INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.- ¿ Es usted introvertido o extrovertido?
2.- Los milagros
3.- La Ciencia y Dios: Origen del Universo
4.- El Espacio Universal
5.-¿ En qué sentido es la evolución del Ser Espiritual?
**************************************
¿Es usted introvertido o extrovertido?
Bethoven
Cuando nos cuestionamos cómo es nuestra personalidad, una de las primeras preguntas que nos surgen es: “¿Soy una persona extrovertida o introvertida?”.
En realidad todos combinamos un poco de ambas formas de ser, aunque lo cierto es que cada uno se sitúa en un punto muy concreto de la línea que separa la una de la otra. El problema está en cómo entendemos cada una de estas características.
Por lo general describimos a la persona introvertida como tímida, retraída, callada… Y en cambio a la persona extrovertida la tildamos de social, abierta, simpática y agradable.
Hay quien seguramente imagina que el introvertido prefiere pasar la tarde del domingo solo, mientras que el extrovertido prácticamente no para en casa y se divierte sin parar.
Estoy exagerando un poco, claro.
Pero lo que quiero que vea es que la forma que tenemos de asociar ideas nos lleva rápidamente a pensar que ser extrovertido es la forma “correcta” de ser. Y que en cambio ser algo reservado es más una limitación que otra cosa.
Esto es algo evidente en una sociedad como la nuestra, en la que se valoran especialmente las actividades grupales, los deportes de equipo, etc.
Ser introvertido llega incluso a asimilarse en algunos casos a ser un “perdedor”, a no tener amigos.
Sin embargo, lo cierto es que las cosas son mucho más complicadas y, afortunadamente, también muchísimo más positivas.
Los introvertidos obtienen energía de su interior
Los términos “introversión”-“extraversión” fueron acuñados por el psicoanalista suizo Carl Jung en su trabajo de 1921 Tipos psicológicos.
Hablando con miles de pacientes, observándolos y analizándolos, Jung se dio cuenta de que hay personas que obtienen su energía principalmente de estímulos externos (el ruido en la calle, la gente que pasa, una historia que se les cuenta…).
En cambio, otras parecen tener, dentro de sí mismas, una fuente misteriosa de energía que les proporciona ricas sensaciones, imágenes, pensamientos y sueños de todo tipo, siempre provenientes de su interior.
Hay varios ejemplos que demuestran esto: por un lado, cuando se le pide a alguien que dibuje algo concreto ciertas personas buscan inmediatamente un modelo o referente que copiar en su entorno, mientras que otras se enfocan, cierran los ojos, se dan un momento y entonces se ponen a dibujar.
Es decir, que buscan la fuente de creatividad dentro de sí mismas.
Y lo mismo sucede con la música: algunos intérpretes necesitan escuchar a otros, ir a espectáculos y usar lo que han visto y oído para producir cosas nuevas.
Otros, en cambio, parecen tener un verdadero manantial en su corazón del que brotan notas, acordes y melodías.
Se cuenta que Mozart (*1) decía tener una “voz” en su cabeza que le dictaba sus composiciones. ¡Todo lo que tenía que hacer era tomar una pluma y escribir las notas que escuchaba!
(*1) Asimismo sucedió a Bethoven, que se aislaba yéndose al campo y cuando paseaba solo tenía esas grandes inspiraciones que le llevaron a escribir sus famosas sinfonías.
El inconsciente colectivo
Carl Jung estaba absolutamente intrigado por esta diferencia.
Y, como puede imaginar, no eran las personas que extraen su energía del mundo exterior -a quienes denominó “extrovertidas”- las que más llamaban su atención.
¡Todo lo contrario!
Estaba fascinado por aquellos seres “introvertidos” que parecían tener un auténtico universo en su interior..
¿Cómo era posible que un ser humano encontrase, dentro de sí mismo y no en el mundo que lo rodeaba, intuiciones, imágenes, ideas, formas, músicas…? ¿De dónde venían? ¿Cuándo aparecían? (*2)
(*2).- La respuesta puede estar, sin duda, en las vidas anteriores de los sujetos en cuestión, o también en la mediumnidad intuitiva o incluso auditiva. En todo caso está claro que Jung desconocía estos factores tan importantes.
Al analizar todo esto fue cuando Jung se interesó por el “inconsciente colectivo”; es decir, el conjunto de imágenes (arquetipos) que existen en nosotros sin que tengamos que aprenderlas y que compartimos con los miembros de nuestra sociedad y, en general, de nuestro tiempo.
Esto sería lo que alimenta a la persona introvertida y le da sus fabulosas intuiciones.
Dejar atrás la vergüenza
A pesar de su gran fuerza interior, las personas introvertidas a menudo no entienden qué les sucede y tienen miedo de hablar de ello.
De hecho, suelen considerarse a sí mismas “extrañas” e incluso se avergüenzan de ser así; de tener todas esas fantasías y ensoñaciones que sienten que no las llevan a ningún lado…
Lo peor es que pueden incluso desaprovechar todo su potencial por culpa de esto. ¡Y eso es un error fatal!
Todo lo que sucede en nuestro “mundo interior” puede considerarse real, incluso si nadie más puede verlo o tocarlo.
Es de enorme importancia para nosotros porque es lo que finalmente determina nuestras acciones.
Y eso por no hablar de que cualquier cosa que hoy es tangible en el mundo que nos rodea, un día existió únicamente en la cabeza de una sola persona.
Un puente, por ejemplo, debe tomar forma primero en la mente de un ingeniero. Y esa imagen mental es tan útil y relevante como las piedras y el cemento que se utilizarán luego para construirlo.
Los introvertidos no son más tímidos que otros
Otro error común es asociar la introversión a la timidez. Sin embargo, que la energía de una persona provenga de su interior no implica en absoluto que la persona tenga dificultades para relacionarse con los demás.
Por el contrario, es muy posible que una persona extrovertida sea en realidad tímida, por lo que necesita una “fachada”.
Las personas introvertidas, en cambio, tienden a crear vínculos más profundos y amistades más fuertes y duraderas con los demás.
El introvertido suele saber escuchar porque la más mínima palabra provoca en él resonancias con su mundo interior. Además, es menos probable que cometa errores en la interpretación.
Y por supuesto una persona rica y compleja ( en su mundo interior), también tiene más que ofrecer a quien hace el esfuerzo de conocerla...
Entonces, ¿por qué se tiende a valorar más a los extrovertidos?
Como hemos visto, no se puede negar que los extrovertidos suelen ser más valorados socialmente y que, por tanto, son ellos quienes cosechan más éxitos.
Cuando una empresa busca a un director por lo general quiere a alguien carismático y con “don de gentes”.
El hecho de “conocer” a muchas personas, por ejemplo, se considera en sí mismo importante, si bien nadie se pregunta si estas relaciones son profundas, auténticas o superficiales.
Puede que se trate de una moda. Pero en cualquier caso es importante que nadie cometa el error de confundir introversión con un defecto o un problema, dado que como hemos visto resulta un activo de gran importancia para la Humanidad.
Absolutamente todas las personalidades, cada una de ellas irrepetible, tiene ventajas y desventajas. Todas aportan. Y en realidad no hay ni una sola razón para que alguien desee ser diferente de cómo es.
Luis Miguel Oliveiras
( Art. tomado de Tener Salud )
********************************
LOS MILAGROS
Por Allan Kardec
Con el título: Un milagro, el Sr, Mathieu, antiguo farmacéutico del ejército, acaba de publicar un relato con varios hechos de escritura directa, de los cuales él ha sido testigo. Al producirse estos hechos en circunstancias casi idénticas a los que hemos narrado en nuestro número del mes de agosto, y no presentando nada más característico, nosotros lo relataremos; los mencionamos únicamente para mostrar que los fenómenos espíritas no son un privilegio exclusivo, y para aprovechar la ocasión de felicitar al Sr. Mathieu por el gran interés con que nos propaga. Varios otros pequeños artículos y opúsculos del mismo autor, en varios periódicos. son la prueba de esto. El Sr. Mathieu es un hombre de Ciencia, que como tantos otros y nosotros mismos, ha pasado por la hilera de la incredulidad, pero debió ceder ante la evidencia, porque ante los hechos es preciso rendirse. Solamente criticamos el título que él ha dado a su última publicación, y no por una cuestión de una sutileza de palabras, sino porque creemos que el asunto tiene cierta importancia y merece un examen serio.
En su acepción primitiva y por su etimología, la palabra milagro significa cosa extraordinaria, cosa admirable de ver, pero esta palabra, como tantas otras, se ha alejado de su sentido original y hoy se dice, (según la Academia), de un acto del poder divino, contrario a las leyes comunes de la Naturaleza. En efecto, tal es su acepción usual y solo por comparación y por metáfora, se le aplica a las cosas vulgares que nos sorprenden y cuya razón es desconocida.
El fenómeno relatado por el Sr. Mathieu, ¿tiene el verdadero carácter de un milagro, en el verdadero sentido de la palabra?. Es evidente que no. Ya hemos dicho que el milagro es una derogación de las leyes de la Naturaleza. De manera alguna tenemos el propósito de examinar si Dios ha juzgado útil, en ciertas circunstancias, derogar las Leyes establecidas por Él mismo; nuestro objetivo solamente es demostrar que la escritura directa, por más extraordinaria que sea, de ningún modo deroga esas Leyes, ni tiene carácter milagroso. El milagro no se explica; la escritura directa, contrariamente, se explica de la manera más racional, como se ha podido ver en nuestro artículo sobre el tema. Por lo tanto, no se trata de un milagro, sino de un simple fenómeno que tiene su razón de ser en las leyes generales. El milagro, tiene aún otro carácter: el de insólito y aislado. Ahora bien, desde el momento que un hecho se reproduce- por así decirlo- a voluntad y por diversas personas, no puede ser un milagro.
A los ojos de los ignorantes, la Ciencia hace milagros todos los días: he aquí por qué aquellos que en otros tiempos sabían más que el vulgo, eran considerados hechiceros; y como se creía que toda ciencia venía del diablo, los quemaban. Hoy, que se está más civilizado, se contenta con mandarlos a los manicomios, después que ha dejado a los inventores morirse de hambre, se les erigen estatuas y se les nombra bienhechores de la Humanidad. Pero dejemos estas tristes páginas de nuestra Historia y volvamos a nuestro asunto. Si un hombre realmente muerto fuese llamado a la vida por intervención divina, eso sería un verdadero milagro, pues es un hecho contrario a las leyes de la Naturaleza, pero si este hombre solamente tuviese la apariencia de la muerte, si todavía hay en él un resto de vitalidad latente, y la Ciencia o una acción magnética consiguiera reanimarlo, para las personas esclarecidas habrá sucedido un fenómeno natural. pero a los ojos del vulgo ignorante, el hecho será considerado milagroso, y el autor será perseguido a pedradas o venerado, según el carácter de los individuos. Si en medio de un campo un físico arroja al aire un barrilete con punta metálica, haciendo que un rayo caiga sobre un árbol, ese nuevo Prometeo será considerado con un poder diabólico; y dicho sea de paso, Prometeo nos parece que precedió a Franklin. Volviendo a la escritura directa, este es uno de los fenómenos que demuestran de modo más patente, la acción de inteligencias ocultas, pero por el hecho de ser producido el fenómeno por inteligencias ocultas, no es más milagroso que todos los demás fenómenos debidos a agentes invisibles, porque esos seres ocultos que pueblan el espacio, son una de las fuerzas de la Naturaleza, fuerza cuya acción es incesante sobre el mundo material, así como sobre el mundo moral. El Espiritismo, al esclarecernos sobre esta fuerza, nos da la clave de una multitud de cosas inexplicadas e inexplicables por cualquier otro medio, y que en tiempos remotos han sido considerados prodigios; del mismo modo que el Magnetismo, el Espiritismo revela una ley, que si no desconocida, al menos si es mal comprendida; o dicho de otro modo, se conocían los efectos- porque se produjeron en todos los tiempos-, pero no se conocía la ley, y es la ignorancia de esta ley lo que ha engendrado la superstición. Al ser conocida, lo maravilloso cesa y los fenómenos entran en el orden de las cosas naturales. He aquí por qué los espíritas no producen milagros cuando hacen girar una mesa o cuando los muertos escriben, de la misma forma que un médico no lo hace cuando revive a un moribundo, o el físico, cuando hace caer un rayo.
He aquí por qué rechazamos con todas nuestras fuerzas, la calificación empleada por el Sr. Mathieu, aunque bien persuadido de que él no ha querido dar un sentido místico a esa palabra; también porque las personas que no van al fondo de las cosas- y estas son en mayor número- podrían equivocarse y creer que los adeptos al Espiritismo se atribuyen un poder sobrenatural. Aquel que pretendiese, con la ayuda de esta Ciencia, hacer milagros, sería un ignorante de la cuestión o un embaucador. Es inútil dar armas a los que ríen de todo, incluso de lo que desconocen, porque sería entregarse, voluntariamente, al ridículo.
Los fenómenos espíritas, como los fenómenos magnéticos, antes que se conociera su causa, han sido considerados prodigios; ahora bien, al igual que los escépticos, los engreídos, es decir, aquellos que- según ellos- tienen el privilegio exclusivo de la razón y del buen sentido, no creen que una cosa sea posible si no la comprenden, y es por eso que todos los hechos considerados como prodigio son objeto de sus escarnios; como la religión contiene un gran número de hechos de ese género, no creen en la religión. De ahí a la incredulidad absoluta hay solo un paso. Al explicar la mayoría de esos hechos, el Espiritismo les da una razón de ser; por tanto Él viene en ayuda de la religión, al demostrar la posibilidad de ciertos hechos por no tener un carácter milagroso, no por ello son menos extraordinarios, y Dios no es menor ni menos poderoso por no haber derogado Sus Leyes. ¿ De cuantas burlas no fueron objeto las levitaciones de San Cupertino?. Ahora bien, la suspensión aérea de los cuerpos pesados es un hecho demostrado y explicado por el Espiritismo; nosotros mismo hemos sido personalmente testigo ocular de esto, y el Sr. Home, así como otras personas de nuestro conocimiento, han repetido varias veces el fenómeno producido por San Cupertino. Por tanto este fenómeno entra en el orden de las cosas naturales. Al número de los hechos de este género, es preciso poner en primera fila a las apariciones, por ser las más frecuentes. La aparición de La Salette, que incluso divide al propio clero, nada tiene de insólita para nosotros. Ciertamente no podemos afirmar que el hecho haya tenido lugar, porque no tenemos la prueba material del mismo, pero para nosotros él es posible, teniendo en cuenta que millares de hechos análogos recientes son de nuestro conocimiento ; creemos no solo porque su realidad ha sido constatada por nosotros, sino, sobre todo, porque comprendemos perfectamente la manera como se producen. Téngase a bien remitirse a la teoría que hemos dado sobre las apariciones, y se verá que este fenómeno se ha vuelto tan simple y tan plausible como una multitud de fenómenos físicos que solamente son considerados prodigios hasta que se les encuentre la clave. En cuanto al personaje que se ha presentado en la Salette, esta es otra cuestión; de modo alguno su identidad está demostrada; constatamos solamente que una aparición puede haber tenido lugar; lo restante no es de nuestra competencia.. De ninguna manera nuestro objetivo es examinar si Dios puede derogar sus leyes al hacer milagros en el verdadero sentido de la palabra; es una cuestión de teología que no es de nuestra incumbencia, por tanto, que cada uno guarde sus convicciones al respecto, pues el Espiritismo no debe preocuparse de eso; nosotros solo decimos que los hechos producidos por el Espiritismo nos revelan leyes nuevas y nos dan la clave de multitud de cosas que parecían sobrenaturales. Si alguno de los considerados milagrosos encuentran en la Doctrina Espírita una respuesta lógica y una razón de ser, es un motivo para no apresurarse más en negar lo que no se comprende.
Ciertas personas nos critican por dar teorías espíritas que ellos consideran prematuras. Se olvidan que los hechos del Espiritismo son discutidos por muchas personas, precisamente porque los mismos parecen salir de la ley común y porque no se les entiende. Dadles una base racional y la duda cesará. Decid a alguien que haréis un envío telegráfico de París a América y que recibiréis la respuesta en pocos minutos, y él se reirá de vosotros; explicad el mecanismo de proceso y creerá en esto, aun sin haber visto operar el telégrafo. Por lo tanto, la explicación en este siglo, donde no se contentan solo con palabras, es un poderoso motivo de convicción; también vemos todos los días a personas que no han sido testigos de ningún hecho; que no han visto una mesa girar ni un médium escribir, pero se hallan tan convencidas como nosotros, solo porque han leído y han comprendido. Si uno hubiese de creer solamente lo que ha visto con sus ojos, nuestras convicciones se reducirían a muy poca cosa.
- Allan Kardec- Revista Espírita de 1859-
*****************************
,
– Infinito. Supónle límites; ¿qué habría más allá? Esto te confunde la razón, bien lo sé, y sin embargo, tu razón dice que no puede ser de otro modo. Es como el infinito en todas las cosas y no es en vuestra pequeña esfera donde podréis comprenderlo.
Si se supone un límite al espacio, por más lejano que pueda concebirlo el pensamiento, la razón dice que más allá de ese límite hay algo, y así, paso a paso, hasta el infinito, porque, aunque ese algo fuese el vacío absoluto, sería también el espacio.
36 – ¿Existe en alguna parte del espacio universal el vacío absoluto?
– No, nada hay vacío; lo que te parece vacío está ocupado por una materia que escapa a tus sentidos e instrumentos.
EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS. ALLAN KARDEC
El Espíritu humano inmerso en la Ley General de Evolución, camina siempre adelante, en pos de adquirir más y más grados de Perfección, lo que le supone cada vez mayores grados de felicidad.
El Espíritu humano fue creado a imagen y
semejanza del Creador, y no me refiero a
semejanza física ni de materia, porque
como ya comprendimos, Dios no es un ser físico o material, sino que el Ser humano fue creado a imagen y semejanza
ese Ser grandioso y Eterno, al que llamamos Dios, en su parte espiritual que es
infinita y eterna como eterno es el Creador
de todo cuanto existe; por lo tanto, como Seres espirituales que somos, contenemos
en germen todos los atributos Divinos que deberemos ir desarrollando en el tiempo
mediante nuestro esfuerzo y voluntad a
través de un largo proceso evolutivo, alternando fases de existencia en los mundos
inmateriales, con la materia durante las existencias corpóreas en los mundos físicos. Todos fuimos creados
sencillos e ignorantes, pero con todo el potencial necesario para desarrollar
nuestra “Chispa Divina” a través de etapas evolutivas.
Debido a su inexperiencia inicial, el Ser se suele equivocar repetidamente con mucha facilidad durante sus vidas en la materia, lo que le causa un dolor rectificador que le sirve como acicate para corregir sus errores, pero a veces algunos sufren un estancamiento evolutivo temporal y voluntario, por lo que en estos casos el Ser tiene que repetir las mismas lecciones una y otra vez, hasta que termina finalmente por asimilar sus enseñanzas, mientras que otros las asimilan mucho antes.
Recordemos que el modelo evolutivo que tenemos todos los Seres humanos es el de Jesús de Nazaret, al que debemos imitar en sus enseñanzas y ejemplos a lo largo de nuestras vidas.
- Jose Luis Martín-
**********************
No hay comentarios:
Publicar un comentario