INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.- Jesús, un hombre entre muchos mitos.
2.- Atracciones de simpatía entre los Espíritus
3.- Enemigos desencarnados
4.- Religiones
5.- Olvido del pasado
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301. Dos Espíritus que simpatizan ¿son complemento el uno del otro, o esa simpatía es el resultado de una identificación perfecta?
- La simpatía que atrae a un Espíritu hacia otro resulta de la total concordancia de sus inclinaciones e instintos. Si uno debiera completar al otro, perdería su individualidad.
302. La identidad necesaria para que se establezca una simpatía perfecta ¿sólo consiste en la similitud de pensamientos y sentimientos, o también en la uniformidad de los conocimientos adquiridos?
- En la igualdad del grado de elevación.
EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS.
ALLAN KARDEC
Nunca pierdas la esperanza.. Pase lo que pase, sigue confiando.
ENEMIGOS DESENCARNADOS
Denominamos con este nombre, a aquellos seres espirituales de inferioridad moral, que cegados en su ignorancia y en sus más bajos instintos, están presentes en nuestra vida y en nuestros pensamientos, más de lo que nosotros podemos imaginar, pues comparten con nosotros el mismo espacio, nuestras mismas imperfecciones, afinidades y acechan ver en nosotros una brecha moral, para así de forma sutil y casi imperceptible en un primer momento, infiltrarse en nuestras mentes ir haciéndose dueños de nuestros pensamientos. Si no estamos vigilantes y trabajando constantemente en nuestro auto reforma y elevación moral, aprovechan esas fisuras llegando a hacer con nosotros lo que quieran, adueñándose de nuestras acciones, manipulando nuestras vidas, nuestros cuerpos y nuestras mentes, pudiendo llegar a anularnos casi por completo. Debido a su ignorancia, se recrean en la maldad y en nuestro sufrimiento y su único objetivo es hacernos todo el daño que pueden, ya sea bien por deseos de venganza, desafectos, deudas pendientes con nosotros de otras vidas o de esta, o bien por celos, envidias, sobreprotección patológica, etc.…
Es muy importante tener presente, que estos seres son seres enfermos y que necesitan de nuestra ayuda y comprensión, de nuestro amor ya que ellos al igual que nosotros son hijos de Dios y hermanos nuestros que ayudan a su nivel y de igual modo que el resto de seres del universo, a la ley del progreso y equilibrio universal. Los ataques diariamente recibidos de estos seres espirituales, requieren de una preparación y trabajo concienzudo, tanto en lo moral como en lo intelectual y en el día a día en el trato con nuestros semejantes además, del estudio de la doctrina que Allan Kardec nos legó de las manos de la espiritualidad superior. Si no, rápidamente nos convertimos en presa fácil y pueden llevarnos a la obsesión, la subyugación, la fascinación, la parasitosis espiritual, el vampirismo y otros desencadenantes físicos y morales que inclusive nos pueden provocar la locura y hasta inducirnos al suicidio en los casos más graves. De ahí la frase de Jesús “Orad y vigilad”.
Todos nosotros, absolutamente todos, estamos expuestos a ser víctimas de los ataques de estos pobres seres, pues ellos están constantemente a nuestro alrededor, por todas partes, se pueden contar por miles e interfieren en nuestras vidas, en nuestros pensamientos y acciones, mucho más de lo que nos imaginamos. Los ataques pueden ser de forma individual aunque también existen ataques de colectivos espirituales a individuos o de colectivo a colectivo, a sociedades enteras, tenemos como ejemplo, el caso de Morfina en la Alta Saboya, las guerras en muchos casos, los suicidios colectivos, etc. Tengamos en cuenta que si ellos están ahí y Dios justo y misericordioso los puso en nuestro camino, por algo es. Puede ser por una expiación o prueba por la que tenemos que pasar.
Como espiritistas y estudiosos de la doctrina de Kardec, sabemos cuáles son las herramientas de que disponemos para combatirlos y/o ayudarles si podemos y se dejan, utilizando la razón que se nos está dando y practicar con ellos el amor, la fe razonada, la compasión y comprensión que todo ser se merece, la caridad, la humildad, la piedad, la misericordia y el perdón. Es muy probable, que si no tuviéramos esos enemigos acechándonos y atacándonos cada vez que pueden, no sería posible que desarrolláramos y practicáramos las virtudes que anteriormente he citado y que son útiles y necesarias para nuestra elevación espiritual, nuestro progreso y nuestra evolución como espíritus. Como también he mencionado anteriormente, la comprensión y el estudio de la maravillosa doctrina de los espíritus, pone en nuestras manos, las herramientas necesarias para combatirles y/o ayudarles.
Pensemos con lógica, utilicemos el sentido común y apartemos de nosotros la queja y el victimismo, pues sabemos que estos ataques a los que muchas veces somos sometidos, no se deben ni más ni menos que a nuestras propias imperfecciones morales y no busquemos culpables donde no los hay, ya que el culpable esta dentro de nosotros y de nuestro nivel moral que la mayoría de las veces, no es el correcto. No existe la cura mágica que los aparte de un momento para el otro de ese mal que nos asola, pero si existe un conjunto de acciones y comportamientos que nos llevaran cien por cien a ganarles la batalla, eso sí, con estudio, perseverancia, responsabilidad, amor, esperanza y fe. :
- LA ORACIÓN: Es uno de los medios más poderosos para apartar de nosotros aunque sea de forma pasajera ese malestar causado por sus pensamientos, ya que orando, creamos a nuestro alrededor una psicoesfera de vibraciones mas o menos elevadas que les impide llegar hasta nosotros.
- EL ESTUDIO SISTEMATIZADO DE LA DOCTRINA Y EL ESTUDIO DEL EVANGELIO: Nos explica y nos enseña de forma lógica, comprensible y razonada, que es lo que nos está pasando y nos enseña a vivir bajo la moral de Jesús y en constante vigilancia. Nos introduce en una forma de vida, donde el amor es nuestra máxima y nos enseña a vivir de forma humilde y caritativa, ayudando a nuestro semejante y ofreciéndonos la manera de hacernos cada día un poco mejor con nosotros mismos y con todo y todos los que viven en nuestro entorno.
- LA AUTOREFORMA Y EL AUTOCONOCIMIENTO: Estudiándonos interiormente, interrogándonos sobre nuestras acciones y analizando minuciosamente nuestras imperfecciones, sabremos trabajarlas y esto es necesario para nuestra elevación moral.
- LOS PASES MAGNÉTICOS: Con el intercambio de fluidos, también conseguimos alejarlos aunque sea de forma temporal. Y por ultimo y no por ello de menor importancia sino todo lo contrario.
- LA PRACTICA DEL BIEN Y DE LA CARIDAD: El trabajo constante de ayuda al prójimo, realización de acciones nobles diarias, curan y transforman hasta a nuestros enemigos, respetando la máxima de Jesús “Amad al prójimo como a ti mismo” y de ahí “Amad a vuestros enemigos”, porque un acto de amor cambia el mundo. Este, sería el sello para vivir en sintonía con el bien, en paz, armonía y equilibrio con nosotros mismos, con los seres que nos rodean encarnados o desencarnados y con el resto del universo. Esforcémonos más, amemos más, perdonemos más, ayudemos más y si no sabemos, aprendamos a hacerlo. Vivamos dentro de la fe y la moral de Jesús nuestro gran maestro, porque principalmente a los espiritas, es lo que se nos pide que hagamos. Solo así, ellos, esos pobres enfermos de espíritu a los que llamamos enemigos, al ver que no pueden con nosotros, muchos se aburrirán y desistirán de su lucha por hacernos sufrir, en otros muchos casos al ver nuestro ejemplo, nacerá en ellos el remordimiento y el perdón que deseamos, conseguiremos adoctrinarles y ayudarles, y otros tantos, después de haberles devuelto el bien por el mal que nos hicieron, seguramente, se convertirán en nuestros grandes amigos espirituales y ¿por qué no? en nuestros Ángeles protectores o guardianes. ¿Por que quien es en el fondo nuestro peor enemigo, sino nosotros mismos?...
-Merchita-
RELIGIONES
“Para mí, las diferentes religiones son lindas flores, provenientes del mismo jardín. O son ramas del mismo árbol majestuoso. Por lo tanto, son todas verdaderas”.
La frase que acabaste de leer ha sido dicha por una de las más importantes personalidades del siglo veinte: Mahatma Gandhi.
¡Mira cuanta sabiduría en las palabras del hombre que lideró la independencia de la India sin jamás recurrir a la violencia!
En los tiempos actuales, son raros los que realmente tienen una posición como la de Gandhi, que manifestaba un profundo respeto por la opción religiosa de los demás.
Muchas personas creen que su religión es superior a las demás. Creen firmemente que solamente ellas están salvas, mientras todos los demás están condenados.
Poquísimas piensan en la esencia del mensaje que abrazan, ya que están muy preocupadas por convertir almas que consideran perdidas.
Y, entretanto, Dios es Padre de toda Humanidad. Todos nosotros tenemos la felicidad de traer, en nuestra consciencia, el sol de la Ley Divina. Nadie está desamparado.
¿De dónde viene, entonces, esa actitud de prejuicio, exclusivista, que nos aleja de nuestros hermanos?
Viene de nuestro pensamiento limitado y todavía egoísta. Casi siempre el hombre cree que lleva razón.
Imagina que sus opiniones, creencias y opciones son las mejores. ¿Ya notaste que la mayor parte de las personas cree que tiene mucho que enseñar a los demás?
Es que, por general, las personas casi no se disponen a escuchar el otro: hablan sin parar, dan opiniones sobre todo, imponen su propia opinión.
Son almas por veces muy alegres, expansivas, que les encanta jugar. Llaman a la atención por su vivacidad, por los ademanes ostentosos, por las risas contagiantes y por las conversaciones en voz alta.
Pero son raras las veces en que paran para escuchar lo que el otro tiene para decir.
Son como niños un tanto egoístas, para quien el Mundo está centrado en si o en la satisfacción de sus intereses.
Es una actitud mucho semejante a la que tenemos cuando creemos que el otro está equivocado, simplemente por ser de una religión diferente. Es que no conseguimos parar de pensar en nuestras propias escojas.
No estudiamos la religión ajena, no nos informamos sobre lo que aquella religión enseña, que beneficios nos trae, cuanto consuelo esparce.
Si estuviéramos envueltos por el sentimiento de amor incondicional por el próximo, seríamos más complacientes y más atentos a las necesidades del otro.
Y entonces veríamos que, en la mayoría de los casos, las personas están muy felices con su opción religiosa.
¿Nuestra religión es la mejor? Sí, es la mejor. Pero es la mejor para nosotros.
Es obvio que nos gusta compartir lo que nos hace bien. Ofertar a los demás nuestra experiencia positiva es una actitud laudable y natural.
Pero esta actitud de generosidad puede tornarse inconveniente cuando exageramos.
Una cosa es ofertar algo con espíritu fraternal, visando el bien. Pero diferente cuando deseamos imponer a los demás nuestra convicción particular.
¡Si el otro piensa diferente, respetémoslo! Él tiene todo el derecho de elegir. ¿Quién de nosotros le conoce el alma? ¿O el equipaje espiritual, moral e intelectual que carga?
Dios nos dio nuestro libre albedrío y nos lo respeta. ¿Por qué no imitarlo?
Mientras no sepamos amar profundamente al prójimo, respetándole su libertad, no tendremos actitud de amor enseñada por todas las religiones y por los grandes Maestros de la Humanidad.
- Redacción del Momento Espírita-
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Olvido del Pasado
Sabemos que la manifestación exterior del Espíritu humano se realiza a través del cerebro físico, y esta actividad cerebral es lo que conocemos como Mente.
Durante el estado normal de vigilia el cerebro trabaja en ondas “Beta”, por su ritmo de frecuencia que oscila por encima de los trece ciclos por segundo.
En un siguiente nivel algo más lento, entre siete y doce ciclos por segundo, la mente emite en ondas “Alfa ” que nos sitúa en un estado de relajación corporal profundo y un estado mental abierto y concentrado, capaz de captar sensaciones muy sutiles que desde el nivel mental “Beta” no son percibidas. Una mente funcionando en ondas cerebrales “Alfa”, supone el funcionar con una especial concentración mental sobre lo que se necesita enfocar, al tiempo que hace a la persona como “flotar” en medio de un estado de paz y de armonía .
En el siguiente nivel de frecuencia, todavía más lenta y profunda que la anterior, la mente funciona en ondas “Theta” , cuya frecuencia oscila entre ocho y cuatro ciclos por segundo; aquí se producen estados de ensoñación, fantasía y creatividad.
En un último escalón bajamos al estado mental “Delta”, más lento todavía que el anterior; en él la mente trabaja entre uno y cuatro ciclos por segundo; este estado es el del sueño profundo donde se pierde la consciencia por completo debido a que el Espíritu permanece desasociado y a veces muy lejos del cuerpo físico al que solo queda ligado por el “Cordón de Plata” de su cuerpo espiritual.
Como vemos, la Mente humana actúa no solo a nivel consciente, sino que también lo hace en otros niveles más desconocidos, como lo son el inconsciente y el subconsciente.
A veces desde estos niveles de conciencia de frecuencia cerebral más o menos lenta, afloran hasta el nivel mental “Beta” ( estado de vigilia), ideas y recuerdos que no se han adquirido a través de los sentidos físicos en estado consciente y normal. La memoria que almacenamos en nuestro actual cerebro físico solamente recuerda conscientemente lo que hemos vivido en esta vida y hemos captado estando despiertos, durante momentos normales de relación y de vigilia, cuando la mente ha funcionado en un normal nivel de ondas Beta.
La memoria extra-cerebral es la llamada memoria Subconsciente o memoria del Alma, a la que se puede acceder a través de métodos hipnológicos.
Las ideas o recuerdos que afloran hasta el nivel mental que mantenemos durante la normal vida de relación en nuestro plano físico, constituyen las Reminiscencias, más o menos claras, unas veces, y otras más o menos vagas o indefinidas, pero normalmente ignoradas por nuestra mente consciente, que funciona en una vibración mental de ondas Beta- que es la que guarda sus experiencias e impresiones dentro de su nivel mental consciente. Es como un archivo oculto en la mente, al que automáticamente esta recurre si necesita recuperar algún dato o recuerdo.
Como nuestro cerebro físico actual no es el mismo que tuvimos en vidas anteriores, sólo almacena y contiene lo que quedó grabado en él conscientemente desde que nacimos hasta ahora, pero los recuerdos de aquellas otras vidas, naturalmente, no están grabados en él . Sin embargo esos recuerdos sí que existen a nivel de nuestra memoria subconsciente que radica en nuestra mente psíquica , y radica en el cerebro del Cuerpo Espiritual o Periespíritu, que contiene los recuerdos más o menos detallados o residuales de estas pasadas experiencias que ahora se manifiestan en la mentalidad y en el carácter de la nueva personalidad humana que revestimos actualmente. La memoria inconsciente viene a ser como un “poso de experiencia” en la nueva personalidad del espíritu reencarnado, tal como lo es el carácter, las inclinaciones, las vocaciones, aprendizajes y tendencias grabadas naturalmente en el Ser espiritual. Si así no fuese y cada ser humano tuviese siempre que partir de cero absoluto, su evolución quedaría permanentemente estancada algo sin mucho sentido.
Por tanto, no es en nuestro cerebro físico actual en donde están grabados los recuerdos del inconsciente y del subconsciente, sino que estos están a niveles más profundos del psiquismo, que desde el Periespíritu aflora y se manifiesta a través del cerebro físico. En otros términos: Estos recuerdos ocultos permanecen en el Cuerpo Espiritual o Periespíritu, desde donde, por diversas causas, se llegan a transmitir y a manifestar conscientemente con más o menos intensidad, en el cerebro físico de la persona que los transforma en recuerdos o conocimientos conscientes.
Así nos explicamos el por qué el común de los humanos, tenemos olvidados los recuerdos conscientes de circunstancias, detalles y situaciones que experimentamos durante nuestras vidas anteriores; pero sin embargo la esencia de lo que aprendimos con aquellas experiencias y vivencias, es lo que hemos ido adquiriendo vida tras vida: es nuestro patrimonio espiritual y personal que no hemos perdido y forma parte de nuestro bagaje espiritual a nivel del inconsciente , que es el que condiciona la personalidad consciente de cada ser humano.
Este archivo de conocimientos y experiencias nos sirve para afrontar con posibilidad de éxito las dificultades y problemas que se nos presentan en nuestra vida actual. Seguramente Platón se refería a esto cuando afirmaba que las almas saben lo que recuerdan.
Los sucesos impactantes para el Espíritu experimentados durante sus etapas humanas en vidas anteriores y sobre todo, lo ganado en valores espirituales y morales durante sus pasadas experiencias terrenales, quedaron como impresos en los niveles más o menos profundos de nuestra mente, y estas experiencias son la ganancia que acompañará siempre al Ser, formando parte de su bagaje espiritual. Este equipaje de experiencias que afloran desde el subconsciente cuando son necesarias para afrontar o resolver nuevos problemas que se presentan en la vida, no se pierden con la muerte del Ser humano, pues como ya se ha dicho, su lugar de depósito es el perispíritu que sobrevive a la materia junto con el Espíritu.
El conocimiento que guarda nuestra mente en el plano subconsciente o en el inconsciente, conocido también como memoria subliminal, puede aflorar en forma de intuición cuando se le necesita , así como durante la manifestación de la personalidad humana, con sus inclinaciones, vocaciones, aptitudes, valores, etc, lo cual al no perderse, es un bagaje de conocimientos y experiencias que constituyen una continuidad para nuestra evolución en la siguiente vida.
Posiblemente el olvido del pasado tiene mucho
que ver con nuestro nivel evolutivo atrasado; en Seres humanos de mayor
evolución espiritual y mental, es bastante corriente esta clara memoria de sus
personalidades de otras existencias. Si este
recuerdo lo tuviésemos normalmente los
humanos en nuestro actual momento evolutivo, ello nos podría perturbar y afectar negativamente;
por ejemplo, imaginemos que en la
persona que tenemos cerca en la familia,
compañeros, amigos etc., reconocemos a
un temido u odiado enemigo del pasado, que nos hizo mucho daño; esto haría
renacer en nosotros viejos resentimientos y temores que impedirían la normal
relación entre ambos. . Por tanto solo se debe intentar acceder a este
conocimiento con motivos y fines terapéuticos, conducidos por personas altamente cualificadas en el campo
de la Psicología y de la Psiquiatría, para resolver los problemas psíquicos actuales.
No cabe duda de que si Dios en Su
infinita Sabiduría, ha dispuesto que el ser humano tenga normalmente un olvido
de su pasado en otras vidas, es porque sabe perfectamente que este recuerdo nos
perjudicaría debido a nuestro actual nivel de desarrollo espiritual y moral, porque
ello sería muchas veces un serio obstáculo para nuestra normal evolución. Por
ejemplo, si un padre reconociese en un hijo al asesino de su familia en la
anterior existencia, no podría dejar de sentir odio, resentimiento y hasta
deseos de venganza.
, Jose Luis Martín-
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