INQUIETUDES
1,- Cirujanos sin bisturí ( 2 )
2.- ¿ Quien fue Salvador Sellés ?
3.- Amor: Fuerza Divina del Universo
4.- Pases a distancia
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CIRUJANOS SIN BISTURÍ ( 2 )
( Continuación de la publicación anterior )
. STEPHEN TUROFF Y EL DR KHAN
Fue en un lejano día del año 1985, cuando Stephen Turoff descubrió sus capacidades mediúmnicas dentro de la cirugía. De nacionalidad inglesa y carpintero de profesión, se encontraba acompañado de su esposa Kathy, en casa de una paciente a la que iba a imponer sus manos.
Turoff cayó en trance inconsciente y su cuerpo fue utilizado por una Entidad que dijo llamarse el Dr. Khan. Turoff, bajo la influencia de este pidió un cuchillo de cocina y realizó una sorprendente operación, con un buen resultado. Después de la intervención, no recordaba nada de lo sucedido.
Y es así como Turoff fue metiéndose cada vez más en este apasionante campo, acompañado por el Dr. Khan, que parece ser que vivió en Stutgart (Alemania), donde ejerció su profesión. De pequeño, a causa de un ataque de polio, sufrió la parálisis de su lado izquierdo toda su vida y murió sobre el año 1912.
Por todo un equipo de médicos y enfermeras espirituales, Stephen trata cualquier enfermedad que le presente un paciente en su consulta. Si bien, el éxito de la curación depende mucho de la prontitud en tratar la enfermedad, porque si el daño se ha extendido mucho, ya no podrá curarla, tan solo aminorar y paliar un poco los síntomas.
Son ya miles de operaciones realizadas por este hombre, tanto en su Inglaterra natal como en el centro del pueblo de Fuengirola (Málaga). Una de las intervenciones más espectaculares, que fue televisada por el programa "Otra Dimensión"- dirigido por Felix Gracia- , fue la que hizo a Isabel González Durán, quien había perdido la visión del ojo izquierdo, a pesar de haber sido operada en dos ocasiones por cirujanos oftalmólogos, habiendo sido tratada periódicamente en la clínica del Dr. Barraquer, en Barcelona.
Después de la intervención por el Dr. Khan, su visión mejoró notablemente, recuperando el 80% de la visión, como acreditaron revisiones oftalmológicas posteriores. Sin embargo, y como pasa casi siempre, los oculistas dijeron que la curación había sido causada por ellos por lo tratamientos a que fue sometida antes de acudir a la consulta de Turoff, pero tanto la paciente como su familia, no dudaron afirmar que si bien los médicos la habían aliviado algo, fue el Dr. Khan el que le devolvió la vista en escasos minutos.
- ALEX ORBITO -
Otro personaje extraordinario y espectacular a la hora de actuar en el campo de la mediumndad curativa, es el filipino Alex Orbito. Nacido en Noviembre de 1939, fue el menor de 14 hermanos. Sus padres eran granjeros y también ejercían como sanadores en su pueblo natal, formando parte del llamado Movimiento Espiritualista de Filipinas.
Desde temprana edad, Alex tenía sueños donde aparecía la entidad de un ermitaño de blanca melena, rostro bondadoso y aura resplandeciente. Una de las hazañas más importantes de entonces, fue la curación de la madre de un vecino, paralítica desde hacía algunos años. Aquel día cuando regresaba a su casa, atravesando algunos campos, encontró un grupo de personas que transportaban a una inválida en unas parihuelas. Sintiendo por ella una enorme compasión, pidió a las personas que se detuvieran y dejasen a la enferma en tierra. Acto seguido se arrodilló a su lado y le pidió que realizara una breve oración, después de la cual, le ordenó ponerse en pie y que comenzase a andar, lo cual ella hizo, ante el asombro y pasmo de todos.
Cuando recordó que lo acontecido lo había experimentado en un sueño, recibió un impacto emocional muy fuerte y se dio cuenta de la capacidad que tenía para este tipo de curaciones. Pero a pesar de todo no se sentía muy feliz dentro de ese camino, y pasó algunos años vagando de un lado para otro de Filipinas, mientras hacía diferentes trabajos. En una ocasión fue acusado de un robo que no había cometido y fue detenido. Entonces unas voces que oyó en sueños, le dijeron que tuviera esperanza y confianza, que pronto todo se arreglaría, pero que debía regresar a su casa y utilizar el poder que se le había otorgado. Orbito no dio mucho crédito a las voces de su sueño que se le volvieron a repetir la noche siguiente, pero para su sorpresa, a la mañana siguiente, al ser detenido el verdadero culpable, él recuperó la libertad.
Pero al intentar seguir escapando de su misión, cayó enfermo y oyó la misma voz que le decía "¿Por qué no has hecho lo que debías ?, ¡ Ponte en camino y cumple con tu deber !". Una vez ocurrido esto, la fiebre fue desapareciendo y aquello fue rotundo para él. Desde aquel momento decidió dedicarse por entero a la curación de sus semejantes.
En su país, Orbito posee una capilla bastante grande de humilde aspecto, en donde recibe a sus pacientes, situada al lado de un arroyo. Su sistema de diagnóstico está formado por el uso de algodón blanco, que según él mismo afirma, le permite distinguir el color de los órganos enfermos. Da mucha importancia al poder de la oración y siempre dirige alguna a sus guías espirituales para que le ayuden en la operación. La explicación que da Orbito de estas operaciones, es que él penetra en el cuerpo etérico de los pacientes, y solo en algunas ocasiones lo hace en el cuerpo físico. Las sustancias sanguinolentas y la especie de tejidos extraídos por Orbito, no son más que sustancias morbidas, que son materializadas y sacadas fuera.
Para Orbito, las curaciones espirituales de este tipo no son una ciencia descubierta y establecida por el hombre con su experiencia y confianza en los adelantos científicos, sino que son el resultado de la misericordia de Dios hacia la humanidad a través del Espíritu Santo.
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Hasta aquí el recorrido por la vida y obra de estos cuatro sorprendentes personajes benefactores de la humanidad. Tal vez la persona que se asome a este tipo de hechos se pregunte por el significado de tener este tipo de medicina y los fenómenos asombrosos que la acompañan, y cual es la reacción de la medicina académica. La verdad es que el sentido trascendente y profundo de estas curaciones está en hacer comprender a los seres humanos materialistas y descreídos, la existencia de un mundo invisible que coexiste con el nuestro e interviene a veces en él. Los Espíritus que intervienen muchas veces en estos hechos, están más preocupados por la curación espiritual que por la física; les interesan más nuestros espíritus que nuestros cuerpos. Sin embargo, no pensemos que ellos siempre curan, porque no es así, y no es porque no puedan, sino porque muchas enfermedades deben seguir su curso hasta el final, por motivos kármicos; pero entonces ayudan dando ánimos, suavizando los sufrimientos con sus fluidos benéficos y haciendo más llevadera la enfermedad, cuando la persona no reniega y se hace merecedora de ayuda.
En cuanto a la opinión de la ciencia médica, esta se limita a negar, tachando de falsarios y charlatanes a personas como las que llevamos vistas, cuando no sueltan una irónica sonrisa de autosuficiencia. Pero con todo el respeto que se merecen tan ilustres discípulos de Galeno, es por prejuicios e ignorancia. Yo humildemente les pediría que fueran e investigaran sobre estos personajes, y lo más importante, su fruto, pues un buen árbol no puede dar malos frutos. Que viesen cómo trabajan. Yo les pediría un poco de humildad, que se dejaran en casa el conocimiento dogmático y comprendan que la ciencia que van a ver, no tiene nada que ver con la ciencia limitada de los hombres, porque aquí entran en juego fuerzas que escapan a nuestra comprensión total y a nuestro control. Tal vez así los médicos adquieran el conocimiento necesario para poder emitir una opinión con conocimiento e causa y quien sabe si no verían expandirse sus mentes y a la vez, ampliados y enriquecidos sus conocimientos médicos.
Recuerdo que allá por los años sesenta, Arigó fue visitado por el Dr. Henry Puharich en Congohas do Campo, en el Estado de Minas Geráis. Puharich, médico científico, estrechamente ligado a las investigaciones espaciales norteamericanas, entre otros relevantes cargos, sufrió una experiencia inolvidable, pues fue operado por Arigó. El Dr. Fritz, incorporado en Arigó, al ver al Dr. Puharich, le subió la manga de la camisa, y por algunos segundos le observó un enorme lipoma. Después pidió un cortaplumas a los presentes. Acto seguido fueron colocados varios sobre una mesa. Arigó tomó uno de acero inoxidable y después de levantarlo en su mano derecha, comenzó a hacer la incisión; el cortaplumas entró en la piel, perforó la grasa y penetró en la carne, comenzando a sangrar. A todo esto Puharich permanecía de pie, sin haber sido anestesiado, pero sin manifestar ningún dolor. Una vez hecho el corte, el Dr. Fritz con suma pericia y con dos dedos solamente, presionó el lugar donde se hallaba el tumor, presionó, y el tumor cayó sobre la mesa del médium, enorme, duro, sangrante. El Dr. Puharich pasmado, miraba fijamente al médium.
Más tarde, en el hotel donde se alojaba Puharich, le fue hecha una entrevista, preguntándole: ¿Usted cree que Arigó debiera ser llevado a las facultades para ser estudiado?- Arigó trabaja maravillosamente aquí, en Congonhas, y es suficientemente grande y fabuloso como para que los catedráticos vengan aquí; no le compete a él ir detrás de ellos- fue la respuesta.
Creo que la anécdota es lo suficientemente significativa como para hacer comentario acerca de ella; tan solo añadir que mientras vivamos en este mundo de expiación y pruebas, donde debido a nuestra inferioridad, somos atacados por las enfermedades, tanto los médicos como los curanderos serán necesarios, y lo ideal sería que uniesen sus esfuerzos y conocimientos, para hacer el bien y paliar el dolor y el sufrimiento, ya que en todo caso, ambos colectivos trabajan por lo mismo.
Y a los enfermos les diría que por muy acervos que sean sus sufrimientos y graves sus enfermedades, que no pierdan jamás la esperanza en su curación, que no acepten nunca el diagnóstico rotundo de " no hay curación para lo que Vd. tiene"; es posible que no la hallen en esa medicina, pero puede encontrarla en otras. Que la busque, y es posible que acabe por conseguirla. (*) El mundo está lleno de personas que fueron deshauciadas por la medicina académica, y fueron curadas por otros cauces.
(*).- Yo doy fe de este último aserto, con mi experiencia personal, pues de estar deshauciado por cáncer, siguiendo otros conocimientos diversos aparte de los de la medicina oficial y no conocidos o reconocidos por esta, hoy me encuentro ya casi del todo restablecido y curado. El cáncer (7 tumores hepáticos malignos en principio), ya ha desaparecido casi del todo; yo me encuentro muy bien y los médicos no comprenden como sin quimioterapia, radioterapia o inmunoterapia, a mi se me esté remitiendo esta enfermedad. Y es que para curar enfermedades graves no solo existen los métodos de la medicina oficial, que sin duda, no ha dicho la última palabra ; hay otras vías, y con el permiso de Dios, ¡ funcionan !.- Jose L. Martín.
" Imponed las manos sobre los enfermos, y sanarán " (Jesús de Nazaret)
- Juan Luis Sanchez-
(Publicado en la Rev. Fraternidad Cristiana Espírita nº 60)
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¿ QUIEN FUE SALVADOR SELLÉS ?
Salvador Sellés Gosálbez nació el 21 de Abril de 1848 en Alicante Era un gran filósofo, poeta, dramaturgo y dibujante. A la edad de trece años pintó a lápiz “La Santa Faz” Gran espiritista, considerado por sus amigos y por él mismo, el primer espírita de Alicante, entendía y practicaba el Espiritismo interesándose por los más desvalidos. Podemos encontrar en la revista “La Revelación, año 1 nº 1” de Enero de 1872 un escrito de él, donde define el Espiritismo de la siguiente manera:
“El Espiritismo es la copa de oro que derrama el bálsamo del consuelo sobre las llagas del infortunio, es el matizado iris que promete una existencia de recompensas, más allá de una existencia de penalidades y es el tribunal benéfico y equitativo, que corona de laureles el mártir corazón que ha caído bajo las formas de la injusticia, en el doloroso anfiteatro de este mundo…”
En 1888 recibió el título de la “Academia Internacional para el Estudio del Espiritismo y del Magnetismo” Comprendía la religión sin dogmas, ni ritos. Defendía el Cristianismo primitivo y no creía en la Iglesia Católica, a la que consideraba como aliada de la opresión.
Fue vicepresidente de la Sociedad Espiritista Española junto con Antonio de Torres-Solanot y Casas (Vizconde de Torres-Solanot) Le gustaba discutir sobre el Universo, Unamuno, la pobreza, la riqueza indecente, la vida, el alma… y pocos hablaron como él de Dios: “El hombre no vive solamente en la Tierra. Sus ideas, sus sentimientos, se pierden como la esencia de las flores, en el Cielo. La verdad de la existencia de un Dios infinito, eterno, la encuentra el hombre lo mismo en las maravillas de su alma, que en las maravillas de la naturaleza”.
A la edad de 89 años muere en su residencia 9 de febrero de 1938 a causa de un colapso cardiaco agravado por una mioesclerosis.-
Amalia Domingo Soler le dedicó uno de sus poemas escrito en "La Revelación" en 1873
- Por Orfeo Gma -
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AMOR: FUERZA DIVINA DEL UNIVERSO
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