INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.- Buenas semillas, buenos frutos
2.- La deshonestidad y el Espiritismo no encajan.
3.- De la Reencarnación
4.- ¿ Se puede conocer realmente el futuro?
5- Pluralidad de Mundos: Migración de Espíritus
(Mensaje del Espíritu Amelia Rodrigues, en la obra Terapéutica de Urgencia, psicografiado por Divaldo Franco)
Con esta frase dimos comienzo a nuestra conferencia en el XX Congreso Espírita Nacional que se celebró en Calpe, Alicante. Dicha frase resume todo el contenido desarrollado con posterioridad y nos invita a la reflexión con respecto a la Educación de las nuevas generaciones y lo que la Doctrina Espírita puede aportarnos.
Siendo conscientes de estar viviendo el momento de la Gran Transición de nuestro hermoso planeta hacia un mundo de Regeneración, más justo, más bello, más amable, estamos siendo invitados en cada momento para colaborar en que ese proceso transformador se haga de la manera más dulce, más natural posible. Y ese cambio solamente es posible a través de la Educación, de manera que el progreso tecnológico e intelectual, innegable, sea acompañado también de un verdadero cambio moral de sus habitantes, de todos nosotros y de todos aquellos que volverán a habitar nuestra hermosa morada.
Los niños y jóvenes representan un fecundo campo de cultivo al tratarse de Espíritus que regresan para una nueva experiencia en el plano físico. Ellos ya existían antes en algún lugar, tienen una biografía personal, traen vivencias y experiencias, y aquí vuelven para revivir, no para vivir. ¡Están, por lo tanto, renaciendo y no apenas naciendo! Como ser espiritual, el niño trae todo un bagaje acumulado a lo largo de su trayectoria evolutiva. Su destino es toda la perfección de la que es susceptible y, para ello, cuenta con el tiempo necesario, pues su esfuerzo de perfeccionamiento no se limita, tan sólo, a una existencia terrenal. En el cuerpo y fuera de él, da continuidad a su perfeccionamiento y a su andadura en la conquista de la felicidad. La reencarnación es, por lo tanto, un proceso de reeducación del ser, pues retornamos niños a un hogar, a una familia, para ser reeducados; pues, como niño, el Espíritu está más accesible a recibir la orientación de los padres y educadores. Y, puesto que la principal finalidad de que el Espíritu tenga que nacer otra vez, es para volver a ser educado, las impresiones positivas que recibe durante la infancia pueden ser determinantes en su existencia actual e incluso en próximas vidas. De ahí la importancia de la Educación, pues educar es preparar al ser humano para enfrentar todos los momentos y adversidades de la vida. Es el único medio de cultivar en el Espíritu del niño, desde su nacimiento, el entendimiento de la práctica de las buenas obras, la adquisición de la moral y del saber, para que alcance el crepúsculo físico consciente de sus conquistas espirituales, conociéndose a sí mismo y situándose en el Universo como colaborador de la Divinidad Suprema.
EL PAPEL DE LOS PADRES
La educación es una tarea esencialmente paternomaternal, de carácter intransferible e inalienable. Y si bien, los lazos de familia no se verifican por casualidad, el hogar debe ser el escenario donde el individuo pueda sentirse plenamente confiado, aceptado y amado, donde pueda exponer sus conflictos más íntimos con sinceridad, sin miedo de perder la comprensión de los familiares, donde pueda desahogar sus problemas y dialogar con profundidad con los que le son afines.
La familia tiene que ser el amparo de su auto-educación. El ejemplo edificante, el ambiente moral, las vibraciones amorosas del hogar serán determinantes en la existencia presente y en la vida inmortal.
ESPIRITISMO Y EDUCACIÓN
Doctrina eminentemente racional, el Espiritismo abre a la Humanidad una nueva vía y le descubre los horizontes del infinito. El Espiritismo dispone de vigorosos recursos para iluminar la educación con una filosofía que transpone todos los inmediatismos, que transciende todos los límites, que descubre los más amplios horizontes, que atiende a los más nobles intereses, y que posee un ideal capaz de impulsar el verdadero progreso. Y dilatando las fronteras de la educación, al informar que ella ejerce función en los dos planos de la vida, le apunta objetivos de gran alcance y valor moral.
Desde el punto de vista espírita, la educación no empieza en la cuna ni termina en el túmulo, sino que antecede al nacimiento y sucede a la muerte del cuerpo físico. Es la acción constante, ininterrumpida, la que ayuda a modificar a los seres, auxiliándolos en la escalada evolutiva, rumbo a la perfección, en la estera infinita del tiempo. En la Propuesta Espírita de la Educación, el desarrollo del Espíritu a través de las vidas sucesivas está visto como un curso escolar, con sus años de estudio.
... Y la Tierra es tratada como una escuela, donde las almas se matriculan para su perfeccionamiento, siendo El Libro de los Espíritus un manual de Educación Integral ofrecido para su formación moral y espiritual. Es preciso que cuidemos del niño y del joven, plantas en proceso de crecimiento, aún moldeables y dirigibles hacia el bien mayor. Precisamos entender la Educación Espírita como la mejor contribución que puede ser ofrecida al espíritu encarnado en su proceso evolutivo.
CONTRIBUCIÓN DEL CENTRO ESPÍRITA A LA EDUCACIÓN
La educación del niño y del joven es la mejor forma de que el Centro Espírita realice la mayor de las finalidades del Espiritismo: transformar a todos los hombres en hombres de bien, visto que la Educación Infanto-Juvenil es una de las primeras actividades como base para la construcción moral del Mundo Nuevo.
El Centro Espírita es una escuela de almas y es imperativo que se reconozca en la educación de las almas la tarea de la más alta expresión en la actualidad de la Doctrina Espírita. «Alma», en la definición encontrada en El Libro de los Espíritus, es el «Espíritu encarnado». No existen referencias sobre la edad física. De la cuna al túmulo, todos somos espíritus reencarnados. La lógica, pues, nos dice que el Centro Espírita debe estar preparado para atender al ser humano en todas sus etapas de crecimiento del cuerpo físico, desde la infancia hasta la madurez. Hay, entretanto, aún en El Libro de los Espíritus, una evidente preocupación de Allan Kardec y de los Espíritus Superiores en resaltar la importancia del periodo infantil en el estado reencarnatorio, y la función de la educación para la renovación moral de la Humanidad, que alcanza a encarnados y desencarnados.
En el capítulo VII, Segunda Parte de la referida Obra Básica, cuando trata del retorno del Espíritu a la vida corporal, son tratadas diversas cuestiones acerca de la infancia, de las tendencias innatas, de la influencia del organismo físico, del origen de las facultades morales e intelectuales, de la ley de afinidad y otros temas tocantes al periodo infantil, mostrando suficientemente cuán importante es el trabajo educacional junto al niño.
El Centro Espírita, consciente de su misión, debe emplear todos los esfuerzos no sólo para la creación de la Educación Espírita Infanto-Juvenil, sino también para su pleno funcionamiento, considerando su importancia en términos de formación moral de las nuevas generaciones y de preparación de los futuros obreros de la Casa y del Movimiento Espírita. La misión del Centro Espírita no es formar adeptos, sino hombres y mujeres de bien, conscientes de sus derechos y de sus deberes como seres inmortales, co-creadores del Universo, que, posteriormente, cuando sean adultos, decidirán sus destinos y colaborarán para que nuestro planeta, Divina Escuela, sea un lugar mejor. ¡¡Tenemos una gran responsabilidad!!
- Valle García Bermejo-
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LA DESHONESTIDAD Y EL ESPIRITISMO NO ENCAJAN
El término deshonestidad se usa para describir actos sinvergüenzas, corrupción, falta de probidad, falta de integridad, mentir o ser deliberadamente engañoso. El mal carácter es adverso al decoro; es indecente; es deshonrado; es escandaloso y demás…
Por cierto, ¿somos realmente honestos? ¿No somos mentirosos? Nos comprometemos con la presa, el fraude, la evasión fiscal, el fraude. Estrictamente hablando, ser incorruptible requiere disciplina. Ser honesto exige disciplina moral y ética, fatiga para vencer las malas tendencias, diligencia para no dejarse caer en la perdición de la trampa.
La deshonestidad se refiere a la fantasía instantánea de tomar una ventaja sin escrúpulos, sin embargo, ciertamente estaremos a merced de la inevitable colección de conciencia y no hay forma de engañarla. La conciencia no corrompe; en él están asentadas las Leyes de Dios, es ella la que nos conmueve y trae la realidad de las circunstancias y actos que practicamos cuando actuamos de mala fe, utilizándonos la infortunada ley del lucro irrazonable.
Cuando alguien nos pregunta si somos incorruptibles, la indignación suele invadir nuestra mente, solo por juzgar que alguien duda que seamos honestos. A menudo nos declaramos honrados, pero ¿lo somos realmente en todo momento, o esta virtud es solo una fachada?
Si sin querer raspamos o aplastamos un automóvil en el estacionamiento, cuyo dueño no está presente, tendemos a huir del lugar, en lugar de poner un aviso del incidente, dejando nuestro teléfono en una nota de contacto. ¿Cuántos son los que no obedecen las órdenes de una hilera de bancos, cines, hospitales, etc., y conciben medios turbios para ocupar el lugar reservado a los que llegaron antes?
Nos acostumbramos a valorar negativamente a los estafadores, asesinos, presos en general. Sin embargo, ¿hay un excedente de gente honesta fuera de las cárceles? ¿Cuántas veces compramos productos de dudosa procedencia para evadir impuestos? ¿Cuántas veces hemos devuelto el cambio que más nos dio la cajera del supermercado? ¿Cuántos mecánicos de automóviles, técnicos de refrigeradores, técnicos de televisión, lavadoras, computadoras, mienten para cobrar más? ¿Cuántas veces aparcamos en el aparcamiento de personas mayores o discapacitadas sin ser una persona mayor o discapacitada? ¿Cuántos usan su autoridad para cancelar multas de tráfico? ¿Cuántos beben alcohólicos y conducen por las carreteras? No es sorprendente que los administradores se apropien de los fondos públicos y que los empresarios despidan para obtener el máximo beneficio.
Según estadísticas establecidas, Brasil es uno de los campeones mundiales en corrupción, asociándose con ciertos pequeños países africanos. ¿Qué ambición exorbitante y estúpida está en la raíz de la deficiencia de carácter capaz de olvidar todos los escrúpulos de conciencia y arrojarse tan sabiamente a la bóveda del Estado? No somos los primeros, los únicos ni los últimos en dar a conocer este séquito de adicciones, sin embargo los medios de comunicación, con frecuencia, informan y exponen estos hechos francamente execrables y con gran repercusión negativa.
A veces pronunciamos desde la plataforma que el verdadero espiritista es honesto en todo lo que hace. Si eres presidente de una casa espiritista, debes presentar las transacciones financieras a los habituales. Es fundamental tener transparencia en la rendición de cuentas, mensualmente, con los contribuyentes de la casa espírita. Creemos que es una simple obligación colgar, en el “tablón de anuncios” al público, la prueba de la correcta aplicación de los fondos recibidos. Los líderes que lo hacen ven la credibilidad de la institución que administran y la pureza de sus intenciones.
Cuando los líderes callan y no rinden cuentas, es evidente que estamos asombrados y avergonzados, sobre todo cuando sabemos por la prensa que algunas instituciones “filantrópicas” malversan recursos, emiten recibos falsificados con donaciones falsas, no pagan impuestos, etc.
Es imperdonable disponer de instituciones que reciban, en forma de donaciones, ropa, calzado, alimentos, electrodomésticos, etc., y que los administradores se apropien de ellos. Es irredimible que hay instituciones que aceptan donaciones, incluso de objetos valiosos, y sus directores se apropian de las mejores piezas antes de exhibirlas en los llamados bazares “benéficos”.
La prudencia sigue siendo nuestra mejor asesora. Como cuestión de conciencia ética, sabemos que un auténtico espiritista tiene que ser fiel a los principios que impone la Doctrina de los Espíritus y ser consciente de que la honestidad es una práctica obligatoria para todo ser humano, especialmente para un cristiano. ¿O deberíamos reclamar pedestales en panteones terrenales por realizar con dignidad lo que es nuestro deber hacer? Es imperativo romper los valores invertidos, con el baño de la ética, con la recuperación de la honestidad.
Como espiritistas cristianos, sabemos que, para la consolidación de la “Patria del Evangelio”, será imperativa una urgente renovación mental y de comportamiento en el país, fuerza de integridad moral.
Jorge Hessen
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DE LA REENCARNACIÓN
166 – ¿Cómo acaba de purificarse, el alma que no alcanzó la perfección en la vida corporal?
– Soportando la prueba de una nueva existencia.
– ¿Cómo realiza el alma esta nueva existencia? ¿Acaso por su transformación como Espíritu?
– Es indudable que purificándose el alma, sufre una transformación; pero para lograrlo le es necesaria la prueba de la vida material.
– ¿El alma tiene, pues, muchas existencias corporales?
– Sí, todos nosotros pasamos por muchas existencias físicas. Los que dicen lo contrario, pretenden que os mantengáis en la ignorancia en la que ellos mismos se encuentran; ese es su deseo.
– Parece resultar de este principio que el alma, después de dejar un cuerpo toma otro, es decir, se reencarna en un nuevo cuerpo. ¿Es así como debe entenderse?
– Es evidente.
167 – ¿Cuál es el objetivo de la reencarnación?
– La expiación y mejoramiento progresivo de la Humanidad, sin lo cuál, ¿ dónde estaría la justicia?
168 – ¿Es limitado el número de existencias corporales, o bien se reencarna perpetuamente el Espíritu?
– En cada nueva existencia, el Espíritu da un paso en el camino del progreso y cuando se despoja de todas sus impurezas no necesita ya las pruebas de la vida corporal.
169 – El número de encarnaciones, ¿es el mismo para todos los Espíritus?
– No; porque el que progresa rápidamente se evita pruebas. Como quiera que sea, las encarnaciones sucesivas son siempre muy numerosas porque el progreso es casi infinito.
170 – ¿En qué se transforma el Espíritu después de su última encarnación?
– Espíritu bienaventurado; es un Espíritu puro.
EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS. ALLAN KARDEC.
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¿Se
puede conocer el futuro ?
Hay
clarividentes que, con independencia de que ellos lo deseen o no, pueden a modo
de intuición, percibir a grandes rasgos y con más o menos precisión
acontecimientos futuros, con el fin de poder cambiar a veces una realidad
presente que pueda modificar esos acontecimientos futuros vistos o intuidos.
- Jose Luis Martín-
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Pluralidad mundos: Migración de Espíritus
1.Uno de los principios fundamentales del espiritismo es el de la pluralidad de los mundos habitados. En la obra de la creación divina, entre los mundos destinados a la encarnación de Espíritus en estado de prueba o expiatorio, se encuentra la Tierra, una de las innumerables habitaciones del ser humano. Evidentemente, existen muchos otros mundos que abrigan humanidades semejantes a la nuestra, no siendo el hombre terrenal el único ser corpóreo dotado de inteligencia, racionalidad y sentido moral en el inmenso Universo.
2.Creado simple e ignorante, dotado de libertad y libre albedrío, inclinado tanto para el bien como para el mal, falible por tanto, el espíritu se sujeta a encarnar y reencarnar, experimentando múltiples existencias corporales en la Tierra o en otros planetas, tantas cuantas fueran necesarias para ultimar su depuración y su progreso. Ese proceso admirable se realiza a través de las emigraciones e inmigraciones de espíritus, o sea, de la alternancia sucesiva y múltiple de las existencias humanas en los dos planos de la vida: el corpóreo y ele espiritual. Todo Espíritu encarnado, cuando vive su cuerpo, está fijado en el mundo en el que encarnó.
3.desencarnado, el pasa a la condición de Espíritu errante, que es exactamente el individuo que aun necesita reencarnar para depurarse y progresar. En el estado de erraticidad el espíritu continua para pertenecer al mundo donde tiene que encarnar, más, no estando el sujeto por el cuerpo, es más libre y puede hasta incluso visitar otros mundos, con la finalidad de instruirse.
4.las emigraciones e inmigraciones de Espíritus pueden ocurrir también entre mundos diferentes, esto es, los espíritus pueden emigrar de unos para otros planetas. Unos emigran por la fuerza del progreso realizado, que los habilita para ingresar en un mundo más adelantado, lo que es un premio para ellos; otros, al contrario, son desterrados del mundo al que pertenecen, por no haber acompañado el progreso moral alcanzado por la humanidad de ese mundo. El exilio que les es impuesto constituye un verdadero castigo, que la ley de justicia impone a los recalcitrantes del mal, esclavizados al orgullo y al egoísmo.
La raza adámica tuvo su origen en la inmigración de Espíritus
5.Las enseñanzas espiritas aquí resumidas nos enseñan a comprender y a mejor explicar las diversidad de razas humanas y, sobretodo, la existencia en la Tierra de una etnia considerada intelectualmente superior, si es comparada a las otras aquí existentes de las cuales algunas manifiestan aun notoria inferioridad. La etnia blanca existente en la Tierra, llamada otrora “raza blanca” (1), fue constituida, inicialmente, por Espíritus emigrados de un planeta perteneciente al sistema de Capela, una estrella millares de veces mayor que el Sol.
6.Habiendo el mencionado planeta alcanzado un estado de progreso condimente con el de un mundo regenerado y más feliz, más permaneciendo en el una legión de Espíritus aun recalcitrantes en el orgullo y en otros serios defectos morales, tuvieron ellos que ser desterrados y, por causa de eso, muchos acabaron siendo encaminados para el planeta Tierra, donde fueron recibidos por Jesús.
7.En nuestro mundo, siendo mucho más adelantados que los habitantes pertenecientes a los pueblos autóctonos o indígenas, sobretodo en lo tocante a la inteligencia, vinieron a impulsar el progreso de aquellos, mezclándose ellos y expandiéndose su cultura por todos los cantos de la Tierra. Los hombres que resultaron de la reencarnación de los exiliados de Capela en nuestro mundo formaron la llamada raza adámica, que dio origen a los pueblos más evolucionados de nuestro planeta: loa arianos o indio-europeos, los egipcios, los israelitas y los indianos.
8.La historia de los exiliados de Capela nos permite comprender mejor las narrativas bíblicas acerca de Adán y Eva y su expulsión del Paraíso. La leyenda del paraíso perdido se funda, en verdad, en el destierro de aquella legión de Espíritus del planeta capellino que, si es comparado con la Tierra, podría compararse a un paraíso.
9.Emmanuel, en su libro A Caminos de la Luz, nos da informaciones valiosas a respecto de la llamada raza adámica, asunto que fue tratado igualmente por Kardec en La Génesis. En esta obra, el Codificador, después de eludir la cuestión de las emigraciones e inmigraciones colectivas de Espíritus de un mundo para otro, hace clara referencia a la raza adámica en el Cáp. Ítem 38: “De acuerdo con la enseñanza de los Espíritus, fue una de esas grandes inmigraciones, o si lo quieren, una de esas Colonias de Espíritus, venida de otras esferas. Lo que dio origen a la raza simbolizada en la persona de Adán y, por esa razón misma, llamada raza adámica. Cuando llegó ella aquí, la tierra ya estaba poblada desde tiempos inmemoriales, como América, cuando llegaron los europeos.
Adán y Eva vivieron en la Tierra en el periodo neolítico
10.Más adelantada de lo que las que habían precedido a este planeta, la raza adámica fue, en efecto, la más inteligente y la que empujó al progreso a todas las otras. La Génesis nos lo muestra, desde sus orígenes industriosos, aptos para las artes y para las ciencias, lo que muestra que ella no pasó en la Tierra por la infancia espiritual, diferentemente de lo que ocurrió con los demás pueblos que habitaban, entonces, el planeta.
11. Todo lleva a creer que la llamada raza adámica no es antigua en la Tierra y nada se opone a que sea considerada como habitando este globo desde hace apenas algunos millares de años, lo que no estaría en contradicción con los hechos geológicos, ni con las observaciones antropológicas, antes tendería a confirmarlas. Caín y Abel tenían habilidades desconocidas de los hombres primitivos, como el uso de la tierra para el plantío y el pastoreo. Caín conocía también el arte de la construcción de casas y ciudades, una conquista del periodo neolítico, porque antes de el los hombres de la Tierra vivían en cavernas.
12.Se llama periodo neolítico al periodo de la época holocena en que los vestigios culturales del hombre prehistórico se caracterizaban por la presencia de artefactos de piedra pulida (aun no era utilizado el bronce9 y por el aparecimiento de la agricultura. La época holocena, iniciada hace cerca de 12.000 años, es aquella en que las galeras se restringieron a las regiones polares y acarrearon el desenvolvimiento y la expansión de la civilización humana.
13. El Espiritismo nos enseña que la especie humana no comenzó por un único hombre y que aquel a quien llamamos Adán no fue el primer ni el único en poblar la Tierra. Kardec indagó a los espíritus Superiores: ¿En que edad vivió Adán? Ellos le respondieron: “Más o menos en la que señaláis: cerca de 4000 años antes de Cristo” (L.E., ítem 51). De hecho, la narrativa contenida en el Cáp. 4 de la Génesis nos lleva al mismo entendimiento, porque solamente en el periodo neolítico – entre los años 5.000 a C. y 2500 a.C. – es que surgió en la tierra el pastoreo, seguido del cultivo de la tierra, y el hombre pasó de cazador a pastor, lo que prueba que la fecha indicada por los Espíritus al respecto de la época en que vivió Adán es perfectamente compatible con los registros históricos. Como la población de la Tierra se inició en épocas más atrasadas, es evidente que no descendemos de los padres de Abel y Caín, sino de otros ancestrales que habrían vivido mucho antes.
(1)Diversos autores, siguiendo criterios de distinta clasificación, propusieron diferentes clasificaciones de la humanidad en términos raciales. La más básica y difundida es la de las tres grandes subdivisiones: caucasóide (raza “blanca”), negroide (raza “negra”) y mongoloide (raza “amarilla”). Como concepto antropológico, esa clasificación sufrió numerosas y fuertes críticas, pues la diversidad genética, de la humanidad parece presentarse en un continuo, y no con una distribución en grupos aislado, y las explicaciones que recorren la noción de la raza no responden satisfactoriamente a las cuestiones colocadas por las variaciones culturales. Es, pues, solamente por la falta de un término más adecuado por lo que colocamos en el texto expuesto el vocablo “raza”, cierto de que existe una única raza en el mundo en que vivimos: la raza humana.
Respuestas
1. ¿Existen en el Universo muchos planetas habitados como en la Tierra?
R: Si. Según el espiritismo, existen muchos otros mundos que abrigan humanidades semejantes a la nuestra, no siendo el hombre terrenal el único ser corpóreo dotado de inteligencia, racionalidad y sentido moral en el inmenso Universo
2. ¿Las emigraciones e inmigraciones de Espíritus pueden ocurrir en que situaciones?
R: Hay Espíritus que emigran por la fuerza del progreso realizado, que los habilita para ingresar en un mundo más adelantado, lo que es un premio para ellos; otros, al contrario, son desterrados del mundo al que pertenecen, por no haber acompañado al progreso moral alcanzado por la humanidad de ese mundo. El exilio que les es impuesto constituye, entonces, un verdadero castigo, que la ley de justicia impone a los recalcitrantes en el mal, esclavizados por el orgullo y el egoísmo.
3. ¿Los ascendientes de la etnia blanca existen en la Tierra, de donde vinieron?
R: Ella fue constituida, inicialmente, por espíritus emigrantes de un planeta perteneciente al sistema de Capela, una estrella millares de veces mayor que el Sol.
4. ¿Qué significa la expresión raza adámica?
14.R: De acuerdo con las enseñanza de los Espíritus, fue una de esas grandes inmigraciones de Espíritus, venidos de otra esfera, lo que dio origen a la raza simbolizada en la persona de Adán y, por esa razón misma, llamada raza adámica. Cuando llego aquí ella, la Tierra ya estaba poblada desde tiempos inmemoriales, como América, cuando llegaron los europeos. Más adelantada que los pueblos que la habían precedido en este planeta, la raza adámica fue, con efecto, la más inteligente y la que empujo al progreso a todas las otras. La Génesis nos la muestra desde sus orígenes industriosos, aptos para las artes y para las ciencias, lo que muestra que ella no pasó en la Tierra por la infancia espiritual, diferentemente de lo que ocurrió con los demás pueblos que habitaban, entonces, el planeta.
5. ¿En que época, según la Génesis y el Espiritismo vivió Adán?
R: Según las enseñanzas espiritas, Adán vivió cerca de 4.000 años antes de Cristo, un dato que es compatible con la narrativa contenida en el Cáp. 4 de la Génesis porque solamente en el periodo neolítico – entre los años 5.000 a C. y 2500 a.C. – es que surgió en la tierra el pastoreo, seguido del cultivo de la tierra, y el hombre pasó de cazador a pastor, lo que prueba que la fecha indicada por los Espíritus al respecto de la época en que vivió Adán es perfectamente compatible con los registros históricos.
-Merche-
Bibliografia:
El Libro de los Espíritus, de Allan kardec, ítems 50 y 53.
La Génesis, de Allan Kardec, ítems 37, 38, 39, y 56.
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