miércoles, 18 de marzo de 2020

Naturaleza de la Mediumnidad

   
    INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.- ¿Por qué los espíritas no tienen temor a la muerte?
2.-  Elementos comunes y diferenciadores de las religiones
3.-  La Empatía
4.-  Las ECM y la Muerte
5.-  Naturaleza de la Mediumnidad





           ******************


                          

¿POR QUÉ LOS ESPIRITAS NO TIENEN TEMOR A LA MUERTE?
       La doctrina espiritista varía completamente el modo de mirar el porvenir. La vida futura no es ya una hipótesis y sí una realidad. Es estado de las almas después de la muerte no es ya un sistema, sino un resultado de la observación. El velo se ha descorrido, el mundo espiritual se nos manifiesta en toda su realidad práctica. No son los hombres los que lo han descubierto por el esfuerzo de una imaginación ingeniosa, sino los habitantes mismos de esos mundos que vienen a descubrirnos su situación. Los vemos allí en todos los grados de la escala espiritual, en todas las fases de la dicha y de la desgracia. 
    Presenciamos todas las peripecias de la vida de ultratumba. Ésta es para los espiritistas la causa de la serenidad con que miran la muerte, y de la calma de sus últimos instantes sobre la Tierra. Lo que les sostiene no es solamente la esperanza, sino la certidumbre. Saben que la vida futura no es más que la continuación de la vida presente en mejores condiciones, y la esperan con la misma confianza con que esperan la salida del sol después de una noche tempestuosa.
EXTRACTO del Libro "El Cielo y el Infierno o la Justicia Divina según el Espiritismo" - Allan Kardec

                                                    ********************






Elementos  comunes y diferenciadores de las religiones

             

          Son  muchos  los puntos en común  que son fundamentales  en todas y  cada una de las  grandes  religiones existentes  y  que debieran de unirlas en vez de  separarlas.

   En primer lugar, el concepto de  la existencia de un  Ser Supremo o Dios, le llamen como le llamen en cada una de ellas..

   En segundo, la creencia en la continuidad  de la vida tras la muerte, porque la vida es eterna, por lo que  el Alma continúa existiendo, en otra forma,   después de la muerte del cuerpo.

   Y en tercero, la bondad y la integridad humanas como necesarios caminos para acercarnos  a Dios, y en definitiva, el Amor fraternal y la Caridad que son la esencia de todos los conceptos religiosos que enseñaron todos los diversos Enviados y Profetas en todas las religiones y en todas las épocas de la Humanidad.

Según las religiones que no admiten la reencarnación, Dios premia o castiga definitivamente a las almas según hayan vivido durante una única existencia en este mundo. Esto da lugar a que sus fieles traten de lograr en la vida, a toda costa, ese cielo eterno e indefinido, y al mismo tiempo evitar  merecer el castigo horrible y eterno de un infierno de sufrimientos extremados, al final de su vida en este mundo, utilizando para lograrlo  el chantaje a Dios que así se dejaría comprar a cambio de unos rituales, ceremonias, rezos rutinarios, dedicatorias,  liturgias, etc.

Sin embargo estas religiones dejan a sus fieles sin explicación alguna, cuando les dicen que la suerte o la desgracia son cosas de un destino inescrutable, o que son designios insondables de Dios, al que presentan como un Ser  Todopoderoso e indefinido, concreto y delimitado, pero como muy lejano (le llaman Altísimo), y parece injusto y caprichoso, provocando temor en vez de amor, lo que ha llevado a intuir que un ser así no puede existir y que es una invención humana, de lo que deducen que  lo que cuentan las religiones, en el fondo es una gran mentira; o sea que o bien promueven la fe fanática, ciega e irracional, o la descreencia en Dios y en el más allá, quedando  así a merced de un materialismo con el que intentan llenar sus vidas, sin freno alguno para  los vicios, siendo víctimas de toda clase de degradación moral.

A diferencia de las religiones mencionadas, las que admiten la reencarnación, consideran las realizaciones humanas positivas, como los errores cometidos en una vida, los responsables de la dicha o la desdicha  en la vida actual o en otras futuras.  Con la reencarnación Dios no premia ni castiga a nadie; solo mantiene una Justicia perfecta dejando al Ser la  total libertad para decidir su destino futuro  en la balanza de la Justicia inmanente que existe mediante la ley de Causa y Efecto, que da a cada acción cometida voluntariamente, el contrapunto de su efecto, bueno o malo que obligadamente se produce antes o después, por esas acciones.  Para las religiones reencarnacionistas, cada vida humana es tan solo un eslabón que forma la larga  cadena de la evolución del Espíritu humano.

Las religiones no reencarnacionistas, no explican  como Dios puede ser al mismo tiempo justo y bueno, cuando se aprecian tantas desigualdades humanas  al contemplar una única existencia  en este mundo; sin embargo con la reencarnación se aprecia la existencia en un contexto de muchas vidas relacionadas entre sí por la ley de Causa y Efecto, equilibradora de las situaciones y de las vidas. Por la idea reencarnacionista llegamos a intuir algo del infinito y perfecto Amor que Dios profesa a todas sus criaturas, dándonos tantas oportunidades como precisemos para que podamos conquistar nuestra propia  y definitiva felicidad.

En definitiva, la diferencia entre ambos grupos de religiones en base a la admisión o no de la idea de la reencarnación, además de los conceptos dogmáticos y doctrinales, reside en que las no reencarnacionistas no ofrecen una explicación coherente , racional y lógica del  concepto de Dios, mientras que con la reencarnación  la idea de un Dios bueno y justo a la vez, queda aclarado.

- Jose Luis Martín-





“...yo y vosotros hemos tenido muchos nacimientos. Los míos no son conocidos sino por mí, pero vosotros no conocéis siquiera los vuestros”

-Krishna- El Bhagavad Gita –



                                  ***********************






                                                       
                             
                                        LA EMPATÍA


     IDENTIFICACIÓN.- En general, somos dominados por aquello con lo que nos identificamos. La autoidentificación lleva a las personas a vincularse con los elementos intrínsecos que les gustan, y se complacen en desenvolverse dentro de su campo predilecto. Esa identificación, sin embargo, no siempre está en correspondencia con los valores éticos de la vida, sino que depende de las tendencias de cada uno. Los hábitos, las experiencias del pasado, el nivel intelectual y moral de los indivíduos los impulsarán a identificarse con todo aquello a lo que en general ya se han adaptado.
   De tal modo, hay acontecimientos que empujan a las personas al camino de su predilección y es común que con él se identifiquen. Por ejemplo:

- Atletas ------> Los que se identifican con el deporte se aproximarán a él y lo practicarán intensamente. Es su pasión, que los dominará sin que lo noten porque les causa placer.

- Intelectuales------> Algunos prefieren leer, profundizar un estudio determinado, y su alegría la constituyen los libros, tanto como el debate productivo. Es conocido el caso de la servidora que se dirigió hasta el escritorio donde estaba su patrón y le dijo: "¡ Patrón, patrón, se incendia la casa!". Y él simplemente respondió, sin siquiera levantarse: "Eso no es asunto mío sino de la patrona"., y siguió escribiendo.

- Papel de esposa o madre----> Las mujeres que se identifican con el papel de esposa, viven para sus maridos y las que se identifican con el de madre, pasan toda su vida al cuidado de los hijos, aun después de casados.

- Vicios-------> Son graves problemas de identificación, sea con la bebida, el cigarrillo, las drogas, el juego, etc. Las personas fijadas a sus vicios se complacen en ellos y ahí residen las dificultades para vencerlos.

   La identificación es inherente a todas las personas ; Siempre tenemos alguna clase de identificación. Según afirma el Dr. Roberto Assagioli,"el indivíduo no se conoce a sí mismo y la pérdida de los valores con los que se identifica pueden llegar a generarle crisis importantes, porque experimentará que su existencia carece de sentido. Tal cosa pasa con la vejez que pone fin al apogéo del atleta; con los hijos que se van, y así sucesivamente."
   La búsqueda del equilibrio de nuestro campo mental pasa, muchas veces, a través de la reducción de la intensidad de esa autoidentificación.
   Los psicoterapeutas denominan a este proceso "desidentificación", como vemos a continuación:

   DESIDENTIFICACIÓN.- Uno de los aspectos de mayor identificación del indivíduo es el de su propio cuerpo. Tan condicionados estamos a él que nos olvidamos de que su verdadero comandante es el espíritu. Es muy común que utilicemos expresiones tales como: "Estoy cansado", o "Tengo dolor de muelas", etc., cuando en realidad el que está cansado o con dolor de muelas es el cuerpo y no el YO (espíritu). Creemos que ese punto es muy significativo, porque las personas se hallan tan condicionadas al cuerpo, tan identificadas con él, que al menor síntoma de un malestar severo el individuo se desespera.
   Se trata del condicionamiento de toda una vida al cuerpo físico. Miramos y escuchamos por medio de él; caminamos valiéndonos de sus piernas y hablamos por su boca. Eso identifica de tal modo al espíritu con el cuerpo, que la persona pasa a ser el cuerpo y no el alma. Y al convertirse en el cuerpo, evidentemente sentirá con intensidad el problema de la salud, de la pérdida de parientes, en fin, de los dolores humanos. El YO se ocultó, salió de la escena y ganó predominio el cuerpo. Así hemos quedado condicionados a él.
    La desidentificación tiende a ubicar las cosas en su debido lugar, Así lo dice Assagioli: "Establecer la diferencia es de suma importancia en el aspecto práctico, debido a que cada vez que nos identificamos con una sensación física, nos esclavizamos al cuerpo". Si somos esclavos del cuerpo nos apegamos a él y consecuentemente su muerte nos parece el fin de todo. Incluso llegamos a olvidarnos de que el elemento principal de ese proceso continúa intacto, porque es imperecedero, como ya afirmaba Sócrates.
    En estado de introspección, de relax, y en forma absolutamente consciente, declaramos:

  " Tengo un cuerpo, pero no soy mi cuerpo ". 

    Assagioli expresa en forma de diálogo con el cuerpo- al que manifestamos de paso el respeto que nos merece-, los cuidados que nos conviene adoptar para la preservación de la salud y del bienestar, aunque conservando en la conciencia eso de que "Tengo un cuerpo, pero no soy mi cuerpo". Se trata de la desidentificación con él.

    Ponemos de relieve la desidentificación con el cuerpo, pero el mismo mecanismo puede ser aplicado a las emociones, las sensaciones, etc. Por ejemplo, "Tengo emociones pero no soy mis emociones". De esa manera las emociones pasarán al nivel consciente y estaremos en condiciones de tratarlas en una forma más racional, lo que es decir menos instintiva.

- Jasón de Camargo- (Educación de los sentimientos)

                                             
                              
                                                                        ****************


   LAS ECM Y LA MUERTE















                                                       

   El tema de la muerte o la frontera entre la vida física, que es la que conocemos, y la otra vida, suscita permanentes debates e incertidumbres que obligan al hombre común a buscar respuestas que le ofrezcan, a ser posible, una claridad, una certeza sobre el porvenir.
   La muerte y el Más Allá no son un tema a resolver exclusivamente desde un punto de vista filosófico o religioso, ni tan siquiera científico, puesto que atañe a la esencia misma del ser humano y al grado de madurez espiritual que haya sido capaz de alcanzar, de una sensibilidad que le permita captar el significado trascendente de la vida. Nace de dentro hacia afuera, muchas veces basta con que encuentre los estímulos externos que le hagan despertar en su interior.
   A lo largo de estos últimos artículos hemos repasado algunas creencias establecidas en nuestra cultura religiosa: el cielo, el infierno, el purgatorio…, incluso la “nada” como la opción más materialista. Sin embargo, en esta ocasión nos vamos a detener en el terreno de las experiencias personales, aquellas que guardan relación con los acontecimientos que les ocurren a ciertas personas que se encuentran en el umbral de la muerte, e incluso llegan a estar clínicamente muertas. Nos referimos a las ECM o Experiencias Cercanas a la Muerte.
   Este tema lo consideramos de extraordinaria relevancia por cuanto contribuye con sus innumerables testimonios a reforzar otros ámbitos de las manifestaciones de tipo espiritual que nos hablan en un mismo sentido, como pueden ser las manifestaciones mediúmnicas o la transcomunicación instrumental (TCI), por citar algunas.
   Se trata de las experiencias que les ocurren a muchas personas en el transcurso de una crisis orgánica, bien sea producto de un accidente o de una enfermedad. En un momento dado quedan clínicamente muertas, es decir, se detiene el corazón y la actividad cerebral se para. A partir de ese momento, mientras los equipos sanitarios tratan de recuperar al paciente, este comienza a vivir una experiencia que no olvidará jamás.
   Se ve flotar y al mismo tiempo observa desde lo alto de la sala un cuerpo al cual muchas personas tratan de reanimar; enfermeras y médicos corren de un lugar para otro; ya no siente ninguna molestia física, y piensa que no merece la pena recuperar el cuerpo inerte. En su nuevo estado se encuentra con que posee un cuerpo espiritual idéntico al que acaba de dejar pero que no le perturba lo más mínimo. 
   Posteriormente, observa un punto de luz que por momentos se va haciendo más grande hasta que lo llega a envolver ofreciéndole una sensación de paz y de amor indescriptible. Percibe a seres de luz que muchas veces no llega ver, pero que los siente con claridad; le acompañan en todo momento, incluso algunos de ellos los reconoce como familiares ya fallecidos.
   En ocasiones, algunos sujetos que viven estas experiencias se ven trasportados a lugares maravillosos, de un colorido y de una belleza imposible de comparar con nada de la Tierra. Observan con los ojos del alma, durante un tiempo imposible de medir, los acontecimientos de sus vidas, pero desde otra perspectiva diferente, es decir, en base a los sentimientos y reacciones que ha provocado en los demás.
   Finalmente, llegan a una especie de frontera en que se les advierte que no la pueden traspasar, pues esto ocasionaría la ruptura total con la vida física. Se les comunica que su misión no ha finalizado todavía; una misión que consiste básicamente en aprender a amar incondicionalmente y a adquirir sabiduría. Posteriormente vuelven al cuerpo físico y retoman los dolores y sufrimientos propios del estado en el que se encontraban, recuperan la consciencia y observan al equipo médico, pero esta vez ya desde “dentro de su cuerpo”.
   Esta es, grosso modo, el modelo de experiencia común a una mayoría de pacientes que se han visto envueltos en este tipo de crisis fisiológica grave, variando de unos a otros algunos matices y circunstancias.
   Los trabajos, entre otros, del Doctor Raymond Moody, la doctora Elisabeth Kübler Ross, del cardiólogo Pim van Lommel o Sam Parnia, de la Universidad Stony Brook en Nueva York (EE.UU.), son encomiables, puesto que fueron capaces de recabar y clasificar entre todos ellos miles de casos en todo el mundo, poniendo de relieve la importancia de las Experiencias Cercanas a la Muerte. Cabe destacar sobre todo a los dos primeros, el doctor Moody y la doctora Kübler Ross, quienes fueron verdaderos pioneros, puesto que abrieron una vía nueva de observación de los fenómenos denominados “casi muertes”. Un estudio serio, objetivo y riguroso que, sin embargo, no les supuso un reconocimiento inmediato de su trabajo, sino todo lo contrario, un rechazo, como suele ocurrir cuando surgen ideas nuevas que amenazan las que están ya establecidas desde tiempo casi inmemorial. Estamos hablando de una época, finales de los 60, e incluso bastantes años después, donde la muerte continuaba siendo una cuestión tabú en el campo de la medicina; nadie le prestaba atención en los ámbitos académicos y científicos.
   En la medicina de aquella época se observaba la muerte como un fracaso de la ciencia, y que una vez se había consumado en el paciente ya no se le prestaba ninguna atención. Las experiencias cercanas a la muerte se observaban con mucho escepticismo o incluso eran catalogadas como “anomalías” extrañas e irrelevantes. Tuvieron que ser estos investigadores audaces ya mencionados, así como otros posteriores, los que abrieran el tarro de las esencias del verdadero sentido de un fenómeno muy común pero escondido a la luz pública.
   ¿Por qué es tan importante el fenómeno de las experiencias cercanas a la muerte? Sin ninguna duda, por muchos motivos:
   – Porque no discrimina edad, creencias u origen cultural. Cualquier persona de cualquier país del mundo es susceptible de vivir este tipo de experiencias.
   – Porque los testimonios son abrumadoramente coincidentes. Pueden variar en matices o detalles más o menos extensos, pero la base fundamental es común a todos ellos.
   – Porque también atañen a los niños, seres que todavía no han tenido tiempo de ser manipulados o fuertemente influenciados por creencias o informaciones recibidas.
   – Porque marcan extraordinarias similitudes y coincidencias con lo vivido por ciertos místicos de todas las épocas y de diferentes religiones, al narrar sus experiencias de verse desprendidos de su cuerpo físico, en un estado de alteración de la conciencia.
   – Porque también ha alcanzado a los propios médicos y a personajes ilustres del campo de la medicina o de la ciencia, personas tan poco dudosas como es, por ejemplo, el doctor Eben Alexander, neurocirujano de Harvard, quien vivió una experiencia muy intensa y extraordinaria, recogida en su obra best seller “La Prueba del Cielo”.
   – Porque coincide con los mensajes recibidos a través de numerosos médiums, y que fueron codificados y ampliamente explicados por Allan Kardec, el padre del espiritualismo moderno, bien llamado Espiritismo.
   Es digno de mención el paralelismo existente entre el método de trabajo riguroso e imparcial de los doctores Moody, Kübler Ross, Van Lommel o Sam Parnia de la época actual, con las investigaciones de Allan Kardec a mediados del siglo XIX. El denominador común a todos ellos fue y es la recopilación de testimonios de personas que se “fueron” y vivieron una intensa experiencia, para después “volver” al cuerpo físico. En el caso espírita, son aquellos que se fueron pero ya no volvieron con su propio cuerpo físico, pero que ayudados por intermediarios sensibles (médiums) fueron capaces de transmitir su experiencia a  nuestro plano material.
   ¿Coincidencia? ¿Casualidad? Sería mucho decir. Más bien se trata de unas evidencias que cada día, en base a los progresos de la humanidad, se hacen más patentes. El grado de aceptación e interés por estudiar estos temas trascendentes que tienen que ver con el Más Allá y lo que ocurre después de la muerte ya no son extraños para una mayoría, incluso en el campo científico y en base a los nuevos descubrimientos que la física cuántica está constatando: Universos paralelos, partículas que varían su comportamiento sólo cuando son observadas, etc., nos abren un abanico de posibilidades que converge con aquello que nos transmite la doctrina espirita recopilada por el propio Allan Kardec.
   Por lo tanto, podemos afirmar que la muerte no existe. Las ECM siguen siendo a día de hoy un poderoso pilar donde se puede apoyar el ser humano para confirmar aquello que a nivel teórico ya sospechaba, dándole un sentido definitivo a su vida, priorizando el trabajo que atañe a su realidad espiritual y que es, sencillamente, el aprendizaje del amor incondicional y el conocimiento práctico. Un camino seguro hacia la plenitud.

 José M. Meseguer Amor, Paz y Caridad,
                                            ************************


                                                           


NATURALEZA DE LA MEDIUMNIDAD

     
Se llama mediumnidad el conjunto de facultades que permiten al ser humano
comunicarse con Mundo Invisible.. El médium goza por anticipado de los medios de
percepción y de sensación que pertenecen más bien a la vida del espíritu que a la del
hombre. Por eso tiene el privilegio de servir de lazo de unión entre ellos.

      Hemos de ver en este estado el resultado de la ley de evolución y no un efecto regresivo,o una tara como creen ciertos fisiólogos que comparan a los médiums con histéricos y enfermos. Su error proviene, de que la gran sensibilidad, la impresionabilidad de ciertos sujetos provoca en su organismo físico perturbaciones sensoriales y nerviosas; pero éstas son excepciones que sería erróneo generalizar porque la gran mayoría de los
médiums poseen una buena salud y un perfecto equilibrio mental.

     Toda la extensión de las percepciones del alma es una preparación para una vida más
amplia y más elevada, una salida abierta a un horizonte más vasto. Desde este punto de
vista las mediumnidades, en conjunto, representan una fase transitoria entre la vida
terrestre y la vida libre del espacio.

     El primer fenómeno de este género que llamó la atención de los hombres fue la visión.
Por ella se revelaron desde el origen de los tiempos la existencia del mundo del Más
Allá y la intervención entre nosotros de las almas de los difuntos. Estas manifestaciones,
al repetirse, han dado nacimiento al culto de los espíritus, punto de partida y base de
todas las religiones. Después las relaciones entre los habitantes de la Tierra y los del
espacio se establecieron de las más diversas y variadas formas, que se han desarrollado
a través de las edades bajo distintos nombres, pero todas parten de un principio único..

     Por medio de la mediumnidad siempre ha existido un lazo entre ambos mundos, una vía
trazada por la cual el alma recibía revelaciones gradualmente más elevadas acerca del
bien y del deber, luces cada vez más vivas sobre sus destinos inmortales.
Espíritus y Médiums
León Denis

                                       *******************************




No hay comentarios: