1.- Amigos para siempre: Hermanos del Alma
Psicografía de Chico Xavier
2,. Psicología: Mecanismos de defensa
3.- ¿ Es el Espiritismo una religión?(1)
4.- ¿Los apasionamientos son negativos?
5.- Los espíritas oramos pero no rezamos
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AMIGOS PARA SIEMPRE : HERMANOS DEL ALMA
El alma recorre siglos y siglos en permanente y constante necesidad de progreso y evolución. El hombre es un ser gregario por naturaleza, y en las relaciones con los demás se forjan afectos y desafectos, amistades y enemistades, amor y odio, todo ello como consecuencia de nuestras apariciones en la vida física y de la forma en que nos desenvolvemos en ella.
En el transcurso de los milenios, las almas se entrelazan y establecen relaciones de amor-odio, afecto y gratitud, venganza y poder, sumisión y esclavitud, imposición y dependencia, obsesión posesiva y respeto edificante, etc. Esto termina apareciendo en el crisol de las relaciones humanas; sin embargo, la tarea del alma es ganar para su causa los afectos que permanecerán en el tiempo, dándose, esforzándose, comprendiendo, perdonando y amando.
Es por ello que, transmutar el odio por amor o la imposición por el respeto al semejante, son lecciones que el alma humana aprende muchas veces a través del dolor, viviendo en sus propias carnes las actitudes y acciones que adoptó frente a los demás. En muchas ocasiones, hasta que no se viven los efectos de la aflicción derivada del comportamiento criminal con nuestros semejantes, el alma no reacciona, pues cree obrar consecuentemente, dando rienda suelta a su egoísmo, sin pensar en los demás.
Es por ello que las lecciones de ir sembrando el bien, afianzando lazos de amistad y fraternidad mediante la entrega a los demás, genera enormes beneficios para el presente y el futuro del alma humana.
Sabemos que la muerte no existe para el alma. Y que el tránsito a la otra vida nos reúne con espíritus afines a los que amamos, a los que queremos y con los que construimos familias, amigos…, además de enfrentar retos de progreso y evolución. Por ello, en su compañía nos encontramos felices, sentimos la alegría del reencuentro y experimentamos el amor que nos profesamos después de siglos de trabajo conjunto, sufrimiento, bienestar y dichas compartidas.
Estos espíritus de profundas relaciones afectivas con nuestra alma, estos seres que muchas vidas han formado parte de nuestra familia física, son verdaderamente los amigos que -como un tesoro- se encuentran a nuestro lado al traspasar el umbral de la muerte. Cuando nuestra alma desencarna y le llega la hora de partir, aquellos que nos aman y que nos precedieron en ese viaje, aguardan felices y amorosos el instante del reencuentro.
La vibración del amor que experimentan hacia nosotros cuando nos acogen en el otro lado y nos protegen, encaminando nuestra senda en el reingreso en la patria del espíritu, la sentimos como una fuerza poderosa que despeja nuestra mente, aclara nuestras dudas y nos predispone a la nueva etapa espiritual que debemos afrontar. Esta percepción plena de sentimiento amoroso y luz espiritual, nos recuerda al mismo tiempo que el progreso y la inmortalidad de la que gozamos no es posible experimentarla en paz y felicidad si no es compartida con aquellos que se encuentran en el mismo camino junto a nosotros.
Nuestra alma consolida igualmente afectos con otros espíritus también encarnados que, comprometidos, bajan con nosotros en una misma misión de progreso, en la propia familia, amigos, círculo de relación, grupo espiritual, etc.
El amor es la fuerza poderosa que moviliza las relaciones entre espíritus lúcidos. Es por ello que la capacidad del alma para alejarse de las relaciones perturbadoras (egoísmo, posesión, resentimiento, envidia, etc.) de aquellos que se encuentran a nuestro lado , otorga a nuestro ser inmortal la felicidad que anhela aquí en la Tierra, y luego mayormente en el espacio, donde los sentimientos, emociones y pensamientos se expresan con toda su fuerza y claridad al no poseer el freno reductor de la materia física.
Hay ejemplos por millones: espíritus que se aman desde sus primeras encarnaciones en la Tierra como humanos. Otros hay que, habiendo sido enemigos encarnizados en el pasado y sufriendo recíprocamente las maldades del otro, ambos finalmente progresaron, se perdonaron y superaron sus diferencias, convirtiéndose en espíritus fraternos, dedicados el uno por el otro, apoyándose continuamente en las sucesivas encarnaciones y tránsitos de la vida física a la vida espiritual y viceversa.
También están aquellos que no se conocían, pero coincidieron en una etapa de la historia de la humanidad con un compromiso común, una misión a realizar, que exigió de ellos una capacidad de sacrificio heroica, afrontando conjuntamente dificultades inigualables con el fin de elevar su alma a estadios de amor fraterno. A raíz de estas grandes misiones compartidas muchos espíritus se unen en la Tierra y prolongan sus relaciones de amor, respeto, afecto y cariño en el espacio para toda la eternidad.
Otro ejemplo memorable es el de aquellas almas que en su trayectoria cometieron involuntariamente errores imperdonables . Sin embargo, la responsabilidad de sus actos recayó irremediablemente sobre ellos porque perjudicaron notablemente a otros con su actitud, condenándolos a lugares de oscuridad y perturbación en el más allá. Cuando los impulsores indirectos de este perjuicio son conscientes del daño causado, muchos se comprometen en primer lugar a rescatar la deuda contraída, ayudando a aquellos a los que tanto perjudicaron. Y así acontece que, cuando llegan al espacio y recuperan la lucidez se preocupan por rescatar a sus víctimas de las entrañas de la oscuridad en las que se encuentran atrapados.
Son misioneros que arriesgan su equilibrio y serenidad espiritual -todavía no muy elevada- bajando a las zonas profundas del astral inferior a rescatar a aquellos que se encuentran atrapados o sometidos por almas malvadas, ignorantes de las leyes divinas y rebeldes ante Dios. Lugares donde espíritus perversos ejercen su dominio y esclavitud sobre otros, tal y como hicieron en la Tierra. Hasta allí se desplazan estas almas comprometidas con el rescate de sus deudas para liberar de las garras de las sombras a aquellos a los que perjudicaron. A partir de aquí muchos de ellos se reconcilian y se perdonan iniciando lazos de fraternidad y compromiso mutuo que perdurarán durante siglos.
Como vemos, los “amigos permanentes“ con quienes establecemos estas relaciones no siempre son miembros de nuestra familia terrena. Sin embargo esto último no es tan importante, pues todas las almas somos hijas de un mismo Padre, creadas iguales, y forjadoras del propio destino en base al libre albedrío que se nos concede para progresar. Por ello es de justicia considerar, que la mejor denominación que podemos darnos todos los seres humanos es la de considerarnos “hermanos unos de otros”.
Es a partir de este momento cuando el alma humana comprende que la grandiosidad del Amor Divino presenta sus reflejos en el amor humano. Y esta alma inmortal y trascendente comienza a esforzarse por adquirir ese amor del que carece, para entregarlo, no sólo a los seres queridos que se encuentran a su alrededor, sino a toda la humanidad, amigos o enemigos. Entiende y acepta que la humanidad es nuestra familia, y todos los seres inmortales que la habitan somos hijos de la misma fuente creadora y causa primera de todo lo que existe.
Amigos eternos o enemigos irredentos, con el tiempo serán igualmente nuestros “hermanos del alma”. Si no podemos evitar tener enemigos, al menos nosotros no debemos sentirnos enemigos de nadie, orando por aquel que se siente enemigo nuestro, perdonándolo y deseando lo mejor para la rehabilitación de su alma, a fin de poder algún día abrazarlo con auténtica devoción y sincero amor fraterno.
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Si te encuentras triste, eleva a Dios tus sentimientos, meditando en la alegría solar con la que, todas las mañanas, la Infinita Bondad del Padre disuelve las tinieblas, anunciando un día nuevo de oportunidades.
- Psicografía de Chico Xavier-
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PSICOLOGÍA
Reciben la denominación de mecanismos de defensa los procesos psíquicos cuya función es apartar de la percepción consciente aquellos acontecimientos susceptibles de generar angustia. Supongamos que un individuo ha sido paralizado por una señal de peligro: de inmediato se desencadenan elementos mentales de represión que tratarán de impedir la experiencia de acontecimientos dolorosos que la persona no estaba en condiciones de soportar.
Por encontrarse tales elementos en una parte del inconsciente, puede este poner en movimiento mecanismos sin que el individuo lo perciba. El tema fue estudiado por Freud y su hija Ana, en El Ego y los Mecanismos de Defensa. Agregamos en este tema de estudio, pues por lo general utilizamos esos elementos sin darnos cuenta de lo que estamos haciendo.
Eso se debe a que en todo momento procedemos con la intención de preservar nuestra auto-imagen positiva, o sea, de aprobar nuestra conducta y de justificarla tanto como sea necesario.
En ese proceso de preservación de nuestra propia imagen puede suceder, muchas veces, que lleguemos a distorsionar por completo los acontecimientos, sin otro motivo que el de protegernos.
¿ ES EL ESPIRITISMO UNA RELIGIÓN ? (1)
- Por Allan Kardec-
"Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos."- Mateo 18:20
Queridos hermanos y hermanas espíritas:
Estamos reunidos en este día, consagrado por la costumbre de la conmemoración de los muertos, para brindar a nuestros hermanos, que dejaron la Tierra, un testimonio particular de simpatía: para continuar las relaciones de afecto y de fraternidad que existían entre ellos y nosotros en la vida y para llamar sobre ellos la bondad del Todopoderoso. Mas, ¿por qué nos reunimos?. ¿No podemos hacer cada uno en particular, lpo que nos proponemos realizar en común?;¡ Cual será el beneficio que pueda haber en reunirse así en el día determinado?
Jesús nos lo indica con las palabras citadas más arriba. Este beneficio está en el resultado producido por la comunión de pensamientos que se establece entre las personas reunidas con un mismo objetivo.
Pero, ¿se comprende bien el alcance de la expresión comunión de pensamientos?, seguramente, hasta este día, pocas personas se hayan formado de ellas una idea exacta. El Espiritismo, que nos explica tantas cosas por las leyes que nos revela, viene además a darnos el conocimiento de las causas, los efectos, y el poder de esta condición del Espíritu.
Comunión de pensamientos quiere decir pensamientos en común, unidad de intención, de voluntad, de deseo, de aspiración. Nadie puede desconocer que el pensamiento es una fuerza. Pero ¿es una fuerza puramente moral y abstracta?. No, pues si así fuera, no se explicarían ciertos efectos del pensamiento, y aún menos, de la comunión de pensamientos. Para comprender tal cosa,, es preciso conocer las propiedades y la acción de los elementos que constituyen nuestra esencia espiritual, y esto es el Espiritismo quien nos lo enseña.
El pensamiento es el atributo característico del Ser Espíritus, que es quien distingue al Espíritu de la materia: sin el pensamiento, el Espíritu no sería Espíritu. La voluntad no es atributo especial del Espíritu; es el pensamiento que ha alcanzado cierto grado de energía; es el pensamiento convertido en fuerza motriz. Es por la voluntad que el Espíritu imprime al cuerpo y a sus miembros, determinados movimientos. Mas si él tiene la facultad de actuar sobre los órganos materiales, ¡Cómo no ha de ser mayor esta facultad sobre el elemento fluídico que nos rodea !. El pensamiento actúa sobre los fluidos como el sonido lo hace sobre el aire. Tales fluidos transmiten el pensamiento ,como el aire conduce el sonido. Se puede decir, pues, con toda propìedad , que hay en esos fluidos ondas y rayos de pensamientos que se entrecruzan sin confundirse, al igual como en el aire existen rayos y ondas sonoras.
Una asamblea es un foco del que irradian pensamientos diversos; es como una orquesta, un coro de pensamientos en el que cada uno produce su nota particular. Resulta de esto una corriente de efluvios fluídicos que reciben, cada uno de ellos, la impresión de una tonalidad espiritual, así como, en un coro, cada integrante de una tonalidad sonora particular al sentido global de la audición.
Pero así como hay sonidos armónicos y disonantes, también hay pensamientos armónicos y disonantes. Si el conjunto fuera armónico, la impresión será agradable; pero si fuera inarmónico, causará un efecto molesto. Pero para ello no es preciso que el pensamiento sea formulado con palabras; la irradiación fluídica no es menor por cualquiera de las formas con que se lo manifieste. Si todas las expresiones fueran benevolentes, los asistentes experimentarán un verdadero bienestar y se sentirán a gusto; mas si hubiera entre ellos algunos pensamientos malos, estos producirán el efecto de una corriente de aire helado en un medio templado.
Tal es la causa de la sensación de bienestar que se percibe en una reunión simpática en la que reina una atmósfera moral saludable, en la que se está a voluntad. De ella se sale reconfortado porque hemos quedado impregnados de fluidos saludables, y de tal manera se explican, también, el malestar y la incomodidad indefinibles que se sienten en un medio antipático en el que los pensamientos malévolos provocan, por así decir, corrientes fluídicas malsanas.
La comunión de ènsamientos produce, de tal manera, una especie de efecto fisico que se refleja sobre lo moral, y esto es lo que solo el Espiritismo nos podría hacer comprender. El hombre lo siente instintivamente, siempre que procure las reuniones en las que sabe ha de encontrar esa comunión. En las reuniones homogéneas y simpáticas adquiere nuevas fuerzas morales; se podría decir que con ellas recupera las pérdidas fluídicas que tiene diariaamente con la irradiación de su pensamiento, como repone con los alimentos las pérdidas de energías de su cuerpo material.
A esos efectos de la comunión de pensamientos, se suma otro que es su consecuencia natural y que es importante no dejar pasar sin prestar la debida atención: es el poder que adquiere el pensamiento o la voluntad por la suma de pensamientos o voluntades reunidos. Siendo la voluntad una fuerza activa, ella se ve multiplicada por el número de voluntades idénticas, al igual que la fuerza muscular es multiplicada por el número de brazos.
Aceptado este punto, es facilmente concebible que en las relaciones que se establecen entre los hombres y los Espíritus haya, en una reunión donde reina una perfecta comunión de pensamientos, una fuerza atractiva o repulsiva que no siempre posee un individuo aislado. Si hasta el presente las reuniones muy numerosas son menos favorables, es por la dificultad de obtener una homogeneidad perfecta de pensamientos, lo que depende de la imperfección de la naturaleza humana en la Tierra.
Cuando más numerosas son las reuniones, más se mezclan los elementos heterogéneos que paralizan la acción de los buenos elementos que vienen a ser como los granos de arena colocados en un engranaje. Esto no sucede en los mundos más adelantados, pero tal estado de cosas se modificará en la Tierra a medida que los hombres sean mejores.
Para los espíritas, la comunión de pensamientos tiene un resultado aún más significativo. Hemos visto los efectosd de esa comunión de hombre a hombre. El Espiritismo nos prueba que los mismos no son menores que en las relaciones entre los hombres y los Espíritus. En efecto, si el pensamiento colectivo adquiere fuerza por el número, un conjunto de pensamientos idénticos que tenga el bien por objetivo, tendrá más fuerza apara neutralizar la acción de los Espíritus malévolos. Es por ello que estos últimos utilizan la táctica de provocar la división y el aislamiento. El hombre solo puede sucumbir, mientras que si su voluntad fuera apoyada por otras voluntades podría resistir, dado el axioma: la unión hace la fuerza, axioma verdadero tanto en lo físico como en lo moral.
Por otro lado, si la acción de los Espíritus malévolos puede ser paralizada por un pensamiento común, es evidente que la de los Espíritus buenos será secundada eficazmente. Su influencia saludable no hallará obstáculos y sus irradiaciones fluídicas no serán detenidas por corrientes contrarias, expandiéndose sobre los asistentes, precisamente porque todos las habrían atraído con sus pensamientos, y no uno con su exclusivo provecho personal, sino en beneficio de todos conforme a la ley de caridad. -Descenderán sobre ellos como lenguas de fuego, para servirnos de una admirable imagen del Evangelio.
Así por la conexión de pensamientos, los hombres se asisten entre sí, como asisten a los Espíritus y son por ellos asistidos.
Allan Kardec-
(Continúa en el siguiente publicado)
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Si te encuentras triste, eleva a Dios tus sentimientos, meditando en la alegría solar con la que, todas las mañanas, la Infinita Bondad del Padre disuelve las tinieblas, anunciando un día nuevo de oportunidades.
- Psicografía de Chico Xavier-
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PSICOLOGÍA
MECANISMOS DE DEFENSA
Reciben la denominación de mecanismos de defensa los procesos psíquicos cuya función es apartar de la percepción consciente aquellos acontecimientos susceptibles de generar angustia. Supongamos que un individuo ha sido paralizado por una señal de peligro: de inmediato se desencadenan elementos mentales de represión que tratarán de impedir la experiencia de acontecimientos dolorosos que la persona no estaba en condiciones de soportar.
Por encontrarse tales elementos en una parte del inconsciente, puede este poner en movimiento mecanismos sin que el individuo lo perciba. El tema fue estudiado por Freud y su hija Ana, en El Ego y los Mecanismos de Defensa. Agregamos en este tema de estudio, pues por lo general utilizamos esos elementos sin darnos cuenta de lo que estamos haciendo.
Eso se debe a que en todo momento procedemos con la intención de preservar nuestra auto-imagen positiva, o sea, de aprobar nuestra conducta y de justificarla tanto como sea necesario.
En ese proceso de preservación de nuestra propia imagen puede suceder, muchas veces, que lleguemos a distorsionar por completo los acontecimientos, sin otro motivo que el de protegernos.
El estudio de los mecanismos de defensa es importante para el autoconocimiento y nos ayudará a alcanzar mayor conciencia de nuestras responsabilidades.
A continuación enunciamos algunos de los mecanismos de defensa más usuales en nuestro desempeño cotidiano:
1.- Represión.- Expulsa de la conciencia cualquier pensamiento doloroso. De este mecanismo derivan todos los otros.
2.- Negación de la realidad.- Evitamos percibir aspectos que podrían dañarnos. Por ejemplo, la persona trata de no enterarse de los efectos perjudiciales del tabaco o el alcohol, o si su hijo tiene un comportamiento inadecuado.
3.- Proyección.- Cuando somos responsables de un suceso doloroso tendemos a proyectarlo en la dirección de los otros. Ej,: Si un hijo va mal en la escuela, evitamos asumir la responsabilidad y trasladamos la culpa a la esposa o al esposo, a la profesora, etc.
4.- Razonalización.- Cuando tratamos de justificar nuestra conducta incorrecta mediante disculpas. Ej.: justificamos la escasa remuneración para la empleada doméstica, alegando que su trabajo no provoca cansancio, etc. Hasta la eutanasia, en la mayoría de los casos, es una racionalización. Nos valemos de la imagen del enfermo y alegamos que va a descansar, cuando en realidad, buscamos nuestro descanso.
5.- Desplazamiento.- Descargamos en otro los efectos de una acción dañina que hemos recibido. Ej.: si hemos discutido con nuestro marido, nos ponemos agresivos con nuestros hijos, o con el perro.
Cuando los mecanismos de defensa llegan a tener mucha preponderancia, provocan un serio desvío de la conducta y requieren un tratamiento especializado para ayudar al indivíduo a recuperarse y a retornar al cauce normal.
- Jason de Camargo- ( Educación de los sentimientos)
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¿ ES EL ESPIRITISMO UNA RELIGIÓN ? (1)
- Por Allan Kardec-
"Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos."- Mateo 18:20
Queridos hermanos y hermanas espíritas:
Estamos reunidos en este día, consagrado por la costumbre de la conmemoración de los muertos, para brindar a nuestros hermanos, que dejaron la Tierra, un testimonio particular de simpatía: para continuar las relaciones de afecto y de fraternidad que existían entre ellos y nosotros en la vida y para llamar sobre ellos la bondad del Todopoderoso. Mas, ¿por qué nos reunimos?. ¿No podemos hacer cada uno en particular, lpo que nos proponemos realizar en común?;¡ Cual será el beneficio que pueda haber en reunirse así en el día determinado?
Jesús nos lo indica con las palabras citadas más arriba. Este beneficio está en el resultado producido por la comunión de pensamientos que se establece entre las personas reunidas con un mismo objetivo.
Pero, ¿se comprende bien el alcance de la expresión comunión de pensamientos?, seguramente, hasta este día, pocas personas se hayan formado de ellas una idea exacta. El Espiritismo, que nos explica tantas cosas por las leyes que nos revela, viene además a darnos el conocimiento de las causas, los efectos, y el poder de esta condición del Espíritu.
Comunión de pensamientos quiere decir pensamientos en común, unidad de intención, de voluntad, de deseo, de aspiración. Nadie puede desconocer que el pensamiento es una fuerza. Pero ¿es una fuerza puramente moral y abstracta?. No, pues si así fuera, no se explicarían ciertos efectos del pensamiento, y aún menos, de la comunión de pensamientos. Para comprender tal cosa,, es preciso conocer las propiedades y la acción de los elementos que constituyen nuestra esencia espiritual, y esto es el Espiritismo quien nos lo enseña.
El pensamiento es el atributo característico del Ser Espíritus, que es quien distingue al Espíritu de la materia: sin el pensamiento, el Espíritu no sería Espíritu. La voluntad no es atributo especial del Espíritu; es el pensamiento que ha alcanzado cierto grado de energía; es el pensamiento convertido en fuerza motriz. Es por la voluntad que el Espíritu imprime al cuerpo y a sus miembros, determinados movimientos. Mas si él tiene la facultad de actuar sobre los órganos materiales, ¡Cómo no ha de ser mayor esta facultad sobre el elemento fluídico que nos rodea !. El pensamiento actúa sobre los fluidos como el sonido lo hace sobre el aire. Tales fluidos transmiten el pensamiento ,como el aire conduce el sonido. Se puede decir, pues, con toda propìedad , que hay en esos fluidos ondas y rayos de pensamientos que se entrecruzan sin confundirse, al igual como en el aire existen rayos y ondas sonoras.
Una asamblea es un foco del que irradian pensamientos diversos; es como una orquesta, un coro de pensamientos en el que cada uno produce su nota particular. Resulta de esto una corriente de efluvios fluídicos que reciben, cada uno de ellos, la impresión de una tonalidad espiritual, así como, en un coro, cada integrante de una tonalidad sonora particular al sentido global de la audición.
Pero así como hay sonidos armónicos y disonantes, también hay pensamientos armónicos y disonantes. Si el conjunto fuera armónico, la impresión será agradable; pero si fuera inarmónico, causará un efecto molesto. Pero para ello no es preciso que el pensamiento sea formulado con palabras; la irradiación fluídica no es menor por cualquiera de las formas con que se lo manifieste. Si todas las expresiones fueran benevolentes, los asistentes experimentarán un verdadero bienestar y se sentirán a gusto; mas si hubiera entre ellos algunos pensamientos malos, estos producirán el efecto de una corriente de aire helado en un medio templado.
Tal es la causa de la sensación de bienestar que se percibe en una reunión simpática en la que reina una atmósfera moral saludable, en la que se está a voluntad. De ella se sale reconfortado porque hemos quedado impregnados de fluidos saludables, y de tal manera se explican, también, el malestar y la incomodidad indefinibles que se sienten en un medio antipático en el que los pensamientos malévolos provocan, por así decir, corrientes fluídicas malsanas.
La comunión de ènsamientos produce, de tal manera, una especie de efecto fisico que se refleja sobre lo moral, y esto es lo que solo el Espiritismo nos podría hacer comprender. El hombre lo siente instintivamente, siempre que procure las reuniones en las que sabe ha de encontrar esa comunión. En las reuniones homogéneas y simpáticas adquiere nuevas fuerzas morales; se podría decir que con ellas recupera las pérdidas fluídicas que tiene diariaamente con la irradiación de su pensamiento, como repone con los alimentos las pérdidas de energías de su cuerpo material.
A esos efectos de la comunión de pensamientos, se suma otro que es su consecuencia natural y que es importante no dejar pasar sin prestar la debida atención: es el poder que adquiere el pensamiento o la voluntad por la suma de pensamientos o voluntades reunidos. Siendo la voluntad una fuerza activa, ella se ve multiplicada por el número de voluntades idénticas, al igual que la fuerza muscular es multiplicada por el número de brazos.
Aceptado este punto, es facilmente concebible que en las relaciones que se establecen entre los hombres y los Espíritus haya, en una reunión donde reina una perfecta comunión de pensamientos, una fuerza atractiva o repulsiva que no siempre posee un individuo aislado. Si hasta el presente las reuniones muy numerosas son menos favorables, es por la dificultad de obtener una homogeneidad perfecta de pensamientos, lo que depende de la imperfección de la naturaleza humana en la Tierra.
Cuando más numerosas son las reuniones, más se mezclan los elementos heterogéneos que paralizan la acción de los buenos elementos que vienen a ser como los granos de arena colocados en un engranaje. Esto no sucede en los mundos más adelantados, pero tal estado de cosas se modificará en la Tierra a medida que los hombres sean mejores.
Para los espíritas, la comunión de pensamientos tiene un resultado aún más significativo. Hemos visto los efectosd de esa comunión de hombre a hombre. El Espiritismo nos prueba que los mismos no son menores que en las relaciones entre los hombres y los Espíritus. En efecto, si el pensamiento colectivo adquiere fuerza por el número, un conjunto de pensamientos idénticos que tenga el bien por objetivo, tendrá más fuerza apara neutralizar la acción de los Espíritus malévolos. Es por ello que estos últimos utilizan la táctica de provocar la división y el aislamiento. El hombre solo puede sucumbir, mientras que si su voluntad fuera apoyada por otras voluntades podría resistir, dado el axioma: la unión hace la fuerza, axioma verdadero tanto en lo físico como en lo moral.
Por otro lado, si la acción de los Espíritus malévolos puede ser paralizada por un pensamiento común, es evidente que la de los Espíritus buenos será secundada eficazmente. Su influencia saludable no hallará obstáculos y sus irradiaciones fluídicas no serán detenidas por corrientes contrarias, expandiéndose sobre los asistentes, precisamente porque todos las habrían atraído con sus pensamientos, y no uno con su exclusivo provecho personal, sino en beneficio de todos conforme a la ley de caridad. -Descenderán sobre ellos como lenguas de fuego, para servirnos de una admirable imagen del Evangelio.
Así por la conexión de pensamientos, los hombres se asisten entre sí, como asisten a los Espíritus y son por ellos asistidos.
Allan Kardec-
(Continúa en el siguiente publicado)
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¿Los apasionamientos son negativos?
Los
apasionamientos pueden ser negativos cuando llegan a llevarnos a caer en la ceguera mental del fanatismo, y sus efectos
resultan nocivos para uno mismo o para los demás..
La pasión se
convierte en un factor negativo cuando es irracional. El apasionamiento en sí
mismo es bueno y necesario como motor impulsor de nuestros actos, pero se puede
transformar en factor negativo
cuando este da paso al fanatismo, que es una pasión ciega e irracional.
Cuando se abusa de este apasionamiento irracional y
fanático, se llega a perder la capacidad de pensar y hasta
el control sobre si mismo, y esto puede
llevar hasta una exaltación incontrolada de la razón, o sea,
una sinrazón. Este apasionamiento se
vuelve peor aún cuando nos lleva hasta
extremismos tales como los resentimientos, los odios, los rencores, etc.
El
apasionamiento excesivo suele llevar a
estados de fanatismo, pero a su vez la persona fanática es la que mas
fácilmente llega hasta el apasionamiento extremo. Es como si ambos estados
negativos, se alimentaran mutuamente y fueran unidos de la mano. Los fanatismos
extremos suponen estados alterados e irracionales de la mente que llevan a adoptar posturas que la
soberbia aumenta e incita a defender
ciegamente.
El apasionado
fanático cree haber encontrado la verdad y adopta postulados ciegos e
inamovibles, atrincherándose detrás de
las enseñanzas procedentes de una sola fuente de información, sin antes haberlas
analizado y contrastado con otras diferentes, a las que sistemáticamente
rechaza defendiendo sus posiciones adoptadas. Esta ciega postura , llevada al extremo, puede degenerar en cualquier clase de violencia.
Otro aspecto que
muestra lo negativo de la pasión excesiva llevada hasta el fanatismo, es que
incurre en una falta de caridad hacia quienes difieren de sus posiciones, sin
admitir que puedan llevar alguna razón en sus opiniones diferentes y llegando a veces a negarles hasta el favor
o caridad de escucharles.
Se puede ser
fanático o muy apasionado, ante diversos motivos y temas, como lo es el deporte
de competición, los espectáculos, las ideas políticas, etc.
Para no caer en esos
estados de apasionamiento negativo y de fanatismos , es necesario aprender a
dominar siempre nuestros impulsos, controlando nuestras emociones, porque
si no se controlan, estas van profundizando cada vez más por repetición, como
muy saben los psicólogos.
Conociendo lo
que es el fanatismo y sus riesgos, debemos evitar caer o reincidir en esa
trampa para no volvernos personas
intransigentes.
Por tanto, por
muy seguros y convencidos que estemos de nuestros propios criterios; por mucho
que volquemos nuestras simpatías por algo o por alguien, debemos esforzarnos en
respetar las opiniones ajenas, considerando que todos tienen el mismo derecho a
opinar que nosotros y cada cual puede opinar libremente, según su personal criterio.
Asimismo debemos
vigilar nuestros sentimientos y reacciones, sin permitirnos ninguna explosión emocional exagerada, y debemos procurar no engañarnos ni cegarnos con
nuestras ideas y creencias, teniendo, cuando ello sea conveniente, la humildad
de saber admitir nuestros posibles errores, pero sobre todo hay que tener en
cuenta que controlando la emotividad y los impulsos negativos, llegaremos a
dominar nuestras reacciones negativas convirtiéndolas en positivas..
El apasionamiento, como todos los
defectos, se puede vencer con humildad y paz interior que nos equilibra
emocionalmente, y con la voluntad firme de superarlo, porque en esta clase de
luchas, querer es poder.
¿Pasión o entusiasmo? : Podría parecer
lo mismo pero son dos asuntos diferentes y hasta contrarios. Ambos se
diferencian en que los apasionamientos nos llevan a una exaltación mental y
anímica que si no se controla, se puede llegar a convertir en un fanatismo
ciego. La pasión es un factor negativo
que nos impide pensar con cordura y nos llega a desequilibrar internamente; que
nos ciega mentalmente y nos impide razonar, llegando a ver como enemigos o antipáticos a aquellos que no
piensan como nosotros. Y es que los apasionamientos y los estados mentales de
fanatismo ciego e irracional, van siempre de la mano.
Sin embargo el entusiasmo es una
energía psíquica positiva y muy necesaria porque impulsa nuestra voluntad para
poder ejecutar los actos positivos controlados por la razón. Es la fuerza motora y racional necesaria para poder
llevar a cabo nuestras realizaciones humanas.
Resumiendo:
Pasiones : Estado negativo
que puede ser desequilibrante y puede
llevarnos al fanatismo irracional.
Entusiasmo : Estado
positivo
y
necesario para obtener las energías psíquicas necesarias para impulsar el motor
de la actividad humana. Hay que controlarlo para
moderarlo y que no degenere en apasionamiento.
- Jose Luis Martín-
“Cuando eres sencillo y humilde porque no te crees por encima de
nadie y aceptas tu verdad, entonces estás mas cerca de la sabiduría de Dios”
- Toni de Mello-“Testigo
de la Luz”
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