sábado, 9 de marzo de 2019

El problema de la inmigración

   ESPIRITISMO

- Perfección
- El Yugo ligero
- ¿Cómo se desarrolló nuestra evolución?
- ¿Qué son las Mancias y demás "Artes Adivinatorias"?
- El problema de la inmigración



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                                                    PERFECCIÓN



Mercedes Cruz Reyes
Muchas personas padecen hoy día del síndrome de las tendencias perfeccionistas. Si bien las Sagradas Escrituras sugieren al hombre la perfección semejante a como Dios lo es, este rasgo es patológico, en el sentido de que quieren hacerlo todo a la perfección, tener todas las cosas bajo control, además de tratar de mostrarse como ejemplo perfecto de comportamiento y acción. Situación que pierde su fondo al ver el carácter imperfecto de toda persona, que día a día comete errores y equivocaciones.
La lucha que mantiene incesantemente el espíritu es la de perfeccionarse. Nadie que se sienta imperfecto, permanece tranquilo, en algún momento, en algún lugar, un día, reflexiona, y se descubre, es entonces cuando ve aquello que lo inquieta, que lo mantiene pesaroso, y en cierto momento, se decide a cambiar.
La necesidad de ser perfectos es una forma de control. Una parte de nosotros que se siente herida cree que "Si soy perfecto (¡lo que quiera que signifique eso para cada uno!), la gente me aceptará, me querrá, me admirará, me aprobará y me prestará atención o me valorará. Entonces me sentiré importante. Siendo perfecto, puedo controlar lo que la gente siente sobre mí". La necesidad de controlar los sentimientos de los otros hacia nosotros proviene de nuestra actitud de otorgarles a los demás la responsabilidad de valorarnos. Tenemos la falsa creencia de que si le caemos bien a alguien, entonces somos valiosos, y podremos ser felices.
Poco a poco, el espíritu va rompiendo la coraza que le obstaculiza caminar con libertad, se propone una meta, y no para hasta conquistarla, pero ahí no acaba todo,  el niño no solo aprende las primeras letras, una vez aprendido el abecedario, continua sus estudios para conseguir el doctorado, cuando es mayor. Una vez que nos hemos despojado de los tejidos groseros,  con las experiencias adquiridas, invertimos los mejores recursos hasta alcanzar el nivel de conciencia lúcida para hacer brillar nuestra luz.
Todos tenemos un dios interno adormecido, lo engrandecemos a medida  que vencemos las sombras  que nos revisten, pasando a poseer valores cada vez más nobles que nos facilita un grado de desarrollo moral cada vez más grande. En todas las encarnaciones crecemos, ampliando nuestra capacidad de comprensión de las cosas, gracias al esfuerzo que  hacemos en el aprendizaje teniendo en vista la Superior Justicia que rige todos los destinos.
El recurso más valioso para facilitar el entendimiento en torno a los acontecimientos y de las personas,  es el amor, que nos capacita  para nuevos emprendimientos y luchas.
Las sombras nos hacen muchas veces elegir los placeres mundanos, haciendo que ese proceso sea muy largo, nos olvidamos del deber  y sin darnos cuenta generamos conflictos por vincularnos a los vicios a los cuales pasamos a depender, cuando si hubiésemos seguido en la línea marcada del progreso avanzaríamos  mediante  recursos menos penosos.
Adoptados los primeros fenómenos inconscientes de la evolución el espíritu, pasa  por los instintos que se le fijan demoradamente, necesitando  transformarse esos instintos en sentimientos, para lo cual tendrá que invertir sacrificio  y abnegación para desvincularse de los condicionamientos generadores  de penosos y exhaustivos goces.
Jesús propuso enfáticamente, el amor hacia los adversarios, para conseguir la perfección.  Presentado al Padre  como síntesis  absoluta que es de la perfección, no obstante inalcanzable, ya que el Espíritu  jamás podrá ser igual al Creador.
Para alcanzar la perfección hemos de  tratar la perfección constantemente, superando el ego severo y vigilante, superando la liberación del Espíritu  cuyo campo de acción aun se encuentra impedido para su total y plena  manifestación.
Amar a nuestro prójimo significa, compañerismo, tolerancia,  solidaridad en el sufrimiento y también en la alegría, amistad en las situaciones difíciles, capacidad de disculpar siempre, produciendo una vinculación afectiva que soporte los roces y los conflictos típicos de cada cual. Es un amor diferente del que sentimos por los enemigos, ya que él se hace a nuestros ojos un ofensor, presentándonos su imagen controvertida y destacada por el mismo, haciéndonos su víctima. Amar a ese antagonista  es no retribuirle  la ofensa, no detestarlo, no conducirlo  en el pensamiento, conseguir liberarnos de  sus diatribas  y agresividad.
El resentimiento, el deseo de venganza, la amargura se instala, porque de alguna forma, dependemos  de las vibraciones  maléficas del perseguidor. El amor nos liberaría  si lo cultivásemos en nuestro corazón, ya que solo así el mal que nos quieren hacer  no nos ataría al verdugo, estaríamos tranquilos, cosa que no nos ocurre si en nosotros anida el resentimiento, el deseo de vengarnos de él.
Ese resentimiento nos prepara para futuros combates, en los cuales necesitaremos de la paciencia, la compasión, la caridad  y el sentimiento de solidaridad.  Nuestro inconsciente rechaza el perdón al enemigo y consecuentemente, el amor a quienes nos causo daño y perturbación.
Jesús nos alerto de las dificultades  y para ellos debíamos estar armados  para los peligros de cada momento, por eso estableció el amor como el arma invencible  contra el mal  y a favor de los malos. Y esto es porque el amor es penetrante  y altera nuestro comportamiento, dulcificando a quien lo exterioriza y a aquel que lo recibe,  ya que el amor procede de las vibraciones  del Yo superior. Por eso en las relaciones humanas el debe estar siempre presente ya que solo el consigue  transformar moralmente  lo que la claridad de la razón  sencillamente no lo logra.
Nunca podremos conseguir la perfección de Dios, pero si podremos  despojarnos del primitivismo, como el diamante  para brillar debe  liberarse de toda  la ganga, pasando por la necesaria lapidación, para que pueda reflejar  la luz de afuera, poseedor que es de pureza y luz eterna…
Tanto el hombre como la mujer sufren  profundos bloqueos  en el inconsciente  respecto a la perfección, ya que se preocupa más por la obtención de recursos materiales que le permitan vivir mejor en la vejez, abrigando la esperanza de estar lejos de la enfermedad y del sufrimiento, descuidando así lo esencial, que es el esfuerzo para auto-abrirse a los designios espirituales de Jesús, como terapia y solución para las cuestiones  afligentes  de lo cotidiano.
Solamente cuando el ser humano logre la propia integración ejecutando la perfecta armonía  entre el ser interno que es y el externo que presenta, realizando y venciendo  la lucha intra-psiquica contra  lo establecido como triunfo y felicidad, aceptará los desafíos propuestos por Jesús.
En la educación psicológica del ser no ha de faltar la confianza que  aplicada  con calma  y amorosamente contribuye  a la formación de cimientos tranquilos y fuertes. Si no hay confianza  ante todo y todos, aguardando señales  definidas  para el rumbo emocional que debemos tomar, seremos dominados por la infelicidad.
Si realmente buscamos la plenitud, no debemos  perturbarnos, ante el concepto de los campeones de las sombras, de que debemos combatir  con astucia y argucia, que no debemos ceder jamás, ni retroceder, manteniéndonos siempre en vigilancia contra sus trampas, por el contrario hemos de  sentir que la realidad es muy diferente de esa amenaza enfermiza, y podremos observarlo en nosotros mismos que aspiramos a una situación más enriquecedora y a experiencias más felices.
Comenzamos por el auto-análisis y a observar a otros hermanos que comenzaron antes que nosotros y que aspiran al equilibrio a la paz,  a esa perfección, y que están empeñados en tornar cada día más ejecutable el esfuerzo que han dirigido hacia el bien y hacia la plenitud.
Lo básico, lo común, ya no les satisface, porque aspiran  a más y mejor, respiran una sicoesfera más sutil y renovadora, desintoxicándose  de los vapores deletéreos   en los cuales están inmersos todos los que aun no despertaron, que aún permanecen atentos a los placeres mundanos, en los juegos, en los vicios, en los juegos de los sentidos y en las ilusiones efímeras que pueblan su casa mental.
Necesitamos dejar de definir nuestro valor en base a cualidades externas y comenzar a valorar nuestras cualidades internas, espirituales. Si su evaluación se basa en el rendimiento, siempre estará preocupado por los resultados. Si evalúa su ser basándose en sus virtudes interiores de caridad, compasión, bondad, empatía y buen humor, alcanzará una satisfacción verdadera. Esto le permitirá crear y producir con libertad y alegría, sabiendo que aún cuando cometa todos los errores del mundo, usted seguirá siendo valioso. La perfección no importa cuando usted está feliz por sus logros internos, y no preocupado por controlar lo que los demás piensan y sienten sobre usted.
Cuando  abramos  la  mente a la idea de que existe una autoridad interna para valorar nuestras  acciones, y sepamos  apreciar la maravilla y la belleza de su esencia humana, dejará de pensar en la perfección, en su "rendimiento" y en las opiniones que los otros tienen sobre usted. Sabrá que usted es casi perfecto en su esencia, y que no hay nada que probar ante los demás.
Cuando reconozca que su trabajo es intrínseco más que basado en manifestaciones externas, la vida se tornará mucho más fácil y menos agotadora. En lugar de permitir que su adicción a ser perfecto lo inmovilice, será libre de expresarse libremente y manifestar sus dones y talentos. ¡La expresión personal creativa causa alegría, no miedo!
Todo el que realmente está entregado al afán de conseguir esa perfección ha  procurado encontrar los medios para conseguirlo, se ha encontrado con Jesús el Mayor y el más grande expositor  porque Él es el camino la Verdad y la Vida,  y siente  los efectos saludables en su interior al  haberle tomado como su modelo y guía para conseguirlo, sintiendo la satisfacción de encontrarse empeñado en la auto-liberación y la auto superación ante las sombras.
Por lo común, la persona perfeccionista no se satisface con nada, pues las cosas y los demás, no cumplen los requisitos perfectos de su mentalidad; su manera de pensar y actuar, le hacen ser intolerante con los demás, puesto que se cree en un nivel superior de actuación. La culpa, la ira, la crítica, la frustración, el cansancio mental y físico, forman parte de la nada envidiable vida de estas personas, siempre en búsqueda del acto y obra perfectos.

De forma que, si usted desea una sana autoestima va a tener que flexibilizar su actitud, reconocer, interiorizar que vive en un mundo imperfecto, con personas y eventos imperfectos. La autoestima del perfeccionista se resiente precisamente porque se siente incompleto con lo que ocurre siempre en su entorno.
El crecimiento personal y espiritual apunta a que podamos tomar las mejores decisiones de vida, que no nos sean tan costosas en sus consecuencias, pero la escuela de la vida, es un aprendizaje constante, hasta la muerte.
Si queremos conseguir la perfección, hagamos el propósito firme, de reafirmarnos con Jesús y un día conseguiremos ese estado especial de paz y armonía, con el mundo y con las almas que lo pueblan. No nos olvidemos que la mejor herramienta es el amor,  el nos servirá de baluarte siempre que no seamos comprendidos ni tenidos en cuenta.
M.C.R. 
Fuentes: del libro “Jesús y el Evangelio”  a la luz de la psicología profunda de “Divaldo Pereira Franco.

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                     EL YUGO LIGERO


             1. Venid a mí todos los que sufrís y estáis sobrecargados y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis reposo para vuestras almas; porque mi yugo es suave y mi fardo es ligero. (San Mateo, cap. XI, v. 28, 29 y 30).
2. Todos los sufrimientos: miserias, desengaños, dolores físicos, pérdida de seres queridos, encuentran su consuelo en la fe en el porvenir y en la confianza en la justicia de Dios, que Cristo vino a enseñar a los hombres. Para el que nada espera después de esta vida, o que simplemente duda, al contrario, las aflicciones caen sobre él con todo su peso y ninguna esperanza viene a mitigar su amargura. Esto es lo que hizo decir a Jesús: Venid a mí, todos los que estáis fatigados y yo os aliviaré.


Sin embargo, Jesús pone una condición a su asistencia y a la felicidad que promete a los afligidos; esta condición está en la ley que enseña; su yugo es la observancia de esta ley; pero ese yugo es ligero y esa ley es suave, puesto que impone por deber el amor y la caridad.

El Evangelio según el Espiritismo

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¿COMO SE DESARROLLÓ NUESTRA EVOLUCIÓN?

– visión espírita

Dios creó el Universo. Dentro de ese Universo hay varios mundos. Estos mundos son creados gradualmente junto con sus habitantes. Muchos planetas fueron creados antes que  nuestro planeta Tierra. Así como otros aún no habían sido creados. Por tanto otros Espíritus evolucionaron antes que nosotros. Uno de esos Espíritus es Jesús. Él evolucionó en otro planeta antes de ser creado el nuestro. Cuando Él estaba muy evolucionado, Dios le encargó acompañar el nacimiento y desarrollo del planeta Tierra.
Nuestro planeta tuvo su origen hace más o menos 4,5 billones de años y todo era una masa incandescente que no hacía posible la vida.
En el transcurso de millones de años, la masa incandescente se fue enfriando y se fueron formando los elementos que existen hoy en nuestro planeta: el aire, el agua, las rocas, el suelo, las plantas, los animales y el hombre. 
La vida apareció hace más o menos 3,5 billones de años, por tanto, un billón de años después del inicio de la formación de la Tierra. Se afirma que la primera forma de vida surgió en el agua bajo forma de seres minúsculos extremadamente simples. Estos fueron volviéndose cada vez más complejos y dieron origen a las células, después a las plantas y a los animales invertebrados que habitaban el mar. Más tarde, la vida se fijó sobre la tierra firme y después en el aire.

 Es fantástica la marcha del surgimiento de diferentes formas de vida sobre la Tierra: microorganismos, plantas, peces, reptiles, aves y mamíferos.
Al cabo de mucho tiempo los seres sufrieron transformaciones sucesivas, dando origen a varias especies. Ese proceso se llama EVOLUCIÓN
Pero después, con los reptiles, surgieron los animales horrendos de las eras primitivas, los dinosaurios. Emmanuel, en el libro A CAmino de la Luz, dice que la Naturaleza se convirtió en un gran laboratorio de ensayos monstruosos. Los trabajadores del Cristo analizaron la combinación prodigiosa de los complejos celulares, cuya formación habían delineado ellos mismos, entonces perfeccionaron la máquina celular hasta el límite posible según las leyes físicas del globo. Fue entonces cuando ellos desaparecieron para siempre de la fauna terrestre.
Los primeros seres humanos surgieron sobre la Tierra hace aproximadamente 3 millones de años. Parece mucho, pero no lo es, si consideramos que la vida en el planeta tiene más de 3 billones de años.
Nosotros los espíritas, concordamos con la teoría de Charles Darwin, pero él se detuvo en la evolución de la forma física y Kardec le dió continuidad, mostrando que el cuerpo evolucionó conforme a la evolución espiritual a través de la reencarnación.
De acuerdo con el Génesis (el primer libro bíblico),el mundo, los animales y el hombre, fueron creados directamente por Dios durante una semana.
Esa descripción es de unos tres mil años atrás, época en la que el hombre no tenía los conocimientos científicos de hoy.
Actualmente la narrativa de la creación del mundo sería bien diferente. Pero en un punto, ella continuaría igual: Dios es el creador de todo lo que existe.
Todo comienza por el átomo; del átomo pasamos a ser un mineral; del mineral pasamos a ser un vegetal; del vegetal pasamos a ser un animal; del animal pasamos a ser seres humanos; y finalmente, después de seres humanos pasaremos a ser arcángeles. Durante milenios y milenios de evolución experimentamos grados inferiores hasta que conquistamos la inteligencia. Entre el irracional y el hombre, hay largos caminos a recorrer. No fuimos creados todos al mismo tiempo, porque Dios crea incesantemente, por eso es natural que encontremos Espíritus encarnados y desencarnados en grados de evolución diferentes.
Cuando un perro, por ejemplo, de señal de inteligencia, no continuará ya más aquí en la Tierra, porque no le ofrecerá condiciones; al desencarnar el espíritu de ese perro irá para mundos al comienzo de su evolución. Después el perro, reencarnará en el cuerpo de un primate, aprendiendo a andar de pie y a usar las manos.
Después reencarnará en un planeta primitivo, cuyos moradores son espìritus que viven en cavernas. Y así, evolucionará con el planeta, tal como ocurrió con nosotros. Fuimos habitantes de las cavernas, desencarnamos y aprendimos en el plano espiritual algunas cosas; reencarnamos y volvimos mejores, con más conocimiento; desencarnamos y encarnamos varias veces, hasta que salimos de la caverna y nos tornamos seres más evolucionados, buscando cada vez más el crecimiento espiritual. Nuestro planeta ya fue un mundo primitivo y está pasando de el de pruebas y expiaciones al de regeneración. En cuanto a esto, otros mundos están siendo creados y con ellos pasando por todo el proceso de evolución de ellos, los seres que en ellos aparecen. Cada planeta es habitado por Espíritus con el grado evolutivo correspondiente al planeta. 
Allan Kardec clasifica los planetas en :
1) Primitivos: en donde los espíritus realizan sus primeras encarnaciones.
2) De pruebas y Expiaciones: donde predomina el mal, porque hay mucha ignorancia; ahí las personas sufren las consecuencias de los errores practicados (expiación), o pasa por experiencias y pruebas. La Tierra es un mundo así.
3) De Regeneración: en ellos no hay más expiaciones, pero aun hay pruebas por las que un espíritu tiene que pasar para consolidar las conquistas evolutivas que hizo y desarrollarse más. Son mundos de transición entre los mundos de espiación y los que vienen a seguirle, y estos son:
4) Los Dichosos o Felices: en estos mundos predomina el bien, porque sus moradores son espíritus más evolucionados; hay mucho bienestar y progreso general.
5) Divinos o Celestes. en los que el bien sin cualquier mixtura, y la felicidad son absolutas, como la obra sublime de sus moradores:los Espíritus Puros.
Compilación de Rudymara retirada de los libros “La Génesis” de Kardec; “El Evangelio según el Espiritismo”; “A Camino de la luz” de Emmanuel; “Espiritismo, una nueva era” de Richard Simonetti.
- Revista Verdad y Luz-
        
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  ¿Qué son las “Mancias” y demás                           “Artes  Adivinatorias ”?

El Ser humano  siempre necesitó creer en algo maravilloso y mágico, como por ejemplo  en individuos que afirmen “leer el futuro” en las rayas de las manos, en los posos del café, en el humo del tabaco, en la bola de cristal, en las hortalizas o en los astros.
Es evidente que en la actualidad existen  dos tendencias sociales bien definidas y diferenciadas: 
Una son las de las personas imbuidas en  una especie de corriente de credulidad colectiva en tantas magias, tal como las “Mancias”, adivinaciones, rituales mágicos,  esoterismos, animales, piedras, velas o  en lo que sea, pero eso sí, siempre rodeados de interpretaciones y simbolismos rodeados de un aura de magia de falso poder y misterio.  
La otra es otra corriente  totalmente opuesta  como lo es el ateísmo, agnosticismo, materialismo puro  e incredulidad en todo lo que no sea materia palpable, tangible y experimentable por la ciencia  empírica;  esta segunda corriente está generada tanto por los absurdos  sostenimientos dogmáticos de carácter religioso, esotérico y muchas veces irracional  que determinados cultos y personas sostienen, como por la falta de respuestas íntimas  coherentes con la razón y la lógica que presentan las religiones oficiales vacías de contenido y de esencia , así como  por tantos desengaños originados por los abundantes casos de mentiras, estafas o fraudes de personas que se dedican profesionalmente a engañar a los demás y a vivir a costa de la buena fe, la credulidad y hasta del fanatismo de otras personas.
Se ha entrado así de lleno en el campo de lo supersticioso, pues todas esas llamadas “Ciencias Ocultas”,  así como el Esoterismo , el Ocultismo, lo “Sobrenatural”, lo “Mágico” y el misterio, tan de moda, promulgan a veces algunas verdades o verdades a medias, que mezclan con afirmaciones sin sentido, aunque bien aliñadas con  el correspondiente tinte de lo misterioso, de lo sagrado  y de lo oculto, que tienden a llenar el hueco que han ido dejado las religiones trasnochadas con sus rituales un tanto vacíos y sus dogmas carentes de sentido y de credibilidad ; llenas de fantasía, pero a veces con cierta lógica ante tantos interrogantes y planteamientos que inquietan alguna vez a los seres humanos,  dando lugar  también con ello a esa otra corriente de agnosticismo  e incredulidad que han ido forjando con sus  particulares conceptos  de la Verdad  tan desfigurados y a veces tan  absurdos, de modo que en esta época de materialismo, estas cuestiones no contestadas o emborronadas han abonado  la incredulidad, el materialismo y el ateísmo.
Sería injusto  y erróneo no reconocer que, en el extremo opuesto,  también hay personas dotadas de ciertas capacidades psíquicas (médiums), capaces de  poder “ver”  o presentir el futuro individual o colectivo a grandes rasgos poco matizados, aunque los realmente dotados de percepción o conocimiento paranormal, hay que reconocer que son los menos, aunque esto no quita ni un ápice de valor a la existencia de los “psíquicos” bien dotados de su facultad. En realidad se trata de médiums pues para serlo no hace falta ser previamente espírita, como igualmente para ser espírita no es necesario ser médium. Estas personas profesionalizadas, reciben dinero por sus previsiones y sus facultades intuitivas, y como tales “psíquicos” o “médiums”, funcionan mediante un estímulo sensorial sobre el que fijan su mente y concentración, dentro de las normas particulares de cada especialidad, tal como por ejemplo, a través de las cartas (cartomancia)de las manos (quiromancia), de la bola de cristal, de los astros (astrología), de los posos del café, etc. En sus consejos y directrices, cuando son serios y sin afirmaciones disparatadas, suelen emplear  un método psicológico y una lógica general y procuran no arriesgar demasiado en afirmaciones muy concretas e individualizadas, actuando como auténticos  y audaces  psicólogos dentro de una línea de optimismo para el "cliente".
En el caso de la cartomancia, suele haber una parte de inspiración con  apoyo de un método prefijado del simbolismo de los naipes. Cuando el consultante es invitado a sacar una carta, parece ser que su subconsciente participa de ese gesto que es el que  desencadena este “arte adivinatorio”, que podría ser real o ser una farsa. Las cartas son inmutables y sus imágenes fijadas en la mente de sus practicantes, se transforman en símbolos significativos, hablando una sola lengua para todos. No obstante el operador puede tener sus propios  códigos para interpretarlas. Otras veces las cartas no pasan de ser un simple vehículo condicionante  o acondicionador mental para desencadenar una facultad de precognición.
La quiromancia como ya se ha dicho, es un arte adivinatorio procedente de la India, basado en la lectura de las rayas de las manos. A veces mediante esta observación de las líneas de la  mano y la inspiración del “vidente”, se dicen cosas verdaderas, pero el sistema en realidad se basa en lo mismo que sucede con la adivinación por los posos del café, o de  las cartas, etc. Y es que muchas veces esas personas están dotadas del sentido de la “doble vista”, con la capacidad psíquica de percibir cosas ausentes o pasadas, o  incluso de penetrar  también, aunque mucho más raramente , en cosas que están por venir en el futuro. Son como verdaderos sonámbulos para los que los objetos no son más que medios o apoyos para  fijar su atención, provocando una especie de éxtasis momentáneo. Por otra parte en esta modalidad adivinatoria  se entra en contacto directo con el consultante, estableciendo una mayor relación magnética entre consultor y consultado, que  se comunican a nivel del aura, y  el sujeto dotado habla así  inspirado a la manera de los sonámbulos, haciendo una lectura  de sus sensaciones psíquicas  más que de las manos propiamente dichas, que al igual que las cartas también tienen atribuido un significado y un simbolismo para cada línea.
 La quiromancia  nada tiene que ver  con el Espiritismo, así como tampoco ninguna de las otras artes adivinatorias. Es de tener en cuenta que a pesar de que cada línea y señal tiene su descripción pormenorizada y su significado, con el paso del tiempo estas líneas se modifican, lo que de ser cierto y comprobado este “arte” esotérico, haría necesaria una lectura nueva cada cierto periodo de tiempo.
Algunos de estos adivinos  en busca de dinero, poder o prestigio entre sus creyentes, con sus actuaciones han originado la “nigromancia” o “necromancia”, por la que han pretendido  adivinar o conocer el futuro consultando a los muertos para obtener de ellos revelaciones. Por extensión a todas las “artes” de adivinación se les ha llamado“necromantes”, debido a la creencia popular de que en todos los medios de adivinación son las almas de los muertos las que actúan. Así se le ha  relacionado con la “magia negra” y con  el demonio; esto ha dado lugar a que  esta  idea de adivinar el futuro consultando a los muertos, se las confundiese con  lo que es y para qué es la mediumnidad   y el Espiritismo que nada tiene que ver  en absoluto con todo esto, pues el Espiritismo es una filosofía y en él se emplea la mediumnidad  solamente como herramienta de investigación, información  y ayuda espiritual mediante el intercambio de comunicación con Seres del más allá, seleccionando  los espíritus que  por este medio se pueden manifestar para enseñar algo positivo y fiable que ayude y oriente  a los seres humanos y a otros Seres espirituales que no pueden aprender directamente de ellos por permanecer en una faja  de existencia vibratoria espiritual diferente, pero que a las reuniones mediúmnicas pueden acudir, aunque no participen directamente en ellas.  Estas enseñanzas   se obtienen después de analizar la fiabilidad de la calidad ética , la sabiduría y la moral del Ser comunicante o manifestante  siguiendo los criterios señalados en   la Codificación Espírita que dejó  plasmada en sus  obras Allan Kardec, con  el objetivo definido de un  crecimiento moral y espiritual  que se puede extraer  de los sabios y buenos  consejos y enseñanzas ofrecidos por   estos evolucionados  y elevados   Seres espirituales del “Más Allá”.
Ante el tema de la Astrología, ( y que no se me ofenda nadie), que para mucha gente es casi una religión, he de  afirmar que tampoco  tiene ningún fundamento científico, a pesar de que  como entretenimiento cotidiano proliferan los horóscopos en los periódicos, la televisión, las revistas, etc. Suelen hablar del  futuro o de nuestras características personales relacionadas con un determinado signo zodiacal. Según las figuras imaginativas que se forman con líneas imaginarias que unen entre sí a esos astros y planetas que se divisan en el cielo por las noches, estos signos se reparten en un número de doce, a lo largo de los doce meses del año, influyendo cada uno de ellos sobre los humanos, en especial los que nacieron bajo la presencia ( y por tanto la influencia) de determinado signo. Lo malo está en la gente que lo admite y   que  se convencen de aspectos negativos, tal como  que su signo no se puede llevar bien con tal otro por ser antagonista, etc. Mucho se podría profundizar en el tema de la Astrología, pero vemos como por ejemplo, que dos personas gemelas, nacidas a la misma hora en el mismo lugar, pueden ser dos almas totalmente diferentes en gustos y temperamentos. Sabemos cómo en  los pronósticos astrológicos intervienen (o debieran intervenir), la posición del sol y los planetas en cada momento, pero no se tiene en cuenta por ejemplo a los satélites de Júpiter o de Saturno, que son cuerpos mayores que Mercurio o Plutón por lo que en buena lógica su   influencia magnética debiera ser mayor, ni tampoco se tienen en cuenta los agujeros negros, ni los cuasares, etc. Por ejemplo se sabe que Plutón no fue descubierto hasta 1.930, por lo que los horóscopos que se habían hecho hasta entonces debían estar todos equivocados. Incluso en nuestros días aún se descubre de cuando en cuando, algún nuevo planeta, aunque muy pequeño, dentro del sistema solar, que también estaría aportando sus influencias que no se han tenido en cuenta por ignorar su existencia.  Sobre este tema también se podría considerar que las constelaciones  del zodiaco en realidad no existen, pues como ya afirmé antes, solo son figuras mitológicas construidas  en el cielo de las noches por la fantasía de quienes intuyen  o atribuyen  un poder influyente  de las estrellas y  planetas  sobre los  seres humanos, que llega hasta la Tierra desde más allá de las estrellas. En fin, se podría alegar mucho  más sobre esto, pero la realidad pura y simple  es que los astros si tienen cierta influencia magnética entre ellos, pero no tienen ninguna influencia de otra clase en nuestras vidas, a excepción de ciertas  influencias magnéticas  naturales  que afectan a nuestro planeta y a los organismos  humanos que estamos en ella, tal  como las mareas o los vientos que generan la influencia magnética de la luna,del sol y de algunos planetas cercanos. 
Resulta de esta creencia que al ser los astros quienes dirigen e influyen en nuestras vidas, destinos, caracteres, etc, si así fuese, pondrían en entredicho nuestra libertad íntima y natural para decidir a cada paso nuestro destino individual, y así el esfuerzo por labrar el propio destino, el de vivir y el convivir con los demás, no tendría sentido, pues todo dependería del signo zodiacal establecido en el momento de nuestro nacimiento,( la llamada “carta astral”), con  su influencia fatal e inevitable,  exonerándonos  así de toda responsabilidad en los defectos de nuestros caracteres y del esfuerzo por corregir esos defectos espirituales , lo cual nos hace seres realmente libres.
En cualquier caso la Astrología prevé tendencias generales y no acontecimientos concretos, pues el ser humano con su voluntad y libre albedrío puede orientar o cambiar las supuestas influencias de los astros. Si acaso, en su ambigüedad, la Astrología puede servir de apoyo psicológico, según quien interprete los signos, orientando a las personas en su vida, teniendo en cuenta  los resultados que finalmente determina el libre albedrío humano, pero esta misma función que señalamos para la Astrología, también la realiza  la Psicología y el Psicoanálisis sin recurrir a los astros.
En cuanto a las “videncias” de los echadores de cartas y otras especialidades afines, me atrevo a afirmar que, salvo rarísimas y honrosas excepciones que confirmarían esta regla, la  inmensa mayoría de esos  “videntes” que viven de  sus “especialidades adivinatorias”, en muchos casos se trata de unos grandes embaucadores y vividores que explotan la credulidad, la buena  fe  y  la ilusión de tantas gentes que confían en ellos.
La videncia con la bola de cristal, puede ser real por actuar la atención del "vidente"en el interior de la bola, como un "disparador" psicológico que activa las dotes de precognición. Esto es así, cuando no se trata de una pantomima más como instrumento de un fraude basado en la credulidad y en la inocencia excesiva de los "clientes".
Si los actos del futuro, no permaneciesen ocultos y conociésemos todos los detalles de nuestro destino individual por venir, descuidaríamos nuestro presente, y condicionaríamos nuestra libertad para actuar en la vida en cada momento, porque el  conocer algo que hubiese de suceder  fatídica e irremediablemente, nos haría descuidar los actos comunes de la vida  cotidiana, o bien  nos obsesionaríamos por evitarlo en unos casos, o por adelantarlo en otros.
Al tener oculto el futuro, aun sin  ser conscientes de ello, con nuestras actuaciones y pensamientos estamos preparando lo que realmente sucederá antes o después en ese futuro, aún en cosas de las que no desearíamos que fuesen así..
Si  nuestros  actos  estuviesen fijados invariablemente por la fuerza del destino o porque “lo dijesen los astros”, no tendríamos responsabilidad en ellos, por carecer de la libertad moral de crear nuestras propias causas y efectos. Como consecuencia  no seríamos capaces de poder evolucionar espiritualmente al despreocuparnos de todo y no esforzarnos por nada, porque lo esperaríamos todo del destino o de los astros, quedando sumidos en una resignada y  lógica indolencia.
Otro tema bien distinto es el de los Profetas que, descartando también a muchos falsos y fraudulentos, los que de verdad lo son,  es gracias a una facultad extrasensorial de clarividencia o precognición más o menos desarrollada, y generalmente suelen ser personas con un elevado nivel moral, que ejercitan su capacidad sin interés económico alguno. Estos raros casos, en efecto, a veces  pueden  percibir a grandes rasgos  algunos  sucesos  generales previstos para el futuro, pero que siempre pueden ser modificados desde el presente.
 - Jose Luis Martín-

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“Entre  creencias tenidas por hechos sobrenaturales hay muchas cuya imposibilidad la doctrina espírita demuestra y las califica como creencias supersticiosas”

- Allan Kardec -

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   EL PROBLEMA DE LA                            INMIGRACIÓN


Por










Inmigrantes procedentes de Europa desembarcando en Ellis Island en Nueva York (Estados Unidos), en 1902.
Libro de los espíritus, Ley de igualdad, Item “803 : ¿Todos los hombres son iguales ante Dios?                                                                                                 – Sí, todos tienden hacia el mismo fin y Dios ha hecho sus leyes para todos ellos. Con frecuencia decís: “El sol nace para todos, y estáis manifestando una verdad mayor y más general de lo que pensáis”.
A lo largo de la historia siempre ha habido luchas entre tribus, pueblos, razas, y ha existido la creencia de que unas eran superiores a las otras. Unos pueblos han conquistado a otros -más débiles- provocando con ello la explotación, la subyugación y la denigración de los vencidos. La esclavitud, el comercio y los abusos de todo tipo han sido hasta hace pocos lustros un hecho común en muchas partes del mundo. Siempre ha habido migraciones, ya que el hombre, en su afán de bienestar y asegurarse el sustento diario, ha ido buscando mejores asentamientos, climas, tierras, prosperidad en suma, aquello que le permitiera subsistir e ir mejorando poco a poco.
Actualmente, con motivo de la globalización y de la facilidad que los medios nos proporcionan para movilizarnos, es más frecuente el hecho de la inmigración, que se produce a diario, principalmente de los países menos desarrollados a los mas adelantados. Las personas siguen buscando una mejoría y huyen de la miseria, de la guerra, del terror y de tantas circunstancias que se generan en sus pueblos que les impiden permanecer allí, y salen, no por capricho, sino en busca de una mejor situación.
Esto genera diferentes opiniones, unas a favor de este hecho y otras en contra. Las naciones procuran legislar para que todo se desarrolle adecuadamente conforme a la ley, controlando así los flujos de migración, y los deberes y derechos que deben amparar a estas personas que, no por gusto, se ven forzadas a dejar sus casas, sus familias y su tierra natal.
No obstante, es irremediable que a nivel particular cada cual se posicione y manifieste su opinión; asimismo, surgen muchos grupos que, coincidiendo en sus argumentos, procuran influir en los gobiernos para que se legisle según ellos consideran. Hay en la actualidad una tendencia, que poco a poco va creciendo, que considera al extranjero, al inmigrante “pobre”, un estorbo, alguien que esta de más en “su” sociedad. Se dice que son ilegales, incluso delincuentes. Consideremos seriamente el término que se utiliza, personas, seres humanos, son ilegales por el hecho de querer formar parte de nuestra sociedad y querer prosperar junto a nosotros.
La gran mayoría de las personas que dejan sus países y todo lo que tienen lo hacen por necesidad y quieren trabajar, ganarse la vida con el sudor de su frente, algo que no pueden lograr allá de donde vienen. Por tanto, debemos dejar a un lado, en este breve análisis, a ese otro posible grupo que es una minoría que puede que no venga con ese objetivo y que incluso puedan darse en algún miembro tendencias delictivas; pero hemos de ser sensatos y prudentes: no debemos meter a todos en el mismo saco. No deben pagar justos por pecadores.
Ante todo, hemos de reflexionar y someter a un sano juicio esta delicada cuestión que representa la inmigración. Hemos de procurar ser justos y ecuánimes, para no incurrir en errores que supongan un daño irreparable a muchas personas que llegan a nuestros países con el sueño de prosperar y de contribuir en consecuencia a la mejora de nuestros pueblos. Son precisamente los estados que más emigrantes han recibido los que más rápidamente han prosperado y se han desarrollado de un modo que, sin este hecho, ni siquiera hubieran podido imaginar. Naciones como Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Francia, Suiza y otros dieron cabida en sus fronteras a millones de inmigrantes que contribuyeron de tal forma en el desarrollo y expansión de su economía, su industria, etc., que hicieron de estos países los mas desarrollados y económicamente mejor posicionados. Luego, esto dice bien a las claras la necesidad de comprender bien este “supuesto problema” antes de emitir juicios gratuitos y sin la debida reflexión y análisis en todos sus términos.
Nuestro país, España, sin ir más lejos, ha sido históricamente una tierra en la que encontraron y se posicionaron diferentes pueblos y culturas: fenicios, celtas, Iberos, visigodos, romanos, musulmanes, judíos, desde siempre nuestra tierra ha asistido en el tiempo a movimientos extraordinarios. Más adelante se convirtió en una nación poderosa, la más poderosa del mundo, gracias al descubrimiento del nuevo mundo, que propició un cambio en nuestra humanidad como nunca lo hubo. El mundo cambió para siempre, y todos los pueblos que llegaron a aquellas costas lo hicieron por codicia, ambición, afán de poder y de dominio sobre las demás. Todas se enriquecieron debido a la explotación de sus recursos naturales y, lo que es peor, de sus gentes, a las cuales anularon, sometieron y casi exterminaron. Esto es historia, innegable; ahora preferimos no recordarlo, pero fueron acontecimientos que nunca se han subsanado.
Nadie dice ahora que todo aquello fue ilegal. No hablemos de lo que se hizo en África, quizás el continente más atropellado y en donde se generó más sufrimiento con el comercio de esclavos que duró varios siglos. Ahora sin embargo, todos aquellos que vienen aquí a nuestra civilizada y rica Europa son ilegales. Bajo la luz del espiritismo, todo esto no tiene ningún argumento, ningún sentido, ya que todos los hombres somos iguales ante Dios. El sol sale para todos, y es deber de los más adelantados ayudar a los que van por detrás en el camino. Ayudar se puede hacer de una y mil formas, se deberá estudiar, analizar y brindar todas aquellas soluciones más acertadas y prometedoras; pero lo que no se puede hacer ahora es poner barreras, muros, alambradas y negarles el auxilio a los que están apunto de naufragar en mitad del mar. Eso sí es ilegal, inhumano y falto de toda caridad, que es el principio primordial del amor.
No obstante, como países civilizados necesitamos todavía de sus recursos, la madera, el petróleo, el gas, los minerales, los alimentos, frutas, verduras… a estos no les negamos el paso, pero sí a las personas, o tratamos algunos de tacharlas de ilegales; pero sus recursos sí los queremos, y si es a un buen precio, barato, mucho mejor. ¿No es esto pura hipocresía?
“Queremos lo que tenéis para seguir manteniendo nuestra calidad de vida y nuestras industrias, pero a vosotros no os queremos. A vosotros os queremos para venderos armas, bombas, tanques, toda la maquinaria de guerra, para que os matéis entre vosotros, y así os debilitáis y dependáis más de nosotros; no nos interesa apenas nada más”.
“Seguimos pensando egoístamente, seguimos queriendo esclavizaros, seguimos considerando que somos mejores que vosotros y por tanto no os merecéis otra cosa”. ¡Qué hacen si no las grandes multinacionales en los países menos desarrollados cuando implantan allí sus industrias, dejando sin trabajo y abandonados a su suerte a los trabajadores de sus naciones. ¡Pero eso, claro, es legal; la ley lo ampara, ley humana por supuesto, no ley natural ni de Dios.
Como vemos, es esta cuestión muy delicada y tiene muchos puntos de vista, pero el conocimiento de nuestra doctrina debe servirnos para tener una visión amplia, seria, razonable y justa de los hechos. No podemos erigirnos en propietarios de nuestra tierra, todos somos viajeros del tiempo, todo lo que tenemos es un préstamo; por ser europeos no quiere decir que seamos dueños de este territorio, porque en realidad no nos pertenece, y no sabemos a ciencia cierta cuáles son los designios de Dios y la jugada maestra que nos tiene reservada con relación al fenómeno de la inmigración, que a no dudar todos somos, espiritualmente y en mayor o menor medida, responsables, los que vienen y los que estamos. Nada ocurre por azar.
Puede ser una prueba que debamos pasar los países mas adelantados, puede ser incluso fruto de la siembra anterior, de aquello que hicimos cuando no había ley ni gobierno, sólo ambición y afán de conquista. Una prueba desde luego lo es, sin duda, y tenemos la obligación en primer término de tender la mano, de ayudar, y después de ello vendrán otras consideraciones, como legislación, soluciones en los lugares de origen y muchísimas cuestiones que los hombres verdaderamente de estado, aquellos que deben trabajar y velar por la seguridad y la prosperidad de los pueblos, deben hallar para lograr soluciones.
Cerrar las puertas no es ninguna solución, no se pueden poner puertas al campo. Pero nos debe asistir el espíritu de la caridad, de la solidaridad y de la buena voluntad; otro modo de hacer sólo traerá más problemas añadidos, y lejos quedarán las soluciones y el afrontar los problemas como se deben afrontar, con grandeza, con humanidad, con votos de paz y de fraternidad entre los pueblos.
El mundo ha cambiado, nosotros lo hacemos más despacio, acomodados a lo que tenemos; nos cuesta mucho transformarnos, nos da miedo el cambio, no queremos perder lo que tenemos y por ello pensamos que los que vienen de fuera nos pueden arrebatar lo nuestro. Quizá sea reminiscencia de un pasado no muy lejano, porque nosotros, cuando hemos salido, lo hemos hecho con la idea de arrebatar lo que no era nuestro. El caso es que el mundo nunca va a volver a ser lo mismo, y que hemos de emprender una política diferente. No deberíamos cambiar por la fuerza de las circunstancias, cosa que ya está pasando, deberíamos adelantarnos, ver las cosas venir y actuar en consecuencia para que no nos desborden los acontecimientos. Hemos llegado tarde y ahora se impone una realidad a la que no hemos sabido darle su sentido y ver sus consecuencias positivas. Las personas no son de usar y tirar, como los pañuelos, las personas tienen sentimientos iguales a los nuestros, y si están aquí tienen una razón de ser. En este sentido, nuestro orgullo, prepotencia e ignorancia de las causas espirituales nos pueden llevar a equivocarnos. De todos los errores se recogen antes o después sus resultados. La ley de reencarnación se encarga de darnos las vidas, y en ellas las experiencias que necesitamos pasar. El karma ajusta todo eso infaliblemente.
El caso es que no podemos afrontar este hecho tan sumamente importante de manera trivial: ¡Que se vayan por donde han venido! Los expulsamos y nos quitamos el problema. De verdad pensamos, en primer lugar, que no los necesitamos. Pensamos que son un problema. Pensamos que esa es la solución, así de simple.
Hermanos, la solidaridad toca a nuestras puertas, la fraternidad es algo que no se ha consumado aún en nuestra humanidad; fraternidad es amor entre hermanos. Todos los seres humanos somos hermanos, sin duda. Tenemos ahora lo que hemos sembrado y las pruebas que deben forjar nuestro espíritu; y debemos demostrar que no rechazamos a nadie, que no somos mejores que nadie, y que por encima de todo estamos para ayudar.
¿Puede un padre amar más a unos hijos que a otros? ¿Puede amar mas a su primogénito por ser el primero y menos a los que llegaron después? El sano juicio y la pureza de sentimientos nos dicen que no. Una familia lo es porque se respetan y se aman todos por igual. Pues un pueblo o una nación es igual que una familia, todos se deben respetar y amar por igual. Los que estuvieron antes no debemos olvidarlos, por lo que representaron y lo que hicieron dejándonos su legado; los que están y los que lleguen,  provengan de donde sea, todos son iguales, todos tienen los mismos derechos, y se merecen el mismo amor.
Pensemos en la parábola de los obreros de la última hora, ¿no pueden ser acaso los inmigrantes algo parecido? Si vienen a nuestra tierra con ganas de trabajar, con el deseo lícito de prosperar, y piden trabajo, por qué no darles la oportunidad. Muchos de estos inmigrantes demuestran que quieren trabajar, en lo que sea, tal es la forma de salir de la necesidad en que se encuentran. Muchos de los patriotas, los que hemos nacido con el DNI europeo, no queremos trabajar en muchas cosas, no nos acomodan, no hemos nacido para eso; los trabajos más pesados y menos retribuidos son para los inmigrantes. Eso que muchos dicen de que los inmigrantes nos quitan el trabajo, son excusas baratas.  Lo que subyace en el fondo es la idea preconcebida de que somos superiores a ellos; nosotros los merecemos todo, aunque no hagamos méritos, y  ellos no se merecen nada.
La inmigración no es un problema, este lo creamos nosotros con nuestra forma de ser prepotente, orgullosa, e incluso soberbia. Nos creemos mas puros de sangre por tener la piel blanca, cuando la pureza de una persona no se halla en la sangre ni en la raza, sino en el espíritu; en su adelanto y evolución espiritual, ahí radica la pureza y la elevación de los seres humanos y no en el aspecto material que nos envuelve. El espíritu no tiene sexo, tampoco tiene raza ni color, sopla donde quiere pero no sabes de dónde viene ni adónde va, en referencia a la lección que el maestro de Nazaret le ofreció a Nicodemo.
No es la raza ni el color de la piel lo que importa, eso es temporal, pasajero y no sabemos en efecto de dónde venimos ni dónde encarnaremos en nuestra próxima existencia; pero por nuestras obras así recogeremos. Seamos prudentes y sabios, y no tentemos a la ley y nos ponga en alguna situación que ahora mismo puede no gustarnos nada.
 Fermín Hernández Hernández Amor, Paz y Caridad, 2019

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