INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.- La Mediumnidad intuitiva y la captación de energías
2.- Reflexiones de un hermano: No perder la Esperanza
3.- Clasificación de los Espíritus según su grado evolutivo
4.- Cristo y nuestro proceso evolutivo
5.- Aforismos espíritas y pensamientos destacados
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LA MEDIUMNIDAD INTUITIVA Y LA CAPTACIÓN DE ENERGÍAS
¿La percepción de distintas energías en determinados ambientes y situaciones puede reconocerse como mediumnidad de inspiración o mediumnidad intuitiva?
¿En qué circunstancias puede ocurrir la mediumnidad intuitiva?
En el libro Mecanismos de la mediumnidad: el proceso de comunicación mediúmnica, publicado en portugués por la editorial CPDoc, y recién lanzado en español, en la traducción de nuestro compañero José E. Arroyo, director de la CEPA y de la Escuela Espírita Allan Kardec, de Puerto Rico, intento diferenciar entre lo que denomino vibraciones nominales, provenientes de otra individualidad (el espíritu comunicante) y vibraciones innominadas, que el fruto de la combinación de las vibraciones de millones de seres que forman un amplio espectro vibracional.
La percepción innominada es aquello que Kardec cataloga de inspiración en diversos grados; la búsqueda de un tipo de pensamiento adecuado a cada momento (de angustia, reflexión, añoranza, etc.).
El ambiente energético que se crea en cada situación aumenta la percepción del espíritu, al constituir momentos cuasi mediúmnicos o intuitivos, donde se produce una extrapolación de los límites habituales del alma.
¿Quién no se ha visto sobrecogido por una extraña sensación, por ejemplo, al entrar en un bar, donde se concentran personas, cuyo nivel sensitivo se encuentra afectado por el consumo en exceso de alcohol?
En ocasiones, esa situación es perceptible simplemente al pasar frente del establecimiento, que nos hace experimentar sensaciones que repercuten en nosotros negativamente, con una “energía” distinta a la nuestra, que nos impacta y afecta, aun cuando no consigamos entender ni percibir a ciencia cierta lo que sucede.
No hace falta ser fanático de un equipo de fútbol para percibir distintas “energías” que emanan de la muchedumbre y que se alternan rápidamente entre tensión, dolor, odio, rebelión, alegría, éxtasis… Tampoco hace falta estar absolutamente involucrado emocionalmente con los seres que parten al mundo espiritual para que percibamos los distintos “ambientes energéticos” que se forman en cada una de las cámaras mortuorias de un velorio.
O cuán diferente es la energía de un ambiente donde acaba de suscitarse un grave desastre colectivo, como una pelea, aunque involucre a personas sin ningún tipo de vinculación afectiva con nosotros.
Además, es innegable que las percepciones que provienen de las situaciones antes descritas distan mucho de las que nos embelesan cuando entramos en contacto con el sonido de una orquesta sinfónica o de una melodía que nos “llega hasta el alma”.
O las variadas energías que se captan en diversos lugares, como en un hospital (y sus respectivos departamentos: maternidad, centro quirúrgico, enfermería o emergencia), en una iglesia, en el cementerio, en monumentos históricos o en nuestro propio ambiente de trabajo y hogar
Como bien nos enseñó Allan Kardec, la mediumnidad intuitiva o intuición mediúmnica es la acción intelectual y moral del espíritu sobre el médium (que denomina médium inspirado), que no da señales exteriores de la mediumnidad que posee. (Véase el punto 47 de Obras póstumas).
El filósofo brasileño J. Herculano Pires, al reflexionar sobre el concepto genérico y acuñado por Allan Kardec de que “todos somos médium…”, y en función del modelo propuesto por W.J. Crawford, reconoció formas variadas de manifestación de las potencialidades mediúmnicas, que clasificó como mediumnidad estática y mediumnidad dinámica.
La primera, la mediumnidad estática, concierne a la mediumnidad generalizada y natural que todos poseemos y que es prácticamente imperceptible.
La segunda, la mediumnidad dinámica, es activa. Según J. Herculano Pires, “exige desarrollo y aplicación… se desborda, agitada en fenómenos de captación y proyección”. (Mediumnidad: vida y comunicación. Edicel).
No son las vibraciones innominadas (la percepción de diferentes energías captadas en distintos ambientes) las que están presentes en una comunicación mediúmnica.
En la mediumnidad, el intercambio de vibraciones es siempre nominal, pues tiene como objeto de la transmisión los pensamientos, las sensaciones o las emociones del espíritu comunicante, lo que despierta emociones, no genéricas, sino específicas y ostensibles.
Innegablemente, mientras tanto, es forzoso reconocer que las vibraciones innominadas se constituyen en modalidades genéricas de procesos intuitivos (los distintos grados de la intuición a que me refiero en el libro y que obviamente no se restringen a la intuición mediúmnica) que perciben los seres encarnados por medio de diversos mecanismos psíquicos, somáticos y cognitivos.
En consecuencia, no debe confundirse la intuición y la percepción energética con la mediumnidad intuitiva, a no ser que las consideremos, como J. Herculano Pires, genéricamente, en la perspectiva de la mediumnidad estática.
Por Ademar Arthur Chioro dos Reis – Brasil
Traducción: Conchita Delgado Rivas
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Reflexiones de un hermano
No perder la esperanza
No perder la esperanza no es fácil a veces, solo que por momentos, muchas cosas "te atacan" en la vida diaria y sientes que te hundes. De repente subes otra vez a la superficie, respiras y te das cuenta que respirando haces que todo disminuya el peso que te ocupa por dentro. Vemos que el pensamiento muchas veces es una gran parte del todo que nos rodea, y que también puede hacer que las cosas a nuestro alrededor cambien.
Nuestro pensamiento en ocasiones es como si fueran ondas de radio, que cubre lo que nos rodea o lo que pensamos. Si pensamos de forma positiva, ordenada y ecuánime, podemos ayudar a otros o cambiar nuestro entorno. Esto es así porque lo que enviamos de dentro nuestro es lo que crea nuestro alrededor, aunque no lo veamos. Sólo que es difícil cuando uno se encuentra abatido hacer eso, pues sólo se piensa en lo que nos preocupa y en parte en eso consta la lucha que debemos llevar o aprender a llevar.
Es como no ceder a la desesperación y al abatimiento, teniendo en cuenta que la culminación está ahí, puede que más cerca de lo que creemos y que nuestros esfuerzos no serán en vano pues siempre ganamos para nosotros y para los que amamos.
Tener presente que sólo faltan pasos para completar el proceso, que en ocasiones es algo doloroso, pero que con la confianza en el Padre y en lo que los seres de luz nos dicen, ya tenemos una gran parte ganada, que nadie nos puede quitar.
Resulta difícil seguir adelante cuando uno se siente con deseos de sólo sentarse, mirar al cielo y decir: “Padre ya no puedo más..., ya nada importa…” Sin embargo, la confianza en El, la fe que tenemos en El y en lo que nuestros hermanos de la luz laboran por nosotros y no los vemos, y en lo que nos han dicho, nos hacen decir, no, no puedo sentarme, tengo que seguir, y ganar sin rendirme. Tener presente que las circunstancias no me van a ganar, yo voy a sobrepasarlas, pues ya se agrandará el camino y podré respirar mejor, y la paz completa llegara... paciencia, confianza y fe.
(Reflexión que me envió un hermano)
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CLASIFICACIÓN DE LOS ESPÍRITUS SEGÚN SU GRADO EVOLUTIVO
Toda clasificación exige método, análisis y conocimiento profundo del asunto. Ahora bien, en el Mundo de los Espíritus, aquellos que poseen conocimientos limitados son –como en la Tierra los ignorantes- inhábiles para abarcar un conjunto, para formular un sistema. Sólo de manera imperfecta conocen o comprenden cualquier clasificación. Para ellos, todos los Espíritus que están por encima de su nivel pertenecerán al primer orden, y piensan así porque no se hallan en condiciones de distinguir los matices del saber, la capacidad y moralidad que distinguen a aquéllos, tal como acontece entre nosotros con un hombre rudo que juzga a las personas ilustradas. Incluso los que son capaces de ello pueden diferir en cuanto a las categorías, según sea su punto de vista, en especial cuando una división no tiene nada de absoluto. Linneo, Jussieu y Tournefort tuvieron cada cual su método, y no por esto ha experimentado cambio alguno la botánica. Porque ellos no inventaron las plantas ni los caracteres que las distinguen. Simplemente, observaron las analogías y con arreglo a ellas han formado los grupos o clases. Y bien, así hemos procedido nosotros: no inventamos a los Espíritus ni sus caracteres. Hemos visto y observado, los hemos juzgado conforme a sus palabras y sus hechos, y después los clasificamos por sus similitudes, basándonos en los datos que ellos nos proporcionaron.
Por regla general, los Espíritus admiten tres categorías principales u otras tantas grandes divisiones. En la última, la que está al pie de la escala, se hallan los Espíritus imperfectos, caracterizados por el predominio de la materia sobre el espíritu y la tendencia al mal. Los de la segunda, en cambio, se distinguen por el predominio del espíritu sobre la materia y por el deseo de realizar el bien: éstos son los Espíritus buenos. Y la primera comprende a los Espíritus puros, aquellos que han alcanzado el grado supremo de la perfección. Tal división nos parece completamente racional y presenta caracteres bien definidos. Sólo nos restaba, entonces, hacer resaltar, por medio de un número suficiente de subdivisiones, los matices principales del conjunto. Y es lo que hemos hecho con ayuda de los Espíritus, cuyas bondadosas instrucciones no nos faltaron jamás.
EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS
ALLAN KARDEC
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CRISTO Y NUESTRO PROCESO EVOLUTIVO
( Pintura Mediúmnica )
Ciertamente, mucho se podría escribir sobre la figura de Jesús de Nazaret. Su espíritu es llamado el Cristo planetario, pues este elevadísimo Ser de Luz, fue desde el principio de los tiempos del planeta Tierra, quien tomó la misión encomendada por el Padre para formar y guiar los destinos de un nuevo mundo planetario llamado a ser la morada evolutiva de tantos millones de seres espirituales a través de su andadura humana en la Tierra. Esta fue también la morada evolutiva de otros muchos Espíritus que a él llegaron poco después, procedentes de otro mundo planetario ( parece ser que de un planeta de la estrella Capella en la constelación de Cochero) , que tras su ascenso evolutivo en la escala de los mundos, tuvo que desalojar del planeta capellino, a esos seres que aquí llegaron, porque no habían alcanzado la madurez evolutiva suficiente para poder continuar allí sin perturbar la marcha evolutiva de los demás habitantes que en él continuaron su proceso.
Por lo hasta aquí relatado, la Tierra, ( entonces un mundo primitivo, en sus comienzos), fue el destino al que vinieron trasladados o desterrados, para proseguir aquí su proceso evolutivo ( la alegoría bíblica de los “ángeles caídos”) y a su vez mediante el grado de progreso ya alcanzado en su mundo de procedencia, impulsaron en su avance moral e intelectual a los espíritus primitivos que aquí apenas comenzaban su andadura evolutiva como humanos .
En la incalculable planificación evolutiva de los mundos en general y de la Tierra en particular, el Espíritu de Cristo – Gobernador de la Tierra-, fue enviando a nuestro planeta, en distintas épocas y en el seno de diferentes civilizaciones, antes de que Él mismo encarnara como la figura humana de Jesús de Nazaret, Cristo envió por delante de su propia encarnación en este mundo a otros Enviados también de gran elevación moral, tal como Lao Tse, Krishna, Buda, etc, que fueron preparando a diversos sectores de aquella Humanidad compuesta mayormente por espíritus primarios, de escasa evolución, apenas salidos en su mayoría de su anterior etapa evolutiva en el reino animal, para que pudieran ir madurando al conquistar más grados en el camino de su espiritualidad y así alejar el planeta Tierra poco a poco en su conjunto, de su anterior etapa como mundo primitivo pasando gradualmente a ser un mundo de expiación y pruebas en el que los Espíritus reencarnan para experimentar nuevas pruebas en la materia para su evolución, y también reencarnan para enmendar y corregir los fallos y faltas que quedaron pendientes en vidas anteriores, Esta categoría planetaria es en la que todavía permanecemos..
Desde el comienzo de la noche de los tiempos, una vez asentada la raza humana sobre la Tierra, varios siglos antes de su venida, Cristo preparó al pueblo que designó para concretar su presencia en la Tierra como hombre en la persona de Jesús. Esta preparación estuvo encomendada a los diferentes profetas bíblicos que anunciaron la llegada de un Mesías Prometido por Dios a los primeros hombres de la Tierra, a través de ellos mismos, ilusionando y manteniendo la fe de aquel pueblo elegido para acoger en su seno al Cristo Planetario, que es de señalar, que según revelaciones de Espíritus Superiores, no solo tuvo y tiene aun a su cargo la asistencia el planeta nuestro, sino a todos aquellos mundos que pueblan una gran parte del espacio en donde se sitúa entre otros, nuestro sistema solar .
Unos dieciocho siglos antes de su llegada, la preparación del pueblo judío en cuyo seno Él nació, se concretó más de la mano de Moisés, quien a través de su mediumnidad (Psicografía), recibió las leyes básicas necesarias para que aquel pueblo destinado para acoger la presencia física de Cristo, tuviera la base moral suficiente que, cual tierra fértil, sirviera después para que en ella misma germinase y diese fruto la doctrina de Jesús, extendiéndose después por los confines de la Tierra.
El Maestro Jesús con su enseñanza criticó y combatió el culto exterior de la religión mosáica , formado por apariencias, simbolismos e hipocresías farisáicas, con toda la apariencia religiosa externa , mientras que sus enseñanzas morales destinadas a recalar e impulsar a toda la Humanidad, las fue mostrando y enseñando mediante parábolas para hacerse comprender por aquellas gentes sencillas, dando ejemplo personal de la esencia y profundidad moral de las mismas.
Así, vemos como existe una Primera Revelación , básica plasmada en la Ley de Moisés , y estructurada en los llamados diez Mandamientos de la Ley de Dios que le fueron transmitidos en el monte Sinaí y supusieron una primera toma de contacto con el Plano Espiritual Superior, que así transmitió un concepto elemental de los principios morales básicos, ordenando unas cosas y prohibiendo otras, así como el concepto de la Justicia Divina con la ley del Talión,( ojo por ojo y diente por diente), que no era una ley de venganza divina y aplicable por aquel pueblo tan primario, sino una ley conocida hoy en día como Ley de Causa y Efecto, que es una ley natural.
Jesús – Cristo estableció y nos enseñó la filiación espiritual humana con respecto a Dios, al que nos presentó como Padre, dejándonos con su doctrina las primeras nociones sobre el Amor, la Caridad y la vida futura. Su enseñanza personal como continuación y ampliación de la de Moisés, y mantenida y transmitida, al principio, oralmente, y años más tarde plasmada en los escritos de los discípulos, llamados evangelistas, constituye por lo tanto la Segunda Revelación dejada por Cristo a la Humanidad.
Pero Jesús , sabiendo que ante su enseñanza el ser humano en general aún no estaba lo suficiente maduro para comprenderla en toda su profundidad y plenitud, prometió antes de su partida que nos enviaría más adelante un Consolador que enseñaría en Su Nombre , recordaría la esencia de su doctrina y explicaría otros conceptos que Él no llegó a desarrollar por estar ante un pueblo y unos discípulos, todavía muy atrasados intelectualmente. En efecto, diecinueve siglos más tarde con el avance científico y cultural alcanzado por la Humanidad, apareció a mediados del siglo XIX el Espiritismo de la mano de su codificador Allan Kardec que con ayuda de multitud de Espíritus Superiores bajo la tutela del Espíritu de la Verdad que prometió Jesús nos enviaría como el Consolador , y a través de varias mediumnidades diferentes, le fueron transmitiendo sus enseñanzas a Kardec, contestando a un cuidadoso cuestionario de preguntas elaborado por él y plasmado en primera instancia, en El Libro de los Espíritus, el primero de una saga de cinco libros básicos que componen la llamada Codificación Espírita. Como resultando del análisis y estudio de las mismas, se obtuvo así una profunda doctrina de carácter filosófico, científico y moral; auténtica Revelación Divina, cuya razón de ser no es otra que la aportación de las luces filosóficas , con base en una ciencia de observación del fenómeno mediúmnico, para el desarrollo, aclaración y profundización de la moral plasmada en el Evangelio de Jesús. Por este motivo comprendemos y admitimos que el Espiritismo constituye precisamente aquel Consolador que prometió Jesús , no venido en la figura material de ninguna persona, sino con la enseñanza de multitud de Espíritus que colaboraron con Allan Kardec, dirigidos y coordinados por el “Espíritu de Verdad”, por lo que estas enseñanzas y aclaraciones en esencia forman la Tercera Revelación Crística , que viene a ser la tercera etapa de la Revelación de Dios a la Humanidad.
Se comprende así que la finalidad fundamental de esta doctrina es la de impulsar el ascenso evolutivo de la Humanidad , hasta llegar a convertir la Tierra en un mundo de Regeneración, en el que la Paz , la Armonía y el Amor a Dios y a toda su Creación, serán finalmente la bandera espiritual de una renovada Humanidad.
Por último, he de añadir que en base a los principios de esta Codificación Espírita , la obra de Cristo en la Tierra no ha concluido todavía, pues después de Kardec ha seguido teniendo continuidad su obra con el desarrollo y ampliación de las enseñanzas de su Codificación, a través de nuevas y enriquecedoras comunicaciones, revelaciones, del mundo espiritual, que mediante la mediumnidad de conocidos y ejemplares mediums como Chico Xavier y otros muchos, que con sus obras amplían , profundizan y esclarecen cada día más ,todos los postulados éticos y morales de la Codificación Espírita y del Evangelio de Jesús – Cristo.
Que Él siga siendo Luz y Guía en las vidas de cada uno de nosotros
- Jose Luis Martín-
AFORISMOS ESPÍRITAS Y PENSAMIENTOS DESTACADOS
Cuando se evoca a un pariente o a un amigo, por más afecto que os haya conservado, no es necesario esperar por esos impulsos de ternura que parecerían naturales después de una dolorosa separación: el afecto, por ser calmo, no es menos sentido y puede ser más real que el que se traduce a través de grandes demostraciones. Los Espíritus piensan, pero no obran como los hombres: dos Espíritus amigos, se ven, se aman, son felices al aproximarse, pero no tienen necesidad de arrojarse a los brazos el uno del otro- Cuando ellos se comunican con nosotros por la escritura, una buena palabra les basta y dice más, que frases enfáticas.
- Allan Kardec-
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