domingo, 29 de octubre de 2017

Afecto de los Espíritus por ciertas personas






Hoy vemos :

- Educación para un mundo mejor
- Si quieres amistad
-Afecto de los Espíritus por ciertas personas.
- ¿Tenemos derecho a quitarnos la vida?



                                                          ***************************

                                           
                                                               
 EDUCACIÓN PARA UN MUNDO MEJOR

Al trabajar el contenido de lo que sería conocido como “la codificación espírita”, los Espíritus superiores anunciaron a Allan Kardec, el Codificador del Espiritismo, que la Tierra se encaminaba hacia una nueva era: la de la regeneración. En aquel entonces, y hasta hace poco tiempo, el Planeta pasaba por un período de transición desde la condición de expiación y pruebas hacia la nueva etapa.1 Ahora, la gran transición está en plena ejecución: nuestro Globo inicia los primeros pasos en la anunciada regeneración, en donde los cambios no son tan acentuados, por lo menos en sus comienzos, porque, así como la Naturaleza no da saltos en sus procesos evolutivos, los Espíritus, encarnados y desencarnados, ligados al Orbe, no evolucionan de un momento a otro. Así que, en el comienzo de la nueva era, siguen en situación de pruebas y con necesidades de expiar sus equívocos del pasado, o sea, de reparar, en nuevas oportunidades reencarnatorias, el mal que han producido en vidas anteriores. Pero, ahora, progresivamente, el mal perderá preponderancia y el bien ganará terreno en los corazones de los habitantes de ese hospital-escuela que es la Tierra. 

    En esos momentos, más que nunca, la educación gana una importancia capital para aquellos que empiezan a comprender y a comprometerse con esa idea de transformación de la sociedad. Estas personas, aunque entiendan el importante papel de las escuelas, en todos sus niveles, como instrumentos de preparación de los individuos para una desarrollar una vida social equilibrada y productiva, comprenden que la educación no puede quedar restringida a ese aspecto y se preguntan ¿dónde el niño y el joven en formación, como hijos de Dios, reciben ese algo más que les puede hacer ciudadanos útiles y conscientes de su papel fraternal en relación a su semejante? 

    Por eso, al tratar del tema de la educación, bajo el punto de vista del Espiritismo, no puede referirse únicamente a la educación volcada hacia los aspectos de la vida en el campo físico. La propuesta presentada por el Espiritismo trasciende la realidad que nosotros llamamos objetiva en el campo material. La propuesta es efectivamente de la educación del ser creado simple e ignorante por Dios nuestro Padre y que, a medida en que avanza en su evolución, va adquiriendo el libre albedrío, y con él la responsabilidad de sus acciones e inacciones cuando la Ley Divina le invita a actuar. Dentro del contexto de la educación espírita, el individuo necesariamente llega a un momento en que le es imprescindible hacer la transición de un período de inconsecuencias, en que piensa que sus acciones, muchas veces automáticas, no generarán consecuencias, para asumir el control del proceso evolutivo de sí mismo. Para auxiliar en ese momento de transformación, el Espiritismo vino a explicar la situación de la Tierra, de la mayor parte de sus habitantes. Vino a anunciar que esa condición de asumir progresivamente el control  del propio proceso evolutivo es una conquista de cada uno en la medida de sus esfuerzos, de su interés, de su dedicación. Aclara, además que, en ese proceso, la educación moral no surge simplemente como una opción, sino como una condición imprescindible e inaplazable con la cual cada uno necesita comprometerse. 

    Allan Kardec ha dejado las directrices para esa educación en El libro de los espíritus. Él, como pedagogo, no ignoraba la importancia de las escuelas al ofrecer la instrucción para uso en la vida práctica. Pero, él ha reconocido que la educación que la Humanidad necesita no es solamente la instrucción. Ésta forma parte del proceso educativo. La instrucción es necesaria, pero no es suficiente. La escuela instruye, ¿pero quién educa? Sobre eso, dicen los Espíritus superiores, pregunta 385 de El libro de los espíritus: «los padres son los responsables, pues ellos son los educadores naturales de sus hijos, siendo esa responsabilidad intransferible». Allan Kardec completa este pensamiento al informar que la educación a que él se refiere, con los Espíritus superiores, no es aquella educación que se encuentra en los libros, no es solamente la cuestión didáctica. Se trata de la educación moral, que es el arte de formar los caracteres, proceso que debe ocurrir dentro del hogar. O, de otro modo, la vida va a formar, más tarde, al individuo a través del proceso del dolor y del sufrimiento. A los padres, madres, abuelos, responsables, corresponde ese gran desafío. La educación para un mundo mejor empieza por nuestra propia transformación moral que va a influenciar, principalmente por el ejemplo del cambio de comportamiento y del esfuerzo por realizar todo cada vez mejor, que va a influenciar, decimos, a la nueva generación y nos dejará como herencia un mundo mejor que recibiremos, en el futuro, como nietos o bisnietos de nosotros mismos por el proceso de la reencarnación. 

    Esa es una condición imprescindible para que, como hijos de Dios, los seres humanos vengan a cumplir su papel dentro de la sociedad en ese mundo que puede ser cada vez mejor, brindando a sus habitantes condiciones de seguridad y paz que ya empiezan a ser opciones deseadas por una significativa parte de los Espíritus, encarnados y desencarnados. 

    De esa forma, en esos momentos en que la Tierra alcanza la era de la regeneración, sus habitantes son llamados a asumir el control de su proceso evolutivo, a planificar cómo quieren evolucionar, qué es lo que espera cada uno de sí mismo y qué es lo que puede ofrecer como contribución a la felicidad de los demás. Llegó el momento de la conciencia sobre la importancia de la educación moral del ser para la efectiva construcción de un mundo mejor. 

1 Para más información sobre ese asunto, léase El Evangelio según el Espiritismo, de Allan Kardec, Cap. III.

                     ****************



Si quieres amistad, antes de nada tú debes ofrecerla.
Las personas sobresalientes desarrollan una particular conciencia de sí, que los hace ser aceptados por los demás. Para ejercer sobre la gente una influencia positiva debemos desarrollar ese tipo de conciencia en nosotros mismos.
Debes amarte a ti mismo antes de poder amar a otros. Debes creer lo anterior si deseas mejorar como persona. Cuando nos criticamos en exceso, tendemos a envidiar a quienes desarrollan un mejor papel que el nuestro. Si nos fijamos solamente en nuestras fallas, supondremos que los demás también se fijan sólo en nuestros errores y siempre estaremos esperando ser rechazados.
El mundo es como un espejo. La mayoría de los problemas que tenemos con la gente son un reflejo de los problemas que enfrentamos en nuestro interior. No se trata de cambiar a todos los demás. Cuando sutilmente alteramos algunas de nuestras ideas, nuestras relaciones mejoran automáticamente.
No es bueno ser «la otra mitad» de alguien; debemos ser personas totales. Cuando tu vida es un desastre, las personas felices y estables tienden a evitarte. Procuran a quienes son felices y estables. Si estás deprimido y triste, no atraerás sino a personas con terribles problemas, los cuales duplicarán su infelicidad. Los demás pueden contribuir a nuestra felicidad, pero antes debemos tener el control de nuestra vida. Cuando esperamos que alguien «llegue» a arreglar todo, estamos coqueteando con la desilusión. Las personas que disfrutan relaciones satisfactorias y estables son seres equilibrados. No andan en busca de alguien que «llene un hueco». Reconocen su propia valía.
Tienes que notificar al mundo que estás listo para participar en la vida. El primer paso para hacer amigos es estar dispuesto a salir y conocer gente. Si planeas hacer cambios y ganar amigos, prepárate para ocasionarles tanto desilusiones como rechazos. Para evitar decepciones, establece amistades sin esperar nada a cambio. Algunas personas corresponderán a tu cariño y atenciones y otras no lo harán. Si te preocupas por los demás porque así lo deseas, no te afectará el que no te devuelvan el afecto o el favor. El Universo es justo. Si brindas amor y abnegación, cosecharás buenas cosas, aunque no necesariamente cuando las esperas o de donde las esperas. Si deseas conocer gente nueva y hacer nuevos amigos, toma la iniciativa.
Acuérdate de las personas con quienes te encanta convivir. Lo más probable es que se trate de gente que sabe reír de sí misma. Esta clase de personas son más divertidas, tienen más amigos y menos úlceras. Cuando nos mostramos aprehensivos, los demás se sienten abochornados y finalmente provocamos que desaparezcan del horizonte.
Una vida dulce es una experiencia compartida. Nuestras grandes alegrías, nuestros bellos momentos, los grandes retos y las mejores épocas de la vida, son básicamente aquellas que compartimos con otros. Muchas de nuestras mayores experiencias de aprendizaje proceden de la convivencia con las personas. Para lograr una estancia memorable en este planeta debemos prepararnos para derribar ciertas barreras: hacer un esfuerzo especial para conocer, convivir y acercarnos a los demás.
La alegría de la vida deriva de expresarnos, de correr riesgos, de aventurarnos. No todo el mundo te amará, pero tú si puedes amar a quien desees. Tal vez no quieres que te lastimen pero es mucho mejor sufrir con la idea de que diste todo lo mejor que podías ofrecer. Los únicos que realmente sufren son aquellos que saben que las cosas pudieron haber sido mucho mejores, mucho más emocionantes, mucho más bellas; pero no lo fueron.
Andrew Matthews ( Tomado de Amor,Paz y Caridad)
                        *****************


                                
       AFECTO DE LOS ESPÍRITUS POR                           CIERTAS PERSONAS. 

484 – ¿Los Espíritus aman preferentemente a ciertas personas? 


– Los Espíritus buenos simpatizan con los hombres de bien, o susceptibles de mejorarse; los Espíritus inferiores con los hombres viciosos o que pueden llegar a serlo. De aquí su afecto, a causa de la semejanza de sensaciones. 


485 – ¿El afecto de los Espíritus hacia ciertas personas es exclusivamente moral? 


– El afecto verdadero no es nada carnal; pero cuando un Espíritu se aficiona a una persona, no siempre es por afecto, pues se puede mezclar allí un recuerdo de las pasiones humanas. 


486 – ¿Se interesan los Espíritus por nuestras desdichas y prosperidades? ¿Los que nos desean el bien se afligen con los males que experimentamos durante la vida? 

– Los Espíritus buenos hacen todo el bien posible y son felices con todas vuestras alegrías. Se afligen con vuestros males cuando no los soportáis con resignación; porque entonces no os producen resultado, pues venís a ser como el enfermo que rechaza la medicina 
amarga que debe curarlo. 



487 – ¿Cuáles de nuestros males afligen más a los Espíritus, los físicos o los morales? 


– Vuestro egoísmo y vuestra dureza de corazón, pues de ahí deriva todo. Se ríen de todos esos males imaginarios que nacen del orgullo y de la ambición, y se regocijan por los que han de abreviar vuestro período de prueba. 

Sabiendo los Espíritus que la vida corporal es transitoria y que las tribulaciones que la acompañan son medios para llegar a un mejor estado, se afligen más por las causas morales que nos alejan de ellos, que por los males físicos, que son pasajeros. 
Los Espíritus se inquietan poco con los infortunios que sólo afectan a nuestras ideas mundanas, como nosotros con los disgustos pueriles de la infancia. 


Los Espíritus que ven en las aflicciones de la vida un medio de progreso para nosotros, las consideran como la crisis momentánea que ha de salvar al enfermo. Compadecen nuestros sufrimientos, como nos compadecemos con los de un amigo. Pero, viendo las cosas desde un punto de vista más justo, las aprecian de otro modo que el nuestro, y mientras los buenos levantan nuestro ánimo en interés de nuestro futuro, los otros, para comprometerlo, nos excitan a la desesperación. 

488 – Nuestros parientes y amigos que nos precedieron en la otra vida, ¿nos tienen más simpatías que los Espíritus que nos son extraños? 

– Sin duda, y con frecuencia os protegen como Espíritus, según su poder. 

– ¿Son sensibles al afecto que aún les conservamos? 
Muy sensibles; pero olvidan a los que los olvidan. 

EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS. ALLAN KARDEC.


                                                    **********************************




                                     

      ¿ TENEMOS DERECHO A QUITARNOS                               LA VIDA ?

¿Tiene el hombre el derecho de disponer de su propia vida? 
- No: tan sólo a Dios cabe el derecho de disponer de la vida del hombre. El suicidio voluntario constituye una transgresión a esa ley. 

944 a. El suicidio ¿no es siempre voluntario? 
- El loco que se mata no sabe lo que hace

945. ¿Qué pensar del suicidio que se debe al hastío de la vida? 
- ¡Insensatos! ¿Por qué no trabajaban? Si lo hubieran hecho, la existencia no les habría sido tan pesada… 

946. ¿Qué opinión debe mereceros el suicidio que tiene por objeto escapar a las miserias y desengaños del mundo? 
- *¡Pobres Espíritus que no poseen el valor de soportar las miserias de la existencia!.  Dios ayuda a quienes sufren, pero no a los que no tienen ni fuerza ni valor. 

EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS 
ALLAN KARDEC

Comentario. En la perdida de los seres queridos, hay quien quiere escapar de esta vida, pensando encontrarse en la otra con el ser amado, ignorando que si el sufrimiento en esta vida es doloroso, en la otra vida seria insoportable,ademas que se nos privaría de su presencia, hay que tener fe, serenidad, y orar con el corazón, aceptar esta prueba con resignación, sin egoísmo, este ser que se nos fue, ahora goza de una felicidad que no tenia en la Tierra, y sabedores de que nos volveremos a encontrar, vivir en obediencia a Dios. Quien te lo cuenta a pasado por ello, y nunca me he quejado a mi Dios de Amor.
 Luz progreso y paz Marco Antuan.

                                               ************************************



No hay comentarios: