sábado, 9 de noviembre de 2019

El fenómeno de las voces electrónicas

        INQUIETUDES  ESPÍRITAS

1.- Consideraciones sobre el Más Allá: ¿El Infierno existe?
2.- Más que una simple cuestión de fe
3.- El fenómeno de las voces electrónicas
4.- Pensamientos y atracciones
5.- Encuentro con Dios






                                             
                       
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                 CONSIDERACIONES SOBRE

                         EL MÁS ALLÁ



                ¿EL INFIERNO EXISTE?



En esta ocasión vamos a abordar un tema que tiene una relación muy directa con el mal, el sentimiento de culpa y las responsabilidades que se derivan de nuestros actos. 

“En todas las épocas el hombre ha creído, en forma intuitiva, que su vida futura sería feliz o desdichada según el bien o el mal que haya hecho en la Tierra”. (El Infierno; Capítulo IV, 1; El Cielo y el Infierno, Allan Kardec). 

Dios nos ha dotado de una conciencia para distinguir entre el bien y el mal. Una especie de brújula interior que marca un norte relacionado siempre con el bien y todas las acciones que se derivan de él. De tal forma que, cuando la desoímos y hacemos el mal, o hasta incluso dejamos de hacer el bien desaprovechando la ocasión, esa misma brújula se agita y nos indica que algo va mal, que no hemos obrado correctamente o no hemos hecho lo suficiente. 

 El verdadero sentido de la vida consiste en crecer a través del bien, desarrollar las potencialidades del ser humano, como es la inteligencia, fortalecer la voluntad, y aquellas cualidades que en estado latente todo espíritu, desde el momento que es creado, trae para su desarrollo y crecimiento sin fin. Existe un Plan Divino, un programa que, debido a nuestra inferioridad espiritual, apenas somos capaces de entrever. Es por ello que las actuaciones consecuencia del libre albedrío tienen su peso y sus consecuencias inevitables. 

 Si se hace el bien no es necesario que nadie explique lo que se siente, una satisfacción, una alegría interior, una plenitud. Sin embargo, cuando se obra mal, el desasosiego, el vacío interior, el sentimiento de culpa, la tristeza, el remordimiento se instalan en el ser. Se trata de una  situación muy incómoda y desagradable que conmina a la rectificación, a corregir y reparar los errores, las malas acciones. Pero ¿qué ocurre cuando, debido a esa misma inferioridad moral, el mal es mantenido, desarrollado y perfeccionado (si se puede decir así) con el paso del tiempo? ¿Qué pasa cuando no se hace caso de las advertencias de la conciencia e incluso de los espíritus guías que tratan de inspirar siempre en el bien, perdiendo el rumbo trazado, olvidando que todos formamos parte de un engranaje regido por unas mismas leyes espirituales, cuya base, su máxima expresión, se cimenta en el precepto: Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo? 
   Cuando se arrastran varias existencias físicas haciendo el mal, ignorando los avisos sobre las malas praxis, olvidando los compromisos y tareas que cada ser trae a la vida para con sus semejantes, vienen las consecuencias inevitables. Las leyes espirituales actúan, especialmente la ley de afinidad, por medio de la cual el semejante atrae a sus semejantes, a aquellos que se encuentran en la misma faja vibratoria y con unos mismos intereses comunes. También la ley de causa y efecto, es decir, aquella que regula las acciones, actúa a su debido tiempo y su función es la de equilibrar y reajustar. La sabiduría popular la recoge con este antiguo axioma: “La siembra es voluntaria y la cosecha obligatoria”. Dante Alighieri y la Divina Comedia (I): Inferno.

 Por tanto, los espíritus endurecidos, insensibles al dolor ajeno, que se ha instalado voluntariamente en el mal, más pronto o más tarde pasan a sufrir las consecuencias de sus actos reprobables. Se trata de un largo proceso de caída y de acumulación de errores no justificados en base a un libre albedrío mal empleado; de pruebas no superadas; de acomodar y situar la vida en un proceso de actuación contraria al amor, a la misericordia y la bondad Divina. 

  Dichas consecuencias nefastas el espíritu las empieza a sufrir muchas veces en la propia existencia física, para posteriormente continuar en los planos espirituales inferiores, una vez ha desencarnado. Apuntar que el sufrimiento es siempre proporcional a las faltas. Dependiendo de la gravedad de sus actos, puede llegar a vivir situaciones muy desagradables en ambientes deplorables, casi indescriptibles para la imaginación humana. 

   Hablamos del infierno que ciertos místicos y santos del pasado visitaron y describieron, como le ocurrió a Santa Catalina de Siena (siglo XIV), o a Santa Teresa de Ávila (siglo XVI), a San Juan Bosco (siglo XIX), entre otros. Es también la experiencia de algunos que han estado al borde de la muerte y se han visto transportados a lugares sombríos, decadentes, llenos de obscuridad y con escenas lamentables. Hay que recordar que estamos hablando de verdadera maldad, de espíritus rebeldes, muy desviados del camino recto, cuyas mentes se encuentran instaladas en las pasiones más bajas y en constante desequilibrio moral. 

En la obra “Evolución en dos mundos” (*) del espíritu André Luiz, psicografiado por Francisco Cándido Xavier; cap.19; Después de la muerte), encontramos alguna explicación muy interesante al respecto: 

(*) “El infierno de las distintas religiones, existe perfectamente como órgano controlador del equilibrio moral en los reinos del Espíritu, así como la cárcel y el hospital se erigen en la Tierra como instrumentos correctivos y de recuperación”. 

 El espíritu, en el devenir de sus existencias y en el uso de su libre albedrío, se prepara el escenario espiritual exterior que ya empieza a Amor paz y caridad 12 vivir en su interior. Dicho de otro modo, no es equivocada la idea que sostienen algunos espiritualistas y religiosos cuando dicen que, tanto el cielo como el infierno, son estados de conciencia, que pueden ser tormentosos o agradables, según los casos. 

El peor suplicio es la sensación de eternidad de las penas, algo que no se corresponde con la realidad. Dios no puede ser tan perverso como para regocijarse contemplando escenas donde sus hijos pudieran estar eternamente sufriendo, esto es algo contrario a su bondad y misericordia, e incluso, al sentido común. Esta circunstancia solo se podría justificar si realmente se estuviera durante toda una eternidad haciendo el mal, entonces sí que sería lógico que sufriera eternamente, pero eso es algo que la ley de evolución no permite. Nada permanece estancado eternamente, eso es una falacia mayúscula. 

 (*) “Después de la muerte física, el alma culpable sufre un estricto proceso de purgación, tanto más fructífero cuanto más se manifieste su dolor y su arrepentimiento, pues luego de eso podrá elevarse a esferas reconfortantes para su reeducación”. 

El dolor y el arrepentimiento actúan como palancas poderosas que impulsan al espíritu hacia su regeneración. Insensible hasta ese momento, cambia de actitud, y es a partir de ahí cuando comienza su fase de recuperación, de trabajo reeducativo, de revisión de sus actuaciones pasadas, analizando las causas que le llevaron a cometer esas faltas hediondas, fortaleciendo su espíritu con buenas resoluciones y actitudes renovadas. Es el comienzo de una nueva etapa de rescate preparada por los espíritus benefactores que están con él en todo momento. Nuevas existencias, nuevas oportunidades donde pueda trabajar el control de sus defectos y pasiones, purgar sus errores con vidas de sacrificios y sufrimientos, soltando parte del lastre psíquico acumulado. 
     Por tanto, esos lugares que se pueden denominar también como bajo astral, planos inferiores o groseros, actúan como una especie de cárceles u hospitales, lugares donde el espíritu está confinado temporalmente, sometido a un proceso de purga. Esos espíritus permanecen mentalmente atrapados por sus culpas, visionando sus errores o a sus  víctimas una y otra vez, como si de una película repetitiva se tratara. Algunos pasando a ser víctimas de otros espíritus vengativos que no son capaces de perdonar el daño recibido. 

No se trata en este artículo de describir ese tipo de escenarios, como sí ocurrió en otras épocas por las autoridades religiosas, para infundir miedo, sentimiento de culpa, y de ese modo lograr amedrentar y dominar al pueblo sencillo e ignorante. No debemos de caer en la exageración pero tampoco podemos ignorar la realidad. Existen distintos grados de paz y felicidad, pero también de sufrimiento y dolor, como podemos comprobar también en nuestro propio mundo físico, lugares y entornos llenos de desgracia, horror, miseria y dolores constantes. 
     Dios es amor y misericordia, pero en base al libre albedrio, como hemos comentado al principio, se pueden tomar caminos equivocados, muy desviados del objetivo principal. Sin duda, la meta es la plenitud y la felicidad, de eso no nos puede caber la menor duda. Sin embargo, las resoluciones que se adopten, así como las actuaciones derivadas de ello, pueden retrasar y hasta estancar temporalmente el destino final. 

Concluiremos con una idea: nuestra percepción de la realidad se ve cercenada por nuestra forma de percibir la vida; estamos muy limitados por los sentidos de la materia física, de tal forma que valoramos y medimos en función de lo que vemos y pensamos. A medida que el espíritu se eleva, las circunstancias y vicisitudes que ahora le pueden llegar a atormentar temporalmente son contempladas desde los planos superiores como “pequeños accidentes”, si se comparan con la verdadera inmensidad, con todo aquello tan bello y grandioso que se le tiene reservado una vez se haya desembarazado de las cadenas que le atan a su inferioridad moral. 

 “En tanto en el hombre predomine más la materia que el espíritu, difícilmente comprenderá los deleites de la espiritualidad”.
(El Infierno; Capítulo IV, 1; El Cielo y el Infierno, Allan Kardec).

José M. Meseguer - Amor, Paz y Caridad

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 MÁS QUE UNA SIMPLE CUESTIÓN DE FE


                                   Prof. Ian Stevenson


La llamada "Memoria extracerebral". presente de modo especial en algunos niños, ofrece una importante fuente de comprobación de la reencarnación. 

Cuando los hechos evocados son aún recientes y susceptibles de ser materialmente comprobados, merecen integrar lo que el investigador suizo Karl E.Muller calificó como "pruebas directas de la reencarnación",

El Dr. Ian Stevenson, psiquiatra norteamericano que se hizo famoso por la investigación del tema, en la Universidad de Virginia,  pero cauteloso, los clasificó como "casos que sugieren la reencarnación".  De ahí el título de su más importante obra: "Veinte casos sugestivos de Reencarnación".
 Ahora la propia "Universidad de Virginia". que ya en la década de los 60 facilitó al Profesor Stevenson ese campo de investigación, ofrece la asociación con una Universidad brasileña para investigar el fenómeno, según informan los responsables del proyecto de la Universidad Federal de Juiz de Fora. Esta es una iniciativa importante y decidida.

 Desde la antigüedad a los días de hoy, escritores, hombres de ciencia, poetas y filósofos, aceptan la tesis de la existencia del espíritu y su evolución a través de las vidas sucesivas. No son pocos los intelectuales con esa íntima convicción. Pero, se ven ante un punto muerto´: la ciencia académica adoptó el paradigma materialista reduccionista. Ideas como la inmortalidad del espíritu y la reencarnación fueron empujadas al dominio de la creencia. Un profesor universitario, un científico, pueden tener la fe que deseen. Pero para formar parte del "Status Quo" académico, no deben - se afirma-, mezclar la "creencia" con su magisterio o actuación científica. 

El psiquiatra Ian Stevenson defendió la hipótesis de la reencarnación, e investigó de echo su ocurrencia, dejando documentados los resultados en la obra arriba referida. Entretanto una frase de él permite evaluar el coraje que precisó , prepararse para realizar su trabajo: "Si los herejes pudiesen ser quemados vivos en los días de hoy, los científicos- sucesores de los teólogos - que quemaban  a cualquiera que negase la existencia de las almas, en el Siglo XVI- hoy quemarían a los que afirman que ellas existen"- escribió. 

Al poco tiempo, la resistencia denunciada por Stevenson en los medios científicos y académicos, fue superada y ello ayudó a romper el tabú de que la reencarnación es solo una cuestión de fe.

(La Redacción de Opinión Espírita)

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          EL FENÓMENO DE LAS VOCES                                    ELECTRÓNICAS
Fig. 1. Imagen de un espectrograma (Audacity) con la invocación de Kedar (flecha) y la 'voz' inesperada (región circular)
Un sobrino mío que vive en los EstadosUnidos iba a grabar con el "móvil" algunas músicas de estilo "karaoke", este pasado mes de junio. Kedar es un adolescente que conoce tanto el portugués  como el inglés, que es su lengua materna. Un poco desligado de la grabación, dejó su  teléfono "movil" grabando durante algún tiempo más. Para su sorpresa, una voz desconocida apareció en un espacio no esperado de la grabación. Al intentarlo otra vez, el fenómeno extraño se repite; esta vez un claro "Yes" surge después de, aproximadamente, 15 segundos tras una pequeña invocación.  Un tercer intento y un "I see" (comprendo), se obtiene también. Un poco asustado, abandona los experimentos  por miedo a los fantasmas, cosas de adolescentes. 

Cuando supe la ocurrencia, mi hermana me envió dos archivos mp4 que son fácilmente abiertos, como el Audacity, un conocido software para la edición de archivos de sonido. El espectograma de una de las experiencias obtenidas por Kedar, se ve en la fíg, 1. El gráfico representa la descomposición espectral del sonido obtenido en el experimento, donde la invocación inicial se ve en los primeros segundos. La voz es un "yes" muy bajo, pero indudable, con tonos entre 1000 y 2000 Hz, compatible con la modulación de una voz humana. En la segunda grabación la intensidad de la voz anómala fue todavía mayor.

El fenómeno de las voces electrónicas

Tal como en el caso de Kedar en 2019, el fenómeno tuvo su inicio con F. Jürgenson (1903-1987) en 1959, cuando intentaba grabar  cantos de pájaros. Al inicio pensó que se trataba obviamente de una interferencia de emisoras de radio. Entretanto, la repetición de los experimentos, incluso en el interior de jaulas de Faraday (para bloquear la radiación electromagnética externa), confirmó que algunas personas, en condiciones insospechadas y en presencia de equipos de grabación, consiguieron obtener voces que parecen comunicarse, respondiendo a invocaciones. Nombres como Konstantin Raudive (1909-1974) y  P. Bänder (1), están ligados a la historia de los "Electronic Voice Phenomena" (EVP fenómenos de voces electrónicas). Pero eso, que parecía ser una clara aceptación de algo que ya se sabía, algunas autoridades del Vaticano pasaron a apoyar la realización de experimentos de EVP afirmando que las voces tenían origen en el Purgatorio.
                
Aspectos del fenómeno

El fenómeno de la EVP surgió en la década de los 50 y fue interpretado como una "Nueva Hidesville", conforme describe Bänder(1). Sin disponer de una teoría electrónica que describiese como las voces pueden ser captadas y amplificadas, la investigación siguió un camino puramente empírico. Diversas "recetas" para obtener voces fueron sugeridas: con un simple grabador, con un grabador y una radio sintonizada en ondas cortas, con un grabador y un generador de ruidos, etc. Luego, algunos entusiastas crearon una tesis que sería una consecuencia natural de ese desarrollo; con el avance de la técnica, las EVPs representarían una nueva manera de comunicarse con los Espíritus, una en que la presencia de médiums sería innecesaria.


Fig. 2 Edison en una foto de su entrevista a Austin Lescaboura en 1920 sobre sus investigaciones sobre un dispositivo para  comunicarse con los Espíritus.
Ese aspecto "amediúmnico" de las comunicaciones electrónicas (cualquiera que sean), es un sueño de los antíguos pioneros de las telecomunicaciones. Luego quedó claro a personalidades como Thomas Edison (1847-1931), O. Lodge (1851-1940) y Nikola Tesla(1856-1943), que tal vez fuese posible utilizar la radio o un circuito variante de ella, para comunicarse con los Espíritus. Edison mismo llegó a intercambiar correspondencia con William Crookes (1832-1919) sobre la posibilidad de obtener imágenes de Espíritus. En algunos de los tramos de su entrevista con Scientific American(2) en 1920, declara Edison:

Ahora, lo que pretendo hacer es proporcionar a los investigadores psíquicos un aparato que le dará un aspecto científico a su trabajo.

Mi aparato está en esa línea, en el sentido de que el más mínimo esfuerzo que intercepte se magnificará muchas veces para darnos cualquier forma de registro que deseemos para fines de investigación.

En otros trechos Edison demuestra conocer poco las invetigaciones de la fenomenología psçiquica anterior. En un artículo de divulgación, Zarrelli (2016) (3) declara que el "spirit phone"  (teléfono espiriitual), fue la invención más infructuosa de Edison. Probablemente lo fue a causa de la ignorancia de Edison y otros investigadores, de las condiciones en que el fenómeno se puede realizar. En otros términos : solo con tener el aparato no es suficiente.

El principio de la comunicación amediúmnica sigue la idea de Edison de que por medio de un sensor y un amplificador poderoso sería posible registrar oscilaciones ( voz, imagen, pulsos, etc) de los Espíritus. Aparentemente eso fue lo que Jürgenson y Raudive parecen haber conseguido, además de otros entusiastas de las voces electrónicas, desde entonces.

Entretanto, demostrar que no hay influencia de un ser humano en la comunicación electrónica es bastante difícil, pues siempre cualquier investigación será organizada y conducida por una persona o un grupo. No se puede, a priori, descartar la influencia del experimentador.

 ¿Mediumnidad eletrónica?

Algunos investigadores en el pasado consiguieron registros muy nítidos de voces electrónicas ( que descalifican hipótesis envidiosas de "similares"), otros conseguirán registros a partir de modulaciones de ruidos, en cuanto que otros jamás conseguirán ningún tipo de voz. ¿A qué se debe ese carácter cambiante e incontrolable?

Contrariamente a lo que se piensa, somos partidarios de  que la idea de las EVPs y sus correlaciones son manifestaciones de lo que llamamos "mediumnidad electrónica". Se trata de una variante moderna de los efectos físicos en los que un dispositivo electrónico está involucrado.

Esa nueva mediumnidad es potenciada por el interés o implicación del investigador-médium en el fenómeno. El fenómeno es así, más frecuente en presencia de ciertas personas con esa habilidad especial, razón por lo que las EVP jamás se tornaron un método "sistemático e independiente" de la mediumnidad. Ellas no son reproducibles a voluntad y, como tal, son seriamente limitadas a la capacidad de transmisión de información- no hay "bidireccionalidad". Claramente, esa mediumnidad "surgió" con el desarrollo tecnológico. Sus características son:
  • Ella es inconsciente,
  • No requiere 'trance',
  • Un médium eletrónico ni siquiera sabrá que es médium a no ser por los efectos eletrónicos que produce. Su mediunidad es validada por la alta correlación entre su presencia y  la ocorrencia del fenómeno.
  • Como es una mediumnidad, hace posible la  influencia del médium en el  fenómeno.
  • Como se trata de un  efecto físico, se aplican todos los comentarios hechos por Kardec sobre esa clase de  fenómenos [4], inclusive sobre su carácter subsidiario de demostración de la sobrevivencia.
Desde el punto de vista teórico, siendo la mediumnidad electrónica peculiar, ella no se relaciona con las otras, por eso no basta con que haya presencia de cualquier médium en un recinto, para que el fenómeno  ocurra.  Médiums de efectos físicos, probablemente tendrían más facilidad para provocarlos. Existen otros factores que deben permanecer invariables para que el uso  de aparatos pueda ser eficientemente utilizado. Siempre que una nueva técnica es creada, esos factores cambian, lo que reduce la eficiencia de la comunicación.

Ese principio apunta para la importante orientación de que no importará mucho cual sea el tipo de circuito o sistema electrónico utilizado, siempre que las experimentaciones sean hechas en presencia de personas capacitadas para intermediar el efecto. Es probable así que la idea del "spirit-phone" de Edison y tantos otros funciones. siempre que sean certificados por el experimentador adecuado.

Traducción de Jose L. Martín

Referencias


1- P. Bänder (1976). "Los Espíritus se comunican por Grabadoras", São Paulo: Edicel, 2a Edição. 

2- A. C. Lescarboura (1920), "Edison's Views on Life and Death", Scientific American, Vol. 123,


4 - Ver: "El Libro de los Médiums" de A. Kardec, 2a Parte, De las Manifestaciones Espíritas", Cap. IV e Cap. V. 

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    PENSAMIENTOS Y  ATRACCIONES
     El amor a la ciencia no basta, ha dicho el profesor Falcomer: se necesita también la ciencia del amor. En los fenómenos no se trata únicamente de elementos físicos, sino que intervienen también agentes espirituales, seres mortales que, como nosotros, piensan, aman y sufren. 


     En las profundidades invisibles se extienden la inmensa jerarquía de las almas, desde las más oscuras a las más radiantes; y depende de nosotros atraer las unas y alejar las otras. 


     El único medio consiste en crear en nosotros, con nuestro pensamiento y nuestros actos, un foco radiante de pureza y de luz. Toda comunión es obra del pensamiento, y el pensamiento es la esencia misma de la vida espiritual. Es una fuerza que vibra con una intensidad creciente, a medida que el alma sube desde el ser inferior al espíritu puro y desde el espíritu a Dios. 


     Las vibraciones del pensamiento se propagan a través del espacio y nos traen pensamientos y vibraciones similares. Si llegamos un día a comprender la naturaleza y la extensión de esta fuerza, no tendremos más que elevados y nobles pensamientos. Pero el hombre se desconoce a si mismo, como ignora los recursos inmensos de este pensamiento creador y fecundo que duerme en él y con ayuda del cual podría renovar el mundo.... 


     En nuestra inconsciencia y en nuestra debilidad, con frecuencia no atraemos hacia nosotros más que seres malos, cuyas sugestiones nos conturban. Así es como llega a alterarse la comunión espiritual y se oscurece por culpa de nuestra inferioridad...Fluidos envenenados se extienden por el haz de la Tierra, y la lucha tremenda entre el bien y el mal se desarrolla en el mundo invisible lo mismo que en el mundo material.... 


     La atracción entre los pensamientos y las almas es toda la ley de las manifestaciones psíquicas. 


     Todo es afinidad y analogía en el mundo de lo invisible. Los que buscáis el secreto de las tinieblas, elevad muy arriba vuestros pensamientos con el fin de atraeros a los genios inspiradores, a las fuerzas de lo bueno y de lo bello y elevadlos no tan sólo en los momentos de estudio y de experiencia, sino siempre, a todas las horas del día, como ejercicio saludable y regenerador. No olvidéis que estos son los pensamientos que, lentamente, afinan y depuran nuestro ser, engrandecen nuestras facultades, nos hacen aptos para sentir las más delicadas sensaciones, fuente de nuestra felicidad en el porvenir. 

LEÓN DENIS. 


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                                  ENCUENTRO CON DIOS

Señor, tantas fueron las veces que mis ojos miraban el cielo en busca de respuestas.
Observé los dolores del mundo y me pregunté dónde está Tu justicia, dónde Tu bondad, dónde Tu infinito amor.
Además, me pregunté: ¿Qué eres Tú? ¿Dónde vives?
Sin embargo, aquel día tenía de llegar. Y llegó. Y nosotros nos encontramos.
El hospital estaba especialmente frío aquella noche de otoño.
Yo hacía mis visitas, observando el cuadro de cada paciente por el cual yo, como médico, era el responsable.
Entonces, fui sorprendido por la madre de uno de mis pacientes, que gritaba desesperadamente mi nombre.
Su hijo, que contaba siete años en esa época, tenía crisis continuas de convulsiones. Su cuerpo frágil, afectado por el cáncer, se debatía en la camilla.
Después de estabilizarlo y, teniendo en cuenta mis cuarenta años en el área de la oncología, sabía que la muerte no tardaría en llegar para aquel frágil muchacho.
Todavía, ocurrió algo inusitado: tal vez porque me acordé de mi nieto, sano y feliz, las lágrimas comenzaron a brotar incesantes de mis ojos y, aun esforzándome mucho, no pude contenerlas.
Sujeté la mano de aquel niño y, con el apoyo de la madrecita que ahora compartía sus lágrimas conmigo, sentí su pulsación volviéndose cada vez más débil, hasta cesar completamente.
Inmediatamente, me puse a pensar en palabras de consuelo para aliviar el corazón de aquella  madre que acababa de perder a su hijo. Pero, las gruesas lágrimas que corrían por mi rostro no me permitían consolar a nadie.
Y cuán sorprendido me quedé cuando aquella señora, secándose las propias lágrimas, me abrazó y dijo: No llore, doctor. Dios quiso que mi hijo no sufriese más.
Dios siempre actúa a nuestro favor, continuó la señora. Somos nosotros que, egoístas, muchas veces no somos capaces de ver Su misericordia en todo lo que nos rodea, incluso cuando sufrimos.
Perplejo, no logré acompañar el razonamiento de aquella sabia mujer: ¿Cómo podemos encontrar la misericordia en el sufrimiento?
Y ella, como leyendo mis pensamientos, aseveró: Dios es como un padre que trata a su hijo enfermo: permite que el vástago tome la medicina, aunque amarga, pero que traerá alivio y cura para el cuerpo enfermo.
Dios permite que tomemos la medicina amarga del sufrimiento, a fin de que sanemos nuestro Espíritu de todo el mal que, quizás, aún pueda en él existir.

* * *
En la respuesta tan simple de aquella señora, yo Te encontré.
En aquella camilla, no sólo estaba el hijo de la resignada mujer. Todos los dolores del mundo, por los cuales yo también lloraba, estaban allí representados.
Mientras yo veía injusticia y dolor, ella veía oportunidad y regeneración. Al tiempo que yo perdía un paciente para la muerte, ella entregaba un hijo para la vida. Yo veía el final. Ella, el comienzo.

* * *
Dios en todo se revela. Bajemos la guardia de nuestro orgullo, de nuestro materialismo, de nuestro egoísmo, a fin de percibirlo.
En el verde de los bosques, en el canto de los pájaros, en los que sufren, en los que ríen y dentro de nosotros... ¡Allá está Él!
¡Pensemos en eso!

Redacción del Momento Espírita.


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