jueves, 7 de enero de 2021

Principio y final de los Espíritus

   INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.-Evolución del Espiritismo y del alma animal

2.- Obsesión espiritual

3.- Doctrina de Luz y Amor

4.-Principio y final de los Espíritus

5.- Orgullo


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     EVOLUCIÓN DEL ESPIRITISMO Y DEL ALMA ANIMAL

¿  Kardec dejó completada la Codificación   Espírita?

El Espiritismo, no quedó cerrado y finalizado por Kardec, pues una de sus características es que es una doctrina filosófica abierta. Esto significa que a partir de sus fundamentos básicos, está doctrina esta abierta a seguir evolucionando, como todo en la Naturaleza.

Como Consolador prometido por Jesús, llegó a la Humanidad en una época propicia por el desarrollo de las ciencias y de las corrientes filsóficas que indicaban una madurez suficiente y necesaria en los seres humanos en general, que ya podían comenzar a comprender estas grandes verdades de sus enseñanzas, ampliadas en una profunda filosofía dada por los Espíritus Superiores, y la moral  evangélica explicada y ampliada, dentro de los cauces de la Ciencia de su época, con  sus métodos de avance y desarrollo, como lo son la observación, la deducción  y la comparación, apoyadas en una profunda filosofía de los Espíritus Superiores, que llama a la razón, de modo que los postulados espíritas, a diferencia de las religiones,  ya no eran dogmas de fe, ciegos o irracionales, sino fundamentados en primer lugar, en el sagrado libro natural que Dios ha puesto en las mentes de los hombres y las mujeres: La capacidad intelectual de pensar, razonar, deducir y concluir por sí mismos. En segundo lugar porque hombres de reconocido prestigio en diversas ramas de las ciencias, se interesaron en investigar e indagar sobre una serie de fenomenología  que en esa época se tenía por "sobrenatural" o "paranormal", en hechos abundantes abundantes y frecuentes de modo llamativo, con el fin de poner a muchas mentes humanas a funcionar de forma autónoma, rompiendo moldes establecidos y tabús sobre tantos temas.

Hay quien espera encontrar en el Espiritismo codificado por Kardec, respuestas totales, completas y cerradas para todos los temas posibles que puedan inquietar a los seres humanos. Y sin embargo, el trabajo de los Espíritus quedó hecho en parte solamente; La parte  fundamental y básica que no cambia con el paso del tiempo; la que en el nivel de evolución espiritual y moral de la época, era la más importante o la más urgente.  Y es que el mismo codificador dejó claro que el Espiritismo no es una doctrina cerrada y completa , pues afirmó que cuando una verdad nueva se confirmase por la Ciencia, esa verdad sería adoptada como tal por el Espiritismo, aunque eso supusiera derogar alguna verdad anteriormente admitida y después evidenciadas como error. Y está claro, que a nivel filosófico y moral no han cambiado mucho las cosas desde entonces, pero sin embargo en sentido científico y técnológico, si vemos que hoy existe  un abismo de diferencia con lo de su época inicial.

  Han habido y hay temas, de los que se sabe  que Kardec tenía en proyecto abordar y desarrollar para incorporarlos en la Codificación, pero que quedaron fuera  porque no le dio tiempo para abordarlos: desencarnó antes  de que pudiese iniciar una más amplia tarea con esos nuevos temas a causa de  un aneurisma cerebral que lo llevó fuera de este mundo.

 ¿Significaba esto que la Codificación quedaba coja de contenido, o a medias?; sin duda que no es así, pues en los planos de la espiritualidad superior todo está  perfectamente planificado  y calculado de antemano; nada queda al azar, y menos aún un proyecto tan importante y transcendente para la Humanidad. Por tanto la circunstancia de que Kardec hiciese  solamente el trabajo que hizo y hasta el punto que lo hizo, tenía que tener un propósito, y posiblemente  fuese el de que con  los  propios adeptos al Espiritismo, o a la parte de Doctrina codificada por el Maestro Lionés,  el Espiritismo siguiese creciendo apoyado  en la Espiritualidad Superior y concretado por otros espíritas investigadores en el desarrollo de esos temas  que  han quedado como inconcluidos  o no iniciados siquiera. 

     No olvidemos que en realidad la doctrina espírita es la doctrina de los Espíritus y ha sido y continua siendo revelada y explicada por ellos. No está  concluida por tanto la codificación que inició Kardec, el cual sentó las bases al dar al Espiritismo el carácter de Ciencia experimental, basada inicialmente en la existencia de los espíritus- Los fenómenos físicos de orden mediúmnico, los clasifico como "efectos físicos" que procedían de  una causa que los debía originar, y mediante la deducción lógica, llegó a la conclusión de que la causa buscada eran los espíritus, seres inmateriales, pero de una real existencia causantes de las manifestaciones que se producían abundantemente para llamar la atención en un principio,  obteniendo de esta experimentación con los médiums, una filosofía de los Espíritus  de carácter totalmente racional, y de unas consecuencias  morales que suponen una verdadera religión íntima, porque dichas consecuencias“religan” al ser humano  con su Creador.

     Una prueba  de que el Espiritismo ha seguido creciendo y avanzando después de Kardec, la tenemos en la cantidad de importantes  médiums espíritas que han aportado con sus facultades, toda una inmensa ciencia y conocimiento espiritual para la evolución humana; y eso ha seguido siendo Espiritismo, pues sus autores no han sido los médiums, sino los Espíritus. 

Hemos tenido  esos grandes médiums que  han transmitido y completado  aspectos  y matices mas profundos y completos, sobre el mundo espiritual, la reencarnación, etc. Así por ejemplo hemos tenido a Francisco Cándido Xavier, ya desencarnado y de sobra conocido por todos los espíritas del mundo y  personaje muy popular en todo Brasil, en donde vivió, pues su popularidad a causa de la gran cantidad de libros que psicografió (más de 400) , de diversos y célebres espíritus  tales como el Dr. Bezerra, André Luiz, Emmanuel, etc, y de los que nunca se benefició de la venta de tantas ediciones  de las obras espíritas psicografiadas que han salido  a través de sus manos; sin embargo, siendo coherente con la moral espírita, que  es netamente cristiana,   fue un hombre  cuya vida entera fue un ejemplo de  lo que es el Amor en acción, la sencillez y humildad,  de modo que  el producto de las ventas de estas obras que produjo su  mediumnidad, lo dedicó a la beneficiencia en su totalidad. 

    Por citar algún ejemplo más, tenemos todavía entre nosotros a Divaldo Pereira Franco, constituido por méritos propios como el mejor orador y y el mayor divulgador de la doctrina espírita por todo el mundo y también medium de incorporación y  psicógrafo, por cuya mano su espíritu mentor Juana de Angelis escribió diversas obras profundizando en temas evangélicos y descubriendo nuevas luces y aspectos de moralidad ocultos en los mismos.   Asimismo también de sus manos han salido otras muchas obras mediúmnicas  formativas e informativas, cuyas ventas las ha dedicado, todas,  a la formación y mantenimiento de una  gran casa , albergue escuela, de acogida de niños y jóvenes sin familia ni recursos, en Brasil, conocida  como “La Mansión del Camino”, todo un ejemplo de lo que la caridad y el altruismo puestos en acción pueden lograr.  

   También se podrían citar muchas otras mediumnidades mas o menos célebres  y también relevantes, que han hecho y están haciendo crecer la filosofía espírita, tal como por ejemplo,  Raul Teixeira, y tantos y tantos otros más, que a través de sus manos nos han aportado y nos siguen aportando un extenso legado de conocimientos y profundización espiritistas, muchas veces,  en temas que escaparon al tratamiento por Kardec.

Uno de estos temas es el de la evolución animal; si los animales tienen alma o no la tienen. 

  La Naturaleza no da saltos, sino que en ella todo se encadena armónicamente. Por tanto el alma del hombre no ha podido surgir así de pronto de la nada, sino que en buena lógica es el producto de un largo proceso evolutivo de un psiquismo que antes ha sido desarrollado, a través de milenios, o incluso de millones de años, en otros Reinos de la naturaleza, como lo es el Reino Animal.

   Los animales han ido así desarrollando poco a poco, un alma individual, que en sus primeros estadíos ha sido “alma grupal”; esto es:  un gran alma común a todos los miembros individuales de una misma especie. Después, al cabo de muchas y muchísimas repeticiones en la materia de la determinada especie, han ido en ella desarrollando a nivel individual, pequeñas capacidades psíquicas que los comenzaban a diferenciar de otros miembros de su especie, de modo que, alcanzado el máximo límite de perfeccionamiento en su especie, sus almas han continuado su evolución  en  otras especies de un psiquismo un poco mas evolucionado o desarrollado. Así, tras un larguísimo proceso reencarnatorio de, tal vez, muchos miles de años, repitiendo existencias, de vida en vida y de especie en especie,  finalmente  comenzaron a tomar conciencia de su existir individual y cuando su grado de inteligencia ya había madurado lo suficiente,  llegó el momento de que tras un reacondicionamiento en el plano espiritual por parte de los espíritus que tienen esa misión allí, vienen de nuevo a la Tierra ( o a otros mundos primitivos), y comienzan por primera vez en su historia espiritual humana, su andadura como espíritus humanos. Así  una vez salidos de la escala evolutiva animal, ya no regresan jamás a la misma, pues como ya  he señalado, la Naturaleza no da saltos evolutivos hacia delante y menos aún hacia atrás. Un espíritu se puede estancar en su evolución por un tiempo limitado, para después seguir avanzando, pero ya nunca retrocede a etapas anteriores.

 Kardec no dio por cerrada la Codificación,  como Jesús de Nazaret tampoco dejó del todo concluida su obra, por lo que prometió que volvería, en espíritu como Consolador, para aclarar y ampliar lo que él entonces tuvo tiempo de enseñar y sus contemporáneos no alcanzaban del todo.  

     A semejanza con Jesús, el  mismo  Kardec  vió que esta enseñanza necesaria para el avance moral de la Humanidad, debía de desarrollarse progresivamente a  lo largo del tiempo, por eso es que definió  al Espiritismo como una ciencia progresiva, y señaló que  necesariamente debería  ir siempre de la mano con los postulados que descubriese o demostrase la Ciencia, y cuando en algún punto se tuviese que rectificar la doctrina, esta se rectificaría y se seguiría avanzando en pos de la Verdad, siendo para ello, según él mismo afirmó, partidario de rechazar si fuese preciso, noventa y nueve verdades, antes que  tener que  aceptar un solo error.

Hoy día, la ciencia  y las religiones , así como muchas filosofías, ya admiten el alma animal, como un rudimento al lado de la humana, pero que ya se evidencia en muchas especies, sobre todo en las domésticas que vienen influenciadas mas de cerca con el trato humano, por la inteligencia ( un rudimento de la misma si se quiere considerar así,al lado del instinto que en todas las especies animales viene a ser como una inteligencia irracional y automática que les sirve sobre todo para vivir y sobrevivir), además también  se caracteriza su existencia por la presencia de los sentimientos, pues comprobado  está que los tienen y a veces en alto grado,  tal como amor, el  rencor, el  miedo, la  alegría,  la tristeza, etc. Y además en muchos casos se nota una capacidad volitiva para actuar en una particular circunstancia,  lo que les hace en esos momentos diferentes al resto de sus congéneres.

 ¿ Cual es el detalle que  diferencia todavía  a nuestro espíritu humano del de ellos?; sin duda, la conciencia del  propio Yo, así como una  superior inteligencia  lógica y deductiva del ser humano, así como el pensamiento contínuo que ellos aún no han desarrollado y que le hace al ser humano capaz de desarrollar  ciencias y tecnologías que nos faciliten la vida, tal como la capacidad de cocinar, tal como afirma cierto científico inglés que sostiene la curiosa teoría de que el simio homínido, ancestro del hombre, dio el  gran salto evolutivo cuando una vez descubierto accidentalmente el fuego, aprendió a cocinar los alimentos que comía, desarrollando así su inteligencia y adaptando su organismo y su aparato digestivo a esta forma de alimentación, tan diferente al resto de las demás especies animales.  Son  solamente teorías sobre un comienzo evolutivo del espíritu humano en nuestro globo, pero que tal vez no sean tan disparatadas como podrían parecer a simple vista.

Por lo dicho, finalizo resumiendo, que la Codificación Espírita la inició Kardec, pero no ha terminado aún, pues aun se sigue  escribiendo, ampliando  y desarrollando.  El Espiritismo es por tanto, una doctrina abierta, en proceso de evolución y ampliación, manteniendo como bases  los conceptos kardecianos y la mas pura moral cristiana.  Y si ha de tener un límite, este será el de nuestro propio nivel evolutivo alcanzado, que nos haga aptos para seguir avanzando con ella.

    Por el momento, tenemos  admitido que nuestro espíritu ancestral antes  de ser  Ente humano, pasó por una larguísima experiencia en el Reino animal, ( de hecho, aun conservamos muchos instintos animales, totalmente semejantes a los de ellos). 

Por tanto  podemos concluir al respecto, que esas almas animales, un día  llegarán a ser  humanas, y  por cierto, no creo que se les ayude  en su experiencia evolutiva acerca de nosotros, maltratándolos como algo que está ahí para divertirnos  salvajemente  con ellos , descargando en ellos nuestras frustraciones y  causándoles sufrimiento  y  masacrándolos en tantas ocasiones.  Ellos ( los que viven  cerca del humano o lo acompañan), traen una misión  específica a este mundo, que tiene que ver directamente con ese ser o seres humanos con los que conviven de cerca, precisamente, por ayudarnos en nuestra evolución humana, tal como se constata a lo largo de nuestra historia, dándonos  constantemente ejemplo de altruismo, de amor, de fidelidad, de abnegación, y de otras virtudes que en nosotros aun escasean, y  que  ellos, a los que consideramos “inferiores”, parecen tener de modo natural, y vienen a  demostrarlas  con sus actitudes de cariño, fidelidad, confianza y desinterés,  demostrándolo  a cada paso, y  dando todo por sus amos,  incluso hasta su vida, como ocurre tantas y tantas veces.

 Demos por último, gracias al Padre que ha puesto a estos “hermanos menores” cerca de nosotros,  fieles y abnegados  compañeros ,con una misión que cumplen y han cumplido siempre muy bien, cuando nos han ayudado en tantas y tantas circunstancias humanas cuando se han  visto implicados  con el ser humano: en la guerra, en la paz, en el trabajo, en la diversión, en el desarrollo de la ciencia, transportándonos, guiándonos, facilitando nuestra comida, y sobre todo dándonos ejemplo de como debemos llegar a ser los humanos de desprendidos, de cariñosos, de tiernos, de abnegados,  de fieles, y sobre todo enseñándonos a tener fe y confianza en el Padre, del modo y tanto  como ellos la tienen  también  en  sus amos de la especie humana.


- Jose Luis -

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OBSESIÓN  ESPIRITUAL

“Para protegernos contra su influencia urge fortalecernos con la fe por la renovación mental y por la práctica del bien en los moldes de los códigos evangélicos. “

¿De vez en cuando los compañeros nos preguntan  porque vivir en la Tierra es tan complicado y casi siempre tan amarga la vida? les digo que esa sensación eventualmente puede ser una aspiración a la felicidad y a la libertad y que, encerrados en el envoltorio físico que nos sirve de cárcel, hacemos pocos esfuerzos para salir de él. Con todo, algunos se abaten en lamentación, y a todo instante resuenen sus lamentaciones. Más es  preciso resistir enérgicamente  a esas sensaciones de desanimo y desesperanzas, porque los sueños para la felicidad de vivir son intrínsecos a todos los hombres, aunque no debamos solamente procurar avidez en la experiencia material y transitoria de la vida terrena.
Comentando sobre la melancolía, encontramos en el Evangelio según el Espiritismo  el Espíritu Francisco de Geneve, dictando lo siguiente: “Precisamos cumplir, durante nuestra prueba terrenal, tareas y compromisos que no sospechamos, sea en lo que tañe a la devoción a la familia,  o cumpliendo diversos deberes que Dios nos confió. Si en el transcurso de esa experiencia, en el desempeño de las tareas, observamos los cuidados, las inquietudes, los disgustos  aplastar nuestros ánimos del alma, seamos fuertes, y encorajados  para derrotarlos. Avancemos y encaremos sin temor; pues las aflicciones son de corta duración y nos deben conducir para mejores situaciones en el futuro”.

Hay, sin embargo, muchas amarguras que pueden tener sus orígenes en la  infidelidad a los compromisos cristianos, de ahí la melancolía se instala en el ser, de lo que podrá resultar un  proceso obsesivo. ¿Más que es una obsesión? Etimológicamente, el termino tiene su origen en el vocablo obsesiones, palabra latina que significa impertinencia, persecución. Para algunos estudiosos espiritas, la obsesión es percibida como un  gran flagelo mundial. Esa visión se reviste de profunda gravedad en la sociedad, que actualmente está bien instrumentalizada  tecnológicamente, sea en el campo de las comunicaciones  de la informática, sea en otras  áreas de comunicaciones  y de la informática, sea en otras áreas del saber, ampliando y profundizando las responsabilidades de cada uno cara en la vida colectiva.

La obsesión es una influencia maléfica en la mente.

Aurelio Buarque define obsesión como siendo una preocupación con determinada idea, que domina al espíritu enfermizo, resultante  o no de sentimientos recalcados, ideas fija, manías. De la misma forma la terminología obsesión es usada, vulgarmente,  para significar idea fija  en alguna cosa, tic nervioso, generando manías, actitudes extrañas etc. entretanto, bajo el punto de vista espirita, el termino tiene un significado e interpretación más amplios. Se consustancia en una influencia  maléfica relativamente persistente que desencarnados y o encarnados  de sentimientos, tan o más atrasados que nosotros mismos, pueden ejercer sobre nuestra vida mental.

Para escuela clásica de psiquiatría, la obsesión es un pensamiento, o un impulso, persistente o demandante, indeseado y aflictivo, que vienen a la mente involuntariamente, a despecho del intento de ignorarlo de suprimirlo. Psiquiatras que no admiten nada fuera de la materia  no pueden entender una causa  oculta (espiritual), más cuando la academia científica hubiera salido de la rutina materialista, ella reconocerá en la acción del mundo invisible que nos rodea  y en el medio en que vivimos una fuerza que actúa sobre las cosas físicas, tanto como sobre las cosas morales. Ese será un nuevo camino abierto al progreso  y la llave de una multitud de fenómenos mal comprendidos del psiquismo humano.

Es, obvio, no descartando la posibilidad de la anomalía psicosomática, la Doctrina Espirita nos hace conocer otras fuentes de las miserias humanas, mantenidas por la fragilidad moral de los seres. Reconocemos  que el huso de los fármacos antidepresivos  establece la armonía química cerebral, mejorando el humor del paciente, no en tanto, actúan simplemente sobre los efectos, una vez que los medicamentos no curan la obsesión en sus intrínsecas causas, apenas restablecen el tránsito de los mensajes neuronales, corrigiendo el funcionamiento neuroquímico  del SNC (sistema nervioso central). Sócrates ya afirmaba que “si los médicos son mal sucedidos, tratando  la mayoría de las molestias, es porque tratan el cuerpo, sin tratar el alma.

Por no ser sincero, en nuestro tenue esfuerzo para la reforma moral, obstamos  por las relaciones equilibradas y equilibrantes con nosotros y con nuestro prójimo. Toda nuestra desarmonía nos lleva a desenvolver sintonías viciosas con otras mentes enfermas, sea de desencarnados o encarnados, lo que agudiza sobremanera nuestro propio desarreglo interior, resultando de ahí las ingentes dificultades para liberarnos de las esposas en las que nos aprisionamos ante las garras del mal.

En la intimidad del hogar, de la familia o del Centro Espirita, en el ambiente de trabajo profesional,  adversarios acérrimos del pretérito se reencuentran.  Convocados  por los Benefactores del Más Allá al reajuste, raramente consiguen superar la aversión de que se ven poseídos unos frente a otros, y (re) alimentan  con pasión, en el interior de si mismos, los rayos tóxicos de la antipatía que, concentrados, se transforman  en puntiagudos dardos magnéticos, susceptibles de provocar la enfermedad y la propia muerte.
La obsesión espiritual es sintonía  o intercembio de vibraciones afines. Kardec define obsesión como la acción persistente que un Espíritu inferior ejerce sobre un individuo, presentando caracteres variados que van desde la simple influencia moral, sin señales exteriores perceptibles, hasta la perturbación completa del organismo y de las facultades mentales. La obsesión es el encuentro de fuerzas inferiores  retratándose entre sí.

Múltiples facetas de la obsesión.

Hay cuadros de obsesiones explotando por todos lados en todos los niveles, sean de desencarnados a encarnados y viceversa; de encarnados sobre encarnados, también como de desencarnados sobre desencarnados.

En nuestro mundo mental rige la vida que nos es peculiar en todas sus dimensiones, con todo, nos encontramos aun en el inicio del entendimiento  de las implicaciones de la fuerza mental, del significado y cobertura de las construcciones mentales en la vida. Los obsesores son hábiles e inteligentes, perfectos estratégicos que planean  cada paso y acompañan a las presas por algún tiempo, observando sus tendencias, sus relacionamientos, sus ideales. Identifican sus puntos vulnerables (casi siempre ligados a la desviación sexual) y los exploran pertinaces.

El pensamiento se exterioriza y se proyecta, formando imágenes y sugestiones que arremete sobre los objetivos que se propone atender. Cuando es bueno y edificante, se ajusta a las Leyes que nos rigen, creando armonía y felicidad, mientras, cundo es desequilibrado y deprimente, establece aflicción y ruina. La química mental vive en la base de todas las transformaciones, porque realmente evolucionamos en profunda  comunión telepática con todos aquellos encarnados o desencarnados  que se afinan con nosotros.

Nuestro universo mental es como un cielo, más del firmamento descienden rayos de sol y lluvias benéficas paa la vida planetaria, así como, en el instante del atrito de elementos atmosféricos, de ese mismo cielo proceden chispas eléctricas destructoras. De la misma forma funciona la mente humana. De ella se originan las fuerzas equilibrantes y restauradoras para los trillones de células del organismo físico, más, cuando perturbada, emite rayos magnéticos de elevado tenor destructivo para nuestra estructura psíquica.

¿El maestro lionés  redarguiu de los Espíritus, en la cuestión 466 de el “Libro de los Espíritus, porque permite Dios  que los obsesores nos induzcan al mal? Los Espíritus respondieron: “Los seres imperfectos son instrumentos destinados a experimentar la fe y la constancia de los hombres en la practica del bien. Como Espíritu, debéis progresar en la ciencia del infinito, razón por la que pasáis por las pruebas del mal, a fin de llegar al bien. Nuestra misión es la de colocaros en el buen camino y cuando más influencias  actúan sobre vosotros, es que las atraéis, por el deseo del mal. Los Espíritus inferiores vienen en vuestro auxilio en el mal, siempre que deseáis cometerlo; os pueden ayudar en el mal cuando queréis el mal. Entonces, si os inclináis para el asesinato, tendréis una nube  de Espíritus que os alimentaran esa inclinación. Entretanto, tendréis otros que procuraran influenciaros al bien. Así se restablece el equilibrio quedáis  dueños de vosotros mismos.”

Renovación moral como base para la desobsesión espiritual.

El venerable Codificador , en el Libro de los Mediums, afirma que las imperfecciones morales dan acceso a los obsesores  y el medio más seguro de librarnos de ellos es atraer a los buenos Espíritus por la práctica del bien. La Obsesión es impotente ante  los espíritus redimidos. ¿Y que es un Espíritu redimido? Es aquel que reconoce sus limitaciones y, como enunciado por el apóstol Paulo, siente la alegría de saberse “matriculado en la escuela del bien”.
Ese desarreglo psicoespiritual deberá ser eliminado de la sociedad en el instante en que el lidimo ejemplo del amor  sea experimentado y diseminado en todas las direcciones,  como Jesús vivió y se entregó a fondo a la amargura de la muerte, partiendo de los tiempos apostólicos hasta nuestros días.

El Espiritismo, desvendando la intervención de los Espíritus endurecidos en el mal  en nuestras vidas, lanza luces sobre cuestiones aun desconsideradas por las ciencias  materialistas  como de causa psicopatológica.

Muchas vec es procurados por los ebsesados, Cristo penetra psíquicamente en las causas de su inquietud y, usando de su autoridad moral, libertaba tanto a los obsesores  como a los obsesados, permitiéndoles despertar para la vida animada rumbo a la recuperación y a la pacificación de la propia conciencia. Sin embargo, es muy importante recordar que Jesús no liberó a los obsesados sin imponerles la intransferible necesidad de renovación interior, ni expulso a los perseguidores inconscientes sin dirigirlos en dirección a Dios.

Conclusión:

En síntesis, identificamos siempre en la obsesión (espiritual) el resultado de la invigilância y de los desvíos morales. Para protegernos de su influencia urge fortalecer la fe por la renovación mental y por la práctica del bien en los moldes de los códigos evangélicos propuestos por Jesucristo, no olvidándonos de los divinos consejos  de Vigilad y Orad.

Jorge Hessen 

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                     DOCTRINA DE LUZ Y AMOR


                                                                        


La reencarnación y la ley de causa y efecto representan conocimientos de los más importantes que la humanidad jamás recibió. Conociéndolas, podemos entender el porqué de nuestras luchas, enfermedades, sufrimientos y frustraciones.

Descubrimos que todo lo que estamos viviendo ahora es el resultado de nuestras acciones, en esta y en las vidas pasadas, y que hoy estamos construyendo nuestro futuro, así, alargar la vista para los horizontes de porvenir, en la verde luz de la esperanza.

¿Quién puede dejar de apasionarse por la doctrina espirita, después que comienza a estudiarla y pasa a comprender las más intrincadas cuestiones de la vivencia humana, como siendo parte del programa perfecto de nuestra evolución?

¿Quién puede dejar de amar a Dios después que comienza a tomar conocimiento de cómo sus leyes son justas, sabias, amorosas y perfectas?

¿Quién puede dejar de amar a los espíritus superiores, después que pasa a conocer sus infinitas actividades en nuestro beneficio y a su inmensa dedicación y amor por nosotros?

Quien estudia esta doctrina de luz, asimilando sus valores, pasa a vivir en una dimensión mucho mayor de entendimiento, donde la armonía, el amor y la felicidad habitan.

Extraído del libro «Nosotros y el Mundo Espiritual»

Autora: Saara Nousiainen


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      PRINCIPIO Y FINAL DE LOS                                     ESPÍRITUS


 Alguien podría alegar que todo lo que comienza, termina; que todo lo que tiene principio tiene que tener final.   Pero el Espíritu posiblemente sea la excepción a la regla pues en efecto, ha tenido un comienzo en su existencia, pero como es de la misma Esencia Divina que el Creador, y esta es infinita, sin comienzo ni final, ello conlleva que  el Espíritu humano, una vez creado, ya no tiene un final, tal como sucede con la existencia de los demás seres, que han tenido un comienzo progresivo, como el hombre, y tienen un final, como especie, aunque su alma o Esencia, se encuentra inmersa en el proceso evolutivo de la Creación  y tampoco tiene final, aunque sí que pasa por continuas transformaciones que parecen poner fin  a una clase de existencia, pero en realidad están dando comienzo a otra diferente con el fin de continuar el proceso evolutivo contínuo.

     Nuestro Espíritu se creó cuando por Voluntad Divina se empezó a formar a través de un desarrollo repetido dentro de un larguísimo proceso evolutivo que fue forjando su esencia psíquica sucesivamente a partir  de los tres reinos de la Naturaleza durante millones de años, hasta llegar a alcanzar finalmente la madurez evolutiva necesaria en la escala evolutiva animal, pasar a continuar su   desarrollo evolutivo en una determinada especie de primate, como especie genéticamente próxima al ser humano, pues ambas especies, en cuanto a lo corporal e incluso lo psíquico, procedemos de un mismo tronco, de unos antepasados tan remotos como comunes. Estos primeros humanos, en su incipiente andadura como tales, comenzaron a habitar este planeta hace algunos miles de años.

 Esta posibilidad se apoya en que en la historia del planeta, tal como afirma la Ciencia, la evolución de la vida unicelular que surgió en los mares, fue dando paso a muy diferentes y variadas especies, de las que muchas evolucionaron y abandonaron el medio acuático para proseguir su multiplicidad y evolución en el medio terrestre. En su diversificación, a partir de las almas grupales de cada especie iban evolucionando hacia otras especies grupales de psiquismo cada vez más desarrollado, y en las cuales, finalmente comenzaron a individualizarse hasta alcanzar un grado de desarrollo psíquico apto para tomar conciencia de sí mismas como individuos recién llegados a la especie humana. Entre las especies más evolucionadas y aptas para dar el gran salto evolutivo, estaban las diversas clases de primates, de los que parece ser, que en tan solo una de ellas, a causa de albergar un alma lo suficientemente madura para su transformación en el plano espiritual, se produjo ese “milagro” evolutivo de la transformación gradual desde la escala animal, en seres humanos, dotados de una “Chispa Divina” en su alma, recién salida de la Voluntad del Creador. Quizás se trate del gran salto más importante que el Espíritu humano tendrá que experimentar en su historia evolutiva.

 La naciente especie humana a causa de su mayor capacidad cerebral respecto al resto de su masa corporal, se diferenció inmediatamente de sus demás congéneres de otras familias de primates, pues este maravilloso órgano que nos diferencia de las demás especies animales,  le facultó el poder desarrollar su inteligencia con el pensamiento continuo o filosófico del que las demás especies animales carecen.

  Tal vez en esa determinada especie de simios antecesores del ser humano, “alguien” llegado a este planeta desde fuera de la Tierra con la divina misión de preparar el albergue en la misma a espíritus  humanos, significativamente  más evolucionados que los de los primates terrestres cuya psíquis y cuerpos físicos estaban designados para acoger a estos humanos, “animales divinos”, procedentes de otros mundos que llegaban por oleadas a la Tierra para  proseguir su evolución en este planeta, mucho más atrasado que el del mundo de procedencia. Para llevarlo a cabo, dado su mucho mayor desarrollo intelectual, científico y técnico que traían consigo los Seres Superiores que llevaron a cabo este proceso, supieron acondicionar el ADN  de esa determinada especie de primates terrícolas, para poder albergar a esos nuevos Seres que llegaban a este planeta  con el fin de  no perturbar la evolución de otros espíritus más adelantados que quedaron allá, siguiendo su caminar evolutivo en esos mundos de “Regeneración” de donde procedían estos recién llegados.

  De ese modo pudo ser que el Espíritu humano recién llegado a este planeta , se uniese por vez primera a esa especie animal que antes ya había sido adecuada genéticamente, dejándola después evolucionar por el periespíritu que modelaba esas materias, hasta llegar al prototipo humano actual..

  Paralelamente a esta masiva llegada de espíritus para reencarnar aquí, muchos de esos humanos extraterrestres, fueron también traídos corporalmente posiblemente desde alguno de los planetas que circundan la estrella Capella, en la constelación de Orión, desde donde llegaron a través de naves espaciales, que entonces ya existían en esos mundos de regeneración y tenían capacidad para poder visitar otros mundos diseminados por  el espacio, mientras que otros planetas, como la Tierra, se encontraban todavía en una fase de mundo primitivo, en donde la vida aun hacía sus primeros ensayos. En la Tierra se mezclaron con los terrícolas humanoides existentes, y su aporte genético se fue diseminando a partir de las nuevas generaciones nacidas de esta mezcolanza entre ellos ( que aparecen mencionados en la Biblia como ángeles caídos, expulsados del Paraíso),  y los humanos terrestres.

  Desde el primer momento el ser humano, nuevo en este mundo, hijo de los humanos terrestres y de los "venidos de las estrellas", enseguida experimentó  la consciencia del Yo y la capacidad de desarrollar el pensamiento prolongado y abstracto; es por lo que , efectivamente, tuvo un comienzo en cuanto espíritus que somos y que se forjó en la historia evolutiva del planeta, pero sin embargo, al estar inmersos en el divino Plan evolutivo que es infinito, nuestro espíritu no tiene final ni límite de existencia, porque la misma evolución nos conduce siempre hacia una nueva etapa en una ascendencia gradual, sucesiva, ilimitada e infinita , aproximándonos más y más a Lo Absoluto, nuestra Fuente de Origen-

 - Jose Luis Martín.

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                          Orgullo

                                                                         

  Casi todas las personas en la tierra tienen orgullo. Ese es un valor negativo que se instala en el alma como el cemento que asegura los tochos de la autoafirmación. En verdad, es señal de inmadurez espiritual.

Nosotros vivimos aquella fase de la evolución en que estamos construyéndonos como individuos. Por eso sentimos tanta necesidad de destacarnos delante de los otros, como alguien que puede superarlos, o por lo menos, asemejarse a ellos. Pero, conforme vamos evolucionando comenzamos a comprender la futilidad de tales actitudes.

Percibimos entonces, cuanto es más importante amar y, amando, no deseamos exhibir nuestras virtudes o adquisiciones como factores de comparación entre nosotros y el prójimo, incluso porque, si observamos la grandeza espiritual de aquellos que están encima de nosotros, acabamos sintiendo vergüenza de nuestra pobreza interior. Es como recibir la visita de un criador de ganado de raza y queremos mostrarle vanidosamente las cabras “sin raza” de nuestro establo.

En cuanto a los que se enorgullecen de la belleza física, de los bienes que poseen, o de las posiciones que alcanzaron en la vida, están apenas siendo ingenuos, porque no ignoran que sus cuerpos, más tarde o más temprano, acabarán en la sepultura, de la misma manera que todas las demás personas. Saben también que para el “otro lado de la vida” solo se llevan los valores del espíritu.

El más poderoso ser humano de la tierra no escapa a la enfermedad, al dolor y a la muerte. ¿Por qué entonces el orgullo? ¿Solo porque alguien posee más bienes, es exitoso profesionalmente, o porque es más inteligente? Pero el orgullo no está solo en los corazones de aquellos que poseen grandes dotes físicos, vencieron en la vida, o ya nacieron vencedores.

Es común encontrase mendigos andrajosos extendiendo la mano para una limosna, pero con la mirada cargada de orgullo. Son, ciertamente, personas que reencarnaron por largas etapas en lo más alto de la vida, como personas exitosas, y que la administración superior dio el momento de comenzar a renacer en condiciones adversas, en el seno de la pobreza o de la miseria, porque todos los seres humanos necesitan experimentar todas las condiciones que nuestro planeta ofrece o impone. No hay criaturas más o menos favorecidas. Todos somos iguales delante de Dios. Todos tenemos los mismos derechos y deberes.

Los espíritus superiores ven a las personas por los valores morales, por las cualidades del alma, por su conducta, y no por las posiciones terrenas. Después de la muerte vamos a encontrar en el mundo espiritual la situación que merecemos por nuestra vivencia en la tierra.

No importa si fuimos ricos o pobres, cultos o ignorantes, bellos o feos. Las posiciones sociales tampoco valen nada después de la muerte. Son solo nuestras acciones, nuestro buen o mal vivir, que van a determinar la felicidad o infelicidad, no solo en el mundo espiritual, sino también en las futuras encarnaciones.

El orgullo, más allá de lo absurdo, es una gran traba a nuestra evolución. Por causa del orgullo millones de personas sufren terriblemente después de la muerte. Por causa del orgullo millones de personas reencarnan despojadas de todo, viviendo en la miseria y en la ignorancia, no como castigo sino como factor educativo.

Compadécete de ti mismo y transforma el odio en fraternidad, la violencia en respeto a los derechos del otro, la injuria en caridad y el orgullo en humildad. Esa es la mejor acción que puedes hacer en tu propio beneficio.

Mucha gente muere de ganas de saber quién fue en sus vidas pasadas, esperando siempre encontrarse como alguien famoso o importante. ¿Pero, qué importancia tiene saber quién fuimos? Importante es saber honrar lo que somos hoy para que vengamos a ser mejores en el futuro.

Extraído del libro «Nosotros y el Mundo Espiritual»
Autora: Saara Nousiainen

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