viernes, 16 de diciembre de 2022

¿ Cristianismo o Catolicismo ?

    INQUIETUDES  ESPÍRITAS

1.-Los buenos espíritas

2.- Cómo prevenir la obsesión

3.- No al personalismo espírita ( Comunicado Mediúmnico)

4.- Cristianismo y Catolicismo

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LOS BUENOS ESPÍRITAS

* El Espiritismo bien comprendido, pero, sobre todo, bien sentido, conduce forzosamente a los resultados expresados anteriormente, que caracterizan al verdadero espírita como al verdadero cristiano, que son la misma cosa. El Espiritismo no creó ninguna moral nueva; facilita a los hombres la inteligencia y la práctica de la moral de Cristo, dando una fe sólida y esclarecida a los que dudan o vacilan.
    Pero muchos de los que creen en los hechos de las manifestaciones, no comprenden ni sus consecuencias, ni su alcance moral; o, si los comprenden, no se las aplican a sí mismos. ¿A qué se debe esto? ¿A falta de precisión de la doctrina? No, porque no contiene ni alegorías ni figuras que puedan dar lugar a falsas interpretaciones; su esencia misma es la claridad y esto es lo que constituye su fuerza, porque va directo a la inteligencia. Nada tiene de misteriosa y sus iniciados no están en posesión de ningún secreto oculto para el vulgo.
     Para comprenderla, ¿es preciso una inteligencia fuera de lo común? No, porque se ven hombres de una capacidad notoria que no la comprenden, mientras que inteligencias vulgares y aun de jóvenes apenas salidos de la adolescencia, comprenden sus matices más delicados con admirable precisión. Esto depende de que la parte de algún modo material de la ciencia, sólo requiere vista para observar, mientras que la parte esencial requiere cierto grado de sensibilidad que se puede llamar la madurez del sentido moral, madurez independiente de la edad y del grado de instrucción, porque es inherente al desarrollo, en un sentido especial, del Espíritu  encarnado.
     En algunos, los lazos de la materia son aún muy tenaces para permitir al Espíritu desprenderse de las cosas de la Tierra; la niebla que los rodea les quita la vista del infinito; por esto no rompen fácilmente ni sus gustos, ni sus costumbres, ni  comprenden nada mejor de lo que ellos poseen; la creencia en los Espíritus es para ellos un simple hecho, pero modifica muy poco o nada, sus tendencias instintivas; en una palabra, sólo ven un rayo de luz insuficiente para conducirles y darles una aspiración poderosa y capaz de vencer sus inclinaciones. Se apegan más a los fenómenos que a la moral, que les parece banal y monótona; piden sin cesar a los Espíritus que les inicien en nuevos misterios, sin preguntar si se han hecho dignos de entrar en los secretos del Creador. Estos son los espíritas imperfectos, de los cuales algunos se quedan en el camino o se alejan de sus hermanos en creencia, porque retroceden ante la obligación de reformarse, o reservan sus simpatías para los que participan de sus debilidades o de sus prevenciones. Sin embargo, la aceptación del principio de la doctrina es un primer paso que les hará el segundo más fácil en otra existencia.
     El que puede con razón ser calificado de verdadero y sincero espírita, está en un grado superior de adelantamiento moral; el Espíritu que domina más completamente la materia, le da una percepción más clara del porvenir; los principios de la doctrina hacen vibrar en él las fibras que permanecen mudas en los primeros; en una palabra, fue tocado en el corazón; su fe es también a toda prueba. Uno es como el músico que se conmueve con ciertos acordes, mientras que el otro sólo comprende los sonidos. Se reconoce al verdadero espírita por su transformación moral y por los esfuerzos que hace para dominar sus malas inclinaciones; mientras el uno se complace en un horizonte limitado, el otro, que comprende alguna cosa mejor, se esfuerza para librarse de él y lo consigue cuando tiene una voluntad firme.

EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO

ALLAN KARDEC

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                 COMO PREVENIR LA OBSESIÓN

                                  

    La obsesión es una enfermedad que provoca un conjunto de síntomas patológicos. Da lo mismo que nos la provoquemos nosotros, o nos sea dada por otros seres, encarnados o desencarnados, en todos los casos no deja por eso de ser una enfermedad.

   ¿ Qué hacemos para prevenirnos de enfermedades como la gripe o el tétanos?.- Nos vacunamos. Pues lo mismo debemos hacer con la obsesión. vacunarnos, ¿Cómo?... ¡Muy sencillo!, ... alejándonos de todas aquellas cosas que sabemos que pueden producirla, ya que nosotros al conocer las causas jugamos con ventaja sobre las personas ignorantes de las leyes espirituales. Somos conscientes de que nunca será posible en el mundo en que vivimos, vernos libres del todo de las influencias malsanas que rodean la psico-esfera de la Tierra, así como las legiones de almas tenebrosas que pululan a nuestro alrededor, esperando la ocasión de aprovechar nuestras debilidades. Con todo, es mucho lo que podemos hacer por nuestra salud física y espiritual:

- Pensar a menudo en nuestro ángel guardián y demás espíritus protectores, que siempre están a nuestro lado ayudándonos y sosteniéndonos en las pruebas y vicisitudes de la vida, haciendo caso de los buenos consejos que nos inspiran.

- No dar cabida a pensamientos poco edificantes, tampoco dejar vagabundear nuestra mente y alejar de nosotros ideas o sentimientos tristes o deprimentes cuando estos se presenten.

- Cuidar la inteligencia, acudiendo a programas culturales y positivos, frecuentar bibliotecas y leer mucho.

- Apartarnos de los lugares de vicio y corrupción, de la gente frívola, de las envidias, de los cuchicheos y conversaciones banales y superficiales, y de todo aquello que sea peligroso  para nuestra salud.

- Mantener nuestro cuerpo sano, practicando algún deporte, y no dañarlo con tóxicos como el tabaco y el alcohol, pues como dijo Pablo el Apóstol, los cuerpos son templos del Espíritu Santo.

- Conectarnos con lo Alto a través de la oración, manantial sublime que hace manar potentes energías de luz, disolviendo las energías negativas que portamos.

- Mantenernos lejos de ritos y ceremonias donde invoquen energías y entidades desconocidas, con fines frívolos o poco edificantes, y mucho menos con ánimo de dañar por medio de "magia negra" a alguien.

- No experimentar por medio del tablero Ouija o cualquier otro tipo de mediumnidad, no llamar a nadie que se encuentre en otro plano de existencia.

- Estudiar, analizar, la Doctrina Espírita, profundizando en ella, es también un buen medio de vacunarnos contra la obsesión, pues ello nos ayuda a comprender la realidad espiritual sin errores ni distorsiones, a la vez que nos sirve de atajo en nuestro largo camino hasta el Padre.

- Hacer el bien a nuestros semejantes, buscando las ocasiones de ser útiles a los que necesiten nuestro apoyo moral y material.

   La Obsesión por Amor, es también bastante frecuente, pero su causa es totalmente diferente de las expuestas anteriormente, ya que es producida por el Amor. Pero a pesar de que las causas sean diferentes, los efectos son iguales que cuando la obsesión la causa el odio. Es el caso de una madre que pierde a un hijo por accidente, enfermedad, etc, y quedando traumatizada por ello, permanece en un estado de angustia, dolor y tristeza, añorando al ser querido perdido. Sin dejar de pensar en él, lo atrae sin darse cuenta del error que supone su actitud y el perjuicio que supone al ser desencarnado, no dejándole seguir con su camino y evolución en el Más Allá.

  El mismo caso puede suceder a la inversa, siendo el Espíritu quien se empeñe en seguir en el mismo ambiente donde transcurría su vida física, por apego y amor hacia sus deudos. Sería el caso del cónyuge que desencarna y no acepta que su viudo/a pueda iniciar nueva relación con otra persona, pues sigue creyendo que aún le pertenece. Como vemos, el amor está presente en este tipo de obsesiones, pero se trata de un amor enfermizo y mal comprendido, y al final el resultado es el mismo que el causado por el odio.

   Para concluir el tema de la obsesión espiritual, expongo aquí algo que creo de vital importancia para la correcta comprensión de todo lo dicho. Es el hecho que ya aclaró muy bien Allan Kardec cuando  dijo que si la Tierra sufría la obsesión de Espíritus malos, era porque en el mundo hay hombres malos; el día que estos se regeneren, cesará la influencia de aquellos. Totalmente cierto, cuando la Humanidad se de cuenta de que solo a través del Amor hacia Dios, hacia el prójimo y a la Naturaleza, conseguirá la felicidad que tanto ansía y que ha buscado hasta ahora por caminos equivocados del materialismo y de las pasiones degradantes y efímeras, se verá libre del azote de la obsesión.

- Juan Luis Sánchez-

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                    Comunicado mediúmnico
                                 


      ¡NO, AL PERSONALISMO ESPÍRITA!



     Ocupando la tribuna con elocuencia o escribiendo páginas brillantes, olvidándote del ejemplo que debes dar en testimonio de la Fe en la que pretendes hacerte apóstol.
     Recurre, con frecuencia, a la oración, valiéndote de los instantes de recogimiento con que ella te favorece, para una mayor toma de conciencia en cuanto a la necesidad de renovarte íntimamente, sin que nadie tome la iniciativa de hacer un sumario de tus errores.
     Ejerce la facultad mediúmnica de la que eres portador, como quien se desdobla en el sentido de valorar la oportunidad que la Vida le concede de reajustarse ante la Ley, y no como quien se encuentra, en la Tierra, investido de elevada misión que el Mundo Superior le confirió.
     Sirve sin reclamar y no esperes otra recompensa diferente del privilegio de continuar sirviendo, en la condición del último entre los últimos siervos del Señor, que  Él, nos invita a ceñirnos con una  toalla y lavar los pies de los compañeros que, a nuestro lado, perseveran en la larga jornada.

Hermano José


(Página recibida por el médium Carlos A. Baccelli, en reunión del Lar Espírita “Pedro y Pablo”, en la mañana del día 08/08/2004, En Uberaba, Minas Gerais, Brasil)
TOMADO DEL ANUARIO ESPÍRITA 2005


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                                Cristianismo y Catolicismo 

                                                                               


      El Cristianismo original predicado por los discípulos y seguidores del “Maestro”, debido a las diferentes interpretaciones que de sus enseñanzas  se hicieron en los diversos pueblos en los que estaba extendido, a lo largo de su historia se fue desgajando en varias ramas o sectas que se han ignorado  mutuamente hasta nuestros días, mirándose con recelo y viéndose como rivales y hasta enemigas, pretendiendo cada una estar en posesión de la  verdad llevando el auténtico mensaje cristiano, y mirando como rivales  a las otras confesiones cristianas como usurpadoras y falsas,. Esto  dio lugar a algunas de las grandes guerras de la historia y a los cismas que las provocaron..

     Una de las grandes sectas del Cristianismo fue la  llamada Iglesia  Romana o Católica, a cuya cabeza está el Papa como líder supremo, religioso y político, pues quedó circunscrito su dominio terrenal en un territorio declarado  república independiente de Roma, “El Estado del Vaticano”.

    El Papa es considerado por los católicos como  la “representación” de Jesucristo en la Tierra  y  el sucesor  de San Pedro, el discípulo de Jesús  quien, según  el dogma católico le atribuye, fue encargado por su Maestro para edificar y mantener su iglesia. Pero en realidad no fue su discípulo Pedro quien la creó, sino que este  heredó su dirección cuando el Maestro Jesús le encomendó que guiase a los demás discípulos y seguidores. Sin embargo quien realmente la creó fue Pablo de Tarso, el más ardiente seguidor de Jesús, al que no llegó a conocer  personalmente en vida de este. Jesús  no vino a crear una religión, solamente encargó a Pedro que mantuviese la unión de los discípulos y seguidores. La creación de la Iglesia Cristiana fue obra del Apóstol  Pablo.

    La Iglesia Católica que se llamó también “Iglesia Romana” porque su Sede Principal con el Papa a la Cabeza quedó ubicada en Roma en la ciudad del Vaticano como Estado independiente. Mientras que la Iglesia  Ortodoxa quedó en Alejandría como sede de la Iglesia de Oriente . A su vez de la Iglesia Católica, más tarde se desgajó la Iglesia  Protestante o Luterana.

    El Catolicismo con sus dogmas del “pecado original”, la "resurección de los muertos", la “salvación por la  gracia”, el  “infierno”, la redención”,etc., desfiguró  las puras y genuinas doctrinas del Evangelio de Jesús, desvirtuando su esencia y ocultando y hasta persiguiendo otros dogmas y creencias en principio admitidos, tal como la creencia en  la reencarnación o renacimiento;  sin embargo hay que considerar la realidad en un contexto más amplio como lo es el que  el Catolicismo, en principio,  resultó ser un elemento parásito del Cristianismo primitivo al que privó de su pureza y sencillez.

      El Catolicismo  parece ser que  desde sus comienzos a partir de la idea cristiana, tomó de otras religiones aquello que le convino para hacerlo propio,  tal como del  Budismo el modelo de su organización jerárquica, y de la religión politeísta de Roma, sus cultos, sus ceremonias, sus símbolismos y sus  rituales,  y a su vez, de la religión de la India la idea de la Trinidad, entre otros detalles.

       La Iglesia católica por ganar y mantener poderes e influencias, siempre trató de aliarse en las zonas de la Tierra en donde alcanzó a extenderse, con el poder político establecido, buscando consolidar su presencia e influencia en  aquellos pueblos en donde las demás religiones, incluidas las otras cristianas, fueron arrinconadas o desplazadas a otros lugares geográficos fuera del alcance de sus dominios. Durante el oscurantismo de la Edad Media, esta Iglesia dominó al mundo por el terror con la Inquisición. y por los conflictos bélicos que provocó, haciendo correr ríos de sangre, mientras que Jesucristo sin embargo había anunciado un reino de Amor y  de Caridad que nada tenía que ver con aquel cristianismo belicoso que no era más que un paganismo maquiavélico, cruel y despiadado que actuaba en nombre de Jesús: o sea, el “lobo con piel de cordero”.

        Esta Iglesia se atribuyó el poder de perdonar los pecados mediante el sacramento de la confesión,  de conceder indulgencias para ser perdonados por Dios y reservar un lugar en el Cielo (como si es que el Cielo fuese un lugar en el espacio o en alguna parte). Eso supone una usurpación de lo que solo Dios tiene el poder de dar, pues el hombre puede conceder su perdón, pero el perdón real y definitivo que libera al alma culpable, solo lo puede dar Dios cuando el pecador se dirige a El  arrepentido de su falta y con la Fe puesta en Su misericordia, habiendo rescatado (o compensado) la gravedad de sus faltas por el amor o por el dolor, conociendo que finalmente, Dios siempre le  va a perdonar.

       De tanta parafernalia de dogmas, sacramentos y rituales, llegó a hacer siempre un negocio bastante lucrativo, pues además de los diezmos de los fieles, por la administración de sus ceremonias sacramentales, siempre cobró  vendiendo indulgencias y perdonando pecados con remuneraciones en dinero o bienes.

       A pesar de que en sus comienzos, las manifestaciones mediúmnicas  y su práctica entre los primeros cristianos eran  habituales, posteriormente la iglesia, escudándose en la prohibición de Moisés al pueblo hebreo, las prohibió a su vez, y desde entonces siempre les atribuyó el carácter de demoníacas, inútiles y peligrosas. Al respecto, cabe recordar que muchos de los grandes descubrimientos científicos de la historia han sido tratados del mismo modo por la Iglesia Católica. Sin embargo cuando alguna manifestación mediúmnica o fenoménica de carácter paranormal se ha producido dentro de las filas del catolicismo oficial,  tras mucho estudiarlas para ver si les conviene admitirlas o no les conviene, las ha calificado finalmente como “milagro”, o “hechos milagrosos  extraordinarios”, siempre atribuidos a algún santo, a Jesús, o a la Madre de Jesús, etc., apoyando en esto sus  dogmas particulares y las confirmaciones de una fe religiosa que mantiene e impone. Cuando no ha sido así, ante algún hecho paranormal o “milagroso", que no convenía a su doctrina o liturgia, lo ha calificado de “falso milagro” y lo ha atribuido a la figura del demonio o Satanás para descargar sobre él lo que a su dogma  le ha estorbado.

       Desde el máximo respeto que merecen los católicos de buena fe, no dejo de afirmar que la Iglesia  infalible en sus dogmas inspirados por el Espíritu Santo, según ella,  se equivocó  muchas  veces a lo largo de la Historia y  aunque la Ciencia desmintió muchas veces sus doctrinas y afirmaciones, en vez de corregir con humildad los postulados doctrinarios sostenidos, la Iglesia siempre se opuso  a los dictámenes de la Ciencia cuanto  pudo,  dando lugar a gentes escépticas y ateas que abandonaron la fe religiosa que tenían y terminaron admitiendo solamente  las demostraciones empíricas de la Ciencia, abrazando al materialismo como su único Dios.    

    Actualmente la Iglesia Católica, sigue dando mal ejemplo al mundo debido  en muchas ocasiones al mal comportamiento moral de sus prelados y a la manifestación ostentosa de las muchas riquezas que posee, sobre todo en el mismo Vaticano, en donde el oro y el esplendor  siempre se mostraron abundantes, mientras que millones de seres humanos hambrientos siguen desatendidos en las necesidades más básicas por cualquier lugar de este miserable mundo. Por otra parte la Iglesia sigue cerrando los ojos ante la injusticia social y  ante muchos problemas humanos acuciantes que esperan de  ella algún consuelo o solución , sin embargo continúa acomodada en los dogmas doctrinales que antepone a la realidad social y a la caridad,  haciendo oídos sordos a tanta necesidad de justicia social para no enfrentarse a ciertos países poderosos y opresores, a los que en el mejor de los casos, a veces se atreve a amonestar  levemente, como dándoles una cariñosa   palmadita en el hombro para que no se molesten. Y si a todo esto, añadimos los  abundantes casos de pederastia cometidos por sus sacerdotes, que debieran dar un ejemplo cristiano, limpio y honesto y no lo han dado, desengañando así a tantos fieles que esperaban encontrar siempre en ellos el buen ejemplo acorde con la moral que predican....

      No obstante, es de justicia el reconocer también, que la obra de la Iglesia en muchos momentos de la historia y lugares del mundo, ha sido y es  positiva y útil, habiendo ayudado a tantas personas y poniendo dique a tanta barbarie, creando por todo el mundo instituciones de beneficencia y caritativas.

      Por último deseo subrayar que uno de los principales problemas de las iglesias cristianas, es que le dan a Jesús como persona, la importancia que se debería de dar sobre todo a sus enseñanzas sagradas y fundamentales y la importancia que se le debiera dar a Dios por encima de todas sus criaturas, incluido Jesucristo.

- Jose Luis Martín-

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