domingo, 18 de marzo de 2018

Reencarnación




Hoy veremos :

- Doctrina Espírita o Espiritismo
- El desequilibrio económico y social.
- Reencarnación
- La Caridad



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   DOCTRINA ESPIRITA O ESPIRITISMO 



LO QUE ES: 
Es el conjunto de principios y leyes, revelados por los Espíritus Superiores, contenidos en las obras de Allan Kardec, que constituyen la codificación espirita: El Libro de los Espíritus, El Libro de los Médiums, El evangelio según el Espiritismo, El Cielo y el Infierno y La Génesis. 
Es, aún, el Consolador prometido, que vino, en su debido tiempo, a recordar y complementar lo que Jesús enseñó, "restableciendo todas las cosas en su verdadero sentido", trayendo, así, a la Humanidad las bases reales para su espiritualización. 

LO QUE REVELA: 

Revela conceptos nuevos y más profundizados al respecto de Dios, el Universo, los Hombres, de los Espíritus y de las leyes que rigen la vida. 
Revela, además, lo que somos, de dónde venimos, para donde vamos, cual es el objetivo de nuestra existencia y cual es la razón del dolor y del sufrimiento. 

SU ALCANCE: 

Trayendo conceptos nuevos sobre el hombre y todo lo que lo rodea, el Espiritismo toca todas las áreas del conocimiento, de las actividades y de los comportamientos humanos. 
Puede y debe ser estudiado, analizado y practicado en todos los aspectos fundamentales de la vida, tales como: científico, filosófico, religioso, ético, moral, educacional y social. 

SU ORIGEN Y SU MISIÓN: 

Programada y revelada por los Espíritus Superiores, en la condición de ministros de Dios y agentes de su voluntad, la Doctrina Espirita tiene origen divino. 
Y tiene por misión instruir e ilustrar a los hombres, abriendo una nueva era para la regeneración de la Humanidad… 

SUS ENSEÑANZAS FUNDAMENTALES: 

Dios es la inteligencia suprema y causa primera de todas las cosas. Es eterno, inmutable, inmaterial, único, omnipotente, soberanamente justo y bueno. 
El universo es creación de Dios. Abarca todos los seres racionales e irracionales, animados e inanimados, materiales e inmateriales. 
Mas allá del mundo corporal, morada de los Espíritus encarnados, que son los hombres, existe el mundo espiritual, habitación de los Espíritus desencarnados. 
En el universo hay otros mundos habitados, con seres de diferentes grados de evolución: iguales, más evolucionados y menos evolucionados que los hombres. 
Todas las leyes de la Naturaleza son leyes divinas, puesto que Dios es su autor. Abarcando tanto las leyes físicas como las leyes morales. 
El hombre es un Espíritu encarnado en un cuerpo material. El periespiritu es el cuerpo semimaterial que une el Espíritu al cuerpo material. 
Los Espíritus son los seres inteligentes de la creación. Constituyen el mundo de los Espíritus, que preexiste y sobrevive a todo. 
Los Espíritus son creados sencillos e ignorantes. Evolucionan intelectual y moralmente, pasando de un orden inferior hacia uno más elevado, hasta la perfección, donde gozan de inalterable felicidad. 
Los Espíritus preservan su individualidad, antes, durante y después de cada encarnación. 
Los Espíritus reencarnan tantas veces cuantas fueran necesarias para su propio perfeccionamiento. 
Los Espíritus evolucionan siempre. En sus múltiplas existencias corporales pueden estacionar, nunca retroceder. La rapidez de su progreso intelectual y moral, depende de los esfuerzos que hagan para llegar a la perfección. 
Los Espíritus pertenecen a diferente orden, conforme al grado de perfección que hayan alcanzado: Espíritus puros, que alcanzaron la máxima perfección; Espíritus buenos en los cuales el deseo del bien es lo que predomina; Espíritus imperfectos, caracterizados por la ignorancia, por el deseo del mal y por las pasiones inferiores. 
Las relaciones de los Espíritus con los hombres son constantes, y siempre existieron. Los buenos Espíritus nos atraen para el bien, nos sustentan en las pruebas de la vida y nos ayudan a soportarlas con coraje y resignación. Los imperfectos nos incitan para el mal. 
Jesús es el guía y modelo para toda la Humanidad. Y la doctrina que enseñó y ejemplificó y es la expresión más pura de la Ley de Dios. 
La moral de Cristo, contenida en el Evangelio, es la guía para la evolución segura de todos los hombres; su práctica es la solución para todos los problemas humanos y el objetivo a ser alcanzado por la Humanidad. 
El hombre tiene el libre albedrío para actuar, más responde por las consecuencias de sus actos. 
La vida futura reserva a los hombres penas y gozos compatibles con el procedimiento de respeto o no a la Ley de Dios. 
La oración es un acto de adoración a Dios. Está en la ley natural, y es el resultado de un sentimiento innato en el hombre, así como es innata la idea de la existencia del Creador. 
La oración hace mejor al hombre. Aquel que ora con fervor y confianza, se hace más fuerte contra las tentaciones del mal y Dios le envía buenos Espíritus para asistirlo. Es este un socorro que jamás se le niega, cuando es pedido con sinceridad. 

PRACTICA ESPIRITA: 

Toda la práctica espirita es gratuita, como orienta el principio moral del Evangelio: " Dad gratuitamente lo que habéis recibido gratuitamente". 
La práctica espirita es realizada con sencillez, sin ningún culto exterior, 
dentro del principio cristiano de que Dios debe ser adorado en espíritu y en verdad. 
El Espiritismo no tiene sacerdotes y no adopta ni usa en sus reuniones y en sus prácticas: altares, imágenes, andas, velas, procesiones, sacramentos, concesiones de indulgencias, vestiduras sacerdotales, bebidas alcohólicas o alucinógenas, incienso, humo, talismanes, amuletos, horóscopos, cartomancia, pirámides, cristales, trompetas, o otros objetos cualquiera, rituales o formas de culto exterior. 
El Espiritismo no impone sus principios. Convida a los interesados en conocerlos, a someter sus enseñanzas al tamiz de la razón, antes de aceptarlas. 
La mediúmnidad, que permite la comunicación de los Espíritus con los hombres, es un don que muchas personas traen consigo al nacer, independientemente de la directriz doctrinaria de vida que adopte. 
Practica mediúmnica espirita es solo aquélla que se ejerce con base en los principios de la Doctrina Espirita y dentro de la moral Cristiana. 
El Espiritismo respecta todas las religiones y doctrinas, valora todos los esfuerzos para la práctica del bien, trabaja por la confraternización y por la paz entre todos los pueblos y entre todos los hombres, independientemente de su raza, color, nacionalidad, creencia, nivel cultural o social. Reconoce aún, que " el verdadero hombre de bien es el que cumple la ley de justicia, de amor y de caridad, en su mayor pureza". 

“Nacer, morir, renacer aún y progresar siempre, tal es la ley." 
“Fe inalterable solo es la que puede mirar frente a frente a la razón en todas las épocas de la humanidad." 
“Fuera de la caridad no hay salvación." 
“El estudio de las obras de Allan Kardec es fundamental para el correcto conocimiento de la doctrina espirita." 

La base fundamental :


El libro de los espíritus 
El libro de los Médiums 
El evangelio según el Espiritismo 
El Cielo y el Infierno 
La Génesis 

Enviado por Merchita.



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 El desequilibrio económico y social 

Las leyes económicas por si solas, seguramente  no podrán solucionar estos problemas de la sociedad humana hasta que no cambien los sentimientos y la conciencia de quienes manejan los dineros y bienes que los pueblos necesitan, acumulando riquezas a costa de permitir en otras zonas de la Tierra, estados de manifiesta pobreza.
La única solución posible pasa por la transformación moral de las personas y de las masas, de modo que la compasión y la fraternidad sean las guías y normas por las que se apliquen las soluciones aportadas por la Ciencia de la Economía.  Cuando esa necesaria transformación moral sea un hecho ( y lo va a ser relativamente pronto porque el proceso de cambio ya está en marcha, aunque a nosotros nos parezca lento o lejano), porque en consecuencia, los dirigentes políticos y empresariales, ya no mirarán solo por el bienestar y el progreso de sus pueblos y empresas, sino por el de todos los demás, a los cuales considerarán como hermanos y piezas necesarias y  fundamentales para crear un estado de bienestar social global  y de progreso común, mantenido y coherente con la senda moral que nos enseñaron siglos atrás Jesús de Nazaret y otros Enviados y Profetas desde  la antigüedad.
Este desequilibrio social actual, viene generado porque el Ser humano en general, ha evolucionado mucho mas en cuanto al desarrollo científico y tecnológico, que en sus aspectos morales y espirituales, lo cual, con el estado de egoísmo que aún domina en general, ha servido para que ese desarrollo y adelanto tecnológico lo quiera solo para sí, aun perjudicando a otras personas que todavía no siente como hermanos en esta humanidad en donde la desconfianza de unos hacia otros y el escaso escrúpulo existente para despojar al hermano de sus bienes, al precio que sea y burlando a la justicia humana si es menester, aunque nunca lo podrán hacer con la Justicia Divina, y eso es precisamente lo que ignoran generalmente.
  Es evidente y claro este desequilibrio entre el nivel de la Ciencia y el nivel de Conciencia  Ética y Moral de los Seres humanos en general, y  particularmente  entre los de  la clase gobernante y política, lo que sin duda, es causa  de la penosa  situación social que padece la Humanidad a nivel global.
 El Ser humano generalmente ignora las leyes que gobiernan el Universo y las fuerzas que actúan sobre él, así como las profundas respuestas a las eternas interrogantes que se han planteado desde muy antíguo  algunos grandes filósofos de la Historia:  ¿Qué soy?; ¿ Soy algo en el contexto histórico de la Humanidad?¿ Soy algo para alguien?;  ¿Qué sentido tiene la vida? ¿Tengo que luchar para enriquecerme y no carecer de caprichos?; ¿Para tener poder e influencia?; ¿ Y después de mi paso por esta vida, luego, qué?,¿ Para qué me habrá servido el poder y la gloria que al final siempre terminan?;  ¿Para qué  y  por qué existo?¿ Por qué estoy aquí?..., etc, etc....   
  Y lo peor es que no solamente no existe el conocimiento o la inquietud popular de estas cuestiones, sino el desinterés por saber nada trascendente o espiritual que ineludiblemente nos afecta a todos. El ser humano, decadente a nivel global, ha llegado al punto ético de mirar a otro lado ante los problemas ajenos; el único sentido de su vida es, comer bien, dormir y divertirse a costa de cualquier placer a cualquier precio. Con este estado de cosas, si esto siguiese así por mucho tiempo, ¿a dónde desembocaría este mundo y la humanidad que en él habita?. En este aspecto de ignorancia natural y voluntaria de  las cuestiones relativas a su existencia, estamos a la altura de los demás animales, que tampoco se lo plantean.
Sería necesario que los líderes de todos los países y pueblos estuviesen convencidos de  la necesidad real de fomentar la cultura y la educación, defendiendo siempre la vida y evitando cualquier forma de destrucción de la misma, apoyando los estados de bienestar general y el que la base de la educación desde la escuela   fuese la formación ética y moral, así como el admitir e impulsar un conocimiento espiritual  correcto y equilibrado, excluyendo  dogmas religiosos de cualquier religión o secta, porque estos no son sino cuestiones artificiales impuestas por los seres humanos, no por Dios.     Es necesaria una educación moral y espiritual  laica (sin sacerdotes ni ministros), impartida por padres y profesores, que debiera de alcanzar a todos los Seres humanos desde su más tierna infancia.
Se trata aquí de que tenemos que mejorar la sociedad, y poniendo barreras de diferenciación de dogmas religiosos entre religiones, no hacemos sino poner límites de conciencia a los creyentes que se ven atrapados por ellos, por tanto límites a su libertad de conciencia, y esta libertad debiéramos respetarla escrupulosamente, como patrimonio divino que es.
       Solamente un 8% de la población total de nuestro planeta, controla  actualmente toda la riqueza y los recursos naturales del planeta. Es de advertir que estos líderes sobre cuya conciencia pesan estas catástrofes humanas, suelen actuar fuertemente influidos por mentes espirituales desencarnadas, de rango inferior, que están empeñados en una lucha persistente contra el bien y la evolución de los espíritus encarnados en la Tierra. Mientras tanto  el 80% de la población mundial pasa hambre y miserias ante la escasez de lo necesario para vivir; el otro 12% restante, pertenecemos a ese grupo de “lacayos” al servicio de los poderosos, que nos contentamos con las migajas que a ellos les sobran y nos dan para contentarnos. Y en este estado de cosas, lo peor del caso es cuando entre este 12% de clase “media acomodada”, aparecen seres egoístas, duros de corazón y poco solidarios con el 80% que sufre por la carencia de casi todo  y a los que siguen dando la espalda mientras ponen a dormir sus conciencias...
  Todos los seres humanos conscientes de estas realidades que afectan a la humanidad actual, soñamos conseguir  para el futuro de nuestros hijos y nietos, un mundo mejor. Para esto hace falta una reforma social que solo es posible a través de la reforma moral de la humanidad en general, comenzado por cada uno de nosotros en particular y siguiendo por la colaboración en la divulgación educativa del conocimiento espiritual que ahora falta.
 Tengamos presente que   desde hace varias décadas estamos atravesando sin ser muy conscientes de ello, un cambio de ciclo planetario, en donde nuestro mundo todavía clasificado como de “Expiación y Pruebas” y en el que vivimos una mezcolanza de Seres en muy diversos grados  de evolución espiritual, estamos llamados a completar una transformación moral y social progresiva a través de la mejora moral de las generaciones y de la mano de los avances de la Ciencia, hasta llegar a  clasificarnos como mundo de “Regeneración”.  Y el proceso, aunque para algunos  sea imperceptible, ciertamente está en una irreversible marcha, de modo que no habrá de pasar ya mucho tiempo  para que esté completo. Esta aseveración no es cosa mía, sino que ya nos la viene anunciando el Plano espiritual desde hace bastante tiempo, y tantas veces ha sido anunciado por profetas como “final de los tiempos” o “fin del mundo”, lo que no significa que el mundo de termine, sino que este mundo, tal como lo conocemos desde la historia hasta su actualidad, tendrá un final, pero para dar paso a otro bien distinto con una nueva sociedad global mucho más espiritualizada de lo que somos hoy, todavía.
 Para llegar a  consumar este cambio, el principal legado que debiéramos dejar a las generaciones venideras es sobre todo la ética, la justicia y  la espiritualidad,  sembrando entre  los pueblos y  las gentes el ansia de lograr, no el dominio o las riquezas materiales, sino  la de  competir  por lograr  hacer el mayor bien posible a los demás.
     Soñar es libre  y a los espiritualistas en general, esto nos permite soñar  y creer  que  es posible transformar  así este mundo nuestro, haciéndolo más tolerante y  más pluralista,  en donde exista un diálogo entre todas las formas de pensamiento; en donde cesen las inquisiciones que persiguen  lo que consideran como ideas revolucionarias o peligrosas para los conceptos humanos oficialmente establecidos y divulgados ; en donde no se persiga la libertad de conciencia  dentro de una sociedad   realmente libre, democrática y progresista, en donde la Ciencia y la conciencia avancen cogidas de la mano y  las mayores aspiraciones sociales sean las de vivir en paz  bajo la bandera de la auténtica caridad y fraternidad  ¡ Ya podemos comenzar a poner manos a la obra  comenzando por nosotros mismos y nuestros entornos ¡
- José Luis Martín -


“En el mundo hay bastante para satisfacer las necesidades de todos, pero no para   satisfacer   la  avidez de cada uno”
                                                  -  Gandi –


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                                        REENCARNACIÓN 

      Si observamos a los niños, ¿cómo podemos explicar la diversidad de tendencias, gustos, inclinaciones de bondad, delicadeza, inteligencia, etc., en unos; mientras que en otros, una carencia de estas cualidades positivas, y en cambio apreciamos ruindad, brusquedad y dureza, y hasta maldad en otros? Correspondiendo al alma humana las cualidades positivas y negativas del carácter, ¿podemos admitir, por un momento, que Dios —perfección absoluta— pueda crear almas imperfectas y establecer diferencias? 

      Aquellos que, desconociendo las leyes espirituales, argumentan que ello se debe a la ley de la herencia, tendrían un fundamento más lógico que los que sostienen el concepto de la creación del alma con el nacimiento del cuerpo. Pero, en ese caso, tendrían que rechazar la existencia de una Sabiduría y Justicia Universal, de donde emanan esas fuerzas cósmicas y poderosas que rigen la vida en sus múltiples manifestaciones.  
         
     Llamémosle Dios o como queráis, pero inmanente de toda creación; ya que, en buena lógica NO ES ADMISIBLE UN DIOS SABIO Y JUSTO CREANDO ALMAS DESIGUALES Y DARLES UNA SOLA VIDA A UNOS Y A OTROS PARA QUE SE SALVEN. 

       Más aún. Observemos a los individuos que componen nuestro conglomerado social: configuración de su cuerpo, ademanes, sentimientos y actuaciones de cada uno; y podremos apreciar fácilmente la notoria diferencia entre unos y otros. Mientras en unos apreciamos una mente despierta y un temperamento dinámico, en otros vemos al individuo tosco, bruto o abúlico. ¿Podremos culpar a Dios de estas diferencias? No; porque éstas son diversas manifestaciones de los diversos estados evolutivos en la etapa humana. 

      Dios, esa Fuerza Creadora Universal, el Ser Supremo del Cosmos: AMOR, JUSTICIA Y SABIDURÍA MÁXIMA; que trasciende a toda Su creación a modo de vibraciones o fuerzas PODEROSÍSIMAS que denominamos leyes; nos ha creado a todos iguales. El comienzo de la vida, ha sido igual para todos los seres de la creación, incluyendo el ser humano. Los diferentes aspectos y condiciones intelectuales, dinámicas y morales, son diversos grados en el proceso evolutivo de la «chispa» divina, génesis del Ser espiritual. Y aun las diferentes formas de vida que podemos apreciar, y las no perceptibles a nuestra vista, son diversas manifestaciones o fases de manifestación de la chispa divina (la mónada de algunas filosofías) en las diversas fases de su evolución, antes de alcanzar la etapa humana. 

       Sólo la pluralidad de existencias puede explicar el origen de la diversidad de caracteres y las desigualdades humanas tan notorias. Fuera de esta ley, nos preguntamos en vano, ¿por qué algunos poseen talento, los sentimientos nobles, las aspiraciones elevadas; mientras que otros carecen de ellos? Si aceptamos la Ley Palingenésica como la ley de la vida, comprenderemos fácilmente que los primeros son seres más viejos, que han vivido más, trabajado más y, por ende, adquirido mayores experiencias y aptitudes; van más adelante en el camino ascensional de su evolución. 

       Aceptada como verdad la eternidad del Espíritu y que su progreso es indefinido, la buena lógica nos llevará a la clara conclusión de que, los que hoy vivimos en la carne, hemos vivido ya esa misma vida innumerables veces: como amos y como siervos, ya nobles ya plebeyos, como ricos y como pobres, vidas de placeres y vidas de dolores; y seguiremos volviendo en diversas personalidades y ambientes, a fin de obtener las experiencias necesarias hasta alcanzar la sabiduría, que lo encierra todo. Porque, es en la lucha de la vida donde adquirimos experiencias que van grabándose poco a poco en la memoria espiritual, y son las que producen esas sensaciones que denominamos «voz de la conciencia», que trata de impedir cometer nuevos errores. 

Sebastián de Arauco

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                                                      LA CARIDAD

Frecuentemente nos encontramos con hermanos de una excelente formación moral,quienes están convencidos que practicar la caridad es aceptar todo y que la paciencia debe soportar sin ninguna limitación... 

La evolución, sin embargo, en su proceso de realización, exige más la superación que la conservación.En ningún sector de la existencia el progreso y la cultura se complican con el “estar con todo”... 

La caridad de la vida es el perfeccionamiento.La paciencia de la Naturaleza es la selección. 
Todas las disciplinas que orientan a las almas pulen impulsos hábitos, preferencias y actitudes impropias de la dignidad espiritual. 

Todos los seres existentes en la Tierra se purifican en la medida que el tiempo les corrige las imperfecciones. 
En la experiencia cotidiana los ejemplos son aún más evidentes Se compra de todo para la alimentación del núcleo familiar, pero de ello no se aprovecha indiscriminadamente. 
El cuerpo humano que está al servicio del Espíritu encarnado, en oportunidades se nutre de todo, más nunca retiene todo. Expulsa mecánicamente lo que no sirve 
.En el plano del alma, la lógica no es distinta. Podemos ver, oír y aprender todo, perosí es aconsejable destacar lo bueno de cada cosa, no resulta comprensible concordar contodo.Es necesario ver, oír y aprender con discernimiento. Observando a un compañero mentalmente desequilibrado es imprescindible hacerlo con caridad y paciencia, pero en nombre de la caridad y de la paciencia no nos podemos identificar con su locura. 

Debemos tratar con benevolencia y suavidad a quienes no piensan como nosotros,sin embargo, con intenciones de serles agradables no podemos aceptar sus preconceptos,engaños, inexactitudes o impropiedades. 

La Doctrina Espírita está basada en la lógica, siendo por ello que, para ser espíritas, es imposible evadirnos de ella. Hay que auxiliar a todos, tanto como sea posible, más analizando todo, a los efectos de que el juicio nos oriente siempre... 

Pablo de Tarso escribiendo a los corintios expresó que “la caridad todo sufre, todo cree, todo espera, todo soporta”, más no se olvidó de recomendar a los tesalonicenses que examinen todo, reteniendo lo bueno. Admitamos así, con el máximo respeto al texto evangélico que el Apóstol de los Gentiles habríase hecho entender claramente explicando que la caridad todo sufre con el fin de ser útil, todo cree con discernimiento, todo espera con idea de realizar lo mejor y todo soporta con el objetivo de aprender, pero no para estar con todo y todo aprobar .

.André Luiz 

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