Los espíritus de pintores ya desencarnados siguen pintando de vez en cuando, y lo hacen a través de personas con una facultad especial para transmitir su arte psiquicamente y plasmarlo en nuestro plano físico. Estos son los llamados mediums psicopictóricos, que ponen al servicio de los impulsos de los desencarnados, no solo la mente, sino el cuerpo entero,manos, pies y a veces hasta codos; también suelen hacer retoques con pinceles.
Esta sorprendente clase de mediumnidad se conoce como Psicopictoriografía.
Esta sorprendente clase de mediumnidad se conoce como Psicopictoriografía.
El médium durante su actividad pictórica permanece en un estado de trance inconsciente o semi-inconsciente, de modo que al finalizar cada una de sus obras, que elaboradas normalmente tardarían en ser elaboradas unas cuantas horas, vienen a tardar solo unos minutos, y el médium pintor es apenas consciente de lo que ha pintado hasta que no "desconecta" del todo con el espíritu transmisor. Las obras suelen ser de pintores famosos que de este modo nos transmiten el mensaje de la inmortalidad.
Las demostraciones las suelen hacer en público y a veces incluso con luz infra roja , de modo que en el momento de elegir los tubos de pintura de la caja donde los llevan, aunque tuviesen los ojos abiertos y se fijasen mucho a la hora de elegir cada tubo, no podrían ver el color que están escogiendo. y sin embargo ellos no se equivocan de colores.
Por las obras así realizadas, el pintor psíquico no cobra nada, sino que se subastan en los centros espíritas o locales donde se realizan, y el beneficio obtenido se emplea en obras de beneficiencia.
Es también muy interesante afirmar que al finalizar cada obra, las firmas de los pintores desde el "más allá", han sido en ocasiones cotejadas por grafólogos, con las firmas originales que tuvieron en vida, y han tenido que reconocer que, sorprendentemente, parecían ser las firmas originales de sus autores..
El presente vídeo es de un chico brasileño llamado Luiz Antonio Gasparetto, que en estado normal nada tiene que ver con la pintura ni con el arte.
Una evidencia más de la realidad de la vida tras la muerte,
- Jose Luis Martín-
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