martes, 31 de octubre de 2017

Los "muertos" también cuentan




Hoy veremos:

- Perdón, Piedad y Clemencia
-El trabajo de la mediumnidad
- Los "muertos" también cuentan
- Médiums


                         
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      PERDÓN, PIEDAD Y CLEMENCIA

Disculpe y usted comprenderá. 


Donde existe amor no hay lugar para resentimientos. 


Al colocarse en la condición de quien yerra, sea cual sea el problema, de inmediato, usted notará que la compasión nos disuelve cualquier sombra de crítica. 


La existencia humana es una colección de pruebas en que la Divina Sabiduría nos observa, con miras a nuestra habilitación para la Vida Superior; quien hoy condena al prójimo, no sabe que tal vez mañana estará enfrentando los mismos problemas de aquellos compañeros que ahora están en dificultades. 


En los esquemas de la Eterna Justicia el perdón es la luz que extingue las tinieblas. 


A veces, aquello que parece ofensa es el socorro oculto del Mundo Espiritual en su beneficio. 


La misericordia va más allá del perdón, creando el olvido del mal. 


En muchas ocasiones, la Divina Providencia nos permite el error para que aprendamos a perdonar. 


La indulgencia es la fuente que la va los venenos de la culpa. 


Perdón es la fórmula de la paz. 


Aprendamos a tolerar, para que seamos tolerados. 


Por el espíritu André Luiz 
Psicografía Francisco Cândido Xavier


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" El Espíritu se encarna, no nace, no crece, no envejece y no muere con respecto a la carne"
- Allan Kardec-

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      EL TRABAJO DE LA MEDIUMNIDAD

Nada grande se obtiene sin trabajo. Una lenta y laboriosa iniciación se impone a todos los que buscan los bienes superiores. Como todas las cosas, la formación y el ejercicio de la mediumnidad encuentran dificultades señaladas ya muchas veces, y nos parece necesario volver a tratar de ellas e insistir, a fin de poner a los médiums en guardia contra las falsas interpretaciones y contra las causas de error y desaliento. 


Tan luego como las facultades del sujeto, ya un tanto educadas por un trabajo preparatorio, 
empiezan a dar resultados, es casi siempre por medio de relaciones establecidas con los elementos inferiores del mundo invisible. 


Estamos rodeados de una multitud de espíritus ávidos siempre de entrar en comunicación con los humanos. Esta multitud se compone especialmente de almas poco adelantadas, de espíritus ligeros, malos a veces, a quienes la densidad de los fluidos mantiene encadenados a nuestro mundo. Las inteligencias elevadas, de fluidos sutiles, de aspiraciones puras, no quedan confinadas en nuestra atmósfera después de la separación carnal. Ellas suben más alto, hacia los centros que les asigna su grado de adelanto. Es cierto que descienden de ellos, con frecuencia, para velar por los seres queridos, se mezclan con nosotros; pero solamente con un objeto útil y en casos de importancia. 
Resulta de esto que los principiantes no obtienen generalmente más que comunicaciones sin valor, respuestas triviales, guasonas, inconvenientes a veces, que les disgustan y les desalientan. En otros casos, el médium inexperimentado recibe por la mesa o por el lápiz (1), mensajes firmados por nombres célebres, conteniendo revelaciones apócrifas que captan su confianza y le llenan de entusiasmo. El inspirador invisible, conociendo sus lados flacos, lisonjea a su amor propio y sus ideas, sobreexcita su vanidad colmándole de elogios y prometiéndole maravillas. Le aparta poco a poco de otra influencia, de todo consejo ilustrado, y le lleva a aislarse en sus trabajos. Es el principio de una obsesión, de un acaparamiento que puede conducir al médium a resultados deplorables* 


LEÓN DENIS 


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Los “muertos” también cuentan

La reencarnación es un test severo para el aprendizaje superior, señalada por incontables riesgos y constantes desafíos, que la pueden echar a perder de un instante para otro. El velo carnal, que oscurece el discernimiento de la realidad mayor, impide muchas veces, si la persona no es habituada a la reflexión, que se adopte el comportamiento correcto delante de las innumerables presiones que confunden la razón y el sentimiento, generando muchas dificultades. Es por eso que la costumbre de la meditación, del análisis cuidadoso antes de determinadas decisiones, sino en casi todas, se torna indispensable. Pensar dos veces antes de actuar, como asevera el refrán popular es una actitud de equilibrio.
Las alegrías saludables forman parte del proceso de la evolución. Los Espíritus participamos de los momentos felices de los hombres y entre nosotros celebramos un sinnúmero de acontecimientos, como ocurre en la Tierra, donde sus miembros se materializan antes de la inmersión en el cuerpo.
A algunos observadores superficiales de la vida física, les puede causar extrañeza la conmemoración de acontecimientos humanos por los desencarnados. De la misma forma que los Espíritus perversos se reúnen para la ejecución de planes macabros y vivencias de placeres sórdidos, de los que no se liberan con relación a los hombres, las Entidades elevadas cultivan las emociones superiores, estimulando las reuniones edificantes evocadoras de acontecimientos felices. Los Espíritus, no somos seres indefinidos, insensibles, como algunas personas nos consideran, sino vibraciones idealistas, ampliando todas las potencialidades latentes de que estamos constituidos y buscando siempre nuevas conquistas edificantes. De ese modo, como los dolores de los seres amados nos duelen, sus victorias nos alegran.
Al buen trabajador le es siempre concedido un salario excelente y todos los que toman en cuenta a los que se marcharon al otro lado de la vida, manteniéndolos vivos en el pensamiento, esperan un día volverse a encontrar. No nos quepa la menor duda, que ellos nos esperan, saben todo de nosotros, y festejan los buenos acontecimientos de que disfrutamos.
Siempre solemos pensar de los malos espíritus, les echamos la culpa de nuestras malas acciones, de nuestras equivocaciones, cosa que no es así, ya que Dios nos ha dado el libre albedrío, y su influencia puede ser rechazada, no tomada en cuenta, también al mismo tiempo conservar la conmiseración para ellos nos favorece, pues mucho desisten de su persecución al ver que no deseamos para ellos ningún mal.
El ser interno, el yo verdadero, asimila todas las experiencias que ha vivido a través de esa personalidad, todo lo bueno le ayuda a su crecimiento espiritual y a un mayor despertar de la conciencia divina que dormita en su interior; los errores y fracasos le sirven para aprender lecciones muy valiosas que le ayudarán en futuras manifestaciones, nada se pierde, todo sirve al proceso del despertar de las almas vivientes.
La vida después de la muerte corporal es una realidad que poco a poco se está comprobando, no solamente como una creencia que nos puede dar tranquilidad y paz al dejar de ver a nuestros seres queridos, sino como una verdad científica demostrable mediante investigaciones acerca del conocimiento de nosotros mismos y de la vida en general. Poco a poco las ideas místicas de los antiguos se están comprobando gracias a los descubrimientos de la ciencia moderna.
“Tú que duermes, despiértate, levántate de entre los muertos, y la luz de Cristo brillará sobre ti”.
Amigos os deseo un buen miércoles que Dios os bendiga

Merchita
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MÉDIUMS
“Ellos hablan con los espíritus, prevén el futuro,resuelven misterios y curan enfermedades. O por lo menos creen hacer todo eso.
MÉDIUMS”
“No me cuente nada sobre el caso.” Fue así como Noreen Reiner recibió al investigador Joe Uribe en su casa, en la Florida, en 1993. El caso en cuestión era el asesinato del auditor fiscal Walter Sullivan, cuatroaños antes. Noreen, una médium investigadora, tomó el cinturón y el reloj que la víctima usaba cuando murió y cerró los ojos. De repente comenzó a convulsionar, en una especie de trance, y habló: “Están golpeándome, estoy muy malherido, creo que dispararon en mi nuca.”
Cuando volvió en sí, ella sabía describir con detalles el rostro del asesino, y de su mujer, el lugar de la muerte, y el escondrijo del arma con que fue cometido el crimen. “Nunca creí en ese tipo de cosas”, dice el investigador Joe Uribe. “Pero decidí investigar. Y descubrí que ella había acertado hasta en el último detalle, inclusive el color de la casa del asesino.” El culpable, Eugene Moore, confesó el crimen y no acabó tras las rejas porque fue ajusticiado mientras intentaba huir de la policía.
No todos los médiums son como la estadounidense Noreen Reiner.
Hay los que psicografían mensajes que vendrían de espíritus como el brasileño Chico Xavier (1910-2002), los que pintan cuadros inspirados por una fuerza que no conocen y aun aquellos que creen prever el futuro.
“Médium”, que en latín significa “aquel que está en el medio”, es la palabra usada por el Espiritismo para designar personas que serían un hilo entre el mundo de los vivos y el de los muertos. Pero la figura sobrepasa la frontera de esa doctrina.
Se cree que los médiums forman parte de nuestra cultura hace por lo menos cien mil años, cuando los hombres de Neandertal comenzaron a enterrar a sus muertos y, un poco después, cuando, como Homo sapiens, inauguraron la noción de conciencia de sí mismos, tornándose capaces de colocarse en el lugar del otro. “Cuando surge la capacidad de imaginación y abstracción, comienzan también a crear mundos que no existen en el plano visible”, dice Silas Guerreiro, Profesor de Ciencias de la Religión de la Pontificia Universidad Católica de San Pablo (PUC). Como el mundo no era fácil para el hombre prehistórico, quien tenía alguna sensibilidad especial acababa convirtiéndose en un líder que ayudaba a la hora de enfrentar grandes períodos de lluvia o de sequía, curar enfermedades o conseguir alimentos. Así surgieron los chamanes, profesionales dedicados a conversar con el más allá para resolver los problemas de acá, por medio de sacrificios u oraciones. “La necromancia, la comunicación con los muertos, es uno de los hábitos más antiguos que existen”, afirma Antonio Flavio Pierucci, profesor de Sociología de la Religión de la Universidad de San Pablo.
Entre los griegos, los oráculos hacían previsiones sagradas. Los pajés guaraníes conversaban con dioses, así como los hechiceros del candomblé o los líderes bíblicos. Es el caso de Moisés, que está en la raíz del Cristianismo, del Islamismo y del Judaísmo. La “Biblia” cuenta que, al subir al Monte Sinaí, Moisés habló directamente con Dios y recibió de Él los diez Mandamientos. Para los sociólogos de la religión, el fenómeno fue lo que llamamos mediumnidad.
Hoy, la vida puede ser un poco más fácil, pero los médiums siguen fascinando e intentando ayudar a quien se enfrenta a problemas sin salida.
Están en las series de TV, novelas y libros, según la Federación Espírita Brasileña, 38,6 millones de libros espíritas fueron vendidos en los últimos años. Cuando una historia de mediumnidad aparece, viene siempre rodeada de enigmas. ¿Consiguen ellos hacer lo que dicen? Si lo consiguen, ¿cómo explicar esa dádiva? A continuación vea cómo la ciencia intenta encontrar respuestas, comenzando por el modo en que personas comunes descubren que son médiums. ( Continuará en el siguiente)
(Revista “Superinteresante”, Ed. 252, mayo de 2008.)
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