INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.- Trabajadores de la Paz
2.- Cualidades de la Oración
3.- Mediumnidad y Evolución
4.- El hábito de perdonar
5.- Dios no castiga
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TRABAJADORES DE LA PAZ
Ensimismado, el hombre por sus propias preocupaciones y aclimatado a una sociedad superficial y frívola, va pasando de generación en generación, el pobre afán de poseer, característico del materialismo.
Cansado el hombre de un Dios terrible y justiciero, que más que amor inspira pavor, se cobija bajo un vacío aparente, donde el no creer en nada más que en sí mismo, se yergue como el triunfador de una gran mentira.
El ser humano de hoy y de todas las épocas, está acostumbrado a luchar. Bien sabemos que todo lo que deseamos cuesta conseguirlo, pero inmaduros y doloridos de tantas luchas sin tregua, de sufrimiento sin consuelo y de ansias de Paz, dejamos que el alma se aquiete, apagando esa voz que nos guía y distraemos nuestro real camino con futilidades que nos ocupan mucho de ese maravilloso tiempo que Dios nos ha dado para el recogimiento íntimo y así poder valorar nuestro comportamiento.
Si no hay fe ni esperanza que nos muevan, vamos perdiendo todas las fuerzas acumuladas y transitamos por la vida como títeres de nuestros propios castillos en el aire. No somos dueños de nosotros mismos, porque ignoramos quienes somos y adonde vamos. Es sencillo no pensar en nada para no pensar en la realidad; es fácil huir de la muerte, intentando apurar la vida, miligramo a miligramo, para no desperdiciarla; pero no es el tiempo que nos ocupa lo que le da valor y sentido a la vida, sino la clase de sentimientos que en ella pongamos. No es en la vestidura por lo que se conoce a un hombre, sino en su nobleza que sentiremos en lo más hondo del corazón.
Nosotros, espíritas por convicción,sabemos que el tiempo no es más que un íntimo factor del camino imperturbable del progreso. Sabemos que todos somos imperfectos y que procediendo del Creador, a Él nos dirigimos cuando nuestras fuerzas flaquean. Conocemos por los estudios que hacemos, la grandeza de nuestro Padre y sus sabias leyes. Sabemos que no hay nada que ocurra por azar, pues este no es un factor divino, sino un término que el hombre ha inventado para explicar aquello que ignora y prefiere seguir ignorando.. Nosotros, espíritas, también sabemos que una de las labores más importantes que hoy día tenemos la totalidad del género humano, es esa reforma íntima que tanto trabajo nos cuesta, pero que tantas satisfacciones nos puede llegar a producir. Jesús nos dijo: "pedid y se os dará", y añadió que recibiríamos ciento por uno de cada acto de amor; Él nunca nos ha engañado. La satisfacción que el hombre de bien siente en su interior cuando la virtud florece en el alma es reflejo de esta sentencia.
No podemos olvidar así mismo, que esta reforma moral emerge de las profundidades del umbral para despertar a la nueva Luz de Paz y Consuelos. En este tiempo en que las almas perciben el momento decisivo que atravesamos para el planeta y luchan por vencer las tinieblas, pero los hay también que prefieren hundirse en el fango, porque no hay perversidad sin ignorancia, ni maldad sin desconsuelo que no pueda iluminar nuestro Padre, por lo que todos los seres, si son tocados en su intimidad por la Luz del Bien, todos regenerarán sus culpas tornándolas motivo de lucha por la Paz común.
Nosotros, conocedores de la Ley de Consecuencias y del Consolador prometido, tenemos el deber de esparcir nuestro conocimiento, sea mucho o poco, porque todo grano de arena dirigido a un mismo fin, se unirá con otros miles de granitos y todos juntos harán una montaña. No caigamos en el error de creernos inferiores para nuestro mal, sino que sabiendo el lugar que cada uno ocupa en la escala de progreso, divulguen ese Evangelio de paz, que tanto conforta a las almas que de verdad quieren escucharlo. Nosotros, seres angustiados por nuestras culpas milenarias, y ansiosos de Luz, nos brindan la confirmación de creer de nuevo en la esperanza y luchar por ella, pues sabiendo que el pensamiento no tiene fronteras, ¡ podemos hacer tanto bien !
.Seamos trabajadores del bien, para que este bien que tanto nos hace el Evangelio de Luz, se extienda e ilumine los rincones obstruidos por la oscuridad y así puedan las almas ver un camino posible para poder avanzar, que si bien no les librará de los pesares, sí les dará la fortaleza para comprender que todo sufrimientoi tiene su utilidad y que con Amor podemos convertir un suelo improductivo en un campo fértil para que otros puedan plantar. Tenemos el deber de esparcir la semilla de la Paz, porque el que mucho recibe, mucho tendrá de dar. Esta es Ley Divina, ¡ que en su justicia nos guíe !..
- Grupo Espirita Sagrada Familia-
( De la Revista Fraternidad Cristiana Espírita)
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CUALIDADES DE LA ORACIÓN
Sencillamente, todo
se resume en una cuestión de sintonía vibratoria, o sea, buscar la misma
sintonía mental y sobre todo en cuanto a sentimientos, con la propia Vibración
Divina que un día del pasado muy lejano en el tiempo, fue nuestro origen y
punto de partida. Conectar con la Mente
Divina, en realidad solamente es una aspiración, pues nuestras mentes humanas
están todavía tan alejadas de la vibración Divina, que si es posible dicha
conexión, es solamente porque Dios siempre está pronto a recibirnos y con su
Vibración Divina nos ayuda a depurar nuestra vibración espiritual humana y así
se nos permite poder aproximarnos cada vez más a Él,
Por eso para orar
no se necesitan palabras; basta con el pensamiento acompañado del sentimiento
sincero, siempre desde una posición de sincera y profunda humildad;
la oración así, debe ser una
vibración de gratitud, amor y
admiración hacia el Padre, nuestra Fuente de Origen, reconociendo y dándole
gracias por Su magna obra, por Su bondad y por el Amor que plasma en toda Su
creación y en sus criaturas, unificando
nuestro Amor con Su Amor.
La oración que
parte del alma no necesita de palabras, solo de sentimientos, pues estos son la
vibración del alma que mejor llega al
Padre sin interferencias. Las interferencias que distorsionan la emisión del
alma humana cuando por la oración trata de sintonizar con Dios, son las
imperfecciones humanas, sobre todo el
orgullo y la vanidad de creernos merecedores de algo, o mejores, o
superiores a los demás. También lo es la falta de disciplina mental, incapaz de
centrarse y controlar a la mente cuando
no cesa de ir alocadamente por
sus fueros como un caballo desbocado.
No es necesario que
pidamos a Dios con palabras, porque Él ve nuestros pensamientos y nuestros sentimientos. Sin palabras le podemos transmitir así nuestros
sentimientos , agradecimientos e inquietudes. Él sabe de nuestras necesidades y
siempre nos ayudará en la medida de nuestro merecimiento por como actuamos ante
las pruebas de la vida que El permite o dispone para nuestro bien, según lo que
nuestro espíritu requiere para evolucionar durante su estancia en este mundo.
De otra parte,
la oración no puede ser sincera y sentida, y por tanto no puede llegar a Dios y
ser eficaz, si cuando tratamos de orar sabemos que mantenemos alguna deuda
pendiente con alguien a quien por cualquier motivo guardamos algún
resentimiento. Dios siempre escucha nuestro corazón y nos perdona en la medida
en que nosotros somos capaces de perdonar
a los demás. Recordemos la oración que Jesús nos enseñó, en su parte que
dice: “ perdona nuestras ofensas Así como nosotros perdonamos a quienes nos
ofenden” . Cuando el caso sea al revés, o sea, que sean otras las
personas quienes nos guardan
resentimiento, si es con razones reconocidas, pidámoles perdón y si no
lo son, ofrezcámosles nuestra amistad y nuestro diálogo para allanar esos
baches que a veces surgen en las relaciones humanas. Siendo así, si somos
rechazados, aunque nos pueda doler, sabemos que podemos seguir por la senda de
la vida con la tranquilidad de una conciencia en paz que ha cumplido con sus
obligaciones morales.
En síntesis, la
oración es una necesidad espiritual, pero cuando oremos procuremos que nuestro
corazón esté limpio de cualquier cosa que sea negativa y contraria a la
Caridad. Limpiemos antes nuestro corazón
y transmutemos los sentimientos negativos en Amor , perdonando y pidiendo perdón cuando
así lo señale nuestra consciencia. Que
nuestro sentimiento amoroso busque a Dios y que sepamos dejar en Sus manos
nuestros asuntos terrenales, por los que deberemos luchar y trabajar, pero
sabiendo que detrás de nuestro esfuerzo está Su ayuda a través de los hermanos
y amigos del Plano espiritual.
Jose Luis Martín
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MEDIUMNIDAD Y EVOLUCIÓN
Reconociendo la mediumnidad como la facultad que permite a los hombres de la Tierra mantener contactos con las dimensiones del Infinito, se hace necesario alimentar los medios por los cuales se puede lograr evolucionar, por su intermedio.
Siempre que el Señor busca a la criatura humana,invitándola a prestar servicios en pro del bien, ella deberá,entonces,hacerse puente para que:
El egoísmo se convierta en altruismo;
la pereza se deshaga en laboriosidad positiva;
la enfermedad se torne salud;
la ignorancia, se torne conocimiento;
el llanto de agonía se transforme en sonrisa de armonía;
la incomprensión se mude en entendimiento;
la vanidad dé ocasión a la simplicidad;
el orgullo desaparezca en la humildad;
la sombra se diluya ante el esplendor de la luz.
Cuántos, en el mundo están aguardando posibilidades de ejercer la mediumnidad grandiosa y fulgente lejos de las disciplinas que el contacto con el Mundo Invisible exige del candidato a servidor.
Tiene que desarrollarse el ndivíduo, en las lides del estudio y de la fidelidad al Señor en la vivencia genuinamente espìrita y en la prontitud para servir.
Así, teniendo la mediumnidad de Cristo el objetivo de abrir las puertas de las percepciones gloriosas del infinito, permitiendo que se eleve la Humanidad a las cimas del progreso, estaremos con su ejercicio sano impulsando nuestra evolución general tan soñada por las criaturas.
La mediumnidad en el mundo propicia al mismo tiempo,la renovación de los que están atentos a sus enseñanzas,favoreciendo, además, el progreso socio-moral de todos, gradualmente.
El Espiritismo, sin duda, reclama de los que se envuelven delicadamente en sus mieses, la conquista y el perfeccionamiento de las virtudes, como expresión de mediumnidad feliz.
Más allá de esto, el Espiritismo se abre como diáfana claridad, albergando bajo su luz a todos los que en la mediumnidad encontraron motivación para hacerse útiles a la vida, avanzando hacia Dios.
Apoyados, entonces, en la certeza de que la donación de nosotros mismos efectuada por medio de la lid mediúmnica, caritativa e instructora nos va impulsando hacia altas cimas, avancemos, sin cesar, sin temores y sin cansancios, contribuyendo a la renovación de la Tierra y a la evolución de toda la Humanidad.
(Mensaje psicografiado por el médium Raul Teixeira en el Círculo Espírita "Evolución" en Neva Huila- Colombia- durante el 3º Congreso Espírita Colombiano. Tomado del Reformador de agosto de 1988)
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EL HÁBITO DE PERDONAR
Podemos estar abiertos, o no, a la práctica del perdón. Por lo general las personas todavía necesitan abrirse a esa práctica; se hallan cerradas y pocas son las que perdonan desde el fondo de su alma. No existe el hábito del perdón en el individuo y a eso se debe el cúmulo de dolores que conserva dentro de sí mismo. El disgusto es como una espina que lleva clavada, y mientras no la extraiga le producirá sufrimiento. Ese hábito de no perdonar deriva del predominio que todavía tienen en él los sentimientos inferiores. El orgullo, la vanidad, el egoísmo, la violencia, el rencor, etc. aún subsisten y generan resistencia a los hábitos virtuosos. Sin embargo, es conveniente considerar que la repetición del perdón tantas veces como sean necesarias, conducirá al descubrimiento de esa virtud, que de acuerdo a lo previsto, pasará a formar parte del patrimonio moral del ser humano. Cuanto más sea ejercitada, más fácilmente serán adoptadas las nuevas actitudes relativas a perdonar.
Al mirar a los otros desde el corazón, buscando en ellos señales de gentileza, generaremos una predisposición al perdón. En un primer momento no estaremos habituados a realizar esas observaciones, pero a medida que pase el tiempo, nos resultará más sencillo. Podemos practicar el perdón varias veces al día, en principio con personas que no estén entre nuestras relaciones amistosas, hasta que ese gesto llegue a ser automático. La Doctora Robin opina, que comenzar la práctica por territorio neutral facilita la aceptación de la mente, hasta que esta consiga admitir el perdón en general sin mayores resistencias.
El autoperdón también está incluido entre los hábitos saludables del ser humano. Obsérvate a tí mismo con bondad. Quien se perdona a sí mismo tiene condiciones para perdonar a su prójimo. Muchas veces criticamos con excesivo rigor nuestras propias acciones y no nos perdonamos ciertos deslices. En otras ocasiones nos torturamos tan intensamente que llegamos a crearnos un sentimiento de culpa, terrible remordimiento que consumirá nuestras defensas psíquicas. De ahí a las enfermedades psicosomáticas hay un solo paso. Contémplese con compasión y considere que al igual que los demás, está realizando un viaje de perfeccionamiento. Si no eres capaz de perdonarte tampoco podrás perdonar a los otros, y no es ese el objetivo de la vida. < La ley del perdón llegó para advertir al ser humano sobre la necesidad de expulsar de su alma todo vestigio de remordimiento o rencor>. Esa ley establece uno de los aspectos importantes de la felicidad humana: el perdón a sí mismo y a los demás. Cultiva el hábito de perdonar. Haz del perdón tu senda hacia la paz interior. Ten la certeza de que el perdón representa el punto final de una batalla contigo mismo, con tus familiares, con tus amigos, e incluso con tus enemigos. Significa el alivio del dolor, la curación de la tristeza del corazón y la posibilidad de vivir con mayor compasión y autorespeto. Eso mismo afirma Robin Casagian:
" Cuando perdonamos y somos perdonados, nuestras vidas se transforman"
- Jason de Camargo- (Educación de los sentimientos)
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Dios no
castiga
¿ Puede ser
un reajuste del karma, cada vez que una criatura nace enferma o con
deficiencias físicas o psíquicas?
Interesante
cuestión, que una señora con inquietudes espirituales, le expuso a mi amigo y
hermano Cassio hace cierto tiempo. Él vino a responder lo siguiente:
“Con ayuda de
los buenos espíritus, vamos intentar explicar a su amiga que pasa...
Primero vamos a recordar los puntos fundamentales establecidos por
Jesús en su pasaje por nuestro orbe e
indiscutibles desde el punto de vista cristiano.
Dijo Jesús:
"No cae la hoja de un árbol sin la voluntad del Padre"
Dios en su infinita sabiduría sabe lo que permite y con que finalidad.
Nada sucede en vano. A pesar de
las apariencias de castigo para el espíritu que vino a este mundo, puede ser
esta vida dolorosa o dura, fundamental
para la experiencia de todos los miembros de la familia.
Nuestro Padre nunca envía una prueba mayor que nuestra capacidad de
enfrentarla, o sea, en primera instancia, todo está preparado y adecuado a las
fuerzas de los implicados, para seguir adelante.
Si en este
instante su amiga empieza a preguntarse de que va este hecho. ¿ Por qué entre
tantos en la Tierra, precisamente su hijo
tenía que venir en estas condiciones?. Pues entramos en el momento necesario de exponer la multiplicidad de las
encarnaciones que se nos ofrecen para afrontar nuevas pruebas que nos hacen
crecer y también esta vuelta al plano material actúa como el escenario sobre el
que se desarrollan las historias y vicisitudes que son reguladas por la Ley de
Consecuencias.
André Luiz por su parte, nos esclarece diciendo que hay
encarnaciones que actúan como un filtro o una esponja en las cuales las
enfermedades absorben imperfecciones de nuestro espíritu que no pudieron
ser solucionadas en el mundo espiritual y necesitan del plano físico para restablecer
la salud del espíritu.
Por tanto el nacimiento en estas condiciones ha podido ser un
beneficio, no un castigo, pues Dios siempre establece las cosas para nuestro
bien y no para castigarnos, aparentemente, sin un fundamento. En nuestra
trayectoria rumbo a la luz, nosotros vamos definiendo cuales los mejores
caminos para llegar a nuestra meta.
Hoy, con los recursos de terapia de que disponemos y dependiendo del
país en donde ha nacido, podrá el sujeto enfermo o disminuido llevar una vida
normal sobre diversos aspectos.
En España, y en otros países civilizados, el estado ofrece muchas
opciones para nuestros hermanos que han venido al mundo bajo estas
características.
Lo más importante es recordar que esta situación no es un problema,
sino una oportunidad preciosa para que él y los que le rodean, crezcan juntos y
que después de esta vida, hay una nueva
vida donde los justos, los humildes, los que aceptan la prueba sin reclamar y
sin blasfemar, estos recibirán la paga por su conducta.
Este ser humano “ disminuido” o enfermo, es un regalo del Creador a
quien él o sus padres deberán presentar cuentas cuando termine esta vida que
ahora está en sus manos y principalmente en su corazón, el no tropezar. ¿ Y por qué es un regalo?, pues porque siempre estas vidas son difíciles y hasta penosas para el afectado, como para su familia directa ( padres,hermanos, abuelos, etc), y esta situación humana, bien superada con ayuda de la Espiritualidad, les lleva a purgar faltas pasadas de ese Espíritu, y a desarrollar el progreso evolutivo de las personas implicadas, que tienen que verse impelidas a afrontar tantos problemas humanos complejos y duros, que estas situaciones suelen acompañar.
Cassio López- Trabajo adaptado y ampliado por J. L. Martín
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