lunes, 19 de julio de 2021

Las mesas giratorias

    INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.- Analizando el lenguaje de los Espíritus

2.- Las mesas giratorias

3.- ¡ Hijo de mi alma, Eres tú!

4.- Nuestros pensamientos, sentimientos y emociones, ¿Pueden llegar a afectar a otros?

5.-El llanto, como válvula de escape en la aflicción.



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ANALIZANDO EL LENGUAJE DE LOS ESPÍRITUS

258. Mientras que los Espíritus se niegan a contestar a preguntas pueriles y  descabelladas, que se hubiera tenido reparo en hacérselas cuando vivían, ellos mismos dan a menudo, y espontáneamente, pruebas irrecusables de su identidad, por su carácter, que se revela en su lenguaje, por el empleo de las palabras que le eran
familiares, por la cita de diferentes hechos, particularidades de su vida, algunas veces
desconocidas de los asistentes, y cuya exactitud ha podido probarse.^ Además las
pruebas de identidad resaltan de una multitud de circunstancias imprevistas, que no
siempre se presentan al primer golpe de vista, sino continuando la conversación.
Conviene, pues, esperarlas sin provocarías, observando con cuidado todas aquellas que pueden desprenderse de la naturaleza de las comunicaciones.

259. El medio que se emplea algunas veces con buen resultado para asegurar la
identidad, cuando el Espíritu que se comunica es sospechoso, consiste en hacerle
afirmar, "en nombre de Dios Todopoderoso", que es el mismo que se nombra. Sucede a menudo que el que toma un nombre supuesto retrocede ante un sacrilegio, y después de haber empezado a escribir: "Yo afirmo, en nombre de...", se para y traza con cólera líneas insignificantes, o rompe el lápiz; si es más hipócrita, evade la cuestión por una restricción mental, escribiendo por ejemplo: "Os certifico que digo la verdad"; o bien: "Atestiguo en nombre de Dios, que soy yo el que os hablo", etc. Pero los hay que no son tan escrupulosos y juran todo lo que se quiere. Uno de ellos se comunicó a un médium diciendo que era "Dios" y el médium, muy honrado por tan alto favor, no vaciló en creerle. Evocado por nosotros no se atrevió a sostener tal impostura, y dijo: Yo no soy Dios, pero soy, su hijo. - Entonces, ¿sois Jesús? Esto no es probable porque Jesús está colocado muy alto para emplear un subterfugio. ¿Os atrevéis, pues, a afírmar, en nombre de Dios que sois Cristo? - Yo no digo que sea Jesús; yo digo que soy el hijo de Dios, porque soy una de sus criaturas. Debe deducirse de esto que si rehúsa un Espíritu el afirmar su identidad en nombre de Dios, es siempre una prueba manifiesta de que el nombre que ha tomado es una impostura, pero que la afirmación sólo es una presunción y no una prueba cierta.

260. Puede también colocarse entre las pruebas de identidad la semejanza de escritura y de la firma, pero como por otra parte no es dado a todos los médiums el obtener
este resultado, esto no es siempre una garantía suficiente; en el mundo de los
Espíritus hay tantas falsedades como en éste; no es, pues, sino una presunción de
identidad, que no adquiere valor sino por las circunstancias que la acompañan. Lo mismo sucede con todas las señales materiales que algunos dan como talismanes inimitables por los Espíritus mentirosos. Para los que se atreven a jurar a Dios en falso o falsificar una firma, un signo material cualquiera que sea, no puede ofrecerles mayor obstáculo. La mejor de todas las pruebas de identidad está en el lenguaje y en las circunstancias casuales..

LIBRO DE LOS MÉDIUMS
ALLAN KARDEC

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LAS MESAS GIRATORIAS


¿Qué pasó después de los fenómenos de Hydesville?¿Cómo se hicieron populares estos fenómenos?¿Qué son las “mesas giratorias”?¿Cómo se expandieron por todo el mundo?

                                                                            


Después de los incidentes que ocurrieron en la casa de Hydesville, Kate Fox fue enviada a vivir con su hermana en Rochester. Allí conoció al señor Isaac Post, que estaba interesado en continuar con el estudio de estos fenómenos y que creó un código de comunicación con el mundo espiritual a través de golpes y del alfabeto.

Uno de los primeros sistemas consistía en recitar el alfabeto y seleccionar las letras señaladas por un golpe. Por ejemplo, para deletrear el nombre de CHARLES, se comienza recitando el alfabeto y el espíritu tiene que dar un golpe cuando reciten la C, otro en la H, y después esperar que vuelvan a empezar otra vez con el alfabeto para golpear en la A y en la R; en la tercera vuelta, la L y en la cuarta la E y la S. A este sistema se le llamó “telegrafía espiritual”, por su similitud con el reciente invento de la telegrafía. Se comenzaron a realizar reuniones en la casa de los Post utilizando este sistema y comenzaron a recibirse mensajes. El primer mensaje que se recibió en su casa fue “We are all your dear friend and relatives”, “Nosotros somos todos vuestros queridos amigos y familiares”. Así, los golpes que al principio eran aleatorios, servían ahora para comunicarse.

Una característica muy importante de esta primera etapa es que se convirtió en una experiencia privada muy popular, las familias y los grupos de amigos se reunían para intentar realizar este tipo de experiencias en sus propios hogares, al igual que se realizaban en la casa de la familia Post.  Además, los golpes que al principio sonaban en las puertas, las paredes o en cualquier mueble, pasaron a localizarse preferentemente en las mesas de la sala de estar o del comedor de las casas.

  En estos primeros momentos, los experimentos con las mesas se centraron principalmente en obtener fenómenos físicos, sobre todo, en obtener el movimiento de las mesas, a la gente le llamaba especialmente la atención que las mesas "cobrasen vida", aunque sin conocer cual era el mecanismo que estaba detrás de este movimiento, la gente estaba interesada en realizar los experimentos, se suponía que alguna fuerza extraña, como el magnetismo o la electricidad que tanto se estaban estudiando en aquellos momentos eran los responsables de estos fenómenos físicos. Las "mesas giratorias" o "mesas danzantes" se convirtieron en una moda que se extendió muy rápidamente. AD


 Las mesas giratorias llegan a Europa

En sólo cinco años llegó de Estados Unidos a Europa. A principios de abril de 1853 los periódicos alemanes comenzaron a publicar noticias sobre los fenómenos que ocurrían con las mesas. Se decía que un comerciante de Nueva York había enviado a su hermano que vivía en Alemania unas instrucciones para reproducir las manifestaciones físicas que eran tan comunes en América. Se trataba de hacer girar y mover una mesa, o cualquier otro objeto. Tres o más personas se ponían alrededor de la mesa, con las manos sobre la superficie, tocándose solamente con los meñiques entrelazados. Así se formaba una cadena y al cabo de un tiempo la mesa empezaba a oscilar primero y luego a girar a toda velocidad, arrastrando incluso a las personas que formaban la cadena.

Los periódicos alemanes y luego los franceses dieron noticias sobre ello, y a partir de ahí se extendió por toda Europa occidental, incluida España. Tanto en los salones de la aristocracia como en los hogares más humildes la gente formó corros, cruzó los meñiques y se dispuso a mover mesas. Y en la prensa aparecían noticias de estas experiencias que se desarrollaban en todas partes.

Vamos a reproducir un texto que nos narra cómo incluso la reina Isabel II y la familia real asistieron también a estos experimentos. Se encontraban en su residencia de verano en Aranjuez. Una familia que vivía allí había tenido éxito realizando estos fenómenos, y la reina Isabel II quiso que los repitieran la noche siguiente para ella. Así nos lo narra Gutiérrez de la Vega en “Las ciencias a tiro de beso: de cómo el magnetismo, la electricidad y otras cosas como estas han venido a sustituir a los juegos de prendas en sociedad, y del furor que tal entretenimiento está haciendo en los círculos de esta coronada villa”, publicado en El Heraldo Médico, el 19 de mayo de 1853:

 “Habiéndose hecho con tanto éxito, en la noche del 8 [de mayo de 1853], por una familia residente hoy en Aranjuez, los experimentos magnéticos (…) S.M. la reina Isabel, que supo a los pocos momentos su buen éxito, quiso presenciar su repetición al día siguiente.                      En ese día por la mañana ya las mismas personas del 8 habían descubierto la aplicación feliz a otros muchos objetos además de las mesas y principalmente al cuerpo humano. Para presenciar todo esto, S.M. la reina Isabel, S.M. el Rey y S.A.R. la Serenísima Sra. Princesa de Asturias, con sus respectivas servidumbres, fueron a las 5 de la tarde a la casa de recreo, llamada del Labrador, adonde concurrió también, por invitación de su augusta hija, S.M. la Reina Madre, acompañada de sus dos hijas mayores y del Dr. Rubio. Por altos miramientos y precaución prudentísima no tomaron parte alguna, ni la más mínima, en estos experimentos, ni S.M. la reina Isabel, ni el ama de cría de la augusta Princesa. Todo se hizo por los demás circunstantes, teniendo S.M. la dignación de llamar a su presencia a los caballerizos de campo y oficiales de las escoltas para que viesen lo que nunca habían visto o experimentasen en sí mismos los efectos de la cadena magnética que sobre ellos hacían sus compañeros. La marcha de progresión en ambos rumbos, como el girar de las mesas, como la aplicación de la cadena al cuerpo humano y, en suma, cuantas tentativas se hicieron tuvieron el éxito más completo. SS.MM. se retiraron a su real palacio agradablemente sorprendidos ya bien entrada la noche”.

     Los experimentos continuaron y se sofisticaron. Se hacía a las mesas girar, pero también bailaban, levitaban y respondían a las preguntas que se les hacía. Primero, respondiendo “sí” o “no” con uno o dos golpes en el suelo con una pata. Después, utilizando códigos cada vez más complejos “las mesas” empezaron a mandar mensajes a través de los golpes. Uno de los sistemas era el de Post, se recitaba un alfabeto y la mesa golpeaba el suelo al llegar a la letra deseada.

     Para intentar mejorar este sistema, se inventó el “psicógrafo”. Consistía en un tablero con las  letras  del alfabeto pintadas, se movía un puntero por encima del tablero hasta que se oía el golpe de la pata de la mesa para señalar una letra. Más adelante, los tableros se independizarían de las mesas, y serían el propio puntero el que    dirigía las manos hasta la letra indicada, pensando que eran las mismas fuerzas que levantaban la mesa para que diera un golpe en el suelo las que movían el puntero.   Este es el origen de la popular “ouija” y que proviene directamente de los populares juegos de salón con las mesas.

   El fenómeno de las "mesas giratorias" llegó a oídos del profesor Rivail por medio de un amigo, y a partir de entonces se volcó en el estudio de tales fenómenos, siendo este el nacimiento del Espiritismo.

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 Experiencia: “Hijo de mi alma, ¡Eres Tú!” 

                                                    


 La historia que voy a compartirles ocurrió el 12 de octubre de 2010. 

Sinceramente no sé cómo, no la había escrito antes (aunque la he relatado muchas veces). Será que el momento conveniente es ahora. Pero antes, les voy a contar un poco sobre mi hijo Luis Arnaldo, cariñosamente llamado Arnito, ya que es el protagonista de mi relato. Mi Arnito desencarnó en  1998, cuando tenía apenas 20 años de edad, como consecuencia del uso de drogas. A pesar de la tragedia, estuvo ‘limpio’ en sus días finales. Lo cual sé que le ayudó a meditar sobre su vida. En una ocasión me dijo: “mami me voy a morir, pero ¿verdad que al final los buenos siempre ganan?” En otra ocasión me dijo: “anoche tuve un sueño y me visitó un doctor, me puso una inyección.”

 Yo estaba en mi trabajo cuando me llamaron para decirme que lo llevaban al hospital, ya que estaba muy grave. Sé que esperó a que yo llegara. Orando con sus manos entre las mías, suspiró su último aliento. ¡Oh Dios mío, que mezcla de dolor y consuelo! 

Unos días antes, ya había sentido que iba a dar su cambio (desencarnar) pero lo descartaba, no podía ser, él se iba a sanar, “¡yo tenía promesa de Dios!” Para esa época, en 1998, yo no me consideraba espiritista, aunque siempre tuve nociones espíritas, a través de mi padre. Siempre nos decía que el pensamiento era todo, que no necesitábamos velas, ni agua, ni nada. Pero la vida te lleva por otros caminos y en ese momento de nuestras vidas yo iba a la iglesia buscando consuelo para mi sufrimiento; mi hijo se perdía ¡y yo no podía hacer nada! Primero visité la iglesia evangélica y luego la católica carismática… y siempre los mensajeros me dieron mensajes de consuelo, siempre diciendo que él iba a sanar y que yo vería la gloria de Dios. Pero en mi amor de madre siempre vi una sanación física, jamás pasó por mi mente que su sanación sería espiritual. No obstante, mis amigos, les puedo decir que vi la gloria de Dios cuando vi a mi hijo en su ataúd. ¿Cómo es posible que una madre diga eso? ¡Qué disparate! Sí, así fue… mi hijo resplandecía… se veía más guapo que nunca, parecía sonreír… y en ese momento di gracias y vi la “gloria de Dios”, la veía… la sentía en el consuelo, en la paz y la esperanza. En ese momento entendí los mensajes. Sí, iba a sanar, pero no sería físicamente. Y Dios, en su infinita misericordia, a través de mis Benefactores Espirituales, me recordaba la promesa, permitiéndome verlo físicamente en paz y sano, pues su sanación sería la más importante: la espiritual.  

   Luego, 12 años más tarde, mi Arnito me preparaba una sorpresa grandiosa, la cual no me esperaba jamás. Fue un 12 de octubre de 2010. Para esa fecha me encontraba participando de un Congreso Espírita en Valencia, España  (Congreso Espírita Mundial). Una tarde vimos la película del libro de Chico Xavier Nuestro Hogar (un relato de la vida espiritual). Cuando llegó la escena en que el espíritu André Luiz se encuentra con su madre y la abraza, me emocioné de una manera estremecedora. Lloré de alegría pensando que así sería cuando me re-encontrara con mi hijo; será maravilloso, pensaba. Luego de ver la película, me inquieté por ir a comprar un libro… rápidamente mis ojos fueron hacia el libro Diario de un drogadicto psicografiado por la médium Gorete Newton. En ese momento no pensé en mi hijo para nada, solamente pensé en una persona que quiero mucho y pensé regalárselo. Pregunté el costo y me dirigí a buscar el dinero. Según caminaba hacia mi hermana, la cual tenía mi cartera, sentí que Arnito me decía que en el libro había un mensaje para mí. Me sentía emocionada… sabía que era algo importante. Estaba ansiosa. Mi amigo Iván me dijo que tuviese cuidado porque pudiera ser un relato ‘crudo’; pero yo contesté: “no importa, sé que hay un mensaje”. Lo sentía con seguridad. Me fui a la búsqueda del libro, mi corazón latía con fuerza. Cuando le di el libro a la autora para que lo autografiara, ésta me preguntó: “¿Cuál es tu nombre?” y sin darme tiempo a contestar se sonrió y se sentó a firmar el libro. En ese momento mientras la miraba firmando el libro, mi único pensamiento era: “la quiero abrazar, cuando termine la voy a abrazar, tengo que abrazarla”. Una vez terminó de firmarlo, se puso de pie y otra vez, sin darme tiempo a reaccionar me dijo: “Dame un abrazo”. Me sentí emocionada y nos abrazamos… cuán feliz fui al escuchar su voz en mi oído que me decía: “Te amo… te amo tanto…” Entre sollozos dije: “¡Oh hijo de mi alma, eres tú!”… Lloraba, lloraba de alegría y no podía parar, le di las gracias y me fui llorando… todos me miraban, no me importaba… lloraba… y entonces me recordó cómo lloré de pena, tristeza y angustia en el hospital cuando él dio su cambio y la gente me miraba… yo sentía un: “ahora lloras de alegría, de ahora en adelante tus lágrimas serán de alegría…te amo”. “Te he abrazado como en la película, no tendrás que esperar tanto…” ¡Oh, hijo de mi alma! ¡Es maravilloso, algo inefable, sublime! Me sentía que flotaba, sentía una alegría inmensa y un llanto consolador e inexplicable que no paraba; sólo el que vive y siente algo así lo puede entender… Cuando llegué donde estaba mi hermana Mary e Iván, los cuales me esperaban, se sorprendieron al verme… “¿qué pasó?” preguntaron… y llorando, como pude, les expliqué. Todavía no había leído la dedicatoria, entonces Iván la leyó… “Siempre estaré contigo, mi lucecita amada. Con amor”. ¡Oh Dios! ¡Cómo puede haber tanto consuelo! Cómo puede haber tanta esperanza, tanta fe razonada… no tengo palabras para describir mis sentimientos – sólo el sentimiento lo hace comprensible. 

   Ese día ansiaba que llegara la noche para ir a leer el libro. En la cena le conté a los demás, y en broma dije: “ahora entiendo cuando los religiosos cantan ‘yo tengo un gozo en mi alma,  gozo en mi alma, gozo en mi alma y en mi ser’…” y literalmente así era. Lo juro. Por fin llegó la noche y me dispuse a leer el libro… estaba tan emocionada, mi corazón latía acelerado… y ¿por qué me llamaste “lucecita amada”?, nunca me has dicho así… sentí claramente que me decía: “¿recuerdas cuando orabas por mí? siempre, siempre me decías, busca la luz, no te quedes aquí, busca tu luz… por eso eres mi lucecita amada”. Recuerdo que teníamos una conversación con el pensamiento… y a cada rato despertaba a mi hermana para contarle. “Mary, ya sé por qué esto o aquello…” y ella me contestaba: “disfrútalo hermana, sé feliz…” 

   El libro es pequeño y lo devoré muy rápido… aunque la historia es diferente… las consecuencias fueron las mismas. A través de la lectura, me dejaba saber que algo muy similar ocurrió con él. Que se dejó llevar por sus Amparadores Espirituales y que ahora se encontraba estudiando y ayudando a los que llegan en las mismas circunstancias. Finalmente llegué al mensaje específico que tenía para mí, estaba casi al final, lo supe inmediatamente: “¡Nunca he sido tan feliz!”. Oh… Dios, gracias, gracias… seguía llorando de alegría y me sentía confortada. Todavía hoy me emociono y me estremezco sólo de recordarlo… sé que está conmigo siempre que puede y se lo permiten. 

   Sigo imaginando cuán grandioso será cuando se dé el reencuentro espiritual entre nosotros. Antes de esta experiencia había tenido otros encuentros con él… aunque nunca de esta manera tan maravillosa. 

   En la medida que puede nos cuida y cuida en especial de su hermano Alejandro. Quedé embarazada de Alejandro a los dos meses de Arnito haber desencarnado. Siempre me dijo que no se sentía celoso, sino al contrario, que Alejandro me daría las alegrías que él no pudo darme en esta vida. 

   En este relato hay otro dato curioso. Cuando le estaba contando esta experiencia al padre de Alejandro (que causalmente vive en Valencia, España) algo sorprendido, me dijo: “¡estás iluminada!”. ¿No es maravilloso? No sé cómo me veía, pero sé la emoción que sentía y ¡era tan grande que se notó físicamente! Por eso hermanos, la filosofía Espírita es tan importante en nuestras vidas; es una forma de pensar y de actuar de acuerdo a nuestras circunstancias y teniendo presente las consecuencias morales. Nos explica todo… nos da consuelo, le perdemos el miedo a la mal llamada muerte. Aun así, no debemos juzgar las religiones, sino ver la esencia del mensaje… todas brindan consuelo y esperanza. Lo importante es nuestra sinceridad.

    Personalmente, tuve “una tabla de salvación” cuando la necesité. Pero ahora veo todo con claridad y lógica. Entiendo que somos espíritus inmortales viviendo una experiencia física y que lo seguiremos haciendo hasta que aprendamos las lecciones, hasta que sigamos progresando. Ya lo dijo el maestro Kardec: “progresar siempre, esa es la ley”. Un abrazo. 

Por Rosaida Feliciano 

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Nota: La autora compartió una experiencia muy íntima, profunda y maravillosa. Confiamos en que pueda servir de inspiración a todo aquel que se encuentra en su proceso de duelo y que aporte a solidificar nuestra certeza absoluta sobre la continuidad de la VIDA y la perpetuidad del AMOR. 

Publicado en la revista A la Luz del Espiritismo. Publicación Oficial de la Escuela Espírita Allan Kardec. Puerto Rico. Año 1. Nº4. Julio 2015

( Tomado de Zona Espírita)

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  ¿Nuestros  sentimientos, pensamientos  y  emociones  pueden llegar a afectar a  otros?

    Todos los estados de la mente o del alma, afectan para bien o para mal a otras almas y mentes, encarnadas o desencarnadas, pues  por ellos se genera una energía psíquica  cuya vibración alcanza instantáneamente el punto hacia el que se dirige, el cual se hace eco de ellos y se ve afectado  en algún modo.

   El pensamiento, mediante el motor de la voluntad que lo proyecta,   llega a cualquier ser o cualquier rincón del universo, por muy remoto que sea, y dependiendo del grado de sintonía que encuentre, hace un efecto más o menos intenso o prolongado.  Por eso el Ser humano debe acostumbrarse a controlar más sus pensamientos y emociones, porque estos son una energía mental, buena o mala, capaz de provocar efectos positivos o negativos, por lo que cada  uno  siempre somos  responsables del resultado final de  los mismos.

    Los pensamientos y sentimientos tienen  un poder creador o por el contrario, destructivo, sobre todo cuando se unen los de varios Seres, que con sus mentes vibrando en  afinidad o en  igual sintonía y  aunando sus fuerzas,  se  proyectan  hacia una misma meta, ya sean personas o cosas y con su consiguiente efecto de carácter  bueno o  malo.  Vemos  la importancia que, por ejemplo, tienen en los encuentros de rivalidad deportiva, las "inchadas", con sus mentes volcadas con su equipo, crean una mente común en el ambiente, que es una fuerza que se materializa en el resultado deseado por la mayoría. Asimismo esto también explica la acción conjunta de la oración por una determinada causa.

   Tanta importancia  tiene la incidencia de los pensamientos y sentimientos, que  en efecto, existe gente a la que se podría llamar  “gafe”,   de los cuales tantos chistes se han hecho, porque llevan su "mala suerte" o su torpeza con ellos en todo cuanto hacen y les suele salir mal; esto es  algo real y  hasta frecuente. Se trata de personas con un frecuente e intenso estado anímico y mental negativo que, aun sin saberlo, ellos mismos  tienen la capacidad de atraer a su alrededor todo lo negativo  con lo que sintonizan continuamente, y así  van complicando  realmente su vida  y en ocasiones, la de los que le rodean.  Por tanto, se debe procurar  pensar siempre positivamente  en clave de éxito, y de los  demás, tratando de generar más a menudo sentimientos de Amor, cariño y buenos deseos hacia los ellos, así como desterrar la temible tendencia al derrotismo o a pensar mal, o a comentar negativamente de otras personas.

 Puesto que  nuestros pensamientos y sentimientos  son vibraciones que  causan efectos positivos o negativos que regresan  y nos alcanzan, nosotros seremos los primeros beneficiados  o  perjudicados  por ellos. Por ese motivo, sabiendo que invariablemente vamos a cosechar de lo mismo que hayamos sembrado, por caridad hacia los que nos rodean y hacia nosotros mismos,( por la cuenta que nos trae), procuremos adoptar el optimismo, el buen deseo y la buena voluntad para utilizarlos a diario en nuestras vidas, convencidos de que nosotros seremos los primeros y grandes beneficiados de este hábito mental saludable.

Dado que nos pueden llegar esas energías insanas que son los pensamientos negativos que otras mentes emitan hacia nosotros, la forma que tenemos para estar protegidos de ellas es el mantener nuestra propia mente en un tono vibratorio elevado o positivo que no sintonice con ellas, pues las vibraciones más lentas que constituyen las frecuencias  negativas, se ven repelidas por la mente si está generando una sintonía vibratoria más elevada, lo cual se puede lograr con un acto de voluntad cuando se es consciente de ello . Para cualquier clase de negatividad que nos pueda intentar afectar, esto es una barrera infranqueable.

- Jose Luis Martín-

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EL LLANTO, COMO VÁLVULA DE ESCAPE EN LA AFLICCIÓN

El llanto puede durar la noche entera, más cuando llega la mañana viene la alegría.  Estudiosos afirman que la función evolutiva del llanto fue despertar la empatía en el semejante y estimular el auxilio en momentos de necesidad. En verdad, la histórica cooperación entre individuos fue y continúa siendo esencial para la sobrevivencia de la especie humana.

Se sabe que el llanto libera harmonios y neurotransmisores que alivian la tristeza y el dolor. Especialistas alegan que reprimir el llanto significa sofocar algunos sentimientos, tornando más difícil lidiar con ellos. Cara a eso, médicos y psicólogos recomiendan llorar para liberar las emociones. El llanto constituye a menudo acceso a las esencias más profundas de los sentimientos. Es cuando la amargura no se domina y hay que verterla, exponerla, aunque sea solitaria.

Las lágrimas son un mecanismo de defensa del organismo para liberar el estrés y auxiliar en el reequilibrio de las emociones. El llanto alivia la angustia y puede llevarnos a inmersiones más intensas, cuando ofrecemos un sentido en esas lágrimas, de ese dolor vivido en el presente.

¡Todavía, son urgentes algunas alertas! El llanto puede ser un episodio ligero de tristeza, mas también puede ser un trastorno psicológico depresivo. La tristeza es un estado emocional transitorio y común, una reacción psicológica circunstancial. Entretanto, la depresión, al contrario de la tristeza, no es algo efímero. Una persona deprimida padece de condición emocional crónica bajo los latigazos de la ansiedad mental prolongada.

Meditando la cuestión del llanto, observamos que este fue sublime en Jesús. Como registró el evangelista afirmando que frente a Lázaro “muerto”, Cristo lloró. El excelso Galileo “también lloró lamentando la incomprensión de los hombres sentado en una de las grandes raíces de un árbol en el patio trasero de la casa de Pedro ".  Jesús lloró en Getsemaní, cuando solo, todavía, en Jerusalén, bajo el peso de la cruz, suplicó a las mujeres generosas que dejaran de llorar. Al amanecer de la Resurrección, Magdalena cuestionó el motivo de sus lágrimas en la tumba.

Cuenta el Espíritu Hilario Silva en el libro “La Vida Escribe” una metáfora en la que Eurípedes Barsanulfo había indagado al Maestro: “Señor, ¿por qué lloras?”. Jesús no respondió. El noble hijo de Sacramento reiteró: “Lloras por los que no creen del mundo?” Y tras un instante de atención, Jesús respondió con voz dulcísima: “No, hijo mío, no sufro por los que no creen a los cuales debemos amor. Lloro por todos los que conocen el Evangelio, mas no lo practican”. 

Sabiendo que el lloro puede significar abrigo de alivio, consintamos que el advenga, para beneficio de aquel que llora. Apenas expresemos compasión. Abriguemos a los que lloran, diciéndoles frases del tipo: “Cuente conmigo”, “estoy a su lado”, “comprendo y respeto su agonía”, “confié y espere’, ‘todo pasa”, siempre susurrando Jesús a los oídos: “Bienaventurados los que lloran, porque serán consolados.” 

- Jorge Hessen-

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