viernes, 19 de noviembre de 2021

Las reuniones mediúmnicas

    INQUIETUDES  ESPÍRITAS

1.- Los malos comunicados de los Espíritus

2.- Las reuniones mediúmnicas

3.- Las Inquietudes Espirituales

4.- La paja en el ojo ajeno


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   LOS MALOS COMUNICADOS DE LOS  ESPÍRITUS

Regla general:  Cualquiera que tenga malas comunicaciones espiritistas, escritas o verbales, está bajo una mala influencia; esta influencia se ejerce sobre él, que escriba o deje escribir, es decir, que sea o no médium, que crea o no crea. La escritura es el medio de asegurarse de la naturaleza de los Espíritus que obran sobre él y de poder combatirles si son malos, lo que se hace aún con más éxito cuando viene a conocer el motivo que les hace obrar. ^Si es

demasiado ciego para comprenderle, otros podrán hacerle abrir los ojos.

En resumen, el peligro no está en el mismo Espiritismo, puesto que puede, por el contrario, servir de comprobante y preservarnos del que corremos sin cesar, sin que los sepamos; está en la orgullosa propensión de ciertos médiums en creerse, con demasiada ligereza, los instrumentos exclusivos de Espíritus superiores, y en la especie de fascinación que no les permite comprender las tonterías de las que son los intérpretes. Aquellos mismos que no son médiums pueden dejarse engañar. Citemos una comparación. Un hombre tiene un enemigo secreto que no conoce y que esparce contra el, por bajo mano, la calumnia y todo lo que la más negra maldad puede inventar; ve perder su fortuna, alejarse sus amigos, turbada su felicidad interior, no pudiendo descubrir la mano que le hiere, no puede defenderse y sucumbe; pero viene un día que este enemigo secreto le escribe, y a pesar de su astucia se hace traición. He aquí, pues, a su enemigo descubierto y puede confundirle y remontarse.. Tal es el papel de los malos Espíritus, que el Espiritismo nos da la posibilidad de conocer y
descubrir.


EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS
ALLAN KARDEC

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        REUNIONES MEDIÚMNICAS

                                                                          


Las religiones tradicionales, a pesar del respeto y la consideración que nos merecen todas las escuelas de Fe, no lograron desmitificar  la muerte, tranquilizar a los que quedan en el mundo y preparar con anticipación a los que parten.

“En tales situaciones, la muerte se transforma  en factor preponderante de neurosis y psicosis más profundas que conducen a locuras, al suicidio….

“Al Espiritismo, con su estructura ético religiosa, fundamentada en el Evangelio de Jesús, le cabe la grandiosa tarea de diluir de las mentes  el temor a la muerte, a través de la educación a los  hombres sobre la manera  de encararla, al mismo tiempo de enseñarle el valor de la vida.

Exceptuando  otras finalidades significativas, las sesiones practicas mediumnicas del Espiritismo asumen , igualmente la función consoladora, para mitigar las nostalgias  y disminuir  los dolores que se atenúan a través del bendito intercambio espiritual, no solamente  de las Entidades Venerables, sino también de aquellas que sufren, enseñando por el dolor la correcta vivencia del amor… pero también, permite el regreso de los seres amados  a la convivencia  afectuosa, por la palabra oral o escrita, en las materializaciones o en las fuertes inducciones mentales de carácter  intuitivo. Además de escuela de bendiciones superiores, la sesión de intercambio es medicamento para los Espíritus de ambos lados de la vida, estimulo y prueba de la supervivencia, por cuyo valioso concurso se asumen responsabilidades morales y coraje para vencer las vicisitudes del camino de ascensión…”

De tiempo en tiempo y en repetidas ocasiones, surgen movimientos anti mediúmnicos  entre los respetables estudiosos y obreros de la Doctrina Espírita, que entonces sufren inspiración negativa.

Las entidades perversas se ven desenmascaradas, una vez deshechas sus tramas  y conclusiones nefastas a través de la mediumnidad digna,  combaten sistemáticamente  esta puerta de servicio, e intenta cerrarla,  ya sea por la continua  sospecha o por la desmoralización y otras veces por la indiferencia general, entonces esos desdichados disfrutan de una zona libre para el comercio infeliz que establecen la continuidad de las astutas como inclementes persecuciones que promueven.

“En el Tabor, el Maestro, acompañado de los discípulos amados, produjo la memorable sesión mediumnica, cuando se transfiguró y hablo con Moisés y Elías totalmente  materializados, reflexionando sobre cuestiones de alta relevancia al resplandor  del día. Luego, descendió del monte y continuó en el mismo estado, ocasión en que atendió al obsesor que atormentaba a un joven que se encontraba agitado bajo su ferocidad , que babeaba y gemía, preso de una crisis  epileptiforme, desmayándose , con hilos de sangre en los labios. El Señor lo reprendió con Su autoridad y lo expulso y libero al paciente, cuya prueba terminaba bajo las bendiciones del amor….

Allí fue realizada una perfecta fluidoterapia con el obseso, socorro  al obsesor y un intercambio superior  con los líderes israelitas desencarnados, tal como ocurre en los trabajos espiritas  prácticos, bajo rígidos códigos de la moral evangélica.

Inspirados por mentes perturbadoras, vengativas de diversos grados,  surgen compañeros celosos de la preservación del patrimonio de la doctrina, que embisten contra las reuniones mediúmnicas.

Unos alegan exceso de animismo; otros, exageraciones en la mediúmnidad; algunos afirman que ese periodo está superado y no falta quien diga que tales servicios son perjudiciales al equilibrio mental y emocional de las personas nerviosas, de personalidades psicópatas.

Es verdad que el animismo progresa en amplia escala  y permite, entretanto, al estudioso de la Doctrina, al contrario de cohibirlo, educar al sujeto, haciéndole liberarse de las impresiones profundas que afloran  de su inconsciente, en los momentos de trance, como oportuna catarsis que lo ayuda a recobrar la armonía intima.  Además de esto,  de la misma forma  que muchos se afanan  en adoctrinar a los desencarnados, realizan valioso trabajo adoctrinando  a los compañeros del plano físico, portadores de mediúmnidad en la fase atormentada.

Los llamados excesos mediúmnicos no son de la responsabilidad de las sesiones, sino de la falta  de información de los experimentadores y personas que, se aventuran en sus realizaciones carentes del conocimiento  doctrinario y de la vivencia de sus ejecuciones.

Todo el monumento doctrinario del espiritismo fue construido mediante incomparables demostraciones e investigaciones mediúmnicas que Allan Kardec produjo, ofreciéndonos  una Obra insuperable, que después de un siglo es muy desconocida aun, incluso por aquellos  que la estudian con cariño y ahínco. Nunca estarán excedidas  las realizaciones mediúmnicas de provecho irrefutable, además del poder que ejercen para hacer nuevos adeptos que entonces pasan a interesarse por el estudio de la Doctrina espirita.

Es necesario destacar  además del conocimiento y la preparación doctrinaria para la realización de la mediúmnidad, las condiciones morales, que son factores predominantes para el resultado de las sesiones. Así son las coordenadas mentales  que fluyen de la vivencia moral  de sus miembros, estarán presente Entidades Equivalentes, que ofrecen lo que se merece y no lo que desea. Por tanto, es indispensable que el conocimiento y la cultura  doctrinaria tengan como respaldo el esfuerzo moral del aprendiz, a fin de  situarse en un clima de paz e intimidad de convivencias superiores.

El callarse  los discípulos del Evangelio por miedo ante las inconveniencias mundanas, por los prejuicios o ser víctimas de los intereses mezquinos, como ha sucedido, las “piedras” que guardan a los muertos se rompen y hablan, ya que los desencarnados, al no estar  sometidos a las circunstancias terrenales, proclaman la verdad sin obstáculos ni acuerdos con el error.

Respetemos  a todas las criaturas humanas en los grados de aprendizaje, en su proceso de evolución espiritual, mientras tanto, valoremos a los trabajadores  anónimos de la mediúmnidad, a los que forman los círculos espirituales, de asistencia a los desencarnados y de intercambio con los espíritus luminosos por el sacrifico, abnegación y fidelidad con que se dedican al fanal del consuelo y de la caridad que fluye y refluye  en las sesiones mediúmnicas de todas las expresiones serias: de “curas”, fluidoterapia, de desobsesión , desarrollo o educación de la mediúmnidad, de materialización con objetivos serios y superiores, favoreciendo el ejercicio de las variadas facultades mediúmnicas para la edificación y vivencia del bien.

Esos trabajadores muchas veces incomprendidos y hasta algunas veces perseguidos, están cooperando eficazmente, a pesar del olvido al que muchos los relegan, con los Bienhechores de la Humanidad, en la construcción de un Mundo Nuevo de mañana que todos anhelamos.

Extraído por Merchita del libro “En las Fronteras de la Locura” de Divaldo Pereira Franco

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                LAS INQUIETUDES ESPIRITUALES

“  Cualquier rico puede alimentar los cuerpos, pero sólo quienes poseen el conocimiento pueden alimentar las almas. Si posees el conocimiento, tu deber es ayudar a otros a obtenerlo”

                                                      -Krishnamurti-

   Una vez admitida por la razón y comprobada por la Ciencia la realidad  del Espíritu humano, la sobrevivencia del mismo después de la muerte  y sus posteriores  reencarnaciones, nos podemos plantear y razonar  una profunda filosofía que amplía nuestra mente hasta  límites impensados, profundizando en el misterio y en la seguridad de unos conceptos  que posteriormente la Ciencia viene a  comprobar, a veces con  muchos años de atraso, confirmando  casi todo lo que la Filosofía  ya dedujo  y adelantó en su momento.

       Los Seres humanos, llevados por el impulso que la Evolución imprimió siempre a nuestra alma, fuimos buscando respuestas a las cuestiones trascendentes que estaban delante de nosotros, temas que  formaban parte de la vida y de la muerte, y que no llegábamos  a comprender del todo, por lo que fuimos buscando el significado de todo lo que constituía un misterio, utilizando por ello la imaginación, el poder deductivo y la intuición, para dar respuesta  a  tantas  cuestiones   que  nos hemos planteando. De este poder deductivo nació la filosofía, en  la que encontramos  las claves para tantas respuestas y soluciones que afectaban al entramado humano y a cada Ser individual.

 

     La Filosofía en sus deducciones, siempre caminó por delante de la Ciencia empírica , en cuanto a que con su poder deductivo ha ido adelantando  a veces cuestiones que más tarde la Ciencia ha venido a confirmar.

 

     La propia Naturaleza muchas veces  nos da la clave para  inspirarnos y  encontrar  respuestas  a cuestiones íntimas que en ocasiones  nos hemos planteado  los humanos,  aunque no siempre sabemos  verlas o  captarlas.

Observando la metamorfósis de la oruga cuando al final de su existencia como tal, deja de existir como oruga, pero se transforma en crisálida y allí se convierte en mariposa adulta, apta para volar y reproducirse.  Hay un paralelismo entre la metamorfosis de la oruga  y lo  que sucede con  la propia conciencia del  Ser  humano cuando abandona definitivamente el cuerpo físico tras la muerte del mismo, comprendiendo que, seguramente, nosotros también pasamos  por esta  vida  de  un modo semejante a  la oruga, arrastrándonos en medio de las cosas materiales y de las circunstancias particulares que nos rodean, en medio de un escenario en donde nos tocó vivir, sin saber muy bien hacia donde vamos en este camino que termina con la  oscura muerte y  que la gente, con horror, suele considerar como el final de la existencia  del Ser y de todo; ni tampoco  conocemos  de donde salió nuestro "Ego", de donde procedemos, hasta llegar a este punto en donde nos encontramos, en medio del camino de la vida.

 

    Tal vez cuando se intuyen cuestiones tan profundas como  es el qué o quienes somos en realidad, de donde venimos y hacia donde vamos, esto sea lo que algunas personas han definido  como un despertar de la conciencia o como una iluminación.  Creo que  “iluminarse ” viene a ser  como despertar interiormente en una luminosa intuición, como cuando se ve  un relámpago, o como el resplandor de un rayo, iluminando  las verdades de la Vida y de nosotros mismos, porque solamente despiertos podemos buscar  y llegar a encontrar, a ver  y a comprender la Verdad . Y esta experiencia puede suponer una  transformación interior  al aprender a vivir con plenitud  cada momento  presente sin preocuparse del concepto del pasado que ya pasó  y  que  solo sirve para engrosar el archivo de las vivencias,  experiencias y aprendizajes ya experimentados y asumidos, a los que podemos recurrir en el presente para nuestro aprendizaje y orientación. 

 

    Tampoco ese momento se vive con la mente en un futuro que   no existe porque todavía está por venir, pero su construcción depende de la suma de los momentos presentes  vividos con  una  conciencia clara  según  nuestro libre albedrío.

     Buscar el paralelismo que hay entre el relato de la oruga y lo que sucede con nuestro "Yo", nos lleva a meditar sobre cosas muy importantes, como por ejemplo,  que  realmente  con la muerte de la persona solo  muere el cuerpo de materia, la apariencia de las formas - no podría ser de otro modo-,  pero  al igual que la  mariposa,  también resurgimos de "nuestra crisálida", para pasar a vivir en una forma de  vida superior, cerrando así el ciclo de cada vida humana, que después  y dentro de un infinito camino evolutivo necesitamos volver a recomenzar de nuevo una y otra vez, para seguir aprendiendo, reparando errores, buscando siempre ir agrandando nuestro "Yo",  mejorando  y perfeccionando  lo logrado anteriormente.


-Jose Luis Martín-


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LA PAJA EN EL OJO AJENO

“¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decir a tu hermano: “Hermano, deja que te saque la paja de tu ojo”, tú que no ves la viga que tienes en el tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano” (Lucas 6, 41-42)

Estas palabras de Jesús tienen una especial resonancia para nosotros, hoy. Todos, sin excepción, tenemos mucho qué aprender de ellas. Todos, sin excepción, tenemos que escucharlas, meditarlas en nuestro corazón, y ponerlas en práctica en nuestra vida de cada día.
Jesús nos conoce bien. Sabe perfectamente cuáles son nuestras mayores debilidades en el campo de las relaciones con los demás, y quiere que trabajemos intensamente para superarlas, porque son perjudiciales para nosotros en todos los sentidos.
Es evidente. Los seres humanos, hombres y mujeres de toda clase y condición, tenemos una inclinación malsana y persistente, a criticar a los otros. Vemos con mucha facilidad, tal vez más de la que quisiéramos, los defectos y las malas acciones que quienes están a nuestro alrededor tienen y realizan, y ello nos lleva a criticarlos – en nuestro corazón y de viva voz -, por una razón o por otra, la mayoría de las veces con gran dureza.
Olvidamos por completo que también nosotros tenemos defectos, y que nuestras fallas pueden ser incluso más graves que las de quienes criticamos. Entonces nos erigimos en jueces que juzgan y condenan sin piedad a todo el que se nos pone delante, a la vez que nos hacemos “los de la vista gorda” con nuestra propia conducta, o buscamos el modo de justificarla para que sea aceptada sin más.
Jesús nos invita con insistencia, en este y en otros pasajes del Evangelio, a revisar lo que estamos haciendo en este aspecto de nuestra vida, y a corregir con prontitud lo que no esté de acuerdo con lo que él nos enseña, no sólo por lo que esta manera de actuar implica de irrespeto al otro, a quien generalmente sólo conocemos en apariencia, sino también y sobre todo, por lo dañina que es para nosotros mismos, pues mientras fijamos nuestra atención en el otro, para escudriñar, sin ningún derecho, su modo de ser y de obrar, estamos descuidando severamente nuestra propio actuar, en el que, muy posiblemente, hay cosas peores, acciones y actitudes más negativas y más perjudiciales, que las que criticamos.
Criticar a los demás, por una razón o por otra, en un sentido o en otro, es fácil, muy fácil. No exige mayor esfuerzo de nuestra parte, y siempre habrá para nosotros un motivo que lo “justifique”, una razón que lo respalde, al menos en apariencia. Pero la vida cristiana auténtica, el seguimiento fiel de Jesús como discípulos suyos, no busca lo que es fácil o lo que nos queda cómodo, sino lo que es bueno, lo que se ajusta a la voluntad de Dios, que nos ama a todos como hijos y quiere que vivamos como verdaderos hermanos, en el amor y el respeto mutuos.
Examinemos nuestra conciencia teniendo en cuenta esta enseñanza de Jesús, y esforcémonos por hacerla realidad en nuestra vida cotidiana, en todas nuestras relaciones con los demás. Traerá mucha paz a nuestro espíritu, y nos permitirá ser acogidos con gusto por quienes nos rodean, que nunca se sentirán amenazados por una actitud prepotente y soberbia de parte nuestra.
- Reynaldo Inocente Formoso -

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