lunes, 18 de octubre de 2010

Función del Espiritismo y el progreso de las Ciencias

Albert Einstein



ESPIRITISMO Y CIENCIA



La tecnología está tan presente en la vida cotidiana que no imaginamos un mundo sin su contribución. Ya sea en informática, telecomunicaciones, genética, biotecnología o conquistas espaciales. La Ciencia, propiamente dicha, es una conquista reciente; no mas de tres siglos cuando sus primeros ensayos comenzaron en la Grecia de los siglos VI, V y IV a.C. Tenemos la representada por Arquímedes,en cuyas pesquisas se basó la mecánica, por Pitágoras de Samos, Tales de Mileto, Euclides de Alejandría, en el desenvolvimiento de las matemáticas y de la estructuración numérica.

Encontramos en la Escuela Jónica investigadores como Leucipo, Demócrito y Empedocles que explicaban los fenómenos naturales calculados en la reducción de la materia de los elementos físico- atómicos, expresando así el más avanzado materialismo. Destacamos al filósofo Sócrates que superó en inteligencia a su profesor Anaxagoras, legando para la humanidad discípulos de la envergadura intelectual de Antístenes, Xdenofonte y Platón. En el contexto, Aristóteles forzó explicar los fenómenos astronómicos sobre las vías del geocentrismo cosmológico de Eudoxo ,( ex alumno de Platón) en contrapunto con Aristarco que caminó por la instigante tesis del heliocentrismo.

Un milenio después  de esas apoteósicas realizaciones griegas, sucedió en Europa la disgregación del Imperio Romano, en el siglo V, y el liderazgo cristiano surgió por la agregación de los "bárbaros invasores" y se transformó en Iglesia soberana absoluta de los destinos espirituales en Occidente. De entre sus huestes destacaron pensadores tal como Clemente, Orígenes, Tertuliano, Agustín. Ellos retomaron la filosofía platónica y contribuyeron para su sustentación con una ética rígida sobre los auspicios de la mística transcendente.

En el siglo IX el emperador CarloMagno incrementó las bases culturales fundando escuelas y templos, y a partir del siglo XI, se diseminaron por Auropa Universidades que se volvieron núcleos de reflexiones filosóficas. En el siglo XIII, Tomás de Aquino se destacó proponiendo la síntesis del cristianismo vigente, con la visión aristotélica del mundo. En sus dos Sumnae, sistematizó el conocimiento teológico y filosófico de entonces. En el siglo XIV, la Iglesia romana, sobre las bases tomasistas, entronizó una teología (fundada en la revelación) y una filosofía (basada en el ejercicio de la razón humana) que se fundieron en una síntesis definitiva: fe y razón unidas en orientación común rumbo al Creador. La tesis de Aquino afirmaba que no podía haber contradicción entre fe y razón y estableció el pensamiento filosófico- teológico.

En el siglo XV y XVI se intensificó en Europa la producción artística y científica. Ese periodo fue conocido como Renacimiento. En cuanto  que en siglos anteriores la vida del hombre debía estar centrada en Dios ( teocentrismo), a partir de los siglos XV y XVI el hombre pasa a ser el principal personaje (antropocentrismo). Los pensadores criticaron y cuestionaron la autoridad de esa autoritaria Iglesia romana. En esa coyuntura, la apropiación del conocimiento partía de la realidad observada por la experimentación, por la constatación, y por fin, por la teoría, produciendo una ligación entre ciencia y técnica. En el siglo XVII la primera y gran teoria de que se tiene noticia en la moderna ciencia, versó sobre la gravitación universal elaborada por Newton, y desmenbrada en las leyes de los movimientos planetarios de Kepler y la Ley de Galileo sobre la caida de los cuerpos.

En el siglo XIX Marx Plank propuso la teoría del Quantum. En el siglo XX Albert Einstein planteó la teoría de la relatividad y otras propuestas de tesis newtonianas sobre la gravitación universal, llegando a conclusiones inusitadas en el abordaje de las realidades del micro y del macrocosmo, sobre todo en lo que se refiere al tiempo y al espacio en la dimensión material. Hasta entonces, la física tradicional era considerada la llave de las respuestas de la vida en el mundo palpable, apoyadas en un determinismo mecanicista. En la década de 1920, las investigaciones de Brooglie ,en el universo de la física cuántica, redireccionaron el pensamiento científico en la formulación heinsenberguiana del "principio de la indeterminación o de la incerteza", y con ella irrumpió un "iracionalismo" de la ciencia redimensionando la distancia del hombre en las realidades naturales de la vida.

El investigador no podía ya afirmar que nada existía en la vida, que la ciencia no explicase sobre todas las cosas, fenómenos y sucesos podrían ser aclarados por causas materiales. En medio de esas trayectorias históricas, surge en el escenario terrestre durante el siglo XIX, la luminosa personalidad de Allan Kardec, que inspirado por los Benefactores del Más Allá, sentenció: "Fe verdadera es la que puede enfrentar de cara a la razón en cualquier época de la humanidad", aclarando los enigmas de desafiaban las inteligencias de quienes confiaban en los determinismos tecnicistas de corte ultra académico.

¿Quienes somos?;¿Por qué nacemos?;¿De donde venimos y a donde vamos después de la muerte?. Eran cuestiones que el racionalismo académico no respondía en esa época. El Espiritismo surgió en un momento de descubrimientos científicos y desequilibrios morales, trayendo la luz a la propia razón que estaba ofuscada momentaneamente por los excesos de sus autores. Los comienzos de la investigación científica tuvieron inicio en la revuelta contra la intolerancia y el dogmatismo religioso, pero la arrogancia del racionalismo fué la camisa de fuerza del conocimiento, regresando a los mismos caminos trillados por el agresivo y alienante dogma de la Iglesia.

El maestro de Lión afirmó en otras palabras que "el Espiritismo es independiente de cualquier creencia cientíifica o religiosa y no proponeque fuera del Espiritismo no hay salvación, como tampoco pretende explicar toda la verdad, razón por la cual no propone que fuera de la verdad no hay salvación". Los preceptos kardecianos son consustanciales con lo más significativo de las verdades eternas. La misión de la Doctrina Espírita pasa por el proceso de resurgimiento del edificio desmoronado de la creencia cristiana.

Distante de los conflictos ideológicos resultantes de las batallas estériles en el campo intelectual con el objetivo de endiosar el racionalismo para justificar "certezas" de las llamadas "ciencias exactas", la lección espírita, como ciencia del alma, representa el asilo de los afligidos que oyen aquella misericordiosa exortación del Maestro:"Venir a mí todos los que estais cansados y sobrecargados, y yo os aliviaré". Por tanto, para que seamos consolados, urge estar dispuestos a seguir a Cristo tomando nuestra propia cruz y siguiendo sus pasos.

(Autor desconocido- Traducido del portugués por José Luis)

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