domingo, 31 de enero de 2021

El primer acto de cada día

    INQUIETUDES ESPÍRITAS

1. .-  Humildad y Caridad

2.-  El Aura

3.- ¿Es el Espiritismo una religión?

4.- Procura no humillar a nadie

5.- El primer acto de cada día




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                                  HUMILDAD Y CARIDAD

 El concepto más vigente en la actualidad, es que  humildad es sinónimo de cobardía y sumisión. Pero los diccionarios definen a la humildad como virtud. Y podemos entenderla por los ejemplos conocidos, cuya virtud es profundamente activa y transformadora. Citando apenas algunos: Jesús, Gandhi, Teresa de Calcuta, la Hermana Dulce, Chico Xavier. La omisión podría implicar connivencia y complicidad con el engaño y el mal, lo cual es incompatible con la verdadera humildad que es generosa, buena y consciente, en cuanto a la diferencia entre lo que está bien o mal.

   Ser humilde no presupone despreocupación por el perfeccionamiento, sino aceptación de nuestra propia condición sin sentimiento de auto-piedad, inferioridad, inferioridad o lamentación, en lucha constante por la propia mejora y perfeccionamiento, con el coraje de soportar las humillaciones sin reaccionar, consciente de que "todo el que quiera ser el primero, será el último y servidor de todos". La humildad es condición esencial para la felicidad que se desea conquistar.

  La autoridad de Jesús era fruto de la sabiduría adquirida, y esa autoridad no podría ser dañada por la práctica de la humildad, sino que por el contrario se fortalecía. El acto de lavar los pies a los discípulos, fue una gran lección de humildad.

  ¿Qué es esta verdad que ya podemos entendedr, sino el servicio humilde que Kardec, bajo la inspiración de los Espíritus Superiores, tradujo como "Caridad", fuera de la cual no hay salvación?. Se hizo ostensible y se fortaleció, así, el mensaje de Pablo, el apóstol, en el que desatacó que en la máxima "Fuera de la Caridad no hay salvación, están implantados los destinos de los hombres, en la Tierra como en el Cielo".

  Esa es la verdad que Jesús y Kardec anuncian como condición para la lberación de nosotros mismos por la entrega del verdadero propósito de la vida, que es servir incondicionalmente.

   El egoísmo y el orgullo todavía prevalecen en nuestras sociedades, pero el instinto gregario cumple el papel de mantenernos juntos, en las relaciones que generan las oportunidades de perfeccionamiento y de la superación de las limitaciones que todavía nos prenden a los peldaños inferiores de la evolución, más próximos a la animalidad que al estado angélico. En la convivencia vamos descubriendo el camino de la solidaridad y sus ventajas para todos. Conforme la madurez se va manifestando en las criaturas y en la sociedad, más efectiva se hace la concientización de que no podemos ser felices sin mutua benevolencia, destacándose como fundamental el hecho de que la verdadera Caridad anda siempre relacionada con la humildad.

   Si el interés personal es la señal característica de la imperfección, la caridad desinteresada, que exige la renuncia de sí mismo, es la mayor y más meritoria de las virtudes. Es el Amor en acción, tan fundamental, que Pablo tuvo eñl valor de afirmar: "Si no tuviere caridad, nada soy". Entonces, ¿Cómo podría nadie afirmar que la caridad no es tan necesaria?

- Carlos Roberto Campetti-

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                                               EL AURA

                           


¿ Qué es ?

   Es  la fotoesfera coloreada que  envuelve al cuerpo.  Viene a ser como  un halo de energía que nos rodea y aparece luminoso; este halo de luz  lo  emanamos de nuestro cuerpo  todos los seres  en mayor o menor grado de intensidad, aunque a simple vista la mayoría de las personas no lo apreciemos.

     En realidad existen tres auras diferentes que forman el aura humana, que  se           superponen  configurando como una sola:

       La primera es el Aura Vital, que corresponde al cuerpo vital que se  interpenetra en el cuerpo físico, al que rodea y sobrepasa en dos centímetros aproximadamente. Se la conoce como el “Aura de la Salud”, porque de su observación y análisis se pueden captar  y deducir dolencias físicas aun antes de que se manifiesten en el cuerpo físico. Esta aura se alimenta de las energías cósmicas  o Prana que capta el cuerpo físico a través de  los chacras,  los cuales la reciben  a través  de la alimentación y de la respiración. Este aura “orgánica” puede ser fotografiada mediante  la “Cámara Kirlian”. Este aura no es exclusiva de los seres  humanos sino que también existe en los demás reinos de la Naturaleza.  Como sabemos, el Cuerpo Vital es agente transmisor de energías entre el Cuerpo Espiritual y el Cuerpo Físico, lo cual  está acreditado por la existencia de enfermedades psicosomáticas en las que un conflicto psíquico se transmite y afecta al  organismo físico a través del Cuerpo Vital, y termina por generar una dolencia física, tal como infartos de corazón, úlceras de estómago, cáncer, etc.

     La segunda  Aura es la del Cuerpo Astral   (Periespíritu), que tiene forma ovoidal, rodeando al cuerpo de la persona y sobrepasando a la anterior, con una extensión de entre diez y cuarenta centímetros, siendo más luminosa por su parte superior que es de una tonalidad más intensa y varía de color dependiendo del estado emotivo de la persona a cada momento, así como de los sentimientos y los deseos que esté   experimentando.

La tercera es el aura del Espíritu que sobrepasa a las anteriores y tiene tonalidades fijas que reflejan el estado o nivel  espiritual  evolutivo de la persona, según sea su  grado de inteligencia, amor y fortaleza espiritual. En Seres altamente evolucionados, este aura tiene una gran extensión, llegando a irradiar hasta varios metros alrededor de su cuerpo. El aura espiritual es la que han representado pintores y escultores  rodeando las imágenes de santos en los más antiguos libros sagrados, lo cual indica que la Videncia Psíquica, de la que hablamos en el próximo capítulo, es tan antigua como el ser humano.

    Todas estas auras son susceptibles de ser vistas y descritas por personas con la facultad psíquica adecuada para captar esta clase de videncias, aunque la mayoría de los humanos, con el debido entrenamiento y práctica podemos desarrollar esta  habilidad.

 ¿ En las relaciones humanas, interviene de algún modo el Aura?

     El contacto directo entre las auras de dos personas desconocidas cuando se encuentran por vez primera,, posiblemente determina, aun antes del trato que vayan a tener, la inexplicable repulsión o atracción inicial que experimentan entre ellas, según  sea el grado de semejanza o afinidad de  las emanaciones vibracionales de sus  energías  psíquicas respectivas .      

    Cuando el grado  de aproximación  física es elevado,  suele producirse una  “interrelación de campos magnéticos”, por la que los sentimientos de atracción o de repulsión, según la afinidad que haya entre ambos sujetos, se intercambian instantáneamente.  Esta  interrelación  afecta al  “magnetismo animal” o “Aura Vital” del cuerpo físico, lo cual explica esos casos de personas que captan y sufren físicamente, incluso a distancia, las dolencias  de otros que les están psíquicamente ligados  por  sentimientos afines o simplemente  por  compenetración psicológica o afectiva.

   En esta interrelación de campos magnéticos, además de los sentimientos y los desequilibrios energéticos que afectan a un organismo, pasando sus sensaciones  al otro, también a veces se dan casos de personas con un alto nivel de energía vital que a través de este proceso, al entrar en contacto con otros que por cualquier causa tal como una enfermedad física o psíquica, experimentan de modo brusco un “bajón  vital” y se encuentran de repente con pocas energías, decaídos y hasta deprimidos.   Esto es debido a que estas energías como cualquier fluido por un principio similar al de los vasos comunicantes, se transmiten normalmente desde donde hay más hacia el que tiene menos, y tanto los enfermos  físicos  como los desequilibrados psíquicos,  suelen tener niveles de energía vital y psíquica, bajos o contaminados por vibraciones de energías negativas, por lo que, generalmente aun de modo inconsciente, estas personas actúan como vampiros de esta energía  vital que les falta.

    En las auras espirituales y periespirituales se conserva  la  memoria subconsciente con sus recuerdos grabados, así como los sentimientos e impresiones de vidas anteriores, por lo que de modo inconsciente se atraen o se repelen  entre ellas, según que los recuerdos  del subconsciente sean  de una relación mutua grata o ingrata; si fueron de amor o de odio.  Cuando  se estudia y comprende la Reencarnación, se comprende mejor  cómo  el  Ser reencarnante mediante su  periespíritu, puede  transmitir  los valores, fobias, simpatías, y defectos a  la nueva persona que lo reencarna.

- Jose Luis Martín-

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     ¿Es el Espiritismo una religión?

                                 

No, Allan Kardec en el libro ¿Qué es el Espiritismo? dejó la siguiente definición:

El Espiritismo es la ciencia que trata de la naturaleza, origen y destino de los espíritus, y de sus relaciones con el mundo corporal. 

 Es al mismo tiempo ciencia experimental y doctrina filosófica. Como ciencia práctica, tiene su esencia en las relaciones que se pueden establecer con los espíritus. Como filosofía comprende todas las consecuencias morales resultado de esas relaciones.

Es una doctrina filosófica que tiene consecuencias religiosas como toda filosofía espiritualista, y por esto mismo toca forzosamente las bases fundamentales de todas las religiones: Dios, el alma y la vida futura; pero no es una religión constituida, dado que no tiene culto, rito ni templo, y que entre sus adeptos ninguno ha tomado ni recibido título de ningún tipo.

El Espiritismo no posee dogmas, ni cultos, ni ritos, ni ceremonias, ni jerarquías; no pide, ni admite ninguna fe ciega, quiere que todo sea comprendido. Está basado, pues, en principios independientes de toda cuestión dogmática.

No es por tanto una religión porque no hay una palabra para expresar dos ideas diferentes, y que, en la opinión general, la palabra religión es inseparable de culto, despierta exclusivamente una idea que el Espiritismo no tiene. No teniendo el Espiritismo ninguno de los caracteres de una religión en la acepción usual del vocablo, no podía, ni debía adornarse con un título sobre cuyo valor inevitablemente se habría equivocado.

Es por esto por lo que simplemente se dice doctrina filosófica y moral. No obstante sus consecuencias morales están implícitamente en el Cristianismo, porque es la moral que recomiendan los espíritus, y la más alta expresión de caridad y amor al prójimo que encontramos.

Todo lo dicho hasta ahora son palabras literales del codificador, para quien el Espiritismo se reviste de tres aspectos distintos pero complementarios: Ciencia Experimental, Doctrina Filosófica y las consecuencias morales surgidas de los dos anteriores. En ningún momento expresó que en ese triple aspecto se encontrase la religión como algunos han querido hacer ver, sino todo lo contrario. Cualquier espírita o espíritu que afirme que el Espiritismo es una religión estaría en realidad negando lo que Allan Kardec ya ha definido claramente.

Desde los primeros párrafos de la revelación espírita, en la Introducción de El Libro de los Espíritus observamos la gran preocupación del codificador y pedagogo francés para dar a cada palabra su significado preciso, y cualquier intento posterior de algunos espíritas al tratar de justificar que el Espiritismo sea una religión es argumentalmente tan forzado como diametralmente contrario a la visión y definiciones de Allan Kardec sobre el verdadero carácter del Espiritismo.

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 PROCURA NO HUMILLAR A NADIE

                           


Humillar a otros no te hace fuerte, te hace miserable

Como es de esperar, en la vida nos topamos con todo, experimentamos de todo y aprendemos constantemente, así como enfrentamos sucesos, también nos encontramos con personas que pueden hacernos ser mejores personas o con seres que en su propia inseguridad y sufrimiento, lastiman a los demás, muchas veces en su propia ignorancia ante la esencia de la vida, pues nadie sale ileso de sus acciones.
Thorns


  Según el diccionario Wikipedia, s
e considera humillación cualquier tipo de acto que denigre públicamente o personalmente a un ser humano, al igual que su cultura, su dignidad, su sexo, su origen étnico, su religión, su pensamiento, su nivel económico, sus conocimientos, etcétera. Algunas formas de tortura van acompañadas de humillaciones públicas que buscan perjudicar a la persona víctima de la humillación.

La probabilidad de hacer mal se encuentra cien veces al día; la de hacer bien una vez al año.

 Lamentablemente en la vida aún quedan este tipo de personas, las que equivocadamente confunden la autoridad con el poder y el abuso, incluso llegan a pensar que están en lo correcto, traspasan la sutil línea de la humildad y se desbordan en la búsqueda de un respeto externo que no es más que la carencia de respeto a sí mismo.
  Cuando se humilla a alguien más, se está atentando contra si mismo, porque en realidad nada nos separa del resto del mundo, somos esencialmente iguales, únicamente las capacidades varían, en torno a potencialidades, que en cada quien brillan de distinta manera, pero pretender oscurecer las virtudes ajenas enalteciendo sus defectos, no es más que la necesidad propia de aceptación.
   El mal no es lo que entra en la boca del hombre, sino lo que sale de ella. Jesús de Nazareth
   Colocar a los demás en situación de desventaja, aprovecharnos de alguna fortaleza, disminuir su estima y cualquier acción que haga desmerecer a un tercero, no es más que ser miserable, no te hace más fuerte el exponer las debilidades de los demás, ni aprovecharte de tu situación de ventaja, cuando se toman estas acciones, parece olvidarse que la vida todo lo devuelve, todo es causa y efecto y lo que hagamos hoy es lo que recogeremos mañana.

 Aunque estés solo, no debes decir ni hacer nada malo. Aprende a avergonzarte más ante ti que ante los demás.                                               -- Demócrito de Abdera-

   Nuestras acciones siempre hablan por nosotros, debemos ser justicieros en la vida y procurar no hacer a los demás lo que no deseamos para nosotros o para los seres que amamos, recordar siempre que el respeto no proviene del temor, que todos somos seres humanos que sentimos y padecemos como cualquier otro, y que la vida siempre nos dará toda clase de oportunidades, para demostrar, para crecer y progresar y para ponernos siempre en el lugar del otro. La vida es un aprendizaje y cada quien elige su personaje.

-Sara-

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 EL PRIMER ACTO DE 

CADA DÍA


El primer deber de todo ser humano, el primer acto que debe señalar su retorno a la actividad cotidiana, es la oración.^ Casi todos vosotros oráis, pero, ¡cuán pocos saben hacerlo! ¡Qué importan al Señor las frases que hilvanáis unas con otras de una manera maquinal, por haberos habituado a ello, ya que es una obligación que cumplís y que, como todo deber, os resulta pesado!
La plegaria del cristiano, del espírita, cualquiera que sea el culto a que pertenezca, debe ser hecha en el momento mismo en que el espíritu vuelve a uncirse el yugo de la carne.
Tiene entonces que elevarse hasta los pies de la Divina Majestad, humilde y profundamente, en un impulso de reconocimiento por todos los beneficios recibidos hasta esa fecha: por la noche que acaba de pasar y durante la cual se os permitió aun sin vosotros saberlo regresar cerca de vuestros amigos y guías para adquirir, al contacto con ellos, más fuerza y perseverancia. Vuestra oración debe elevarse con humildad hasta los pies del Señor, para encomendarle vuestra debilidad y pedirle su apoyo, indulgencia y misericordia.
Tiene que ser profunda, porque es vuestra alma la que debe elevarse hacia el Creador, transfigurándose como Jesús en el monte Tabor y llegando hasta Él blanca y radiante de esperanza y amor.
Vuestra plegaria debe contener la petición de gracia de que tengáis necesidad, pero ésta deberá ser una necesidad real. Inútil será que roguéis al Señor para que acorte vuestras pruebas u os conceda alegrías o riquezas. Antes por el contrario, suplicadle que os dispense los bienes más preciosos de la paciencia, la resignación y la fe. No digáis, como muchos de vosotros afirman: "No vale la pena orar, puesto que Dios no me otorga lo que le pido." ¿Qué le solicitáis en casi todos los casos? ¿Pensáis a menudo en impetrarle vuestro mejoramiento moral? ¡Oh, no, esto muy pocas veces! Os acordáis más bien de pedirle buen éxito en vuestras empresas terrenales, y luego exclamáis: "Dios no se ocupa de nosotros. ¡Si lo hiciera, no habría en el mundo tantas injusticias!".
¡Insensatos e ingratos! Si descendierais hasta los hondones de vuestra conciencia, casi siempre encontraríais en vosotros mismos el punto de partida de los males de que os doléis. Pedid, pues, ante todo, vuestro mejoramiento, y veréis entonces qué torrente de gracias y consuelos se derramará sobre vosotros.
Debéis rogar incesantemente, sin por eso retiraros a vuestro oratorio o postraros de hinojos en las plazas públicas. La oración diaria consiste en el cumplimiento de vuestros deberes de todos ellos, sin excepción, sea cual fuere su naturaleza. ¿Acaso no es un acto de amor hacia el Señor el que asistáis a vuestros hermanos en cualquier necesidad que tengan, bien sea moral o física?...
¿No realizáis una acción de gracias cuando eleváis a Él vuestros pensamientos porque una felicidad os ha alcanzado, u os salváis de un accidente, e incluso porque una mera contrariedad apenas si os roza; cuando decís en vuestro fuero interno: " Bendito seas, Padre mío"?¿No constituye un acto de contricción el humillaros ante el Juez Supremo cuando sentís que habéis incurrido en falta, aunque sólo sea por un pensamiento fugitivo, y le decís:
Perdóname, Dios mío, por haber pecado por orgullo, egoísmo o falta de caridad. Dame la fuerza precisa para no desfallecer y el valor necesario para reparar mi falta"'?........
Esto es independiente de las oraciones regulares de la mañana y de la noche y las de los días consagrados. Como veis, la plegaria puede serlo en todo instante, sin que en manera alguna interrumpa el curso de vuestros trabajos.
Antes bien, dicha así, santifica a estos últimos. Y persuadíos de que uno de esos pensamientos, que parta del corazón, es más escuchado por vuestro Padre celestial que las largas oraciones que se recitan por costumbre, muchas veces sin una causa específica, y a las cuales os llama de forma maquinal la hora establecida..
EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO.
ALLAN KARDEC

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