martes, 13 de octubre de 2020

La doctrina del Espiritismo

   INQUIETUDES  ESPÍRITAS

1.- El Periespíritu y los miembros fantasmas

2.- ¡¡¡ Es míooo !!!

3.- El verdadero cambio interior

4.- La doctrina del Espiritismo

5.- Hay quien niega la Reencarnación




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El periespíritu y los miembros fantasmas


El periespíritu y los miembros fantasmasEl profesor Ernesto Bozzano, en su libro «Desdoblamiento – Fenómenos de Bilocación», se refiere a la idea de integridad en los amputados que experimentan la sensación perfecta de la existencia de la parte del cuerpo que les fue retirada.
En su obra, Bozzano invoca el testimonio de notables fisiólogos, entre los cuales figuran Weir Mitchell, Bernstein y Pitres, que así se manifestaron sobre este importante asunto:

 

“Las ilusiones de los amputados son  un hecho normal;…”

 

En efecto, para Piset, que realizó sus investigaciones con soldados de la primera guerra, entre 450 amputados solamente 14 no presentaron el fenómeno de miembro fantasma. La ilusión solamente faltaba en uno cada 30 casos. Casi siempre la ilusión sobrevenía luego de la cirugía; incluso, algunas veces ocurría más tarde, pero siempre en un tiempo bastante próximo.
El profesor William James, Psicólogo, investigó seriamente en ese campo llegando a notables y lúcidas conclusiones, que corroboran aquellas otras hasta entonces afirmadas. El profesor James, en sus trabajos, hace referencia a un trecho de una obra del fisiólogo A. Valentim, según el cual se puede admitir que «las sensaciones de integridad” también existe en los casos de deformaciones congénitas de miembros, como por ejemplo:

 

«Cierta joven de 15 años y un hombre de 40, los cuales sólo poseían una mano normal, ya que la otra presentaba, en lugar de los dedos, ligeras prominencias carnosas, sin huesos, y tenían la sensación precisa de doblar los dedos inexistentes todas las veces que doblaban el muñón informe”.
El profesor Bozzano fue aún más adelante en sus investigaciones sobre los«miembros fantasmas», añadiendo:
“Me resta, demostrar que se llegó también a obtener una  fotografía  del  brazo  fluidico  de un amputado y eso graciasal magnetizador Alphonse Bouvier. En el ‘Journal du Magnétisme’, julio de 1917, Bouvier publicó la larga relación sobre el modo por el cual llegó a fotografiar un miembro amputado, relación  ilustrada con un buen cliché donde aparece la sombra fluídica de un brazo ausente’, y, diríamos, la presencia de la ausencia..”
En los libros: «Gestalt Psychology” (N. Y., 1950) de F. Katz, y «Phantoms in Patients with Leprosy and Elderly Digital Amputers» (N. Y., 1956), de P. Simmel, son relatados casos referentes a amputaciones normales y de miembros en los leprosos. De acuerdo con las observaciones de los investigadores, los pacientes, después de la amputación de brazos y de piernas, comenzaron a constatar la presencia de la parte amputada, llegando a moverla y a sentir hormigueo en aquel lugar. Y aún más: la percepción puede durar, no sólo largo tiempo, sino también toda la vida. F. Katz, por su parte, afirma: «Si una persona, con una pierna amputada, llega a una pared, ella parece atravesarla… la ley de la impenetrabilidad de la materia juzgo que no se aplica a este caso”.
Por otro lado, la declaración de P. Simmel no es menos valiosa, cuanto a comprobado la existencia del“periespíritu”«después de mis experiencias con leprosos, verifiqué que la pérdida gradual de las partes del cuerpo por absorción, por ser lenta y demorada, no produce fantasmas, y lo más notable es que, en una amputación de restos de dedos y pies, estos se reproducen no como las partes que había, pero, sí, perfectas, esto es, como antes de la absorción”.
Cuenta un hecho interesante: «(….) cuando se despertó de la anestesia, procuró agarrarse el pié. La sensación de existencia del miembro amputado persistía, y el paciente olvidándose, intentó pisar y cayó. Decía más tarde, que podía movilizar los dedos fantasmas (…)”.
No teniendo en este punto nada más que agregar, a pesar de ser autoridades en su especialidad, ciertos fenómenos escapan del dominio de su raciocinio, ya que se colocan, apenas, al nivel de la materia tangible, sensorial…
Más allá de las experiencias supracitadas,  surgen  otras  más sorprendentes y que vienen a ratificar a este espírita que «las sensaciones, emociones e impulsos no se localizan en el cerebro, como quieren los fisiólogos y psicólogos, y, sí, en el Espíritu”.
En la obra «Espiritismo Dialéctico” (1960), del pensador espírita argentino Manuel S. Porteiro, encontramos hechos asombrosos para los psicólogos, mostrando, claramente, que los individuos con lesiones graves, incluso en los centros nerviosos, continúan comportándose naturalmente:

 

 1) Caso presentado en la Academia de Ciencias de Paris por el Dr. Aguepin, el 24 de Marzo de 1945: «Después de operar un soldado que había perdido enorme parte del hemisferio cerebral izquierdo (sustancia cortical y blanca, núcleos centrales etc. ), comprobó que el mismo continuó con su comportamiento normal, a despecho de las lesiones y pérdidas de circunvoluciones básicas para las funciones esenciales”.

 

 2) Tamto Lisboa, llamado el Lusitano, publicó, en su libro «Práctica Médica”, de finales del siglo XVI, el siguiente caso: «Un niño de 10 años recibió un fuerte golpe en el cráneo, que cortó el hueso y la membrana meníngea, con pérdida de masa encefálica. Al contrario de lo esperado, la herida cicatrizó. Tres años después, moría hidrocéfalo. El cráneo fue abierto y, para espanto de los médicos, no se encontró el cerebro: en su lugar había líquido. Ese hecho fue considerado extraordinario, pues el niño vivió durante tres años en esta situación con  plenitud de sus facultades psíquicas…”.
Para explicar éste y otros casos análogos, los materialistas recurren a la hipótesis del fisiólogo francés Pierre Flourens, según el cual un hemisferio cerebral podrá suplir la falta de otro. Y qué dirán en cuanto a la ausencia total de la masa encefálica? Ahí es que el materialismo se ve obligado a ceder terreno a la Ciencia Espírita y, no sólo en esos fenómenos, sino también en otros, estudiados por la Psicología de manera carente o insatisfactoria, como, por ejemplo, la doble personalidad.
Con el Espiritismo, se puede llegar a una conclusión: ir más allá e interpretar lo inexorable, esto es porque la respuesta está en nosotros mismos, en el conocimiento de la esencia del ser humano y de las partes en que está compuesto!

 

(“Jornal Mundo Espírita” Octubre de 1998 – Carlos Bernardo Loureiro – )

 Traducción Dra. Claudia M. Maglio-Esteban https://wwww.espiritismo.es


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    ¡¡¡ Es mioooo !!!


Alguien tenía una pequeña conversación dentro de mi pensamiento y me preguntaba…:

¿De quien es este reloj?...

-¡Pues de quien va a ser!... mio contesté yo.

Y el coche que tienes en el almacén, ¿de quién es?...

-¡También es mió!...

¿No me dirás que el ordenador también es tuyo?...

-¡Pues claro! Estas cosas las he comprado y son mías.

¿Entonces me dirás que la casa la has comprado  y que también es tuya?...

-Pues sí, aunque parezca raro así es.

-Entonces tu cuerpo, ¿de quien es? Quizá me dirás que también es tuyo, que lo has comprado a un precio caro.

-Durante unos momentos no supe que responder, ya que no sabia a quién pertenecía mi cuerpo, mas pronto vislumbré que el cuerpo era mió, ya que Dios me lo había dado para mi evolución, por lo tanto, con mi cuerpo mandaba yo, y podía hacer con él lo que yo quisiera.

-Entonces, cuando tienes una enfermedad y tu no la puedes curar, ¿Quién manda en él?... cuando tu cuerpo desfallece, ¿Por qué no mandas en él y le exiges que continúe?... No seria más correcto el pensar que Dios te ha prestado tu cuerpo para tu evolución, y que cuando el cuerpo termina su misión vuelve al punto que partió. El cuerpo no es tuyo, ya que al fallecer, ¿podrías continuar haciendo uso de él? Mas no es así, o sea, el cuerpo no te pertenece, tan solo es una herramienta prestada para tu propia evolución.

Tenemos ya como punto de partida, que tu tienes algo que no te pertenece y que tan solo está prestado…

- Pero este simple reloj… ¿si que será mió?

¿Con que has comprado el reloj?

- ¡Con que va a ser!... con dinero

¿Y el dinero… de quién es?...

- ¡De nuestra nación!

¿Y tu nación, de quién es?

-Parece ser que no puedo tener ni un simple reloj.

-Ahora recuerdo que antes me habías citado que el coche era tuyo.

-Esto no me lo podréis negar, ya que ha sido ganado limpiamente con el sudor de mi frente.

-Yo no te llevo la contraria, solo citaré una anécdota, que este simple caso ocurre muchas veces…

Un señor va con toda a ilusión a comprarse el mejor coche que existe en el mercado, pero le dice al comerciante… ¡quiero que sea también el mas seguro! Le piden mucho dinero, la cual él paga muy gustosamente. Se pone en carretera y piensa ¡Cuánto trabajo he tenido que realizar! ¡Cuánto he tenido que ahorrar! Pero al fin podré gozar de la libertad, de la velocidad, de la seguridad… En unos momentos suena el móvil y atiende la llamada, esta se hace extensa y se olvida del vehículo. En una pequeña distracción, concentrado con la conversación del teléfono, se le acerca una curva muy cerrada  en la cual no le es posible mantener su vehiculo… la libertad, la velocidad, la seguridad, todo se pierde en unos instantes. El cuerpo queda aprisionado en un montón de chatarra. El Espíritu vuela al más allá, observando como aquella ilusión se desvanecía, dándose cuenta, que aquel hermoso coche, vuelve a su punto de origen. Mi pregunta es la siguiente… ¿Por qué no se lleva este señor lo que le pertenece? ¿Por qué ha de dejarlo todo aquí?... Porque todo es de Dios, a Él todo le pertenece.

-Entonces… ¿mi casa de quién es? Pregunto dentro de la duda.

-La habrás podido comprar, o quizá la hayas heredado de tus familiares, quizá tus hijos la heredarán de ti, pero la casa continuará estando aquí, se reformará, se restaurará, pero como toda materia, tiene su principio y su fin.

-O sea, ¡que me está diciendo que ni la casa es mía!

-Pues no, todo pertenece a Dios.

-Aquí existe un error, puesto que si yo no trabajo, no gano dinero, y si no gano dinero, nadie vendrá a darme absolutamente nada.

No, así no es, tú trabaja honradamente, que Dios ya te irá dando aquello que te haga falta en su momento oportuno.

Cuando el matrimonio compra una casa y va al notario para arreglar la escritura y os pregunta… ¿A nombre de quién ponemos la casa?......... Responded siempre…. “A nombre de Dios”.

Escrito por: José Modesto Garcia
( Tomado de Centro de Estudios Espíritas de Cambrils)


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EL VERDADERO CAMBIO INTERIOR

Después de los numerosos temas tratados con la intención de disfrutar de una vida mejor, hemos venido comprendiendo que para ello es necesario realizar un cambio auténtico y real de aquellas características de nuestra personalidad que están impidiéndonos que así sea, mejorando nuestras capacidades para conseguir ese cambio interior que tanto necesitamos.

Avanzamos muy poco como sociedad porque casi siempre esperamos que sean los otros los que cambien, que sean los demás los que realicen ese esfuerzo, ya que esa es la postura más cómoda por nuestra parte y en el fondo es la que más nos seduce. Si todos esperamos el esfuerzo ajeno, ¿quién va a cambiar para mejorar la sociedad? ¿Alguien nos va a mejorar a nosotros?

El verdadero cambio interior debe comenzar por mí, aunque ello me suponga esfuerzo y signifique reconocer que algo no estoy haciendo bien, y esto no es tan sencillo como parece porque cuesta bastante. Cabe resaltar que ese cambio que tanta resistencia nos ofrece es precisamente el que nos realiza, porque se traduce en una mejor situación personal en la vida. Y precisamente por eso es tan transcendente y necesario hacerlo por nuestra parte.

Como las personas hacemos únicamente aquello que deseamos hacer y no hacemos lo que no deseamos, para transformar cualquier aspecto de nuestra personalidad es imprescindible querer hacerlo con absoluta firmeza y convicción, estar motivados y sentirnos comprometidos, lo que va a conseguir que el triunfo sea más fácil. Si no se desea es imposible trabajar para lograrlo, porque en ese principio emocional que no podemos obviar, por la transcendencia que tiene en el momento de actuar, está la clave del éxito o el fracaso. Querer cambiar debe traducirse en voluntad de hacer lo que queremos para lograr conseguirlo, planificando la proyección de nuestra vida.

Adentrarnos en ese mundo de posibilidades inmensas que es nuestro interior con todas sus potencialidades y recursos requiere sinceridad por nuestra parte y mucha objetividad, ya que es la única forma de reconocer cuáles son nuestras verdaderas necesidades y comprender cuáles son las trabas y dificultades que están impidiéndonos una mejor calidad de vida. Esas fuerzas pueden cambiar nuestra capacidad de vivir, de aquí la importancia de que seamos capaces de reconocerlas y comprenderlas lo mejor posible.

El cambio interior puede ser vivido como una aventura donde vamos descubriendo tanto entorpecimientos como necesidades y potencialidades, para conformar nuestro carácter hacia un mejor desarrollo de nuestra personalidad. Decimos lo de aventura por cuantas novedades podemos ir vislumbrando y comprendiendo, pero nunca va a estar exenta de realidades ni del trabajo que conlleva cualquier cambio debido al esfuerzo que es necesario para modificar nuestras tendencias más acentuadas.

Esa labor interior es de suma importancia porque sirve para innumerables aspectos, de los que vamos a detallar algunos.

Mejorar nuestra personalidad/carácter. El cambio interior consiste precisamente en mejorar nuestra personalidad, transformando las características que nos perjudican por aquellas otras que nos benefician. Nuestro carácter suele tener formas de ser que dificultan mucho el buen desarrollo de nuestra personalidad, ya que hay veces que nos deja anclados a egoísmos que entorpecen el comportamiento adecuado para que se manifiesten las cualidades positivas que pueden engrandecer nuestra vida. Mejorar nuestro carácter, nuestra forma de ser, es mejorar nuestra vida. Si alguien tiene dudas sobre ello, conviene meditar detenida y sinceramente sobre el tema, porque muy posiblemente que terminen desapareciendo.

Equilibrar nuestra vida. Al modificar las cualidades que más nos perjudican consiguiendo desarrollar aquellas otras que nos benefician vamos adquiriendo un mayor equilibrio interno, que se va a terminar manifestando en nuestros actos diarios, lo que ayuda y mucho a tener mayor satisfacción. Aprenderemos a vivir más concentrados en nuestros actos, siendo por tanto más conscientes de nuestras realidades, nuestros problemas y nuestros logros.

Todo ello genera un mayor estado de confianza en uno mismo. Cuando comprobamos que somos capaces de marcarnos unos objetivos y aplicamos la fuerza de voluntad para conseguirlos, ante nosotros se abre un mundo de posibilidades, ya que nuestra seguridad crece y experimentamos la sensación de la victoria. Entonces comprendemos que no hay ningún imposible en los cambios internos que deseemos realizar.

Tener más fortaleza. Afrontar los retos y situaciones difíciles que tenemos con comprensión, deseo de aprendizaje, ilusión y voluntad de superación nos dará esas fuerzas internas que necesitamos para conseguirlo. Realizar las cosas con entusiasmo pone en funcionamiento esas fuerzas psíquicas positivas que dan más vigor a todo lo que se hace en el día a día y generan un ambiente optimista a nuestro alrededor muy importante. Sentirse ilusionado ayuda a tener la fuerza suficiente para romper todas las barreras y superar los obstáculos que dificultan el desarrollo de la persona. Es una actitud positiva que sirve para movilizar nuestra fuerza interior.

Encontrar las soluciones a mis problemas a tiempo, antes de que sus dimensiones superen mis capacidades reales para afrontarlos, es algo que debo tener muy en cuenta. Cualquier situación que pueda causarme dolor es más sencilla de solucionar en sus orígenes, en sus primeros momentos, que no luego, cuando el problema ha alcanzado una dimensión que sobrepasa mis posibilidades de solución.

Armonizar nuestros actos. Vivir estados de paz y equilibrio da una estabilidad mental y emocional que permite observar y comprender los aspectos más importantes de nuestra vida y vivirlos adecuadamente en cada caso. Una mente despejada aporta claridad y creatividad al pensamiento, y un estado emocional positivo da armonía e impulso a nuestras acciones. Vivir con sensatez y mesura los diversos estados que nos acontecen da ese equilibrio que tanto satisface interiormente.

Adquirir conocimientos y sabiduría. El conocimiento siempre aporta claridad en el quehacer diario, es luz sobre la oscuridad, entendimiento ante la ignorancia. Conviene leer, informarse, investigar y, sobre todo, practicar el discernimiento ante todo lo que nos llega, pues no todo tiene ese sentido positivo que necesitamos. No se debe creer por creer sino analizar y comprender con el fin de aceptar, y utilizar aquello que nos pueda ser de verdadera utilidad.

El conocimiento se va convirtiendo en sabiduría a medida que lo vamos poniendo en práctica y experimentando por nosotros mismos. Saber que ante un cáncer de pulmón el tabaco me perjudica mucho, y seguir fumando solo es conocer las consecuencias de un acto; en cambio, dejar de fumar porque soy consciente del daño que me inflijo es la sabiduría que me va a ayudar de verdad. El conocimiento por sí mismo, sin el respaldo de la realización personal, no hace más que expresar la escasez de mis recursos personales.

Desarrollar la conciencia. Cuanto mayor sea nuestra comprensión sobre los acontecimientos y nuestra respuesta hacia ellos, mayor será nuestro grado de conciencia en la vida, lo que nos va a apoyar en cada paso que demos. El desarrollo de la conciencia atrae la intuición, y cuando se unen, la claridad y la comprensión de todo cuanto vivimos y nos afecta es tan grande que las dificultades se convierten en oportunidades y el sufrimiento se transforma en tranquilidad. La conciencia se desarrolla con nuestras mejoras internas, y estando presentes en lo que se hace, sus consecuencias y la comprensión profunda de las mismas.

Ante todo este reto que se nos presenta, lo más práctico es ir afrontando cambios accesibles y asumibles por cada uno de nosotros, en la medida de nuestra capacidad de comprensión de las cosas. No podemos olvidar que el avance siempre será progresivo y se va asentando según lo vamos asimilando. Lo importante es avanzar siempre y nunca desanimarse cuando nos enfrentemos a dificultades de mayor calibre, porque son precisamente estas las que más requieren de nuestras cualidades y, por tanto, las que más nos desarrollan.

Es importante tomar la decisión de mejorar nuestra vida porque ese acto y esa comprensión interna ya están consiguiendo que toda nuestra personalidad y nuestras potencialidades se alineen en nuestro favor para conseguirlo. Después ya iremos viendo y comprobando cómo vamos avanzando más de lo que imaginamos. Aquí no es importante la prisa sino la continuidad, porque es esta la que nos permite avanzar con la progresión y el ritmo adecuados. Vivir no es limitarse a dejar correr los acontecimientos sino esforzarse por cambiar los condicionantes de la vida que hay a mi alrededor.

Cuando comenzamos un reto determinado puede parecernos inalcanzable; mas, si verdaderamente ponemos en marcha nuestro deseo y movilizamos nuestro interior, en la mayoría de las ocasiones nos daremos cuenta de que la montaña se ha convertido en un pequeño grano de arena fácil de superar. Pero, en aquellos casos en que cuando comenzamos nos sigue pareciendo como algo inalcanzable para nosotros, probemos a dividirlo en etapas, en objetivos parciales más fáciles de conseguir, y veremos cómo una vez vamos alcanzando esos logros nuestra perspectiva y nuestra actitud serán más positivas. Con el tiempo iremos comprendiendo que un cambio tan sencillo, como es mantener una actitud positiva hacia todo lo que nos ocurre, va a mejorar nuestra vida de forma importante.

La vida tiene bellezas ocultas que debemos aprender a ver. Si la miramos con pesimismo solo veremos la parte negativa de las cosas, lo que nos impide observar los maravillosos valores ocultos que portamos en nuestro interior. Acostumbrados a sacar conclusiones de las simples apariencias, nos quedamos en la parte externa y juzgamos con fundamentos equivocados. En todas las cosas, en cada persona están esas bellezas ocultas, valores íntimos que descuidamos, no vemos y no potenciamos. Valorar a las personas en su justa medida, desarrollar nuestros mejores valores, sentirnos parte de la vida y vivir afrontando aquellos acontecimientos que nos suceden con una actitud positiva nos dará el equilibrio y la armonía que necesitamos para vivir mejor.

Antonio Gómez Sánchez-  Amor, Paz y Caridad

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La doctrina del Espiritismo


86. ¿Cómo se nombra el conjunto de las enseñanzas que acabamos de exponer?
− El conjunto de estas enseñanzas se nombra Espiritismo, o espiritualismo experimental.
87. ¿Qué significa la palabra Espiritismo?
− Significa ciencia del espíritu, porque son los espíritus mismos quienes nos las revelaron.
88. ¿Por qué espiritualismo experimental? 
− Porque esta doctrina se basa en hechos positivos, controlados por la experimentación científica.
89. ¿El Espiritismo es una ciencia o una creencia? 
− El Espiritismo es a la vez una ciencia positiva, una filosófica, una doctrina social; es también una creencia, pero basada en la ciencia experimental.
90. ¿Es una ciencia, una filosofía, una doctrina, una creencia nuevas? 
− De ninguna manera; es la ciencia íntegra, la filosofía humana, la doctrina universal. Es vieja y nueva, como la Verdad, que es eterna.
91. Pruebe que el Espiritismo es una ciencia. 
− El Espiritismo es una ciencia porque reposa en principios positivos de los que se puede sacar deducciones científicas indiscutibles. Además, es la misma razón de la ciencia, porque la ciencia que no alumbra al hombre sobre su naturaleza íntima y sobre su destino es sólo una ciencia incompleta y estéril, como el positivismo. Entonces, el Espiritismo es la ciencia completa del hombre; le señala su verdadera naturaleza, su principio fundamental, su destino final, y por consiguiente se esfuerza, dándole toda luz a la vida, por hacerle más feliz y mejor.
92. ¿Cuáles son las pruebas científicas actuales del Espiritismo? 
− Las pruebas actuales del Espiritismo son los descubrimientos recientes de la radioactividad de todos los cuerpos y de todos los seres, la hipnosis, el magnetismo, los fenómenos múltiples de la telepatía, del desdoblamiento, los fantasmas de los vivos y de los difuntos, en una palabra todo el conjunto de los fenómenos de orden psíquico. Los descubrimientos futuros, de los que éstos son sólo el prefacio, darán al Espiritismo experimental una consagración definitiva.
93. Ya que el Espiritismo es una ciencia positiva, ¿por qué encuentra tanta contradicción, tanta hostilidad entre los sabios? 
− El Espiritismo es combatido, en general, sólo por los sabios oficiales, precisamente porque es una revolución en la ciencia oficial. La inmensa mayoría de los sabios libres e independientes son, por contra, favorables al Espiritismo y cada día vienen a incrementar nuestras filas. El Espiritismo experimental ha sido reconocido de utilidad pública; numerosos institutos psíquicos se crearon en los grandes centros intelectuales de Europa y del Nuevo Mundo. La ciencia, liberada de los métodos caducos y las rutinas seculares, en un futuro próximo, será totalmente espiritualista.
94. ¿Cómo el Espiritismo, que es una ciencia, es al mismo tiempo una filosofía y una moral? 
− Porque el Espiritismo es una ciencia eminentemente práctica, que enseña a los hombres las dos grandes virtudes en las cuales reposa toda la moral humana: la justicia y la solidaridad, es decir el progreso en el orden y el amor.
95. ¿Acaso el cristianismo no explica esta moral? 
− Si, es la moral universal escrita desde todos los tiempos en la conciencia humana. Jesús la enseñó al mundo hace veinte siglos, pero los sacerdocios y las teologías la desnaturalizaron y fue alterada por adiciones interesadas o interpretaciones sutiles. El Espiritismo le restituye su primera pureza, lo apoya con pruebas sensibles y la presenta al género humano con toda la amplitud que conviene para su evolución actual y sus progresos futuros.
96. Sin embargo, toda moral pide una sanción, es decir, una recompensa por el bien, un castigo para el mal. 
− La recompensa del bien consumado, es el bien mismo, como el castigo del mal empleado es la conciencia de haberlo hecho con premeditación, de donde el remordimiento. El espíritu humano mismo es su propio remunerador o su justiciero. Dios no castiga ni recompensa ni a nadie. Una ley inmutable, una justicia inmanente dirigen tanto el orden del universo como las acciones de los hombres. Todo acto consumado trae sus consecuencias. Dios deja al tiempo el cuidado de traerlas.
97. ¿Entonces no hay cielo ni infierno? 
− El cielo o el infierno están en la conciencia de cada uno de nosotros; toda alma lleva en sí y consigo su alegría o su pena, su gloria o su miseria, siguiendo sus méritos o sus deméritos.
98. ¿Entonces, por qué hacer el bien y evitar el mal, si no se es recompensado por lo uno con el cielo, ni castigado por lo otro con el infierno? 
− Hay que hacer el bien y evitar el dolor, no con en el fin egoísta de una recompensa ni por el temor servil a un castigo, sino únicamente porque es la ley de nuestro destino y la condición necesaria para nuestro adelanto. El progreso de los seres es el resultado de su esfuerzo individual, así se desvanecen el dogma injurioso de la gracia y la teoría fatalista de la predestinación.
99. ¿Cómo formula usted la ley del destino? 
− Cada uno de nuestros actos, bueno o malo, dijimos, recae sobre nosotros. La vida presente, feliz o desgraciada, es la resultante de nuestras obras pasadas y la preparación de nuestras vidas futuras. Cosechamos, matemáticamente, a través de los siglos, lo que sembramos. La memoria de nuestras vidas anteriores se borra en el momento de la vuelta del alma a la carne; pero el pasado subsiste en las profundidades del ser. Esta memoria se reencuentra a la muerte y hasta durante la vida, cuando el alma se libra del cuerpo material, en diferentes estados del sueño. Entonces, el encadenamiento de nuestras vidas y, como consecuencia, el de las causas y los efectos que las rigen, se reconstituyen. La realización en ella de una ley soberana de justicia se vuelve evidente para nosotros.
100. Acabamos de ver que el Espiritismo es una ciencia positiva y una filosofía moral. ¿Cómo es además una doctrina social?
− Porque el Espiritismo bien comprendido y bien practicado vuelve al individuo mejor, y es únicamente por el mejoramiento del individuo que se puede obtener el de la sociedad.
101. ¿Cómo el Espiritismo vuelve mejor al individuo? 
− Consagrándosele la verdadera noción de la vida y por lo tanto la de su destino; es decir haciendo la educación moral del hombre individual y del hombre social.
102. ¿Pero la sociología y el socialismo modernos no hacen la misma cosa? 
− Desgraciadamente hacen lo contrario. El socialismo actual ve en la existencia presente sólo lo que llama "la concurrencia vital", es decir lucha por la vida. Esta teoría es peligrosa porque consagra el materialismo, excita los apetitos, desencadena las codicias, legitima todos los atentados y trae la anarquía. No se refiere más que al bienestar material, es decir la vida del cuerpo, y no tiene nada en cuenta del destino inmortal del espíritu.
103. ¿Cómo la doctrina espiritista corrige este error de socialismo? 
− El Espiritismo le demuestra al hombre que su vida presente es sólo un eslabón de la larga cadena de sus existencias. Por consiguiente, debe considerarla sobre todo desde su punto de vista real, el de la educación del alma, y no por las ventajas materiales que nos ofrece, éstas que no pueden, si abusamos de ellas, más que retrasar nuestro adelanto y nuestra felicidad verdadera. ¿Esta única consideración no es ya uno de los mejores argumentos a favor de la moderación de los apetitos, y la más segura de nuestras certezas sociales?
104. ¿Cómo comprende el Espiritismo la solidaridad humana? 
− En su noción más alta y más extensa. Cada hombre debiendo renacer para reparar sus faltas o perfeccionar su vida sobre la misma tierra, que es el campo de batalla de sus luchas y el terreno de sus trabajos, ¿no tiene todo el interés en hacer allí el bien a su alrededor, en querer a sus semejantes, a prestarles ayuda para prepararse un regreso feliz a este mundo de pruebas? El hombre comprende, gracias a las enseñanzas del Espiritismo, que trabaja para sí mismo consagrándose a los demás: es el principio de la verdadera solidaridad por el sacrificio individual, de donde resulta el beneficio colectivo. Si esta doctrina fuera comprendida y aplicada concienzudamente, solamente durante 24 horas sobre Tierra, el problema social sería resuelto definitivamente.
105. ¿No es este punto un sueño, unas de esas utopías acariciadas por los espíritus quiméricos, pero imposible de realizar? 
− Los hechos están ahí para probar la posibilidad de realizar esta doctrina social. Existen en Bélgica y en Francia grupos espiritistas de obreros, y sobre todo mineros, que funcionan desde hace quince o veinte años. Cada domingo, se reúnen para escuchar las enseñanzas de los espíritus protectores y las comunicaciones del más allá. Cada uno de estos trabajadores humildes participa del evangelio de los invisibles. Algunos han curado completamente sus pasiones y corregido sus vicios; todos ellos son consolados, instruidos, reconfortados y se vuelven mejores. Estos hombres, en otro tiempo incultos y groseros, ahora son alumbrados sobre los problemas del destino y de la vida eterna. Las voces de ultratumba, la de sus amigos, de sus parientes, les aprendieron más que los sermones del sacerdote o las declamaciones del sofista y del retórico. Un día, y este día no tardará en venir, estas comunicaciones del mundo invisible se harán la religión de los pueblos y la de la humanidad; un nuevo principio educativo social será revelado al mundo, y la paz, la justicia, la fraternidad reinarán entre los hombres.
Leon Denis 
Extraído del libro "Síntesis doctrinal y práctica del Espiritismo"

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Hay quien niega la Reencarnación

Personas hay que rechazan la idea de la reencarnación por el solo motivo de que no les conviene, alegando que ya tienen bastante con una única existencia que no querrían empezar de nuevo otra similar... Conocemos a algunos a quienes el solo pensamiento de reaparecer en la Tierra les exaspera.

Sólo una cosa les preguntaremos: si creen que Dios ha tomado en cuenta su opinión y consultado su gusto para ordenar el Universo. Ahora bien, una de dos cosas: o la reencarnación existe, o no existe.. Si existe, en vano se sentirán contrariados, pues deberán ajustarse a ella, y Dios no va a pedirles permiso para ello..
EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS
ALLAN KARDEC

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