martes, 16 de abril de 2019

¿Resurección o Reencarnación?


    INQUIETUDES  ESPÍRITAS

 1.- ¿Resurección  o  Reencarnación?
       Frase de Kardec
2.- Contradicciones en los comunicados de los espíritus
3.- Vidas inacabadas 2: El peso del pasado
4.- ¿Espiritismo Cristiano o solo Kardeciano?
5.- Codificación: "Ayúdate y el Cielo te ayudará"



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               ¿Resurección o Reencarnación?


                                     

         Más que  una superstición, la Resurección  es una creencia religiosa ancestral sostenida en ciertos pueblos y religiones, pero carente de fundamentos lógicos o naturales.
        El dogma de la resurección de los muertos en el “último día” al final de los tiempos , o  “fin del mundo” inmediatamente antes del llamado “Juicio Final”, con el mismo cuerpo carnal que ahora tenemos, fue una idea sostenida ancestralmente por algunas religiones como el Judaísmo ,desde donde pasó más tarde al Cristianismo que lo adoptó en sustitución de la Reencarnación, interpretando la resurección de Jesús como la de una persona  muerta ,cuyo cadáver  resucita y regresa a este mundo en el mismo cuerpo que tuvo antes de antes de fallecer en la cruz.
        Esta adopción de la resurección por parte del Cristianismo,  era un dogma de origen judío, que fue recogido y adoptado por el Emperador Justiniano, después de tres siglos en los que la reencarnación era creencia común entre los cristianos de aquella primitiva Iglesia, y esto fue así debido a que la idea de la reencarnación, contradecía otros dogmas convenientes a la Iglesia que por encima de creencias, quería  mantener su control sobre las conciencias de sus feligreses, que por decreto lo eran todos, manteniendo una gran influencia social y un poder temporal que  aún dura hasta nuestros días. La Iglesia, amparada por el poder político,  controlaba así  y dominaba al pueblo, sembrando en sus conciencias la idea de la salvación por la gracia de los sacramentos, suministrados por los sacerdotes que los manejaban en exclusiva  ante la amenaza del castigo de un  infierno de fuego eterno, si se les desobedecía,  pues se hizo creer la idea de que ellos, con los sacramentos que administraban, tenían poder libremente sobre las puertas del cielo y del infierno. Además de lo dicho, el citado Emperador, ya había promulgado un anatema para prohibir la idea de la reencarnación, esto suponía una persecución de quien osara desobedecer, de modo que la idea, perseguida, se fue con el tiempo olvidando entre los cristianos.
        La Resurección es una idea, tal vez, tan antigua como la de la reencarnación; sin embargo aunque todavía es mencionada y mantenida  en las liturgias  y permanece como dogmas de fe en  las religiones cristianas establecidas, lo cierto es que   tal como se entiende e interpreta, está totalmente fuera de lugar en cuanto   a que no puede ser una creencia real y profunda  que  pueda ser mantenida  racionalmente por sus mismos adeptos a no ser a golpe de fe ciega,  de fanatismo e irracionalidad.
        La idea de la resurección tal como aun es sostenida, se sintetiza en que cuando llegue el “Fin del Mundo”, todas las personas que han vivido en la Tierra a lo largo de todas las épocas, resucitarán de nuevo a la vida en este mundo (se levantarán de sus tumbas), con el mismo cuerpo carnal que tuvieron cuando vivieron en su época, “rescatados del polvo”, tal como dice la liturgia Católica.
        Según este dogma absolutamente supersticioso por irracional, se deduce que los Seres humanos somos un cuerpo que tiene un alma y que aparecemos tan solo una vez en el escenario de la vida. Se podría sintetizar así : El ser humano es una unidad por la que tenemos un cuerpo que tiene Un Alma con la que vivimos tan solo una vida sin importar lo corta o larga que esta sea o las circunstancias sociales o de salud que la rodeen en esa única vida. Este mismo cuerpo según el dogma, un día resucitará con su alma con la que formando una unidad de nuevo, quedará destinado o ubicado en el más allá en una suerte definitiva. ( Un más allá que deberá ser un lugar físico para poder contener los cuerpos físicos).
   Por el contrario , de la idea de la reencarnación se deduce que los seres humanos  somos Un Espíritu o Alma, que tenemos, hemos tenido y tendremos tantos cuerpos e identidades humanas como vidas necesitemos para evolucionar  dentro de un proceso  ilimitado de ascensión hacia nuestra Fuente de Origen, pero después de cada paso por la vida humana el cuerpo físico se queda en el mundo físico al que reintegra los elementos minerales que lo compusieron, mientras que para el espíritu que animó ese cuerpo, hasta que  no supere el nivel evolutivo necesario para no tener que regresar ya más a este mundo, no existe una suerte fija y definitiva en el más allá.            
         Conforme propugna la filosofía enseñada por los espíritus con respecto a este tema, se puede interpretar la resurrección del espíritu como cuando este despierta en el más allá tras la muerte del cuerpo, o también como el concepto del espíritu que llega a tal grado de elevación que transpone la fase de las encarnaciones en los mundos en donde la reencarnación se lleva a cabo siguiendo las leyes de la reproducción , no necesitando  volver a reencarnar en esos mundos físicos , por lo que una vez superado el aprendizaje y depuración en este mundo ya no tiene que volver a experimentar más la muerte de su cuerpo físico.
        Si se toma el tema de la resurección de modo literal, por lo absurdo del mismo, solo se genera una incredulidad general en todo lo trascendente, pero si este concepto se interpreta solamente como una figura simbólica de la resurrección del alma o de su despertar al más allá tras la muerte, puede repugnar menos a la razón.
        También cabría plantearse que la idea de la resurrección implica el que Dios también resucitará a los demás seres vivientes con sus cuerpos, porque está claro que estos también tienen sus almas diferentes a la humana según las distintas especies animales, pero almas en proceso de evolución, al fin y al cabo.
        Por otra parte, ¿cómo podría el dogma de la resurección explicar el nivel intelectual y moral del Ser humano actual, en general, diferente y mucho más desarrollado que el de nuestros ancestros de hace cientos o miles de años?; ¿se trata solo de evolución genética, o también lo es de evolución psíquica y espiritual con una mayor carga de sentido moral e inteligencia?. Si es debida a la evolución psíquica de la materia, no queda más que aceptar que ese psiquismo ha tenido que evolucionar con diferentes materias pues estas cada pocos años se destruyen con la muerte. Dicho de otro modo, se puede considerar que la materia solo es materia que evoluciona en sus formas, pero siempre queda en un plano físico, mientras que el Alma o Espíritu que dirige a la materia, vive mientras tanto en otra dimensión no material y en su proceso evolutivo  tiene que revestirse  temporalmente de materia para aprender y engrandecerse, prosiguiendo así su caminar y ascendencia evolutiva.

- Jose Luis Martín-

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“Aunque el espiritismo reconozca en muchas creencias populares un fondo de verdad, no avala en modo alguno todas las historias fantásticas que son fruto de la imaginación.”
 - Allan Kardec -

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                   CONTRADICCIONES EN LOS COMUNICADOS DE LOS ESPÍRITUS

8. De todas las contradicciones que se notan en las comunicaciones de los Espíritus, una de las más notables es la que hace relación a la reencarnación. Si la reencarnación es una necesidad de la vida de los Espíritus, ¿en qué consiste que no todos los Espíritus la enseñan? 
"¿No sabéis que hay Espíritus, cuyas ideas son limitadas, por ahora, como entre 
muchos hombres de la Tierra? Creen que lo que pasa por ellos debe durar siempre; no ven más allá del círculo de sus percepciones y les tiene sin cuidado el no saber ni de dónde vienen ni a dónde van, y por lo mismo deben sufrir la ley de la necesidad. La reencarnación es para ellos una necesidad con la que no piensan hasta que llega; saben que el Espíritu progresa, pero ¿de qué modo? Para ellos es un problema. Entonces si les preguntáis, os hablarán de los siete cielos, sobrepuestos como pisos; aun habrá quien os hable de la esfera de fuego, de la esfera de las estrellas, después de la ciudad de las flores y de la ciudad de los elegidos." 


9. Concebimos que los Espíritus poco adelantados, no comprendan esta cuestión; pero ¿en qué consiste que Espíritus de una inferioridad moral e intelectual notoria, hablen espontáneamente de sus diferentes existencias, y de su deseo de reencarnarse para rescatar su pasado? 

"En el mundo de los Espíritus pasan cosas que es bien difícil que podáis comprender ¿No tenéis entre vosotros, personas muy ignorantes sobre ciertas cosas, y que están ilustradas sobre otras; personas que tienen más criterio que instrucción, y otras que tienen más genio que criterio? ¿No sabéis también que ciertos Espíritus se   complacen en mantener a los hombres en la ignorancia, haciendo como que les 
instruyen, y que se aprovechan de la facilidad con que dan crédito a sus palabras? 
Podrán seducir a aquellos que no buscan el fondo de las cosas, pero cuando se les 
conduce al fin por el razonamiento, no sostienen su papel por mucho tiempo". 


Por lo demás es menester tener cuidado con la prudencia que en general los Espíritus ponen en la promulgación de la verdad: la luz demasiado viva y repentina deslumbra 
y no da claridad. Pueden, pues, en ciertos casos juzgar útil el esparcirla sino gradualmente según los tiempos, los lugares y las personas. Moisés no enseñó todo lo que enseñó Cristo: y el mismo Cristo dijo muchas cosas, cuya inteligencia estaba reservada a las generaciones futuras.371 

EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS 
ALLAN KARDEC 


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                               VIDAS INACABADAS (2) 
                              El peso del pasado

Lo único cierto es que solo Dios conoce nuestro futuro y merced a su inteligencia, nuestro porvenir constituye siempre un enigma. Debido a ese fenómeno tan característico que se evidencia en la fase posterior a la muerte física y a la previa al nacimiento en la carne, ese trance conocido como turbación, no poseo ahora ningún recuerdo de haberlo pasado mal, de haber experimentado un proceso angustioso que en su momento hubiera resultado aterrador. Os preguntaréis con toda la razón que cómo es posible que conozca lo que me aconteció. Una vez sucedido ese intento fallido para acomodarme definitivamente en el seno de mi progenitora, alguien se encargó de “rescatarme” y de ubicarme en un lugar seguro.

      Al principio y todavía sintiéndome muy débil, me pareció estar en una gran sala de hospital. Luego, felizmente y una vez recuperado de mi aturdimiento, fui conducido a una escuela donde me otorgaron a un tutor. Este, ejerciendo su labor de profesor adelantado, me explicó con detalles todo el proceso ocurrido. Ya veis que el relato de mi pasaje no nace de la fantasía ni de una imaginación desbordada, sino que todas las piezas del puzle de mi historia encajan a la perfección, sin fisura alguna, como queriendo reforzar el concepto de que todo lo que acontece en la Creación obedece a un plan absolutamente brillante. ¡Y vaya si lo es, queridos amigos!

      Tras muchos vaivenes mentales, pude recuperar la lucidez en mi pensamiento y todo se aclaró. Lloré y lloré como un crío, mezclando la tristeza con la alegría, al comprender los mecanismos de mi realidad, al entender los argumentos de por qué había llegado a mis actuales circunstancias. Ejerciendo al máximo mi condición reflexiva, templando el ánimo, adopté una resolución feliz. Dado que en la catarata de mis acontecimientos no existía la opción de dar marcha atrás, opté por extraer de esa importante experiencia el mejor de los aprendizajes para así continuar con mi camino, eso sí, con un mayor grado de madurez a mis espaldas.

      Hay almas a las que no les gusta mirar atrás en el túnel de sus vidas, por considerarlo tanto una pérdida de tiempo como un mal trance por el que no desean pasar. Sin embargo, creo que se trata de un proceso inevitable por el que tarde o temprano todos hemos de transitar. Como las posiciones extremas no suelen ser recomendables, tampoco conviene obsesionarse con lo acaecido, no vaya a ser que nuestro ayer se transforme en una pesada piedra con la que no queramos cargar. ¿Repasar lo sucedido? Sí. ¿Estudiar la cadena biográfica que nos contempla? Sí. ¿Culpabilidad? No. ¿Responsabilidad? Sí. Y es que no es lo mismo sentirse culpable, lo que nos conduce a un desesperado callejón sin salida, que sentirse responsable, lo que nos lleva al análisis y a la liberación mediante la rectificación de nuestros errores.

      Creo que los buenos espíritus que gratamente me acompañan y me ofrecen apoyo, me dirían que tras ese repaso a mi historia, girara mi cabeza al frente y prosiguiera mi ruta. ¡Cómo recuerdo ahora el valor simbólico que subyace tras el relato bíblico de la esposa de Lot! Esa mujer se convirtió en estatua de sal al no continuar con su plan evolutivo, al dirigir su vista hacia atrás y por tanto, inclinarse por el estancamiento, como le sucede a esas figuras de mármol que adornan en posición estática los antiguos templos griegos desde hace siglos. Han visto correr la historia ante sus inmóviles ojos pero su papel ha resultado del todo pasivo. Esa actitud no me sirve ni a mí ni a nadie, por lo que conviene atajarla a tiempo antes de que el barro cenagoso nos atrape y cada vez observemos más dificultades para reemprender la marcha ascendente del progreso.

      ¡Ay, mi mamá! Estaba tan dispuesto a abandonarme entre tus brazos, a recibir tus caricias, tus consejos, a escuchar tus enseñanzas, tus palabras de amor… Me hallaba tan esperanzado en ayudarte en el futuro, en apoyarte, en constituirme en tu consuelo más íntimo, en devolverte en mil por cien todo el cariño que durante mi infancia tú me hubieses regalado. Pero…

      Cuando el espermatozoide impetuoso atravesó la barrera del óvulo y cumplió con su función fecundadora, ella acababa de cumplir los treinta años. Se hallaba en el cénit de su madurez, como ser que ha dejado atrás las vacilaciones propias de la juventud pero que tampoco ha alcanzado una edad en la que otro tipo de coyunturas vitales te restan fuerzas y tiempo para asumir el trabajo de sacar adelante a un hijo. Si por Laura hubiera sido, ella habría concebido mucho antes a una criatura pero las circunstancias de su trayectoria, los miedos y la inestabilidad afectiva le restaron oportunidades para ser madre más joven.

      Dice el famoso refrán que “más vale tarde que nunca”. Como suele ocurrir en este tipo de sentencias tan populares, no siempre se cumplen al cien por cien. Por ello, doy fe de que en mi caso esta regla conservó su “excepción” y por tanto, no llegó a ejecutarse. El embarazo, finalmente, tuvo lugar, pero se desvaneció ocho semanas después.

      Laura se escondía de sí misma. Aparentemente era una mujer de éxito. Periodista de raza, investigadora nata de los hechos, atractiva para un público encandilado con el tono de su voz cada vez que encendía la radio y la escuchaba, convincente, justiciera de causas perdidas, defensora de los derechos de los más débiles, ardorosa en sus combates por igualar a mujeres y hombres, a ricos y pobres, a intelectuales y analfabetos, en resumen, una grandísima “abogada” de la dignidad humana, labor para que le vino muy bien su licenciatura en la carrera de periodismo y su trabajo a través de las ondas radiofónicas.

- Jose Manuel Fernandez-
...continuará...

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 ¿ Espiritismo cristiano o solo Kardeciano ?

Parece que el Espiritismo, siendo una doctrina abierta y universal, tendemos a calificarlo como cristiano, dejando así fuera de él a quienes ostenten otras religiones no cristianas. 
Tal vez no lo debemos encasillar bajo ese nombre, haciéndolo nuestro con exclusión de quien no sea cristiano. Esto, porque los Espíritus traen su mensaje de Verdad para la Humanidad entera y nosotros, tenemos raíces cristianas, pues la gran mayoría de los espíritas procedemos de las iglesias Católica y  Protestante, principalmente. Si los Espíritus Superiores, con permiso de Cristo o de Dios mismo, hubiesen planificado venir en medio de otra religión, no cristiana, lo hubiesen podido hacer, pero probablemente debido a prejuicios y recelos religiosos, no hubiese progresado tanto y no se hubiera extendido tanto por todo el mundo con el fin de impulsar la transformación moral necesaria en las décadas en las que ya estamos sumidos, dejando atrás el viejo modelo de sociedad en todo el mundo, con sus trasnochadas religiones.

   La cuestión es que el Espiritismo es el Consolador que prometió Jesús que nos enviaría en Su nombre, y los principios morales que proclama tienen un carácter universal, pues son aplicables a todas las sociedades humanas del mundo, con independencia de las religiones particulares que cada una siga mayoritariamente.


   Jesús es Maestro indiscutible de la Humanidad, y Kardec se nos reveló como discípulo superior, modelo para nosotros, que aspiramos a  alcanzar la meta de la perfección. Los otros Enviados o Profetas que han venido a la Humanidad o a un sector de ella, son como nosotros,  discípulos del Maestro, pero de un grado espiritual muy superior al de los mejores humanos de la Tierra. Estos  han venido en otras épocas diferentes a la de Jesús, no para fundar religiones, sino para enseñar unas enseñanzas morales puras y sencillas que pronto mejoraron el nivel moral de los pueblos que las recibieron, para ir preparando a esa parte de Humanidad para alcanzar unos niveles éticos suficientes y necesarios para poder asimilar en otro momento, con más luz de conocimiento y de espiritualidad, la doctrina del Maestro, reflejada en los Evangelios. 


     Si tal doctrina evangélica se hubiese asimilado en su totalidad y practicado en todas las sociedades del mundo a donde se divulgó, el mundo se habría podido evitar los terribles episodios de horror y guerras que llevamos padecidos, y la transición planetaria sería un cambio imperceptible, pero como no ha sido así, me temo que el cambio será traumático, e inexorable.  Y sin embargo, en nombre del evangelio y de las demás religiones, se ha hecho correr mucha sangre y mucho dolor, por no haber aplicado la esencia moral común que pregonaban todas ellas.


    Considero por tanto, que le llamamos Espiritismo Cristiano, porque la enseñanza y principios morales son los de Jesús- el Cristo-, pero no perdamos de vista a los demás hermanos de la Humanidad, que nacieron en otras latitudes de diferente religión; religión en general, forjada alrededor de una figura que en los elevados planos espirituales donde estaba Jesús, planificaron el avance moral de la Humanidad terrestre, o sea, un equipo de Espíritus Superiores, en donde el Maestro o Director, era y es Jesús el Espíritu Crístico. Así. el Espiritismo, aunque es una filosofía de principios morales cristianos,  debe ser Espiritismo Kardecista y nada más, porque Kardec no excluye ni compite con ninguna religión haciendo  prosélitos desde ellas; si lo "cristianizamos", aunque solo sea por la palabra "cristiano" con que lo acompañan ahora, estaremos poniendo freno y barreras a tantos y tantos millones de personas  de otras religiones, tal como el Taoismo, el Budismo, los Musulmanes, las religiones indias, etc. Todos son también hijos del mismo Dios que nosotros, y Cristo no los excluye de su lado, no quiere que "El buen Pastor" deje perder una sola de sus ovejas, y nosotros tampoco debemos quererlo. Al fin y al cabo es solo cuestión de palabras que llevan a forjar  diferentes religiones humanas, y no es una nueva religión lo que la Humanidad necesita, sino que lo que urge es una verdadera transformación moral  


    El siguiente tramo, procede de Juana de Angelis,   ( Después de la Tempestad), a través del médium Divaldo Pereira Franco,y dice lo siguiente:


"El Espiritismo, a semejanza del cristianismo, es claro como el Sol. Los errores que puedan aparecer en su nombre corren por cuenta de la invigilancia de médiums ociosos y emocionalmente perturbados, pero no alcanzan a la esencia de la Doctrina. Atraviesan por el movimiento tales profecías asustadizas, que agradan a una zona de mentes inquietas u ociosas y marchan al olvido. 
Sin embargo, la Revelación, en toda su elocuencia, permanecerá como el faro bendito para los tiempos venideros del mañana, clareando rutas e iluminando conciencias en los rumbos de la Verdadera Vida".


- Jose Luis Martín-
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                                     CODIFICACIÓN

                                 

        BUSCAD Y ENCONTRARÉIS 
                          Ayúdate y el cielo te ayudará 

Pedid, y se os dará: buscad y hallaréis: llamad y se os abrirá - Porque todo el que pide recibe; y el que busca, halla; y al que llame, se le abrirá. 
¿O quién de vosotros es el hombre, a quien si su hijo le pidiere pan, le dará 
una piedra? -

¿O si le pidiere un pez, por ventura le dará una serpiente? - Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos: ¿Cuánto más vuestro Padre que está en los cielos, dará bienes a los que se los pidan? (Mateo, cap. VII, y. de 7 a 11). 

   Desde el punto de vista terrestre, la máxima: "Buscad y hallaréis", es análoga a esta otra: "Ayúdate que el cielo te ayudará". Es el principio de la "ley del trabajo" y, por consecuencia, de la "ley del progreso", porque el progreso es hijo del trabajo y el trabajo pone en acción las fuerzas de la inteligencia. 
   En la infancia de la humanidad, el hombre sólo aplica su inteligencia a buscar el alimento y los medios de preservarse de la intemperie y defenderse de sus enemigos; pero Dios le ha dado más que al animal: le ha dado "el deseo incesante de mejorar". Este deseo es el que le impulsa a buscar los medios para mejorar su posición y le conduce a los descubrimientos, a las invenciones y al perfeccionamiento de la ciencia, porque la ciencia es la que le procura lo que le falta. Por medio de estas investigaciones su inteligencia aumenta y su moral se purifica; a las necesidades del cuerpo suceden las necesidades del espíritu; después del alimento material es necesario el alimento espiritual; este es el modo como el hombre pasa del estado salvaje al de civilización. 
    Pero como el progreso que el hombre cumple individualmente, durante la vida, es muy poco, y aun imperceptible en un gran número,¿cómo podría, pues, progresar la humanidad, sin la preexistencia y la persistencia del alma? Si las almas se fuesen todos los días para no volver jamás, la humanidad se renovaría sin cesar con elementos primitivos, teniendo que hacerlo todo y aprenderlo todo; no habría pues, razón para que el hombre estuviese más adelantado hoy que en las primeras edades del mundo, puesto que al nacer, el trabajo intelectual estaría para empezar. El alma, por el contrario, volviendo con su progreso hecho, y adquiriendo cada vez alguna cosa más, pasa de este modo gradualmente de la barbarie a la "civilización material" y de ésta a la "civilización moral". 

3. Si Dios hubiese librado al hombre del trabajo del cuerpo, sus miembros estarían atrofiados; si le hubiese librado del trabajo de la inteligencia, su espíritu hubiera quedado en la infancia, en el estado de instinto del animal; por esto ha hecho que fuera una necesidad el trabajo; le ha dicho: "Busca y hallarás, trabaja y producirás"; de este modo serás hijo de tus obras, tendrás el mérito y serás recompensado según lo que habrás hecho. 


4. Haciendo aplicación de este principio, los espíritus no vienen a ahorrar al hombre el trabajo de sus investigaciones, trayéndoles descubrimientos e invenciones enteramente hechos y prontos a producir, de modo que no tenga que hacer otra cosa que tomar lo que se le pondría en la mano, sin tener el trabajo de bajar para recoger, ni menos el de pensar. Si así fuese, el más perezoso podría enriquecerse, y el más ignorante ser sabio a poca costa, y el uno y el otro atribuirse el mérito de lo que no habrían hecho. No, "los espíritus no vienen a librar al hombre de la ley del trabajo,sino a enseñarle el objeto que debe conseguir y el camino que a él conduce, diciéndole": Camina y llegarás. Encontrarás piedras a tu paso, pero procura quitarlas por ti mismo, pues te damos la fuerza necesaria si quieres aprovecharte de ella. ("Libro de los Médiums", cap. XXVI, núm. 291 y siguientes.). 

5. Desde el punto de vista moral, las palabras de Jesús significan: Pedid la luz que debe iluminar vuestro camino, y os será dada; pedid la fuerza para resistir el mal, y la tendréis; pedid la asistencia de los buenos espíritus, y vendrán a acompañaros, y como el ángel a Tobías, os servirán de guías; pedid buenos consejos y nunca os serán rehusados; llamad a nuestra puerta y se os abrirá;  pero llamad sinceramente,  con fe, fervor y confianza, presentáos con humildad y no con arrogancia: sin esto quedaréis abandonados a vuestras propias fuerzas, y los mismos desengaños que tengáis serán el castigo de vuestro orgullo. 

EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO. ALLAN KARDEC.


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