Buenos días amigos,
Hoy os invito a leer lo siguiente:
- Fundamentos de la Reencarnación
-Mensajeros divinos
-Cristianismo y Espiritismo
-Hoy hablamos de Reencarnación
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FUNDAMENTOS DE LA REENCARNACIÓN
I. En la reencarnación se encuentra la demostración palpable y objetiva de las causas inherentes a las desigualdades humanas.
2. Lejos de turbar la mente humana, la idea de la reencarnación la ilumina, haciendo resaltar la Justicia Divina, en: CADA CUAL SEGÚN SUS OBRAS.
3. Cada existencia es un eslabón que se une hacia atrás y hacia adelante con eslabón distinto, con una vida diferente, pero solidaria con las demás.
4. Todos tenemos un mismo punto de partida en la Vida Una y exactamente igual, y la misma meta a alcanzar: LA PERFECCIÓN.
5. Todos habremos de llegar a esa meta, tarde temprano, dependiendo del esfuerzo que pongamos en avanzar, en perfeccionarnos.
6. La Ley Divina nos brinda tantas oportunidades como sean necesarias para alcanzar ese objetivo, corregir nuestros errores, así como desarrollar las facultades recibidas de la Divinidad Creadora.
7. Todos los seres somos iguales ante Dios; porque, siendo Sus hijos, todos estamos destinados a la suprema felicidad; siendo las desigualdades intelectuales, morales y volitivas, diversos estados evolutivos; así como las diferencias físicas son el fruto dulce o amargo, como cosecha de la siembra en el pasado.
8. Demostrado está, que nadie puede alcanzar la perfección —meta para la reintegración a la Divinidad— en una sola vida humana; por lo que, lógicamente, necesarias son más vidas para ir acercándonos gradualmente a esa meta.
9. El conocimiento de la reencarnación, y de la ley de consecuencias implícita en la misma, por parte dela ciencia médica, ampliará los horizontes de la psicosomática y por ende de la psiquiatría y la medicina. Y pronto la ciencia médica identificará un nuevo campo de etiología, diagnosis y terapéutica, en base a la interligación del cuerpo psíquico o alma, con el cuerpo físico-orgánico.
10. Siendo libre el proceder, pero responsable de sus acciones, pensamientos y sentimientos, el ser humano es el artífice de su propio destino. Cuando transita por el camino del amor fraterno, el ser se eleva y se engrandece, así como se empequeñece y retrasa en su progreso evolutivo, cuando se deja dominar por el egoísmo, sus secuelas de amor propio, vanidad, orgullo, etc.
Sebastián de Arauco.
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MENSAJEROS DIVINOS
Nos será siempre fácil discernir la presencia de los mensajeros divinos a nuestro lado, por la ruta del bien a la que nos induzcan.
Aunque todavía traigan consigo el fulgor solar de la Vida Celeste, saben acomodarse a nuestro sencillo grado en las lides de la evolución enseñándonos el camino de la Esfera Superior. Y aunque todavía se eleven a culminaciones sublimes en la ciencia del Universo, ocultan su grandeza para guiarnos en el justo aprovechamiento de las posibilidades en nuestras manos.
Sin herirnos siquiera, hacen luz en nuestras almas a fin de que veamos las llagas de nuestras deficiencias, para que las sanemos en la lucha del es-fuerzo propio.
Nunca se prevalecen de la verdad para aplastarnos en nuestra condición de espíritus deudores, usándola sencillamente como medicina dosificada para enfermos, para que nos elevemos al nivel de la redención, ni se valen de la virtud que adquirieron para condenar nuestras flaquezas, empleándola tan sólo en la paciencia inconmensurable en nuestro favor, para que la tolerancia no nos desampare al frente de aquellos que sufren dificultades de entendimiento mayores que las nuestras.
Si nos encuentran golpeados y lacerados, jamás nos aconsejan cual-quier venganza o lamentación y sí, nos ayudan a olvidar la crueldad y la violencia, con fuerza bastante para que no caigamos en la posición de quien nos insulta o injuria, y si nos sorprenden calumniados o perseguidos, no nos inclinan a la revuelta o al desánimo, mas recomponen nuestras energías descoyuntadas sustentándonos en la humildad y en el servicio con que podamos reajustar el pensamiento de quien nos apedrea o difama.
Se erigen en el camino como invisible apoyo a nuestros desfallecimientos humanos, y nos aclaran la fe en la travesía de los dolores que hicimos por merecer.
Son rosas en el espinar de nuestras imperfecciones, perfumándonos la agresividad con el bálsamo de la indulgencia, y estrellas que brillan en la noche de nuestras faltas, haciéndonos señas con la confianza en el esplendor de la alborada nueva, para que no corrompamos el corazón en el lodo espeso del crimen.
Y, sobre todo, ante toda ofensa, nos levantan la frente hacia el Justo de los justos que expiró en el madero por resistir al mal en suprema renuncia, entre la gloria del amor y la bendición del perdón.
Xico Xavier- Emmanuel
Aunque todavía traigan consigo el fulgor solar de la Vida Celeste, saben acomodarse a nuestro sencillo grado en las lides de la evolución enseñándonos el camino de la Esfera Superior. Y aunque todavía se eleven a culminaciones sublimes en la ciencia del Universo, ocultan su grandeza para guiarnos en el justo aprovechamiento de las posibilidades en nuestras manos.
Sin herirnos siquiera, hacen luz en nuestras almas a fin de que veamos las llagas de nuestras deficiencias, para que las sanemos en la lucha del es-fuerzo propio.
Nunca se prevalecen de la verdad para aplastarnos en nuestra condición de espíritus deudores, usándola sencillamente como medicina dosificada para enfermos, para que nos elevemos al nivel de la redención, ni se valen de la virtud que adquirieron para condenar nuestras flaquezas, empleándola tan sólo en la paciencia inconmensurable en nuestro favor, para que la tolerancia no nos desampare al frente de aquellos que sufren dificultades de entendimiento mayores que las nuestras.
Si nos encuentran golpeados y lacerados, jamás nos aconsejan cual-quier venganza o lamentación y sí, nos ayudan a olvidar la crueldad y la violencia, con fuerza bastante para que no caigamos en la posición de quien nos insulta o injuria, y si nos sorprenden calumniados o perseguidos, no nos inclinan a la revuelta o al desánimo, mas recomponen nuestras energías descoyuntadas sustentándonos en la humildad y en el servicio con que podamos reajustar el pensamiento de quien nos apedrea o difama.
Se erigen en el camino como invisible apoyo a nuestros desfallecimientos humanos, y nos aclaran la fe en la travesía de los dolores que hicimos por merecer.
Son rosas en el espinar de nuestras imperfecciones, perfumándonos la agresividad con el bálsamo de la indulgencia, y estrellas que brillan en la noche de nuestras faltas, haciéndonos señas con la confianza en el esplendor de la alborada nueva, para que no corrompamos el corazón en el lodo espeso del crimen.
Y, sobre todo, ante toda ofensa, nos levantan la frente hacia el Justo de los justos que expiró en el madero por resistir al mal en suprema renuncia, entre la gloria del amor y la bendición del perdón.
Xico Xavier- Emmanuel
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CRISTIANISMO Y ESPIRITISMO
En primer lugar es necesario aclarar que cuando decimos
Cristianismo no estamos hablando de Catolicismo
o de Iglesia Católica. El día en que ésta fue oficialmente
reconocida por el Imperio Romano, a partir de la conversión
de Constantino se convirtió en la amiga de los
césares, su aliada, y en cómplice de los grandes y los poderosos.
Entró en la era infecunda de las argucias teológicas
y de ahí en adelante tomó siempre el partido del más
fuerte. Feudal, inquisitorial y hoy en día multimillonaria.
Según la prensa, sólo en España recibe varios miles de
millones de las arcas públicas al año, olvidando el mensaje
de Cristo de «Dad al César lo que es del César y a
Dios lo que es de Dios». Dos milenios después, la Iglesia
Católica recibe en España eso y mucho más del César, en
conceptos varios, sin contar las partidas excepcionales,
como cuando el Papa tiene la amabilidad de visitarnos,
que nos supuso, en el 2011, 60 millones de euros. Cuando
en la declaración de la renta no marcamos la x que beneficia
directamente a la Iglesia y lo hacemos en la de fines
sociales, la Iglesia también se beneficia con al menos 80
millones de euros en proyectos de las ONG´s católicas
españolas, aunque hay que decir que ésta sería su acción
más honrosa y afín con el mensaje original de Cristo. La
Iglesia tiene un reino que es de este mundo y nada más
que de este mundo.
Estos breves esbozos históricos y contemporáneos,
no tienen ningún ánimo de embate, pues respetamos
profundamente a sus millones de seguidores, que aún encuentran
en ella su fe y guía de vida, pero eran necesarios
para hacer la diferenciación con el Cristianismo primitivo
y mostrar que su teología aniquiló el Evangelio y el mensaje
original de Cristo, cuyos principios esenciales están
enunciados en el Evangelio o Nuevo Testamento.
La revelación espírita no considera la Biblia como
texto sagrado por sus numerosas alegorías y contrasentidos,
pero la moral que predican los Espíritus sí es la
misma que encontramos en el Nuevo Testamento (ver
introducción de El Evangelio según el Espiritismo).
«La Biblia, evidentemente, encierra unos hechos que
la razón, desarrollada por la ciencia, no podría hoy aceptar,
y otros que parecen extraños y se derivan de costumbres
que ya no son las nuestras. No obstante, a la par de esto,
pecaríamos de parcialidad si no reconociésemos que ella
encierra grandes y bellas cosas. La alegoría ocupa, allí,
considerable espacio, ocultando bajo su velo sublimes
verdades, que se hacen patentes cuando se desciende
a la esencia del pensamiento, pues pronto desaparece lo
absurdo.» (Allan Kardec, La Génesis, Cap. IV)
Siguiendo la línea del pensamiento de Kardec, podemos
efectivamente encontrar sublimes verdades y estos
principios esenciales del mensaje original de Cristo en
el Evangelio o Nuevo Testamento:
Amar: en esta sola palabra se encierra para Jesús
toda la religión, toda la filosofía.
El Sermón de la Montaña expresa la ley moral en
una forma que nadie ha igualado jamás.
Sus meditaciones y oraciones eran en solitario, sin
templos.
No prescribe más que la caridad, la bondad y la sencillez.
La ley de la reencarnación, la pluralidad de mundos
habitados y la ley de causa y efecto están expresadas
en varios pasajes del Evangelio. Los primeros cristianos
fueron reencarnacionistas hasta el año 553, cuando el
emperador bizantino Justiniano I la abolió en el segundo
concilio de Constantinopla. Orígenes, en el siglo III, ofrece
argumentos claros sobre la reencarnación en su libro De
los Principios y explica pasajes del Evangelio como «En la
Casa de mi Padre muchas moradas hay…». Dice Orígenes:
«El Señor hace alusión a las diversas estaciones que las
almas deben ocupar después que sean despojadas de sus
cuerpos actuales y revistan otros nuevos.»
Los primeros cristianos se comunicaban con los
Espíritus y recibían de ellos sus enseñanzas. Esto lo encontramos
en los mismos textos evangélicos. Y el Cristianismo
se apoya claramente en hechos de apariciones y
manifestaciones de los Espíritus de los “muertos”. Tanto
en el antiguo como en el nuevo testamento encontramos
frecuentes y diversas formas de mediumnidad.
La ley de la reencarnación, la pluralidad
de mundos habitados y la ley
de causa y efecto están expresadas
en varios pasajes del Evangelio.
Ha sido presidente de la Federación Espírita Española durante 14
años. Actualmente es miembro de la Junta directiva de la Fee y
vocal de la Comisión de la Editora. Forma parte de la Comisión
Ejecutiva del Consejo Espírita Internacional y es coordinador de la
Comisión de Formación en el CEI.
Los primeros cristianos fueron
reencarnacionistas hasta el año 553,
cuando el emperador bizantino
Justiniano I la abolió en el segundo
concilio de Constantinopla.
Jesús tenía facultades que le permitían hablar con los
Espíritus, sus discípulos le vieron hablar en el monte Tabor
con los Espíritus materializados de Moisés y Elías. Eligió
a sus discípulos no por su instrucción, sino por tener capacidades
mediúmnicas, como después demostrarían. El
don de lenguas que también tuvieron es el que actualmente
conocemos como xenoglosia y al que San Pablo
se refiere como diversidad de lenguas.
Este tipo de mediumnidad desde el inicio del Espiritismo
destaca en los relatos de sabios e investigadores
muy importantes como es el caso de Alfred Russel Wallace,
que refiriéndose al Juez Edmonds, primer juez del Tribunal
Supremo de Nueva York, y uno de los más destacados
divulgadores del Espiritismo desde el principio de los
fenómenos, escribió: «Los trabajos del Juez Edmonds son
pruebas convincentes y entre ellas están las de su propia hija
que además de médium llegó a hablar hasta en 12 lenguas
diferentes, muchas veces durante más de una hora, con la
facilidad y seguridad de quien habla su propio idioma, siendo
que ella apenas si había estudiado ligeramente el francés.»
Fue un fenómeno mediúmnico, la aparición de Jesús
en el Camino de Damasco, el que hizo de San Pablo un
cristiano. San Juan aconsejaba no creer ciegamente en las
instrucciones de los Espíritus, ya que bien sabemos que
además de sabios los hay ignorantes y malévolos. «Amados,
no creáis a todo Espíritu, sino probad si los Espíritus
son de Dios»
«Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el
Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero
es el mismo Dios el que hace todas las cosas en todos.
Pero a cada uno se le da la manifestación del Espíritu para
el bien común. Pues a uno le es dada palabra de sabiduría
por el Espíritu; a otro, palabra de conocimiento según el
mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; a otro,
dones para sanar por el Espíritu; a otro, poder de milagros;
a otro, profecía; a otro, discernimiento de Espíritus;
a otro, diversas clases de lenguas, y a otro, interpretación
de lenguas». (1 Corintios 12:4-11)
Se ve claramente que ese don no es otro que el
de la mediumnidad y la comunicación con los Espíritus.
Cada médium tiene su particularidad: sabiduría, ciencia, fe,
curas, profecía, lenguas, etc. Algunas religiones interpretan
en esta Epístola que sólo se podría comunicar el Espíritu
Santo, pero si fuera solamente uno el Espíritu que se
puede comunicar, ¿por qué uno de los dones enumerados
por Pablo sería el discernimiento de Espíritus? Parece
claro y lógico que no es sólo un Espíritu el que produce
todo, no es siempre el mismo Espíritu que produce maravillas,
curas, profecías, que tiene diversas lenguas, etc., sino
muchos, unos más adelantados y otros más atrasados, en
caso contrario no habría necesidad de discernimiento. Pablo
se refería a que todos los Espíritus provienen de Dios,
incluso los menos buenos, pues todos somos sus hijos.
Refiere Lucas que Jesús habiendo estado con ellos
después de muerto, cuarenta días, dándoles instrucciones,
se desmaterializa elevándose a las alturas.
Los primeros cristianos posteriores a los apóstoles
seguirían practicando la mediumnidad durante varios siglos.
Hermas, un discípulo de los apóstoles, dejó escritos
consejos e instrucciones precisas sobre la mejor forma de
llevar a cabo la comunicación con los Espíritus.
El Espiritismo surge por intermedio del fenómeno
mediúmnico, que es en definitiva la base de los supuestos
“milagros” en los que se apoya el Cristianismo. Pero los
milagros no existen, son en realidad leyes poco conocidas
y que la mediumnidad explica y desarrolla en profundidad
no solamente a través de la teoría que traen
los propios Espíritus, sino por los hechos y experiencias
llevadas a cabo por destacados investigadores, que han
comprobado y presenciado gran cantidad y variedad de
fenómenos similares a aquellos de los primeros siglos del
Cristianismo.
La revelación espírita trae conocimientos científicos
y filosóficos que vienen a resolver los grandes enigmas
del hombre sobre su procedencia, sus porqués y su destino.
Y a su Ciencia y su Filosofía los Espíritus acompañan
enseñanzas morales, que en nada difieren de las que
ejemplificó y enseñó Cristo.
«El Espiritismo…ayudándonos a comprender mejor las
enseñanzas de Cristo, hace de vosotros mejores cristianos.
Haced, pues, que al veros se pueda decir que verdadero
espiritista y verdadero cristiano son una sola cosa y una misma
cosa: porque todos los que practican la caridad, son los
discípulos de Jesús, cualquiera que sea el culto a que pertenezcan.»
(Comunicación mediúmnica del apóstol Pablo.
París, 1860. Evangelio Según el Espiritismo)
Salvador Martín
Bibliografía:
KARDEC, A. El Evangelio Según el Espiritismo
KARDEC, A. La Génesis
DENIS, L. Cristianismo y Espiritismo
PIRES, H. Visión Espírita de la Biblia.
Buenos Aires
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HOY HABLAMOS DE REENCARNACION
Este importante tema, nos ayudará a comprender la realidad de la Reencarnación; cómo se lleva a cabo la evolución del Ser espiritual y profundizando en el mismo, comprenderemos cómo esta realidad, más allá de ser una teoría, ha sido deformada por las religiones, las supersticiones y la ignorancia popular, de modo que para evitar su desaparición, a tenido que estar oculta hasta nuestra época actual en la que están saliendo a la luz tantas verdades ocultas que han hecho tambalearse a tantos dogmas religiosos, y filosóficos.
La Reencarnación, nos da las claves y las respuestas a tantos problemas del Ser humano, pues comprenderemos cómo en ella actua constantemente la Ley del Karma que la regula.
Pero en realidad, ¿Qué es la Reencarnación ?
El tema de la Reencarnación es bastante complejo y amplio, porque rellena muchas lagunas que quedan vacías sin él, y se puede abordar desde muchos puntos de vista y actitudes.
Para poder tratar este tema, necesariamente antes hay que asumir la realidad de la existencia de un alma inmortal , que forma parte del ser humano y que es su misma esencia existencial que se enmarca dentro de un proceso evolutivo. Esta Esencia es una Creación Divina inmaterial, pero tan real como reales son los rayos de luz aunque no los veamos sino cuando inciden sobre un cuerpo sólido al que iluminan.
Existimos en un universo en donde todo es energía en diversos grados de vibración o frecuencia. Todo cuanto vibra en el Universo, por ley de Afinidad, es atraído hacia lo que le es semejante, vibrando en una misma frecuencia de ondas vibratorias, y según sea este nivel de vibración, este es atraído al plano físico para renacer; este proceso depende en primer término de su sintonia magnética con el medio adecuado para su adelantamiento y según sean sus merecimientos que desde vidas anteriores han forjado su propia vibración espiritual.
La Reencarnación o Ley de vidas sucesivas, es una Ley Natural que tiene la función de cumplir y realizar la Ley de Evolución, y que rige para todo el mundo por igual, así como para todos los mundos que existen en el Universo. Por ella comprendemos como cada vida humana viene a ser como un eslabón que le une hacia atrás y hacia delante solidariamente con eslabones distintos o existencias humanas diferentes, pasadas y futuras, referidas todas ellas a un mismo Ser espiritual. Supone el paso del Espíritu humano a través de múltiples y variadas existencias en las vidas por los mundos físicos, a fin de superar diversas pruebas y situaciones que le permitan obtener las necesarias experiencias para evolucionar, creciendo en inteligencia y en Pureza espiritual, lo cual conlleva crecer en ciencia, sabiduría y Amor, que son atributos Divinos .
Para llevar esto a cabo, en cada una de esas vidas utiliza un nuevo cuerpo físico con el que nace de nuevo cada vez y que le otorgan en cada vida una nueva personalidad humana con todo el acervo de lo aprendido y experimentado anteriormente en vidas pasadas.
En cada vida humana, el Espíritu reemprende el camino de su perfeccionamiento y evolución con un nuevo cuerpo y una nueva personalidad humana. Este camino que no interrumpe la muerte del cuerpo, continúa más adelante con otra nueva vida humana, que lo inicia partiendo desde el punto en que finalizó la anterior ,en lo que se refiere a niveles de experiencia y evolución espiritual alcanzados.
Se podría decir que cada vida humana es para cada uno de nosotros, como un nuevo capítulo de la existencia del Ser, que es eterna e inmortal.
Para comprender el mecanismo de la reencarnación, se podría comparar al Ser espiritual, con la llama encendida de una vela que se va consumiendo en cada vida humana con el paso del tiempo, y cuando finalmente se consume del todo, la cera se ha quemado, pero la llama no se apaga, sino que sigue encendida en una nueva vela que incluso suele dar más luz que la anterior.
Cada persona en realidad somos un Alma o Espíritu que tenemos un cuerpo físico para esta existencia física, pero que como Seres espirituales, tenemos un pasado y un futuro, y en cada vida nueva, revestimos un nuevo cuerpo físico y una nueva personalidad con identidad propia, compendio de todas nuestras anteriores personalidades. Tras reencarnar nuevamente, continuamos siendo el mismo Ser que hemos sido siempre, pero con otra nueva identidad humana que puede ser absolutamente diferente de la anterior, en cuanto a su entorno, nivel social y cultural, el sexo, etc.
Por último, sabemos que lo que se transmite con la reencarnación a nuestra nueva personalidad en cada vida humana que vivimos, es nuestra identidad espiritual, con nuestro bagaje de virtudes y defectos, con nuestras experiencias y niveles de aprendizaje grabadas en la conciencia, pero nunca nuestra identidad humana anterior, ni menos aún nuestro cuerpo físico, que finalizaron su existencia con la muerte.
- Jose Luis Martín-
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“ Creo que cada vida humana no es mas que un capítulo dentro de la infinita historia del Ser, y cada vez que como ser humano muere, esto no es mas que un descanso o entreacto entre dos capítulos contiguos, o como una noche de sueño que separa una jornada de otra...”
- León Denis -
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