jueves, 14 de septiembre de 2017

¿ Por qué olvidamos nuestras vidas pasadas?





Hoy presentamos :

- ¿ Es el Espiritismo una ciencia ?
- La rigidez mental del orgullo
- ¿ Por qué olvidamos nuestras vidas pasadas?
- Caridad



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           ¿Es el Espiritismo Ciencia?

¿Bajo qué criterios?
¿Qué es lo qué caracteriza a la ciencia Espírita?
¿Ha desmentido la ciencia los postulados espíritas?
¿Que contribuciones pueden dar la doctrina al presente y al futuro de las ciencias?
La presente ponencia intentará contestar estas preguntas o más bien indicar caminos para la profundización de su comprensión, y que dada su profundidad, lo haremos en cuatro momentos distintos:
1. Evolución de los criterios científicos
2. Las dimensiones científicas de la codific`ción y de |os principios doctrinarios
3. El acercamiento de las recientes descubiertas científicas a los principio espíritas
4. La contribución del espiritismo al presente y al futuro de las ciencias
1. LA EVOLUCIÓN DE LOS CRITERISO CIENTIFICOS
En la antigüedad, las ciencias eran consideradas de naturaleza deductiva, porque partían de principios generales, de enseñanzas tradicionales, para aplicaciones deductivas en casos particulares. Las matemáticas, la filosofía aristotélica, la escolástica medieval son ejemplos de este tipo de ciencia, así como los antiguos conocimientos del misticismo oriental y de las religiones.
En el mundo moderno vamos a asistir a una verdadera revolución en cuanto a la manera de acercarnos al conocimiento de las leyes que rigen el mundo, con el advenimiento de la revolución científica, con la construcción de un nuevo método para conocer o sea el método inductivo de Francis Bacon y la revolución racionalista de Descartes.
Nace de ahí el conocido método científico o método experimental, el cuál echaba por tierra la antigua idea de acercamiento a la verdad, a través de la revelación, e impuso un nuevo criterio para su verificación: – la comprobación de los hechos a través de pruebas concretas, que pudiesen ser repetidas mediante la experimentación y la observación rigurosa de los hechos; obteniéndose de ahí las conclusiones generales y a través de la inducción se llegaría al descubrimiento de las leyes del fenómeno.
Los criterios de validez científica que resultaron de todo este proceso evolutivo, se puede resumir, afirmando que para poseer un status de ciencia, una determinada área debe de tener:
 Un Conjunto de objetos ( materiales o conceptuales) un campo de acción característico;                                                                                                                          Unas Teorías o conjunto de propiedades fundadas en determinados principios generales                                                                                                                                 Un método científico (procedimientos de que se vale para ampliar los conocimientos y criterios que rigen sobre la validez de las demostraciones).                 Un aspecto descriptivo: enumeración objetiva de cuerpos y de sus propiedades     Un aspecto especulativo: hipótesis formuladas con el fin de explicar algunos fenómenos en condiciones conocidas                                                                                 Un aspecto experimental: provocar determinados fenómenos en condiciones conocidas o controladas para verificar las relaciones de causa y efecto                        Un aspecto deductivo: de elaboración teórica por métodos lógicos para inferir consecuencias de unos hechos o de unas hipótesis, que permitan emitir conclusiones y elaborar sistemas teóricos coherentes entre sí y con una realidad objetiva.                                                                                                                                      Sin embargo, los criterios científicos continuaron avanzando después del advenimiento del método experimental. Nicolas Abbagnano, uno de los más respetados filósofos contemporáneos, nos muestra, que las concepciones de ciencia han avanzando mucho hasta los días de hoy, tornándose cada vez más amplio el abanico de lo que debe o no considerarse como científico. Pasamos de una concepción muy cerrada de una ciencia experimental, organicista y mecanicista – que no incluía la psicología, porque ésta manejaba algo muy imponderable para el experimentalismo reinante – y por supuesto excluía también al naciente espiritismo, hasta otra más profunda y amplia, que desde las investigaciones las sofisticadas en el campo de la física, de la biología, de la neurología, de la parapsicología, etc., ha dado condiciones para la aparición de nuevas áreas como por ejemplo la psicobiofísica, la psicotrónica, la parapsicología, la parapsiquiatría, la psicobiofísica, etc. Esta concepción concibe la ciencia como un sistema autocorrectivo, o sea, que entiende que la ciencia no pueda dar la última palabra, pues siempre se puede conocer más sobre todo. Por eso critica las limitaciones que la “pretensión absoluta de validez”, de las concepciones científicas anteriores, instalando una nueva y más abierta concepción de ciencia provisional. o sea, que se puede saber cada vez más sobre todo.
Allan Kardec, ya se había adelantado desde 1857, en ese sentido, cuando afirmó que:
“Caminando a la par del progreso, el espiritismo jamás será superado, porque, si nuevos descubrimientos le demostrasen que está en un error acerca de un punto cualquiera, él se modificará en ese punto. Si una nueva verdad se revelara, él la aceptará”. (Génesis, cap. 1: 55)
Desde luego se nota que aunque este criterio científico más avanzado haya surgido en la segunda mitad del siglo XX, ya estaba contenido en la arquitectura misma de la doctrina Espírita desde su origen.
El avance de los criterios científicos, ha permitido un nuevo espacio para el conocimiento humano y para la expansión de las ciencias del espíritu hacia los centros de investigación de la ciencia. Desde luego se nota que aunque este criterio científico más avanzado haya surgido en la segunda mitad del siglo XX, ya estaba contenido en la arquitectura misma de la doctrina Espírita desde su origen.
Examinemos si, los procesos utilizados para la codificación del Espiritismo y los principios doctrinarios generados de las investigaciones, se encajan o no en los criterios de científicos
Rev,Espírita nº1 de la FEE (enero 2003)

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“… Por eso el Espiritismo ni es secta, ni es religión, es la esencia de Dios mismo germinando en la razón.”

             -Amalia D. Soler -



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             LA RIGIDEZ MENTAL DEL ORGULLO

    Dentro del desenvolvimiento espiritual del ser humano, el orgullo figura como un sentimiento inferior que requiere pulimento. La transformación del orgullo en humildad es una cuestión de tiempo, de autoconocimiento y de práctica incesante de la flexibilidad mental en el sentido de la humildad. Por lo general, las personas orgullosas no se dan cuenta de ese sentimiento negativo que infecta su alma y les impide ver las cosas desde ángulos más flexibles y saludables. Allan Kardec manifestó que "el orgullo es la catarata que les obstruye la visión". Esa rígidez psíquica del orgullo es un impedimento para la conquista de nuevos valores, porque el indivíduo se ubica por encima de todo y cree que siempre tiene razón. Por eso, el orgulloso, habrá de reencarnar tantas veces como sean necesarias hasta que haya desplazado ese elemento de su psíquis, mediante la creación de fisuras en esa roca mental que lo induzcan a reflexiones acerca de los valores que antes despreciaba.

   La humildad terrena sd encuentra en un escalón evolutivo donde predominan los resultados de atavismos inferiores. Por eso, aun perdura en nosotros la gama completa de los sentimientos negativos en franca transformación. No hemos alcanzado el nivel de las virtudes recién se insinúan en nosotros, como pidiendo permiso para poner en orden nuestra casa mental. Sin embargo, son el comienzo, una promesa de felicidad, pese a que el orgullo continúa siendo el terrible adversario de la humildad, de acuerdo con la sentencia de  Lacordaire.

   El orgullo no es mas que un comportamiento infantil del espíritu. Quien ha conquistado la humildad, mira a la persona orgullosa con benevolencia, como quien observa a un joven vanidoso, arrogante, y nada más.

   Ya lo hemos dicho: el orgullo es un factor que impide a la persona ser flexible y cambiar. Eso retrasa su progreso. Podríamos apuntalar ese proceso insistiendo más con el aspecto de la flexibilidad, porque a partir de él obtendríamos mecanismos mentales para los necesarios cambios, incluyendo a la humildad.

" La humildad es el trabajo silencioso de Dios en la Naturaleza"

- Jasón de Camargo (Educación de los Sentimientos)


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¿Por qué olvidamos nuestras vidas pasadas?


Antes de analizar el por qué olvidamos las vidas pasadas al reencarnar, comenzaremos analizando cómo funciona la memoria. Primeramente la dividiremos en dos apartados: “La memoria ordinaria o cerebral” y “La memoria profunda o subconsciente”
La primera son los recuerdos de cuando estamos encarnados o en estado de vigilia (despiertos), los cuales desarrollamos en el día a día y en los que prácticamente la totalidad de la población, exceptuando algún caso extraordinario, no recuerda sus vidas anteriores. Esto no nos tendría que resultar tan extraño, ya que ni siquiera recordamos cuando estábamos en el vientre de nuestra madre, ni los primeros años de nuestra infancia. Esta memoria está adaptada a las necesidades de nuestra encarnación, la podemos cultivar con nuestro esfuerzo y voluntad diaria, pero, mucho más importante que esta resulta la segunda división “La memoria profunda” el YO profundo o subconsciente en el que están gravadas todas las existencias anteriores y todas las facultades que hemos desarrollado y aprendido anteriormente. Todo queda registrado en el libro del alma, más concretamente en el periespíritu, en los pliegues más profundos del ser.
Cada espíritu tiene una vibración particular y aquellos que lo hacen al unísono se atraen. En la encarnación, esta vibración se reduce, porque la carne mucho más densa y pesada que el alma, comprime las funciones y capacidades de esta. Durante el sueño dicha vibración aumenta al aflojarse los lazos que unen el espíritu al cuerpo y llega a su esplendor tras la muerte quedando libre el alma. Aquí encontramos la clave de la imposibilidad de adquirir información y recuerdos de la memoria profunda y pasarla a la memoria cerebral. En conclusión, cuando encarnamos quedan sepultados nuestros recuerdos eclipsados por la carne.
Si Dios, es tan inmensamente justo y bueno, ¿Por qué no permite ese recuerdo? ¿Por qué nos coloca una venda en los ojos del recuerdo, aquí en la Tierra? Esto tiene una explicación muy lógica y al analizarla engrandece más a Dios y a su sabiduría. Si tenemos en cuenta que todo evoluciona a mejor y que nos mejoramos moralmente en cada encarnación, llegamos a la conclusión de que en las vidas anteriores fuimos peores de lo que somos en la actual. La historia nos lo demuestra, ya que salimos recientemente de la barbarie. Si de por sí la vida es dura, con el recuerdo de los sufrimientos y venganzas pasadas sería insoportable. Hay que comprender que estamos en un mundo de expiación y pruebas donde venimos a corregir antiguos errores del pasado; de no ser por el olvido del pretérito, los enemigos de otras vidas se perpetuarían por los siglos, las rivalidades, el odio y la discordia se avivarían de vida en vida. Con ese recuerdo de otras encarnaciones nuestros enemigos y víctimas nos reconocerían y nos perseguirían. Vemos a nuestra misma sociedad, que no admite ni perdona a los culpables, pese haber pagado sus deudas con la justicia humana, siguen siendo rechazados. Sin ese olvido los grandes criminales estarían marcados para toda la eternidad y no tendrían la oportunidad de rectificar sus crímenes.
El alma culpable, al renacer en una nueva condición, encuentra el auxilio y la ternura necesaria para su rehabilitación. Dios, sabiamente, quiere que bajo esa ternura que despiertan las criaturas en temprana edad, puedan alimentar sus almas con el amor necesario para modificar su sensibilidad interior, para emprender una nueva etapa con energías renovadas, bajo el escenario de la vida que mejor se le acopla a sus necesidades, ya que esta nueva existencia que comienza, con sus penas y luchas, se acopla a sus características como un guante a una mano, con la finalidad de poder saldar antiguas deudas y conseguir otros logros. Estos nuevos lazos familiares, bajo el olvido del pasado, son una oportunidad perfecta para poder acercar estos enemigos de otras vidas y conseguir sustituir los sentimientos que albergan de odio, rencor y resentimiento por amor, cariño y fraternidad. Ya nos dijo Jesús “Reconcíliate con tu enemigo mientras estas en el camino”.
Dios bajo el olvido de las vidas pasadas y las relaciones de parentesco nos ofrece una de las llaves más importantes que tenemos para nuestra evolución y progreso en la actual encarnación, sin esto la humanidad caminaría mucho más lenta.
Si analizamos la cuestión y somos sinceros con nosotros mismos: ¿Cuántas cosas quisiéramos todos borrar de nuestra vida actual que son otros tantos obstáculos para nuestra paz interior? Por un momento imaginemos que se multiplican todos esos tormentos. Pues eso sería el recuerdo del pasado. Demos gracias por poder empezar de cero en esta vida, de no ser así sería un suplicio para la gran mayoría de la población. Aunque esto no será eternamente así, pues a medida que el ser humano progrese moralmente, su campo psíquico se dilatará y las facultades del espíritu irán ganando terreno en la Tierra.
Día llegará en que el recuerdo del pasado sea normal, claro que para llegar a esto tendremos que haber depurado la conciencia y no puede albergar el alma ningún resentimiento hacia ninguna persona, ya seamos agresores o víctimas.
Realmente dicho olvido del pasado no se produce totalmente, ya que tenemos un faro que nos guía llamado intuición en el fondo de nuestra conciencia, para rescatar conocimientos profundos y llevarlos a la conciencia cerebral. Esto es lo que nos interesa recordar del pasado, las adquisiciones, logros y capacidades adquiridas, de aquí vienen nuestras habilidades, vocaciones y predisposiciones. Ahora citaremos un ejemplo: Dos personas en igualdad de inteligencia, estudian un mismo asunto, uno lo asimila muy rápido mientras que al otro le cuesta mucho trabajo comprenderlo. Esto es porque uno sólo tiene que recordarlo, entrando en acción la intuición y el otro es la primera vez que se enfrenta ante esa materia.
Llegados a este punto analizaremos en qué circunstancias se puede dar el recuerdo de las vidas pasadas, cómo bajo una modificación de la vibración es posible llegar a esa memoria profunda.
En primer lugar examinaremos los individuos que se acuerdan de otras vidas de una manera natural: de ciertos lugares, objetos, personas, etc. Esto se suele dar en países donde el conocimiento de la ley de la reencarnación está extendido y hay menos barreras psíquicas para que se de esta circunstancia, aunque es poco usual, ya que esto suele ocurrir si ese recuerdo es útil para su actual encarnación. En Oriente se han podido comprobar y certificar algunos casos de este tipo.
Continuamos estudiando algunos sueños de vidas pasadas. Al dormir tenemos un desprendimiento del alma, esta más libre, puede acceder al archivo del pasado aunque se encuentra con el bloqueo vibratorio de hacer llegar esa visión del alma al cerebro del cuerpo físico (para más información del sueño ver el artículo publicado en El Ángel del Bien nº 2 del mes Octubre 2007 “El Maravilloso Mundo de los Sueños).
A continuación citaremos algunos casos de niños pequeños que dicen acordarse de cosas ya vividas. Esto tiene una explicación y es porque hasta los siete años aproximadamente el alma no se encuentra totalmente imbuida por la materia y ese pequeño desprendimiento los hace más partícipes del plano espiritual, más perceptibles y más accesibles a recuerdos de otras vidas. Los hay que narran con exactitud vidas anteriores, siendo comprobadas algunas (existen varios ejemplos en el libro El problema del Ser y del Destino de León Denis pág. 212 a 214 de ed. Kier). Según va creciendo el niño el engranaje espiritual se completa con el cuerpo, quedando el espíritu totalmente absorbido por la materia, siendo ya el recuerdo de las vidas anteriores imposible.
A los niños no se les debe forzar la percepción espiritual, si la tuvieran hay que tratarlo como algo natural, sin darle importancia, lo habitual es que esto cese con la edad.
Seguidamente nos centraremos en la sugestión. Con esta puede llegar a producirse un desprendimiento parcial del alma con la consiguiente modificación vibratoria que restablece la relación cerebral y la conciencia profunda; hay distintas fases, a más amplio desprendimiento, más profundo y amplio es el recuerdo. Con el regreso a la carne quedan eclipsados los recuerdos, esto es lo que comúnmente conocemos como “Regresiones”. Desde mi punto de vista sólo lo recomendaría para poder acceder al foco de alguna patología, nunca como medio de curiosidad, ya que tiene sus riesgos. Si analizamos y pasamos por el filtro de la razón, la gran mayoría de regresiones que realizan los profesionales y estudiosos del mundo psíquico, suelen tener por resultado el recuerdo de vidas en las que la inmensa mayoría han sido Reyes y personalidades muy conocidas, en la actualidad conozco cinco personas que dicen haber sido Cleopatra, cuando la lógica nos dice que eso es imposible. La ciencia psíquica no es como las matemáticas donde dos más dos son cuatro, cada persona es diferente y si por ley natural no se produce este recuerdo, forzándolo sólo obtendremos resultados positivos si buscamos algún fin noble.
Finalmente llegamos al desprendimiento total con la muerte del cuerpo físico, esto es la libertad para el espíritu. Aquí se producirá el recuerdo completo de todas las vidas, pero recuerde, querido lector, que la primera condición para recordar es querer recordar. Por eso nos encontramos con comunicaciones de espíritus que continúan, como en la Tierra, sin el recuerdo del pasado; ciertos dogmas religiosos son un gran impedimento a la hora de producirse este recuerdo gradual del pásado. Al comprimir nuestra mente bajo ciertas teorías que resultan ser una venda oscura para nuestras percepciones espirituales, una vez que pasamos el sepulcro. Para las personas que creen en la reencarnación y los que han alimentado el espíritu con conocimientos del más allá, les cuesta menos trabajo adaptarse y despertar las facultades espirituales después de la muerte. Vista, oído, tacto, etc., se unen y se multiplican, lo bello es mil veces más bello y lo penoso es mil veces más penoso.
Aquí llegamos a un punto culminante del ser, ya que con la memoria acariciando las existencias anteriores encuentra el sentido de esta última encarnación que acaba de completar al encontrar en los crímenes y dolores del pasado la causa de los logros y expiaciones sufridas junto con la razón de su situación actual. Ve la correlación de sus vidas pasar, el pasado explica lo presente y deja prever el porvenir, por desgarrador que sea este examen es justo y necesario, pues puede ser el punto de partida de las resoluciones saludables y de la redención. Acaba de conocer sus aciertos y sus errores y se convierte en su propio juez. Has leído bien, no hay ningún verdugo de la inquisición, sino que para el espíritu que ya se le ha despertado su conciencia será el mismo el que tenga que enfrentar su balance. Comienza un periodo de examen y recogimiento, será dichoso por los logros obtenidos y sufrirá por los errores y las oportunidades perdidas. La conciencia del hombre recto y honesto goza de un equilibrio y una unión con las leyes de Dios, la del criminal no deja minuto de reposo. Constantemente reproduce los males causados creando una situación continua de amargura, dolor y vergüenza, siendo dominado y absorbido por esa vibración, por ese sentimiento que es peor que cualquier mal físico al no encontrarle fin.
Tras esto llegará una nueva encarnación y así hasta que nos hayamos depurado bastante para ascender a planos mejores. El principio de afinidad lo rige todo en el plano espiritual y asigna a cada uno su lugar.
Cuando nos centramos en una sola existencia, marcando un principio y un final, todo carece de sentido, caminamos en un laberinto con los ojos cubiertos dejándonos llevar por la fuerza de las pasiones, perdiendo oportunidades maravillosas de crecimiento espiritual. Así tan sólo tenemos una visión parcial de nuestra existencia, pero cuando subimos la montaña de la conciencia y observamos desde la cumbre la inmensidad de las existencias, la justicia divina resplandece; vemos lo que fuimos e imaginamos lo que seremos y desde esta perspectiva es desde donde tenemos que enfrentar con fuerza y valor las pruebas de esta encarnación que nos ayudarán a conocernos y a dominar nuestras pasiones.
¿Quién puede saber más de la muerte, sino los propios muertos? Pues bien, la voz de ellos es la que nos desvela todos estos misterios de la vida diciéndonos que no tengamos miedo a la muerte, ella nos reunirá a todos un día: “Aprovechad vuestra encarnación, trabajar y amaos, dedicad cada minuto en el bien, en sed mejores cada día ya que nada se pierde. Cada nuevo amigo sincero, cada lazo de amistad que afianzáis en la Tierra perdura en la eternidad e incrementa vuestra familia espiritual. Abrid el corazón a todos vuestro hermanos”.



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                                                                 CARIDAD


Caridad es un término que sirve para definir una virtud que consiste en amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo. Se trata de un amor desinteresado que surge por el mero deseo de darse a los demás sin pretender nada a cambio.
En todos los tiempos ha sido necesaria la caridad, pero no esa caridad de palabra, sino de hechos, a partir de este sentido, el concepto de caridad también se utiliza para hablar del auxilio que se presta a los necesitados, siendo una obra de caridad la acción desinteresada de una persona en favor de otra que se encuentra desamparada.
Hoy en día las iglesias piden en sus colectas un aporte voluntario o una cantidad de dinero, para ir en ayuda de los necesitados. No se cuanto habrá de cierto en esta ayuda, no me consta, pero sigo diciendo , que la ayuda de cada uno debiera ser personal. No todos tienen dinero para ofrecer esa ayuda, pero si tienen un plato de comida o una manta para cubrirles, o ropa usada que no utilice ( nota ; pero que la ropa este en buenas condiciones ) o una palabra de apoyo, de ánimo. Visitar al preso en la cárcel o ir a un hospital a ver a algún enfermo. Todo sirve, todo es importante para quienes lo necesiten.
La caridad es signo de riqueza humana, es la función mas importante del ser humano , hacia otro ser humano, por que lo hace digno de respeto y mucho amor.
Por tanto, si bien ayudar al desvalido es algo que deberíamos practicar más a menudo, ayudarnos a nosotros mismos de verdad también debería ser una materia que manejáramos a la perfección.
Deberíamos enseñarles a nuestros hijos, sobrinos o pequeños amiguitos, la practica de la caridad, eso los hace mejores seres humanos y cuando crecen no son tan materialistas, ni tan efímeros.
Si nuestro objetivo es que nuestro hijo aprenda valores como la sinceridad, generosidad y amabilidad, es necesario que además tengamos en cuenta el valor de la caridad, que es uno de los valores más vinculados a la bondad. Aclararles en qué consiste la caridad y lo que representa es una labor de los padres. El ejemplo siempre es la mejor forma de lograr que los menores comprendan qué quiere decir esta palabra.
Sin Caridad no hay salvación: Jesús lo hizo siempre durante su vida.
¿Porque nosotros no lo podemos hacer?
Vivir la caridad es vivir la vida de Dios. Las virtudes humanas se desarrollan y crecen por la práctica, así que, quien tiene el hábito de practicar la caridad va haciendo su vida humana mas perfecta y va acercándose a su modelo, Cristo, el hombre perfecto.
- Susana Gómez-
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