INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.-Evolución del Espiritismo y del alma animal
2.- Obsesión espiritual
3.- Doctrina de Luz y Amor
4.-Principio y final de los Espíritus
5.- Orgullo
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EVOLUCIÓN DEL ESPIRITISMO Y DEL ALMA ANIMAL
¿ Kardec dejó completada la Codificación Espírita?
El Espiritismo, no quedó cerrado y finalizado por Kardec, pues una de sus características es que es una doctrina filosófica abierta. Esto significa que a partir de sus fundamentos básicos, está doctrina esta abierta a seguir evolucionando, como todo en la Naturaleza.
Como Consolador prometido por Jesús, llegó a la Humanidad en una época propicia por el desarrollo de las ciencias y de las corrientes filsóficas que indicaban una madurez suficiente y necesaria en los seres humanos en general, que ya podían comenzar a comprender estas grandes verdades de sus enseñanzas, ampliadas en una profunda filosofía dada por los Espíritus Superiores, y la moral evangélica explicada y ampliada, dentro de los cauces de la Ciencia de su época, con sus métodos de avance y desarrollo, como lo son la observación, la deducción y la comparación, apoyadas en una profunda filosofía de los Espíritus Superiores, que llama a la razón, de modo que los postulados espíritas, a diferencia de las religiones, ya no eran dogmas de fe, ciegos o irracionales, sino fundamentados en primer lugar, en el sagrado libro natural que Dios ha puesto en las mentes de los hombres y las mujeres: La capacidad intelectual de pensar, razonar, deducir y concluir por sí mismos. En segundo lugar porque hombres de reconocido prestigio en diversas ramas de las ciencias, se interesaron en investigar e indagar sobre una serie de fenomenología que en esa época se tenía por "sobrenatural" o "paranormal", en hechos abundantes abundantes y frecuentes de modo llamativo, con el fin de poner a muchas mentes humanas a funcionar de forma autónoma, rompiendo moldes establecidos y tabús sobre tantos temas.
Hay quien espera encontrar en el Espiritismo codificado por Kardec, respuestas totales, completas y cerradas para todos los temas posibles que puedan inquietar a los seres humanos. Y sin embargo, el trabajo de los Espíritus quedó hecho en parte solamente; La parte fundamental y básica que no cambia con el paso del tiempo; la que en el nivel de evolución espiritual y moral de la época, era la más importante o la más urgente. Y es que el mismo codificador dejó claro que el Espiritismo no es una doctrina cerrada y completa , pues afirmó que cuando una verdad nueva se confirmase por la Ciencia, esa verdad sería adoptada como tal por el Espiritismo, aunque eso supusiera derogar alguna verdad anteriormente admitida y después evidenciadas como error. Y está claro, que a nivel filosófico y moral no han cambiado mucho las cosas desde entonces, pero sin embargo en sentido científico y técnológico, si vemos que hoy existe un abismo de diferencia con lo de su época inicial.
Han habido y hay temas, de los que se sabe que Kardec tenía en proyecto abordar y desarrollar para incorporarlos en la Codificación, pero que quedaron fuera porque no le dio tiempo para abordarlos: desencarnó antes de que pudiese iniciar una más amplia tarea con esos nuevos temas a causa de un aneurisma cerebral que lo llevó fuera de este mundo.
¿Significaba esto que la Codificación quedaba coja de contenido, o a medias?; sin duda que no es así, pues en los planos de la espiritualidad superior todo está perfectamente planificado y calculado de antemano; nada queda al azar, y menos aún un proyecto tan importante y transcendente para la Humanidad. Por tanto la circunstancia de que Kardec hiciese solamente el trabajo que hizo y hasta el punto que lo hizo, tenía que tener un propósito, y posiblemente fuese el de que con los propios adeptos al Espiritismo, o a la parte de Doctrina codificada por el Maestro Lionés, el Espiritismo siguiese creciendo apoyado en la Espiritualidad Superior y concretado por otros espíritas investigadores en el desarrollo de esos temas que han quedado como inconcluidos o no iniciados siquiera.
No olvidemos que en realidad la doctrina espírita es la doctrina de los Espíritus y ha sido y continua siendo revelada y explicada por ellos. No está concluida por tanto la codificación que inició Kardec, el cual sentó las bases al dar al Espiritismo el carácter de Ciencia experimental, basada inicialmente en la existencia de los espíritus- Los fenómenos físicos de orden mediúmnico, los clasifico como "efectos físicos" que procedían de una causa que los debía originar, y mediante la deducción lógica, llegó a la conclusión de que la causa buscada eran los espíritus, seres inmateriales, pero de una real existencia causantes de las manifestaciones que se producían abundantemente para llamar la atención en un principio, obteniendo de esta experimentación con los médiums, una filosofía de los Espíritus de carácter totalmente racional, y de unas consecuencias morales que suponen una verdadera religión íntima, porque dichas consecuencias“religan” al ser humano con su Creador.
Una prueba de que el Espiritismo ha seguido creciendo y avanzando después de Kardec, la tenemos en la cantidad de importantes médiums espíritas que han aportado con sus facultades, toda una inmensa ciencia y conocimiento espiritual para la evolución humana; y eso ha seguido siendo Espiritismo, pues sus autores no han sido los médiums, sino los Espíritus.
Hemos tenido esos grandes médiums que han transmitido y completado aspectos y matices mas profundos y completos, sobre el mundo espiritual, la reencarnación, etc. Así por ejemplo hemos tenido a Francisco Cándido Xavier, ya desencarnado y de sobra conocido por todos los espíritas del mundo y personaje muy popular en todo Brasil, en donde vivió, pues su popularidad a causa de la gran cantidad de libros que psicografió (más de 400) , de diversos y célebres espíritus tales como el Dr. Bezerra, André Luiz, Emmanuel, etc, y de los que nunca se benefició de la venta de tantas ediciones de las obras espíritas psicografiadas que han salido a través de sus manos; sin embargo, siendo coherente con la moral espírita, que es netamente cristiana, fue un hombre cuya vida entera fue un ejemplo de lo que es el Amor en acción, la sencillez y humildad, de modo que el producto de las ventas de estas obras que produjo su mediumnidad, lo dedicó a la beneficiencia en su totalidad.
Por citar algún ejemplo más, tenemos todavía entre nosotros a Divaldo Pereira Franco, constituido por méritos propios como el mejor orador y y el mayor divulgador de la doctrina espírita por todo el mundo y también medium de incorporación y psicógrafo, por cuya mano su espíritu mentor Juana de Angelis escribió diversas obras profundizando en temas evangélicos y descubriendo nuevas luces y aspectos de moralidad ocultos en los mismos. Asimismo también de sus manos han salido otras muchas obras mediúmnicas formativas e informativas, cuyas ventas las ha dedicado, todas, a la formación y mantenimiento de una gran casa , albergue escuela, de acogida de niños y jóvenes sin familia ni recursos, en Brasil, conocida como “La Mansión del Camino”, todo un ejemplo de lo que la caridad y el altruismo puestos en acción pueden lograr.
También se podrían citar muchas otras mediumnidades mas o menos célebres y también relevantes, que han hecho y están haciendo crecer la filosofía espírita, tal como por ejemplo, Raul Teixeira, y tantos y tantos otros más, que a través de sus manos nos han aportado y nos siguen aportando un extenso legado de conocimientos y profundización espiritistas, muchas veces, en temas que escaparon al tratamiento por Kardec.
Uno de estos temas es el de la evolución animal; si los animales tienen alma o no la tienen.
La Naturaleza no da saltos, sino que en ella todo se encadena armónicamente. Por tanto el alma del hombre no ha podido surgir así de pronto de la nada, sino que en buena lógica es el producto de un largo proceso evolutivo de un psiquismo que antes ha sido desarrollado, a través de milenios, o incluso de millones de años, en otros Reinos de la naturaleza, como lo es el Reino Animal.
Los animales han ido así desarrollando poco a poco, un alma individual, que en sus primeros estadíos ha sido “alma grupal”; esto es: un gran alma común a todos los miembros individuales de una misma especie. Después, al cabo de muchas y muchísimas repeticiones en la materia de la determinada especie, han ido en ella desarrollando a nivel individual, pequeñas capacidades psíquicas que los comenzaban a diferenciar de otros miembros de su especie, de modo que, alcanzado el máximo límite de perfeccionamiento en su especie, sus almas han continuado su evolución en otras especies de un psiquismo un poco mas evolucionado o desarrollado. Así, tras un larguísimo proceso reencarnatorio de, tal vez, muchos miles de años, repitiendo existencias, de vida en vida y de especie en especie, finalmente comenzaron a tomar conciencia de su existir individual y cuando su grado de inteligencia ya había madurado lo suficiente, llegó el momento de que tras un reacondicionamiento en el plano espiritual por parte de los espíritus que tienen esa misión allí, vienen de nuevo a la Tierra ( o a otros mundos primitivos), y comienzan por primera vez en su historia espiritual humana, su andadura como espíritus humanos. Así una vez salidos de la escala evolutiva animal, ya no regresan jamás a la misma, pues como ya he señalado, la Naturaleza no da saltos evolutivos hacia delante y menos aún hacia atrás. Un espíritu se puede estancar en su evolución por un tiempo limitado, para después seguir avanzando, pero ya nunca retrocede a etapas anteriores.
Kardec no dio por cerrada la Codificación, como Jesús de Nazaret tampoco dejó del todo concluida su obra, por lo que prometió que volvería, en espíritu como Consolador, para aclarar y ampliar lo que él entonces tuvo tiempo de enseñar y sus contemporáneos no alcanzaban del todo.
A semejanza con Jesús, el mismo Kardec vió que esta enseñanza necesaria para el avance moral de la Humanidad, debía de desarrollarse progresivamente a lo largo del tiempo, por eso es que definió al Espiritismo como una ciencia progresiva, y señaló que necesariamente debería ir siempre de la mano con los postulados que descubriese o demostrase la Ciencia, y cuando en algún punto se tuviese que rectificar la doctrina, esta se rectificaría y se seguiría avanzando en pos de la Verdad, siendo para ello, según él mismo afirmó, partidario de rechazar si fuese preciso, noventa y nueve verdades, antes que tener que aceptar un solo error.
Hoy día, la ciencia y las religiones , así como muchas filosofías, ya admiten el alma animal, como un rudimento al lado de la humana, pero que ya se evidencia en muchas especies, sobre todo en las domésticas que vienen influenciadas mas de cerca con el trato humano, por la inteligencia ( un rudimento de la misma si se quiere considerar así,al lado del instinto que en todas las especies animales viene a ser como una inteligencia irracional y automática que les sirve sobre todo para vivir y sobrevivir), además también se caracteriza su existencia por la presencia de los sentimientos, pues comprobado está que los tienen y a veces en alto grado, tal como amor, el rencor, el miedo, la alegría, la tristeza, etc. Y además en muchos casos se nota una capacidad volitiva para actuar en una particular circunstancia, lo que les hace en esos momentos diferentes al resto de sus congéneres.
¿ Cual es el detalle que diferencia todavía a nuestro espíritu humano del de ellos?; sin duda, la conciencia del propio Yo, así como una superior inteligencia lógica y deductiva del ser humano, así como el pensamiento contínuo que ellos aún no han desarrollado y que le hace al ser humano capaz de desarrollar ciencias y tecnologías que nos faciliten la vida, tal como la capacidad de cocinar, tal como afirma cierto científico inglés que sostiene la curiosa teoría de que el simio homínido, ancestro del hombre, dio el gran salto evolutivo cuando una vez descubierto accidentalmente el fuego, aprendió a cocinar los alimentos que comía, desarrollando así su inteligencia y adaptando su organismo y su aparato digestivo a esta forma de alimentación, tan diferente al resto de las demás especies animales. Son solamente teorías sobre un comienzo evolutivo del espíritu humano en nuestro globo, pero que tal vez no sean tan disparatadas como podrían parecer a simple vista.
Por lo dicho, finalizo resumiendo, que la Codificación Espírita la inició Kardec, pero no ha terminado aún, pues aun se sigue escribiendo, ampliando y desarrollando. El Espiritismo es por tanto, una doctrina abierta, en proceso de evolución y ampliación, manteniendo como bases los conceptos kardecianos y la mas pura moral cristiana. Y si ha de tener un límite, este será el de nuestro propio nivel evolutivo alcanzado, que nos haga aptos para seguir avanzando con ella.
Por el momento, tenemos admitido que nuestro espíritu ancestral antes de ser Ente humano, pasó por una larguísima experiencia en el Reino animal, ( de hecho, aun conservamos muchos instintos animales, totalmente semejantes a los de ellos).
Por tanto podemos concluir al respecto, que esas almas animales, un día llegarán a ser humanas, y por cierto, no creo que se les ayude en su experiencia evolutiva acerca de nosotros, maltratándolos como algo que está ahí para divertirnos salvajemente con ellos , descargando en ellos nuestras frustraciones y causándoles sufrimiento y masacrándolos en tantas ocasiones. Ellos ( los que viven cerca del humano o lo acompañan), traen una misión específica a este mundo, que tiene que ver directamente con ese ser o seres humanos con los que conviven de cerca, precisamente, por ayudarnos en nuestra evolución humana, tal como se constata a lo largo de nuestra historia, dándonos constantemente ejemplo de altruismo, de amor, de fidelidad, de abnegación, y de otras virtudes que en nosotros aun escasean, y que ellos, a los que consideramos “inferiores”, parecen tener de modo natural, y vienen a demostrarlas con sus actitudes de cariño, fidelidad, confianza y desinterés, demostrándolo a cada paso, y dando todo por sus amos, incluso hasta su vida, como ocurre tantas y tantas veces.
Demos por último, gracias al Padre que ha puesto a estos “hermanos menores” cerca de nosotros, fieles y abnegados compañeros ,con una misión que cumplen y han cumplido siempre muy bien, cuando nos han ayudado en tantas y tantas circunstancias humanas cuando se han visto implicados con el ser humano: en la guerra, en la paz, en el trabajo, en la diversión, en el desarrollo de la ciencia, transportándonos, guiándonos, facilitando nuestra comida, y sobre todo dándonos ejemplo de como debemos llegar a ser los humanos de desprendidos, de cariñosos, de tiernos, de abnegados, de fieles, y sobre todo enseñándonos a tener fe y confianza en el Padre, del modo y tanto como ellos la tienen también en sus amos de la especie humana.
- Jose Luis -
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DOCTRINA DE LUZ Y AMOR
La reencarnación y la ley de causa y efecto representan conocimientos de los más importantes que la humanidad jamás recibió. Conociéndolas, podemos entender el porqué de nuestras luchas, enfermedades, sufrimientos y frustraciones.
Descubrimos que todo lo que estamos viviendo ahora es el resultado de nuestras acciones, en esta y en las vidas pasadas, y que hoy estamos construyendo nuestro futuro, así, alargar la vista para los horizontes de porvenir, en la verde luz de la esperanza.
¿Quién puede dejar de apasionarse por la doctrina espirita, después que comienza a estudiarla y pasa a comprender las más intrincadas cuestiones de la vivencia humana, como siendo parte del programa perfecto de nuestra evolución?
¿Quién puede dejar de amar a Dios después que comienza a tomar conocimiento de cómo sus leyes son justas, sabias, amorosas y perfectas?
¿Quién puede dejar de amar a los espíritus superiores, después que pasa a conocer sus infinitas actividades en nuestro beneficio y a su inmensa dedicación y amor por nosotros?
Quien estudia esta doctrina de luz, asimilando sus valores, pasa a vivir en una dimensión mucho mayor de entendimiento, donde la armonía, el amor y la felicidad habitan.
Extraído del libro «Nosotros y el Mundo Espiritual»
Autora: Saara Nousiainen
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PRINCIPIO Y FINAL DE LOS ESPÍRITUS
Nuestro Espíritu se creó cuando por Voluntad Divina se empezó a formar a través de un desarrollo repetido dentro de un larguísimo proceso evolutivo que fue forjando su esencia psíquica sucesivamente a partir de los tres reinos de la Naturaleza durante millones de años, hasta llegar a alcanzar finalmente la madurez evolutiva necesaria en la escala evolutiva animal, pasar a continuar su desarrollo evolutivo en una determinada especie de primate, como especie genéticamente próxima al ser humano, pues ambas especies, en cuanto a lo corporal e incluso lo psíquico, procedemos de un mismo tronco, de unos antepasados tan remotos como comunes. Estos primeros humanos, en su incipiente andadura como tales, comenzaron a habitar este planeta hace algunos miles de años.
Esta posibilidad se apoya en que en la historia del planeta, tal como afirma la Ciencia, la evolución de la vida unicelular que surgió en los mares, fue dando paso a muy diferentes y variadas especies, de las que muchas evolucionaron y abandonaron el medio acuático para proseguir su multiplicidad y evolución en el medio terrestre. En su diversificación, a partir de las almas grupales de cada especie iban evolucionando hacia otras especies grupales de psiquismo cada vez más desarrollado, y en las cuales, finalmente comenzaron a individualizarse hasta alcanzar un grado de desarrollo psíquico apto para tomar conciencia de sí mismas como individuos recién llegados a la especie humana. Entre las especies más evolucionadas y aptas para dar el gran salto evolutivo, estaban las diversas clases de primates, de los que parece ser, que en tan solo una de ellas, a causa de albergar un alma lo suficientemente madura para su transformación en el plano espiritual, se produjo ese “milagro” evolutivo de la transformación gradual desde la escala animal, en seres humanos, dotados de una “Chispa Divina” en su alma, recién salida de la Voluntad del Creador. Quizás se trate del gran salto más importante que el Espíritu humano tendrá que experimentar en su historia evolutiva.
La naciente especie humana a causa de su mayor capacidad cerebral respecto al resto de su masa corporal, se diferenció inmediatamente de sus demás congéneres de otras familias de primates, pues este maravilloso órgano que nos diferencia de las demás especies animales, le facultó el poder desarrollar su inteligencia con el pensamiento continuo o filosófico del que las demás especies animales carecen.
Tal vez en esa determinada especie de simios antecesores del ser humano, “alguien” llegado a este planeta desde fuera de la Tierra con la divina misión de preparar el albergue en la misma a espíritus humanos, significativamente más evolucionados que los de los primates terrestres cuya psíquis y cuerpos físicos estaban designados para acoger a estos humanos, “animales divinos”, procedentes de otros mundos que llegaban por oleadas a la Tierra para proseguir su evolución en este planeta, mucho más atrasado que el del mundo de procedencia. Para llevarlo a cabo, dado su mucho mayor desarrollo intelectual, científico y técnico que traían consigo los Seres Superiores que llevaron a cabo este proceso, supieron acondicionar el ADN de esa determinada especie de primates terrícolas, para poder albergar a esos nuevos Seres que llegaban a este planeta con el fin de no perturbar la evolución de otros espíritus más adelantados que quedaron allá, siguiendo su caminar evolutivo en esos mundos de “Regeneración” de donde procedían estos recién llegados.
De ese modo pudo ser que el Espíritu humano recién llegado a este planeta , se uniese por vez primera a esa especie animal que antes ya había sido adecuada genéticamente, dejándola después evolucionar por el periespíritu que modelaba esas materias, hasta llegar al prototipo humano actual..
Paralelamente a esta masiva llegada de espíritus para reencarnar aquí, muchos de esos humanos extraterrestres, fueron también traídos corporalmente posiblemente desde alguno de los planetas que circundan la estrella Capella, en la constelación de Orión, desde donde llegaron a través de naves espaciales, que entonces ya existían en esos mundos de regeneración y tenían capacidad para poder visitar otros mundos diseminados por el espacio, mientras que otros planetas, como la Tierra, se encontraban todavía en una fase de mundo primitivo, en donde la vida aun hacía sus primeros ensayos. En la Tierra se mezclaron con los terrícolas humanoides existentes, y su aporte genético se fue diseminando a partir de las nuevas generaciones nacidas de esta mezcolanza entre ellos ( que aparecen mencionados en la Biblia como ángeles caídos, expulsados del Paraíso), y los humanos terrestres.
Desde el primer momento el ser humano, nuevo en este mundo, hijo de los humanos terrestres y de los "venidos de las estrellas", enseguida experimentó la consciencia del Yo y la capacidad de desarrollar el pensamiento prolongado y abstracto; es por lo que , efectivamente, tuvo un comienzo en cuanto espíritus que somos y que se forjó en la historia evolutiva del planeta, pero sin embargo, al estar inmersos en el divino Plan evolutivo que es infinito, nuestro espíritu no tiene final ni límite de existencia, porque la misma evolución nos conduce siempre hacia una nueva etapa en una ascendencia gradual, sucesiva, ilimitada e infinita , aproximándonos más y más a Lo Absoluto, nuestra Fuente de Origen-
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Orgullo
Casi todas las personas en la tierra tienen orgullo. Ese es un valor negativo que se instala en el alma como el cemento que asegura los tochos de la autoafirmación. En verdad, es señal de inmadurez espiritual.
Nosotros vivimos aquella fase de la evolución en que estamos construyéndonos como individuos. Por eso sentimos tanta necesidad de destacarnos delante de los otros, como alguien que puede superarlos, o por lo menos, asemejarse a ellos. Pero, conforme vamos evolucionando comenzamos a comprender la futilidad de tales actitudes.
Percibimos entonces, cuanto es más importante amar y, amando, no deseamos exhibir nuestras virtudes o adquisiciones como factores de comparación entre nosotros y el prójimo, incluso porque, si observamos la grandeza espiritual de aquellos que están encima de nosotros, acabamos sintiendo vergüenza de nuestra pobreza interior. Es como recibir la visita de un criador de ganado de raza y queremos mostrarle vanidosamente las cabras “sin raza” de nuestro establo.
En cuanto a los que se enorgullecen de la belleza física, de los bienes que poseen, o de las posiciones que alcanzaron en la vida, están apenas siendo ingenuos, porque no ignoran que sus cuerpos, más tarde o más temprano, acabarán en la sepultura, de la misma manera que todas las demás personas. Saben también que para el “otro lado de la vida” solo se llevan los valores del espíritu.
El más poderoso ser humano de la tierra no escapa a la enfermedad, al dolor y a la muerte. ¿Por qué entonces el orgullo? ¿Solo porque alguien posee más bienes, es exitoso profesionalmente, o porque es más inteligente? Pero el orgullo no está solo en los corazones de aquellos que poseen grandes dotes físicos, vencieron en la vida, o ya nacieron vencedores.
Es común encontrase mendigos andrajosos extendiendo la mano para una limosna, pero con la mirada cargada de orgullo. Son, ciertamente, personas que reencarnaron por largas etapas en lo más alto de la vida, como personas exitosas, y que la administración superior dio el momento de comenzar a renacer en condiciones adversas, en el seno de la pobreza o de la miseria, porque todos los seres humanos necesitan experimentar todas las condiciones que nuestro planeta ofrece o impone. No hay criaturas más o menos favorecidas. Todos somos iguales delante de Dios. Todos tenemos los mismos derechos y deberes.
Los espíritus superiores ven a las personas por los valores morales, por las cualidades del alma, por su conducta, y no por las posiciones terrenas. Después de la muerte vamos a encontrar en el mundo espiritual la situación que merecemos por nuestra vivencia en la tierra.
No importa si fuimos ricos o pobres, cultos o ignorantes, bellos o feos. Las posiciones sociales tampoco valen nada después de la muerte. Son solo nuestras acciones, nuestro buen o mal vivir, que van a determinar la felicidad o infelicidad, no solo en el mundo espiritual, sino también en las futuras encarnaciones.
El orgullo, más allá de lo absurdo, es una gran traba a nuestra evolución. Por causa del orgullo millones de personas sufren terriblemente después de la muerte. Por causa del orgullo millones de personas reencarnan despojadas de todo, viviendo en la miseria y en la ignorancia, no como castigo sino como factor educativo.
Compadécete de ti mismo y transforma el odio en fraternidad, la violencia en respeto a los derechos del otro, la injuria en caridad y el orgullo en humildad. Esa es la mejor acción que puedes hacer en tu propio beneficio.
Mucha gente muere de ganas de saber quién fue en sus vidas pasadas, esperando siempre encontrarse como alguien famoso o importante. ¿Pero, qué importancia tiene saber quién fuimos? Importante es saber honrar lo que somos hoy para que vengamos a ser mejores en el futuro.
Extraído del libro «Nosotros y el Mundo Espiritual»
Autora: Saara Nousiainen
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