INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.- Marx y el Espiritismo
2.- Kardec y el auto-conocimiento
3.- Espíritus errantes
4.- El medio día de la Nueva Era
5.-¿ Los espíritus desencarnados nos pueden ver?
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MARX Y EL ESPIRITISMO
Las posibles relaciones entre las grandes ideas surgidas en el Siglo XIX, que agitaron a la humanidad y siguieron agitando en este primer cuarto del Siglo XXI, principalmente el Socialismo, el Espiritismo y el Evolucionismo, han sido la preocupación constante y saludable, de cuño puramente metafísico o práctico en el medio espírita. Desde el emocionante discurso de "Jacozinho", ampliamente divulgado en los años sesenta por el MUE (Movimiento Universitario Espírita)- que era en verdad, una síntesis del libro del argentino Humberto Mariotti, hasta los días actuales, como las manifestaciones de médiums famosos navegando en la onda del conservadurismo que asombra al mundo, las relaciones del socialismo con el Espiritismo y el principal personaje histórico de entonces, Karl Marx, ha venido siendo objeto de conjeturas, indagaciones y discusiones.
Ahora, para sazonar aun más el debate, nos surge una información directa de la fuente, el propio Marx, sobre lo que él pensaba del Espiritismo. Y no es bueno lo que este manuscrito nos revela sobre el pensamiento de Marx. La información fue divulgada por las páginas de Facebook, "Imágenes y registros históricos del Espiritismo", y "Allan Kardec online", dirigidas por los investigadores de la historiografía espírita, Carlos Seth Bastos y Adair Ribeiro.
Dice la página: "Una subasta realizada en París el 11-12-2018, nos muestra una carta de Karl Marx, dirigida al Sr. Maurice Lachatre, ex-socio de Allan Kardec en el Banco de Trocas, el 11-02.1873. Cuando comentando sobre la obra de Eugene Sue, conforme la descripción dada en el site, entre otras informaciones él dice: "En cuanto a su última obra yo no la puedo juzgar, porque solo recibí la primera entrega. Pero está infectada como el socialismo francés de su época de sentimentalismo, y está mezclada con el espiritismo que yo detesto", o en una traducción libre, "En cuanto a su última obram no puedo juzgarla, porque de ella solo tuve un primer contacto. Pero ella está infestada como el socialismo francés de su época de sentimentalismo, mezclado con el espiritismo que yo detesto".
No es la primera vez que Marx intenta alcanzar con un solo dardo estas dos ideas: espiritismo y socialismo utópico. En su "El Capital", volumen 1, Sec.1 Cáp. I, Item 4, cuando discurre sobre el "Carácter fetichista de la mercancía y su secreto", el ejemplo elegido para discurrir sobre la transformación de la materia en bienes de mesa. Tal vez por cierto fetiche en relación con la mesa, así termina el parágrafo : Ella no se mantiene con los pies en el suelo, pero está al revés frente a todos los demás bienes, y en su cabeza de madera nacen lombrices de tierra que nos asombran mucho más que si ella comenzase a danzar por voluntad propia".
Como si la insinuación a las mesas de madera, no estuviese clara, él acrecienta en una Nota la cuarta edición en alemán: "Vale recordar que la China y las mesas comenzaron a danzar cuanto todo el resto del mundo aun parecía inmóvil- por animar a los otros". No es exageración suponer que "los otros" son los socialistas utópicos. Y su compañero Engels detalla aun más en Nota a Nota: "Después de las revoluciones de 1848, en Europa comenzó un periodo de reacción política. En cuanto en los círculos aristocráticos y burgueses europeos surgió un entusiasmo por el espiritismo, particularmente por prácticas como la del "tablero de la Ouija", en China se desarrolló un poderoso movimiento antifeudal, especialmente entre los campesinos, que fue conocido como la "Rebelión Taiping".
Parece que Marx tenía al socialismo francés o utópico y al espiritismo, en el punto de mira. Esto fue debido a las relaciones entre las dos ideas. Los autores franceses Aubrée y Laplantine dedican un capítulo a tales relaciones, Llegan a decir que "el uno es literalmente incomprensible sin el otro".
El propio Kardec cita en su Revista Espírita,a diversos socialistas utópicos como "precursores" del espiritismo: Charles Fourier, Jean Reynaud, Eugene Sue, Lammenais, no solo son citados, como algunos comparecen con mensajes psicografiados. Eugene Sue llega a anticipar el existencialismo sartreano, también socialista, con esta frase de un mensaje mediúmnico en la Revista Espirita de marzo de 1867: "Para que el mundo esté en progresión, es preciso que cada uno deje un recuerdo útil de su personalidad, una escena de ese número infinito de escenas útiles que los miembros de la Humanidad dejaron desde que vuestra Tierra sirve de habitación de los espíritus".
Los escritos memoralistas de Kardec publicados en " Obras Póstumas" por Leymarie en 1890, dio un ejemplo conocido de "mezcolanza" entre socialistas y espiritistas, en torno al asunto de las mesas giratorias y de las médiums famosas de París.
Se trató de una sesión mediúmnica ocurrida en la casa del Sr. Roustan el 30 de abril de 1856, siendo médium la Srta. Japhet, y en la que estaría presente un tal Sr. M.... Por ser este señor un activista político, consideraron que fuese Karl Marx. Este asunto lo abordé en mi blog en 2011 y no me fue difícil demostrar que, según los datos históricos conocidos, tal consideración no se sustentaba.
No sería fácil colocar a Marx en París en aquella fecha, considerando su agitada trayectoria debida a sus actividades teóricas y políticas. En 1856 Marx vivía en Lóndres; tenía enormes dificultades para mantenerse con su familia y lo hacía con ayuda de su amigo Engels y con artículos a periódicos; además sufrió enormemente con la salud delicada, lo que le dificultaría cualquier viaje, y aún más cuando era para el otro lado del canal. Él había sido expulsado de París en 1845, y aunque bajo la monarquía, se fue a vivir a Bruselas, en Bélgica, de donde fue expulsado en 1848; volvió a Alemania de donde lo expulsaron en 1849; intentó volver a París pero el gobierno francés, aun siendo republicano en aquel momento, le impidió quedarse allí. Así, en el mismo año, con la ayuda de amigos, puso rumbo para el exilio definitivo en Lóndres.
A esta altura ya era un líder comunista bastante conocido, por lo que no pasaría de incógnito en aquel París de 1856, en donde podría ser hasta preso por la entonces dictadura de Napoleón III.
Veamos un poco del perfil del Sr M.... trazado por Kardec: "El Sr. M..., que asistía a aquella reunión, era de opiniones radicalísimas, envuelto en los negocios políticos y obligado a no ponerse en evidencia. Creyendo que se trataba de una próxima subversión, se apresuró a tomar parte en ella y a acordar planes de reforma. Era además un " hombre blando e inofensivo". Algo podría incluso, golpear a Marx, pero nunca el "hombre blando e inofensivo". Mucho menos sería él alguien que necesitase conversar con espíritus para "creer en alguna subversión y prestarse a tomar parte". A aquella altura, él y Engels ya habían lanzado el manifiesto comunista y fundado la Liga de los Comunistas; por tanto ellos hacían las subversiones pero apenas "tomaban parte en ellas". Para completar, en la sesión del día 12 de mayo, esta vez en casa del Sr. Baudin, el propio Espíritu de Verdad habría dicho sobre el Sr. M...: "Mucho ruido. Él tiene buenas ideas; es hombre de acción pero no es una cabeza". Marx, por su lado, era la principal cabeza del socialismo científico que, en aquella época y en casi todas las instancias, sustituía al socialismo utópico de entre los que muchos adeptos integraban el equipo de Kardec.
Ahora, una nueva evidencia vino a confirmar mi conclusión en el blog. Una carta de Marx para Engels insertada en "Marx Engels Obras Escogidas", de la Editora Avante, fechada en Londres el 16 de abril de 1856, que también fue presentada por los investigadores Adair Ribeiro y Carlos Seth Bastos.
En la carta él relata su presencia en un banquete relativo al aniversario de un diario inglés dos días antes, honrado por el convite ( en cuanto que los franceses pagarían la entrada), es el encargado del primer discurso de la fiesta. No iría por tanto por las prisas para llegar a París dos semanas después, para una sesión mediúmnica de la que saldría ansioso por "tomar parte en alguna subversión".
Además de Marx, su compañero Engels también hostiliza al Espiritismo. Con más acidez aún, en su "Dialéctica de la Naturaleza", en el último capítulo, después de discurrir sobre lo que considera la inutilidad de la investigación psíquica, llega a decir, citando a Huxley, que el Espiritismo es el mayor antídoto contra el suicidio, porque el sujeto va a preferir barrer el andén de la estación, a morir y ser condenado a dar consultas a un chelín a la hora por una médium.
Pero lo más interesante es que la asociación entre el socialismo y el espiritismo, y el tratamiento hostil a esas dos ideas no fue privilegio de la izquierda. Podemos encontrarla también entre el protentantismo liberal/conservador ( algunos dirían reaccionario) americano, Además el primer registro existente del empleo del neologismo "espiritismo" ( y no lo fue en el sentido de simple necromancia, como algunos sugieren), lo asociaba al socialismo. Veamos como los protestantes americanos inauguran el neologismo "espiritismo" ( una vez que el neologismo "socialismo" ya existía hacía unos diez años) en su revista "The Protestant Quarterly, vol.X 1853 editada por la American Protestant Association:
"Por afinidad natural, las variedades de infidelidad están preparadas para aglutinarse, por lo que son puestas en contacto. Socialismo y Espiritismo son homólogos, y poco importa cual sea la fase de la infidelidad, la atracción central de la descreencia superará todos los antagonismos menores, y la infidelidad de todos los matices y formas será encontrada en concordancia cordial, siempre que llegue a la piedra de toque de la verdad revelada. Todos igualmente detestan la palabra y el gobierno de Dios. Todos igualmente, odian la santidad y se ríen de la virtud para cometer- y todos pretenden, con un celo que no conoce abatimiento, la subversión total de la familia, el sábado, los derechos de propiedad, la iglesia o ministerio, la ley, la magistratura, y toda autoridad, rechazando las restricciones que a la libertad se exige para su protección, y esperando, ansiando y trabajando por nada tanto como por la crisis, cuando ellos pueden hacer su actual oposición organizada a todas las instituciones civiles y religiosas sobre la estructura actual de la sociedad". Y tal "infidelidad" es evidentemente para con la Bíblia.
Los autores ya citados, Aubrée y Laplantine, recuerdan muy bien que "Kardec, un burgués liberal, no frecuentaba personalmente este medio socialista". Además, podemos constatar en algunos de sus escritos, su rechazo al comunismo.
Pero, heredero del espiritualismo racional de Victor Cousin (lo que se constata por el subtítulo de El Libro de los Espíritus, "Filosofía Espirituslista", y por la alta frecuencia en la "codificación" de textos de intelectuales colocados por los historiadores de la filosofía en esa escuela), él "es un aliado natural de todas las causas justas de la humanidad". Y en sus textos sobre la propiedad (tanto en El Libro de los Espíritus como en el Evangelio según el Espiritismo), se puede notar un contrapunto en el diálogo entre él y los Espíritus, tendiendo más hacia una función social de la propiedad en cuanto aquel recuerda la adquisición por el propio esfuerzo.
En fin, este es un asunto amplio que puede ser tratado de diversas maneras y bajo diversos aspectos. No solo la ecuación, sino cada uno de sus miembros por separado. Espiritismo es una palabra con varias acepciones y diferentes interpretaciones para cada acepción. Incluso la historia de la palabra es compleja. Sin embargo nunca faltarán los que defienden la existencia de un único concepto y la certeza de que se trata de un asunto tan claro, al contrario que todos los otros, que admiten interpretaciones. Lo mismo ocurre con la palabra socialismo. A pesar de la existencia de varias formas de socialismo - o varias prácticas y teorías que se hallan bajo esa denominación- no faltarán aquellos que defienden la existencia de solo un tipo, generalmente considerado ateo y materialista.
- Joao Donha-
( Tomado del blog de Bruno Tavares)
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KARDEC Y EL AUTO CONOCIMIENTO
de las pasiones cuyo principio han conservado, o bien son felices según
están más o menos desmaterializados. En estado errante, el Espíritu
entrevé lo que le falta para ser más feliz y procura los medios para alcanzar la felicidad; pero no siempre le es permitido reencarnarse
como sería de su agrado, lo que entonces constituye un castigo.
que le despierta el deseo de mejorarse, para ser digno de la felicidad que en ellos se goza y poder habitarlos más tarde.
EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS. ALLAN KARDEC.
Revista “Reformador”
Traducido por Jacob
¿Los
Espíritus desencarnados nos pueden ver ?
Como ya conocemos, nuestro cuerpo
físico está interpenetrado por el
cuerpo espiritual, que a las personas nos parece un cuerpo inmaterial o de
energía, siendo este cuerpo el que une al Espíritu con el cuerpo material. Este
cuerpo de energía, fue llamado por Kardec
Periespíritu y se encuentra en otra dimensión intermedia entre lo físico
y lo espiritual, haciendo el papel
de lazo de unión entre el espíritu y la
materia carnal, en donde el
Espíritu manifiesta sus facultades.
Como el periespíritu pertenece a la misma
dimensión espiritual a la que pertenecen los demás espíritus desencarnados, podemos deducir que
estos pueden ver a los seres humanos, pero no solamente
en su forma física, por dentro y
por fuera- según hacia donde enfoquen su atención,- sino que al ser su medio de transmisión normal el
pensamiento, también pueden “leer” a voluntad nuestros pensamientos y nuestros
sentimientos que ven reflejados en nuestro periespíritu en donde los pueden leer
instantáneamente, como en un libro abierto, aunque estemos encarnados. En
cuanto a las formas físicas, no solo las ven por delante, por detrás y hasta
por dentro, sino que, a modo semejante como lo hacen los Rayos X en la materia,
ellos las pueden penetrar y ver como si fueran transparentes, sin ningún
esfuerzo por su parte.
Evidentemente, queda claro que a pesar
de las falsas apariencias a que nos induce nuestro plano material, la realidad
es que los seres humanos no estamos solos.
Todo un mundo espiritual se mueve y se compenetra entre nosotros y
nuestro espacio físico y vital. A veces nos ven, cuando nos quieren ver, y entonces nos miran cuando
algo de nosotros les interesa, pero al
estar en otra faja de vibración psíquica, aunque ellos se encuentran entre nosotros en nuestro propio entorno
físico, nos parece como si no existiesen, pues
viven aisladamente de nosotros que con respecto a su presencia es como
si estuviésemos con los ojos vendados, o
como si fuésemos ciegos, porque vivimos en nuestro mundo material pero mientras
tanto no los podemos ver a ellos.
Salvo a los médiums que tienen la
capacidad de verlos u oírlos, no nos llega al común de las personas la
presencia de ellos, igual como a los
espíritus tampoco les es muy común sentir la
presencia nuestra a no ser que les interese el contacto con
nosotros por algún motivo.
No obstante, aunque nos quieran ver o
escuchar, no siempre pueden hacerlo, pues en todo caso cuando así sucede es
siempre con permiso de Dios, que se les transmite a través de la Espiritualidad
Superior. Ellos pueden vernos, si se les
permite, pero eso no significa que los seres humanos no tengamos “intimidad”
porque sepamos que continuamente podemos
estar bajo la mirada y lectura de
algunos Seres desencarnados,
porque estos, solamente hasta cierto punto, pueden ver y conocer
lo que les atrae su atención o su
interés en el plano físico; para
ellos poder vernos, solamente necesitan la necesaria sintonía espiritual o mental con nosotros, y
por supuesto, la autorización del Creador.
En todo caso se comprende que los
Seres del otro plano de existencia nos
pueden influir con relativa facilidad
pues cuando quieren y pueden hacerlo, (y esto es con mucha frecuencia), no
tienen la barrera o el obstáculo de una materia
física que se lo dificulte. Además tienen la ventaja de que normalmente
pueden vernos cuando piensan en nosotros;
no necesitan hacer desplazamientos físicos para alcanzarnos, por lo que
pueden estar en medio de nosotros cuando
nuestro pensamiento, sentimiento o estado anímico los atrae, pero sin embargo
nosotros no podemos verlos a ellos o experimentar al menos su presencia,
salvo en
algunos casos de videncia
mediumnica.
- Jose Luis Martín-
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