1.- El caso de Katie King (2)
2.- El desarrollo de la personalidad
3.- El Espírita y la Humanidad
4.- Espíritus en sufrimiento
Frase: El hombre de bien
5.- Obsesión, Espiritismo y Evangelio
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EL CASO DE KATIE KING (2)
( Viene del anterior)....
"El Espíritu Katie King comenzó después de algunos instantes de espera, por favor algunas hojas frescas de hiedra; no había semejantes en nuestro jardín. Después se vio aparecer, fuera de las cortina, un brazo y una mano sujetando la botella luminosa. Se dejó ver también una figura con la cabeza cubierta con unos trapos blancos. Katie acercó la botella a su rostro y la vimos todos claramente. Permaneció dos minutos; luego desapareció. El rostro era oval, la nariz aguileña, los ojos vivos y la boca muy linda.
"Katie dijo a mamá que la mirara bien, pues ella sabía que tenía un aire lúgubre. Por mi parte yo estaba muy impresionada cuando el Espíritu se me aproximó; estaba demasiado conmovida para hablar o para hacer algún gesto. La última vez que se mostró en la cortina, permaneció allí cinco minutos largos y encargó a mamá que os pidiese que viniese aquí un día de la semana... Katie King terminó la sesión llamando sobre nosotros la bendición de Dios. Dió señales de alegría por haberse podido mostrar a nuestros ojos."
M.Harrison se prestó a la invitación de Katie el 25 de abril; la segunda sesión de materialización tuvo lugar ante él. M.Harrison tomó interesantes notas, que publicó en su periódico The Spiritualist. Heaquí los extractos:
"Testimonio de M.Harrison.- Una sesión tuvo lugar el 25 de abril, en casa de M.Cook, en mi presencia. El médium, Miss Cook, esta sentada en un gabinete oscuro. Se oñia rascar de vez en cuando. El Espíritu Katie tenía un tejido ligero que ella había fabricado, con el que se esforzaba en recoger alrededor del médium, los fluidos necesarios para materializarse completamente. Frotaba pues, al médium, con el tejido que tenía en la mano. La siguiente conversación, en voz baja, tuvo lugar entre el médium y el Espíritu:
Miss Cook.- Iros Katie; no me gusta ser friccionada así.
Katie.- No seáis tonta; quitaos lo que lleváis en la cabeza y miradme. (ella continuaba frotando)
Miss Cook,. No quiero. Dejadme, No os quiero y me dais asco.
Katie.- ¡ Cuan tonta sois ! ( Y seguía friccionando)
Miss Cook.- No quiero prestar a esas manifestaciones; no me gusta. Dejadme tranquila
Katie,. Vos no sois más que mi médium. Y un médium no es más que una simple máquina, de la que se sirven los espíritus.
Miss Cook,. ¡ Pues bien !, si no soy más que una máquina, no quiero que me asuste de esa manera. Iros, os repito.
Katie.- ¡ No seáis aturdida !
Se ve por esta conversación que la aparición no es el doble del médium, puesto que la voluntad consciente de la jóven está en oposición absoluta con la del fantasma que está delante de ella. M. Harrison pudo ver el fenómeno en sesiones siguientes y dio el siguiente testimonio:
" La figura de Katie nos apareció con toda la cabeza envuelta en paños blancos. a fin- dijo ella- "de impedir que el fluido le disipase tan pronto. Nos dijo que solamente estaba materializado su rostro; todo el mundo pudo ver sus facciones. Tenía los ojos cerrados; permaneció durante medio minuto y luego desapareció. "Willie, miradme sonreír, oídme hablar". Entonces ella añadió: "Cook, aumentad la luz". Nos apresuramos a obedecer y todos pudieron ver la figura de Katie King, brillantemente iluminada; tenía una figura joven, linda, dichosaa, ojos vivos, aunque un poco maliciosos. Su rostro ya no estaba mal determinado como cuando la primera aparición del 22 de abril, porque, decía Katie: "Ya se mejor como hay que hacerlo". Cuando se vio aparecer la figura de Katie, en plena luz, sus mejillas tenían un color natrural; todos los asistentes exclamaron: "Os vemos perfectamente ahora". Katie demostró su alegría adelantando el brazo fuera de la cortina y dando contra la pared con un abanico que había hallado a su alcance".
Las sesiones continuaron con éxito. Las fuerza de Katie King aumentaron más y más, pero durante mucho tiempo no permitió mas que una débil luz mientras se materializaba. Su cabeza siempre esta envuelta en velos blancos porque no la formaba de una manera completa, a fin de gastar menos fluido y no fatigar al médium. Después de buen número de sesiones Katie consiguió mostrarse en plena luz, descubierto el rostro y las manos.
En aquella época Miss Cook estaba despierta casi siempre durante la presencia del Espíritu; pero algunas veces, cuando el tiempo era malo u otras condiciones eran desfavorables, Miss Cook se dormía bajo influencia del espíritu, lo que aumentaba el poder e impedía la actividad mental del médium para turbar la acción de la fuerza magnética. En lo´sucesivo Katie no apareció más sin que el médium estuviera en trance. Algunas sesiones tuvieron lugar para obtener la aparición de otros Espñiritus, pero se debió hacer sesiones con muy poca luz y fueron menos perfectas que aquellas en que Katie aparecía; no obstante, se comprobó la aparición de figuras conocidas cuya autenticidad fue bien probada.
En una sesión que tuvo lugar el 20 de enero de 1873 en Hackney, su figura se transformó y de blanca se convirtió en negra, en unos segundos; esto sucedió varias veces seguidas y para demostrar que sus manos no estaban movidas necesariamente, hizo una costura a la cortina, que presentaba un desgarro. En otra sesión, el 12 de marzo y en el mismo sitio, las manos de Miss Cook fueron atadas con ligaduras en las cuales se pusieron sellos de lacre. Katie King apareció entonces a cierta distancia, delante de la cortina, con las manos completamente libres.
Como se ve, solo tras largos experimentos, muy imperfectos al principio, y que se perfeccionan poco a poco, el Espíritu de Katie King adquiere el desarrollo y le es permitido manifestarse libremente, en plena luz, bajo una forma humana, yendo y viniendo por el gabinete negro ante una reunión de espectadores maravillados.
A partir de aquel momento se organizaron severas comprobaciones y solo después de haber estudiado con todo rigor posible, aquellas transcendentes manifestaciones, proclamaron su realidad los doctores M.Benjamin Coloman, Dr. Gully y el Dr, Sexton. Se tomaron diversas fotografías con luz de manganeso, en las que Kate aparecía completamente materializada de pie, en la sala, en condiciones muy severas de comprobación. Desde los comienzos de la mediumnidad de Miss Cook, Mr Blackurn de Manchester, con una prudente liberalidad, le hizo una donación iimportante, que aseguró su existencia. Procedió así para el adelanto de la Ciencia. Todas las sesiones de Cook fueron dadas gratuitamente.
( Continuará.....)
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Cuando nacemos estamos adentrándonos en un mundo por explorar y comenzamos a experimentar numerosos cambios, no sólo en el aspecto físico, sino también en nuestras actividades, relaciones, deseos, comportamientos, tendencias y un largo etcétera. Va cambiando nuestra percepción de los acontecimientos, la forma en que los vivimos y nuestras manifestaciones. Comienza un proceso evolutivo cuya finalidad es ir transcendiendo al nacimiento.
Hay momentos en los que la vida nos resulta relativamente fácil, experimentamos una predisposición positiva y nos encontramos inspirados en la resolución de nuestros problemas; transcurre con normalidad y dentro de un cauce de bienestar personal que nos da gran satisfacción. Todo sale según nuestros deseos y gozamos de salud en sus múltiples facetas, entendiendo el término salud no sólo en su aspecto físico, sino también mental y emocional, como equilibrio y armonía en nuestras vivencias y situaciones de cualquier orden: personales, familiares, sociales o económicas, ya que todo ello está íntimamente relacionado.
En cambio, en otras ocasiones nos encontramos con etapas complicadas que nos gustaría evitar, subsanar o superar. Hay veces en las que todo parece salir mal, convergen más dificultades que facilidades, nos encontramos ante situaciones que nos producen malestar, dolor y sufrimiento y mantenemos una rebeldía interior que lo único que consigue es dejarnos en posturas de incomprensión y amargura, con un estado de ánimo apesadumbrado y abatido, lo que pone más difícil hacer frente a las mismas. Las sentimos como dificultades que nos superan, nos creemos incapaces de avanzar e incluso suele ocurrir que, durante esos momentos, no estemos conformes ni satisfechos con nuestra vida.
Seguro que cada uno de nosotros habremos vivido estos estados diferentes entre si, porque forman parte de nuestro desarrollo social como colectivo y personal como individuos. Y aunque todos ellos son pasajeros, no dejan de ser momentos de vivencias y experiencias que nos pueden afectar mucho, unas veces positivamente y otras que nos dejan en situaciones de sufrimiento.
La gran ventaja que tenemos en todas estas realidades es que podemos intervenir en las mismas de forma decisiva, mejorando nuestra vida, pero no solemos darnos cuenta, porque esas cualidades con las que debemos afrontarlas están inactivas o bloqueadas. No hemos aprendido a desarrollarlas porque no nos hemos preocupado de hacerlo y porque tampoco nos han enseñado a conseguirlo.
Si, por un lado, somos lo que pensamos, sentimos y deseamos, y por otro, nuestra vida actual es el resultado de nuestras decisiones del pasado, nos encontramos ante una realidad incuestionable: Tenemos la capacidad de decidir nuestro futuro. Esta es la gran razón que nos permite comprender que podemos intervenir, empleando adecuadamente nuestro libre albedrío y nuestros recursos, para que ese futuro sea mejor, porque sabemos que será el resultado de nuestras decisiones actuales. Y es precisamente esta posibilidad la que vamos a explorar durante los próximos meses.
Esta sección tendrá por objetivo reflexionar sobre algunos aspectos de nuestra vida que pueden pasarnos desapercibidos, pero que tienen gran transcendencia e impacto en la calidad de la misma, buscando el análisis y el estímulo de quienes tengan la intención o el deseo de mejorarla.
Abordaremos temas como el conocimiento de nuestros problemas más habituales, así como la forma de resolverlos o minimizar sus efectos; los aspectos positivos y la transcendencia de la meditación proactiva; el desarrollo de la conciencia y de la intuición como factores de guía, fundamentales en momentos determinados de nuestra vida; el poder de la mente y del inconsciente, así como su desarrollo; la comprensión de esas fuerzas invisibles del Universo en las que podemos apoyarnos y aprender; la realidad espiritual que nos influye y acompaña; las consecuencias de nuestros actos; los enigmas de la conducta y su interrelación con la sociedad. En definitiva, aquellos aspectos que forman parte indisoluble e inseparable de nuestra vida y que tanta influencia tienen sobre ella, sobre nuestro presente y futuro, sobre nuestra felicidad o desdichas.
Es importante conocer esos recursos latentes que poseemos y que tienen por función añadir valor y calidad a nuestra existencia; comprender las transformaciones que podemos realizar para mejorarla; afrontar las dificultades utilizando la imaginación y la creatividad; conseguir el sosiego de las inquietudes que en ocasiones turban nuestro estado. Todo ello ayudará a eliminar las trabas que impiden nuestra satisfacción y nuestro desarrollo, fortaleciéndonos día a día, y puede ser de apoyo para aquellas personas que no se conforman con vivir por vivir, sin más, que se formulan un sinfín de preguntas sobre sí mismas, su sentido en la vida y sus circunstancias.
Estos y múltiples temas más pueden ser estudiados y analizados en pro de la búsqueda y encuentro de una mayor comprensión de las circunstancias que ocurren y nos embargan, para que a través de una más elevada conciencia de nuestras propias realidades podamos elevar el sentido de nuestra existencia hacia los logros más deseados en la eterna y constante búsqueda de la verdad y de la plenitud. Se trata de abarcar, comprender y solucionar esos problemas que entorpecen nuestro desenvolvimiento y desarrollo, anclándonos a situaciones de preocupación y desespero.
No es lo mismo tener conocimientos de determinada materia que carecer de ellos, vivir consciente que inconscientemente, o con sufrimiento que sin él. No da igual gozar de amistades verdaderas que de falsas, tener paz interior o conflictos. No es lo mismo gozar de salud que padecer por su ausencia, como tampoco lo es ser felices que infelices. Hay realidades en la vida que difícilmente se pueden negar.
Hagamos un reto: Detener toda actividad y aislarnos del ruido externo que tanto nos distrae, para observar nuestra vida de forma objetiva y sincera. Démonos tiempo para ello.
Si lo hacemos, nos daremos cuenta que necesitamos aprender, cambiar, mejorar y crecer, modificar nuestros aspectos más débiles, cimentar los más fuertes y desarrollar las emociones positivas como puntos de apoyo y fortaleza interna. Podremos comprobar cómo con el desarrollo de nuestras cualidades y capacidades, dirigiendo nuestro esfuerzo hacia nuestras verdaderas prioridades, irán desapareciendo nuestras dificultades.
Para conseguirlo, es necesario comprender que no somos una parte independiente de las situaciones que nos acontecen, sino todo lo contrario, somos el factor central, los verdaderos protagonistas de las misma, porque es precisamente en nosotros donde se encuentran tanto los problemas como las soluciones. El poder de decisión, en la inmensa mayoría de las múltiples facetas que afectan a nuestra vitalidad, es nuestro, porque somos quienes experimentamos esos estados en base a nuestra particular forma de reaccionar ante lo que vivimos. Aunque todo lo exterior influye y mucho, cada uno de nosotros somos determinantes en nuestras reacciones.
Mi manera de pensar, de ser y de sentir afecta a los demás, pero la primera persona en sufrir o disfrutar de sus consecuencias soy yo. Entender esta realidad es el primer paso para evitar muchos de esos males que deterioran y empobrecen nuestra existencia, permitiéndonos alcanzar una solución certera al conocer cuál es la raíz principal de la que se derivan muchas de esas circunstancias adversas que tanto malestar y dolor suelen causarnos. La asimilación de este principio inalterable me deja ante una pregunta muy natural: Mejorar mi vida ¿es un reto fácil o difícil?
Veremos que ni lo uno ni lo otro. No podemos hablar de facilidad o dificultad porque ambas características están plenamente unidas a nosotros. Será tanto o más fácil como clara sea mi decisión, mi deseo auténtico de cambiar todo aquello que está lastrando mis días hacia lo que no me satisface y no llena mi interior.
Si quiero puedo cambiar, nada ni nadie lo impide excepto yo, pero para ello es necesario comprender la necesidad que tengo de hacerlo y sentir un deseo tan íntimo como real de conseguirlo. Necesito ser consciente de cuáles son aquellas características de mi personalidad que deseo modificar, los motivos por los que debo hacerlo y cómo trabajar para conseguirlo. Tener verdadera consciencia de ello es fundamental, porque nos será útil en la medida de nuestra propia convicción y nuestro propio deseo.
Es posible cambiar esas actitudes, comportamientos, pensamientos, sentimientos y deseos que nos están perjudicando, dañando o entorpeciendo, transformándolos y sustituyéndolos por aquellos que sean más beneficiosos y positivos, liberándonos de esos problemas que nos constriñen al sufrimiento y nos impiden ser libres de verdad.
Realizar esos cambios personales se convierte en algo necesario para mejorar nuestra calidad de vida. No hay que tener miedo a salir de esa zona de confort que tanto nos atenaza, pues necesitamos experimentar para desarrollarnos plenamente. Para quien se sienta insatisfecho, mantenerse en esa situación no es acertado. Si no introducimos novedades en nuestra vida seguiremos con la misma rutina y el mismo resultado de siempre. Esas soluciones que buscamos a nuestras preocupaciones las encontraremos en los cambios que podamos ser capaces de hacer en nuestra vida; sólo así podremos generar un futuro diferente al que hoy día tenemos. ¿Por qué no hacerlos?
Buscar y hallar el sentido que la vida tiene para cada uno de nosotros, apoyándonos en la búsqueda de nuestras realidades y comprendiendo qué debemos hacer para sentirnos realizados, es una necesidad, porque nunca podremos llegar a sentirnos bien ni a vivir la plenitud si no experimentamos y sentimos la realización de nuestro ser. Buscar una nueva manera de vivir mejor, con más alegría e ilusión, con menos complicaciones, olvidando lo innecesario y valorando lo importante, nos dará una versión mejorada de nosotros mismos.
Al abrir nuestra mente a nuevas posibilidades y nuevas realidades, terminaremos viendo puertas donde antes sólo veíamos muros insalvables.
Antonio Gómez Sánchez- Amor, Paz y Caridad
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EL ESPÍRITA Y LA HUMANIDAD
Dice el Señor: «Vos sois la sal de la tierra; si la sal pierde su sabor, ¿con qué se ha de salgar?» Y fue como si dijese: que sois la luz del mundo; si la luz pierde su claridad, ¿con qué se iluminará? Todo espírita que hace profesión pública de su creencia no debe jamás olvidarse de que, por donde pasa, donde va y allí donde frecuenta está siendo observado y estudiado»..
Porque nos observan y estudian, para ver como obramos nosotros, los espíritas, pues saben que nuestra manera de pensar es muy diferente de la manera de los que no siguen las ideas nuestras. De forma que debemos tener bien presente aquellas palabras de un gran espíritu: «Prudencia en el pensar, prudencia en el hablar, prudencia en el obrar». Porque, si nos olvidamos de las reglas que el espiritismo nos prescribe, alguna de las cuales están anotadas en los capítulos anteriores, podemos caer en ridículo, por no estar nuestros actos de acuerdo con la moral que el mundo espera de nosotros.
Esa moral, cuando bien practicada, es el mejor medio de propagar y exaltar nuestros principios. De manera que una actitud correcta y llena de dulzura tiene gran poder de atracción, y podemos conquistar con ella la simpatía de muchos, haciéndonos agradables por nuestro trato. Nuestras maneras y costumbres son el primer instrumento que todo espírita debe usar en la propaganda doctrinaria. Primero, obrar; después, hablar. A no ser que la necesidad y las circunstancias nos obliguen a hablar primero.- Cuando así tengamos que hacer, debemos ser muy prudentes y humildes, dando pruebas de una buena educación. Sin embargo, siempre que sea posible, debemos obrar primero. Vale más que nos conozcan primero por nuestras obras, que por nuestras palabras. Así cuando llegue nuestra hora de hablar, nos escucharán con más respeto y seremos mejor atendidos.
EL TESORO DE LOS ESPIRITAS
MIGUEL VIVES
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