martes, 29 de enero de 2019

Acción de los espíritus sobre los fluídos

   ESPIRITISMO

 Temas :

1.- Ideología política y Espiritismo
2.- La actitud correcta
3.- Acción de los espíritus sobre los fluídos
4.-Los análisis a los que fue sometido el Espiritismo
5.- El mal humor




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                 La Política y el Espiritismo

                               (Revista El Consolador)


    El legado de la tolerancia doctrinaria no se debe manifestar en la forma de omisión  ante los injertos conceptuales e ideas anómalas que algunos compañeros intentan imponer en las instituciones doctrinarias, en nombre de la militancia política . Principalmente en las proximidades de las disputas para las elecciones político-partidarias, en las que surgen aquí y allá discusiones sobre si el espírita debe o no ser candidato a algún cargo electivo.
    En verdad, la Doctrina de los Espíritus no estimula el compromiso para funciones en las estructuras político-partidarias. Y no ajusta su tribuna al servicio de la propaganda partidaria de cualquier candidato. La tarea urgente del espírita es la transformación del comportamiento individual, la lucha por el ideal del bien, en nombre del Evangelio. Actuando así, los espíritas no están ajenos a las cuestiones políticas; se engaña quien piensa lo contrario. Los espíritas incorruptibles, fieles a la familia, a la sociedad y a los compromisos morales, son, integralmente, ciudadanos activos, que ejercen el derecho y/o la obligación (depende del punto de vista), de votar; pero sin vínculos con las absurdas contiendas ideológico-partidarias.

  Si algún cofrade estuviese vinculado a cualquier partido político, si desea concurrir como candidato a un cargo electivo, obviamente tiene total libertad de hacerlo, pero que actúe bien lejos de los ambientes espíritas, de modo que no camufle dentro de la Institución Espírita, su disimulada intención, tratanto de conquistar los votos de los frecuentadores. El exceso de cautela en ese caso, es recomendable; no es cuestión de preconceptos; es hasta una cuestión de lógica, pues en las discusiones de asuntos de política humana, es inadmisible traer a las huestes espíritas, el partidismo, la ideología ( de "derechas", "izquierdas", "centro", "ambas", etc). Por cuanto que como ciudadano, el espírita tenga el derecho y la libertad para militar en el universo fragmentado de las ideologías político-partidarias, no tiene el derecho de confundir las cosas. No olvidemos que el Espiritismo no es un fragmento de la política mundana, ni tampoco se envuelve en grupos políticos sectarios, que utilizan medios contradictorios con los fines del poder.

   Como vimos, por razones obvias, repetimos, es imperativo diferenciar el interés de valor inócuo de la política humana, de la excelsa política de Jesús- la "Verdadera luz que ilumina a todo hombre". Cuando trabajamos por la erradicación de la miseria y de la exclusión social, estamos adoptando la política de "Aquel que es desde el principio". La política del verdadero espírita es en favor del ser humano y de su crecimiento espiritual. El espírita consciente no se somete ni se omite ante el poder político, ni tampoco asume el lugar de "oposición" o de "situación". Porque el "discípulo sincero del Evangelio no necesita respirar el clima de la política administrativa del mundo para cumplir la función que le es asignado. El Gobernador de la Tierra, entre nosotros, para atender a los objetivos de la política del amor, representó, antes que nada, los intereses de Dios junto al corazón humano, sin necesidad de ordenanzas ni decretos, sin embargo respetables".

                                               

  Bezerra y Eurípides                            

El primer capítulo del Estatuto de la Sociedad Parisina de Estudios Espíritas establece la siguiente Prohibición ( eso mismo ¡ Prohibición!): " Las cuestiones políticas de controversia religiosa y de economía social [S.P.E.E.], están prohibidas". Por tanto, y por una imparcial razón, es inaceptable que nadie utilice la tribuna espírita para la propaganda político-partidaria. De la misma forma, es una situación deprimente que un espírita utilice campañas electorales para implorar votos,valiéndose demagógicamente de sofismas y simulacros de "modestia", “pobreza”, “humildad”, “altruismo”, “tolerancia”, exaltando sus
inigualables "virtudes" y colosales obras de "caridad". Aconsejamos a tales imponderables "espíritas". mendicantes de votos, que se aparten del Espiritismo y opten por otro  credo, a fin de que se asegure al movimiento espírita la no contaminación de esa infecciosa política  miserable y mezquina de intereses personales
     Algunos defensores de la politización en las casas espíritas evocan a Bezerra de Menezes y Eurípides Barsanulfo a fin de justificar sus razonamientos. La carrera política de Bezerra de Menezes se inició en 1861, cuando fue elegido concejal por el Partido Liberal. Fue reelegido para el periodo 1864-1868 y elegido Diputado General en 1867. Nuevamente fue elegido concejal en 1873. Ocupó el cargo de presidente de la Cámara, que actualmente corresponde al de Prefecto de Río de Janeiro, desde julio de 1878 a enero de 1881. En esa época la intensificación de la lucha abolicionista tuvo la adhesión de Bezerra, que usó de extremada prudencia en el trato del asunto. Entretanto, el día 16 de agosto de 1886, el público de dos mil personas que llenaba la sala de honor de la Guardia Vieja. en Río de Janeiro, escuchó, silencioso y atónito, al famoso médico y político, anunciar su conversión al Espiritismo. A partir de ahí, no se involucró con el partidismo político.

   
En cuanto a Eurípides Barsanulfo, fue un respetable representante político de su comunidad, sin duda. Se hizo secretario de la Hermandad de San Vicente de Paul, participando activamente en la fundación del diario "Gaceta de Sacramento" y de "Liceo Sacramentano". Luego se vio elevado a la posición natural de líder, por su segura orientación sobre los verdaderos valores de la vida.

   A través de informaciones facilitadas por uno de sus tíos, tomó conocimiento de la existencia de los fenómenos espíritas y de las obras de la Codificación Espírita. Ante los hechos volcó completamente sus actividades hacia la nueva Doctrina, investigando por todos los medios y maneras, hasta disipar totalmente sus dudas. A partir de ahí, el partidismo político dejó de ser parte integrante de las ansias del joven minero.

No tenemos necesidad de representantes políticos 
 
Por fuertes razones es necesario que hagamos una profunda distinción entre Espiritismo y política partidaria. Somos "políticos" desde que nacemos y vivimos en sociedad. La Doctrina Espírita no podrá jamás, ser vehículo de especulación de las ambiciones particulares en ese campo. Si el mundo gira en función de políticas económicas, administrativas y sociales, no se puede tolerar la militancia política entre las huestes espíritas. No se sustentan las tesis simplistas de que solo con nuestra participación efectiva en los procesos políticos a nuestro alcance, ayudaremos a mejorar el mundo. Eso son tonterías ideológicas.

   
  No hay como confundir la política terrena de intereses menores con la política del "Hijo del Altísimo". Cada situación en su dimensión correcta. La política partidaria a los políticos pertenece, en cuanto que la práctica espírita es actividad para espíritas cristianos. El argumento de que los parlamentarios se sirven, con el pretexto de "defender" los postulados de la Doctrina, o atraer el prestigio social para las huestes espíritas, o incluso, ser una "luz" entre los legisladores, es  un argumento ingenioso y deshonesto. "No tenemos necesidad alguna de representantes oficiales del Espiritismo en sector alguno de la política humana".
    Los legítimos estudiosos espíritas se acercan a la comprensión de vivir naturalmente impregnados de buen sentido y humildad. Entienden que "la misión de la doctrina es consolar e instruir, en Jesús, para que todos movilicen sus posibilidades divinas en el camino de la vida. Intercambiarla por un lugar en el banquete de los Estados e invertir el valor de las enseñanzas, porque todas las organizaciones humanas son pasajeras, en cuanto a la necesidad de renovación de todas las fórmulas del hombre en la ley del progreso universal".

    Pero, una vez que asuminos que no se sustentan las tesis inútiles de que solo con nuestra participación efectiva en los procesos políticos a nuestro alcance, ayudaremos a mejorar nuestro país. No olvidemos que el "Rey de los Siglos" impulsó mucho la mejora de la criatura en sí. No nos consta que el "Hijo de Dios" tuviese abierto ningún proceso político-partidario en contra o a favor del poder constituido de su época. Por tanto, nuestra conducta  apolítica no debe ser encarada como conformismo; por el contrario, esa actitud es sinónimo de paciencia productiva, que trabaja siempre para mejorar las situaciones y cooperar con aquellos que reciben la responsabilidad de la administración de nuestros intereses públicos.

   Es acertado recordar que, en los imperceptibles consentimientos, vamos desfigurando el programa de la Tercera Revelación. A título de tolerancia, muchas veces cerramos los ojos a la politización en las casas espíritas; sin embargo la experiencia demuestra que, a veces, es presumible hasta cerrar un ojo, pero nunca los dos. Considerando que nuestro mundo es morada de opiniones, es natural que notemos entre los compañeros militantes políticos, desacuerdos sobre ese tema. Por tanto es inadmisible, y más teniendo en cuenta la propia orientación de la Doctrina Espírita  y  el  clima de mandatos en que se coloca, no raramente, que envuelva a los que confunden la intensidad con la agresividad, o defensa de la verdad con inflexibilidad.

   Estamos investidos del compromiso más inmediato, una vez que nos zambullimos en el mundo da política saturada por equívocos deplorables. Por eso, no debemos buscar una posición de destaque, para nosotros mismos, en las administraciones transitorias de la Tierra. Si fuimos convocados por las circunstancias, debemos  aceptarla, no por honra de la Doctrina que profesamos, sino como experiencia compleja, en la que  cualquier éxito es siempre muy difícil. "El espiritista sincero debe comprender que la iluminación de una conciencia es como si fuese la iluminación de un mundo, destacándose que la tarea del Evangelio, junto a las almas encarnadas en la Tierra, es la más importante de todas, en vista a constituir una realización definitiva y real. La misión de la doctrina es consolar e instruir, en Jesús, para que todos movilicen sus posibilidades  divinas en el camino de la vida. Cambiarla por un lugar en el banquete de los Estados, es invertir el valor de las enseñanzas, porque todas las organizaciones humanas son pasajeras de cara a la necesidad de renovación de todas las fórmulas del hombre en la ley del progreso universal."


Conclusión 
Si fuese una sociedad educada para la tolerancia recíproca, para el respeto a la autoridad, para el trabajo persistente, sin conflictos entre servidores y el gobierno,
empresarios y trabajadores, en donde las personas se uniesen para comprender la necesidad de los valores espirituales de la vida de cada uno, o de cada grupo social, seríamos un país venturoso y pacífico. Muchos podemos admirar la política en cuanto ciencia, en cuanto a principios, en cuanto a filosofía, pero definitivamente no precisamos envolvernos en partidismos políticos. Pensamos ser justos si luchamos por nuestra acción voluntaria en la Sociedad, sea en la acción profesional, sea en la acción de la ciudadanía, sin cambiar nuestra dignidad  por políticas o conveniencias personales.
  

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                         LA ACTITUD CORRECTA 

La actitud correcta, a pesar de los errores que hayamos cometido, es la de levantarse una y otra vez, mejorando nuestro estado de ánimo sin abatimientos y permaneciendo atentos a nuestras equivocaciones. Si hacemos esto con auténtica intención por mejorar, recibimos el auxilio y la ayuda de aquel que nos acompaña, el guía espiritual que todos tenemos, y que, como un auténtico maestro, intentará educarnos espiritualmente señalando con delicadeza aquellas cosas que debemos mejorar; ampliando de ese modo la visión y comprensión de nuestra propia realidad, e indicando el camino cierto que debemos recorrer en nuestra renovación moral para crecer espiritualmente y encontrar el equilibrio, la armonía y la paz interior que conduce a la felicidad. 
      El trabajo, la lucha y la superación personal son cuestiones inevitables, que tienen como recompensa la dicha y la paz interior, la felicidad presente y futura; las nuevas realidades de luz y claridad y de entendimiento de la verdad de la vida. Y además, todo ello ha de realizarse con paciencia; bien denominada como “ciencia de la paz”; porque es este el sentimiento primordial que inunda nuestra alma cuando conquistamos esa virtud tan preciada e inexistente hoy día, en la sociedad de la competencia, la prisa y la alienación mental en que vivimos. 
     Taras morales que, durante años o siglos, formaron parte de nuestro carácter y personalidades múltiples en las diversas existencias vividas, son difíciles de erradicar de la noche a la mañana; pero, “una atención consciente en una existencia consciente, facilitan mucho el camino para corregir muchas cosas en muy poco tiempo”; aplicando la voluntad de mejorar y el esfuerzo por superar las malas inclinaciones de nuestro carácter. 
      Pongámonos a ello, pues no sólo nos beneficia enormemente y nos permite construir un futuro feliz y venturoso; sino que en el presente mejora nuestras relaciones con nuestro prójimo, nos eleva por encima de la ceguera material, nos otorga la serenidad interior y la paz, fortaleciéndonos enormemente con cada conquista, al poner a prueba nuestra fe y nuestra capacidad de cambiar a mejor. 

Antonio Lledó Flor 
- Amor, paz y caridad. Grupo Villena. 
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JESUS CRISTO, Y JESÚS DE NAZARET



 Cristianos del mundo entero, vienen conmemorando año tras año, el nacimiento de Jesús Cristo,  personaje que poco se identifica con la figura humana e histórica de Jesús de Nazaret.

 La fe que une a los cristianos
En su celebrada obra "Revisión del Cristianismo", J. Herculano Pires sostiene la existencia de un abismo entre Jesús de Nazaret, hijo de José y María, nacido en Nazaret de Galilea, y Jesús Cristo, nacido de la Constelación de Virgen en la ciudad del Rey David, en Belem de Judea, según el mito hebreo del Mesías."
El cristianismo, cuyas conmemoraciones más importantes son la Navidad (nacimiento) y la Pascua ( de resurección), tiene todos sus dogmas fundamentados en el "Mito de Jesús Cristo", segunda persona de la Santísima Trinidad, Dios hecho hombre para salvar a la humanidad del pecado original, cometido por Adán y Eva al desobedecer las órdenes de Jehová, en el Paraíso. Es pues la creencia  en la figura emblemática del "mesías", "salvador", "redentor" de la humanidad, que  identifica y une a todas las organizaciones cristianas de Oriente y de Occidente, haciendo el cristianismo, al lado del judaísmo y del islamismo, una de las tres grandes religiones monoteístas del planeta. Por la fe cristiana, el Dios único se desdobla en tres personas: El Padre, el Hijo (Jesús Cristo), y el Espíritu Santo.

Creencias e iglesias- el factor de desunión
Aun preservando, a lo largo de 2.000 años, la fe fundamental en la divinidad de Jesús Cristo, Dios que encarna, muere y resucita para salvar a la humanidad, el cristianismo, durante el curso de la historia, se fragmentó en un sin número de segmentaciones. Hasta el siglo XI, la Iglesia Católica Apostólica Romana, reinó soberana sobre todos los cristianos. Fue cuando aconteció el 1º gran cisma, dando origen a la Iglesia Cristiana Ortodoxa de Oriente, hoy con dos vertientes: la griega y la rusa. 
Con Martín Lutero, en el Siglo XVI, la Iglesia Católica sufre su 2º gran cisma. La llamada Reforma Protestante, abre camino para un número ilimitado de iglesias que, hoy, se expanden por todo el mundo. En el año 2001, la World Christian Encyclopedia, publicación de la Oxford University Press, inc.(Nueva York), registraba la existencia de 33.830 denominaciones cristianas. En los últimos años, especialmente en América Latina, la expansión del pentecostalismo y del neopentecostalismo, han propiciado la creación de centenas de pequeñas y grandes iglesias cristianas, con liturgias, ordenamientos y creencias diferentes, aunque con un factor común: la fe que Herculano denominó de Cristo Mitológico, figura que no se confunde, según advirtió en su obra, con el personaje histórico Jesús de Nazaret. Hoy pueden girar en torno a 50.000 las denominaciones cristianas de todo el mundo.
  
Nuestra Opinión

El Espíritu de Jesús

En la obra donde establece con nitidez la distinción entre Jesús de Nazaret y Jesús Cristo, Herculano Pires señala también: "La Civilización Cristiana, nacida y alimentada en sangre, no posee el Espíritu  de Jesús", siendo apenas "el cuerpo mitológico de Cristo, muerto y exagüe".
Antes de él, en el Siglo XIX, Allan Kardec, aunque no objetivando la creación de más de una religión cristiana, incursionó por el rescate de lo que Herculano denominó "el Espíritu de Jesús". Para que eso fuese posible, advirtió Kardec, necesitaríamos abstraer todo lo que las religiones cristianas consagran como verdades incuestionables acerca de la vida material, de los dogmas, así como de los milagros y profecias atribuidos a Jesús Cristo. Y que de los evangelios cristianos nos quedásemos solamente con la enseñanza moral de Jesús. (Introducción de "El Evangelio según el Espiritismo"). Kardec sabía que esa era la única forma de superar el mito y rescatar el espíritu.
Amplios sectores del movimiento espírita mundial , todavía no han atendido el significado de la advertencia kardeciana. Por eso, insisten en mantener al espiritismo como una más entre las religiones cristianas. En efecto, muchos centros espíritas se parecen más a templos de iglesia que a núcleos de estudio, conocimiento y mejoramiento intelecto-moral, objetivo central del espiritismo. Sus prácticas poco difieren de los ritos, de las liturgias de curas, cánticos, rezos, predicaciones y alabanzas, que caracterizan a las iglesias. El escenario preserva y nutre viejos clichés mentales, traídos de encarnaciones pasadas. Sobre Jesús, por ejemplo, con facilidad, el espíritaa cristiano seguirá viéndolo como el mesías o "cristo", milagrosamente concebido por el Espíritu Santo, nacido de una virgen en un pesebre, crucificado y muerto para rescatar nuestros pecados.
Y mientras tanto, es ya tiempo de verlo como un hombre, el espíritu lúcido que aquí, un día, encarnó para iluminar conciencias, sembrar, cultivar, vivenciar e impulsar el gran mensaje del amor universal.
- Redacción de Opinión de CEPA -

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Acción de los Espíritus sobre los fluidos. 
Creaciones  fluídicas. Fotografía del pensamiento. 

13. Los fluidos espirituales, que constituyen uno de los estados del fluido cósmico universal, son, para hablar con propiedad, la atmósfera de los seres espirituales; son el elemento de donde ellos extraen los materiales sobre los cuales operan; el medio en el que ocurren los fenómenos especiales, perceptibles por la vista y el oído del Espíritu, pero que escapan a los sentidos carnales impresionables sólo por la materia tangible; el medio donde se forma esa luz peculiar del mundo espiritual, diferente de la luz común tanto en la causa como en los efectos; por último, los fluidos son el vehículo del pensamiento, del mismo modo que el aire es el vehículo del sonido. 

14. Los Espíritus actúan sobre los fluidos espirituales, pero no como los hombres manipulan los gases, sino con la ayuda del pensamiento y la voluntad. Para los Espíritus, el pensamiento y la voluntad son lo que la mano para el hombre. Mediante el pensamiento, ellos imprimen a esos fluidos tal o cual dirección, los aglomeran, los combinan o dispersan, y organizan con ellos conjuntos que presentan una apariencia, una forma, un color determinados; modifican sus propiedades igual que un químico transforma las de los gases o las de otros cuerpos, al combinarlos según ciertas leyes. 

Constituyen el inmenso taller o laboratorio de la vida espiritual. 
En algunos casos, esas transformaciones son el resultado de una intención; la mayoría de las veces, son el producto de un pensamiento inconsciente. Basta con que un Espíritu piense en una cosa para que esta se produzca, como basta modular un aria para que esta repercuta en la atmósfera. 

        De ese modo, por ejemplo, un Espíritu se hace visible a un encarnado dotado de vista psíquica, con la apariencia que tenía cuando estaba vivo en la época en que este último lo conoció, aun cuando haya tenido, con posterioridad a esa época, muchas encarnaciones. Se presenta con la vestimenta, los rasgos externos – enfermedades, cicatrices, miembros amputados, etc.– que lo caracterizaban entonces. Un decapitado se presentará sin cabeza, lo que no significa de ningún modo que haya conservado esa apariencia. 

     Por cierto, como Espíritu no es cojo, ni manco, ni tuerto, ni está decapitado; lo que ocurre es que al retroceder con su pensamiento a la época en que tenía ese aspecto, su periespíritu adopta instantáneamente esa apariencia, que desaparecerá tan pronto como ese mismo pensamiento cese de actuar en aquel sentido. Entonces, si una vez fue negro y otra blanco, se presentará como blanco o negro, de conformidad con la encarnación que se corresponda con la evocación, y a la cual se transporte su pensamiento. 

Por un efecto análogo, el pensamiento del Espíritu crea fluídicamente los objetos que él estaba habituado a utilizar. Un avaro manipulará el oro, un militar mostrará sus armas y su uniforme, un fumador su pipa, un labriego su arado y sus bueyes, una anciana su rueca. Para el Espíritu, que también es fluídico, esos objetos fluídicos son tan reales como lo eran en el estado material para el hombre vivo; no obstante, dado que son creaciones del pensamiento, su existencia es tan efímera como el pensamiento que los generó.

15. Puesto que los fluidos son el vehículo del pensamiento, este actúa sobre los fluidos como el sonido sobre el aire. Estos transmiten el pensamiento como el aire nos trae el sonido. Por consiguiente, se puede decir sin temor a equivocarse que en esos fluidos hay ondas y rayos de pensamientos, que se entrecruzan sin confundirse, del mismo modo que hay en el aire ondas y vibraciones sonoras. 

Más aún, cuando el pensamiento crea imágenes fluídicas, este se refleja en la envoltura periespiritual como en un espejo; en él toma cuerpo y en cierto modo se fotografía. Si un hombre, por ejemplo, tiene la idea de matar a otro, por más impasible que permanezca su cuerpo material, su cuerpo fluídico es puesto en acción mediante el pensamiento y reproduce todas las sutilezas de este último; realiza fluídicamente el gesto, el acto que desea llevar a la práctica. El pensamiento crea la imagen de la víctima y la escena completa es pintada como en un cuadro, tal cual se desarrolla en el Espíritu. 

De ese modo, resulta que los más secretos movimientos del alma repercuten en la envoltura fluídica; que un alma puede leer en otra alma igual que en un libro, y ver lo que no se puede percibir con los ojos del cuerpo. No obstante, al observar la intención, puede presentir la realización del acto que será su consecuencia, pero no puede determinar el instante en que dicho acto se llevará a cabo, ni precisar los detalles, ni siquiera manifestar que habrá de ocurrir, ya que las circunstancias ulteriores podrán modificar los planes y cambiar las intenciones. El alma no puede ver lo que aún no está en el pensamiento del otro; lo que ve es la preocupación habitual del individuo, sus deseos, sus proyectos, sus intenciones buenas o malas. 
La Génesis - *Capítulo XIV  *  
ALLAN KARDEC 

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            LOS ANÁLISIS A LOS QUE FUE                      SOMETIDO EL ESPIRITISMO

León Denis, dejó escrito en una de sus obras:

      "Desde hace cincuenta años, en todos los países el fenómeno espirita ha sido objeto de frecuentes investigaciones emprendidas y dirigidas por comisiones científicas..  Sabios 
escépticos, profesores célebres de todas las grandes universidades del mundo,   han 
sometido estos hechos a un examen profundo y riguroso. Su intención primaria ha sido 
siempre aclarar lo que ellos creían que se trataba del resultado de engaños deliberados o 
de alucinaciones. Pero casi todos después de años de estudios concienzudos y de 
experimentaciones perseverantes, han abandonado sus prevenciones y su incredulidad y 
se han inclinado ante la realidad de los hechos.. 
      Las manifestaciones espiritas, comprobadas por millares de personas en todos los 
puntos del globo, han demostrado que alrededor de nosotros se agita un mundo 
invisible, un mundo donde viven en estado fluídico, aquellos que nos precedieron en la 
Tierra, que han luchado y sufrido, y que constituyen, más allá de la muerte, una segunda 
humanidad ". 

ESPÍRITUS Y MEDIUMS 
LEÓN DENIS 
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              EL MAL HUMOR
 En la vida siempre tenemos que tomar decisiones y depende de lo que hagamos así viviremos; bien o mal.

Todos podemos tener nuestros momentos de mal humor que se consideran totalmente normales, siempre y cuando no sea una conducta habitual.

Si el mal humor se instala en forma permanente en nuestra conducta y comienza a ser algo más que circunstancial, deberíamos conocer las causas y hacer algo al respecto.

Sepamos que mantener el buen humor nos hace un bien enorme a la salud física  y mental.  En diversos estudios médicos realizados se han comprobado  que vivir de forma positiva frente a las situaciones favorece la liberación de la endorfina, sustancia que causa bienestar.

El estado de ánimo malhumorado se caracteriza por ver el lado negativo que suelen tener las cosas, por ejemplo viendo siempre el vaso medio vacío en lugar de medio lleno.

Aquel que vive de forma tensa, irritado, pesimista y malhumorado libera adrenalina, no adrenalina y corticoide, sustancias esas que provocan  la caída en la inmunidad, teniendo en vista que la descarga de esos elementos en el organismo causa una disminución en la producción de glóbulos blancos.

Esta forma de ser puede tener o no motivos que la generan. Si los hubiera, lo mejor es intentar descubrirlos para modificar las consecuencias que puede provocar en las relaciones interpersonales y en el propio desarrollo.

 Por otro lado, nos está señalando una personalidad con cierta tendencia depresiva, agravada por determinadas situaciones de la vida que por alguna razón no puede resolver.

Es un hecho que casi todos tengamos que atravesar por problemas que nos producen sufrimiento. La cuestión no es tanto resolverlos como conocerlos y aprender a vivir con ellos lo mejor posible.

Cualquier problema puede tener solución pero a veces esa solución se convierte posteriormente en otro problema aún más grave; por lo tanto, es necesario aceptar que eventualmente tendremos que enfrentar los contratiempos y disgustos que esas situaciones no puedan deparar.

Tengamos  la certeza de que el mal humor nos cierra muchas puertas. La persona mal humorada está permanentemente  con la expresión cargada, de amargura, tiene siempre una respuesta agresiva  o de desdén para con los otros.

Esa actitud hace que las personas que viven a su alrededor pasen a evitarla. El mal humor  aleja de nosotros todo lo que es bueno, más en compensación atrae  todo lo que es negativo. El que vive malhumorado, su vida para él es un peso, un trastorno donde nada es cierto, todo se le torna oscuro y sombrío a su alrededor.

Algunas veces llamamos problemas a ciertos desafíos que la vida nos impone y que no son más que oportunidades para evolucionar y no quedarnos estancados.

Otras veces, llamamos problemas a situaciones comunes de la vida, dándoles una connotación trágica que no se merecería si aceptáramos que son inevitables.

No hagamos de las dificultades motivos de sufrimiento, más saquemos  de todo una lección, un aprendizaje. El dolor es muchas veces inevitable, más el sufrimiento es opcional.

La mayoría de las veces los malhumorados no tienen mayores motivos para su estado de ánimo.  Les molesta la compañía pero por otro lado se quejan porque están solos, se aburren pero no tienen ninguna iniciativa, viven contando sus problemas pero son incapaces de escuchar a los demás, critican a todos porque ven la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio; están desconformes con el gobierno, con su familia, con su trabajo y por supuesto ven todo negro.

Se trata por lo general de personas eternamente desconformes, intolerantes e individualistas que no pueden ser felices de ninguna manera y que con su mal humor canalizan sus energías negativas provocadas por sus desequilibrios emocionales y lo han convertido en un hábito.

Estas personas son muy difíciles de tratar porque creen tener siempre la razón. Poseen una visión pesimista del mundo y están convencidas plenamente que estamos todos al borde del abismo, que se aproxima el Apocalipsis y que es inútil cualquier intento para evitarlo.

Para ellas todo está a punto de estallar y sólo es cuestión de esperar que alguien apriete el detonador.

Sigmund Freud diría que el mal humor es un síntoma de represión de la libido sexual, que no necesariamente siempre se refiere a lo genital, sino a toda la sexualidad entendida como instinto de vida, al no lograr expresarse para participar creativamente en un medio social. El Psicoanálisis podría permitir revelar el trauma, que una vez consciente ayudaría a canalizar lo reprimido adecuadamente.

Otras fuentes lo llamarían vacío existencial o discapacidad para adaptarse a los cambios y para crecer y la terapia desde este enfoque podría ayudar a cambiar la percepción y ver la realidad desde una perspectiva más amplia.

En tanto que para los conductistas sería un condicionamiento adquirido que es necesario desaprender para adquirir otros nuevos más adaptativos.

El mal humor es un defecto del carácter que produce conflictos de relación, discordia familiar e infelicidad, y lo más grave de este modo de ser, es que es contagioso.

 Hay personas que se complacen en cultivar el mal humor,  es una característica de su personalidad, pues con el mal humor, tratan de imponerse a los otros  con su rispidez, prepotencia  y empatía, pensando que actuando así conseguirán el respeto y el temor de aquellos que con él conviven. Esas personas  no perciben que  acaban siendo víctimas de su mal humor, pues además de atraer para si todo lo que es negativo viven enfermas física y psíquicamente. Sienten dolores por todo el cuerpo, el hígado funciona mal, la digestión es pésima, tienen dolores de cabeza terribles, además de una baja inmunidad, están sujetas a varias dolencias e infecciones.

Generalmente  son personas solitarias también, pues apartan a todos  de sí.

Busquemos actuar  y tener pensamientos volcados para la paz, la alegría, la confianza, la amistad, la solidaridad. Seamos simpáticos con nuestro prójimo, usando siempre la empatía, o sea, coloquémonos en su lugar y hagamos por nuestro prójimo todo aquello que nosotros desearíamos que ellos hiciesen por nosotros.

Con pensamientos  y actitud de alegría, deseos de ser útiles, con la práctica de la caridad con nuestro prójimo, sentiremos un bienestar tan grande, que solo tendremos razones para sentirnos saludables física y mentalmente. 

Confiando siempre en el amparo Divino que jamás  nos faltará. Nuestro Padre Celestial nos creo para que vivamos con alegría. Por eso no debemos dejarnos contaminar por el mal humor, pues los más perjudicados seremos nosotros mismos. Ya que podremos crear  dolencias, a veces de difícil cura.

No olvidemos  que las dificultades  son transitorias, y que forman parte de nuestro aprendizaje para el cual venimos a ejercitarnos en la Tierra.

Mantengamos el buen humor en todas partes, en cualquier situación, no dejándonos envolver por sentimientos inferiores y nuestro cuerpo físico lo agradecerá inmensamente.

Actuando así, nuestro cuerpo se tornará leve y una inmensa paz inundará nuestro ser, creando el cielo dentro de nosotros.

Enviado por Merchita

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