lunes, 20 de junio de 2022

¿Qué podemos hacer cuando estalla una guerra ?

  INQUIETUDES

1.- Lo que les gusta o no les gusta que les pregunten

2.- La Providencia

3- Renovación

4- ¿ Qué podemos hacer cuando estalla una guerra ? (Psicografía)



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LO QUE LES GUSTA O NO LES GUSTA QUE LES PREGUNTEN


Preguntas simpáticas o antipáticas a los Espíritus.

1. ¿Los Espíritus responden de buen grado a las preguntas que se les hacen?
Según las preguntas; los Espíritus formales responden siempre con placer a los que tienen por objeto el bien y los medios de hacerlos adelantar. No escuchan las preguntas frívolas.

2. ¿Basta que una pregunta sea formal para obtener la respuesta?
No, esto depende del Espíritu que contesta.

–¿Pero una cuestión formal no aleja, acaso, a los Espíritus ligeros?
No es la pregunta que aleja a los Espíritus ligeros, es el carácter del que la hace.

3. ¿Cuáles son las preguntas particularmente antipáticas a los Espíritus buenos?
Toda aquellas que son inútiles o que se hacen con un objeto de curiosidad y de prueba; entonces no responden y se alejan.

–¿Hay preguntas que sean antipáticas a los Espíritus imperfectos?
Sólo hay las que pueden hacer descubrir su ignorancia o su superchería cuando procuran engañar; de todos modos contestan a todo sin cuidarse de la verdad.

4. ¿Qué hemos de pensar de las personas que no ven en las comunicaciones espiritistas más que una distracción y un pasatiempo, o un medio de obtener revelaciones sobre lo que les interesa?
Estas son las personas que gustan mucho a los Espíritus inferiores, que, como ellas, quieren divertirse y están contentos cuando las han mixtificado.

5. Cuando los Espíritus no contestan a ciertas preguntas, ¿es por efecto de su voluntad o bien porque un poder superior se opone a ciertas revelaciones?
Lo uno y lo otro; hay cosas que no pueden revelarse y otras que el mismo Espíritu no conoce.
– Insistiendo con fuerza, ¿el Espíritu llegaría a responder?
No; el Espíritu que no quiere responder tiene siempre la facilidad de marcharse. Por esto es menester esperar cuando se os dice, y sobre todo no os empeñéis en querer hacernos responder.
Insistir para obtener una contestación que no se os quiera dar, es el medio seguro de ser engañado
.

6. ¿Todos los Espíritus son aptos para comprender las preguntas que se les hacen?
Lejos de esto, los Espíritus inferiores son incapaces de comprender ciertas cuestiones, lo que no les impide el contestar bien o mal, como tiene lugar entre vosotros.

Observación.
— En ciertos casos, y cuando es útil, sucede con frecuencia que un Espíritu más elevado viene en ayuda del Espíritu ignorante y le indica lo que debe decir. Se conoce esto por el contraste de ciertas respuestas, y además porque a menudo el mismo Espíritu conviene en ello.
Esto sólo tiene lugar con Espíritus ignorantes de buena fe, pero nunca con los que hacen gala de un falso saber.

Allan Kardec.
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                                    LA PROVIDENCIA

. La Providencia es el cuidado que Dios brinda a sus criaturas. Dios está en todas partes,
lo ve todo, y todo lo preside, incluso las más pequeñas cosas: en eso consiste la acción providencial.

¿Cómo Dios, tan grande y poderoso, y tan superior a todo, puede inmiscuirse en detalles
ínfimos, preocuparse por los mínimos actos y pensamientos de cada individuo? Esa es la pregunta que se plantea el incrédulo, quien expresa además que, aunque se admita la existencia de Dios, su accionar debe limitarse a las leyes generales del Universo, puesto que, como éste funciona desde siempre en virtud de las mencionadas leyes, a las cuales toda criatura está sujeta, no habría necesidad de esa participación incesante de la Providencia.

. En el estado actual de inferioridad y extrema limitación de sus facultades, los hombres
no pueden comprender a un Dios infinito, de ahí que lo conciban como un ser limitado y
circunscrito, es decir, un dios a su imagen y semejanza. Los cuadros que lo muestran con apariencia humana contribuyen a sostener ideas equivocadas en el espíritu de las masas, quienes adoran a Él más en la forma que en el pensamiento. Para la mayoría Dios es un gran rey que está sentado en un trono inaccesible, perdido en la inmensidad de los cielos, y debido a lo limitado de sus percepciones y facultades no comprenden que Dios pueda dignarse intervenir en sus pequeñas cosas.

El hombre no es capaz de comprender la esencia íntima de Dios, le resulta imposible, razón por la cual es importante la idea aproximada que tenga de él, aun cuando se base en
comparaciones imperfectas.

Imaginemos un fluido sutil capaz de penetrar todos los cuerpos, mas sin inteligencia y
actuando mecánicamente por medio de las fuerzas materiales. Pero si suponemos a ese fluido dotado de inteligencia, de facultades perceptivas y sensitivas, ya no actuará ciegamente, lo hará con discernimiento, voluntad y libertad, y será capaz de ver, escuchar y sentir.
  Las propiedades del fluido periespiritual pueden ayudarnos a entender: el periespíritu de
por sí no es inteligente, ya que es materia, pero es el vehículo del pensamiento, de las sensaciones y percepciones del espíritu.

El fluido periespiritual no es el pensamiento del espíritu, pero sí el agente o el intermediario
de ese pensamiento. Como es él que lo transmite, está en cierta forma impregnado del mismo.

Nosotros no somos capaces de separarlo, puesto que pareciera constituir una unidad con el fluido, 
así como el sonido parece integrarse con el aire. En cierta manera, por lo tanto, estamos materializando el pensamiento. Tomando el efecto por la causa, del mismo modo que decimos que el aire se vuelve sonoro, podríamos decir que el fluido se manifiesta inteligente.

24. Ya sea que el pensamiento de Dios actúe directamente o por intermedio de un fluido, 
para facilitar las cosas vamos a representarlo bajo la forma concreta de un fluido inteligente que
llena el Universo infinito y penetra todas las cosas de la Creación: la Naturaleza entera está
sumergida en el fluido divino, o, en virtud del principio que establece que las partes de un todo son de la misma naturaleza y tiene iguales propiedades que el conjunto, cada átomo de ese fluido, si se puede explicar así, posee el pensamiento y los atributos esenciales de la Divinidad. Dicho fluido está por doquier y todo está sujeto a su accionar inteligente, a su previsión, a su solicitud, pues todos los seres, por más pequeños que sean, están saturados de él. Estamos constantemente en presencia de Dios. No podemos sustraer a su mirada ni una sola de nuestras acciones y nuestro pensamiento está en contacto incesante con el suyo. De ahí que se diga que Dios está en lo más recóndito de nuestro corazón. Nosotros estamos en Él, como Él está en nosotros, según la palabra de Cristo.

EL GENESIS
ALLAN KARDEC

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  RENOVACIÓN

El espiritualismo moderno descansa sobre testimonios universales, apoyase en hechos experimentales observados en todos los puntos del globo por hombres de las más diversas condiciones, entre quienes se encuentran sabios pertenecientes a todas las grandes universidades y a muchas academias célebres. Gracias a ellos, merced a su esfuerzos, la ciencia contemporánea, a pesar de sus vacilaciones, se ha visto poco a poco arrastrada a interesarse en el estudio del mundo invisible.

Crece de año en año el número de los experimentadores; sucédense unas a otras Investigaciones, y afirmaciones precedentes. De tales observaciones, multiplicadas hasta lo infinito, se ha desprendido una certeza: la supervivencia del ser humano, y con ella, las más precisas nociones acerca de las condiciones de la vida futura.

Por el atento estudio de los fenómenos, por la comunicación permanente establecida con el más allá, el espiritualismo moderno viene a reafirmar las grandes tradiciones del pasado, las enseñanzas de todas las religiones, de todas las filosofías elevadas en lo que concierne a la inmortalidad del ser y a la existencia de una causa reguladora del Universo. Les ha prestado una sanción definitiva. Cuanto anterior a él fue hipótesis y especulación del pensamiento, fue después un hecho reconocido tal.

Ha hecho más el espiritualismo, con toda esa suma de estudios e investigaciones proseguida durante medio siglo, con todos los hechos y con todas las revelaciones que de ellos derivan, ha constituido una enseñanza nueva, despojada de todo formalismo oscuro o simbólico, de fácil acceso, aun para los más humildes, y que abre a los eruditos y a los varias perspectivas acerca de los grados más elevados del humano conocimiento, acerca de la concepción de un ideal superior.

Tal enseñanza puede satisfacer así a los espíritus más refinados como a los modestos; pero va dirigida, sobre todo, a los que sufren, a los que gimen bajo el peso de gravosa carga o de pruebas difíciles, a todos los que tienen necesidad de una fe que les sostenga en el camino de la Vida, en sus trabajos, en sus dolores.

El espiritualismo moderno responde a esas necesidades ingénitas en el alma humana. Con la ley de las existencias sucesivas nos presenta la Justicia regulando el destino de todos los seres, con lo que desaparecen las gracias particulares y los privilegios, la redención de la sangre por un justo, los desheredados y los favorecidos; todos los espíritus que pueblan la inmensidad, ya diseminados por el espacio, ya morando en los mundos materiales, son hijos de sus propias obras: todas las almas, sea que animen cuerpos carnales, sea que esperen ulteriores encarnaciones, proceden de idéntico origen y están llamadas al mismo porvenir. Distinguenlas sus méritos, las virtudes adquiridas, no otra cosa; pero todas pueden elevarse por sus esfuerzos y recorrer la vía de los perfeccionamientos infinitos. Todos esos espíritus, encaminándose hacia un fin común, forman una sola familia subdividida en numerosas agrupaciones simpáticas, , en asociaciones espirituales, de las que la familia humana es una reducción o un reflejo, y cuyos miembros se siguen unos a otros y asisten mutuamente a través de sus múltiples existencia viviendo alternativamente la vida terrestre y la vida libre de los espacios, para volver a reunirse tarde o temprano.

Siendo ello así, la muerte ha perdido ya ese carácter lúgubre y terrorífico con que hasta hoy se la ha revestido. Todas nuestras existencias se entrelazan formando un conjunto único; la 'muerte no es más que el tránsito, el paso de una a otra: para el hombre de bien, puerta de oro que abre ante sus ojos horizontes cada vez más hermosos.

Con el materialismo, la fraternidad era no más que una palabra; el altruismo, una teoría sin raíces y sin alcance alguno. Sin el porvenir, el hombre había de concretar forzosamente su atención en el presente, y a los goces que en él puedan tener satisfacción. Si es la muerte el fin de todo, ¿a qué imponerse privaciones que nada habrán de compensar? ¿Para qué la virtud y el sacrificio si todo acaba en la nada?

Resultado inevitable de tales doctrinas había de ser el desarrollo del egoísmo, febril ansia de riqueza la preocupación exclusiva por los placeres materiales, lo que equivalía al desencadenamiento de las pasiones. A impulsos de esos hálitos destructores, la sociedad oscila sobre sus bases, y con ella, todas las nociones de moralidad, de fraternidad y de solidaridad que el nuevo espiritualismo se presenta a restaurar y consolidar.

Nuestra época, impelida a la duda y a la negación por las exageraciones teológicas, perdía de vista esa idea salvadora. El espiritualismo experimental le devuelve la fe perdida, apoyándola sobre bases nuevas e indestructibles.

LEON DENIS

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     ¿ QUÉ PODEMOS HACER CUANDO                       ESTALLA UNA GUERRA ?
                                                                   
                                                                 
                                  ( Comunicado por mediumnidad Psicográfica)


En toda situación de catástrofe puede invadirnos el miedo, que es la respuesta natural ante cualquier peligro. Pero ese miedo, cuando no se controla y se entra en pánico, no nos sirve para poder resolver ninguna situación. Las preocupaciones son los elementos más limitadores del ser humano para el desarrollo de sus capacidades. Debe ser previsor, pero eso es dedicación. La preocupación lo único que hace es limitar las capacidades y no permite en ningún momento que se pueda avanzar realmente, porque solo en el presente nos podemos desarrollar.

La oración es una de las actividades esenciales que permite dirigir nuestro espíritu con la energía de que se es capaz, hacia los objetivos que nos planteamos, porque facilita que nuestros actos estén dirigidos correctamente a la consecución de los objetivos planeados.

Mantened una previsión razonable, pero centraros en el presente para resolver las cuestiones de la vida. Organizad vuestros recursos, para poder manteneros en condiciones seguras y confiad en la Providencia en todo momento, para que podáis mantener una actitud de tranquilidad y estabilidad, que os permitirá sentiros en la mejor predisposición para resolver cualquier reto que se os presente en la vida.

Ya os dijimos en otras ocasiones, que la oración, en el momento de pedir, nos permite centrar nuestra atención en todas las cosas que podemos hacer para contribuir a que se cumplan los objetivos. Dirigid, por tanto, vuestras peticiones, del mejor modo que sepáis para poder cumplir este objetivo. Entended que las vicisitudes de la vida, no siempre serán de acuerdo a vuestra voluntad y vuestras intenciones, y por tanto, tampoco serán de acuerdo a las peticiones que podáis hacer, porque Dios no nos da lo que pedimos, nos da lo que necesitamos. pero las peticiones nos permiten realizar cambios significativos en nuestras vidas, para poder cumplir con esos objetivos que hemos definido, y poder dar los pasos en la dirección correcta del camino hacia Dios.

Así, tened las precauciones necesarias, haced lo que os sea posible para contribuir a la paz, y entre esas cosas, está también la oración, para que podáis incrementar el nivel vibratorio de cuantos se encuentran en situaciones y experiencias difíciles, incluidos también vosotros mismos.

Seguid el camino del amor y siempre haréis lo correcto.

- ¿Acaso el amor detiene las balas y la violencia?

El amor se puede comparar con la luz. El que da amor está emitiendo luz e ilumina a su alrededor su camino, y permite a los demás que si lo desean se puedan iluminar con esa luz. Pero es una elección de cada uno.

- Pero imagínate que el enemigo no se deja iluminar con esa luz que le muestras, ¿Vas a dejar que te maten?.

El objetivo de amar no es que los demás, necesariamente, te amen. El objetivo del amor está en tu propia persona. Lo que pueden hacer los demás es su responsabilidad, porque en el plano encarnado, estáis aprendiendo, como en la escuela. Es una sala de entrenamiento, pero no es la vida real. La vida real se desarrolla en el plano espiritual, y de acuerdo al nivel vibratorio de cada ser, podrá entrar en el mismo nivel vibratorio de los demás espíritus similares, y la experiencia en el plano encarnado consiste en poder elevar ese espíritu mediante las experiencias en la carne, pero no se puede obligar a los demás a actuar de un modo u otro.

Es lícito ddefenderse, ya os lo hemos explicado en otrass ocasiones, pero en ningún momento es lícito dirigir esa defensa revestida de odio, y por tanto, el daño que se le puede hacer a un enemigo siempre debe ser el mínimo posible y esto es algo muy difícil de comprender, pero es imprescindible para poder cumplir el proceso evolutivo que se tiene en el plano encarnado.

( Comunicación recibida el 24-02-22, por Vicente Lumbreras)

                             
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