martes, 21 de junio de 2022

El peligroso juego de la Ouija

   INQUIETUDES

1.- Las moradas de la Casa del Padre

2.-Los huérfanos

3.-El peligroso juego de la Ouija

4.-El conocimiento de la muerte


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   LAS MORADAS DE LA CASA DEL PADRE

Para intentar aclarar el porqué de infinidad de circunstancias que se nos presentan en la vida diaria, vamos a comentar los diferentes mundos en los que el espíritu tiene que vivir como persona. 

Los mundos son creados para que el espíritu pueda aprender a través de las experiencias que realiza con la materia, como la lucha en la vida diaria, los problemas que se nos presentan de continuo, el trabajo, el trato con las personas, las corrientes ideológicas, etc., son sus primeras lecciones espirituales. O sea, los mundos físicos son, ante todo, escuelas de perfeccionamiento espiritual y el primer curso de estas escuelas, es destinado a aprender qué es el Amor. Hasta que los espíritus encarnados no aprendan a vivir teniendo por fundamento en sus actos de cada día “el amor que predicó Jesús”, no pasarán a formar parte de las humanidades que pueblan otros mundos más avanzados en donde todo es armonía y felicidad. 
¿Qué hay que entender por Amor? La emoción de amor, es el tronco del cual, como ramas, parten todas las virtudes. La honradez, la sinceridad, la bondad, la misericordia, la humildad, la sencillez, etc., son aspectos del Amor. 
Los mundos, como cualquier otra cosa en el Universo, también progresan; todo tiende a perfeccionarse, de ahí que existan mundos hostiles, planetas inhóspitos y primarios, y planetas paradisíacos. Los mundos pueden dividirse por su grado de perfeccionamiento en cinco clases, que son: Mundos primitivos, mundos de expiación y prueba, mundos de Regeneración, mundos Felices y mundos Divinos o Espirituales. 

Sebastián de Arauco.

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LOS HUÉRFANOS

. ¡Hermanos míos, amad a los huérfanos, pues, si supierais cuán triste es estar sólo y abandonado, sobre todo en la infancia!
Dios permite que haya huérfanos para exhortarnos a servirles de padres. ¡Qué divina caridad la de ayudar a una pobre criatura abandonada, la de impedir que sufra hambre y frío, la de dirigir su alma con el fin de que no se pierda en el vicio! El que tiende la mano al niño abandonado, es agradable a Dios porque comprende y practica su ley. Pensad también que el niño que socorréis os ha sido con frecuencia muy amado en otra encarnación y si pudieseis acordaros, no sería caridad, sino un deber. Así, pues, amigos míos, todo ser que sufre es vuestro hermano y tiene derecho a vuestra caridad, no a esa caridad que hiere el corazón, no a esa limosna que quema la mano del que la recibe, porque vuestros óbolos a
menudo son muy amargos* ¡Cuántas veces los rehusarían, si la enfermedad y la desnudez no les esperasen en casa! Dad con delicadeza; agregad al beneficio el más precioso de todos; una buena palabra, una caricia, una sonrisa de amigo; evitad ese tono de protección que hiere de nuevo al corazón que sangra y pensad que haciendo el bien, trabajáis para vosotros y los vuestros. 

(UN ESPÍRITU FAMILIAR, París, 1860).

EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS
ALLAN KARDEC

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    EL PELIGROSO JUEGO DE LA OUIJA

                               

La cuestión de si es un juego la ouija o no lo es, es algo que tenemos claro desde hace tiempo: Nada relacionado con el mundo de los espíritus- y la ouija lo está- puede ser considerado como un juego. La ouija, hoy por hoy, y a pesar de las opiniones de personas que, quizás por intereses económicos de venta de revistas esotéricas y comercialización de tableros de ouija en grandes almacenes, vendidos por una conocida marca de juguetes y otros juegos infantiles, opinen lo contrario; una práctica muy peligrosa que se convierte en peligrosísima cuando es practicada por niños o jóvenes. La ouija es, para quien no lo sepa, un tablero cuadrado o rectangular, donde se hallan todas las letras del alfabeto, los números del uno al cero, los vocablos "Si", "No", "Hola", "Adiós", etc. Su forma de hacerla funcionar es colocando un vaso de  cristal- de ahí que también sea conocida como "vasografía"-, sobre la superficie del tablero. Algunos tableros son vendidos con una "planchette", pequeña plataforma con forma de corazón con un círculo de cristal o pasta transparente en el centro. Una vez colocado el objeto- vaso o planchette- sobre el tablero, se hace una invocación y se espera; si se recibe respuesta, se puede iniciar el diálogo a través de los mensajes que vaya formando el vaso. El número ideal de participantes es entre dos y cuatro. Jamás una persona sola debe ponerse en el tablero. Una vez colocados los participantes a la mesa, colocarán sus dedos índice sobre el vaso o planchette, harán la invocación y esperarán; lo mejor que pueden esperar, dado la naturaleza de esta práctica, es que no ocurra nada, ya que de "surgir algo", no será nada edificante.

  Aun a riesgo de resultar pesados, no nos cansaremos de repetir que la ouija es negativa, máxime si los incautos que la practican son adolescentes en desarrollo físico y mental, veamos por qué: Aun en el mejor de los casos, que no consigan comunicar con los espíritus, pueden verse sugestionados por sus  propias mentes y creer o ver cosas que solo existen en su imaginación, con el consiguiente desequilibrio psíquico, así como engancharse a la ouija y convertir esta como una droga. Hemos conocido personas que llegaron a un punto que no eran capaces de hacer nada en su vida diaria y normal, sin consultarlo antes con el tablero. La juventud actual, en un mundo tan caótico como el nuestro, desengañada una veces y desanimada otras, ante las pocas perespectivas de futuro que tiene por delante, no duda en recurrir al tablero como medio de evasión unas veces, y otras como medio de conocer el futuro. Por eso no es de extrañar las visitas a "cartomantes", "videntes" y "adivinos", que no son capaces ni de verse ellos mismos en un espejo.Y en el peor de los casos pueden quedar cogidos por entidades inferiores que los manipularán y se parasitarán en ellos, ocasionándoles trastornos y conductas extrañas, violentas, antisociales, etc. Los padres, alarmados, acudirán con sus hijos a médicos y psicólogos, y estos, unos completos ignorantes de la raíz del problema, lo achacarán todo a problemas hormonales y psicológicos muy comunes en la etapa del crecimiento y de la pubertad.

  Lo que hace diferente a la ouija de otros sistemas de mediumnidad, es la facilidad con la que se puede establecer un contacto. Todo o casi todo el mundo que practica con ellas, antes o después establece un contacto, demostrando fehacientemente que todos somos en mayor o menor medida, médiums.

  Resumiendo lo dicho hasta aquí del susodicho tablero, diremos que es un sistema de comunicación nocivo para quien lo practica, por su facilidad para comunicar con el mundo invisible, pero también hemos de decir que la mayor peligrosidad de esto reside en la ignorancia sobre el mundo de los espíritus y sus leyes, así como el peligro de obsesión y subyugación por parte de esoa habitantes del Bajo Astral, que están ansiosos por que les abramos la puerta para colarse en nuestras casas y en nuestras vidas, y eso es lo que hacemos cuando invocamos a alguien que no conocemos, abriendo puertas por las que se cuelen. Es lo mismo que si dejamos abierta la puerta de nuestra casa, puede entrar un amigo, un vecino, o un ladrón o alguien con malas intenciones.

  A estas alturas, seguro que el amigo lector se podrá preguntar si solamente se comunican espíritus malos. - No, no son todos los seres espirituales que se ponen en contacto con nosotros, inferiores o negativos, lo que ocurre es que las entidades superiores y evolucionadas, no se prestan a las banalidades y juegos de los humanos superficiales y frívolos.

- Juan Luis Sánchez-

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EL CONOCIMIENTO DE LA MUERTE


Uno de los capítulos de más transcendencia de la  filosofía espirita es el conocimiento de la muerte.

De la resolución del problema de la muerte la solución de innumerables problemas en torno de los cuales se debaten sin resultado fructífero a la ciencia oficial y a las religiones. Son cuestiones que se eternizan sin la firme esperanza de un acuerdo bajo las bases de la verdad y de la justicia.

La “salud y fraternidad” que subscriben los papeles oficiales, el “orden y progreso” que constituye la insignia de nuestra borla, todos estos nobles ideales que deben guiar a los pueblos y erguir a las naciones y sirven de soportes máximos de la ciencia y de la moral no ha tenido aplicación decisiva por faltar en ellos la linfa de la vida, única fuerza capaz de establecer el equilibrio de los pueblos y mantener la integridad de los gobiernos en el ejercicio de su tarea de gobernar con justicia y equidad.

Esa linfa, esa fuerza solo puede nacer de la solución del problema de la muerte. sin la revelación de ese misterio, la humanidad continuará paralizada en su ascensión para la luz, los sabios permanecerán en el circulo vicioso de las concepciones abstractas y las religiones limitadas a la tierra nada más harán que recibir al hombre en la cuna y entregarlo al Túmulo!

Religión sin ciencia, ciencia sin estudio, sin pesquisa, sin verdad, qué bienes podrán proporcionar a la inteligencia, que ya levantó su vuelo, y en un salto elevado de raciocinio sabe ya inquirir sobre su destino, para guiarse bien en el camino de la vida!

Los más graves `problemas humanos, repetimos, solo pueden ser resueltos cuando la muerte raja el velo del misterio y se presenta en su magnífica realidad.

Mas no se puede estudiar la muerte sin estudiar la vida, no se puede estudiar lo que no se ve sin conocerse lo que se ve.

Urge que comencemos nuestras pesquisas de lo conocido para lo desconocido, de lo visible para lo invisible, de la materia para la esencia, de lo físico para lo psíquico.

No ponemos en duda que la humanidad haya progresado y que la ciencia haya revelado, en el campo de la fisiología, misterios que parecían insondeables. Basta recordar el descubrimiento de Harvey, que señala una fecha memorable en el progreso de la medicina, el de Jenner, abriendo el larguísimo campo de la microbiología al descubrir la vacuna; los trabajos de Bésale sobre el estudio anatómico del cuerpo humano; el de Bell sobre las funciones de los nervios espinales; el de Pasteur, uno de los más ilustres sabios del siglo XIX, aunque no fuese médico, ni farmacéutico, para ver que la fisiología no ha paralizado su acción progresiva, como sueles acontecer a todas las ciencias.

¿Mas habrá  llegado a la meta, al non plus ultra de las realidades?

Es una pregunta que nadie será capaz de responder afirmativamente. Al contrario, los más competentes fisiologos de nuestra época son unánimes en afirmar que la fisiología está muy ajena a la explicación de los fenómenos de ectoplasmia, así como de otros tantos, visibles y tangibles, que causan profunda perturbación a los doctos de nuestros tiempos. Por la misma forma, la química no explica las producciones de flores y hiervas que aparecen repentinamente en las sesiones espiritas, no explica la agregación y desagregación de cuerpos, en esas mismas experiencias; y ni la física es capaz de dar la razón de la levitación de cuerpos, sin contacto aparente, contrariando las leyes establecidas de atracción y repulsión , o de gravedad!

La ciencia oficial, es innegable, está en las fajas de la infancia, es la razón por la que no tenemos conocimiento de la muerte.

Foméntese el estudio, invítese al sabio a progresar, ya que constituye dictador de leyes que rigen los fenómenos más conocidos de nuestro mundo; obligarlos a dejar el comodismo de sus salones tapizados, sustituyéndolos por el laboratorio, por el gabinete de análisis, de pesquisa, y muy en breve nuestra humanidad caminará por uno u otro camino en el que brillen las luces de los grandes ideales. Lo que la filosofía no alcanza, lo alcanza la psicología; lo que la química no puede resolver, una química más elevada nos dará la solución; lo que la física no hiciere, lo hará la física transcendente.

El problema de la muerte está íntimamente ligado a la solución del problema de la organización humana, o antes, de la organización del hombre. Sin el estudio imparcial y criterioso del hombre ese problema se conserva insoluble.

El inicio de este trabajo ya está magníficamente trazado por el Espiritismo.

Según los hechos espontáneos y provocados para la realización del gran desiderátum, se verificó que el hombre es un ser transcendente compuesto de cuerpo y espíritu, y que el espíritu es retenido al cuerpo por un mediador que lo envuelve llamado, por eso, periespiritu.

El conocimiento del periespiritu viene a llenar una gran laguna, esclareciendo muchos fenómenos de la fisiología.

Estudiándose al hombre a primera vista, se encuentra en él un primer motor, invisible e intangible, que es la vida. Más esta fuerza no puede dejar de tener una acción determinada, pues, como dice Geoffroy Saint Hilaire, “la vida es al mismo tiempo organizadora, conservadora y reparadora, conforme un modelo ideal.” Este modelo no puede absolutamente consistir en el hombre exterior, carnal, que se transforma sin cesar. Antes, debe ser en el periespiritu que se incorporan las moléculas materiales, los átomos que forman el organismo corporal.

En fin, el estudio del periespiritu es la base del estudio del hombre, en su ser complejo. Sin ese estudio es absolutamente imposible llegar al conocimiento de la muerte y su misterio.

Las propiedades funcionales del periespiritu resuelven aun cuestiones de alta importancia para la fisiología, como el agrupamiento en la forma orgánica de las innumerables células que constituyen nuestro cuerpo; la conservación de la individualidad física e intelectual, a pesar de la renovación perpetua de las moléculas, las relaciones entre lo físico y lo moral; y otras tantas, como tendremos ocasión de recordar más tarde.

Es llegada la época en la que el hombre tendrá la verdadera noción de su individualidad para mejor trabajar por su progreso.

La ciencia, si no quiere mantenerse retrasada, tiene la obligación de tomar en serio estos estudios, que constituyen el punto de partida de todos los conocimientos que deben ilustrar las generaciones venideras.

- Caibar Schutel-

CASA EDITORA O CLARIM

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