jueves, 3 de octubre de 2019

¿ Qué espera usted de la vida?

   INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.-Estudiar a Kardec y vivir de acuerdo con sus libertadoras enseñanzas
2.- A pesar de todo....
3.- Evolución del Espírita
4.- ¿Cómo identificar nuestros defectos espirituales?
5.- ¿ Qué espera usted de la vida ?




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Estudiar a Kardec y vivir de acuerdo con sus libertadoras enseñanzas

Espíritu Carlos Imbassahy

     Cuantos afirman que la obra de Allan Kardec está superada, se equivocan.

      La realidad es que la Codificación elaborada por el insigne pedagogo y filósofo lionés, bajo la orientación del plano espiritual superior, permanece inédita para la gran mayoría, principalmente para muchos que hoy se encuentran vinculados a las filas del movimiento espírita.

     Por eso mismo, se impone el imperativo inaplazable de estudiar a los que anhelan conocer la verdad del Cristianismo redivivo, verdad que la Doctrina Espírita restaura en la actualidad terrestre. 

     Tengamos siempre presente que el maestro lionés no creó una filosofía de carácter personal. Así mismo, aliando, en su extraordinario esfuerzo de síntesis, Ciencia y Religión, lanzó las sólidas bases de la Fe Razonada, a través de la cual se hace posible que el hombre alcance el conocimiento pleno de las Leyes de la Vida, y consecuentemente, de sí mismo. 

     Al afirmar que el Espiritismo sería el más poderoso auxiliar de la religión en el combate al materialismo deprimente, Kardec extendió fraternal socorro a la creencia convencional, sitiada en sus propios dominios por el avance de la tecnología moderna, porque no se limitó a teorizar simplemente, antes experimentó en el laboratorio de las reuniones espíritas, investigó con seriedad, consultó a las inteligencias de lo Invisible, sondeó lo Etéreo y, por fin, trajo a la luz El libro de los Espíritus, la base inamovible de la Tercera Revelación.   

       Consideró aun, con el buen sentido de quien fuera una de las figuras más brillantes del siglo que lo vio nacer, que la Doctrina Espírita, en su natural dinamismo, acompañaría paso a paso, el progreso científico, lo que le permitiría no estancarse ni negarse a establecer cambios, cuando fuese necesario someterse ante los hechos nuevos que quedasen claramente demostrados por la ciencia. 

      ¡Es que, por encima de todo, Allan Kardec fue amigo sincero y leal de la Verdad, identificándose, en espíritu, con el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, que prometió enviar al mundo, en época oportuna, las luces inconfundibles del Consolador!... 

     Correspondió a Allan Kardec desentrañar de la letra ─mensajes recibidos mediúmnicamente─ el espíritu de las verdades eternas, pues las lecciones del Verbo Divino yacían, hasta entonces, eclipsadas en las sombras de intereses inmediatistas de hombres que desgraciadamente no dudaron en permutar la Verdad por ciertos valores transitorios de la vida. 

      Así, pues, a pesar de las conclusiones apresuradas de los llamados “innovadores”, el Espiritismo prosigue y proseguirá siempre en su marcha victoriosa porque antes de vincularse a las instituciones cambiantes del mundo, es la Doctrina de los Espíritus que tutelan desde lo Más Alto, bajo la égida del Señor, el progreso de la Humanidad, los mismos que viven emprendiendo continuados esfuerzos para que se mantengan inalterados y siempre vigentes en sus principios fundamentales. 

     Sin embargo, para tal fin, es importante que cada trabajador espírita cristiano, actualmente encarnado en el planeta, lo estudie para conocerlo mejor y que sobre todo, procure vivir de acuerdo con sus libertadoras enseñanzas, porque la palabra por más erudita que sea, no sustituye al ejemplo más humilde.

      Recordemos que Jesús, el Cristo de Dios, nos legó el Evangelio sin escribir por sí mismo una sola palabra, no obstante, sus hechos iluminaron los siglos, despertando conciencias y enalteciendo corazones. 

     ¿Sería justo hablar de la superación del Pentateuco codificado por Kardec, cuando aún no se tiene la comprensión plena de su lúcido mensaje?

      ¡Espíritas hermanos, estudiar el Espiritismo y vivir de acuerdo con su libertadora enseñanza, que revive y explica a Jesús, he aquí en suma, ahora y siempre, el derrotero para cuantos desean penetrar en los dominios de la sublime iniciación a la Verdad, que regenera, educa, perfecciona y eleva!... 

(Mensaje recibido por el médium Carlos A. Baccelli en reunión pública del Grupo Espírita da Prece, en Uberaba, Minas Gerais, Brasil)

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 A pesar de todo ... 

¡A pesar de todo estamos progresando...!
Pudiera parecer el titular de una crónica empresarial tras el despido de pobres trabajadores cerniendo penuria y crisis entre sus desafortunadas familias pero representa apenas nuestra visión optimista y espírita de los acontecimientos actuales.

A pesar de seguir llenado nuestros cielos de pájaros de muerte, vertiendo estruendos de miseria y desgracia.
A pesar de extenderse el odio entre muchos hombres.

A pesar de mantenerse aún el egoísmo que durante siglos ha llevado a los dirigentes de las naciones a la conquista del oro, ya tuviese tonalidades doradas o negras. Conquista del poder, de la riqueza, de la supremacía por encima y a pesar de la vida de muchos, llenando el mundo de trincheras y de sangre. A pesar de que aún niños derramen lágrimas por cuestiones que nunca llegarán a entender porque en realidad nadie en su sano juicio podrá explicar jamás, el porqué de tantos dolores.

A pesar de todo hoy somos mejores que ayer y peor que mañana, porque la evolución es constante y con nuestra complacencia o no, mejoraremos por el dolor o por el amor. De nosotros dependerá que en nuestro esfuerzo por el bien salgamos del sufrimiento y convirtamos este planeta en el hábitat de espíritus sin la necesidad de expiar sus errores del pasado. Necesidad misericordiosa pues es gracias a ella que marcharemos en la conquista de la felicidad.

Somos optimistas y creemos que la paz definitiva no está tan lejos, pero para conquistarla, para ser merecedores de ella cada uno de nosotros debe emprender una guerra interior contra el egoísmo, la vanidad, el odio y la tiranía.

Trabajar contra la ignorancia de los pueblos para que ya no existan mas gobiernos militares y dictatoriales. Para que el hombre pueda luchar contra las injusticias pero emulando a Gandhi a través de la no violencia.

Enseñar y sobre todo educar para aprender a perdonar.

Y en esta tarea participa el plano espiritual sobre nosotros, no entre aquellos que por su egoísmo y odio están sordos a sus voces, sino entre todos aquellos hombres que irán construyendo un mundo mejor desde su tolerancia.

Extraído de la editorial de la revista Informativa de la FEE


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Evolución del Espirita


 En un principio el Espiritismo, apareció bajo un carácter estrictamente fenoménico. En aquellos momentos, era más importante dar, que hacer pensar a la humanidad, acerca de la existencia o no del denominado mundo de los muertos.
El espiritista de aquella época, era más bien un curioso que buscaba el fenómeno por simple distracción, ignorante a todas luces de la importancia y responsabilidad que una manifestación espiritual tiene. Acorde con esta actitud, los individuos que asistían a dichas sesiones, no tenían conciencia de que junto al fenómeno, se intentaba crear una responsabilidad y una nueva actuación moral en aquellos que eran capaces de comunicarse con el “Más Allá”.
El siguiente paso sería el decisivo, se hacía necesaria una orientación y un camino a seguir, por ello llegó a la tierra el codificador.
Al mismo tiempo, que se marcaban pautas de conducta y se daban respuestas a las múltiples preguntas que el hombre se hacía a través de las leyes espirituales: Reencarnación, Causa y Efecto, etc.; la codificación, venía a configurarse como una nueva revelación de los planos espirituales, capaz de comprometer al hombre que siguiera sus enseñanzas, a un cambio profundo en su fuero interno y en sus actuaciones de cara a los demás.
Una vez la codificación fue concluida y dada a conocer por el mundo; aquellos que asistían a las sesiones de Espiritismo por simple curiosidad y que no quisieron aceptar el nuevo mensaje, fueron poco a poco distanciándose de aquellos otros que con una mentalidad más abierta, supieron analizar y aceptar como propias las nuevas ideas que la codificación aportaba. Estos últimos intentaron llevar un cambio a sus vidas, asesorados por los espíritus de luz con los que se comunicaban y guiados por el nuevo código moral que, desde lo Alto, acababa de derramarse sobre la tierra, para la renovación del hombre.
A partir de este momento, aquél que quería ser Espiritista, se debía de comprometer en conciencia, a una nueva actitud moral; esto, quizás disminuía el número de adeptos, pero sin embargo beneficiaba a la doctrina, porque se estaba seguro de una mayor calidad que cantidad.
Pese a todo, si el Espiritismo no ha alcanzado todavía objetivos de grandeza, no podemos caer en el error de achacar esto a la mala imagen y propaganda que de él se ha hecho. Hemos de reconocer, que en este sentido, los Espiritistas tenemos también gran parte de culpa; puesto que muchas veces hemos contribuido a empañar el mensaje de la doctrina con nuestra actuación personal, al no haber intentado en nosotros esa renovación moral que es la base de la codificación.
Por ello, es necesaria una reactivación; reactivación que contemple aspectos tan importantes como: una mentalidad más abierta, una mayor adaptación a los tiempos y circunstancias que hoy vivimos, un olvido de los prejuicios sociales así como de todo aquello que pueda limitarnos a divulgar ampliamente la doctrina.
Y sobre todo, es necesario basar esa renovación en un ofrecimiento sincero y sencillo hacia los demás, en un respeto hacia las otras ideas o corrientes que puedan tener los que vengan a escucharnos y por último en un olvido de vanidades y orgullos para incorporar en nosotros permanentemente el patrón de la humildad.
Aspectos muy importantes de la nueva situación sería, el intentar ponernos al corriente de las necesidades espirituales que esta sociedad tiene, para de esta forma poder dar a todo aquel que se nos acerque, lo que más le pueda servir para su realización espiritual; no caigamos en el error de ofrecer aquello que nosotros no podemos dar, intentemos ponernos en el lugar de los demás, para de esa forma practicar mejor la caridad.
El espírita debe ser consciente de cuál es su misión y responsabilidad: estamos llamados a ser la luz de una humanidad en crisis, y esto, solamente lo podremos realizar, si primero hemos conseguido internamente la paz que, queremos y tenemos la obligación de dar a los demás.
Así pues, podemos concluir diciendo que a lo largo del tiempo, se han ido observando cambios en la actitud del espírita, estas modificaciones han sido motivadas por multitud de circunstancias: sociales, de mentalidad, espirituales, etc...
No obstante, siempre y cuando hayan servido para una mayor comprensión y análisis de las verdades divinas y del desarrollo del Amor en el hombre, es obvio, que dichas modificaciones han sido altamente beneficiosas.

Tomado del Congreso Nacional de Espiritismo 1981
Publicación De La Asociación Parapsicològica
Villenense


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¿Cómo identificar nuestros defectos espirituales ?

      Creo que no hay nadie en este mundo, que no tenga algún defecto espiritual; si alguien no los tuviese, es porque sería perfecto y esa perfección no le habría traído a  tener que reencarnar en un mundo de expiación y pruebas como lo es el planeta  Tierra.
Con un conocimiento espiritual adecuado,  con la práctica de la meditación y profundizando en el análisis de nosotros mismos, cada persona puede y debe  identificar y valorar  la clase de defectos espirituales que porta en su alma, y el grado en que los padece, no conformándose con ellos alegando en su descargo, que "es culpa de Dios, porque Él los ha hecho así". Esta claro que a quienes así se excusan, les falta el adecuado conocimiento espiritual, y se necesitan muchas existencias humanas para erradicar los defectos espirituales, pero una vez detectados, si nos conformamos con ellos y no los combatimos, nos costarán muchas más.
Debemos tener claro que el principal motivo de nuestra presencia en la Tierra, es la lucha y esfuerzo por erradicar los defectos morales que portamos, pero para eso, antes es necesario detectarlos e identificarlos.
Cuando  hacemos  meditación y  autoanálisis, sobre todo en las primeras prácticas, es raro de que no nos sorprendamos íntimamente al comprobar que llevamos mucho más lastre en el alma a causa de tantos defectos  que tenemos, de lo que suponíamos.
Por ejemplo, si en este análisis comprendemos que sentimos  deseos de admiración y si nos agradan los elogios que los demás nos puedan dirigir, posiblemente esto sea síntoma de que somos orgullosos o vanidosos.   Si censuramos las faltas de los demás, y nos sentimos empequeñecidos ante quien sobresale en algo, también es claro síntoma de vanidad o de envidia.  Si alguna vez hemos ayudado a los demás con cierta ostentación, mas o menos disimulada, el acto de ayudar  está muy bien, pero  habremos destapado nuestra   vanidad  y además con  exibicionismo.
 Es necesario saber perdonarnos a nosotros mismos, pero esto no significa que debamos justificar íntimamente nuestros defectos morales, sino que una vez descubiertos  no nos debemos engañar, ni podemos engañarnos, por lo que debemos  aceptar humildemente e íntimamente, nuestro retraso evolutivo, sabiendo que tenemos la obligación moral de combatirlos y tratar de vencerlos, sin perder de vista que en este mundo uno de los principales objetivos que tenemos todos es el de la evolución y mejora  espiritual, imposible de lograr sin antes haber conseguido aligerar el lastre moral que acompaña nuestra alma.

- Jose Luis Martín-

              
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¿ QUÉ ESPERA USTED DE LA VIDA?

 Alguien le hizo alguna vez esta pregunta: "¿Qué espera usted de la vida"?. Si eso ya aconteció es una señal de alerta que no puede ser despreciada, o sea, que están pensando que usted no tiene objetivos para vivir, que usted es de aquellas personas que van pasando por la vida según los acontecimientos, sin visión de futuro. Si eso está sucediendo, ¡ Cuidado !. No estamos reencarnados para "vivir por vivir", sino para combatir en nosotros las malas tendencias y trabajar incesantemente para hacer crecer nuestras virtudes. Entonces podemos decir que nuestro primer objetivo en la vida es que  aprendamos a amarnos. 
Otro objetivo en la vida, y muy importante, es que estamos  en esta existencia para aprender a amar también a nuestro prójimo. Por ese motivo el Espiritismo nos incentiva a que trabajemos la convivencia, cuando tenemos la oportunidad de aprender a ejercitar la comprensión, la renuncia, la compasión, la gratitud, la cooperación y otras cualidades morales que nos ayudan a reparar el mal que tal vez hicimos a otras personas en el pasado, o sea, en existencias anteriores.
Y aún tenemos un tercer objetivo para vivir: aprender a amar a Dios- Eso se da en la medida en que ayudamos al planeta a mantener su equilibrio natural; cuando cooperamos en la llegada de la justicia social; cuando combatimos la guerra con la no violencia; cuando estancamos la corrupción con la honestidad, o sea, cuando ponemos en acción la gran enseñanza de Jesús: hacer al otro lo que nos gustaría que el otro nos hiciese.
Ahora ya podemos pensar con mayor profundidad sobre lo que estamos haciendo en la Tierra, y responder mejor a la pregunta título de este texto: ¿ El qué quiere usted de la vida?
Como espíritu inmortal reencarnado y conocedor de que la muerte no existe, no hay más que "dejarme llevar en la vida",¿ no es lo mismo?. Y si usted está pensando que el dinero nace en los árboles y que la felicidad cae del cielo, no se engañe más- La divina Ley de Evolución establece que quien acelera el proceso o se estaciona, somos nosotros mismos, y no existe nada peor que, al desencarnar en el mundo espiritual. recibir la noticia de que vamos a tener que comenzar todo de nuevo.
-Marcus De Mario - (Educador; Escritor y Conferenciante)
( Tomado de la Revista  Vera Luz ) 

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