Supongo que por miedo, ambas fueron a dormir a la habitación de sus padres y pero los ruidos aumentaron; la hermana menor empezó a aplaudir y de la pared se oyeron un número de golpes correspondientes. La niña hacía preguntas y de la pared se obtenía respuestas con un golpe para decir «SÍ» y con dos golpes para decir «NO». Al parecer los fenómenos – golpes en paredes y mesas – eran producidos por el antiguo dueño, pastor metodista que habría sido asesinado y enterrado bajo la casa. Como curiosidad – o no tanto – decir que en excavaciones posteriores en dicho lugar aparecieron huesos y cabellos que fueron tomados como auténticos, es decir, pertenecientes al pastor metodista asesinado.
La “moda” paso a Europa hacia el 1850 y se hacían demostraciones de “mesas giratorias” y otros contactos con los espíritus a los que se les preguntaba y respondían por una especie de código preestablecido.
En sólo cinco años llegó de Estados Unidos a Europa. A principios de abril de 1853 los periódicos alemanes comenzaron a publicar noticias sobre los fenómenos que ocurrían con las mesas. Se decía que un comerciante de Nueva York había enviado a su hermano que vivía en Alemania unas instrucciones para reproducir las manifestaciones físicas que eran tan comunes en América. Se trataba de hacer girar y mover una mesa, o cualquier otro objeto. Tres o más personas se ponían alrededor de la mesa, con las manos sobre la superficie, tocándose solamente con los meñiques entrelazados. Así se formaba una cadena y al cabo de un tiempo la mesa empezaba a oscilar primero y luego a girar a toda velocidad, arrastrando incluso a las personas que formaban la cadena.
Los experimentos continuaron y se sofisticaron. Se hacía a las mesas girar, pero también bailaban, levitaban y respondían a las preguntas que se les hacía. Primero, respondiendo “sí” o “no” con uno o dos golpes en el suelo con una pata. Después, utilizando códigos cada vez más complejos “las mesas” empezaron a mandar mensajes a través de los golpes. Uno de los sistemas era el de Post, se recitaba un alfabeto y la mesa golpeaba el suelo al llegar a la letra deseada.
Los medios de comunicación fueron evolucionando hasta la escritura automática, lo que se denomina psicografía.
Hoy en día existen médiums de muy diverso tipo: auditivos, sensitivos, psicógrafos….
Resulta evidente, sobre todo por la época que sucedió, que muchos charlatanes aprovecharon la moda para hacer su agosto, muchos fueron descubiertos y eso llevó a tomar el todo por la parte y denigrar a los espiritistas verdaderos.
Sin embargo, las cosas comenzaron a cambiar de nuevo con la publicación de los libros de Allan Kardec , quien no solo comunicó al mundo que la doctrina era mucho más que eso – realmente eso era lo menos importante – sino que llegó a escribir un libro donde, por decirlo de alguna manera, se enseña más a descubrir a los falsos médiums que a ser médium, de hecho, no se puede crear un médium, se es o no se es.
La doctrina espirita se basa en los libros dictados por los Espíritus a través de varias mediumnidades diferentes y escritos o codificados por Allan Kardec,. En dichos libros se encuentra codificada toda la doctrina espirita y su autor es conocido en el ambiente espirita como “el codificador” Allan kardec .
En 1854 Kardec oye hablar de las mesas giratorias y acude a una sesión y tras varias más empieza a cuestionarse los fenómenos buscando una explicación lógica a los mismos. Cada día se intriga más y más y busca respuestas. El 30 de abril de 1856 se recibe un mensaje dirigido a Kardec donde un espíritu que se identifica como
" La Verdad" le revela que su misión es dar forma a la doctrina espirita. Tras varios periodos de duda empieza su trabajo y de ese modo, el 18 de abril de 1857 publica
“El libro de los Espíritus” al que seguirían
“¿Qué es el espiritismo?” (1859),
”El libro de los médiums” (1861);
“El evangelio según el espiritismo” (1864),
“El cielo y el infierno” (1865) y
“La génesis” (1868), entre otras muchas obras.
A lo largo de sus escritos, Allan Kardec habla de espíritus superiores e inferiores: “ Se encuentran en el mundo de los espíritus, como en la tierra, todos los géneros de perversidad y todos los grados de superioridad intelectual y moral»: espíritus buenos y malos, espíritus menores, espíritus malvados y rebeldes, espíritus vulgares y espíritus mentirosos «que usurpan a menudo nombres conocidos y venerados» y “dicen haber sido Sócrates, Julio César, Carlomagno, Fenelón, Napoleón, Washington, etc.”. Ante este hecho, Kardec pone como condición importante el comprobar la identidad del supuesto espíritu lo cual, si bien es difícil, por no poder tener un acta de estado, al menos debe obtenerse una identidad presupuesta de arreglo a indicios o datos que solo el espíritu auténtico pueda proporcionar.
Pero el espiritismo es mucho más que comunicarse con los espíritus, el espiritismo es una filosofía de vida, un modo de conducta que, entre otras cosas, tiene por bandera el servicio desinteresado al prójimo, la caridad y el amor hacia todos y cada uno de los seres vivos y de toda la creación.
El espiritismo es a la vez una ciencia de observación y una doctrina filosófica. Como ciencia práctica, consiste en relaciones que pueden establecerse con los espíritus; como doctrina filosófica, comprende todas las consecuencias morales que se desprenden de semejantes relaciones. Podríamos definirlo así: el espiritismo es la ciencia que trata de la naturaleza, origen y destino de los espíritus y de sus relaciones con el mundo corporal.
El término Espiritismo En palabras de Kardec:
«El Espiritismo es al mismo tiempo una ciencia de observación y una doctrina filosófica. Como ciencia práctica, consiste en las relaciones que se establecen entre nosotros y los Espíritus; como filosofía comprende todas las consecuencias morales que derivan de esas mismas relaciones».
«El Espiritismo (…) tiene consecuencias religiosas como toda filosofía espiritualista y por esto mismo toca forzosamente las bases fundamentales de todas las religiones: Dios, el alma y la vida futura; pero no es una religión constituida, dado que no tiene culto, rito ni templo».
«Sin ser una religión, desemboca en las ideas religiosas, haciéndolas surgir en los que no las tienen y robusteciéndolas en aquellos en quienes son vacilantes»
“El Espiritismo, mejor observado después que fue popularizado, viene a lanzar luz sobre una multitud de cuestiones hasta aquí insolubles o mal resueltas. Su verdadero carácter es, pues, el de una ciencia y no de una religión, y la prueba de eso es que cuenta entre sus adeptos con hombres de todas las creencias, y que por eso no renunciaron a sus convicciones”. *Revista Espirita Mayo de 1859
Las obras de Kardec:
Las obras básicas de la Codificación Espirita son las siguientes, por orden cronológico de publicación:
“El Libro de los Espíritus”, lanzado en París (Francia) el 18 de abril de 1857.
“El Libro de los Médiums”, publicado en enero de 1861.
“El Evangelio según el Espiritismo”, lanzado en abril de 1864.
“El Cielo y el Infierno”, publicado en agosto de 1865.
“La Génesis”, lanzada en enero de 1868.
Las fechas mencionadas se refieren, a la primera edición de cada libro.
También las "Revistas Espiritas" (1858 - 1868)" .
Kardec escribió otras obras:
“Instrucciones Prácticas sobre las Manifestaciones Espíritas” (1858)
“¿Qué es el Espiritismo?” (1859)
“Viaje Espírita en 1862” (1862).
“El Espiritismo en su más Simple Expresión” (1862).
Mucho después de su fallecimiento, sus amigos reunieron artículos y anotaciones dispersas dejadas por el codificador, y de esto resultó el interesante libro titulado: “Obras Póstumas”, publicado en 1890.
El contenido de las obras básicas expone y fortalece los principios y los elementos adicionales de la Doctrina Espírita, según la enseñanza dada por los Espíritus superiores y codificado por Allan Kardec.
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El Espiritismo es la Doctrina de los Espíritus, que deseaban comenzar una nueva etapa espiritual para la humanidad y querían hacer un trabajo de divulgación de estas enseñanzas sobre la Tierra.
Tomaron la iniciativa de comenzar esta etapa a través de fenómenos físicos que la gente pudiera ver y oír, para que les llamaran la atención y se acercaran a pensar y reflexionar sobre la naturaleza de estos fenómenos, por eso las mesas giratorias fueron tan comunes y se expandieron por todo el mundo.
Los Espíritus necesitaban a alguien en la Tierra que aceptara la labor de organizar todo ese trabajo y de compilar todas las enseñanzas. Allan Kardec aceptó esta labor y trabajó duramente para escribir las obras que contenían la base de las enseñanzas que los Espíritus estaban trayendo a la Tierra. Y también trabajó para crear una organización que permitiera al movimiento que estaba naciendo organizarse y crecer a través de los centros espiritas y que la doctrina de los Espíritus siguiese creciendo y expandiéndose por todas partes. Esa es la importancia de su trabajo y de su figura dentro del espiritismo y por eso somos seguidores del trabajo de Allan Kardec y de sus obras.
El Espiritismo NO TIENE sacerdotes y NO ADOPTA ni usa en sus reuniones, como tampoco en sus prácticas: altares, imágenes, velas, procesiones, sacramentos, concesiones de indulgencia, vestiduras, bebidas alcohólicas o alucinógenas, incienso, tabaco, talismanes, amuletos, horóscopos, cartomancia, pirámides, cristales o cualesquiera otros objetos, rituales o formas de culto exterior. Sin embargo respeta todas las religiones que los usan, siempre que prediquen el bien.
Sus reuniones son dedicadas al estudio, a la oración y a la práctica cristiana basada en la máxima: “FUERA DE LA CARIDAD NO HAY SALVACIÓN”. Con el egoísmo los hombres se mantienen en lucha perpetua. Con la caridad vivirán en paz. Sólo la caridad, convertida en la base de sus instituciones, puede garantizarles la felicidad en este mundo. La caridad es la suprema ley de Cristo: “Amaos los unos a los otros como hermanos.” “Ama a tu prójimo como a ti mismo.” “Perdonad a vuestros enemigos.” “No hagáis a los otros lo que no querríais que os hiciesen.”: todo esto se resume en la palabra caridad.
En vuestras aflicciones mirad hacia abajo, no hacia arriba. Pensad en los que sufren aún más que vosotros.
La desesperación es lógica en el que cree que todo termina con la vida del cuerpo. En cambio, es un absurdo para quien tiene fe en el porvenir.
El hombre suele ser el artífice de su propia desdicha en este mundo. Si se remontara hasta la fuente de sus infortunios, descubriría que la mayoría de ellos son el resultado de su imprevisión, de su orgullo, de su avidez y, por consiguiente, de su infracción a las leyes de Dios. Por lo tanto hacer una oración es Orar a Dios es pensar en Él, acercarse a Él, ponerse en comunicación con Él, para pedirle con humildad que lo apoye en esas dificultades de la vida con paciencia, resignación y fe razonada.
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“Estúdiate a ti mismo, observando que el auto-conocimiento trae la humildad y sin humildad es imposible ser feliz.” (Kardec)
El Espiritismo propone una serie de leyes morales, como las leyes de la física enuncian el comportamiento de la materia, así existen unas leyes morales inscritas en nuestra conciencia humana, las cuales vamos desarrollando a medida que nuestro grado de inteligencia y socialización va aumentando. Estas leyes morales están entroncadas con la ley de causa y efecto, similar al karma de las tradiciones budistas o hindú. Ya que nuestro comportamiento nos traerá consecuencias positivas o de rectificación para siguientes encarnaciones.
(Trabajo aportado por Susana Gómez, del Centro Espírita de Ceuta)
( Revisado por Jose L,Martín)
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