lunes, 5 de octubre de 2020

Los Falsos Profetas

  

  INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.- Los enemigos desencarnados (2 de 2)

2.- Cuestión de vida o muerte para el Espiritismo

3.- Proximidad entre el Guía y la persona protegida

4.- Minuto de Sabiduría: ¡ Lo que pasó, pasó!

5.- Los Falsos Profetas




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LOS ENEMIGOS DESENCARNADOS (2 de 2)

Continuación…Viene de la publicación del día 1 de Oct.







  Se pueden tener tanto amigos como enemigos en ambos planos de la existencia. Los del mundo invisible manifiestan su enemistad con acciones de obsesión y subyugación hasta los más altos grados posibles. Estas acciones de los enemigos ocultos son una variedad de las muchas pruebas que debemos afrontar en la vida y que finalmente redundan en nuestro progreso y mejora espiritual. Por eso, cuando las acciones negativas de estos enemigos desencarnados se presenten deberán ser aceptadas con resignación sabiendo que son consecuencia del estado evolutivo inferior en que aún nos encontramos en este mundo. Como se afirma en el Evangelio Espírita, si no hubiese hombres malvados no habría espíritus malvados tan cerca de nosotros al acecho de nuestros defectos que son su puerta de entrada hacia nosotros para ejercer su influencia.

A la vista de lo complejo que es poder defenderse de los obsesores, enemigos desencarnados, lo más coherente es el no tenerlos, no provocando su enemistad desde esta vida en el plano material. Así, en la medida que podamos, deberemos no dar lugar a que ningún enemigo encarnado pase a otro lado de la vida sin antes habernos reconciliado con él, pues la reconciliación cuando se hace desde un mismo plano de la existencia, es mucho más fácil, pero cuando damos lugar a tenerlo que intentar nosotros desde aquí, una vez que nuestro enemigo con su odio ya pasó al plano espiritual, entonces es más difícil, aunque no imposible, de lograr. Mientras tanto no nos quedará más remedio que afrontar sus envites negativos con resignación conscientes de la prueba expiatoria que atravesamos sin poder culpar a nadie sino a nosotros mismos.

En épocas remotas, se sacrificaban a los dioses para agradarlos o apaciguarlos, cosas materiales, animales y hasta víctimas humanas, pero esos dioses enfadados, no siendo otra cosa que espíritus negativos, irritados o con deseos de venganza, no se pueden apaciguar sino por el sacrificio de los propios defectos espirituales que nos hagan superiores a ellos, especialmente el del odio, que sustituye por la caridad, pues esta no solo impide el mal, sino que por lo contrario supone hacer un bien.

Por esto, es fácil comprender que cuando se promueve la idea del amor y del perdón a nuestros enemigos, a los de aquí y a los del otro plano, de este modo se cumple la ley de solidaridad y fraternidad que debe reinar en todos los planos del universo.

Concluyo señalando lo triste que es ver a veces como a personas que ya se fueron de este mundo, se las recuerda con cierta rabia y resentimiento porque perjudicaron a alguien o porque se equivocaron en algo que afecta a la vida y a la relación que tuvieron con este mundo. Cuando encontremos casos así, debemos hablar del amor y del perdón como una necesidad, a quien esté cayendo en este error, haciéndole comprender que debe esforzarse en perdonar y en amar a los demás, no solo en vida, sino también cuando ya se hayan ido de este mundo, aunque solo sea por su propio interés.

- Jose Luis Martín –

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CUESTIÓN DE VIDA O MUERTE PARA EL  ESPIRITISMO

Por Manuel S. Porteiro

¿Quiénes somos? ¿Seres incapaces de la autodeterminación, arrastrados por la fatalidad o totalmente comandados por factores externos?¿Seres completamente libres, dueños absolutos de nuestro destino? ¿O criaturas  humanas dotadas del libre albedrio y responsabilidad, según nuestro grado de evolución espiritual, y subordinadas y leyes naturales y al medio social en que vivimos?

Al abordar el tema que me propongo desenvolver, no obligo la pretensión de responder  satisfactoriamente a las exigencias filosóficas a las cuales, sin duda, tiene derecho el culto lector. No pretendo, tampoco, en un simple trabajo, abarcar en todos sus aspectos un punto de la doctrina  tan vasto y complejo, tan difícil y, sobretodo, tan superior  a mis fuerzas intelectuales como es el libre albedrio y su antítesis, el determinismo, cuando ilustres psicólogos, esclarecidos espiritas han escrito mucho a respecto del problema tan escabroso corresponde a la Psicología  del porvenir, reflejada  en las luces del Espiritismo.

Esta afirmación parecerá extraña, evidentemente, los partidarios del espiritualismo clásico, que creen que el libre albedrio es un punto de la doctrina perfectamente esclarecido, que no puede ni debe ser puesto en duda, porque ha sido considerado por filósofos  y teólogos como un dogma  indiscutible, fundado  en la conciencia universal. También parecerá extraño a los deterministas, que creen  haber resuelto  el problema de la libertad humana, negándola y afirmando el determinismo con las elaboraciones de la fisiopsicologia, con el materialismo histórico o con la ley de causalidad universal.

El Espiritismo, aunque sustente  como fundamento de su moral el libre albedrio no hace de el un dogma infalible ni pone trabas  a la inteligencia de sus adeptos, impidiéndolos de reflexionar, analizar y esclarecer esta cuestión, del mismo modo que no excluye  del análisis sus fenómenos, aunque aceptados en gran parte como producidos por entidades espirituales que vivieron en la Tierra. Por el contrario, la experiencia, el libre examen, el raciocinio son, para el espiritismo, la base de su filosofía, y para el espiritista el fundamento de sus convicciones, aunque, como en toda doctrina racionalista, se diferencie en detalles  en la apreciación de los hechos y de los postulados que de ellos se desprenden.

Nosotros espiritistas, no queremos vencer sustentando un “preconcepto”, como más de un sabio mal intencionado ya dije. Buscamos la verdad y, creyendo estar en la posesión de una partícula de esta, deseamos ilustrar con ella, en la medida  de nuestros conocimientos. Sabemos muy bien  que no hay verdades absolutas, que todas son relativas al grado de capacidad  e instrucción de cada individuo, al desenvolvimiento científico de cada época y al límite trazado  a la inteligencia humana.

Desde este punto de vista abordaremos el tema, no sin antes entrar en algunas consideraciones preliminares sobre la relativa importancia que, a nuestro ver, tiene  para el Espiritismo la solución  de tan arduo problema.

El materialismo tiene aprendido tornar al libre albedrio  en una cuestión de vida o de muerte para el Espiritismo, y es por eso que sobre el fueron dirigidos sus mejores ataques, oponiéndosele  el determinismo en sus diversas formas, inclusive el fanatismo. Y no pocos espiritas, haciendo de esto una cuestión fundamental, ha respondido  a las impugnaciones, acreditando sin duda que, si no somos libres ni responsables por nuestros actos,  la causa del Espiritismo está perdida y su concepto moral aniquilado.

Lejos de pretender debilitar la tesis de la libertad, tal como se desprende de la filosofía espirita. Creemos que, con el libre albedrio o sin el, con la responsabilidad o sin ella, el Espiritismo no sufre ningún debilitamiento  y que el ser humano, tanto hoy como entonces  y  mañana, seguirá igualmente  el curso de su evolución ascendente hasta su destino superior, acredite o no en su libertad moral  y en el merito o desmerito de sus acciones. Eso porque lo que el no hiciera  por su libre voluntad  lo hará a pesar de ella y, sin duda, con más acierto, ya que el Ser omnisciente, que rige los destinos del Universo y de sus criaturas, sabe mejor  de lo que estas  lo que les conviene  a sus fines. Y, aunque el hombre filosóficamente no lo quiera, le dará eternamente  satisfacción por las buenas acciones  y más por los remordimientos de ellas; y donde y cuando quiera  que este haga bien, tal bien será, más tarde o más temprano, meritorio  para su conciencia y la de sus semejantes, recibiendo la justa y natural sanción por todas sus acciones, sea liberal o fatalista.

Es curioso observar la divergencia y el egoísmo que existen  en el campo de la filosofía  de las religiones. Sócrates y Platón, las mayores figuras del espiritualismo clásico, cuya sublime moral se identifica con la moral espirita,  siquiera menciona la voluntad  y el libre albedrio. Epicuro, filosofo sensualista  y en cierto modo materialista, puesto que niega la inmortalidad del alma, es partidario del libre albedrio: “Aunque el acaso lo persiga con las cosas más molestas, las enfermedades y los padecimientos- dijo-  el hombre recto y bueno permanece  libre, feliz pues  puede evitar  todo eso con un movimiento para delante o para tras, escapando así del dolor  y de la perturbación  como el átomo a su destino.”

Traducido por: M. C. R                                                                                   

Trecho de Conferencia proferida en la Sociedad Constancia, no día 5 de junio de 1929, e publicada pela revista “La Idea”, en  1936. Traducción de Ciro Pirondi.


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PROXIMIDAD ENTRE EL GUÍA Y LA PERSONA PROTEGIDA

                          

    Desde el más allá hasta las puertas de la materia cuando llega el momento de la reencarnación, estamos acompañados por nuestro guía. 

Algunos podrían creer que al reencarnar el contacto con este último se interrumpe hasta el final de nuestras vidas. En realidad no lo es. Aunque nuestra condición material es un obstáculo para la comunicación con nuestro protector, este último no obstante está presente y es amoroso en todas las circunstancias para acompañarnos mejor a lo largo de nuestra vida encarnada.

 Entonces, ¿qué es realmente? ¿Cómo nos apoya? ¿Por qué pensar en él y qué impacto puede tener esto para él y para su protegido?

 ¿POR QUÉ PENSAR EN TU GUÍA?

 ESTABLECER PROXIMIDAD ENTRE EL GUÍA Y EL PROTEGIDO Presente en todas las circunstancias, el guía intenta por todos los medios llegar a su protegido. A través de sus pensamientos amorosos, intenta desafiar, acompañar y recordarle al que protege el camino elegido antes de su reencarnación. Consciente de nuestra verdadera naturaleza, nuestras experiencias previas y nuestras elecciones preestablecidas, el guía infunde la fuerza de su amor, tranquiliza y alienta a su protegido a superarse a sí mismo para progresar siempre en la dirección de su encarnación. Frente a las pruebas de la vida, aconseja y apoya a pesar de las fronteras que separan los dos mundos. 

En este sentido, aquí hay un extracto del mensaje de un guía a su protegido: «Siempre soy el que alienta las palabras de lo absoluto en tus noches, el que nunca dejó de proteger y alentar tus reflexiones sobre el verdadero significado de tu vida». «Desde el cielo hasta la Tierra, estamos presentes y nos acercamos a nuestros protegidos. Desde la Tierra hasta el cielo, los hombres nos rezan, esperan por nosotros y pocos comparten la oportunidad que tienen de conocernos y recibirnos. Me conoces, me recibes, tomas la mano que te doy y juntos, siempre, avanzamos. Estoy aquí porque te amo, soy tu guía y tuve que decirte: adelante, porque nunca estás solo». 

Conocer la presencia de su guía y pensar en él es establecer y fortalecer el vínculo de proximidad que nos une. Esto es posible gracias a la telepatía, el lenguaje universal del astral. Por lo tanto, cuanto más se piensa en el guía, más se refina y fortalece el vínculo telepático y romántico establecido con él, lo que le permite llegar a su protegido por completo: 

«El guía es aquel que, independientemente de las circunstancias, vela constantemente por el que protege. Conocer esta presencia como esta función nos empuja a una ventaja definitiva, tanto para el protector como para el protegido, porque este conocimiento crea con más facilidad el vínculo telepático y favorece el encuentro astral». 

«Gracias por tus pensamientos habituales. Gracias por esta conexión que pudiste establecer entre tú y yo, y deseo con todo mi corazón que sea igual para todos los guías porque sin tu pensamiento, sin tu acercamiento, no podemos contactarte por completo. Te amo mi amigo». 

¿CUÁNDO Y CÓMO PENSAR EN TU GUÍA? 

Como el pensamiento viaja instantáneamente al espacio, el guía percibe, escucha y conoce las llamadas de su protegido. Sus pensamientos vibran al ritmo de los nuestros y su apoyo es indudable. Por lo tanto, es posible pensar en tu guía en todas las circunstancias, durante el tiempo de meditación, para pedir ayuda, fuerza o consejo; pero también a través de pensamientos regulares para él que solo fortalecerán el vínculo telepático existente.

 Por supuesto, el guía no es el que ayudará a ganar la lotería o encontrar un lugar para estacionar, pero él es el que estará constantemente presente para el bienestar de su protegido: «Nunca lo olviden, queridos amigos comunicándose con el mundo espiritual, que sus guías están ahí en todo momento y que nunca, nunca, nunca los molestan».

 Además, pensar en nuestro guía para agradecerle durante los momentos felices también es mostrar nuestro amor por quien decidió dedicar una parte de su vida más allá de acompañarnos.

 REUNIONES DIARIAS CON EL GUÍA, LA SALIDA DEL CUERPO NOCTURNA 

Más allá de los pensamientos voluntarios y conscientes que podemos tener con respecto a nuestro protector astral, existe otro fenómeno natural durante el cual nos ponemos en contacto: es la salida del cuerpo nocturna de la que aquí tenemos una definición obtenida por mensaje: «Dormir es una pequeña muerte diaria que permite a todos aprovechar las energías espirituales para comprender mejor su vida física. No hay vida sin espíritu, por lo tanto, el hombre necesita alimentarse del fluido cósmico para equilibrar su encarnación. Un hombre cuyo espíritu y periespíritu nunca escapase del sobre carnal, sería llevado a la muerte por falta de fluido o, lo que es peor, a un coma prolongado. Entonces, todas las noches, los espíritus humanos parten hacia el más allá para encontrarse con su guía y muchos incorpóreos. Aunque el recuerdo de este «viaje» está oscurecido por las barreras del inconsciente, el conocimiento y los estados espirituales adquiridos durante la salida astral tienen una influencia definitiva en el comportamiento del individuo». 

Durante esta emancipación del espíritu, encontramos nuestros guías con los que interactuamos para tomar decisiones y obtener asesoramiento. Sin recuerdos precisos de este viaje nocturno, sin embargo, pueden quedar impresiones e intuiciones al despertar. 

Algunos guías se presentaron para dar testimonio, entre otras cosas, de estos encuentros astrales: 

«Cuando me rezas, al pie de tu cama, estoy presente y te doy la bienvenida con los brazos abiertos para guiarte en esta segunda vida de emancipación nocturna. A veces te llevo a los que amas y quieres encontrar…» «Vivo contigo, durante los días, durante las noches que nos unen para encuentros reales, escapadas espirituales que nutren el alma también encerrada en la densidad material experimentada por tu condición de espíritu encarnado en una esfera de menor evolución pero sin embargo en mutación». «Estoy feliz en este día de poder decir mi propia presencia infinita a tu lado, contigo que visité durante las noches para tranquilizarte». «Te amo y te veo todas las noches en tu llamada». 

Por lo tanto, también es posible pensar en su guía antes de quedarse dormido para programar esta cita romántica porque si la noche es un consejo, sin duda es porque es el fruto de estos encuentros de amor plurales. 

Por Charlotte Bongiraud 

(Traducción del francés al español publicada en la edición castellana de Le Journal Spirite. La Revue du Centre Spirite Allan Kardec de Nancy. Julio – Agosto – Septiembre de 2020) 

 Tomado de Zona Espírita 

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         Minuto de Sabiduría


                                                   

                  
                    ¡ Lo que pasó, pasó !

               No seas esclavo del pasado y de los recuerdos tristes. No revuelvas una herida que está cicatrizada. No rememores dolores y sufrimientos antiguos.¡Lo que pasó, pasó!                                                                    De ahora en adelante procura construir uno vida nueva, dirigida hacia lo alto, y camina hacia adelante, sin mirar hacia atrás. Haz como el sol que nace cada día, sin acordarse de la noche que pasó.

-Cárlos Torres Pastorino-

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                                Los falsos Profetas

     Desde siempre, los que formamos este conjunto de seres que llamamos Humanidad hemos tenido que padecer en todas las épocas, la presencia de los llamados “Falsos Profetas”, que por orgullo, vanidad, afán de lucro, etc, nos han pretendido embaucar con mentiras que han querido hacer pasar como verdades, y para ello no han tenido escrúpulos en  utilizar  apariencias o disfraces de carácter moral, religioso o intelectual, totalmente falsos y solamente para  hacernos creer lo que a ellos les ha interesado o han deseado que creyéramos.

     Toda suerte de “profetas”, adivinadores del futuro y de las cosas ocultas, “magos”, etc. Manipuladores de las mentes de personas de buena voluntad que se dejan engañar por el espejismo de la palabra de personalidades que se dicen divinas o enviadas; capaces de amenazar con infiernos, castigos eternos o toda suerte de desgracias, a aquellos desgraciados que no les crean y cumplan aquello que  de modo más o menos encubierto, se les propone u ordena, ( sobre todo el “aflojar” los bolsillos en su favor, por sus “trabajos”).

     Es evidente  que   todos esos charlatanes, embaucadores y sectarios, siempre han constituido  una plaga moral que ha desengañado finalmente a sus seguidores y víctimas, que  mas tarde han terminado por regresar a la senda de la cordura  y de la razón, que son el auténtico libro sagrado que Dios nos ha dado a cada uno para que hagamos uso de él, o sea, lo que podríamos llamar “el divino don del raciocinio”.

     Solo por la calidad y la clase del fruto, podemos conocer el árbol. Esto quiere decir   que  debemos fijar la atención, no ya en los personajes, sino en lo que en verdad nos ofrecen o en lo que son capaces de ofrecer o dar de sí, comportamientos y palabras acordes con la más sublime enseñanza ética de los grandes Maestros y Guías espirituales que ha tenido esta humanidad, entre ellos, Jesús de Nazaret, al que reconocemos como Guía Supremo de toda la humanidad de nuestro planeta Tierra, y esta enseñanza, en síntesis, no es otra que la del Amor, como poderosa vibración, sentida y realizada hacia todos los seres que nos acompañan en este mundo nuestro.

    Tanto seres humanos encarnados como desencarnados, pueden ser embaucadores, aunque en el caso de los desencarnados no es por obtener un beneficio económico, sino por simple  vanidad, afán de ser admirado, o por simple divetimiento. En todo caso son Espíritus ligeros con la facilidad que profetizan el porvenir y precisan los hechos materiales que no nos está permitido conocer. Los Seres bondadosos y sinceros,  pueden hacer presentir ciertamente  cosas futuras cuando este conocimiento puede ser útil, pero jamás precisan las fechas; todo anuncio de un acontecimiento a época fija es indicio de una mixtificación. Este es otro indicio de fraude; Los que fijan fechas para pronosticar acontecimientos futuros, de modo fijo, se les ve el engaño, porque estas fechas concretas, muy raramente se cumplen.

      ¡ Qué importante es la fuerza del ejemplo!. En la época actual, bajo el pomposo título de creyente o de adepto de  tal o cual religión, nos encontramos frecuentemente con personas  cuyo mensaje muchas veces podemos traducir como: “ Haz como yo te digo, pero no como yo hago”.  Por lo mismo debemos tener presente que hay seres de esta clase, tanto entre los que vemos en nuestro entorno material, como los que no vemos pero que no por eso es menor su presencia e influencia  desde esa otra realidad existencial que es el plano espiritual. Ellos incentivan y alientan  en una aproximación por Ley de Afinidad, a sus homónimos que sintonizan con ellos y ejercen como falsos profetas desde este lado de la existencia.

      Hemos llegado a un punto de madurez racional, moral y científica, en el que ya no nos debe bastar el que alguien de prestigio o renombre afirme una cosa para admitirla sin más  solo por ese motivo. Aquello que se nos pone delante pretendiendo nuestra aprobación o aceptación, solo por el hecho de que lo dice nada menos que “Fulanito”, ya no es lo suficiente garantía como para admitirlo solo en razón del autor de su procedencia. No nos queda otro remedio que analizarlo todo si no queremos que nos sigan dando “gato por liebre”; lo diga quien lo diga y lleve el nombre o apariencia que presente, toda afirmación o consejo de carácter moral e intelectual deberá  siempre pasarse por el tamiz de la razón, puesto que el raciocinio es un don divino que para esto nos lo ha otorgado el Padre mediante el desarrollo de la inteligencia y del conocimiento.

     Vemos a diario como nos llegan noticias e informaciones, que son una mezcla de mentiras adornadas con conceptos de verdad, que si no las analizamos, enseguida las admitimos como verdaderas, cuando en realidad no lo son. Es como el cebo envenenado que tragamos fácilmente si no miramos antes lo que nos dan a probar.

     Por la misma razón, tampoco debemos negar o rechazar nada a priori, porque creamos que no nos interesa. Pensemos y analicemos por nosotros mismos y después, decidamos. No podemos, a causa de tanto engaño, irnos al otro extremo y rechazar todo aquello que nos llegue, negándolo todo desconfiadamente y sistemáticamente.

      La sabiduría que forma la inteligencia, el conocimiento y la experiencia, a partes iguales,  como antes apuntaba, es el  único “libro sagrado natural” que Dios nos da y es el único del que podremos echar mano cuando tengamos dudas ante lo que “nos vende” un posible “falso profeta”.

     Todos estos criterios de sopesarlo y analizarlo todo, no solamente es en lo que se refiere a cosas mundanas, para que no nos hagan creer fácilmente cuentos de niños, sino en lo referente a cualquier asunto, filosófico, religioso, moral, político, social, etc.

- Jose Luis Martín-

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