domingo, 17 de octubre de 2010

Amalia Domingo Soler




BELLEZA ESPIRITUAL

Nuestra querida Amalia Domingo Soler, fue una gran mujer, dejo a la humanidad sus escritos que han sido deleite de muchas almas, ella con su lenguaje sencillo ha emocionado a muchos corazones endurecidos, por eso aprovechare esta oportunidad, para referir algunas enseñanzas de ella extraídas de sus libros. Todo con el deseo de que también ella esté entre nosotros.

Ella nos decía:

“Que la mejor ofrenda que se puede ofrecer a Dios es el bien” “Que una conciencia limpia es el mejor tesoro” “Que la ciencia es la lumbrera del progreso” y la humanidad para hacerse digna de su preclara estirpe, puesto que es hija de Dios, debe ser buena y debe ser sabia.

Nunca ha faltado en la Tierra mensajeros de paz y de amor. Han encarnado sucesivamente espíritus en este planeta con la misión de ayudar a la humanidad, han venido de Mundos Superiores para instruir al hombre.

Ellos debían ser superiores para imponerse a los demás; y sus enseñanzas flotan en el aire como el Espíritu del Progreso: y ante su mágica influencia, las humanidades se sienten impulsadas, y a pesar suyo adelantan moralmente y son hoy menos crueles que lo fueron ayer.

Aun quedan fracciones en la humanidad, muy refractarias al progreso, pero a pesar de todo, el mundo sigue adelante. De hecho, los espíritus que van encarnando en el día de hoy en la Tierra son muchos más adelantados que el de nuestros abuelos.

Desde que el hombre conoció el Espiritismo, comprendió que no por mucho madrugar amanece más temprano, y que si la tierra está bien arada, en el surco endurecido no germina el productivo grano.

Los que habitamos la tierra somos espíritus rebeldes, indómitos, soberbios, orgullosos los unos y degradados y envilecidos los otros, y con tan pobres elementos no se pueden llevar a cabo grandes empresas.
El hombre estudia en la sociedad con gran profundidad la historia palpitante de la humanidad; vemos tanta miseria; ¡Tanta hipocresía! ¡Tanta corrupción!.. . que cuando oímos a la prensa el delatar tantos crímenes, decimos lo que es extraño es que no se cometan más, porque el hombre desconoce su vida futura, bien es verdad que han tenido una intuición del Más Allá, pero de una forma confusa, las religiones han presentado la eternidad bajo distintas fases, y ninguna de ellas a satisfecho verdaderamente los deseos del hombre, ni ha podido llenar el inmenso vació que ha quedado siempre en el espíritu pensador, y ante la duda el alma indecisa se ha inclinado casi siempre en lo peor. Unos lo niegan todo, aniquilando absolutamente el cuerpo, y la fuerza que lo sostiene. Otros sse aferran a una supervivencia del alma inadmisible, a una vida eterna que es la anonadación del Espíritu. La humanidad necesitaba que luciera en oriente un nuevo Sol, una nueva creencia, una fe y una esperanza que diera fuerzas vitales a la humanidad debilitada por sus desaciertos.

Afortunadamente la Escuela Espiritista levanto su blanca bandera, en la cual leyeron los pueblos “Sin caridad no hay salvación” y todos hoy en día sabemos el desenvolvimiento que ha alcanzado el Espiritismo en todas las naciones, especialmente en América, donde se cuentan por millones los adeptos de esta escuela filosófica que tanto bien ha hecho a la humanidad; porque el hombre sabe ahora positivamente que vivió ayer, que vive hoy, y que vivirá mañana, que su vida tuvo un principio, pero que nunca tendrá un fin, que sus sucesivas encarnaciones están íntimamente relacionadas las unas a las otras, siendo simultáneamente causas y efectos, hechos consumados y consecuencias ineludibles; deudas contraídas y cuentas saldadas; y mirando la vida bajo su verdadero punto de vista, el hombre ya no es el ciego que camina a la ventura, ya no peca por ignorancia, ya sabe que su espíritu es responsable de todos sus actos; y una vez adquirido ese convencimiento de esa verdad innegable, el hombre progresa con más rapidez, porque sabe que trabaja la tierra de su heredad.

Por eso ella aconsejaba a la humanidad el estudio del espiritismo, porque al hombre le es de mucha utilidad saber de donde viene, porque se encuentra aquí, y deducir de su presente lo que será su porvenir.

El Espiritismo no hace santos; pero induce al hombre a la observancia estricta de todos los deberes de la vida; y en este planeta, el conseguir que un hombre cumpla sus deberes en toda la opción de la palabra, ya es obtener un gran progreso.
Dominar nuestras pasiones, frenar nuestros locos deseos, tomar parte en las penas de los demás, dejar de ser envidiosos y rencorosos, renacer en fin a la vida del trabajo, a la vida del orden, al método de la virtud, esta gran metamorfosis puede efectuarla en nosotros el Espiritismo; Y todos concordamos que merece la pena estudiar esta filosofía que con su estudio y su practica sirve para la regeneración del hombre; por eso el divulgar la Doctrina es muy necesario, el Espiritismo debe ser conocido por todas las clases sociales. Hoy más que nunca debemos ofrecer a la medida de nuestras posibilidades los conocimientos de la Doctrina Espirita, porque hace falta que el pueblo se instruya y que la mujer lean escritos sencillos para que conmuevan sus corazones y las hagan inclinarse a despertar y crezca en ellas el sentimiento, la necesidad de crear un mundo interno donde puedan comulgar con las verdades divinas.

Todos debemos trabajar cada cual en su adelanto.
Encendamos la antorcha que ilumine nuestro pequeño mundo interior, para así formar una gran Luz que ilumine al mundo, y las humildes inteligencias recojan de esa Luz chispas dadas por el viento, todos formamos un larga cadena y en ella somos eslabones diminutos que expanden pequeñas ramitas acogiendo al que realmente tiene sed, al que busca, y con nuestra perseverancia, con nuestro ejemplo, con nuestro amor, formaremos la gran cadena que acercará a los hombre de bien, al regazo del Creador.

Gran trabajadora, mujer incansable, humilde y soñadora, desde aquí el Espiritismo te bendice por tu exquisitez en llamar a los corazones enfermos para inclinarlos al todo Poderoso, donde encuentra consuelo el alma afligida, en el regazo de su Padre el Dios Bondadoso y Dulce que calma la sed y despierta el Hambre de los bienes espirituales.


Con mucho amor y cariño de Merchita

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