INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.- La energía sexual
Frase
2.- Penas y gozos del alma después de la muerte
3.- Ley de Evolución
4.- Proceso evolutivo del Alma
5.- Justificación ética de la Reencarnación
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La Energía Sexual
Pregunta - ¿Es una misma la fuerza que une los elementos de la materia en los cuerpos orgánicos y en los inorgánicos?
Respuesta – si, y la ley de atracción es la misma para todos.
Pregunta No. 60, de El Libro de los Espíritus
La energía sexual, como un recurso de la ley de atracción, en la perpetuidad del Universo, es inherente a la propia vida, generando cargas magnéticas en todos los seres, de acuerdo a las potencialidades de las cuales se reviste.
En los seres primitivos situados en los primeros grados de emoción y raciocinio, y, aún en los individuos que se tardan voluntariamente en el nivel de los brutos, la descarga de esta energía se opera de manera descontrolada y dolorosa. Esta situación les genera angustiosas situaciones durante largo tiempo, viviendo existencias infelices en las cuales la vida poco a poco les enseña que nadie abusa de nadie sin recibir la justa recompensa.
A medida que el espíritu evoluciona, pasa a comprender que la energía sexual desarrolla el discernimiento y la responsabilidad con su aplicación y que por eso mismo debe ser controlada por los valores morales que garantizan su digno empleo, ya sea en la creación de cuerpos físicos formadores de la familia, o en la creación de obras benéficas para la sensibilidad y la cultura, para la reproducción y extensión del progreso y de la experiencia, de la belleza y del amor, en la evolución y el embellecimiento de la vida del planeta.
A través de la poligamia el espíritu marca su propia marcha en existencias sucesivas de reparación y aprendizaje, en cuyo transcurso adquiere la disciplina de su mundo emotivo.
Cansado de experiencias dolorosas, en las cuales recoge el fruto amargo de la delincuencia o de la desesperación que dictaminó para otros, reconoce en la monogamia el camino certero de sus manifestaciones afectivas. Atento a esto reconoce en la criatura que se afiniza con sus propósitos y aspiraciones el compañero o la compañera ideal para la comunión sexual, deseoso de conquistar el equilibrio y capaz de revitalizar las fuerzas con que se dispone en el trabajoso camino imprescindible para su propia evolución.
En ningún caso, nos es permitido subestimar la importancia de la energía sexual que, en su esencia nos es dada por la Creación Divina para la formación y sustentación de todas las criaturas. Con ella y por ella es que todas las civilizaciones de la tierra se han levantado, legando al hombre su herencia preciosa en el viaje evolutivo hacia su sublimación definitiva, entendiéndose que ninguna criatura en el plano racional hará uso de ella, en relación con otra criatura en situaciones felices o infelices, constructivas o destructivas, según la orientación que se dé.
- Espíritu Emmanuel- por medio de Chico Xavier- (Vida y Sexo)
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" Intentar no significa conseguir; ¡¡ pero todos los que consiguieron, antes lo intentaron !!"
-Vera Luz-
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Penas y gozos del alma después de la muerte
¿ Tienen algo de material las penas y los gozos del alma después de la muerte?
" No pueden ser materiales, nos dice el buen sentido, pues el alma no es materia. Nada tienen de carnal esas penas y gozos; sin embargo están mil veces más vivos que los que experimentais en la Tierra, porque el Espíritu, una vez libre, es más impresionable. Entonces la materia ya no le embota las sensaciones" (253 a 257).
¿ Por qué muchas veces, de las penas y los gozos de la vida futura, tiene el hombre una idea tan absurda y grosera?
" La inteligencia que aún no se desarrolló suficientemente. ¿ El niño comprende las cosas como un adulto?. Eso, además, depende también de lo que se le enseñó: de ahí que hay necesidad de hacer una reforma.
" Muy completo es vuestro lenguaje para expresar lo que está fuera de vosotros. Se tuvo, entonces, que recurrir a comparaciones y tomasteis como realidad las imágenes y figuras que servirían para esas comparaciones. Pero a medida que el hombre se instruye, mejor va comprendiendo lo que su lenguaje no puede expresar."
¿En qué consisten los sufrimientos de los Espíritus inferiores?
"Son tan variados como las causas que los determinaron, y proporcionales al grado de inferioridad, como los gozos lo son del de superioridad. Pueden resumirse así :
Envidian lo que les falta para ser felices y no lo obtienen; ven la felicidad y no la pueden alcanzar; pesar, envidia,celos, rabia, desesperanza en cuanto a lo que les impide ser dichosos; remordimientos, ansiedad moral indefinible. Desean todos los gozos y no los pueden satisfacer: esto es lo que los tortura."
( Traducido de Vera Luz )
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LEY DE EVOLUCIÓN
El hombre civilizado de hoy, es el salvaje de ayer que, desde las
primeras edades, viene evolucionando lentamente por medio del aprendizaje en las experiencias, en las vicisitudes y luchas, en el devenir del
tiempo.
Pues, a medida que el ser humano avanza en su eterno camino de
ascensión, su inteligencia y demás facultades se desarrollan como consecuencia del ejercicio de su mente, así corno nuevos y más amplios horizontes con nuevas experiencias y nuevos conceptos se presentan ante él
que le atraen.
Es la Ley de Evolución que presiona sobre el Espíritu, ley universal del progreso que le llama, que le invita a avanzar en el eterno camino
de la ascensión.
Pero, no siempre el individuo responde a ese llamado, y en las
más de las veces, cede a las atracciones de su medio ambiente circundante, siendo arrastrado por el espejismo de las sensaciones, y se estanca,
retardando su progreso.
No obstante, como el estatismo es contrario a la ley, ‘ésta actúa
de un modo no siempre agradable, y por medio de circunstancias que los
humanos denominarnos adversas, le conduce amorosamente (como hacen los buenos padres para con sus hijos) hacia el ejercicio de sus facultades, obligándole a la solución de problemas y superación de obstáculos,
con lo cual desarrolla las facultades intelectiva y volitiva, capacitándose
para mayores realizaciones, contribuyendo con ello a su propio progreso
y evolución.
En cada ser humano está grabado, de inequívoca manera, su grado
de evolución: en la inteligencia que le anima, en la capacidad de amor, de
sacrificio, de dominio de sí mismo; en su fuerza mental de irradiación y
de atracción, su magnetismo espiritual y animal.
En el grado de capacidad analítica y conceptual para penetrar en
lo profundo de las cosas, en el grado de sensibilidad y amor fraterno, de
rectitud, etcétera, está bien demostrado el grado de evolución del individuo.
En cada existencia física, el ser humano evoluciona desde que
nace, marcando las fases de la. infancia, adolescencia, juventud, madurez, vejez y muerte, con lo que la materia orgánica de lo que está compuesto el cuerpo físico, vuelve a su origen.
Y libre el Espíritu, sigue evolucionando en esa otra dimensión,
aun cuando corno humanos no nos percatemos de ello, por ser tridimensionales en cuanto a percepción a través de los sentidos físicos.
Y como fue expuesto en el capítulo “Ciclos de Reencarnación”,
después de un tiempo en el espacio, que varía en cada caso, el Ego, él
ser espiritual, siente ansias de volver a la lucha del plano físico, a fin de
desarrollar sus facultades latentes. Es la Ley de Evolución que le empuja
hacia la eterna ascensión.
Una vida en el mundo físico, es tan sólo un momento en la vida
eterna del Espíritu, del ente espiritual que anima la personalidad humana.
Viene para adquirir experiencias, cumplir misiones o purificar (por medio
del dolor o la práctica del amor fraterno) su alma impregnada de impurezas, saturada de magnetismo negativo, mórbido, debido a. sus errores y
transgresiones a la Ley Universal del Amor, en el pasado.
Siendo LA PERFECCIÓN (en la cual están implícitas: la sabiduría, la fortaleza, el amor y la pureza), la meta hacia la felicidad, ¿como
puede pretenderse que puedan adquirirse en una sola vida cuando en la
mayoría de los casos ni siquiera se tiene acceso a los medios para adquirirlas?
Querámoslo o no, aceptémoslo o rechacémoslo; esa es la Ley Eterna de
la Evolución del Espíritu.
- Sebastián de Arauco
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PROCESO EVOLUTIVO DEL ALMA
¡Levanta, ya, tu frente, oh hombre! y recobra la esperanza.- Un nuevo resplandor va a descender de los espacios a iluminar tu camino. Todo lo que hasta ahora te enseñaron era estéril e incompleto. Los materialistas no percibieran de las cosas mas que la apariencia y la superficie. Ellos no conocen de la vida infinita sino los
aspectos inferiores. El sueño de ellos es una pesadilla.
Sin duda, si consideramos el espectáculo de la vida en la Tierra, forzoso es reconocer que lo que en ella predomina, en las inferiores regiones de la Naturaleza, es la lucha ardiente, el combate sin treguas, la perpetua guerra con que cada ser procura conquistar un lugar al Sol. Si, los seres se traban y las fuerzas universales se chocan en lucha gigantesca; mas, en definitiva, lo que de esa lucha resulta no es el caos, la confusión, como se podría esperar de fuerzas ciegas; es el equilibrio y la armonía. Por todas partes la destrucción de los seres y de las cosas no es sino el preludio de reconstrucciones, de nuevos nacimientos.
Y qué importa la muerte aparente, si la vida es inmortal, si el ser es, en su esencia, imperecible; si aun esa muerte es una de las condiciones, una de las fases de su elevación.
Es preciso no ver solo la evolución material. Esa no es mas que una fase de las cosas. La destrucción de los organismos nada prueba. Son construcciones pasajeras; el cuerpo es apenas una vestidura. La realidad viva reside en el ser psíquico, en el espíritu. Es él quien anima esas formas materiales. El espíritu torna a
encontrarse integralmente en el mas allá de la tumba, con las cualidades adquiridas y los merecimientos acumulados, pronto para nuevas ascensiones. Vuelve a encontrarse revestido de ese envoltorio sutil, de ese cuerpo fluídico que le es inseparable, que existía antes del nacimiento, subsiste actualmente en cada uno de
nosotros y sobrevivirá a la muerte; la existencia de ese cuerpo sutil está demostrada por experiencias cotidianas de desdoblamiento, de exteriorización de la sensibilidad, por la aparición, a la distancia, de los fantasmas de vivos durante el sueño, así como por la de personas fallecidas*.
aspectos inferiores. El sueño de ellos es una pesadilla.
Sin duda, si consideramos el espectáculo de la vida en la Tierra, forzoso es reconocer que lo que en ella predomina, en las inferiores regiones de la Naturaleza, es la lucha ardiente, el combate sin treguas, la perpetua guerra con que cada ser procura conquistar un lugar al Sol. Si, los seres se traban y las fuerzas universales se chocan en lucha gigantesca; mas, en definitiva, lo que de esa lucha resulta no es el caos, la confusión, como se podría esperar de fuerzas ciegas; es el equilibrio y la armonía. Por todas partes la destrucción de los seres y de las cosas no es sino el preludio de reconstrucciones, de nuevos nacimientos.
Y qué importa la muerte aparente, si la vida es inmortal, si el ser es, en su esencia, imperecible; si aun esa muerte es una de las condiciones, una de las fases de su elevación.
Es preciso no ver solo la evolución material. Esa no es mas que una fase de las cosas. La destrucción de los organismos nada prueba. Son construcciones pasajeras; el cuerpo es apenas una vestidura. La realidad viva reside en el ser psíquico, en el espíritu. Es él quien anima esas formas materiales. El espíritu torna a
encontrarse integralmente en el mas allá de la tumba, con las cualidades adquiridas y los merecimientos acumulados, pronto para nuevas ascensiones. Vuelve a encontrarse revestido de ese envoltorio sutil, de ese cuerpo fluídico que le es inseparable, que existía antes del nacimiento, subsiste actualmente en cada uno de
nosotros y sobrevivirá a la muerte; la existencia de ese cuerpo sutil está demostrada por experiencias cotidianas de desdoblamiento, de exteriorización de la sensibilidad, por la aparición, a la distancia, de los fantasmas de vivos durante el sueño, así como por la de personas fallecidas*.
LEON DENIS
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JUSTIFICACIÓN ÉTICA DE LA REENCARNACIÓN
Hemos oído este razonamiento: “Dios, que es soberanamente bueno, no puede imponer al hombre que recomience una serie de miserias y tribulaciones”. ¿Se piensa por ventura que hay más bondad en condenar al hombre a perpetuo padecer, por algunos momentos de error en que incurrió, que en proporcionarle los medios de reparar sus faltas?
“Dos fabricantes tenían cada cual un obrero que podía aspirar a convertirse en socio de su patrón. Pero que ambos operarios emplearon cierta vez muy mal su jornada y merecían ser despedidos por ello. Uno de los dos fabricantes expulsó a su obrero, pese a las súplicas de este último, que por no haber encontrado más trabajo murió en la miseria. El otro industrial dijo a su operario: “Has perdido un día de trabajo y, en compensación, me lo debes. Hiciste mal tu tarea y tienes que repararla. Te permito que la empieces de nuevo. Trata de ejecutarla bien y conservarás el trabajo, y puedes seguir aspirando a la posición superior que te he prometido”. ¿Es necesario preguntar cuál de esos dos fabricantes fue más humanitario? Dios, que es la clemencia misma, ¿sería en el mismo caso más inexorable que un hombre? El pensamiento de que nuestra suerte está echada para siempre por algunos años de pruebas, incluso cuando no todas las veces dependía de nosotros alcanzar la perfección en la Tierra, tiene algo de doloroso; en tanto que la idea opuesta es eminentemente consoladora, puesto que nos deja la esperanza. Así pues, sin pronunciarnos en pro ni en contra de la pluralidad de existencias, sin admitir una hipótesis antes que la otra, afirmamos que si se pudiera escoger no habría nadie que prefiriera una sentencia inapelable...
Un filósofo ha expresado que si Dios no existiera habría que inventarlo para felicidad del género humano..
EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS
ALLAN KARDEC
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