martes, 22 de abril de 2025

¿ Qué es Dios? o, ¿ Quién es Dios?

 INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.-Cristo

2.- La Umbanda no es Espiritismo

3.- Caminemos siempre

4.-¿ Qué es Dios?, o ¿Quién es Dios?

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CRISTO


             Ciertamente, mucho se podría escribir sobre la figura de Jesús de Nazaret.  Su espíritu es llamado el Cristo planetario, pues este elevadísimo Ser de Luz, fue desde el principio de los tiempos del planeta Tierra, el que  tomó la misión encomendada por el Padre para formar y guiar los destinos de un nuevo mundo planetario llamado a ser la morada evolutiva de tantos millones de seres espirituales en su andadura humana, así como de otros muchos seres que a él llegaron poco después, procedentes de otro mundo planetario ( parece  ser que de un planeta de la constelación de Capella) , que tras su ascenso evolutivo en la escala de los mundos, tuvo que desalojar a estos seres  porque no habían alcanzado  la categoría evolutiva suficiente para continuar en él  sin perturbarlo, y así la Tierra fue su destino  al que fueron trasladados  para continuar en él  su proceso evolutivo ( alegoría bíblica de los “ángeles caídos”)  y  a su vez  mediante el grado de progreso alcanzado en su mundo de procedencia, ayudaron a avanzar a los espíritus primitivos que aquí  comenzaban su andadura como humanos , impulsando su evolución  moral e intelectual.

         En la incalculable  planificación evolutiva de los mundos en general y de la Tierra en particular, el Espíritu Crístico  fue enviando a nuestro planeta, en distintas épocas y en el seno de diferentes civilizaciones y culturas, antes  de que  ese mismo Espíritu encarnara  en la  figura humana de Jesús de Nazaret,   lo hizo en otros Enviados  también de gran elevación moral, tal como Lao Tse, Krishna, Buda, etc,  que fueron preparando a diversos sectores de aquella  Humanidad compuesta mayormente por espíritus primarios,apenas salidos en su mayoría de mundos primitivos,  para  que  pudieran  ir  madurando al conquistar  el camino de su espiritualidad y así  alejar la Tierra poco a poco en su conjunto, de su anterior etapa  como mundo primitivo pasando gradualmente  a ser un mundo de expiación y pruebas, categoría planetaria que todavía persiste.

           Desde el comienzo de la noche de los tiempos, una vez asentada la raza humana sobre la Tierra, varios siglos antes de su venida,  Cristo preparó  al pueblo  que designó  para materializar su presencia en la Tierra  como hombre en la persona de Jesús de Nazaret. Esta preparación la tuvieron encomendada los diferentes profetas bíblicos que anunciaron la llegada de un Mesías Prometido por Dios a través de ellos mismos, ilusionando y manteniendo la fe de aquel pueblo escogido para acoger en su seno al Cristo Planetario, que es de señalar, que según revelaciones de Espíritus Superiores, no solo tuvo y tiene aun a su cargo el planeta nuestro, sino todos aquellos mundos que pueblan una gran parte del  espacio  en donde se ubica entre otros, el sistema solar nuestro.

     Unos dieciocho siglos antes de su llegada, la preparación del pueblo judío se concretó más  de la mano de Moisés, quien por su facultad de canalización recibió  desde el Plano espiritual las leyes básicas necesarias para que aquel pueblo  destinado para acoger la presencia física de Cristo, tuviera la base moral suficiente  que, cual tierra fértil, sirviera  después  para  que en ella germinase y diese fruto la doctrina de Jesús extendiéndose  después por los confines de la Tierra.

        El Maestro Jesús con su enseñanza  criticó y combatió el culto exterior  de la Religión Mosaica, formado por apariencias e hipocresías fariséicas, con toda la apariencia religiosa externa , mientras tanto sus enseñanzas destinadas a recalar en toda la Humanidad,  las  fue mostrando mediante parábolas para hacerse comprender por  aquellas  gentes sencillas,  dando ejemplo personal de la esencia moral de las mismas.

   Así vemos como existe  una  Primera Revelación básica  plasmada  en la Ley  de Moisés , y estructurada en los llamados diez Mandamientos de la Ley de Dios que le fueron transmitidos en el monte Sinaí y supusieron una primera toma de contacto con el  concepto elemental  de unos principios morales básicos,  ordenando unas cosas y prohibiendo otras, así como el concepto de la Justicia Divina    con la ley del Talión,( ojo por ojo y diente por diente), que no era una ley de venganza divina y aplicable por aquel pueblo tan primario, sino una ley conocida hoy en día como Causa y Efecto, que es una ley natural.

        Jesús – Cristo  estableció  y nos enseñó la filiación humana con respecto a Dios, al que nos presentó como Padre, dejándonos con su doctrina las primeras nociones sobre el Amor, la Caridad y la vida futura. Su enseñanza personal como continuación y ampliación de la de Moisés constituye por lo  tanto  la Segunda Revelación    dejada  por Cristo a la Humanidad.

      Pero Jesús , sabiendo que ante  su enseñanza el ser humano en general aún no estaba lo suficiente maduro para comprenderla en toda su profundidad y  plenitud, prometió antes de su partida que enviaría mas adelante un Consolador que enseñaría en  Su Nombre  y recordaría la esencia de su doctrina.  En efecto, diecinueve  siglos mas tarde con el avance científico y cultural alcanzado por la Humanidad, apareció  a mediados del siglo XIX el Espiritismo de la mano de su codificador Allan Kardec que con ayuda de multitud de Espíritus Superiores bajo la tutela del Espíritu de la Verdad que prometió Jesús como el Consolador Prometido,  y a través de varias mediumnidades diferentes, le fueron dictando sus enseñanzas  contestando a un cuidadoso cuestionario  de preguntas elaborado por él  y plasmado en El Libro de los Espíritus, el primero de una saga de cinco libros básicos que componen esta Codificación.   Como  resultando del análisis y estudio de las mismas,   se obtuvo así una profunda doctrina de carácter filosófico, científico y moral, auténtica Revelación Divina,  cuya razón de ser  no es otra que el desarrollo, aclaración y profundización de la moral  plasmada en el Evangelio de Jesús.  Por este motivo  comprendemos y admitimos que el Espiritismo  constituye precisamente aquel Consolador que prometió Jesús y en esencia forma  la Tercera  Revelación  Crística , cuyas bases filosóficas y morales se asientan en el método de  una Ciencia de observación del fenómeno mediúmnico, de la cual se extrajeron  para una mejor y mayor comprensión de la Verdad,   enseñada por los Espíritus Superiores bajo la tutela de Jesús o del Cristo – Espíritu de la Verdad. 

  Se comprende así que la finalidad de esta doctrina  es  la de impulsar el ascenso evolutivo de la Humanidad , hasta  llegar a convertir la Tierra en un mundo de Regeneración, en el que la Paz , la Armonía y el Amor a Dios y a toda su Creación, serán finalmente la bandera espiritual  de una nueva Humanidad.

     Por último, he de añadir que  en base a los principios de esta  Codificación Espírita , la obra de Cristo en la Tierra no ha concluido todavía, pues después de Kardec ha seguido  teniendo continuidad su obra  con el desarrollo y ampliación de las enseñanzas de esta Codificación, a través de nuevas y enriquecedoras revelaciones del mundo espiritual, que mediante las psicografías de conocidos y ejemplares mediums  como Chico Xavier y otros, que con sus obras amplían , profundizan y esclarecen cada día más  ,todos los postulados de la  Codificación Espírita y del Evangelio de Jesús – Cristo.

     Que Él siga siendo Luz y Guía en las vidas de cada uno de nosotros.

- José Luis Martín-

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La UMBANDA NO ES  ESPIRITISMO

 



Por Benedito da Gama Monteiro

 

El origen, contenido doctrinario y la práctica ritual, establecen las diferencias fundamentales entre el Espiritismo y la Umbanda. A pesar de la claridad de esas distinciones,  eso no debe ser razón que imposibilite  que entre los Espiritas y Umbandistas   haya respeto mutuo, espíritu de comprensión y sensatez, aunque de esa tolerancia no debe resultar connivencia u omisión.

Deolindo  Amorim, en su libro “El Espiritismo y las Doctrinas Espiritualistas”  concluye, afirmando: “El Espiritismo es una doctrina que se basta a sí misma, sin  añadidos  artificiales.”

A la luz de esa precisa orientación, observamos que ni siquiera en los campamentos  espiritas esa diferencia es hecha, especialmente por aquellos que no se dan al trabajo de estudiar la Doctrina, sin hablar en parte de la prensa laica que, a propósito o no, anuncia todo lo que ocurre en las  tiendas y plazas, como si fuese  Espiritismo, beneficiándose  de eso los opositores sistemáticos de la Doctrina Espirita que se sienten en ventaja  con la confusión establecida.

Se habla de “bajo Espiritismo” y “alto Espiritismo”; de “Espiritismo de mesa” y “Espiritismo de tercera”, etc. ¡como si hubiese más de un Espiritismo!

En cuanto al origen, sabemos que el Espiritismo, es la doctrina codificada por Allan Kardec, recibida de varios Espíritus Superiores  a finales del  siglo XIX, que se caracteriza por un conjunto de principios de orden científico, filosófico y moral, que objetiva el progreso espiritual del hombre, con la implantación de la fraternidad entre todas las criaturas de la Tierra.

La Umbanda se deriva, fundamentalmente, del culto religioso de la raza negra  de la vieja África. Sus principios doctrinarios son realmente frutos del “folclore” de los proverbios, los aforismos, las leyendas y creencias populares, las canciones y tradiciones del negro africano.

Con referencia al contenido doctrinario, sabemos que el Espiritismo se sienta en postulados científicos, filosóficos y éticos,  lo que no se da en la Umbanda, que no tiene doctrina codificada, sin embargo sus adeptos aceptan la inmortalidad del alma, la reencarnación y la ley de acción y de reacción (Karma), al igual que los espiritas.

En cuanto a la práctica ritual, la Umbanda difiere, esencialmente, del Espiritismo, porque aquella actúa en el plano de la naturaleza y este en el de el pensamiento, pues solo el espíritu cuenta, realmente. Más allá de eso el Espiritismo no tiene ritual de ninguna especie, pues no admite cuerpo sacerdotal jerárquico o no, ceremonias (bautizos, casamientos, y cualquier otra); no se sirve de formulas, invocaciones, o promesas de cualquier naturaleza; rechaza la adoración de imágenes, símbolos, amuletos, así como creencias y supersticiones y no admite pagamento por la prestación de cualquier asistencia espiritual u otro auxilio, que conceda a los necesitados.

Los intentos para fundamentar la introducción de rituales, inciensos, imágenes y otros objetos de culto material en el medio espirita, generalmente suponen una llamada a la tolerancia. No hay, sin embargo, razón  alguna para tales pretextos, toda vez que el Espiritismo, por sus disposiciones doctrinarias, dispensa completamente cualquier forma de ritual o piezas litúrgicas. 

Siendo así, donde hubiera cualquier manifestación de culto exterior, no existirá una verdadera practica espirita.

A pesar del laudable entusiasmo de algunos espiritas para la comunión con sectas religiosas en el seno de la doctrina, la mixtura heterogénea siempre sacrifica la pureza intima esencial. ¡La calidad de la sustancia espirita se reduciría por la cantidad de mixtura de otros ingredientes religiosos, más adversos! 

¡El Espiritismo, no es una doctrina separatista, ni es eclecticismo religioso a la superficie del Espíritu inmortal! ¡Es, principalmente, un movimiento de solidaridad fraterna entre todos los hombres! Puede ser eclecticismo espiritual uniendo en espíritu a  todos los credos y religiones, porque, también afirma su doctrina  y postulados en la realidad inmortal. Más sería insensata la mezcla heterogénea de prácticas, dogmas, principios y composturas devocionales diferentes, entre si, para construir  otro movimiento espiritualista excéntrico.

   La misión de la Doctrina Espirita, en fin, es liberar al hombre  y no prenderlo aun más a las formulas y supersticiones del mundo carnal transitorio.

  Finalizamos, haciendo nuestras observaciones sensatas del Espíritu Emmanuel, a través del médium Francisco Cándido Xavier, en el mensaje “Doctrina Espirita”, extraído del libro: “Religión de los Espíritu”, concitando a los Espiritas  a cuidar  de la doctrina que profesan:

… Porque la Doctrina Espirita es en si la libertad y el entendimiento, hay quien juzga que esté obligada a mezclarse con todas las aventuras marginales y con todos los exotismos, bajo pena de huir a los impositivos de la fraternidad que vincula.

    Dignifica, así, la Doctrina que te consuela y libera, vigilándole la pureza y la simplicidad, para que no colabores, sin percibirlo, en los vicios de la ignorancia y en los crímenes del pensamiento.

  “Espirita” debe ser tu carácter, incluso cuando te encuentres en reajustes, después de la caída.

   “Espirita” debe ser tu conducta, aunque estés viviendo duras experiencias.

  “Espirita” debe ser el nombre de tu nombre, aun cuando respires en aflictivos combates contigo mismo.

   “Espirita” debe ser el claro adjetivo de tu institución, aunque, por eso, te falten las pasajeras subvenciones y honras terrestres.

     La Doctrina Espirita quiere decir la Doctrina de Cristo.

   Y la Doctrina de Cristo es la doctrina del perfeccionamiento moral  en todos los mundos.

    Guarda pues, en la existencia, como tuya  la responsabilidad más importante, porque día llegará en que serás naturalmente invitado  a rendirle cuentas. 

Amorim, Deolindo - "El Espiritismo y ´las Doctrinas Espiritualistas";

Traducido por M.C.R

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                   CAMINEMOS SIEMPRE


     Todos los días son como el comienzo de una nueva clase. Cada uno es un día nuevo, con nuevos retos y nuevos desafíos en los que poco a poco veremos que puntos precisamos ir mejorando. Nosotros. como espíritus en evolución, nos daremos cuenta de que cada día descubrimos un nuevo punto que debe ser corregido, y es ahí donde tenemos que iniciar nuestro trabajo.

    Tenemos tantas y tantas cosas por reparar y por aprender, pero a pesar de los errores que podamos cometer, lo importante es que todo lo que hacemos para mejorar, aunque solo sea el intento, el esfuerzo, pues sin duda alguna ese esfuerzo tendrá resultados positivos, solo es imperativa, la insistencia  una y las veces que sean necesarias hasta que aprendamos y sea solucionado.

     Todos estos trabajos que realizamos para nuestra transformación moral, harán que seamos más buenos y mejores, como enseñaba en sus lecciones nuestro Maestro Jesús. Todo lo que Él enseñó es para nuestro mejoramiento.

     Siempre tenemos que ir hasta el Padre, es normal que encontramos obstáculos en nuestro camino, y entre tanto, es normal y necesario, entretanto, todos esos obstáculos
porque nos hacen crecer y en todo momento, a pesar de las veces que podamos caer, lo que importa es volver a levantarse y seguir trabajando.

     El Padre no nos pide que nos convirtamos en ángeles en una sola existencia, no tenemos que sentir remordimientos excesivos a cada instante, podemos tener ciertos remordimientos dependiendo del daño ocasionado, pero siempre, lo importante es reparar el mal cometido y si no se puede reparar, confiar en Dios, pues si tenemos y queremos mejorar, sin la más mínima duda, el Padre nos volverá a dar la oportunidad para que nos reparemos nosotros mismos a través de la caridad, pues el Padre siempre ayuda a la criatura que quiere redimirse. Todos tenemos oportunidades para aprender y mejorar, solo necesitamos nuestro esfuerzo continuo, porque siempre tendremos lo necesario para crecer.

     En este Mundo, al ser de pruebas y expiaciones, es normal que todo cueste esfuerzo, pues es la manera de conseguir que avancemos más rápido y es la mejor forma de romper las cadenas que nos atan a la materia. Lo importante es saber vivir con lo material, pues el Maestro nos enseñó que tenemos que vivir en el mundo pero sin pertenecer a él, y así es como tenemos que vivir, con nuestros problemas, con nuestros dolores y cualquier otra cosa, pero sin aferrarnos a ello; si tenemos posesiones materiales, no tengamos miedo a perderlas, confiemos en Dios, porque de Él son nuestros bienes. Si tenemos sufrimiento en el cuerpo físico, confiemos en Dios y pidámosle que nos asista, porque esas enfermedades nos están llevando hacia el bien.

     Todo lo que nos pasa es para nuestro bien, solo que no somos capaces de ver realmente la grandeza del Padre y continuamos con nuestros egoísmos, nuestros odios, envidias y celos, así como otras tantas enfermedades del alma, que cuando no somos capaces de aprender con el Amor causamos sufrimientos, y los abusos de otras existencias nos visitan en la actualidad, pues son manera de aprender para volver al camino del bien.

     Nosotros somos responsables de nuestro destino y depende de nosotros que nuestro futuro sea mejor o peor que nuestro presente de hoy. Tenemos la decisión de aprender y de que aprendamos de Jesús, que con su ejemplo y esfuerzo por que fuésemos sus obreros de última hora, porque al principio tal vez no comprendimos Sus grandes enseñanzas, pero ahora es, quizás, el momento de volver a Él y de dejarnos llevar por Su Amor para que de esa manera volvamos al Mundo Espiritual más triunfantes y felices que cuando encarnamos en el plano físico.

     Aprendamos de Jesús y hagamos como Él hacía: Orar mucho y que siempre digamos: "Padre, que se haga siempre Tu voluntad y no la mía ".

    Seamos siempre así, confiando el en Padre y caminando siempre en compañía de Jesús. 

- Rafael. Espíritu- Tomado del Grupo Alborada Espírita Cristiana-

                                                                                                                                                                              *************************************************

            ¿Qué es Dios?, o ¿ Quién es Dios?

 

                                                       


    Hay personas que alguna vez se han podido hacer el planteamiento de que si Dios existe, y lo hizo todo, ¿ quién lo  ha  creado  a Él ?.  Otros solo consideran a Dios una idea abstracta hacia algo superior, indescifrable e indefinido, con lo cual, persiste la duda de si  en realidad  existirá o no algún Dios y cómo será este. En ese “ancianito de larga barba” que nos contempla desde las alturas ya nadie cree. Desde luego ese dios no existe.

   Sin embargo nadie puede tratar de definir algo tan grande e infinito que  se intuye como la Causa Perfecta de toda la Creación, de todos los seres y de todos los mundos; la Causa de todo cuanto existe en el Universo infinito; el Principio y la Meta de todas las cosas, etc.  No obstante yo voy a tratar de exponer  aquí las ideas y conceptos que soy capaz de admitir y comprender, siendo consciente de que no puedo intentar definir a Dios, porque sería limitarlo, y sin embargo mi idea de Dios es  un  concepto ilimitado e indefinible y en ninguna mente humana tan pequeña y limitada no se puede abordar en su totalidad  un concepto tan abstracto e  infinito pero,-para mi - sin duda alguna, es una realidad muchas veces evidente, que continuamente percibimos en todos los detalles y los seres que pueblan la Naturaleza, o sea, en Su obra.

  Dios  no tiene forma ni  imagen física; Él es la Inteligencia origen de toda inteligencia; Necesariamente ha de ser Perfecto e ilimitado en todas las perfecciones y atributos y por eso se podría tal vez, imaginar, como el Ser Supremo que desde una elevada e infinita cúspide como Mente Creadora Suprema, irradia  su vibración de Amor a todo un Universo ilimitado, cuyas galaxias y mundos suspendidos en perfectas órbitas dentro del espacio infinito, laten como un gran corazón inmerso en un enorme proceso evolutivo de aproximación hacia la Perfección infinita de la Fuente Creadora Suprema, Y este Ser tan inconmensurable e inabarcable  para la mente humana, y que es Energía y Vibración,  alcanza con su vibración tanto al macrocosmos como al microcosmos, y  a todos los seres que los habitan.

    Este Ser Perfecto e Infinito, origen de todo lo creado, ha sido denominado de muchos modos, según las diversas filosofías, tradiciones, culturas y pueblos: Para unos es “El Gran Arquitecto”; para otros “el Alfa y el Omega”; para otros “el Todo”; y para otros, sencillamente "Dios", o Alá o el Gran Espíritu, etc .  Jesús de Nazaret nos lo presentó sencillamente como “El Padre”, o sea, Su Padre y por extensión,  nuestro Padre, de ahí que cuantos creemos y aceptamos las enseñanzas del Maestro Jesús, nos sentimos o nos debiéramos sentir realmente hijos de Dios y hermanos unos de otros,  porque todos somos hijos de ese Gran Padre  común..

    Se le podría considerar también a Dios como la conciencia colectiva de todos nosotros juntos ( el gran “Yo Soy” ), lo cual viene a significar que cada Ser humano por nuestra parte espiritual, somos como una “Chispa Divina” o partícula salida de esa gran Llama de Energía cósmica. La realidad, tal como nos la han explicado a través del Espiritismo, es que somos esas Chispas Divinas, pero no somos partes del Todo, sino creados por la inteligencia y voluntad de este mismo Todo que comprendemos como un Ser Omnipotente, que nos creó a Su imagen y semejanza, o sea con Sus atributos latentes, que deberemos cada uno ir desarrollando, para poder ir acercándonos a Él. Por eso comprendemos que somos hijos de Él o creación de Él, pero no somos una parte del mismo Dios. Esto supondría admitir al Ser Supremo Perfecto, formado por todos los Espíritus humanos imperfectos, salidos de Él, y todas las imperfecciones humanas no sumarían nunca la perfección absoluta, sino una imperfección mayor.

   Hay mucha gente que considera que la creencia de que cada uno tenemos en potencia el poder de Dios es ridícula, pero para aquellos que creen o respetan las Sagradas Escrituras, vemos como en el Evangelio de S.Juan (1-12), cada uno tiene el poder de convertirse en “hijo de Dios” cuando lo comprende y lo acepta, al igual que lo  afirmó Jesús de sí mismo.

Ante la idea de Dios debemos comenzar por comprender que  es el Principio, la Causa y el Origen de todo cuanto existe y a su vez es también  la meta infinita a la que todos los seres aspiramos alcanzar.

 Él es el Principio increado de todo cuanto existe en el universo, porque si  Dios a su vez  pudiese haber sido creado por otro, ya no sería el Ser Supremo y este otro Principio Creador estaría por  delante de su  criatura, por tanto  este último sería el verdadero Dios y así sucesivamente. 

Dios es Espíritu con una personalidad real, aunque sin límite ni forma física de ninguna clase. Es el único Ser que engloba en Sí mismo a toda la Creación y a todo el espacio, con los mundos de todos los universos  infinitos y a todos los seres creados por El,  que existen en todos los universos, conocidos y desconocidos por el hombre.

 Su presencia está tanto en lo más grande o macrocosmos con una infinidad insondable de galaxias que se organizan en el espacio infinito, como también en lo más ínfimo o microscópico: el microcosmos.

  Como ya se ha señalado anteriormente,  no es un Ser o algo exterior a nosotros, sino que al mismo tiempo lo tenemos dentro y fuera. Por eso nos parece absurdo el buscarlo en los templos religiosos, cuando en realidad lo llevamos todos en el sagrado templo del corazón. Quisiéramos poder abarcar su definición y comprensión, pero no cabe en nuestras imperfectas  mentes.

 Partamos de la base de que definir es limitar, y  nos encontramos aquí,  tratando de definir con nuestras pequeñas y limitadísimas mentes, lo que es  infinitamente  grande e ilimitado.

  Debo reiterar el concepto de  que lo que  dentro de nuestra limitada capacidad humana llamamos Dios, no es ningún ser  concreto contenido dentro de una forma o delimitado, semejante a nosotros, con una forma humana tal como lo concibieron las religiones creadas en épocas en las que el ser humano no podía concebir otra idea más grandiosa y más abstracta que la de sí mismo.   Esta idea del Dios  con figura humana, es producto de la fantasía del Ser humano que para  concebir algo superior  a él solo  fue capaz de hacerlo mediante la imagen y forma concreta de un Ser semejante a él  y con un  físico semejante al  del humano, aunque, eso sí,  mucho más poderoso, bello y perfecto..

 Considerado bajo el prisma de nuestros sentidos físicos, Dios es un Ser múltiple, o sea que se manifiesta en todas las fuerzas de la Naturaleza que falsamente vienen a aparentar que son otros tantos dioses; así nació el Politeísmo. Dios tiene, en efecto, muchos atributos que son parte de Su Naturaleza, pero que por sí solos ninguno de estos atributos  por si mismos  son Dios.  

   De esta Suprema Energía Creadora, se desprende la existencia de unas sabias leyes inmutables porque son perfectas, y rigen  permanentemente todo cuanto existe, siendo la Ley Suprema, por encima de todas,   la  Ley del Amor, porque el Amor es su propia Esencia, siendo este Amor- Vibración  nada menos que el motivo y el origen de toda la Creación.

De todos modos, llegamos a  un punto en que nos tenemos que rendir finalmente a la evidencia de que nuestra limitada capacidad humana es incapaz de llegar más allá para comprender o definir la idea de lo ilimitado. Abarcar en su totalidad la idea de Dios, es imposible; lo único que con respecto a este concepto  podemos hacer los humanos, es sentirlo y amarlo en mayor o menor medida, según seamos más o menos capaces.

  Lo podemos imaginar  también  como una constante vibración que  se proyecta en todo el Universo  infinito y afecta a cada  criatura por medio de unas leyes  que rigen en forma de orden, equilibrio, impulso y armonía. Por eso sabemos que  Dios es Amor y se manifiesta según sus  propias normas, en forma de Leyes;  por eso, también podemos concebirlo como como  Amor y Ley al mismo tiempo.

 Científicamente, ya vimos que  no se puede demostrar su existencia, si hablamos de una demostración empírica de laboratorio, pero sin embargo cada persona, aun sin poder definirlo, lo siente  de un modo personal y subjetivo, y  por ello puede  comprenderlo y  sentirlo en sí misma.   ¿ Cómo lo pequeño y limitado podría medir en su totalidad a lo infinitamente grande e ilimitado?.

 Aunque sabemos que solo podemos comprenderlo parcial y  limitadamente, si que podemos  comprender la realidad  de su existencia, desprendiéndonos de pensamientos y preceptos mezquinos, y rechazando las formas materiales y groseras con que las religiones han revestido a este  Supremo Ideal.

 Busquemos a Dios en donde le podemos encontrar: en nosotros mismos y en la majestad de sus obras; quien le busca fuera de sí  mismo  y fuera de los demás seres humanos no lo encontrará jamás y terminará  por hacer  un ídolo falso e  inexistente.

 En lugar de tratar de explicar qué es Dios, tal vez deberíamos analizar qué significa para nuestras vidas Su existencia y Su presencia, y qué sentimientos despierta en nosotros: dudas, seguridad, temor, rebeldías, amor, escepticismo, etc. Creo que para muchos de nosotros, principalmente representa la seguridad de sentir que siempre Su  Presencia está cerca, como un Padre que nos ama, actuando muchas veces a través  de otros espíritus familiares o guías que nos inspiran y dan fuerzas para transitar el camino de la vida.. Sentir a Dios, supone sentir que Algo Superior e indefinible  nos ama más incluso aún que nosotros mismos y nos comprende y acepta tal cual somos, sin juzgarnos y brindándonos continuamente oportunidades para progresar y participar finalmente de la  felicidad de Su presencia y cercanía, aunque esto a veces supongan situaciones de dolor que en cualquier caso siempre son transitorias y consecuencia de nuestros propios errores.

  Dios  no solo es  fuente de Amor, sino también de Justicia permanente, porque la justicia para ser tal debe estar ligada al Amor y mediante la conjunción de ambas nos podríamos hacer una idea de su Perfección y Misericordia. Toda la Creación es la manifestación de su Amor; y  la Reencarnación de sus hijos los espíritus, en mundos físicos,  es  manifestación de su  Justicia. 

Como  el Amor y la Justicia son nuestras metas más íntimas, podemos vislumbrar que   Dios existe dentro y fuera de nosotros, en el Universo y también en nuestra alma. Por este motivo  realmente  somos  sus  hijos y  nuestro destino es la inmortalidad y la ilimitada felicidad, por lo que aspiramos a acercarnos a Él en esta suprema intención de aceptar como  nuestra  Su Divina Voluntad, haciendo así realidad estas metas de Amor y Justicia que laten en el interior de cada  Ser humano, porque aun sin ser conscientes de ello estas metas o ideales por si mismas  son  también evidencia de Su realidad  existencial . 

- José Luis Martín-

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Todos los días es como el comienzo de una nueva
clase, es un día nuevo con nuevos retos y nuevos desafíos,
donde poco a poco veremos qué puntos precisamos ir
reparando. Nosotros como espíritus en evolución, nos
daremos cuenta que cada día descubrimos un nuevo
punto que debe de ser corregido, y es ahí donde tenemos
que iniciar nuestro trabajo.

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