domingo, 25 de diciembre de 2022

Las vidas sucesivas, los niños prodigio y la herencia.

 INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.-¿ Cómo las almas pueden ser felices en el Cielo, conociendo                                                            la condena eterna de algún ser querido? 

2,. Distinción de los buenos y los malos Espíritus

3.- Las vidas sucesivas, los niños prodigio y la herencia.

4.- Las trampas de oso

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                   ¡ PAZ EN LA TIERRA A LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD !

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 ¿ Cómo podrían los espíritus ser felices en el Cielo, si saben que un Ser querido sufre en el Infierno para siempre?

                                            


Esto sería – lógicamente- imposible, porque siendo el Cielo un estado de dicha, ¿ Quién podría permanecer feliz, sabiéndose eternamente separado de un Ser querido, del que sabe que sufre o que es infeliz para siempre y con el que jamás podrá compartir su felicidad junto a él ?. Pero si el estado de felicidad celestial viene acompañado por la seguridad del reencuentro con el Ser amado, esa felicidad no disminuye, sino que hace crecer en intensidad el deseo de colaborar para que el rescate del Ser querido y su reencuentro, sea lo mas inmediato posible.

De nuevo estamos ante el concepto de un dios imposible, pues sería de una dureza y crueldad infinitas, ya que hasta los buenos no podrían gozar de ese cielo ante el sufrimiento eterno de algún ser querido con el que compartió su vida humana, porque ¿ acaso podemos creer que el Amor que se profesaban los Seres en este mundo se disuelve después de la muerte, de modo que los que están en el Cielo se puedan volver tan insensibles y egoístas en su estado de dicha ?. ¿ Qué clase de felicidad y de cielo sería esto? Evidentemente el espíritu que así fuese, de ese modo tan insensible y egoísta, estaría acreditando una inferioridad moral que por si misma le impediría alcanzar la dicha en su plenitud. La felicidad llega a ser plena cuando se puede compartir con los demás seres en medio del sentimiento sublime del Amor. Si el cielo y el infierno teológicos existieran tal como los representan, estaríamos ante el sorprendente caso de conocer seres humanos más misericordiosos y compasivos que el mismo Padre Celestial.

El concepto de eternidad es una idea inaceptable si se la equipara con la idea de infinito, pero si se considera esta palabra en su verdadera acepción, que significa “tiempo indeterminado” o “existencia fuera del tiempo”, el panorama  cambia, pues como ya sabemos el sentido del tiempo que nosotros tenemos, no existe en el más allá , por lo que al infierno se le puede entender como un estado del Alma que queda confinada transitoriamente, de modo limitado en cuanto a nuestra medida del tiempo, en las regiones inferiores de los planos espirituales o astrales, o bien agrupados en zonas espirituales de baja vibración; de ahí que a sus moradores se les denomine también por otras corrientes esotéricas u ocultistas, como ”Seres del bajo astral ”, o “Seres del astral inferior”.

Conclusión: La única posible: Que el Infierno teológico que divulgaron las Iglesias cristianas para dominar por el temor a sus fieles, sencillamente, no existe.

- José Luis Martín -

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DISTINCIÓN DE LOS BUENOS Y DE LOS MALOS ESPÍRITUS 

    Si la identidad absoluta de los Espíritus es, en muchos casos, una cuestión accesoria y sin importancia, no sucede lo mismo con la distinción de los buenos o malos Espíritus; su 
individualidad puede sernos indiferente, su cualidad no lo es jamás. En todas las comunicaciones instructivas es en donde debe concentrarse más la atención, porque esta sola es la que puede darnos la medida de la confianza que debemos tener con el Espíritu que se manifiesta, cualquiera que sea el nombre que tome. ¿El Espíritu que se manifiesta, es bueno o malo? ¿A qué grado de la escala espírita pertenece? Aquí está la cuestión principal. 

    Debe considerárseles como corresponsales que jamás han visto, y preguntarse qué es lo que se pensaría del saber y del carácter de un hombre que dijera o escribiera semejantes cosas. Se puede poner como regla invariable y sin excepción, que el lenguaje de los Espíritus está siempre en razón de su grado de elevación. 

    Los Espíritus realmente superiores no sólo dicen grandes cosas, sino que las dicen en término que excluyen, de la manera más absoluta, toda trivialidad; por buenas que sean estas cosas, si están empañadas con una sola expresión que resienta la bajeza, es un señal indudable de su inferioridad y con mucha más razón si el conjunto de las comunicaciones hiere la decencia por su grosería. El lenguaje descubre siempre su origen, sea por el pensamiento que manifiesta, sea por su forma, y aun cuando un Espíritu quisiera engañarnos sobre su pretendida superioridad,  basta conversar algún tiempo con él para conocerle. 

264. La bondad y benevolencia son también atributos esenciales de Espíritus depurados; no odian ni a los hombres ni a los Espíritus; compadecen las debilidades, critican los errores, pero siempre con moderación, sin aversión ni animosidad. Si se admite que los Espíritus verdaderamente buenos sólo pueden querer el bien y decir cosas buenas, se deducirá en consecuencia que el lenguaje de los Espíritus que manifieste falta de bondad y benevolencia, no dimana de un Espíritu bueno. 

265. La inteligencia está lejos de ser un señal cierta de superioridad, porque la inteligencia y la moral no siempre marchan juntas. Un Espíritu puede ser bueno, benévolo y tener conocimientos limitados, mientras que un Espíritu inteligente e instruido puede ser muy inferior en moralidad. 

    Se cree con bastante generalidad que, preguntado al Espíritu de un nombre que ha sido sabio en una especialidad sobre la Tierra, se obtendrá con más facilidad la verdad; esto es lógico y, sin embargo, no siempre es verdadero. La experiencia demuestra que los sabios, lo mismo que los otros hombres, sobre todo aquellos que han dejado la Tierra hace poco, están aún bajo el imperio de las preocupaciones de la vida corporal; no se desprenden inmediatamente del espíritu de sistema. Puede, pues, suceder, que bajo las influencias de las ideas que tuvieron cuando vivían y con las cuales se hicieron un título de gloria, vean menos claro de lo que nosotros lo pensamos. No damos este principio como una regla, mucho le falta; decimos únicamente que esto se ve, y que por consiguiente su ciencia humana no siempre es una prueba de infalibilidad como Espíritu. 

EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS. ALLAN KARDEC.

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– Las vidas sucesivas. Los niños 

prodigio y la herencia 

Se pueden considerar ciertas manifestaciones precoces del genio como otras tantas pruebas de las preexistencias, en el sentido de ser una revelación de los trabajos realizados por el alma en otros ciclos anteriores.. 
     Los fenómenos de este genero, de que habla la Historia, no pueden ser hechos desconexos, sin relación con el pasado, produciéndose al azar en el vacío de los tiempos y del espacio; demuestran al contrario, que el principio  organizador de la vida en nosotros es el de un ser que llega a este mundo con un pasado entero de trabajo y  evolución, resultado de un plan trazado y de un objetivo para el cual él se dirige a través de sus existencias 

sucesivas.- 
     Cada encarnación encuentra, en el alma que recomienza una nueva vida, una cultura particular, aptitudes y adquisiciones mentales que explican su facilidad para el trabajo y su poder de asimilación; por eso decía Platón: "Aprender es recordar" 
     La ley de la herencia viene muchas veces a impedir, hasta cierto punto, esas manifestaciones de la  individualidad, porque es con los elementos que la herencia le da que el Espíritu construye a su manera su envoltorio; no obstante, a despecho de las dificultades materiales, se ven manifestarse en ciertos seres, desde la más tierna edad, facultades de tal modo superiores y sin ninguna relación con la de sus ascendientes, que no se puede, no obstante todas las sutilezas de la casuística materialista, relacionarlas con cualquier causa inmediata y conocida. 
     Se ha citado muchas veces el caso de Mozart, ejecutando una sonata en el piano a los 4 años y, a los 8, componer una ópera. Paganini y Teresa Milanollo, aun niños, tocaban el violín de manera maravillosa. Liszt, Beethoven y Rubinstein se hacían aplaudir a los 10 años. Michel-Angelo y Salvatore Rosa se revelaron de repente con talentos imprevistos. Pascal, a los12 años, descubrió la geometría plana y Rembrandt, antes de saber leer, ya diseñaba como un gran maestro.  
     Napoleón se hizo notar por su aptitud prematura para la guerra. Ya en la infancia, no jugaba con soldaditos como las criaturas de su edad, y sí con un método extraordinario, que parecía ser invención suya. 
     El siglo dieciséis nos legó la memoria de un poliglota prodigioso, Jacques Chrichton, que Scaliger denominaba un "genio monstruoso". Era escocés y, a los 15 años, discutía en latín, griego, hebreo o árabe, sobre cualquier asunto. Había conquistado el grado de maestro a los 14 años. 
     Henrique de Heinecken, nacido en Lübeck, en 1721, habló casi al nacer; a los 2 años sabia tres lenguas; aprendió a escribir en algunos días y después de poco tiempo se ejercitaba en pronunciar pequeños discursos; con 2 años y medio hizo examen de Geografía e Historia antigua y moderna. Su único alimento era la leche del ama;  quisieron desamamantarlo, desapareció y se perdió en Lübeck, el 27 de junio de 1725, murió con 5 años de edad, afirmando sus esperanzas en otra vida. "Era, dicen las "Mémoires de Trévoux", delicado, de poca salud, y muchas veces estaba enfermo." Esta criatura fenomenal tuvo completo conocimiento de su próximo fin. 
     Hablaba de eso con serenidad por lo menos tan admirable como su ciencia prematura y quiso consolar a sus padres dirigiéndoles palabras de aliento que iba a buscar en las creencias comunes. 

La Historia de los últimos siglos señala gran número de esos niños-prodigio. 

     El joven Van der Kerkhove, de Brujas, murió a los 10 años y 11 meses, el 12 de agosto de 1873, dejando 350 pequeños cuadros magistrales, algunos de los cuales, dice Adolphe Siret, miembro de la Academia Real de Ciencias, Letras y Bellas-Artes, de Bélgica, podrían ser firmados por Díaz, Salvatore Rosa, Corot, Van Goyen, etc. 
     Otro chico, William Hamilton, estudiaba hebreo a los 3 años, y a los 7 tenía conocimientos más extensos que la mayor parte de los candidatos al magisterio. "Estoy viéndolo todavía, decía uno de sus parientes, responder a una pregunta difícil de Matemáticas, alejarse después, corriendo a  saltos y tirando el carrito con el que jugaba. 
" A los 13 años conocía doce lenguas, a los 18 pasmaba a toda la gente del vecindario, a tal punto que un astrónomo irlandés decía de él: "Yo no digo que él será, digo que ya es, el primer matemático de su tiempo." 
En este momento Italia se honra de poseer un lingüista fenomenal, el Sr. Trombetti, que excede en mucho a sus compatriotas anteriores a él, el célebre Pico de Mirandola y el prodigioso Mezzofanti, el cardenal que discurseaba en setenta lenguas. 
Trombetti nació de una familia de boloñeses pobres y completamente ignorantes. Aprendió solo, en la escuela primaria, francés y alemán y, luego de dos meses, leía a Voltaire 


EL PROBLEMA DEL SER, DEL DESTINO Y DEL DOLOR 
LEÓN DENIS 

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            Las Trampas de Oso

                   
       Nuestro caminar en este mundo de expiación, prueba y hasta progreso, es complicado. Tantas veces pasamos por vicisitudes que creemos nunca poder superar… o que pudimos haber esquivado a tiempo….

     Cada dificultad que se nos presenta podríamos compararla a una trampa de oso bien ubicada. Y dentro de ese campo en el que esta esa trampa, vemos niebla, que rodea todo, que representa nuestra ignorancia y nuestros defectos, que es la razón que nos hace por momentos caer en esas trampas. Cuando nuestra vista espiritual se va abriendo, ante nuestros ojos la visión de lo espiritual y con ello la niebla se disipa y nuestra visión se va aclarando para ver esas trampas que antes no veíamos. La educación espiritual, el conocimiento del espiritismo nos da esa luz que necesitamos para orientarnos en este caminar en este mundo material que a veces tanto nos cuesta entender y asimilar.
     Pienso que no podemos sólo ver que sufrimos, pues esta vida también tiene sus cosas bellas, que mitigan de alguna forma ese pesar que llevamos por dentro. Vivir, ese es el punto clave diría yo no solamente subsistir. Si debemos pasar por tantas pruebas, que tienen sus altas y sus bajas pongamos la verdad en la balanza y demos a cada cosa su verdadero peso sabiendo que tenemos nuestras deudas que saldar pero también tenemos muchas otras cosas por las que dar gracias.

     Qué fácil sería esquivarlas todas. Por eso decía Jesús "Orad y Vigilad", ya que el espíritu está presto pero la carne es débil. Siendo seres materiales muchas veces nuestras inclinaciones nos tiran hacia abajo, y conociendo lo grande del espíritu, debemos dar el mérito a aquello que realmente lo tiene y dejar de lado lo que son cosas que nada nos dejan, sino tiempo perdido que no podremos recuperar tan fácilmente. Cada uno sabe su tiempo, y sus trampas y no es nuevo que tendemos a las mismas trampas más fácilmente. Por ello estamos en la lucha en esta vida y el fin de progresar nos lleva de la mano muchas veces a la reflexión, a la limpieza de nuestra visión e inevitablemente muchas veces al sufrimiento que nos limpia por dentro.

     Si podemos ver las trampas, pues no caigamos, ya tenemos bastante con lo que ya traemos, recordemos que estamos construyendo lo que será nuestra siguiente existencia, y nos llevaremos lo que sembremos en esta. Aprendamos también a perdonarnos a nosotros mismos, que a veces es hasta más difícil que perdonar a otros, y sepamos que detrás de cada error y de cada caída, hay una nueva oportunidad que debemos aprovechar o sino nos quedaremos atrapados en esas trampas de oso.

     Recibamos dentro de nuestra niebla fría en la que en ocasiones estamos, el calor del amor de nuestro Padre por medio de tantos hermanos tanto materiales como espirituales que nos quieren ayudar y elevemos nuestra voluntad para seguir siempre adelante.

Paz para todos nuestros corazones.

-Claribel Díaz-

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