viernes, 31 de marzo de 2017

La mediumnidad en el Espiritismo





Contenido de este blog en este día:


- El camino de las virtudes
-La mediumnidad en el Espiritismo
- El objetivo de la vida
- Dictado de un Espíritu



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EL CAMINO DE LAS VIRTUDES

.El monge y místico, escritor Thomas Narton, escribió:

   Debemos recordar el principio de que Dios quiere que tengamos determinados deseos y placeres. No podemos vivir en la verdad si sospechamos automáticamente de todos los deseos y de todos los placeres. Aceptar nuestra condición humana es humildad, rechazarla es orgullo.

Estudiando la , espiritualidad a través del chamanismo todos esos años, percibí el esfuerzo que muchos seres humanos hacen para sustentar aquello que  no son. Pierden el tiempo en la Rueda de la Vida, ilusionados, dejando de buscar aquello que son en verdad y rescatar su verdadera misión en la Tierra. Juegan a vivir.
Nosotros, seres humanos, nos creamos un mundo Virtual. Pero, con todo ese conocimiento acumulado, no descubrimos todavía nuestros misterios, los misterios que se encuentran en el interior de las personas con las que nos relacionamos todos los días.
 Después de dar una vuelta por varios estudios espiritualistas, compartiendo los entendimientos de ese estudio fino, que es el buceo en las Virtudes.
  El texto de abajo es fruto de una investigación personal, INSIGHT´s y con recortes de varios autores sobre el tema y puede ser enriquecido con su colaboración.
   Para mi, las viejas virtudes son las llaves para la entrada en los portales de una nueva conciencia de amor, paz y luz. La verdadera esperanza para un mundo mejor.

¿COMO PODEMOS AFIRMAR QUE ALGUIEN ES UNA BUENA PERSONA, UNA PERSONA DE BIEN?

Son las virtudes de Dios
Que nos torna seres buenos
Que llena el Alma de Gracia,
Firmeza y Amor.
El Amor de Nuestro Creador
Himno Farol de Amor– Águia

Su significado tiene origen en Grecia con la palabra areté, traducida como excelencia y en  latín virtud. Para llegar, el hombre. Estudios demuestran que el concepto de virtud en Oriente, surgió en el siglo XX a.C. significando capacidad de realizar u ofrecer la vida. 
Las virtudes humanas son esenciales para la formación moral y espiritual de los seres humanos. La práctica de las virtudes hace a la persona más íntegra, humanitaria y elevada. Es la disposición constante del alma que estimula a la práctica del bien y a combatir el mal. Es una fuerza moral.
      La práctica de las virtudes proporciona al espíritu humano el vivir en la excelencia con cualidades que hacen al indivíduo una "persona de bien". Según Aristóteles, es una disposición adquirida de hacer el bien y ese hábito hace a las personas ir perfeccionándose.

¿ Y qué es una virtud ?


Es una fuerza que actúa o que puede actuar.
Así la virtud de una planta y de un remedio, que es tratar , de un cuchillo, que es cortar, o de un hombre, que es querer y actuar humanamente. 
Esos ejemplos, que vienen de los griegos, dicen suficientemente lo esencial: virtud es poder, pero poder específico. La virtud del helecho no es la de la cicuta,la virtud del cuchillo no es la de la azada, la virtud del hombre no es la del tigre o la de la cabra.
La virtud de un ser es lo que constituye su valor,en otras palabras, su excelencia propia: el buen cuchillo es el que corta bien, el buen remedio es el que cura bien, el buen veneno es el que mata bien...

André Comte-Sponville – PequeñoTratado de las Grandes Virtudes. Martins Fontes
El cristianismo separa las virtudes en teologales y humanas, que son ligadas directamente de Dios.
Las virtudes teologales (Definidas por San Páblo como las tres principales, siendo el amor (caridad), la naturaleza esencial de Dios.
Fe (confianza y entrega a Adios y aceptación de la Voluntad Divina) 
Esperanza (certeza en la ayuda de Dios) 
Caridad (amor incondicional). 
Entre las virtudes humanas se destacan las virtudes cardinales:
Prudencia (considerada la virtud madre, la base de todas las demás virtudes humanas)
Justicia (firmeza para dar a los otros lo que les es debido)
Fortaleza: (firmeza en las dificultades y la constancia en la búsqueda del bien)
Templanza ( prudencia aplicada a los placeres ).
Estas cuatro virtudes son consideradas las principales por ser los apoyos, alrededor de los cuales giran las demás virtudes humanas.

Las virtudes humanas (cardinales), son las que regulan las actitudes humanas, guiando la conducta. Esas virtudes son contrarias a los siete pecados capitales. Por tanto, si los pecados capitales nos apartan de Dios, las virtudes cardinales son aquellas que nos aproximan a Él.
Revista Verdad yLuz-
                  
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La mediumnidad  en  el Espiritismo.-


        Hay que señalar, una vez más, que una cuestión es el tema del Espiritismo, y otra bien distinta la mediumnidad. Esta última se puede relacionar directamente con el Espiritismo, siendo un pilar fundamental en el mismo, o bien no tener nada que ver con él, pues médiums siempre han habido y hay, en todas las èpocas, pueblos y culturas. 
    El Espiritismo es una filosofía espiritualista, mientras que la mediumnidad es una facultad psíquica natural e independiente de religiones ni de creencias.

La  filosofía doctrinaria  del Espiritismo, está  fundamentada en la observación razonada y minuciosa del fenómeno mediúmnico, al que considera  como una  bio-comunicación entre el organismo físico del médium y un Ser espiritual sin presencia física.  Este proceso se lleva a cabo mediante  las ondas psíquicas entre la mente del médium,  que se encuentra  en  un estado  especial de concentración  llamado “trance”, y la mente del Ser espiritual comunicante.
       Fundamentalmente la mediumnidad es una oportunidad de servir a los demás, ya sean seres encarnados como desencarnados, por lo que siempre se puede interpretar como  una bendición de Dios que faculta el contacto con el más allá, del  cual  demuestra su realidad.
       Para el Espiritismo, la mediumnidad no es nada sobrenatural, pues considera que no sucede nada fuera de unas leyes naturales que rigen todo cuanto existe en la Naturaleza, incluidas las de la comunicación espiritual, aunque en este caso las leyes que rigen el fenómeno aún no han sido suficientemente comprobadas, ni mucho menos aún divulgadas, pero sin embargo, el fenómeno en sí mismo  no deja de ser una demostración de la existencia y real comunicabilidad con el “más allá”.
     Se puede decir que la mediumnidad  es  como el “laboratorio” donde ha estudiado el Espiritismo con su aspecto científico,la realidad y las cualidades del Ser espiritual después de la muerte, dando mediante sus conclusiones  una sólida  fe y esperanza  a todos los seres humanos que quieran comprobar  los fenómenos estudiados por el mismo y, por consiguiente, lo que se puede deducir  filosóficamente de  ellos . La mediumnidad por tanto, es el pilar sobre el que se apoya y actúa el Espiritismo, junto al esclarecimiento filosófico y científico, que se refleja en la Codificación, tras los cuales, se pueden deducir unas consecuencias morales a partir  de la filosofía kardeciana y del fenómeno mediúmnico.
       El Espiritismo  va  más lejos que  otras fuentes de investigación espiritual y paranormal, porque de los comunicados con los Espíritus Superiores, extrae  unas conclusiones morales que se deducen  de  la  filosofía obtenida a través de estas comunicaciones en las que nos aconsejan, nos enseñan y nos aclaran el camino a seguir en la vida para una correcta mejora y evolución del espíritu, adquiriendo un convencimiento trascendente que nos da la fuerza interior necesaria así como un claro sentido a nuestras vidas.
     No debemos confundir la mediumnidad con el  Espiritismo, son dos cosas bien distintas, pues esta se refiere al fenómeno  mediúmnico en sí mismo,  mientras que  el Espiritismo  es toda una ciencia de observación que  estudia, analiza, contrasta  y explica  dichos fenómenos, de  cuyas conclusiones deduce unas consecuencias filosoficas y  unos principios morales que conducen espiritualmente al ser humano.
       También  se  debe  puntualizar  que  en  las manifestaciones  mediúmnicas, ni todas son de carácter animista o mental, causado por el propio médium, ni tampoco todas ellas son de carácter espiríta, en  las   que invariablemente siempre interviene un ser  espiritual diferente al propio espíritu del médium. Las afirmaciones de  alguno  de  estos  dos   extremos como única explicación posible a unos hechos mediúmnicos, son más bien producto del  fanatismo  en un sentido, o en  otro.

- Jose Luis Martín -


       “El Espiritismo es una ciencia experimental que proporciona el único seguro fundamento de una   verdadera  filosofía y un sentimiento religioso puro.”
                                            - Sir Albert Russel Wallace-

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         EL OBJETIVO  DE LA VIDA

El objetivo de la evolución, la razón de ser de la vida no es la felicidad terrestre, como muchos erróneamente creen, y sí el perfeccionamiento de cada uno de n.osotros. Y ese perfeccionamiento debemos realizarlo por medio del trabajo, del esfuerzo, de todas las alternativas de la alegría y del dolor, hasta que nos hayamos desarrollado completamente y elevado al estado celeste. El dolor, físico y moral, forma nuestra experiencia. La sabiduría es el premio. Poco a poco el alma se eleva y, conforme va subiendo, en ella se va acumulando una suma siempre creciente de saber y virtud; se siente más estrechamente unida a sus semejantes; se comunica más íntimamente con su medio social y planetario. Elevándose cada vez más, no tarda en unirse por lazos pujantes a las sociedades del Espacio y después al Ser Universal. Así, la vida del ser consciente es una vida de solidaridad y libertad. Libre dentro de los límites que le señalan las leyes eternas, se constituye en arquitecto de su destino. Su adelantamiento es obra suya. Ninguna fatalidad lo oprime, salvo la de sus propios actos, cuyas consecuencias recaen en él; mas, no puede desarrollarse y medrar sino en la vida colectiva con el recurso de cada uno y en provecho de todos. Cuanto más sube, tanto más se siente vivir y sufrir en todos y por todos. En la necesidad de elevarse a sí mismo, atrae a sí, para hacerlos llegar al estado espiritual, a todos los seres humanos que pueblan los mundos donde viviera. Quiere hacer por ellos lo que por él hicieran sus hermanos más viejos, los grandes Espíritus que lo guiaran en su marcha. 

La materia es el obstáculo útil; provoca el esfuerzo y desarrolla la voluntad; contribuye para la ascensión de los seres, imponiendoles necexidades que los obligan a trabajar ¿Cómo, sin el dolor, habríamos de conocer la alegría; sin la sombra, apreciar la luz; sin la privación, saborear el bien adquirido, la satisfacción alcanzada? Aquí está la razón del por qué encontramos dificultades de toda suerte en nosotros y a nuestro alrededor. Es la ley del esfuerzo, ley suprema, por la cual el ser se afirma, triunfa y se desarrolla; es la magnífica epopeya de la Historia, la lucha exterior que llena el mundo. La lucha inferior no es menos conmovedora. Cada vez que renace, tendrá el Espíritu que acomodar, adecuar el nuevo envoltorio material que le va a servir de morada y hacer de él un instrumento capaz de traducir, de expresar las concepciones de su genio. A pesar de las decepciones, de las derrotas, a través de las existencias renovadas, el alma consigue desarrollar sus elevadas facultades. 

Salvador Martín.
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" NADIE RECOGE EL BIEN SIN CONQUISTARLO Y NADIE ATRAE EL MAL SIN MERECERLO"
- Andre Luiz- (Espíritu)

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DICTADO DE UN ESPÍRITU. 


AMALIA DOMINGO SOLER. 

Soy un Espíritu muy viejo y muy experimentado, he tenido ocasión de sentir los más crueles remordimientos y las más dulces satisfacciones. Recuerdo una existencia que tuve de caudillo, de general en jefe, teniendo a mis órdenes a los hombres más valientes y más aguerridos. Una palabra mía los hacía morir en medio de un mar de fuego; yo era un dios para ellos, disponía a mi antojo de sus vidas. Si los dioses habitasen en la Tierra, yo podría decir que fui un dios temido y adorado. Gané muchas batallas, engrandecí a mi patria, le di muchos días de gloria, y dejé la Tierra en el campo de batalla, después de haber ganado y haber vencido al ejército enemigo. Lo que no pudo conseguir el fuego de mis contrarios, lo consiguió una serpiente que se enroscó a mi cuello, mientras yo dormía sobre mis triunfos en mi tienda de campaña. 

Mi muerte produjo una consternación general; mi tumba fue un plantel de laureles en flor, no era odiado, era temido; no me ensañé con el vencido, y sin embargo a pesar de no haber sido cruel, mi entrada en el espacio fue muy triste, muy desconsoladora para mí. Me encontré en una llanura inmensa; un cielo gris, sin celajes ni reflejos luminosos, caía como una plancha de plomo sobre mi cabeza. En aquella llanura no brotaba una flor, ni el más pequeño arbusto balanceaba sus ramas; sólo a largos trechos, se entreabría la tierra, formando hondos surcos, en los cuales el fuego del incendio había dejado sus negruzcas huellas y una voz lejana me decía, muy quedo: "¡Recréate en tu obra!" Seguí andando, y anduve mucho, mucho, y siempre veía lo mismo, las ruinas de los pueblos incendiados; al fin, me detuve avergonzado de mí mismo; no tenía una buena obra que recordar. De pronto, apareció la figura de un niño; el niño me abrazó; era un pequeñuelo que representaría tres años, yo le miré, queriéndole reconocer, pero me encontraba tan perturbado, que pronto me di por vencido, y le dije: -¿Quién eres? Te he visto no sé donde; sácame de dudas. -El niño apoyó su diestra en mi frente y me dijo: -Mira, miré, y me vi montando en un soberbio alazán; mi caballo corría saltando zanjas y horrendos precipicios, a impulsos de mi voluntad, mis espuelas oprimían sus ijares y mi caballo volaba como si hubiese hecho una apuesta con las águilas, que en la inmensa altura se remontaban para hacer sus nidos en los picachos de las montañas donde la planta humana aún no había llegado. Con mi veloz carrera, llegué al punto que deseaba, ante una gran ciudad que ardía por sus cuatro costados; mis guerreros cumplían mis terminantes órdenes. Mi voz de trueno se unió a la infernal gritería de los vencidos y los vencedores. 

Siguió el incendio destruyendo maravillosos templos paganos, donde el arte había hecho de la dura piedra delicadísimos encajes, y había dado vida a las figuras mitológicas. Bajé de mi caballo y sin idea fija, me dirigí a la ventura por los alrededores de la ciudad incendiada, reparé en una choza que comenzaba a arder, me acerqué y dentro de ella vi a un niño mudo por el espanto. El pobrecito, al verme, me tendió los brazos, yo le estreché contra mi corazón y salí huyendo con mi preciosa carga, avergonzado de mi generosidad. 

¡El guerrero invencible con un niño en brazos! Mi gente, matando sin piedad a los vencidos y yo corriendo a campo atraviesa, con aquel inocente, sin saber donde dejarlo a salvo... ¡Corrí mucho, mucho! Hasta llegar a una casa de campo. Allí me detuve, y pedí hospitalidad para mi compañero. Una mujer le tomó en sus brazos, diciéndome: -¡Pero este niño está muerto! -Y efectivamente, ¡El niño había muerto en mis brazos! Y yo que nunca había derramado una lágrima, al ver el cadáver de aquel inocente, bañé su rostro con mi llanto, y acompañado de aquella buena mujer y de otros campesinos, no me separé de él hasta que le di sepultura. Más tarde, mis tropas me llevaron en triunfo, crucé largo trecho bajo un bosque de laureles en flor; mujeres hermosas alfombraban mi camino con perfumadas flores, pero mi pensamiento estaba fijo en aquel niño que murió de espanto, y que ignorando que yo fuese verdugo, me tendió sus brazos, diciéndome con un mudo ademán: -¡Sálvame de la muerte! -comprendí que el niño que encontré en mi soledad, era aquel que murió en mis brazos y por si alguna duda me quedaba, él me dijo: "Soy el único ser que guarda de ti un recuerdo de gratitud; en tu última existencia muchas madres te maldicen, tu patria te debe unos cuantos palmos de terreno, pero ese pedazo de tierra, ha sido regado con lágrimas y sangre. 

Todo tu sentimiento, todo tu amor, lo recogí yo en breve tiempo; yo seré el único rayo de luz que iluminará la noche de tu vida. Ven conmigo, y el niño se convirtió en una hermosa figura. Me sentí desfallecido y un sueño dulcísimo y reparador me hizo olvidar mi triste entrada en el espacio". Muchas veces he vuelto a la Tierra en posición muy humilde; no he hecho proezas, pero no he hecho mal a nadie, he vivido ignorado y he muerto en paz, en santa paz, y he hallado muchos seres amigos que me aguardaban con los brazos abiertos, sin faltar el niño que bajo esa figura se me presenta siempre, siendo el guía amorosísimo de mi vida. No lo dudes, Amalia; el hombre más grande es el que hace menos víctimas y el que más se sacrifica por la humanidad. 

Adiós. 

Somos de la misma opinión del Espíritu. El hombre más grande creemos que es aquél que hace de su hogar un pequeño oasis, un pequeño estado, donde no hay un tirano que martirice ni esclavos sumisos al mando de su señor, y entre los suyos ensaya el gobierno de un pueblo donde reine el amor y la ciencia y sea un hecho el divino lema: "Uno para todos y todos para uno". 


LA LUZ QUE NOS GUÍA POR 
AMALIA DOMINGO SOLER

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