domingo, 27 de marzo de 2011

Ciencia y Espiritismo

Dr.Ian Stvenson

¿La coexistencia entre la ciencia y el espiritismo es posible?


En los tiempos medievales, había el consenso de oposición entre fe y razón (Ciencia y Religión). Se entronizaba el paradigma religioso, a través del cual todo era explicado por las imposiciones religiosas. En el Renacimiento, ocurrió la revolución del pensamiento científico, especialmente a partir de Galileo y, posteriormente, de Newton. A partir de ellos, el hombre modifico la manera de ver e interpretar el mundo, irrumpió un nuevo enfoque – el científico, desintegrándose los medievales métodos religiosos. En los fenómenos espirituales (metafísicos) , afrontamos limitaciones en lo que se refiere a la experimentació n científica. Esta clase de fenómenos es, aun, muy poco estudiada, cuando comparada con otros objetos de estudio de las ciencias ortodoxas. Para Eduardo Marino, profesor titular de física, de la Universidad Federal de Rio de Janeiro, y miembro de la Academia Brasileña de Ciencias, hoy en día, a pesar de seguir siendo controvertido, hay coexistencia entre Ciencia y espiritualidad, configurándose en nuevo paradigma académico.

En 1962, Thomas Kuhn, introdujo el concepto de paradigma (1). Actualmente, sostiene un clima de inexactitud racional, compatible con el libre examen e incompatible con todo principio que pretenda absoluto. El físico Fritjof Capra está, totalmente, abierto a la metafísica y cree ser capaz de proporcionar la materia prima para la elaboración de hipótesis experimentales. En 1975, declaró, en su libro “El Tao de la Fisica”, que “el método científico de abstracción es muy eficaz y poderoso, más no debemos pagar el precio, pues existen otras aproximaciones posibles a la realidad”. (2) A rigor, “los inconcebibles fenómenos de la percepción extrasensorial parecen, en cierto modo, menos absurdos, comparados a los inconcebibles fenómenos de la física”. (3)

De toda clase de fenómenos, los dichos fenómenos espirituales son los menos reductibles e controlables y, por eso, más distantes de atender aquellos pretensioso requisitos que dan status de Ciencia o “más ciencia que las otras”. El hecho de no conseguir precisión y control tan apurados, como en la Ciencias exactas, no significa que los métodos y técnicas de las Ciencias que investigan la espiritualidad sean menos eficaces o más limitados. Los fenómenos cuánticos, por ejemplo; más otros tantos campos, como la teoría del caos, revelan, de manera más profunda, que casi nada es perfectamente preciso y controlable. El genial lionés no cayó en la psicosis de adecuación del paradigma materialista, positivista y reduccionista de las Ciencias del Siglo XIX. Con todo, preservó características fundamentales a fin de dar un carácter de cientificidad a la Tercera Revelación.

El corazón del asunto es que el "espiritual", en el sentido común, tiende a lo “sobrenatural” , en consecuencia, no puede ser comprobada. Ahora, no pudiendo ser comprobado y verificado, no puede ser científico. Por eso, para que exista una “ciencia espiritual” es preciso que este elemento no sea “sobrenatural” a fin de que pueda ser observado y comprobado. Sin embargo, el hecho de ser natural no significa que sea material y ni, tampoco, que esté sujeto a los mismos medios de verificación de la materia. Algunos fenómenos cuánticos poseen la característica de ser imprevisible y determinados por causas “inmateriales” . Más allá de eso, se ha comprobado la participación de la conciencia del observador como elemento determinante en el desarrollo de fenómenos físicos.

Para la teoría cuántica, la materia ni posee una existencia física real, más si una prevalida a la existencia. Lo que hace a la materia emerger del universo pro balístico, para irrumpir como onda u partícula, es la conciencia del observador. Por eso, el observador y la cosa observada forman un único y mismo sistema. La conciencia, más de lo que interferir sobre la materia, es el elemento que torna posible la propia existencia de la materia analizada y, como ella no puede ser causa y efecto al mismo tiempo, es necesario admitir que conciencia y materia poseen naturalezas distintas.

El Espiritismo, desde el principio, reconoció que la creencia y el estado de espíritu del observador tienen influencia directa sobre estos fenómenos y, en vez de ignorar ese hecho, considéralo como elemento fundamental para el caso en observación de fenómenos mediúmnicos. Aunque el Espiritismo trate de asuntos que escapan al dominio de las ciencias clásicas, que se circunscriben a los fenómenos físicos, Kardec, en el siglo XIX, escribió que el “Espiritismo y la ciencia se complementan, recíprocamente” . (4)

Cuando citamos ciencia y espiritualidad, nos estamos refiriendo a cosas incompatibles y opuestas. Todavía, debemos reconocer que el objeto fundamental del Espiritismo no se puede comparar al de las ciencias tradicionales, salvo en las interfaces o en los puntos comunes. La Ciencias, emancipada de la fe, estableció sus métodos de investigación, como medio de aproximarse a la realidad, basándose en pruebas, principios, argumentaciones y demostraciones que garanticen su legítima validad.

En verdad, el Espiritismo toca dominios, hasta ahora, reservado a las religiones. Sin embargo, en metodología, el Espiritismo difiere, radicalmente, de las religiones tradicionales, porque rechaza la fe dogmatica, la creencia ciega, las practicas de rituales, el culto exterior o esotérico. “Si no es justo que la Ciencia imponga directrices a la religión, incompatibles con sus necesidades de sentimiento, no es razonable que la religión obligue a la Ciencia a la adaptación de normas inconciliables con sus exigencias de raciocinio.” (5)

Los que declaran que los fenómenos Espíritas no son objeto de la Ciencia, no saben lo que dicen, pues “El objeto especial del Espiritismo es el conocimiento de las leyes del principio espiritual, (…) una de las fuerzas de la naturaleza, que reacciona, incesantemente y recíprocamente, sobre el principio material.” (6)

El genial lionés afirma que “Espiritismo y Ciencia se complementan, recíprocamente. La Ciencia, sin el Espiritismo, se halla en la imposibilidad de explicar ciertos fenómenos solo por las leyes de la materia. Al Espiritismo, sin Ciencia, faltarían apoyo y comprobación. Sería preciso alguna cosa para prender el vació que las separaba, un trazo de unión que las aproximase; ese trazo de unión está en el conocimiento de las leyes que rigen el mundo espiritual y sus relaciones con el mundo corporal” (7)

El Codificador recuerda, aun, que “El Espiritismo, caminando con el progreso, no será nunca ultrapasado, porque, si nuevos descubrimientos le demostraran que está en un error sobre un punto, el se modificará sobre ese punto; si una nueva verdad se revelara, él la aceptará.” (8)

- Jorge  Hessen -

" Sin Dios en el corazón, las futuras generaciones pondrán en peligro la existencia de este planeta.Por mayor que sea el avance tecnológico de la Humanidad, es imposible que el hombre viva en paz sin que la idea de Dios lo inspire en sus decisiones".
                                                                                       -  Chico  Xavier -


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