sábado, 28 de agosto de 2021

Inspiración (Testimonio)

  INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.- Sentirse libres para cambiar de opinión-

2.- La amistad real

3.- Inspiración (Testimonio)

4.- La lógica de  la Reencarnación


( Nos volvemos a encontrar, probablemente,  el próximo día 1 de Septiembre, si Dios lo permite)



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SENTIRSE LIBRES PARA CAMBIAR DE OPINIÓN



Dejemos que nuestras almas cambien de opinión conforme vamos creciendo espiritualmente debido a la expansión de nuestra conciencia, para que no perezca igual que la serpiente que no puede cambiar de piel.

En estos momentos el mundo está pasando por decisiones importantes que cada conciencia debe de resolver, nadie se nombre triunfalista por la decisión tomada, porque no hay nada mejor ni peor en cada decisión, cada uno obra según su conciencia y el compromiso adquirido cuando vino a este plano, siento una terrible pena cuando veo los reproches que se están haciendo a los que toman una decisión contraria de la propia.

Nadie perjudica a nadie, cada uno sigue su camino, hubo una frase que leí que me gusto debido a la gran comprensión que contenía " No despertéis a las "semillas" que están dormidas porque han venido para seguir este camino". ¿A caso alguien se proclama poseedor de la verdad absoluta? NO . ¿ Acaso alguien sabe que los que perecen en este momento es porque han actuado mal? NO. ¿Acaso se sabe los que se resisten están actuando mal? NO. No existe bien o mal, es solo un concepto de este mundo dual, por este motivo no son propios estos reproches entre los seres humanos que se supone deben orientarse hacia el control de sus pensamientos y el propio cambio interior. No es propio de una persona que aspira a conectar con entidades más altas en lugar de orientar sus pensamientos hacia los deseos de un mundo sin agresividad y que proporcione paz y armonía, creen separación entre los seres humanos.

Personalmente soy libre pensadora y no acepto injusticias por lo que lucho por erradicarlas, pero no a costa de cargar contra otros seres humanos por tener ideas diferentes. Se expande con el ejemplo, el ser agresivo esta de moda pero a mi criterio no es el camino .

-Estel Giro- del Grupo espírita Francisco de Asís-

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  LA AMISTAD REAL

   Un gran señor que supo amontonar sabiduría, más allá de la riqueza, auxiliaba a diversos amigos pobres, en el mantenimiento del buen animo en la lucha por la vida. 

   Sintiéndose más viejo, llamó al hijo para que cooperara. El joven debía  aprender con él a distribuir gentilezas y bienes.

   Para comenzar, lo envió a la residencia de un compañero de muchos años, al cual destinaba trescientos cruceiros mensuales.

   El joven siguió sus instrucciones.

   Viajó seis kilómetros y encontró la casa indicada. Pero contrariamente a lo que él esperaba, no halló una vivienda en ruinas. El domicilio, a pesar de ser modesto, mostraba encanto y confort. Las flores perfumaban el ambiente y albo lino vestía los muebles con belleza y decencia.

   El beneficiario de su padre lo saludó con efusiva alegría, y, después de una inteligente conversación, mandó a traer el café en un servicio agradable y distinguido. Le presentó a los familiares y amigos que se envolvían, felices, en una aureola enorme de salud y alegría.

   Dándose cuenta de la tranquilidad y la abundancia, allí reinantes, el portador regresó al hogar, sin entregar la dádiva.

– ¿Para qué? – Conversaba consigo mismo – aquel hombre no era un mendigo. No parecía tener problemas que mereciesen compasión y caridad.

   En verdad, su progenitor se engañaba.

   De vuelta, explicó a su viejo padre, con detalles, restituyéndole el
importe de que fuera emisario.

   El anciano, con todo, después de oírlo tranquilamente, retiró más dinero
de la cartera, dobló la cantidad y consideró:

– Hiciste bien, volviendo hasta aquí. Ignoraba que nuestro amigo estuviese
bajo más amplios compromisos. Vuelve a la residencia de él y, en vez de trescientos, entrégale seiscientos cruceiros, mensualmente, en mi nombre, de ahora en adelante. Su nueva situación reclama recursos duplicados.

– Pero, padre mío – acentuó el mozo – no se trata de una persona en posición miserable. Por lo que supongo, el hogar de él posee tantas comodidades como el nuestro.

– Descanso bastante con la noticia – exclamó el viejo, e imprimiendo tierna censura a la voz consejera, añadió:

– Hijo mío, si no es lícito dar remedio a los sanos y limosnas a los que no precisan de ellas, semejante regla no se aplica a los compañeros que Dios nos confió. Quien socorre al amigo, solamente en los días de extremo infortunio, puede ejercer la piedad que humilla en vez del amor que santifica.

   Quien espera el día del sufrimiento para prestar el favor, muchas veces
no encontrará sino silencio y muerte, perdiendo la mejor oportunidad de ser
útil. No debemos exigir que el hermano de jornada se convierta en un mendigo, con el fin de parecer superiores a él, en todas las circunstancias. Tal
actitud de nuestra parte representaría crueldad y dureza. 

    Extendámosle  nuestras manos hagámoslo subir hasta nosotros, para que nuestro concurso no sea orgullo vano. Toda gente en el mundo puede consolar la miseria y compartir las aflicciones, pero son raros los que aprenden a acentuar la alegría de los entes amados. El amigo verdadero, con todo, sabe hacer esto.

   Vuelve, pues, y atiende mi consejo para que nuestro afecto constituya una
sementera de amor para la eternidad. Nunca desees improvisar necesitados,
alrededor de nuestra puerta y, sí, crear compañeros para siempre.

   Fue entonces que el joven, envuelto en la sabiduría paterna, cumplió
cuanto le fue determinado, comprendiendo la sublime lección de la amistad
real.

(Relato del Espíritu NEIO LÚCIO)
Psicografía de FRANCISCO CANDIDO XAVIER


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            Inspiración  
        (Testimonio)

                                      

Nota : La dinámica espiritual del Progreso, nuestra relación con Dios, la interacción con los Espíritus, el cómo diseñamos nuestra psicosfera y cómo se conforma a nuestros patrones de pensamiento el Universo, son materia de estudio del Espiritismo. Como corolario, debemos profundizar en la dialéctica espiritista para identificar herramientas de vida que nos ayudan a reestructurar pensamientos y vivir con esperanza y optimismo. Hay historias de superación, que nos ayudan a crecer y aportan a nuestra sensibilidad, pero a veces pasan desapercibidas porque son desconocidas o quedan en el anonimato y la intimidad de sus protagonistas. El relato que incluimos aquí tiene el propósito de abrir un espacio a la reflexión, al análisis, para ir liberándonos de los prejuicios y reconocer que todos somos dignos de compasión, porque es un deber mirarnos y tratarnos como Espíritus que yerran y rectifican, mientras seguimos caminando hacia la perfección.

   " Al recibir de parte de una persona que amo, el libro titulado "Usted y los espíritus" (autor: Wilson García) , esta fue la llave para entrar por la puerta a la que ya hacía unos cuantos años otro ser amado me había llevado, pero por mi ignorancia, no me di a la tarea de entrar. Tal vez no era el momento o tal vez era necesario vivir un duro aprendizaje para seguir buscando respuestas y finalmente lo que realmente me haría comprender que hay un Mundo Espiritual maravilloso y lleno de esperanza. 

Me encuentro en un proceso de aprendizaje, de crecimiento espiritual y moral, luego de vivir consecuente a mis decisiones en el abismo y mal social del consumo de las drogas durante más de 20 años. Fue un proceso fuerte y doloroso, no solo para mí, sino también lo fue para las personas que me aman. Robos, mentiras, manipulación y un sin fin de eventos negativos fueron la orden del día a día. 

Sentí y le expresé en un momento dado a un ser que amo y respeto, que yo había nacido para ser adicto a la heroína y hasta le cuestioné a Dios el porqué entre tantos seres humanos, ¡eso me tenía que haber pasado a mí! Sí, así de grande era mi ignorancia en ese momento. ¡Qué equivocado estaba! Cuando me tenía que reclamar a mí mismo, era más fácil reclamar a Dios.  Somos nosotros los arquitectos de nuestra vida. 

Para mi bendición, gracias a las oraciones y los pensamientos positivos de mis benefactores en la posición de encarnados y los del mundo espiritual, un día ya cayendo la noche mientras caminaba después de haber consumido la última dosis del día, “algo” me decía “ve a la casa de mami” (la persona que considero mi segunda madre). Esa noche caminé, llegué y pedí ayuda. No tenía la menor idea de cuánta ayuda se me estaba preparando por parte de mis benefactores espirituales. Ahora comprendo que quien se refería a “mami” es su hijo y, con el poco conocimiento que yo tenía,  pensé que podía ser su influencia, ya que él pasó por una situación similar a la mía. En estos momentos él está desencarnado y con la ayuda de Espíritus Iluminados, ha conseguido progresar y ayudarme, como él también  es ayudado. Él es Arnito, el hijo de mi segunda madre, de “mami”. Él me inspiró para que fuera donde ella. Gracias Arnito por guiarme correctamente en el momento indicado.

 Esa noche, después de llegar a  casa comenzó mi proceso de lleno en el mundo espiritual, lo mejor de conocer ese mundo es que según sigamos evolucionando en la parte espiritual y moral, teniendo buena voluntad y entendiendo que el pensamiento lo es todo, podremos atraer influencias buenas, las cuales serán siempre de gran ayuda durante nuestro tiempo como encarnados y así poder sembrar en otros nuestra semilla espírita. Con frecuencia vivo experiencias hermosas.

Gracias a Nicole, la madre de mi hijo, por presentarme a la puerta del mundo espiritual que nos rodea y a mami (Rosaida) gracias por tomarme de la mano y caminar a mi lado en este nuevo viaje de crecimiento espiritual. 

Me he sentido inspirado a escribir este relato, con la esperanza de que otras personas lo lean y puedan entender que en nuestro pensamiento y con la ayuda de nuestros benefactores, tenemos las herramientas para luchar y vivir de acuerdo a los valores que están impregnados en nuestro ser. Debemos recordar que estamos aprendiendo lecciones y tenemos que dar gracias. 

No estoy solo, nunca he estado solo y nunca lo estaré. Tengo que decidir quién quiero que me acompañe en mi trayecto. Con lo poco que he aprendido puedo manejar mis ansiedades y comprender cómo con mi voluntad puedo cambiar mi pensamiento y enfocarme en lo que deseo para mí y para mi hijo. La lucha es diaria, pero fructífera. Tengo que seguir estudiando y preparándome todos los días y en todo momento. Solo doy gracias. "

Por Roberto Rivera Rivera
* Publicado en la revista A la Luz del Espiritismo. Publicación Oficial de la Escuela Espírita Allan Kardec. Puerto Rico. Año 2. Nº8.

(Tomado de Zona Espírita)

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 La lógica  de   la  Reencarnación 

                                                                                         



      Se puede llegar al convencimiento pleno de esta realidad simplemente a través de la razón, aunque a veces estos razonamientos chocan con principios religiosos asumidos anteriormente, que no contemplan esta realidad y que se tambalean  ante la lógica de la misma

       La  Reencarnación es necesaria para adquirir las experiencias en el plano físico que  permitan al Espíritu  su evolución hacia una perfección espiritual cada vez más elevada.

     La Reencarnación es una ley que nos da tantas oportunidades como precisemos, para enmendar los errores del pasado y adquirir nuevos valores en el presente,  y así poder avanzar progresivamente, enriqueciéndonos en virtud y sabiduría a lo largo de  muchas  vidas como Seres humanos.

     La Reencarnación viene a ser  el método práctico utilizado por la evolución que impulsa el progreso del Ser espiritual en cada vida, y gracias a ella  esto se hace posible, o sea que el auténtico sentido de la Reencarnación es el de realizar la evolución del espíritu a través de múltiples vidas en la materia.

     La Reencarnación y todo lo que de esta idea se deriva ha sido uno de los pilares básicos de una gran parte de las más antiguas religiones, incluido el Cristianismo. Es un principio  que se puede aceptar racionalmente porque arroja luz sobre las eternas interrogantes que desde siempre han inquietado al Ser humano respecto a su origen, a nuestra naturaleza o a la realidad existencial y las grandes preguntas: ¿por qué estamos aquí en este mundo, y  cual es finalmente nuestro destino o meta?,  llegando a conocer  a través de una filosofía absolutamente racional que de esta idea se desprende, a donde iremos, qué pasará o qué sucederá después de esta vida

     En  su infinito Amor,  Dios no nos permite vivir tan solo una única existencia  en una sola vida, insuficiente para capacitarnos en Amor y sabiduría, por larga y buena que esta pudiese ser es.  Si así lo hiciese dándonos una única existencia en este mundo sin posteriores oportunidades de progreso, sería comparable  con la idea monstruosa y absurda del  padre que  condenase  para  siempre a su hijo, a  no crecer; que siempre fuese pequeño y a que nunca  pudiese desarrollarse ni  pudiese llegar a ser  un ser adulto. Además sería un padre muy injusto al no darnos a todos las mismas oportunidades de crecimiento, porque vemos que hay ricos de nacimiento, al lado de pobres, inteligentes al lado de deficientes mentales, etc, o sea, unas desigualdades que bajo el prisma de una única existencia serían  incomprensiblemente injustas.

Por ella se realiza la Justicia Divina al otorgar en una existencia humana lo que no se tuvo en otra anterior y no otorgar  privilegios al Espíritu, aunque bajo la forma humana, aparentemente si los haya por nacimiento, o por desigualdades de cualquier otro tipo. En una clase de vida humana determinada, se pueden conquistar ciertos valores, mientras que en otra clase de existencia serán otros diferentes los que la propia vida podrá ofrecer por sus circunstancias diferentes.

 Básicamente el motivo  de la Reencarnación es el misma para todos: la Evolución, con el crecimiento del alma en cuanto a virtudes y sabiduría,  al tiempo que por la reencarnación se superan o se eliminan los defectos morales, residuos de etapas evolutivas anteriores. Pero a nivel individual aun se puede matizar más: unas  veces gracias a la reencarnación se conquista un aprendizaje  y se logra un desarrollo evolutivo y otras nos lleva a  afrontar  deudas contraídas en el pasado, lo cual equilibrará la balanza de la Justicia Divina y de paso podrá seguir aprendiendo y perfeccionándose, o sea, evolucionando.  Para acercarnos a la Fuente Creadora, es necesaria la evolución del Ser espiritual individual que mora en cada uno de nosotros, o  mejor dicho, que somos nosotros mismos  y esta evolución o progreso acorde con el de todas las formas físicas y psíquicas de la Naturaleza, es un camino de perfección personal ilimitada, y solo se logra  mediante  un periplo inicial del Espíritu,  transitando por muchas  vidas en los mundos físicos.  Dios no nos ha creado perfectos, pero sí perfecctibles, dejándonos el mérito de la perfección lograda  por nuestro esfuerzo y voluntad, aunque nos lo facilita al máximo mediante la  solidaridad entre todos los espíritus y la Caridad que es un imperativo en la marcha ascendente de la evolución  universal de las almas, cuando para facilitarnos el camino y dar fruto a nuestro esfuerzo, Dios ha dispuesto la ayuda de otros seres espirituales, hermanos  nuestros, que desde el plano espiritual nos inspiran y alientan  en este plano material donde habitamos, y así se nos ha dado el poder conquistar una  felicidad   valorada y auténtica, que es la felicidad  lograda mediante  nuestro propio trabajo  personal y nuestro  esfuerzo.

     Solo mediante las experiencias de las vidas en mundos físicos se puede aprender  en profundidad lo necesario y diferente  al aprendizaje que también adquieren durante la estancia en el mundo espiritual, con el fin de que el Ser espiritual progrese en su propia evolución, afrontando circunstancias y vicisitudes humanas, equivocándonos muchas veces, cometiendo errores y rectificando otras tantas, y así  nos podremos ir librando poco a poco de modo casi imperceptible, de los defectos y lastres que pesan en el desarrollo de nuestra alma.

Si admitimos la idea de Dios como Causa Primera de todo cuanto existe, y  comprendiendo que es infinito en todos sus atributos, nos podemos plantear: ¿ Por qué este Principio, del que procedemos, que nos  ama infinitamente a todos por igual, nos iba a dejar estancados para siempre en este pobre nivel  mental y espiritual que tenemos actualmente los humanos, sin darnos más oportunidades de que lo podamos mejorar?;  ¿ Acaso los humanos no hacemos normalmente  por nuestros hijos todo lo mejor a nuestro alcance?;  ¿Acaso somos las personas mejores o más perfectos padres y madres que Dios mismo?.  ¿ Si no  la hubiese Dios dispuesto en Su plan de Evolución para toda la  Creación, ¿Cómo podríamos llegar a  alcanzar lo que Jesús de Nazaret  encomendó cuando dijo: “Ser perfectos como mi Padre Celestial  es Perfecto”?. ¿Quién podría llegar  a alcanzar  la Perfección Absoluta de Dios  en una sola vida por larga que  esta  fuese?; además de que sería una injusticia permanente el tener que lograr esa perfección en una sola existencia en medio de  tanta desigualdad de oportunidades en cuanto a clases diferentes de vida humana, por su duración, su época, su cuna social, su estado de salud, su inteligencia,  etc.

 Si creemos que existe una Justicia  Divina  y un equilibrio inmanentes en todo el Universo porque vemos que todo se mueve y evoluciona  en el perfecto engranaje de la Creación, activado por una sutil  Inteligencia en la que la Perfección y el Orden se manifiestan permanentemente, ¿cómo se comprendería que ese Principio infinitamente perfecto y justo diese tan generosamente a unos lo  mismo que a otros niega?; ¿Cómo la Perfección Infinita, iba a ser tan injusta y tan imperfecta?

 Mediante  la reencarnación y la Ley de Causa y Efecto se otorga al Ser humano el uso del libre albedrío para decidir a cada paso su destino, tanto en este mundo como en  el  plano espiritual en donde  seguirá existiendo después de la muerte.

 La idea de la reencarnación ofrece explicación al sufrimiento y al dolor humanos, porque de esta idea se desprende una hipótesis racional  mediante lo que determina la ley de Causa y  Efecto, pues sabemos que ese sufrimiento es generalmente el fruto de nuestros actos negativos cometidos en el pasado; de ese modo  la reencarnación viene a reajustar el equilibrio íntimo del Ser.

       Sin la reencarnación no tendrían mucho sentido esas vidas infantiles segadas por una muerte prematura, al lado de esas otras vidas tan largas y tan llenas de experiencias y oportunidades de mejora y progreso, y otras veces de dolor.   ¿Sería acaso justo que en la corta existencia de un niño fallecido en  su primera edad, este se ganase  su eterna felicidad al igual que el anciano que para lograr lo mismo ha tenido que vivir largos años, a veces muy duros y llenos de experiencias dolorosas?.  Y si el Espíritu del niño no puede ser feliz igual que el del anciano, por no haber vivido lo bastante para merecerlo, ¿ Por qué Dios le iba a privar de semejante dicha llevándoselo tan temprano?, ¿Qué culpa tuvo él de haber dejado este mundo tan pronto  si su muerte no dependió de su voluntad ?.

     La  aceptación de la reencarnación  se debe a que da sentido a nuestra existencia, porque ayuda  a comprender como todas las existencias o vidas que hemos tenido como seres humanos se relacionan, y  como el bien y el mal que hacemos en unas vidas humanas,  invariablemente  nos repercutirán  más tarde en otras existencias humanas futuras que tengamos que vivir.  

   Comprender esto va en beneficio propio y de quienes nos rodean, porque nos capacita para dirigir nuestra vida de forma coherente y a ver  a los demás de otra manera más justa y con más sentido de la fraternidad y de la caridad; además amplía el concepto de Dios como el  Ser Supremo  origen y meta de  todos los Seres, así como el sentido de la Vida, mostrando la posibilidad que tenemos de dirigirla conscientemente, forjando nuestro destino cada día, paso a paso.

       Por otra parte, el meditar sobre las consecuencias que se desprenden de la reencarnación, supone asomarnos con ello a un horizonte amplio y luminoso que despierta nuestro entendimiento y nuestra Fe.  No me refiero a una fe ciega como la dogmática de las religiones, sino a la seguridad que se adquiere después del razonamiento y las evidencias que lo apoyan.

    El solo hecho de comprender y admitir la  reencarnación, conlleva también la mejor comprensión  de lo que es la muerte y el “Más Allá”  por lo que, en consecuencia, se pierde cualquier temor ante esta gran realidad que nos guste o no, algún día experimentaremos todos. 

     A cambio de las explicaciones racionales y lógicas que ofrece la filosofía que se desprende de la reencarnación, las religiones  occidentales  que no la  aceptan  y las demás filosofías ateas, no dan sobre estas interrogantes nada más que respuestas a todas luces vagas e insuficientes para la razón y para el corazón.

      El motivo que fundamenta  la Reencarnación es, en definitiva, la necesidad que tiene nuestro Espíritu de progresar y de  aprender  por medio de la experiencia humana, evolucionando y  desarrollando cualidades de Amor y Sabiduría, que son los atributos divinos  que nos acercan  al Creador. 

Posiblemente tenía mucha razón  la Teósofa Annie Basant, cuando afirmaba que “el concepto de que pudiesen existir almas que pasasen instantáneamente del “no ser”  al existir, con cualidades bien diferenciadas, es algo irracional y moralmente monstruoso, tal como lo sería el que de repente apareciesen  niños procedentes de la nada, que no hubiesen nacido de nadie, y que presentasen diferencias raciales”.

- Jose Luis Martín- 


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