jueves, 23 de junio de 2022

La humanidad, es una gran familia

   INQUIETUDES

1.-¿El sentido de la justicia que tenemos obedece a una ley natural ?

2.-¿Conserva el hombre en sus distintas encarnaciones, rasgos físicos y psíquicos de sus vidas           precedentes?

3.- Los huérfanos

4.-La humanidad es una gran familia



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¿EL SENTIDO DE LA JUSTICIA QUE TENEMOS ES POR  UNA LEY NATURAL ?             


   A los seres humanos nos cabe plantearnos alguna vez si existe la justicia verdadera, y la respuesta que obtenemos siempre es que no la hay en este mundo. Sin embargo todos tenemos sentido de lo justo y de lo injusto y sentimos que por encima de tantas injusticias humanas que vemos por doquier, tiene que haber una justicia grande y perfecta, que al final compense la deficiente justicia que abunda en este mundo con el  Ser humano.   

    El sentimiento de lo justo  y de lo injusto todos lo tenemos de forma  natural e instintiva, con independencia de la educación que  cada uno hayamos  recibido. Solamente los defectos morales que aún llevamos en nuestra alma, desde un pasado remoto, tal como el egoísmo, la envidia, el orgullo, la avaricia, etc. nos dificultan  a veces el sentido de la justicia y las personas deberíamos dejar paso y guiarse por  lo que nos señala nuestra conciencia individual.

    El progreso moral  desarrolla este sentimiento de la justicia, pero no lo ocasiona, porque este ya lo lleva el Ser en Si mismo como un germen moral que a lo largo de su evolución  vamos  desarrollando poco a poco.

   Este sentido de lo justo o de lo injusto, viene configurado por una ley moral que se pone de manifiesto cuando comprendemos la injusticia y tendemos a rebelarnos ante ella, por lo tanto  si sentimos la injusticia como algo real, como un factor negativo, también cabe pensar que su contrapunto que es la Justicia perfecta, también tiene que  existir realmente como un factor positivo.

    La ley de Justicia supone el perfecto funcionamiento de la ley moral en el Universo, y  en nuestro mundo está íntimamente relacionada con la Ley de  Causa y Efecto.  Mediante nuestras acciones, cada uno de nosotros somos  artífices de nuestro propio destino, por lo que los males y problemas de la vida nos acometen a cada uno con arreglo a esta ley equilibradora de las causas y sus efectos, y que es una Ley  realizadora de la  Ley de Justicia.

        Cuando  se  respetan  los  derechos  de  los  demás,  estamos  cumpliendo  con   la  ley de  Justicia que así se implica en la Evolución general de la Humanidad.

   Hay que tener en cuenta que lo que a veces nos parece injusto puede ser tan solo una apariencia, y  tal vez  sea hasta necesario para impulsar el proceso evolutivo de los Seres que lo necesitan. Pensemos que siempre hay un por qué que justifica las apariencias de lo que nos parece injusto.

  En  los Seres  humanos, el sentido de la Justicia difiere de unos a otros, dependiendo de la formación educativa de cada uno, de la conciencia de cada cual, de las deficiencias morales de cada uno y el nivel personal de evolución del Ser,  así como de las leyes humanas establecidas en cada época y lugar, que no siempre coinciden con el sentimiento  íntimo de justicia natural en  cada persona..

El Ser humano siempre quiso hacer prevalecer su derecho personal influenciado siempre por su egoísmo, pero cuando experimentó el auténtico sentido moral de la Justicia, es cuando comenzó a comprender  que su derecho personal debía tener como base y límite, el derecho del prójimo.

Para no equivocarnos a la hora de querer ser justos, la clave es saber respetar los derechos de los demás en la misma medida que deseamos que sean respetados los nuestros, por eso, sin la práctica de una Caridad bien entendida, no puede existir la justicia humana. Así, comprendemos que el mayor exponente de justicia en nuestro mundo, lo representa la máxima evangélica de “Hacer con los demás como quisiéramos que los demás hiciesen con nosotros”. ¿Habrá mayor justicia?

 - Jose Luis Martín-

 

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¿Conserva el hombre, en sus distintas encarnaciones, rasgos semejantes a los que tuvo en vidas precedentes? 

- El cuerpo anterior es destruido y el nuevo no tiene ninguna relación con aquél. Sin embargo, el Espíritu se refleja en el cuerpo. Por cierto que el cuerpo sólo constituye materia, pero pese a ello es modelado de acuerdo con las cualidades del Espíritu, quien le imprime cierto carácter, en modo especial en el semblante, y con razón se ha dicho que los ojos son el espejo del alma. Esto es, que el rostro refleja con más particularidad al alma. Porque una persona excesivamente fea puede tener, sin embargo, algo que agrade cuando su cuerpo es la envoltura de un Espíritu bondadoso, sabio y humanitario, mientras que hay rostros muy bellos que no te hacen sentir nada y por los cuales incluso experimentas repulsión. 
EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS 
ALLAN KARDEC 

Comentario, El mensaje de los espíritus es muy esclarecedor, y mas sabiendo que todo se encadena de existencia en existencia, no obstante la belleza del alma en nada esta reñida con la belleza del cuerpo, la materia se destruye, pero el espíritu virtuoso es bello para siempre como luz de estrella.
- Marco Antuan-

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LOS HUÉRFANOS

. ¡Hermanos míos, amad a los huérfanos, pues, si supierais cuán triste es estar sólo y abandonado, sobre todo en la infancia!
Dios permite que haya huérfanos para exhortarnos a servirles de padres. ¡Qué divina caridad la de ayudar a una pobre criatura abandonada, la de impedir que sufra hambre y frío, la de dirigir su alma con el fin de que no se pierda en el vicio! El que tiende la mano al niño abandonado, es agradable a Dios porque comprende y practica su ley. Pensad también que el niño que socorréis os ha sido con frecuencia muy amado en otra encarnación y si pudieseis acordaros, no sería caridad, sino un deber. Así, pues, amigos míos, todo ser que sufre es vuestro hermano y tiene derecho a vuestra caridad, no a esa caridad que hiere el corazón, no a esa limosna que quema la mano del que la recibe, porque vuestros óbolos a
menudo son muy amargos* ¡Cuántas veces los rehusarían, si la enfermedad y la desnudez no les esperasen en casa! Dad con delicadeza; agregad al beneficio el más precioso de todos; una buena palabra, una caricia, una sonrisa de amigo; evitad ese tono de protección que hiere de nuevo al corazón que sangra y pensad que haciendo el bien, trabajáis para vosotros y los vuestros. 

(UN ESPÍRITU FAMILIAR, París, 1860).

EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS
ALLAN KARDEC.

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   LA HUMANIDAD ES UNA GRAN FAMILIA
                                 


En los días que vivimos, es común oír hablar acerca de la indiferencia del ser humano, de cómo cada uno cuida de sus propios intereses y no se preocupa por el otro.

Sin embargo, si hay muchos que piensan sólo en sí mismos, que buscan conquistar todo para sí, sin pensar en el bienestar ajeno, verdadero es que todos los días oímos relatos acerca de movimientos de comunidades que se cotizan, se unen para atender a las dificultades de una persona o de un grupo.

No es raro que descubrimos que el medicamento imprescindible para la vida de alguien, fue provisto por manos bondadosas.

O que la institución benéfica tuvo su crisis resuelta gracias al movimiento solidario de la comunidad.

Y fue una iniciativa espontánea que salvó la vida de nueve personas, en una playa de Florida.

Roberta estaba en compañía de la madre, del marido, de sus hijos y sobrinos.

Después de tomar un baño de mar, se sorprendió al descubrir a sus familiares muy alejados de la arena. Los niños lloraban y todos gritaban que estaban siendo tirados lejos, por la corriente.

Desesperada, pensando en salvarlos, adentró nuevamente en el agua. Una bañista percibió el movimiento y luego se dio cuenta de que la gente se ahogaba.

De inmediato, cogió una tabla de bodyboard que encontró en la arena y nadó hacia la familia. Mientras tanto, su marido también entró en el agua, con algunas personas, iniciando la formación de una corriente humana.

Y, mientras Jéssica remaba, la corriente fue aumentando, con adhesión de ochenta personas dándose las manos, alcanzando una distancia de cien metros.

Gracias a eso, fue posible salvar a todos los miembros de la familia, trayéndolos a la arena uno a uno.

Roberta comentó, más tarde, que ni se acordaba de haber sido rescatada. Sólo recordaba haber despertado en la playa, después de desmayarse.

Su madre necesitó ser reanimada y fue llevada al hospital, en ambulancia.

Profundamente agradecida, ella dijo deber la suya y la vida de sus familiares a ese gran lazo de solidaridad que se formó, al descubrir a personas en peligro.

La espontaneidad registrada es digna de mención. Ella nos dice que cuando una persona se mueve en el sentido del bien, inmediatamente logra quien con ella se solidarice.

Inspirador percibe cómo el ser humano se pronuncia a la ayuda. Sólo basta que alguien tome la iniciativa que otros le siguen.

Esto nos dice cómo es importante el ejemplo, el buen ejemplo, el buen liderazgo.

Si alguien va adelante, seguramente muchos lo seguirán. Y será exactamente lo que hará la gran diferencia en la Tierra.

La diferencia entre la penuria y el hambre atendida. Entre la miseria y la acogida. Entre la ignorancia y la instrucción.

En esencia, eso nos dice que nos consideramos verdaderamente hermanos unos de otros, no importa quiénes somos, a qué país pertenecemos, cuál es el idioma por el que nos expresamos.

Somos una única familia viviendo en el mismo hogar y el auxilio mutuo sólo granjeará mejores condiciones a todos nosotros.

Pensemos en eso.

Redacción del Momento Espírita

( Enviado por Fabiano Máximo de Cristo)

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