domingo, 25 de septiembre de 2022

Los Niños

   INQUIETUDES  ESPÍRITAS

1.- Mundos felices

2.- Por qué temer al Espiritismo

3.- Los tres elementos esenciales del ser humano

4.- Los niños


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                 MUNDOS FELICES

 

Con los datos obtenidos por los Espíritus hemos visitado las regiones inmensas del espacio. El panorama esplendido de la armonía cósmica se desplegó delante de nuestros pasos.

Hemos recibido  un anticipo de la idea del infinito, más lo comprenderemos en su magnitud total, conforme vallamos perfeccionándonos en el futuro.

 Los misterios del éter revelaron su enigma, hasta hoy indescifrable, y hoy tenemos al menos, la noción de la universalidad de las cosas. Ahora es necesario detenernos y reflexionar. Haber reconocido la pequeñez de la tierra y su mediocridad en la jerarquía de los mundos es un adelanto.

En los mundos felices, las relaciones de los pueblos son siempre amistosas, nunca se turban por alcanzar las pertenencias ajenas. La superioridad moral y la inteligencia  es la que establece la diferencia de condición y supremacía. La autoridad siempre la da el merito, que siempre se ejerce con justicia.

Allí todas las virtudes y sentimientos nobles adquieren un sentido más elevado, que en la tierra, pus aquí el amor  nunca podremos sentirlo en el grado de  excelsitud que se expresa en los mundos felices.

Allí la necesidad no existe, tienen conforme han adquirido, por su esfuerzo en el bien, y por su inteligencia y si desean algo más se esfuerzan en conseguirlo, pues nadie está allí por expiación.

Se vive como en un paraíso, donde se puede acceder a todo lo que lo comprende, lugares hermosos, estancias de estudio, de recreo, músicas sublimes que emocionan y llenan el alma de bienestar y felicidad, como define André Luiz, allí todo es positivo, lleno de cometidos, nobles. Para que nos podamos hacer una idea, es como un paraíso donde el llanto y el crujir de dientes no existe, es como vivir en una gran ciudad  donde se puede caminar por todas sus calles, visitar todos los lugares sin ningún temor, sin ninguna preocupación por no tener dinero para poder conseguirlo, tu elevación y tus merecimientos te hacen accesibles esas estancias. Y gozar en esa ciudad de una morada exquisita con todos los accesorios necesarios para desarrollar una vida digna y feliz. Sin envidias, sin rencores, sin celos, sin egoísmos ni orgullos, sin susceptibilidades, solo un afán domina el corazón de los espíritus que allí moran, el de hacer el bien, y el deseo de progresar más cada día. Allí el sufrimiento no existe.

Estos mundos están al alcance de todos, Dios soberanamente justo, no tiene preferencias entre sus hijos, para El todos somos iguales, partimos desde un mismo punto y vamos hacia el mismo lugar la perfección de nuestras almas. Todos podemos acceder un día a esas estancias de felicidad, y morar allí, perfeccionémonos   y llegaremos a habitar esas estancias de luz, paz y felicidad, el tiempo que tardemos en conseguirlo  depende de la prisa que nos demos en alcanzar la pre disponibilidad  para habitarlos.

Todos debemos trabajar con celo y animo en la gran obra de nuestra regeneración, porque así recogeremos centuplicado el grano que hayamos sembrado. Y seremos infelices si cerramos los ojos a esta luz pues estaremos muchos siglos en tinieblas y desengaños; procuremos no fijar nuestros ojos en los bienes de este mundo, pues sufriremos más privaciones  que goces hayamos tenido.

Para eso nuestro esfuerzo ha de ser constante, sin olvidarnos que ya desde aquí si trabajamos en el bien podemos sentir bosquejos de esa felicidad, de esos mundos, pues sabemos todos muy bien  que tanto el cielo como el infierno lo llevamos dentro de nosotros, son estados de la propia conciencia. El alma pura y limpia, ya siente dentro de sí una felicidad y una concepción muy distinta de la vida y de las cosas.

Trabajo realizado por Merchita.


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        POR QUÉ TEMER AL ESPIRITISMO

                             

Escribe Carlos Pérez desde Canadá.

El prejuicio que gravita en cada hombre en lo religioso, social y científico no lo tiene el que discierne y busca la verdad. Por eso estudia espiritismo.
La definición de prejuicio es dar un juicio de lo que se desconoce. Y ese es el motivo de tergiversaciones de quienes denigran al espiritismo con sus opiniones, con sus malas prácticas y mistificaciones revueltas con religión.
Y para colmo, cuentan con la solidaridad de científicos dogmáticos, que no le dan vida al espíritu sino solo a la materia.
El miedo al espiritismo se inculca a través de las diferentes religiones porque les descubre su malicia e intereses creados.
Rechazan la comunicación de los espíritus y lo confunden con curanderismo y cosas demoniacas. Algunos se amparan en lo ordenado por Moisés, pero no explican por qué fue que Moisés prohibió la comunicación de los espíritus.
Y debe quedar claro que él prohibió las comunicaciones pero nunca el espiritismo como se mal interpreta; porque eso es imposible.
De allí la ignorancia en que los humanos caen por no saber la verdadera razón, ya que no es un secreto que fue debido a las malas prácticas.
Por lo que Moisés vio junto al Consejo Supremo Espiritual, fue que decidieron que las comunicaciones de los espíritus de luz y aún de poca luz, debían comunicarse únicamente en la Escuela Escénica y prohibió su comunicación fuera de ella.
Se entiende que la Escuela tenía varias sedes.
El espiritismo llamado Luz y Verdad con sus doctrinas redentoras, se expone a los hombres libres que toman el valor de sí mismos y que encuentran su esperanza en la verdad desnuda, al reconocer que son espíritu con alma y cuerpo, donde se encierra el gran universo como micro-universo con su creador.
Comprende que su alma pertenece a la única sustancia y que su cuerpo es demostración de la vida en formas, igual que las especies de la naturaleza. Asimismo reconoce su procedencia como espíritu y sabe que es omnipotente en sabiduría pero no omnímodo, pues está sujeto a las leyes divinas que representan el amor del Creador Universal.
El progreso del ser humano en los mundos solo se puede adquirir por medio de la reencarnación, lo que conlleva amor y sacrificio porque solo el espíritu es responsable de sus actos.
Y cuando se equivoca solo él puede resolverlos por medio de su voluntad, ya que se impone por amor su sacrificio en vista de que el perdón no existe pero sí la corrección.
Por eso es que el hombre o mujer conscientes, llevan luz en su espíritu y todo acto lo trata de hacer con una eficiente moral de por medio, que es lo que enseñan las doctrinas espiritistas.
Ya no hay lugar para el engaño. Y quienes creen combatir el espiritismo, por su propia ignorancia no muestran más que falta de conciencia y madurez, ya que el espiritismo no tiene enemigos.
Solo existen espíritus aberrados que no quieren hacerse luz, pues por estar muy materializados y en plena concupiscencia por placeres vanos, se mantienen ciegos.
En el espiritismo solo existe la ley de progreso y más tarde o más temprano se produce la regeneración, pues en el universo existen muchos mundos para corregirse según nuestra voluntad.
Así lo dejó sentado Abrahán en su testamento y está expresado en los mundos descritos por el Dante. Todos los espíritus de la Tierra ya fuimos juzgados y sentenciados.
Nos quedaremos a vivir en un mundo de progreso o iremos a un mundo primitivo. No hay otra alternativa. Y no hay otra sentencia; esta es la final.

Basta ya de miedos. Solo se espera que por propia voluntad se estudie sin temores ni prejuicios, pues el espiritismo es tan natural para el que quiere ver.
Se demuestra su existencia y acción en todo lo que nos rodea, porque todo es acción del espíritu y sus leyes, pues la vida es el espíritu y es el demostrador de la vida en los mundos, planos espirituales, constelaciones y galaxias en todo el universo.

Reciban un saludo fraternal de su hermano Carlos Pérez desde la ciudad de Longueuil, prov. de Quebec, Canadá.

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LOS TRES ELEMENTOS ESENCIALES DEL SER HUMANO



Hay en el hombre tres cosas esenciales:

1º) el alma, o Espíritu, principio inteligente en el cual residen el pensamiento, la voluntad y el sentido moral;
2º) el cuerpo, envoltorio material pesado y grosero, que coloca a los Espíritus en relación con el mundo exterior;
3º) el periespíritu, envoltorio fluídico, leve, sirviendo de lazo y de intermediario entre el Espíritu y el cuerpo. Cuando el envoltorio exterior está usado y no puede funcionar, cae, y el Espíritu se despoja de él, como el fruto de su cáscara, el árbol de su corteza: en una palabra, como se desecha una vieja ropa fuera de su uso. Esto es lo que se llama la muerte.

La muerte, por lo tanto, no es otra cosa sino la destrucción del envoltorio grosero del Espíritu: sólo el cuerpo muere, el Espíritu está, de alguna suerte, comprimido por los lazos de la materia a la cual está unido, y que, frecuentemente, paraliza sus facultades; la muerte del cuerpo lo desembaraza de sus lazos; se emancipa y recobra su libertad, como la mariposa saliendo de su crisálida; pero no deja sino el cuerpo material; conserva el periespíritu, que constituye, para él, una especie de cuerpo etéreo, vaporoso, imponderable para nosotros y de forma humana, que parece ser la forma típica. En su estado normal, el periespíritu es invisible, pero el Espíritu puede hacerlo sufrir ciertas modificaciones que lo vuelven momentáneamente accesible a la visión e incluso al tacto, tal como ocurre con el vapor condensado; es así que puede, algunas veces, mostrársenos en las apariciones. Es con la ayuda del periespíritu que el Espíritu actúa sobre la materia inerte y produce los diversos fenómenos de ruidos, de movimientos, de escritura, etcétera (los golpes y los movimientos son, para los Espíritus, los medios de mostrar su presencia y de llamar sobre ellos la atención, exactamente como una persona cuando toca para advertir que hay alguien). Hay los que no se limitan a ruidos moderados, sino que llegan a provocar un estrépito semejante al de la vajilla que cae y se rompe o de puertas que se abren y vuelven a cerrarse o de muebles derribados.

Comentario: Los espíritus que se limitan a hacer ruidos u producir golpes son de baja o poca elevación. Los espíritus elevados proporcionan comunicaciones inteligentes.

EL ESPIRITISMO EN SU MÁS SIMPLE XPRESIÓN. ALLAN KARDEC.

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                                                   LOS NIÑOS
                                                        ( Psicografía)
                                                   

En Igualada, 09-01-93

 "Queridos hermanos: A veces me acerco a vosotros, estoy escuchando y ayudando a que realicéis este trabajo de amor espiritual para los seres que os necesitan. Hay quienes sufren mucho, otros, simplemente están dormidos, pero necesitan despertar y seguir su camino de evolución.

Hoy quiero hablaros de un tema muy entrañable para mí: «los niños». ¡No sabéis como los amo y qué sentimientos despiertan en mí!. Cuando yo estaba en la Tierra, gustaba de observarles, hubiera pasado horas enteras contemplándoles.

Me atraían sus cuerpecitos tan débiles, y sus ojos inmensos, mirándoles creía ver en ellos la inocencia con que vienen al mundo. Después al verlos crecer, veía las distintas situaciones que envolvían sus vidas. Y aquellos infantes que nacieron tiernos e indefensos y aparentemente inocentes, no eran felices.

Muchos niños tienen una infancia relativamente feliz, pero así y todo padecen contratiempos y problemas, tanto en el aspecto afectivo o de la salud. Otros sufren situaciones aún más graves, enfermedades incurables, abandono, vejaciones o malos tratos.

Entonces cabe preguntarse, ¿por qué sucede todo esto?. Por poco que meditéis, os daréis cuenta de que cada niño trae su historia, decenas de historias a veces, tan evidentes diferencias demuestran que existe una preexistencia. Leyendo en el inmenso libro de la infancia desvalida podemos aprender la profunda lección, de que los niños de hoy sufren los graves errores del hombre del ayer.

Una lección simple pero importante. Ojead página tras página, material no os ha de faltar, estudiad con detenimiento la vida de los niños. Observaréis que no todos poseen, ni mucho menos, el mismo grado de inteligencia, de capacidad para poder aprender, a veces, las cosas más simples. Y comprobaréis también como sus sentimientos, así que se van desarrollando como personas, en algunos de ellos son elevados, sublimes, con inmensos deseos de amar a los demás. Otros al contrario, demuestran unos sentimientos mezquinos ya desde su más tierna infancia.

Analizando encontraréis la respuesta razonable a esta pregunta. ¿Por qué no todos los niños son iguales?. Por ley de evolución nacen con sus vidas marcadas, como si una fuerza muy grande y misteriosa trazara sus destinos, en ocasiones desgarradores, y en otras, son vidas que se dirigen hacia cumbres esplendorosas.

Hermanos amad, no sólo a los niños, sino a todo ser que sufre, apoyadle y ayudadle. Este ser es la prueba evidente de un pasado tormentoso, de errores cometidos en lejanas épocas, y es por ello que necesita que alguien le ayude a sobrellevar su carga. No olvidéis que todos los espíritus en un determinado momento, hemos necesitado que nos ayudaran y apoyaran para dar los difíciles e inciertos pasos hacia el Equilibrio y a la Luz. Amados, ayudando aprenderéis, vuestros horizontes se ensancharán y la Luz llegará a vosotros iluminando el camino que debéis recorrer.

La Luz os acompañe. Adiós. "


- M. Dolors Figueras -

( Tomado de Pinceladas Espirituales- Contactos  con el Más Allá)

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