INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.- Oportunidad única para evolucionar
2-¿ Se pueden tener visiones durante el sueño ?
3.- El Espiritismo como ciencia
4- Los gafes y los "suertudos"
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OPORTUNIDAD ÚNICA PARA EVOLUCIONAR
¿Cuando tendremos otra oportunidad como esta para evolucionar?
Queridos hermanos, nuestras oportunidades para reencarnar, están cada vez más difíciles, lo que también supone tener menos posibilidad de volver para aprender sobre el amor, como a Dios le gustaría que lo hiciésemos, esto es, poder dedicar nuestra vida al prójimo, amando, perdonando y depurándonos de nuestros vicios.
Aquí en la Tierra, tenemos aproximadamente unos siete mil cien millones de personas en los más diversos países; de ellas, mil cien millones optaron por el ateísmo; dos mil doscientos millones se declaran cristianos, aunque viven sin entenderse y elaborando constantemente interpretaciones arbitrarias de las palabras de Cristo, y dando cada vez menos importancia a la esencia de Sus enseñanzas; hay también mil seiscientos millones de musulmanes; mil millones de hindúes; seiscientos millones de budistas y seiscientos millones de personas que siguen las más diversas creencias paganas.
Dios permitió que todos reencarnásemos y conociésemos a tiempo sus enseñanzas; por tanto deberíamos ser capaces de comprender cuales son nuestros deberes y responsabilidades para con el prójimo, ¿Y qué estamos haciendo?, ¿Seguiremos desperdiciando esta ocasión?. De ser así, ¿ Cuando tendremos otra oportunidad?.
Jesús de Nazaret, guiado por Dios, nos envió antes y después de Él a innumerables Maestros: Sócrates, Platón, Moisés, Mahoma, Buda, Confucio, Gandhi, Lutero, Fco. de Asís, San Agustín, Luter King, Chico Xavier, Dalai Lama, Madre Teresa, Kardec.... Se podrían escribir muchas páginas de nombre de personas conocidas y anónimas, que vinieron al mundo a dedicarse a servir al prójimo por amor, enseñando el camino que conduce a Dios.
Tomando por referencia las enseñanzas de estos Maestros, podríamos preguntarnos si estamos haciendo algo bueno por la Humanidad; ¿Qué hacer en caso de no saberlo?
En primer lugar debemos seguir estudiando el Evangelio, pues a través de él nos conoceremos mejor y entenderemos cuales son las cualidades que debemos desarrollar para acelerar nuestro proceso evolutivo. Existen muchos libros sublimes que nos enseñan el camino para llegar a Dios, solo necesitamos interpretarlos sin prejuicios y con humildad.
Después precisamos potenciar nuestro proceso de transformación moral, dejando atrás los vicios que traemos de esta y de otras encarnaciones. La oración siempre es un bálsamo revitalizador que nos ayudará a trascender en el difícil camino de nuestras conquistas interiores. Las sanas actitudes y sanos ejemplos que podamos desplegar, ayudarán al prójimo a crecer, del mismo modo que los grandes líderes nos enseñaron a vivir bien.
El siguiente paso es mejorar la convivencia con los nuestros, pues son los primeros a quienes debemos amar, y sin embargo son ante quienes acabamos cometiendo los más grandes errores. Si no aumentamos la capacidad de amar, comprender y perdonar a los seres más cercanos, ¿Cómo podremos estar preparados para ayudar a los demás?. Ser bueno, comprender y perdonar, no significa que debemos permitir que los demás nos perjudiquen. Debemos perdonar, pero también protegernos del mal, pues aquí, en este planeta, aún tenemos muchos espíritus encarnados que están en un estado muy atrasado. Pero no debemos olvidar que Dios permite nuestros desatinos y el sufrimiento consecuente, para que aprendamos y crezcamos por ellos.
En este momento, después de habernos reformado
- Rogerio R. Bertoni-
(Art- tomado del Anuario Espírita 2014)
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¿Se pueden tener visiones durante
el sueño?
Hay
casos en que durante el sueño del
cuerpo, cuando el Espíritu se emancipa y
se desenvuelve en el plano espiritual, el durmiente tiene visiones de cosas
presentes o ausentes, en una visión retrospectiva del pasado y excepcionalmente
del futuro en lo que se refiere a hechos probables, pero nunca definitivos,
porque el futuro es modificable a cada instante. Cuando estas visiones se
producen, lo hacen en forma de cuadros alegóricos para advertir o aconsejar de
modo positivo o negativo, según sea la clase de los otros espíritus con los
que sintoniza.
A veces
recordamos claramente haber estado durante el sueño con alguien fallecido que
nos dice alguna cosa; otras no recordamos nada, pero sí guardamos la intuición
o la idea de lo que se nos ha comunicado; en otras ocasiones entre las
vivencias de orden espiritual, se mezclan sensaciones e imágenes de carácter
psicológico e incluso fisiológico, que ponen como una cortina de humo con
escenas un tanto abstractas y sin mucho
sentido lógico, en donde las
preocupaciones cotidianas deformadas a veces por lo absurdo y rocambolesco, se
mezclan con otras vivencias de contactos reales del plano espiritual,
resultando de todo este cóctel como un cuadro abstracto de lo más absurdo, que
la mayor parte de las veces no sabemos interpretar y que se nos borra del
recuerdo inmediatamente al despertar; ¿ por qué ?, porque nuestro cerebro por
el que recordamos y pensamos en estado normal de vigilia, no estaba en el lugar
de las escenas de ese sueño, en el que solamente participó el Alma desplazada
del cuerpo, y esta es la que recuerda mientras no lo tenga que hacer a través
del filtro que le supone el cerebro físico, pues este recuerda solo lo que
contiene y archiva en estado de vigilia; sin embargo siempre quedan de esta
clase de sueños, alguna intuición, sentimiento
o idea sobre algo, que por algún motivo, en el momento oportuno durante
el posterior periodo de vigilia puede aflorar a la mente en forma de,
intuición o de presentimiento.
- Jose Luis Martín-
“Vendrá un
tiempo en que vuestros ancianos tendrán sueños, en que vuestros hijos e hijas
profetizarán” -Jesus de
Nazaret -
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En el medio espírita es muy común la utilización de la palabra “ciencia” para dar una definición de la doctrina espírita. Incluso Allan Kardec, al dar una definición del espiritismo, usa la palabra ciencia, es más, dice textualmente: “El espiritismo es la ciencia que estudia la naturaleza, el origen y el destino de los espíritus, y las relaciones que hay entre el mundo espiritual y el mundo corporal”.
El uso de esta palabra es uno de los temas que más puede sorprender a aquellas personas que no conocen el espiritismo, ya que les extraña que el concepto de ciencia vaya unido a una idea que se encarga de cuestiones como la comunicabilidad con los espíritus, la reencarnación, la existencia de Dios, la inmortalidad del alma, las enseñanzas morales de Jesús etc.
Otro de los argumentos de aquellos que no conocen el espiritismo, es que la ciencia no considera los fenómenos espíritas dentro de sus objetivos de estudio. En esta cuestión, tenemos que considerar que la “ciencia” es un medio de conocer la realidad, siguiendo un determinado método, que se designa con el nombre del “método científico”.
Teniendo en cuenta esta premisa, todo medio de aproximación a la realidad que tenga en cuenta este método, será, por consecuencia, una ciencia, independientemente que sea o no considerada “oficial”. Dentro de este orden de ideas, debemos reconocer, también, que cada ciencia se especializa en un determinado contexto, por ejemplo, la Biología, en el estudio de la vida en sus múltiples aspectos, la física de las propiedades íntimas de la materia, la química de las interacciones de estas propiedades, y así cada una de las ciencias, se dedica a una rama del conocimiento, teniendo su especialización.
Por ello, que la medicina, la biología, la física… no se ocupen de las cuestiones espirituales no significa que estas no sean verdad, solo que por el momento, no son el objetivo de sus investigaciones. Por otra parte, existe también un proceso sociológico estudiado perfectamente por las ciencias de la educación. Es el de las “creencias”, y cuando hablamos de creencias, no nos referimos solo a las creencias religiosas. Y entre las creencias “erróneas” que hacen parte de nuestra sociedad, es la de atribuir un carácter de infalibilidad a la denominada ciencia oficial y a los científicos que se encargan de ella. Esto es una realidad, y la podemos observar a diario, sobre todo nosotros.
Hemos oído decir en más de una ocasión, cuando le planteamos a alguien la idea de la doctrina espírita: “si fuera verdad, la ciencia lo diría”. Desde el punto de vista científico, esto es un absurdo, ya que la propia ciencia demuestra su progreso constante, y afirma que para nada está en posesión absoluta de la verdad, sino todo lo contrario.
Precisamente una de las ideas más interesantes de la ciencia, es que no tiene principios o teorías absolutas, ya que nuevos métodos de investigación podrían hacernos observar mejor los fenómenos y descubrir cosas que no sabemos, u otras que creemos que son de una manera, que sean de otras. En definitiva, si el espiritismo es una ciencia o no, no será porque lo confirmen las llamadas ciencias oficiales, sino porque en realidad siga o no el método científico. Pero antes de pasar a verificar si el espiritismo sigue o no el método científico, vamos a explicar rápidamente en qué consiste el método científico.
Se considera método científico a una serie de pasos, que tienen por objetivo el estudio de un fenómeno. La característica fundamental del método científico, es que estudie fenómenos naturales, y que de alguna manera, puedan ser percibidos por los sentidos, o bien por medio de instrumentos capaces de percibirlos. Todo lo que no sea natural, no sería característico de la ciencia. El primer paso del método científico, es la observación. Ella consiste en el proceso de observar un determinado fenómeno que existe en la naturaleza. La observación exige de un conocimiento, ya que los fenómenos naturales existen en la naturaleza y son observados generalmente por las personas, más no todas los observan desde una visión científica. La observación del fenómeno, no implica simplemente verlo, sino preguntarse los porqués. El porqué ocurre, cual es la causa que lo provoca, cuales son sus consecuencias, etc.
El segundo paso del método científico, es la formulación de hipótesis. Una hipótesis, es una suposición que pretende explicar el fenómeno observado. La hipótesis debe ser racional, que explique de forma lógica el fenómeno, y que pueda responder a las diversas formas en las que el fenómeno pueda presentarse. Además, algo muy importante, es que la hipótesis pueda ponerse a prueba, y demostrarse si es cierta o no lo es. Sin esta última característica, no estaríamos hablando de una ciencia, sino de una filosofía, que puede demostrar de forma lógica un determinado fenómeno, más no puede hacerlo de forma empírica, es decir, demostrando las hipótesis.
El tercer paso, sería la experimentación. Es un paso muy importante, cuyo objetivo es la verificación de la hipótesis planteada. En este paso se pueden usar dos o varias variables, dependiendo del objeto de estudio. Además, esas variables pueden ser modificadas por el experimentador, o bien pueden no ser modificadas, dependiendo de la naturaleza de esas variables.
Lo importante, es que el objetivo sea cumplido, es decir, que la hipótesis sea demostrada empíricamente o bien no se pueda demostrar, lo que llevaría a formular nuevas hipótesis y repetir el proceso. Y el cuarto paso, es la formulación de leyes y teorías, que constituye la parte definitiva.
En relación a las investigaciones hechas, los datos obtenidos, se elaboran las leyes o teorías, dependiendo de los resultados obtenidos. Es un paso que requiere mucho estudio para no equivocarse en la formulación de esas conclusiones, que nunca serán definitivas, sino provisionales, a la espera de que nuevos conocimientos puedan ampliarlas, refutarlas o validarlas. De forma muy rápida y concisa, hemos visto los pasos del método científico.
Ahora, nos toca determinar si el espiritismo ha seguido esos pasos o no, lo que haremos también de forma muy rápida, ya que existen diversas obras donde se explican con más detalle estos pasos, obras a las cuales remitimos al lector para un mayor conocimiento del tema. Como dijimos, el primer paso del método científico, es la observación racional, es decir, empleando la razón en aquello que se observa, intentando preguntarnos los porqués de lo que pasa. Si estudiamos con detenimiento la historia del espiritismo, veremos como ese primer paso fue perfectamente realizado.
Desde los fenómenos en Hydesville, a través de las hermanas Fox, se han venido observando una serie de fenómenos que entraba a formar parte de lo que hoy se conoce con el nombre de “paranormales”. Esos fenómenos, que sucedían espontáneamente, fueron al comienzo objeto de diversión de multitud de personas, empero, otras, al observar estos fenómenos, comenzaron, lo que podríamos denominar: “la era científica de los fenómenos paranormales” ya que al observarlos, se preguntaban cuales eran las causas que los producían.
Entre estas personas hubo muchos que también eran destacados en las diversas ciencias oficiales, y que delante del nuevo campo de investigación, usaron la misma rigidez, (o incluso más), que la empleada para la investigación de sus campos profesionales de estudio. Entre ellos, en esa época, podemos citar a: (poner nombres de los científicos referidos). (Ver el libro: “Historia del Espiritismo” de Arthur Conan Doyle) Siguiendo con el método científico, el segundo paso es el de elaborar hipótesis que explicasen esos fenómenos. Así, paralelamente al interés suscitado por ese orden de fenómenos, comenzaron a surgir diversas hipótesis, que intentaban explicar los fenómenos.
Las hipótesis que surgieron fueron muchas y muy diversas, sobre todo, por tratarse de un campo de estudio totalmente nuevo. El lector podrá encontrar una relación de algunas de ellas en el capítulo 3 del libro de los médiums de Allan Kardec, titulado: “Sistemas”.
A pesar de las muchas hipótesis que surgieron, muchas de ellas fueron descartadas en breve, por no poder explicar sino una parte muy concreta de los fenómenos y no los fenómenos en todas sus modalidades. Otras prevalecieron más tiempo, y entre ellas, podemos destacar cuatro grupos generales. El primer grupo, sería el de ver una causa energética absolutamente mecánica en los fenómenos.
Otro grupo de hipótesis, pretendía explicar los fenómenos, como resultado de una manifestación inconsciente y mecánica de la inteligencia de los asistentes a las reuniones. Otro grupo de ideas al respecto de esos fenómenos, afirmaba que todo se trataba de un fraude muy bien elaborado. Y el último, que las manifestaciones eran resultado de inteligencias extracorpóreas, a las que se designaba con el nombre de espíritus.
El desafío siguiente, sería intentar ver cual de esas hipótesis podía explicar mejor los hechos. Llegamos así, al tercer punto del método científico, la experimentación: Dentro de este aspecto, las investigaciones partieron de lo conocido a lo desconocido, e intentaron responder en primer lugar, a aquellas hipótesis que eran más conocidas, para pasar a las más desconocidas. Por ello, lo primero que se intentó verificar, era si los fenómenos eran o no reales. Es decir, si la hipótesis de fraude los podía explicar.
Después de someter a los médiums a investigaciones cuidadosas, se pudo concluir con que había, efectivamente, una serie de fenómenos que eran fraudulentos, sobre todo se podía ver esto en personas que los realizaban de forma profesional, y tenían un rendimiento económico, sin embargo, también se observaron muchos fenómenos que eran reales, y en los que era imposible ver un fraude. Sobre todo, en los fenómenos espontáneos.
También existía otro factor a tener en cuenta, y era que entre los médiums, los había que no ganaban nada, que todo lo hacían de forma desinteresada y que solían sacar más perjuicio que beneficio de los fenómenos. Fue especialmente entre estos médiums, donde se encontraron más pruebas evidentes de la realidad del fenómeno. Una vez descartada la idea de fraude, se investigó en torno de la posibilidad que una fuerza mecánica actuase en los fenómenos. Sin embargo, los fenómenos presentaban inteligencia, y podían contestar de forma racional a las preguntas hechas por los investigadores. Por ello, se descartó la idea de que la causa fuese únicamente mecánica, ya que debía, para contestar de forma inteligente, ser inteligente. Así, se llegó a la conclusión de que los fenómenos eran una manifestación inconsciente de los manifestantes. Esta idea hubiera sido muy buena si no hubiera una serie de hechos que la desmentían. Era que a veces, las ideas expuestas por el fenómeno, eran contrarias a las que los asistentes tenían. Otras veces, el fenómeno se manifestaba mostrando características sumamente personales, como una individualidad, una personalidad, unos gustos, unos conocimientos, etc. Que no eran los de los allí presentes. Otras veces, se manifestaba en un idioma que ninguno conocía, otras veces por medio de la pintura. En definitiva, mostrando una individualidad y unos conocimientos propios, por lo que esa hipótesis no parecía explicar todos los fenómenos.
Por último, la idea espiritista, es decir, que eran los espíritus los que producían todos esos fenómenos. Como vemos, el tercer punto del método científico, está presente en el espiritismo, pues ha habido una investigación para intentar explicar las diversas hipótesis que surgieron para explicar un determinado orden de hechos. Incluso los datos obtenidos, pueden ser catalogados como empíricos. Pues se pudo tener constancia material de los fenómenos producidos, y las dos o más variables con las que se trabajaba, eran perfectamente empíricas.
Remitimos al lector a la obra ya mencionada, “Historia del espiritismo”, donde encontrará un resumen de las diversas investigaciones que se llevaron a cabo. De la misma forma, podrá el lector encontrar en la lectura de dicho libro, otras fuentes donde ampliar sus conocimientos sobre el proceso de investigación frente a los fenómenos mediúmicos. Como resultado de esa investigación, surgieron unas conclusiones que fueron perfectamente catalogadas, y que serían la elaboración de las diversas leyes y teorías, como conclusión de los estudios realizados.
“El Libro de los Médiums” de Allan Kardec, por ejemplo, es un compendio de las conclusiones a que se llegaron después de largos estudios. Quizás, quien lea el Libro de los Médiums, pueda pensar que las conclusiones a las que llegó Kardec, en su investigación de la mediúmnidad, puedan haber sido un tanto precipitadas. La verdad es que Kardec establece en el libro los resultados, pero no repite las investigaciones que le llevaron a esos resultados, por la razón de que ya están sumamente explicadas en otras obras que tratan sobre el asunto.
Lo realmente admirable, es que hoy, después de 150 años, las conclusiones a las que llegó Kardec siguen siendo válidas dentro de la ciencia espírita, que por supuesto, continúa progresando y actualizándose, condición precisa para que sea ciencia. Lamentablemente, es un campo de investigación “no oficial” y por lo tanto, las posibilidades son escasas, ya que no se tienen los suficientes recursos como para poder realizar una investigación aún mayor.
Trabajos como los del ingeniero Hernani Guimaraes Andrade, o el Doctor Felipe Sergio de Oliveira, son ejemplos admirables de investigaciones actuales en el campo de la mediúmnidad. Una de las críticas más comunes al respecto del espiritismo como ciencia, es que no aborda fenómenos naturales. A mi, personalmente, me parece una crítica absurda, porque no creo que nadie tenga el control sobre lo que es o no es natural. El espiritismo es muy claro a este respecto, y afirma que los fenómenos mediúmnicos son perfectamente naturales.
El problema, es que se considera natural, solo lo que la ciencia oficial puede estudiar, en una postura estrecha de miras, ya que según eso, estamos limitando la naturaleza a la ciencia, lo que debería ser al contrario, pues es la ciencia la que estudia en la naturaleza y no ésta la que actúa según la ciencia.
Por lo tanto, establecer que los fenómenos mediúmnicos no son naturales, es demostrar escasa inteligencia y pretender que las cosas giran en torno de nuestras ideas. Otra de las críticas que se oponen al concepto del espiritismo como ciencia, es que las variables no pueden ser modificadas a gusto del experimentador. Esto es cierto, pero hoy se conocen muchas ciencias cuyas variables no pueden ser modificadas por el experimentador, ya que el campo de estudio está dentro de una serie de fenómenos que no son modificables por el hombre, y que solo se producen en determinadas circunstancias. Incluso muchos de estos fenómenos, para ser correctamente estudiados, necesitan de esta característica, pues si el hombre los modifica, los resultados no serían iguales. Por ejemplo, si deseamos estudiar el comportamiento de los animales dentro de su hábitat natural, no podremos cambiar variables de estudio, ya que al hacerlo, estaríamos modificando los posibles resultados. El espiritismo estudia los seres espirituales y sus relaciones con el hombre, por lo que el estudio deberá ser observarlos en su campo de acción, lo que no implica que sea una ciencia. Llegamos al final del artículo, sin la pretensión de haber agotado el tema. Hay mucho que hablar sobre el mismo, sin embargo, lo que pretendíamos, era intentar explicar que el espiritismo es realmente una ciencia.
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LOS GAFES Y LOS SUERTUDOS
864.* Si hay personas a las cuales la suerte parece ser contraria, otras en cambio dan la impresión de verse favorecidas por ella, por cuanto todo les sale bien. ¿A qué se debe esto?
- Con frecuencia es porque estas últimas saben hacer mejor las cosas. Pero también puede tratarse de una clase de pruebas. El buen éxito las embriaga, se confían a su destino y muchas veces pagan más tarde esos mismos triunfos mediante crueles reveses, que con prudencia hubieran podido evitar.
865. ¿Cómo explicar la suerte que favorece a algunas personas en circunstancias en que no intervienen de ningún modo ni la voluntad ni la inteligencia: en el juego, por ejemplo?
- Ciertos Espíritus han escogido de antemano determinados tipos de placer. La suerte que se les muestra propicia constituye una tentación. El que como hombre gane, perderá como Espíritu. Es una prueba para su orgullo y su codicia.
866. Así pues, la fatalidad que pareciera presidir los destinos materiales de nuestra vida, ¿sería también un efecto de nuestro libre albedrío?
- Tú mismo has elegido tu prueba. Cuanto más ruda sea y mejor la soportes, tanto más te elevarás. Aquellos que pasan su vida en medio de la abundancia y de la dicha humana son Espíritus cobardes que permanecen estacionarios. Por eso, el número de infortunados es muy superior al de los felices de este mundo, puesto que los Espíritus en su mayoría buscan la prueba, que les será más fructífera. Demasiado bien se les demuestra la futilidad de vuestras grandezas y placeres. Por otra parte, la vida más venturosa es siempre agitada y perturbada: no es sólo el dolor quien produce contrariedades.
867. ¿De dónde proviene la expresión “nacer con buena estrella”?
- Antigua superstición, que relacionaba a las estrellas con el destino de cada individuo: alegoría que algunas personas toman tontamente al pie de la letra.
EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS
ALLAN KARDEC
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