencia,  todavía más lenta y profunda que la anterior, la mente funciona en ondas  “Theta” , cuya frecuencia  oscila  entre ocho y cuatro ciclos por segundo; aquí se producen estados de ensoñación, fantasía y creatividad.

     En un último escalón  bajamos  al estado mental “Delta”, más lento todavía que el anterior;  en él  la mente trabaja entre  uno y cuatro ciclos por segundo; este estado es el  del sueño profundo donde  se pierde la consciencia por completo debido a que el Espíritu  permanece desasociado y a veces muy lejos del cuerpo físico al que solo queda ligado por el “Cordón de Plata”  de su cuerpo  espiritual.

     Como vemos, la Mente humana actúa no solo  a nivel consciente, sino que también lo hace en otros niveles más desconocidos, como lo son el inconsciente y el subconsciente.

     A veces desde estos niveles de conciencia de frecuencia cerebral más o menos lenta, afloran hasta el nivel mental “Beta” ( estado de vigilia), ideas y recuerdos que no se han adquirido a través de  los sentidos físicos en estado  consciente y normal. La memoria que almacenamos en nuestro actual cerebro  físico  solamente recuerda conscientemente lo que hemos vivido en esta vida y hemos captado estando despiertos, durante  momentos normales de relación y de vigilia, cuando  la mente ha  funcionado en un normal nivel de ondas Beta.

   La memoria  extra-cerebral  es  la  llamada  memoria Subconsciente  o memoria del Alma, a la que se puede acceder a través de métodos hipnológicos.

    Las ideas o recuerdos que afloran hasta el nivel mental que mantenemos durante la normal vida de relación en nuestro plano físico,  constituyen las Reminiscencias, más o menos claras, unas veces, y otras más o menos vagas o indefinidas, pero normalmente ignoradas por nuestra mente consciente,  que funciona en una vibración mental de ondas Beta-  que es la que guarda sus experiencias e impresiones dentro de su nivel  mental  consciente. Es como un archivo oculto en la mente, al que  automáticamente esta recurre si necesita recuperar algún dato o recuerdo.

    Como nuestro cerebro físico  actual no es el mismo que tuvimos en vidas anteriores, sólo almacena y contiene lo que quedó  grabado en él conscientemente desde que nacimos hasta ahora, pero los recuerdos de aquellas otras vidas, naturalmente,  no están grabados en él . Sin embargo esos recuerdos sí que existen a nivel de nuestra memoria subconsciente  que  radica en nuestra mente psíquica , y  radica en el cerebro del Cuerpo Espiritual o Periespíritu,   que contiene los recuerdos más o menos detallados o residuales de  estas pasadas experiencias que ahora se manifiestan en  la mentalidad  y en el carácter de la nueva personalidad humana que revestimos actualmente. La memoria inconsciente viene a ser  como  un “poso de experiencia” en la nueva personalidad del espíritu reencarnado, tal como lo es  el carácter, las inclinaciones, las vocaciones, aprendizajes y tendencias grabadas naturalmente  en el  Ser espiritual. Si así no fuese y cada ser humano tuviese siempre que partir de cero absoluto, su evolución quedaría permanentemente estancada algo sin mucho sentido.

     Por tanto, no es en nuestro cerebro físico actual en donde están grabados los recuerdos del inconsciente y del subconsciente, sino que estos están a niveles más profundos del psiquismo, que desde el Periespíritu aflora y  se manifiesta a través del cerebro físico. En otros términos: Estos recuerdos ocultos permanecen  en el  Cuerpo Espiritual o Periespíritu, desde donde, por diversas causas, se llegan a transmitir y a manifestar conscientemente con más o menos intensidad, en el cerebro físico de la persona que los transforma en recuerdos o conocimientos conscientes.

    Así nos explicamos el por qué el común de los humanos, tenemos olvidados los recuerdos conscientes de circunstancias, detalles  y situaciones que experimentamos durante nuestras vidas anteriores; pero sin embargo la esencia de lo que aprendimos con aquellas experiencias y vivencias, es lo que  hemos ido adquiriendo vida tras vida:  es nuestro patrimonio espiritual y personal que  no  hemos perdido y forma parte de nuestro bagaje espiritual a nivel del inconsciente , que es el que condiciona la personalidad consciente de cada ser humano.     

     Este  archivo de conocimientos y experiencias nos sirve para afrontar con posibilidad de éxito  las dificultades y  problemas que se nos presentan en nuestra vida actual.  Seguramente Platón se refería a esto cuando afirmaba que las almas saben lo que recuerdan.

       Los sucesos impactantes para el Espíritu experimentados durante sus etapas humanas en vidas anteriores y sobre todo, lo ganado en valores espirituales y morales durante sus pasadas experiencias terrenales, quedaron como impresos en los niveles más o menos profundos  de nuestra mente, y estas experiencias son la ganancia que  acompañará siempre al Ser, formando parte de su bagaje espiritual. Este equipaje de experiencias que afloran desde el subconsciente cuando son necesarias para afrontar o resolver nuevos problemas que se presentan en la vida, no se pierden con la muerte del Ser humano, pues como ya se ha dicho, su lugar de depósito es el perispíritu que sobrevive a la materia junto con el Espíritu.

    El conocimiento que guarda nuestra mente en el plano subconsciente o en el inconsciente, conocido también como memoria subliminal, puede aflorar en forma de intuición  cuando se le necesita , así como durante la manifestación de la personalidad  humana, con sus inclinaciones, vocaciones,  aptitudes, valores, etc, lo cual  al no perderse, es un bagaje de conocimientos y experiencias  que constituyen  una continuidad para nuestra evolución en la siguiente vida.

     Posiblemente el olvido del pasado tiene mucho que ver con nuestro nivel evolutivo atrasado; en Seres humanos de mayor evolución espiritual y mental, es bastante corriente esta clara memoria de sus personalidades de otras existencias. Si  este recuerdo lo tuviésemos  normalmente los humanos en nuestro actual momento evolutivo, ello  nos podría perturbar y afectar negativamente; por ejemplo, imaginemos que  en la persona que tenemos cerca  en la familia, compañeros, amigos etc., reconocemos  a un temido u odiado enemigo del pasado, que nos hizo mucho daño; esto haría renacer en nosotros viejos resentimientos y temores que impedirían la normal relación entre ambos. . Por tanto solo se debe intentar acceder a este conocimiento con motivos y fines terapéuticos, conducidos por  personas altamente cualificadas en el campo de la Psicología y de la Psiquiatría, para  resolver  los problemas psíquicos actuales.

  Entonces podemos ya comprender, como en nuestro actual nivel evolutivo para lograr un normal desarrollo de nuestras capacidades espirituales, solo necesitamos trabajar día a día en nuestro interior y en nuestras  acciones para con los demás, luchando por las conquistas espirituales: Amor, Paciencia, Sabiduría, etc, pero sin embargo no necesitamos del recuerdo consciente de las circunstancias de vidas anteriores que no pasaría de ser una mera curiosidad morbosa, y generalmente un impedimento para nuestro normal desarrollo espiritual.

   No cabe duda de que si Dios en Su infinita Sabiduría, ha dispuesto que el ser humano tenga normalmente un olvido de su pasado en otras vidas, es porque sabe perfectamente que este recuerdo nos perjudicaría debido a nuestro actual nivel de desarrollo espiritual y moral, porque ello sería muchas veces un serio obstáculo para nuestra normal evolución. Por ejemplo, si un padre reconociese en un hijo al asesino de su familia en la anterior existencia, no podría dejar de sentir odio, resentimiento y hasta deseos de venganza.

  Por lo dicho vemos que el ser humano gracias a la reencarnación lleva acumuladas en su personalidad, todas las lecciones  humanas, espirituales y éticas  adquiridas en vidas pasadas, como igualmente lleva los malos instintos e inclinaciones negativos, pendientes de superar.

, Jose Luis Martín-

 “ ¿ No sería un martirio para nosotros, recordar nuestros actos delictuosos, nuestras víctimas, nuestros victimarios y aun nuestras vergüenzas de vidas recientes? “   -Sebastián de Arauco (Tres Enfoques...)-

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