jueves, 16 de septiembre de 2021

Las Hermanas Fox

    INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.- Reflexiones sobre la Reencarnación

2.- Distinción entre los buenos y los malos Espíritus

3.- Las Hermanas Fox

4.- Guía y Libre albedrío

5.- ¿Puede encontrar dificultades el Espíritu para su reencarnación?






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REFLEXIONES SOBRE LA REENCARNACIÓN

- Puesto que la Reencarnación es una necesidad de la vida espiritual, con sobrada razón se pueden admirar de que todos los Espíritus no estén acordes sobre el asunto, siendo a los ojos de ciertas gentes una objeción de cierta gravedad. La contestación la comprenderá todo el que haya hecho del Espiritismo un estudio formal.

  Hemos examinado la cuestión en sí misma, bajo un punto de vista filosófico, hecha abstracción de toda enseñanza de los Espíritus; hemos encontrado en este principio la única solución posible a ciertos problemas morales y psicológicos, y nuestra razón se ha fundado, no sobre hipótesis, sino sobre la observación de los; puesto que esta doctrina da razón de estos  hechos que ningún otro sistema religioso o filosófico puede resolver, en buena lógica debemos admitir la teoría que explica antes que la que no explica, sin ocuparnos de la opinión de los Espíritus, que no tienen más valor para nosotros que, en cuanto es esencialmente racional y no encontramos en ella ninguna señal de ignorancia o juicio erróneo. Estamos pues, lejos de aceptar sin examen cuanto digan los Espíritus, porque sabemos que los hay con ideas limitadas al presente, como sucede con muchos hombres sobre la Tierra.  Creen que su actual situación durará eternamente; no ven más allá de cierto horizonte: no se preocupan de saber de donde vienen ni a donde van, y sin embargo deben sufrir la ley de la necesidad. La reencarnación es para ellos una necesidad de la que no se cuidan sino cuando llega; saben que el Espíritu progresa, pero ¿de qué modo?. Para ellos es un problema; si les preguntáis os contestarán según el estado de sus conocimientos; unos hablarán del quito y sexto cielo, otros de la esfera de fuego, de la esfera de las estrellas, de la ciudad de los elegidos, que para ellos no es más que una idea de los mundos mejores.

   Lo que prueba la ignorancia de estos Espíritus, es el cuadro raro que hacen algunos de la progresión futura, porque todos reconocen la necesidad de esta progresión; tan solo difieren en el modo de cómo esta se opera; sus ideas, bajo este concepto, están más o menos impregnadas de las preocupaciones terrestres, y descansan a veces sobre principios totalmente absurdos, como por ejemplo, el de las esferas concéntricas, teniendo la Tierra por foco, y que son como escalones para los Espíritus, idea tomada de los antiguos sistemas astronómicos. Basta que un Espíritu emita semejante teoría, o cualquier otra herejía científica notoria, para conocer la clase de su saber y el valor que puede darse a sus opiniones. Por lo demás, en esto como en otras muchas cosas, la contradicción a veces es más aparente que real, y puede resultar, ya sea de la interpretación de los términos, ya del modo de presentar la idea. El mismo pensamiento se encuentra frecuentemente en las cosas más disparatadas a primera vista, y que son más contradictorias por su forma que en el fondo: prueba por ejemplo, la doctrina bíblica de la Creación sobre la Tierra; por lo cual es aun más fácil reconocer el principio de la Reencarnación en las figuras empleadas por ciertos Espíritus, que los seis periodos geológicos de los seis días del Génesis.

   Se concibe que Espíritus poco adelantados no puedan comprender esta cuestión, pero entonces, ¿ en qué consiste que Espíritus de una inferioridad intelectual y moral notoria, hablan expontáneamente de sus diferentes existencias y el deseo de reencarnar para comenzar otra nueva, mientras que entre los que contradicen este principio, los hay que son de modo manifiesto más inteligentes?. Ocurre en el mundo de los Espíritus cosas tales, que son difíciles de comprender, y por este motivo nos parecen anomalías. ¿No tenemos entre nosotros, personas muy ignorantes sobre ciertas cosas, pero muy ilustradas en otras?, ¿ y gentes que tienen más juicio que instrucción?. Sabemos que los Espíritus forman grupos, familias que vienen a ser como las naciones entre nosotros, y que los individuos sacan sus ideas del centro donde se encuentran. Sabemos, que ciertos Espíritus, más inteligentes que buenos, se complacen en adular las preocupaciones de los hombres; que su deseo es mantenerlos en la ignorancia bajo la apariencia que querer instruirles. Se saben aprovechar de la facilidad con que les presta fe, y para inspirar mayor confianza, hacen alarde de su falso saber, revistiendo sus discursos de frases  redundantes y ampulosas, que pueden seducir a los que no van al fondo de las cosas; pero si se les lleva al fondo del razonamiento, no sostienen por largo tiempo sus tesis. Como en definitiva, sus sistema sobre la progresión de los Espíritus, no resuelven de ningún modo las dificultades; no hay sino que ponerles terminantemente las cuestiones que hemos formulado, y se verá si la solución es muy lógica. Aun diremos que si  aceptamos la que damos en nuestros libros, no es tan solo porque venga de los Espíritus, sino porque, sobre todo, está conforme con los hechos observados, que no contradicen ninguno de los datos de la ciencia y que lo explica todo.

- Allan Kardec-

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Distinción de los buenos y de los malos Espíritus
Si la identidad absoluta de los Espíritus es, en muchos casos, una cuestión accesoria y sin importancia, no sucede lo mismo con la distinción de los buenos o malos Espíritus; su
individualidad puede sernos indiferente, su cualidad no lo es jamás.^ En todas las comunicaciones instructivas es en donde debe concentrarse más la atención, porque esta sola es la que puede darnos la medida de la confianza que debemos tener con el Espíritu que se manifiesta, cualquiera que sea el nombre que tome. ¿El Espíritu que se manifiesta, es bueno o malo? ¿A qué grado de la escala espírita pertenece? Aquí está la cuestión
principal.

. Se juzga a los Espíritus, hemos dicho, como se juzga a los hombres, por su lenguaje. Supongamos que un hombre reciba veinte cartas de personas que le son desconocidas; por el estilo, por los pensamientos, por una multitud de señales conocerá, en fin, las que son instruidas o ignorantes, finas o mal educadas, superficiales, profundas, frívolas, orgullosas, formales, ligeras, sentimentales, etc. Lo mismo sucede con los Espíritus; debe considerárseles como corresponsales que jamás han visto, y preguntarse qué es lo que se pensaría del saber y del carácter de un hombre que dijera o escribiera semejantes cosas. Se puede poner como regla invariable y sin excepción, que el lenguaje de los Espíritus está siempre en razón de su grado de elevación.

Los Espíritus realmente superiores no sólo dicen grandes cosas, sino que las dicen en términos que excluyen, de la manera más absoluta, toda trivialidad; por buenas que sean estas cosas, si están empañadas con una sola expresión que resienta la bajeza, es una señal indudable de su inferioridad y con mucha más razón si el conjunto de las comunicaciones hiere la decencia por su grosería. El lenguaje descubre siempre su origen, sea por el
pensamiento que manifiesta, sea por su forma, y aun cuando un Espíritu quisiera engañarnos sobre su pretendida superioridad, basta conversar algún tiempo con él para conocerle.

. La bondad y benevolencia son también atributos esenciales de Espíritus depurados; no odian ni a los hombres ni a los Espíritus; compadecen las debilidades, critican los errores,
pero siempre con moderación, sin aversión ni animosidad. Si se admite que los Espíritus verdaderamente buenos sólo pueden querer el bien y decir cosas buenas, se deducirá en consecuencia que el lenguaje de los Espíritus que manifieste falta de bondad y
benevolencia, no dimana de un Espíritu bueno..

EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS
ALLAN KARDEC

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              LAS HERMANAS FOX

                                                                       


     En el mes de marzo de 1848,  acontecieron en un pequeño poblado de Hydesville, en los Estados Unidos de América del Norte, los primeros fenómenos espiritas de los tiempos modernos,  lo que representó el preludio del advenimiento de la Doctrina Espirita,  consumado con la Codificación Kardeciana.

     Hydesville  es un poblado típico del Estado de New York y, cuando  sucedieron esos fenómenos, contaba con un pequeño número de casas de madera, del tipo  más simple. En una de esas  cabañas, habitaba  la familia de John D. Fox, compuesta de los padres  y varios hijos, entre otros Margarita, de catorce años, Katie de once  años,  además de Leah, que residía en otra ciudad.

     La familia Fox había pasado a morar en esa casa el día 11 de diciembre de 1847. Algún tiempo después  de ese cambio, sus componentes pasaron a oír arañones, ruidos insólitos  y patadas, vibrando en el forro de la sala, en el suelo, en las paredes y en los muebles, los cuales pasaron a constituir verdadera preocupación para aquella humilde familia.

     Todos quedaron preocupados con los acontecimientos. En una semana la señora Fox quedo grisácea. Y, como  todo hacía pensar que los fenómenos estaban ligados a las dos niñas, Margaret  y Kate, estas fueron apartadas de la casa. Más, en la casa de su hermano, David Fox, para  donde fue Margaret, y en la casa de su Hermana Leah,  cuyo nombre  de casada era Sra. Fish, en Rochester, donde Kate quedó hospedada, los mismos ruidos se hicieron oír. Inauditos esfuerzos  fueron  dispensados para que el público  ignorase esas manifestaciones; luego, sin embargo, ellas se tornaron conocidas. Leah, la hermana más vieja, tuvo que interrumpir las clases de música, pues, pasando también a ser intermediario de los fenómenos, aunque en menor escala, fue  llevada a no continuar con las clases.

     Los fenómenos se producían  con tal intensidad que, de la casa de las hermanas Fox, pasaron a ser oídos en la residencia de Rev. A.H. Jervis, ministro metodista residente en Rochester. Luego, después,  ellos también se hicieron sentir  en la residencia del Diacono Hale, de Greece, ciudad vecina de Rochester.

      En la noche del 31 de marzo de 1848, se descubrió un medio de entrar en contacto con la identidad espiritual que producía los fenómenos. La hija menor de la pareja, Kate, dijo, batiendo las palmas, Sr, Pe Rachado, haga lo que yo hago. De forma inmediata, se repitieron las palmadas. Cuando ella paró, el sonido  también paro enseguida. Cara a aquella respuesta, Margaret, entonces,  fijo, brincando; “Lo que ella  había solicitado fue repetido con increíble exactitud. Kate, adelantándose, dijo, en su simplicidad infantil; ¡Oh! ¡Mama! Yo sé lo que es. Mañana es primero de abril y alguien quiere decirnos una mentira.

     La señora Fox se acordó, entonces,  de hacer el intento concluyente; solicitó a la entidad que diese las edades de todos sus hijos, lo que fue  hecho con notable precisión.

     Se había establecido, de esta forma, un sistema de comunicación con el mundo espiritual. Se creó un alfabeto convencional, por medio de  pancadas y, por intermedio de ese sistema bastante rudimentario, se descubrió que el Espíritu comunicante era un antiguo vendedor ambulante de nombre Charles Rosna, que, aquel modo,  procuraba revelar su presencia y entrar en contacto con las  personas de la casa. El individuo portador de ese nombre fue, años antes, asesinado en la casa  de Hydesville, en la cual,  sin saberlo, fue a residir posteriormente la familia Fox. El asesinado revelo que había sido asesinado con un cuchillo de carnicero, cinco años antes; que el cuerpo había sido llevado a la bodega; que es sólo la noche siguiente que había sido enterrado; había pasado por la despensa, por las escaleras, y enterrado cerca de tres metros del suelo. Afirmó también que el móvil del crimen había sido  el dinero, alrededor de quinientos dólares.

     En la noche del 1 de Abril, comenzaron a escavar  el suelo en la bodega, llegando a una masa de agua. Se procedió a nuevas investigaciones en el verano del mismo año, y fueron descubiertos  hierro, carbón y cal, cabellos y huesos humanos, mientras tanto, solamente  en el día 22 de noviembre de 1904, con la caída de una pared, se descubrió el esqueleto. También se encontró un cofre que perteneció al vendedor ambulante.

     Después  de establecer ese sistema de intercambio  con el mundo espiritual, en el que los hechos narrados fueron solo apenas el preludio, otras entidades espirituales entraron  a manifestarse, haciendo entre otras la revelación de que las dos hijas  de Fox — Margaret e Kate — eran médiums por cuyo inconsciente  e involuntaria intervención se produjeron los fenómenos.  A ellas estaba reservada la misión de cooperar  en el importante movimiento de ideas lo cual por semejante forma, no tardaría de atraer la atención del mundo.

     Los acontecimientos tuvieron inusitada repercusión en Hydesville, en Rochester, y en otras ciudades  circunvecinas.

    Al transferir su residencia para Rochester, la familia de John Fox deparó  con el primer óbice: el pastor de la iglesia, a la que pertenecían, íntimo a las niñas, bajo pena de expulsión, a abjurar de tales prácticas. Esa imposición fue repelida  por las hermanas Fox y, por eso, ellas fueron expulsadas de aquella comunidad religiosa.

     Surgieron, posteriormente, las comisiones nombradas para averiguar la veracidad de los fenómenos y se pronunciaron acerca de su naturaleza. La primera, después de larga y minuciosa pesquisa, concluyó por reconocer la veracidad de la intervención espiritual, en la producción de los hechos que el público se obstinaba en atribuir   a artificio  de aquellas humildes niñas sin considerar que en eso  no había para ellas interés alguno. La segunda comisión fue nombrada, llegando al mismo resultado, con decepción para todos.

   Nombraron por fin a una tercera comisión, compuesta de notables personas e insospechados y, cuando terminó ella  su riguroso encuesta, gran parte de la población de Rochester se reunió  en el mayor salón de la ciudad, conocido por Corinthian Hall, con la intención de oír los resultados.

     Se dio, entonces, un hecho increíble: como la conclusión a que habían llegado los miembros de la comisión, confirmaba definitivamente, las investigaciones anteriores, el público, indignado por lo que estimaba ser una burla por parte de las jóvenes médiums, que, al lado de sus padres, aguardaban serenamente el veredicto, se levanto en actitud hostil y,  en una ola aullante, pretendió  invadir  el recinto, con la intención de masacrarlas. Fue necesaria  la pronta intervención del venerable cuáquero George Willets, para evitar aquel linchamiento. Willets llegó al extremo de decir que, si quisieran matar a las niñas,  los fanáticos habrían de pasar sobre su cadáver.

    Las niñas sufrieron en las manos de los investigadores. En el transcurso de las investigaciones, de las comisiones, que también tenían algunas señoras  entre sus miembros, atacan  a las niñas, sometiéndolas a investigaciones brutales y aflictivas. Sus vestidos que  fueron amarrados, apretados a los cuerpos,  y ellas colocadas  sobre vidrios y otros aislantes. La comisión se vio obligada a referir que cuando ellas se hallaban de pie  sobre las almohadas, con un lienzo amarrado  a la borda de sus vestidos, amarradas por las caderas,  todos nosotros oímos los golpes distintos en las paredes,  en el suelo y en otros objetos”. Por fin, esa comisión declaró, eficazmente,  que sus preguntas, de las cuales algunas fueron hechas mentalmente, habían sido respondidas correctamente.

  Las persecuciones sufridas por las hermanas Fox fueron inenarrables. Un periódico  denominado Rochester Democrat había tirado una edición con el titular “Exposición Completa de la Mistificación de las Batidas”.  El resultado de las investigaciones obligó a su editor  a para detener la distribución del periódico.

Uno de los investigadores afirmó que, si no se descubriese cualquier fraude, iba  a tirarse en las Cataratas del Génesis. El tuvo que cambiar de opinión en su afirmación.

En 1850, fueron recibidas en dos salas separadas, en Rochester, dos mensajes simultáneos, del Espíritu de Benjamín Franklin, cuyo tenor era el siguiente:

“Habrá grandes cambios en el siglo diecinueve. Cosas que, actualmente, parecen oscuras y misteriosas, para vosotros,  se tornaran claras a vuestros ojos. Los misterios van a ser revelados. El mundo será esclarecido.”

Fuente: Historia del Espiritismo de Artur Conan Doyle

 Tomado del Blog de los Espíritas y Traducido por: M. C. R. 


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                   GUÍA Y LIBRE ALBEDRÍO

                                  


      Muy a menudo sucede que las personas testifican que tienen un buen guía que a menudo les ha ahorrado las turbaciones de la existencia como si este guía, una especie de súper ángel guardián que tuviera en su espiritualidad una fuerza particular que hace que su protegido se beneficie y mejor soporte su existencia. Por el contrario, cuando a veces las dificultades recurrentes, las desgracias golpean a una persona, deducimos que el guía no está a la altura de su tarea, que podría haber vigilado mejor el destino de su protegido. Por lo tanto, habría una jerarquía entre los guías, algunos amorosos y eficientes y otros menos activos, quizás menos cercanos o menos preocupados por el destino de su protegido. 

     Ahora, si es obvio que hay grandes diferencias en el destino de los habitantes de la Tierra, si algunas personas experimentan miseria, sufrimiento, rechazo y otras, salud, felicidad, eso no es el hecho de que el guía sea tan amoroso como él. Los humanos son el resultado de su evolución, sus vidas pasadas, sus dificultades, sus trampas. También depende de un entorno geográfico, familiar y social, lo que genera problemas que hacen que la vida a veces sea insoportable, incluso peligrosa, y sin embargo, todos los humanos tienen una guía, protectores que tienen como denominador común el amor al protegido y la determinación de velar por su destino. 

EL PAPEL DEL GUÍA .- Cada guía es sobre todo un espíritu amoroso, eso es lo que impulsa su enfoque. Este apego particular es el resultado de experiencias corporales comunes en las que se han forjado lazos emocionales. El guía conoce bien a su protegido, su historia, su anterioridad, sus puntos fuertes, sus trampas. 

   Es superior a él en la evolución, lo que le permite dirigirlo a la existencia como lo haría un maestro o un padre. Ser guía es sobre todo una misión elegida del más allá, una misión para la cual el futuro guía se preparará en un tiempo más o menos largo. Aprende la sabiduría, la voluntad, la fuerza para dirigir sus pensamientos para que se entiendan en particular durante los encuentros nocturnos, reuniones que le permiten a su protegido capturar energías espirituales para comprender mejor la vida física.

   Los guías de la Tierra, un planeta de lenta evolución, deben adquirir la fuerza para aceptar la posibilidad de que su presencia no sea entendida, aceptada o incluso prevista. Deben aprender a lidiar con la desilusión, a veces sufriendo cuando el protegido se está portando mal. Es cierto que saber que tiene un guía facilita el vínculo telepático natural que existe entre él y nosotros, que se materializa en la noche durante el desdoblamiento. Sin embargo, incluso cuando esta presencia es conocida o aceptada, frente a la ausencia de recuerdos al despertar, el protegido a menudo concluye que su guía no satisface sus necesidades, sus expectativas, más aún si el protegido está un poco perdido, girando en el vacío de eventos y circunstancias que lo perturban y lo desestabilizan. 

    Saber que tiene un guía también le permite orar, los fluidos emitidos durante las oraciones sinceras son todos los recursos que el guía utiliza para promover su acción. Por lo tanto, cada guía es un espíritu avanzado que tiene las capacidades y un amor suficientes para guiar a un protegido; en esto, no hay guías superiores a otras para humanos del mismo nivel de evolución. Si las vidas no son iguales, es que hay otros parámetros y, en primer lugar, las condiciones de vida en la Tierra, donde las guerras, los crímenes y los desastres naturales todavía están en su apogeo. 

    El guía hace todo lo posible para ayudar, pero sus posibilidades son limitadas. ¡No tiene poderes mágicos porque entonces debería deducirse que las personas, a veces niños que mueren de hambre, bajo bombas o en cataclismos, tendrían guías indiferentes! No lo es; los guías sufren al ver a su protegido vivir tales situaciones y hacen todo lo posible para tranquilizarlo, rodearlo y consolarlo. 

LIBRE ALBEDRÍO.- El guía no es omnipotente, no puede evitar ciertos peligros y, sobre todo, respeta el libre albedrío de su protegido. La vida no está escrita de antemano. No hay un destino claro contra el cual no podamos hacer nada; así como no hay karma expiatorio encerrando al individuo en un rol bien definido con su parte de pruebas y sufrimientos destinados a redimir fallos previos. Ciertamente, hay una forma de determinismo vinculada a las condiciones de vida en la Tierra, pero hasta ahora no se rastrea la vida de antemano. El determinismo es un sistema filosófico que niega a la voluntad humana la capacidad de actuar libremente y que atribuye solo a elementos externos los «motivos» de la causa eficiente de nuestros actos. Los motivos pueden ser las consecuencias de los actos de vidas anteriores y la influencia contingente del entorno en el que el espíritu encarnado está llamado a actuar. Este es el sistema adoptado por los positivistas de Auguste Comte y por los materialistas, pero el origen radica en la escolástica religiosa que somete todo a la influencia de la providencia divina.

 El libre albedrío, por otro lado, es el poder atribuido a la voluntad humana de elegir libremente, de determinarse a sí mismo. En El Libro de los Espíritus, dice en el artículo 843: “Dado que tiene la libertad de pensar, el hombre tiene la libertad de actuar; sin libre albedrío, el hombre sería una máquina”. Sin embargo, el libre albedrío se ejerce relativamente, teniendo en cuenta el grado de evolución del espíritu y la influencia de la materia. Al eliminar el libre albedrío, elimina la responsabilidad. El libre albedrío absoluto en la Tierra es ilusorio porque se limita a las contingencias de la vida en el planeta y la inferioridad de sus habitantes, pero existe. Se vuelve aún más real a medida que el hombre evoluciona, que su conciencia se amplía, que controla más su entorno. Además, las reencarnaciones sucesivas en mundos cada vez más avanzados permiten que se desarrolle el libre albedrío porque hay menos obstáculos relacionados con la inferioridad y las contingencias planetarias.

 El libre albedrío en su totalidad corresponde a la perfección, pero en este caso, solo se ejerce en el sentido del bien, de la caridad. El libre albedrío en la Tierra, es decir, la libertad de actuar, a veces se usa mal, en particular para hacer daño o dejar de lado los bajos instintos. 

El destino es solo la aplicación de la ley de causalidad, es la cadena normal de eventos a partir de una causa determinada y en virtud de las leyes naturales que gobiernan el universo. El tejido de nuestro destino está formado por las consecuencias de todos nuestros actos anteriores y las elecciones que tenemos la capacidad de tomar en esta vida presente sabiendo que también hay eventos providenciales que pueden influir en el curso de la vida.

 La elección humana, incluso si es limitada, existe. Por supuesto, hay una parte de determinismo en toda la vida humana. Todo ser humano es el resultado de sus vidas pasadas, la anterioridad cargada de consecuencias tanto físicas como psíquicas. 

Los sufrimientos y traumas experimentados, como la guerra, los crímenes, los desastres, los abandonos, pueden marcar a los espíritus que vuelven a la vida con una carga emocional negativa que a veces genera serios problemas de salud, incluso discapacidades y psicológicamente, fobias y miedos cargados de consecuencias. Y luego, también somos víctimas de una inferioridad moral bastante general que induce en la sociedad comportamientos egoístas y orgullosos, incluso en ciertos enemigos o asesinos. Todos estos constituyen obstáculos y dificultades para la vida en la Tierra.

 El guía puede, si la reencarnación es consciente, aconsejar las opciones de vida de su protegido, pero a veces estas decisiones se pierden de vista y el espíritu no se realiza. Si la reencarnación es inconsciente, el trabajo es aún más difícil porque no se ha hecho ninguna elección y, a veces, el espíritu regresa al mismo entorno que el que dejó, un entorno que no siempre conduce a su evolución moral o intelectual. El guía sabe todo esto, y a sabiendas dirigirá a su protegido pero no podrá reemplazarlo. 

Además de las cualidades y defectos intrínsecos de cada ser humano, existen las contingencias de la vida en la Tierra. El entorno familiar puede ser propicio para la realización o, por el contrario, acentuar el sufrimiento o las faltas; el entorno social puede ser equilibrado o, por el contrario puede aplastar al individuo. 

Existen los caprichos de la vida en el país donde el hombre vive a veces, según sea el caso, con un entorno de vida equilibrado que permite su logro o, por el contrario, condiciones muy desfavorables (países en guerra o muy pobres); en esto, el libre albedrío del hombre encuentra sus límites, pero los Guías también tienen un poder limitado. Sin embargo, incluso en circunstancias muy desfavorables, el hombre siempre puede, en cierta medida, ejercer su libre albedrío para tomar sus decisiones anteriores o liberarse de un entorno de vida que obstaculice su desarrollo; siempre se puede elegir entre lo bueno y lo malo. Estas elecciones pueden ser cruciales y, a veces, tienen serias consecuencias en períodos atormentados cuando la vida humana está en juego, pero son decisivos.

 El libre albedrío no se ejerce con facilidad. Se necesita tenacidad, trabajo duro y en esto, el Guía tiene un papel decisivo que desempeñar para darnos su fuerza, consolarnos por nuestras dificultades y desánimo. Esta es la aplicación de la máxima: «Ayúdate a ti mismo, el cielo te ayudará». En caso de falla, en lugar de incriminar a su guía, sería mejor cuestionar su propia actitud, no debe esperar todo de La Providencia. Esto sería contrario a la ley de la evolución que, como sabemos, es larga, lenta y difícil, y requiere muchos esfuerzos. Como lo expresó acertadamente un Espíritu en una sesión: «Debemos rezar al cielo, no debemos rogarle»

Dentro de nuestra asociación, se presentan muchos Guías. A veces dan testimonio de su decepción, su amargura ante la actitud de un protegido que, sin embargo, tuvo el privilegio de conocerlo, de recibir indicaciones, consejos y que se liberó de él. Sus palabras siguen siendo palabras amorosas, incluso si a veces tienen que señalar con firmeza y lucidez sus debilidades, sus trampas; siempre están imbuidos de amor y amabilidad como lo harían los padres afectuosos. Un guía lo expresó de esta manera: «Mi hermano, mi amigo y mi protegido, esta noche me gustaría que supieras que, independientemente de las nuevas circunstancias que perturben o modifiquen tu vida diaria, sí, me gustaría que supieras que debes reaccionar, reaccionar con ardor, con esperanza y con ímpetu. Tu vida necesita ser vivida, no en la ociosidad, no mientras esperas que resolvamos los problemas y el destino. Nuestro objetivo, nuestra misión para nosotros los Guías, es asesorarlo siempre para su bienestar, asesorarlo también a nivel espiritual, y no dar las claves de un enigma, de una intriga. No debemos olvidar que debemos vivir con dignidad y coraje. Te traigo esta noche toda mi fuerza y mi amor para guiarte en el camino que sé que es bueno para tu espíritu»

Otro mensaje expresa el sufrimiento de los Guías al ver a sus protegidos dirigir sus vidas en la Tierra: «Mi espíritu te alcanza para decirte nuevamente todo el amor que llevan los Guías.  El espíritu, a menudo cuando ve a los hombres vivir, sufre por su ligereza, su inconsciencia, su falta de razón, su falta de amor. Nunca decepcione a sus guías, siga sus consejos, siga su amor. Están muy cerca de usted, en todas las circunstancias, tanto por las alegrías como por las penas de su vida diaria. El más allá es una fuerza eterna y amorosa que solo busca ayudarle. El más allá es un gran poder que puede vivir a través de cada uno de ustedes si naturalmente pueden aceptar su presencia en la simplicidad, la humildad, la conciencia y la certeza»

El Guía es un espíritu misionero, él es «el ángel guardián de los hombres que necesitan ser protegidos. El Guía es el relevo del Padre a los hombres que lo adivinan, lo sienten, y aceptan recibirlo. Es la relación con su verdadera naturaleza. El Guía es quien dará, en todas las circunstancias, su presencia, su trabajo, su esfuerzo y, en la eternidad que representa, su amor infinito». 

Por Colombe Jacquin  

 Escrito por Colaboraciones de Zona Espírita

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¿Puede encontrar dificultades el  Espíritu para su  reencarnación ?

 

En el Plano espiritual encuentran a veces grandes dificultades  para llevar a cabo la reencarnación, pues son muchos los Espíritus  que lo necesitan y lo esperan, pero sin embargo resultan escasas y difíciles de conseguir  las oportunidades para conseguir unos padres que les aporten el legado genético adecuado y conseguir una vida humana acorde con  las necesidades particulares de cada Ser.

 Como cada vida  debe  ser planificada  cuidadosa y minuciosamente, el Espíritu  reencarnante  así como el equipo de Espíritus colaboradores que preparan su reencarnación, suelen encontrar serias dificultades para poder realizar su proyecto evolutivo de volver a vivir una nueva  existencia humana. Por ejemplo, la disponibilidad de unos padres idóneos que les puedan aportar las características que deberá tener su cuerpo físico, de modo que les limite o les permita manifestar las facultades naturales que lleva consigo y que conquistó  en vidas anteriores, en consonancia con su particular relación con la Ley de Consecuencias.   

    Otra dificultad frecuente es la de tener que superar la barrera vibracional de la persona que va a ser su madre hasta  llegar a  aproximarse y a sintonizar con ella  para  poderse unir fluidicamente al  Periespíritu  de la misma,   incluso desde antes de tener lugar la concepción, así como la adaptación de su Periespiritu a las vibraciones del entorno familiar en el que se desarrollará su vida, al menos durante una primera etapa humana.

 A estas dificultades se añaden además las de carácter social y ético que nos afectan en esta época actual   tal como la crisis económica, el nihilismo. el materialismo y el consumismo, que nos llevan  a no desear traer hijos al mundo para que  la familia  no carezca  de lo que, a veces, ya es escaso, o simplemente por un sentido egoísta de no querer tener más obligaciones ni de tener que compartir el día de mañana los bienes materiales con el Ser que llegó después. El materialismo, el egoísmo, la sociedad de consumo y la ignorancia de la realidad espiritual, nos llevan a no poder ni querer dedicar una parte de nuestra vida a criar y educar unos hijos sacrificando a veces el bienestar económico.

   Habría que significar que  esta clase de dificultades que ponemos los humanos para cerrar la puerta a la llegada de un nuevo Ser al mundo, son en realidad una excusa  moral ante los demás y ante nuestras propias conciencias,  pero tienen como base  tantos defectos morales que campean actualmente en nuestras sociedades humanas, así como  la falta de un Conocimiento Espiritual adecuado, que no ignore  las más elementales normas morales .

Por encima de estas dificultades, en todo caso lo que dispone e impulsa la reencarnación necesaria y adecuada para cada Ser espiritual, es la Omnipotente Mente Divina, ante cuyas disposiciones todo se cumple en el Universo   inexorablemente.

Ser padre o madre es un compromiso espiritual, porque es una misión aceptada por el Espíritu desde antes de nacer, entonces, quien sienta esta vocación o impulso, salvo si ha saboreado ya las mieles de la paternidad, que se dirija al Creador y con la mejor disposición y humildad, que se le ofrezca para ser padre o madre, si es que esta es Su Voluntad.

 - Jose Luis Martín-


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