viernes, 29 de septiembre de 2017

Vida sexual de los Espíritus (opinión)



Orden del día:

- La Tierra es un Mundo de Expiación y de Pruebas
- Vida sexual de los Espíritus
- Comprended y Perdonar






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         LA TIERRA ES UN  MUNDO DE

            EXPIACIÓN Y PRUEBAS. 


                             
                                                   
Reflexión. 

Estamos en un mundo de expiacion y pruebas,algunas muy duras. 
Este mundo no es un mundo feliz,aunque lo podemos endulzar un poco. 
Todos tenemos que pasar por pruebas, algunas demasiado duras, es necesario pasarlas para poder evolucionar y aprender a ser más humildes. Pero en la mayoría de los casos, las pruebas de menor intensidad las podemos pasar más livianamente si mantenemos una actitud positiva, aunque sea difícil de conseguir, recordando con certeza que es sólo una época difícil, que también pasara a ser parte de las lecciones que escogimos nosotros mismos. 
Las pruebas se tienen que pasar y la expiacion tambien,de nosotros depende pasarlas peor o mejor y sobre todo APRENDER DE LAS PRUEBAS Y EVOLUCIONAR. 
Haciendo caridad,perdonando, no guardando rencor y siendo humildes se pasan con mas paz interior y muchisimo mejor. 
Pero se tienen que pasar. 
El espiritu tiene que reencarnar hasta que se desprenda de todas sus imperfecciones( los celos, la vanidad, el egoismo, etc). 
El espiritu no siempre encarna en la tierra, cuando a llegado a un grado de evolucion muy alto reencarna en un mundo de un nivel evolutivo superior, por lo tanto, menos material y mas feliz. 
Cada espiritu se encarna en el planeta mas afin a su nivel evolutivo, aunque ese nivel es amplio, por ejemplo, un planeta puede tener como nivel evolutivo del 100 al 1.000 ( es solanente un ejemplo para comprender ) . 
Unos seres estaran apenas en el 100, otros en el 999 o en el 1.000. 
De aqui las diferencias por ejemplo en el planeta tierra de una persona muy poco evolucionada (100) y otra misma persona, tambien en el planeta tierra muy evolucionada (900 o 1.000). 
Cuando el espiritu evoluciona mucho, luego reencarna en un planeta de una evolucion superior, es como el alummo que superó el curso 5º pasa al 6º. 
Tambien hay otros planetas similares en evolución que la tierra, se puede tambien encarnar en uno de ellos, pero en este caso, la diferencia es muy mínima. 
Cada mundo segun su nivel de evolucion tiene un tipo difetente de seres y con diferentes necesidades, tanto a nivel moral como a nivel Fisico. 
Cuando mas evolucionado es un mundo, menos material es su existencia y su fisico. 
Por supuesto diferente y con diferentes necesidades. 
De nosotros depende evolucionar hasta poder reencarnar en un mundo mejor, menos material y mas feliz. 
Angeles C.M




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VIDA SEXUAL DE LOS ESPÍRITUS

                                      ( En una opinión espírita )

 Después de la desencarnación, hombres y mujeres continúan teniendo en el periespíritu los órganos sexuales, pero estos no conservan las mismas funciones que tenían en la Tierra. Todos los Espíritus errantes nutren los sentimientos y emociones inherentes a su condición. Lo que no hay, evidentemente, es procreación. Eso solo ocurre en el plano terrestre, en donde las Leyes Divinas impulsan al macho y a la hembra, a través del instinto y del amor, a colaborar en la creación. Entretanto, la problemática sexual continúa, no en el sentido terrenal, pues todos se encuentran desembarazados del cuerpo físico; no desaparece, porque es fuente de vida.
   Como regla general, el Espíritu al desencarnar, conserva, en la erraticidad, la forma periespiritual de la última encarnación. Por algún condicionamiento o necesidad, el Espíritu tal vez permanezca en la condición de hombre o de mujer. Informa el Espíritu Silveira de Sampaio, en la obra El Mundo en que Yo Vivo, psicografiado por Zibia M. Gasparetto, que algunos desencarnados tienen dificultades extremas para cambiar cualquier característica física de la última encarnación. Como regla general, los Espíritus errantes pueden manipular el periespíritu a su antojo y de acuerdo con los recuerdos de las vidas pasadas que más les agraden.
   El Espíritu Johannes, que no acepta las leyes reencarnacionistas, en la obra Rumbo a las Estrellas, de Herbert Dennis Bradley, da su parecer al respecto de la diferencia de sexos: " Ninguno de los dos (masculino o femenino), es superior o inferior al otro. Tales explicaciones no pueden aplicarse a las metas de un todo. La mujer es la misma aquí y allí. Es el poder que crea los ideales del hombre. Es el gran ser creador, no solo de nuevos seres sino de nuevos pensamientos. Su responsabilidad es todavía mayor que la del hombre. Es el gran ser creador, no solo de nuevos seres, sino de nuevos pensamientos. Su responsabilidad es aún mayor que la del hombre. No solamente da a los hijos la existencia,sino que crea los altos o bajos ideales del ser masculino 
(...) La mujer sobrevive como alma femenina; el hombre como alma masculina. Debo observar, poor tanto, que lo que en la Tierra llamáis  amor nada tiene que ver con esto. El Amor existe de muchas maneras. El sexo es una ley; el Amor una inspiración. Comprender la diferencia y no os confundáis. 
El día 25 de abril de 1862, en reunión de la Sociedad Espírita de París, el Espíritu J.Sansón, recién desdencarnado, evocado por Allan Kardec, da su explicación sobre el asunto:
P. Los Espíritus no tienen sexo. Entretanto, como hace pocos días erais un hombre, tenéis en este nuevo estado una naturaleza más masculina que femenina?, ¿ Ocurre lo mismo con el Espíritu que hubiese dejado su cuerpo hace mucho tiempo? 
R. No tenemos posesión de la naturaleza masculina o femenina: los Espíritus no se reproducen. Dios los creó por su voluntad, y si en sus maravillosos designios quiso que los Espíritus se reencarnasen en la Tierra, tuvo que instaurar la reproducción de las especies por medio de las condiciones propias del macho y de la hembra. Pero vosotros lo sentís, sin necesidad de ninguna explicación- los Espíritus no pueden tener sexo. (El Cielo y el Infierno, de Allan Kardec). Mejores esclarecimientos tenemos en El Libro de los Espíritus, en la respuesta que Allan Kardec obtiene de los Espíritus a la pregunta 201:
P. O El Espíritu que animó el cuerpo de un hombre, en una nueva existencia, puede animar el de una mujer o viceversa?.
R. Si, son los mismos Espíritus que animan a los hombres y a las mujeres. 
Los Espíritus se encarnan hombres o mujeres porque ellos no tienen sexo. Como deben progresar en todo, cada sexo, como cada posición social, le ofrece pruebas y deberes especiales, además de la oportunidad de adquirir experiencia. Aquel que fuese siempre hombre no sabría sino lo que saben los hombres.
Otra información interesante respecto al sexo de los Espíritus es encontrada en la Revista Espírita de Allan Kardec, publicada en enero de 1866: Los sexos solo existen en el organismo. Son necesarios a la reproducción de los seres materiales. Pero los Espíritus, siendo creación de Dios, no se reproducen unos por los otros, razón por la que los sexos serían inútiles en el Mundo Espiritual. (...) A los hombres y a las mujeres, son así , destinados deberes especiales, igualmente importantes en el orden de las cosas; son dos elementos que se complementan el uno por el otro. 
En la obra El Sexo Más Allá de la Muerte, su autor, R.A. Ranieri, a través de desdoblamientos, visita zonas de la Espiritualidad en donde se encuentran criaturas profundamente envueltas en problemas sexuales que les impiden la marcha ascensional. Según sus observaciones, ellas están de tal forma arraigadas a las prácticas aberrantes o viciosas, que presentan el perispíritu totalmente deformado. Son Espíritus errantes que abusaron del sexo y que continúan después de la desencarnación, con los mismos hábitos. Condicionados a prácticas libidinosas, viven en los burdeles terrenales, usufructando los placeres sexuales, junto a los encarnados con os que tienen afinidad, en procesos obsesivos recíprocos. 
En estos Espíritus, denominados vampiros por el profesor J.Herculano Pires, los apelos sexuales son tan intensos, que los desequilibran psíquicamente; las entidadedes denominadas como incubos y sucubos (Incubos: seres espirituales, con características masculinas, que mantienen relaciones sexuales con mujeres; en su opuesto están los Sucubos, que seducen a los hombres,), responsables de terribles obsesiones, pertenecen a esa categoría. En la obra Sexo y Destino, dictada por el Espíritu André Luiz a través de los médiums Francisco Cándido Xavier y Waldo Vieira, tenemos información de la existencia del Hospital-escuela Almas Hermanas, institución dedicada a socorrer Espíritus desencarnados de todas las edades y de ambos sexos, necesitados de reeducación sexual, está asentada en cuatro kilómetros cuadrados de edificios, parques y jardines. Es, en realidad, una pequeña ciudad. Llevado por la curiosidad, el Espíritu André Luiz pide informaciones al instructor Neves, respecto al Instituto. Aclaró, entonces, que la asociación la formaba una diversidad de habitantes: desde los alienados recluidos en manicomios hasta los procedentes de tragedias pasionales, ya  pacificados y de apariencia tranquila. En el Hospital-escuela los enfermos tienen, como tema central de estudios, el sexo, estudiado y ennoblecido en las innumerables Facultades de enseñanza y desglosado en especialidades, tales como: sexo y amor; sexo y matrimonio; sexo y maternidad; sexo y estímulo; sexo y equilibrio; sexo y medicina; sexo y evolución, etc. 
Podemos deducir de las informaciones de los Espíritus que, en el Más Allá. continúa la atracción sexual, los celos y otros sentimientos, aunque más intensos entre los insensatos que cometen su dosis de insensatez antes de alcanzar estados elevados de desarrollo.  En Cartas de un Muerto Vivo, el Espíritu David Hacht  se encuentra con iun desencarnado que se casó dos veces en la Tierra. Estando todos desencarnados, vivían las esposas en litigio reclamando la posesión del marido que no tenía sosiego. El marido a su vez, se sentía aún atraído por la segunda esposa y, de alguna forma, apegado a la primera. El Espíritu David Hacht se hace muy amigo de este trío singular. 
Cuenta él que en cierta ocasión, las esposas le solicitaron el arbitrio: ¿Con cual de ellas debería el esposo quedar?. Recordó entonces la respuesta de Cristo a los saduceos ante una pregunta semejante: ¿ Cuando resuciten entre los muertos, no se casarán ni serán pedidos en casamiento; deben ser como ángeles en el Cielo. Queriendo que ellos entendiesen que, en la condición en que se encontraban, no debería haber sentimiento de posesión ni utilizarían los órganos sexuales con la misma finalidad que en el casamiento terrenal. 
  En los planos superiores de la Espiritualidad no esiste el sexo, como vulgarmente conocemos, sin embargo, objetivando el programa reencarnacionista, se realizan planificaciones de uniones de almas, a fin de crear oportunidades de mejora y progreso. En sus relatos, los Espíritus errantes hablan de los diálogos que los futuros esposos mantienen en sus paseos por los jardines de las Colonias Espirituales, proyectando las próximas encarnaciones.

Sentimientos e Emociones en los Espíritus desencarnados 

Los diversos sentimientos y emociones, positivos o negativos, cultivados por la humanidad terrena, se transfieren para el Mundo de los Espíritus.  El odio, el orgullo, la envidia, la avaricia, la lujuria, la dedicación, la tristeza, la fraternidad, la alegría, entre otros. Incluso las lágrimas de los desencarnados se derraman para manifestar lo que tienen en lo íntimo. 

Los Espíritus comunicantes insisten en esclarecer a los que aun permanecen en la Tierra, sobre la situación de los desencarnados en el Mundo Espiritual. Ya fue dicho que la diversidad de caracteres es infinita, dependiendo de cada indivíduo, de sus vidas anteriores, de las actitudes y hábitos que conservó. Encontramos en la Revista Espírita de Allan Kardec, en su nº 4 de abril de 1859, las siguientes aclaraciones: 

Hay sensaciones que tienen por fuente el propio estado de nuestros órganos. Pero las necesidades inherentes al cuerpo no se pueden verificar desde que ya no existe el cuerpo. Así pues, el Espíritu no experimenta ninguna fatiga, como ninguna de nuestras enfermedades. Las necesidades del cuerpo determinan necesidades sociales, que para ellos no existen, Así, ya no existen las preocupaciones de los negocios, las discordias, las mil y una tribulaciones del mundo, y los tormentos a los que nos entregamos para proporcionarnos las necesidades o lo superfluo de la vida. Sienten pena por el esfuerzo que  hacemos a causa de futilidades. Entretanto, mientras más felices son los Espíritus elevados, tanto más sufren los inferiores. 

Pero esos sufrimientos son angustias; y, aunque nada tengan de físico, no por eso son menos punzantes; tienen todas las pasiones y deseos que tenían en vida (nos referimos a los Espíritus inferiores) y su castigo es no poder satisfacerlos. Supone para ellos una tortura que creen eterna, porque su propia inferioridad no les permite ver el término, lo que para ellos es un castigo. 

 Es parte del aprendizaje de los estudiantes desencarnados la observación del comportamiento de los Espíritus en la erraticidad. Están los que alcanzaron un equilibrio y se dedican a obras beneficas, como también, los apegados a los locales de oprobio y de vicio. Los que abusan del alcohol por las tabernas de la Tierra, imantados a encarnados que abusan de la bebida. Otros arrastran, durante largos periodos, sufrimientos intolerables, creados por la propia mente demenciada. Conservan sentimientos iguales; continúan mintiendo e instigando en los conflictos entre encarnados. 

Por un tiempo, toman características hediondas que, según informaciones del Mundo Espiritual, causan pavor. Son Espíritus malignos que dispersan su perversidad, contaminando a los desavisados que se encuentran de cualquier forma, impregnados de sentimientos inferiores y pasiones repugnantes. Se alimentan de emanaciones venenosas despedidas de la excitación colérica y de los fluídos animalizados de sus semejantes. Esos Espíritus necesitan, casi siempre, de un tratamiento en los dos planos-espiritual y terrenal-. a través de un adoctrinamiento seguro y constante. Yvonne A. Pereira, en Recordaciones de la Mediumnidad, dedica el capítulo 10 al problema de las obsesiones resultantes del asedio de los Espíritus sobre los encarnados y alerta sobre la importancia del trabajo de esclarecimiento y rehabilitación que debe ser realizado por especialistas en e asunto. Dice ella que :

Uno de los más bellos estudios que el Espiritismo faculta a sus adeptos es, ciertamente, aquel en que los casos de obsesión n os arrastran. Tenemos para nosotros ese difícil aprendizaje, esa importante ciencia de averiguar obsesiones, obsesores y obsesados, que debería constituir una especialidad entre los practicantes del Espiritismo, osea, médiums, residentes de mesa, médiums pasistas, etc. así como existen médicos pediatras, oculistas, neurólogos, etc,, también deberían existir espíritas especializados en los tratamientos de las obsesiones, ya que a estas será necesario una dedicación absoluta a tal peculiaridad de la Doctrina, para llevar a buen término el mandato. 

Tal ciencia, por tanto, no se podrá limitar a la teoría,  queriendo antes una paciente y adecuada observación en torno a los casos de obsesión que se presenten en el límite de acción de cada uno, pues es sabido que la observación personal, la práctica en ejercicio del sublime mandato espírita, enriquece de tal forma nuestros conocimientos en torno a cada caso con que nos enfrentamos que, cada uno de ellos, o sea, cada obsesado que se nos cruce en nuestra jornada de espíritas, constituirá un tratado de ricas posibilidades de instrucción y aprendizaje, procurando  la cura, cuando la cura sea posible. 

El Espíritu David Hacht, en Cartas de un Muerto Vivo, presenta un caso de avaricia; espectáculo repulsivo que presenciara un desencarnado. Narra el hecho y analiza las consecuencias de la ambición en el Mundo Espiritual. Ayudó a un ávaro a contar su dinero y vio las miradas terribles de los Espíritus observando avidamente su menor movimiento. El oro posee una influencia especial más allá de su poder de adquisición y a todo lo que le le halla ligado, Hay Espíritus que aman el oro como el avariento, con la misma pasión avasalladora, ambiciosa, que nada satisface. 

Entretanto, en el Más Allá, están también aquellos que dedican su tiempo al auxilio y al progreso general, pues ya cultivan buenos sentimientos como el Amor, la Caridad y la Fraternidad. Entre ellos no hay lugar para la inercia y la pereza. La oración, el trabajo, la alegría y los ideales superiores, son parte de lo cotidiano. Son los benefactores del Espacio, aliados de las Esferas Superiores, que reciben la tarea de instruir Espíritus más atrasados y aspiran a ser dignos del Maestro Jesús.

Sexo en los Espíritus: el pensamiento de Kardec

 Se discute en nuestro movimiento espírita, respecto a la sexualidad de los Espíritus desencarnados, ¿Si ellos mantienen la forma humana, entonces conservan el género masculino o femenino?,¿Hay entre ellos relaciones sexuales? ¿ Y si existe ese tipo de relación, pueden reproducirse en el más allá ?. 
Allan Kardec se ocupó de esa temática y tuvo oportunidad de presentar sus ideas de forma didáctica y esclarecedora. Sin desconsiderar opiniones de otros autores (encarnados o desencarnados), nos valemos en este estudio de las ideas del maestro Kardec, Codificador de la Doctrina Espírita.
En la respuesta al item 822-a del Libro de los Espíritus, los Benefactores escribieron lo siguiente: Los sexos solo existen en la organización física, pues los Espíritus pueden tomar uno y otro, no habiendo diferencias entre ellos a ese respecto.
 Anteriormente, en los items 200 a 202 de la citada obra, ellos habían dicho que los sexos dependen de la constitución orgánica(item 200), que el Espíritu que animó el cuerpo de un hombre puede animar el de una mujer en otra existencia, pues son los mismos Espíritus los que animan a hombres y mujeres(item 201) y que ciuando sommos Espíritus preferimos encarnar en un cuerpo de hombre o de mujer, dependiendo de las pruebas que tendremos que sufrir (item 202). 
Por lo dicho, queda claro que los Espíritus no tienen polaridad sexual, género masculino/femenino, siendo, en ese particular, asexuados. Tal constatación, todavía, puede levantar el siguiente cuestionamiento: ¿como entonces, en las obras mediúmnicas, o en las sesiones de intercambio con los desencarnados, ellos se presentan con forma masculina o femenina, incluso enamorados unos de otros o eventualmente viviendo juntos en la condición de esposos? 
La excelente explicación viene por el codificador, en ensayo publicado en la Revista Espírita, enero de 1866, pág. 4 : 
Sufriendo el Espíritu encarnado la influencia del organismo, su caracter se modifica conforme a las circunstancias y se dobla a las necesidades y exigencias impuestas por el mismo organismo. Esta influencia no se apaga inmediatamente después de la destrucción de la envoltura material, así como no pierde instantáneamente los gustos y hábitos terrenos. Después, puede acontecer que el Espíritu recorra una serie de existencias con el mismo sexo, lo que hace que, durante mucho tiempo, pueda conservar, en estado de Espíritu, el carácrter de hombre o el de mujer, cuya marca en él quedó impresa. Solamente cuando llaga a cierto grado de adelanto y de desmaterialización,la influencia de la materia se apaga completamente y con ella, el carácter de los sexos. 
Importa considerar que las descripciones del Mundo de los Espíritus que recibimos vía mediúmnica, se refieren a regiones muy próximas a la costra terrestre, habitadas por Espíritus aún muy materializados, según refiere Kardec, en el texto de arriba. Casi ninguna referencia poseemos de la vida de los Espíritus en Esferas Superiores ( Una referencia breve identificamos en Nosso Lar, en el capítulo "El sueño", cuando André Luiz, en cuerpo mental, visita a su madre en una esfera por encima de aquella en donde se encuentra la colonia citada descrita en el libro) En las esferas próximas a la costra hay absoluta prevalencia de Espíritus de evolución primaria, que, en su mayoría, ni se han dado cuenta de su desencarnación, nutriendo apetitos y ansiando vivenc ias similares a las de la Tierra.
 En el Libro de los Médiums, item 74, Kardec escribió: En los Espíritus inferiores (su periespíritu), hay una aproximación a la materia y es eso lo que determina la persistencia de las ilusiones de la vida terrena en las entidades de baja categoría, que piensan y actúan como si aún estuviesen en la vida física, teniendo los mismos deseos y casi podríamos decir, la misma sensualidad. 
Eso podría explicar los relatos mediúmnicos sobre Espíritus atormentados por las emociones sexuales, verdaderos vampiros de la sexualidad de encarnados imprudentes. Imposibilitados de saciar su líbido, se acoplan magnéticamente a personas con las sintonizan, todas ellas igualmente con la sexialidad alterada, absorbiendo las emanaciones psíquicas liberadas durante la relación sexual. 
Curiosamente, observamos que Kardec, en el ensayo citado anteiormente (Revista Espírita, enero de 1866), admite la hipótesis de una inversión de la líbido desencadenada por la reencarnacion en un cuerpo físico que no corresponde a la psicología del Espíritu, que venía vivenciando muchas existencias en una sola polaridad sexual(masculina o femenina). Tal ocurrencia podría explicar algunos casos de homosexualidad. 
Dice el texto original: Si esa influencia repercute de la vida corporal a la vida espiritual, lo mismo se da cuando el Espíritu pasa de la vida espiritual a la corporal. En una nueva encarnación traerá el carácter e inclinaciones que tenía como Espíritu. Cambiando de sexo, podrá, entonces, bajo esa impresión en su nueva encarnación, conservar los gustos, las inclinaciones y el carácter inherente al sexo que acaba de dejar. Así se explican ciertas anomalías aparentes, notadas en el carácter de ciertos hombres y de ciertas mujeres. 
¿Pero finalmente, los Espíritus desencarnados hacen sexo, o sea, existen relaciones sexuales entre ellos?. Las descripciones de modo de vida en la erraticidad se reportan a Espíritius durmiendo, alimentándose, enamorándose... pero la relación sexual acontece o no? 
Según el pensamiento de Allan Kardec, la respuesta es no. En dos oportunidades ambas registradas en la Revista Espírita, Kardec expone sus ideas de modo indiscutible. 
En la Revista Espírita de junio de 1862, después del diálogo instructivo con una entidad que perteneciera a la Sociedad Parisiense, Kardec escribe: Los sexos son necesarios para la reproducción de los cuerpos, porque los Espíritus no se reproducen, el sexo les sería inútil. 
Aun en la Revista Espírita de enero de 1866, Kardec vuelve al tema con el mismo posicionamiento: Las almas o Espíritus no tienen sexo. Los afectos que los unen nada tienen de carnal y, por eso mismo, son más duraderos, porque están fundamentados en una simpatía real y no subordinadas a las vicisitudes de la materia. Los sexos solo existen en el organismo. Son necesarios a la reproducción de los seres materiales, Pero los Espíritus, siendo creación de Dios, no se reproducen unos por los otros, razón por la que los sexos serían inútiles en el mundo espiritual. 
Admite el Codificador que hay entre ellos amor y simpatía, pero basados en una afinidad de sentimientos ( El Libro de los Espíritus item 200) 
Y, finalmente, examinando el sufrimiento causado por las pasiones inferiores, Kardec reproduce en el Libro de los Espíritus el siguiente pensamiento de los Benefactores: Aunque las pasiones no existan materialmente, aún persisten en el pensamiento de los Espíritus atrasados (item 972). Refiriéndose a la imposibilidad del intercambio sexual entre ellos, comenta que ese tipo de pasión causa suplicio en el espíritu devastado que ve las orgías de las que no puede participar (item 972-a)
El tema es complejo y está abierto  a nuevas contribuciones. Esperamos haber colaborado para el debate, al presentar la linea de pensamiento de Kardec.
Ricardo Baesso de Oliveira


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                        COMPRENDED Y PERDONAD


    Hijos, la comprensión y la virtud os predispone naturalmente al perdón. Comprended para perdonar. No conservéis resentimientos en el corazón, sabiendo que aquel que os decepciona es un compañero vencido por sus propios conflictos.

    No exijáis de los otros, infalibilidad. Los amigos que siguen a vuestro lado, cual os acontece, son espíritus señalados por muchas limitaciones, aparentando exteriormente lo que aun no son.

    Compadeceos de los males ajenos, no sobrecargando los hombros de aquellos que avanzan, aguantándose mal el peso de la cruz.

    No condicionéis vuestra conducta en el bien a la conducta de quien quiera que sea; que vuestra Fe no dependa de la demostración de Fe de los que os inspiran en la jornada… Solamente en Jesús Cristo os deberéis alentar en la lucha.
    Los hermanos de creencia espirita, principalmente los que se encuentran sirviendo en la mediumnidad y los que ocupan posiciones de dirigentes, son, al final, espíritus comprometidos con el pasado: ninguno de ellos se encuentra inmune al asedio de las tinieblas.

    No es raro, el personalismo y la vanidad apenas ocultan en las almas una estameña de llagas…

    Los que intentan brillar para el Mundo están lejos de poseer luz propia. A rigor, muchos de nosotros no estamos aun siquiera preparados para una mayor proximidad con el Cristo, la posibilidad de semejante convivencia más estrecha nos llevaría al delirio. Quien, en los siglos, se habituó en las sombras, solo poco a poco se acostumbra a la claridad.

    El hombre sin mayor entendimiento del Evangelio transfiere su ambición concerniente a las cosas materiales para las cosas divinas. ¿Los apóstoles no llegaron a disputar entre sí la primacía de estar en el Reino Celeste, al lado del Señor?
    Así, tomad vosotros mismos la iniciativa de la ejemplificación y del valor de la experiencia, de forma impecable, en la creencia que abrazasteis.

Bezerra de Menezes. Espíritu.          
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