miércoles, 3 de octubre de 2018

-¿ Qué es la muerte?


   Lecturas para hoy:

-  Fatalidad
- Ventajas de las comunicaciones con los Seres espirituales.
- Investigaciones sobre el Espíritu con apoyo de la tecnología.
- ¿ Qué es la muerte?
- Física y Espíritu





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 FATALIDAD

 851.- ¿Hay una fatalidad en los acontecimientos de la vida, según el sentimiento ligado a esta palabra; quiere decir, todos los acontecimientos son predeterminados, en ese caso, en que se queda el libre albedrío?
-La fatalidad solo existe en lo tocante a la elección hecha por el Espíritu al reencarnarse, de sufrir esta o aquella prueba; al escogerla, él traza para sí mismo una especie de destino, que es la propia consecuencia de la posición en que se encuentra, Hablo de las pruebas de naturaleza física,porque en lo tocante a las pruebas morales y las tentaciones, el Espíritu, conservando su libre albedrío sobre el bien y el mal, es siempre dueño de ceder o de resistir. Un buen Espíritu, al verlo flaquear, puede correr en su auxilio, pero no puede influir sobre él, al punto de subyugar su voluntad. Un Espíritu malo, o sea, inferior, al mostrarle o exagerar un peligro físico, puede impresionarlo y asustarlo, pero la voluntad del Espíritu encarnado no queda por eso menos libre ante cualquier decisión.
852.- Hay personas que parecen perseguidas por una fatalidad, independientemente de su manera de actuar; ¿la desgracia está en su destino?
- Son, tal vez, pruebas que deben sufrir y que ellos mismos escogieron.  ¿Alguna vez lleváis en cuenta que el destino es casi siempre la consecuencia de vuestra propia falta?. En medio de los males que te afligen, cuida que tu conciencia esté pura y te sentirás medio consolado.
Comentario de Kardec:
Las ideas, justas o falsas que hacemos de las cosas, nos hacen vencer o fracasar, según nuestro carácter y nuestra posición social. Encontramos más sencillo y menos humillante para nuestro  amor propio, atribuir nuestros fracasos a la suerte o al destino, antes que a nosotros mismos. Si la influencia de los Espíritus contribuye algunas ves a eso, podemos siempre  sustraernos a ella, repeliendo las ideas que nos fuesen sugeridas.
     
853. Ciertas personas escapan a un peligro mortal para caer en otro; parece que no pueden escapar a la muerte. ¿No hay en eso fatalidad?
- Fatal, en el verdadero sentido de la palabra, solo es el instante de la muerte.Llegado ese momento, de una forma o de otra, de ella no podéis escapar. 
853-a). Así, ¿cualquiera que sea el peligro que nos amenace, no moriremos si nuestra hora no llegó ?. 
-No, no moriréis, y tenéis de esto millares de ejemplos. Pero cuando llegue tu hora de partir, nada te librará. Dios sabe con antelación cual es el género de muerte por el partirás de aquí. y frecuentemente, tu Espíritu también lo sabe. pues eso le fue revelado cuando eligió esta o aquella existencia.
854. ¿De la  infalibilidad de la hora de la muerte se sigue que las precauciones que se toman para evitarla son inútiles?
— No, porque las precauciones que tomáis vosotros os son sugeridas con el fin de evitar una muerte que os amenaza; son uno de los medios para que ella no se verifique.
855.¿ Con qué propósito la Providencia nos hace correr peligros que no deben tener consecuencias?. 
- Cuando tu vida se encuentra en peligro, es esa una advertencia que tu mismo deseaste, a fin de desviarte del mal y volverte mejor. Cuando escapas a ese peligro, aun bajo la influencia del riesgo que  pasaste, piensas con mayor o menor intensidad,bajo la acción mas o menos fuerte de buenos Espíritus, en volverte mejor. El mal Espíritu retornando ( digo malo, sobreentendiendo el mal que aun en él existe), piensa que escapará de la misma manera a otros peligros, y deja que sus pasiones se desencadenen de nuevo. Por los peligros que corréis, Dios os recuerda vuestra flaqueza y la fragilidad de vuestra existencia. Si examinamos la causa y la naturaleza del peligro, veremos que, en la mayoría de las veces, las consecuencias fueron el castigo a una falta cometida o de un deber mal cumplido. Dios os advierte para que reflexionéis sobre vosotros mismos y para que os enmendéis.
(Ver los items 526 a 532.)(1)

856.- El Espíritu sabe, con anticipación, cual es el género de muerte que debe sufrir?

— Sabe que el género de vida por él escogido lo expone a morir mas de una manera que de otra. Pero sabe también que luchas tendrá que librar para evitarlo, y que si Dios lo permite, no sucumbirá.
 857.- Hay hombres que enfrentan los peligros del combate con cierta convicción de que su hora no llegó; ¿ hay algún fundamento en esa confianza?

- Con mucha frecuencia el hombre tiene el presentimiento de su final como lo puede tener de que aun no morirá. Ese presentimiento le es dado por sus Espíritus protectores, que desean advertirlo para que esté listo para partir o que recurra a su coraje en los momentos en que se hace necesario. También le puede venir  de la intuición de la existencia por él escogida, o dela misión que aceptó y sabe que debe cumplir. (Ver items 411 y 522)

858.- Los  que presienten la muerte, generalmente la temen menos que los demás. ¿Por qué?.

— Es el hombre quien teme a la muerte, no su Espíritu. Aquel que la presiente piensa más como Espíritu que como hombre: comprende su liberación y la espera.

859.- Si la muerte no puede ser evitada cuando llega su hora, ¿acontece lo mismo con todos los accidentes en el curso de nuestra vida ?.

— Son, en general, cosas demasiado pequeñas, de las cuales podemos preveniros, dirigiendo  vuestro pensamiento en el sentido de evitarlas, porque no nos gusta el sufrimiento material. Pero eso es de poca importancia para el curso de la vida que elegisteis. La fatalidad, en verdad, solo consiste en estas dos horas: las que debéis de aparecer y de desaparecer de este mundo.

859 – a) ¿ Hay hechos que deben ocurrir forzosamente y que la voluntad de los Espíritus no puede conjurar?

— Sí, y más que tú, cuando en estado de Espíritu, viste y presentiste al hacer tu elección. No creas, por tanto, que todo lo que acontece esté escrito, como se dice. Un acontecimiento es casi siempre la consecuencia de una cosa que hiciste por un acto de tu libre voluntad, de tal manera que si no hubieses practicado aquel acto, el acontecimiento no se hubiese producido. Si te quemas un dedo, eso solo es consecuencia de tu imprudencia y de la condición de la materia. Solamente los grandes dolores, los acontecimientos importantes y capaces de influir en tu evolución moral, son previstos por Dios, porque son útiles para tu purificación y tu instrucción.

860.- ¿Puede el hombre, por su voluntad y por sus actos, evitar acontecimientos que debían realizarse, y viceversa?.

—Puede, desde que ese desvío aparente pueda caber en el orden general de la vida que eligió. Además de eso, para hacer el bien, como es su deber y el único objetivo de la vida, él puede impedir el mal, sobretodo aquel que pueda contribuir para un mal todavía mayor.

 861.- ¿El hombre que comete un asesinato, sabía al escoger su existencia, que se volvería un asesino?

— No. Solo sabe que al elegir una vida de luchas, tendrá la probabilidad de matar a uno de sus semejantes, pero ignora si lo hará o no, porque estará casi siempre en él tomar la decisión de cometer el crimen. Aquel que delibera sobre alguna cosas, es siempre libre de hacerla o no. Si el Espíritu supiese con antelación que, como hombre, debería cometer un asesinato, estaría predestinado a eso. Sabed entonces, que no hay nadie predestinado al crimen, y que todo crimen, como todos y cualquier acto, es siempre el resultado de la voluntad y del libre albedrío. Por lo demás, siempre confundís dos cosas bastante diferentes, los acontecimientos materiales de la existencia y los actos de la vida moral. Si hay fatalidad, a veces, en lo tocante a los acontecimientos materiales, cuya causa estará en vosotros y que son independientes de vuestra voluntad, En cuanto a los actos de la vida moral, emanan siempre del propio hombre, que tiene siempre, por consiguiente, la libertad de elección: para sus actos no existe jamás fatalidad.

862.- Hay personas que nunca consiguen el éxito en la vida y a las que un mal genio parece perseguir en todos sus emprendimientos.¿No es eso lo que podemos llamar fatalidad?

— Puede ser fatalidad, si así lo quieres, pero es el resultado de la elección que hizo del género de existencia, porque esas personas quisieran experimentar una vida de decepciones, a fin de ejercitar su paciencia y su resignación. No creáis, entretanto, que sea eso lo que fatalmente acontece; muchas veces solo es el resultado de haber tomado un camino equivocado, qule no está de acuerdo con su inteligencia y sus aptitudes. Aquel que quiere atravesar un río a nado sin saber nadar, tien grandes posibilidades de morir ahogado. Así ocurre en la mayoría de los acontecimientos de la vida. Si el hombre no emprendiese nada más que aquello que está de acuerdo con sus facultades, triunfaría casi siempre; lo que lo pierde es su amor propio y su ambición, que lo desvían del camino para tomar por vocación o simple deseo de satisfacer ciertas pasiones. Entonces fracasa y la culpa es suya; pero en vez de reconocer el error, prefiere acusar a su mala estrella. Podría haber sido un buen operario, ganándose la vida honradamente, pero se empeñó en hacerse un mal poeta y murió de hambre. Habría lugar para todos, si cada uno supiese ocupar su lugar.

863.- ¿Las costumbres sociales no obligan muchas veces al hombre, a seguir un camino equivocado?,¿ Y no está él sometido a la influencia de las opiniones en la elección de sus ocupaciones?. ¿Eso que llamamos respeto humano no es un obstáculo en el ejercicio del libre albedrío?

 — Son los hombres quienes hacen las costumbres sociales y no Dios: si a ellas se someten, es porque les convienen. Eso también es un acto de libre albedrío, pues si quisiesen podrían rechazarlo. ¿ Entonces por qué se lamentan?. No son las costumbres sociales a quienes ellos deben acusar, sino a su tonto amor propio, que los lleva a preferir morir de hambre a infringirlos. Nadie les pide cuenta del sacrificio hecho a la opinión general, en cuanto Dios les pedirá cuenta del sacrificio hecho a la propia vanidad. Eso no quiere decir que se deba afrontar la opinión sin necesidad, como ciertas personas que tienen más de originalidad que de verdadera filosofía. Tan desarreglado es exhibirse voluntariamente como un animal curioso, como es sensato descender voluntariamente y sin reclamaciones, si no se puede permanecer en lo alto de la escalera.

864.- Si hay personas a las que la suerte les es contraria, otras parecen favorecidas por ella, pues todo les sale bien; ¿a qué se debe eso?

—En general, porque saben orientarse mejor. Pero eso puede ser también un género de prueba: la suerte les embriaga, ellas se fían de su destino, y  frecuentemente van a pagar más tarde esa suerte con reveses crueles, que se podrían haber evitado con un poco de prudencia.

865.- ¿Cómo explicar la suerte que favorece a ciertas personas en circunstancias que no dependen de la voluntad ni de la inteligencia, coo en el juego, por ejemplo?.

— Ciertos Espíritus escogieron anticipadamente determinadas especies de placer, y la suerte que les favorece es una tentación. Aquel que gana como hombre, pierde como Espíritu: es una prueba para su orgullo y su codicia. 
866.- Entonces, la fatalidad que parece presidir los destinos del hombre en la vida material, sería también resultado de nuestro libre albedrío?
— Tu mismo elegiste tu prueba; cuanto mas ruda sea esta, si mejor la soportas, más te elevas. Los que pasan la vida en la abundancia y en el bienestar son Espíritus cobardes que permanecen estacionarios. Así, el número de los infortunados sobrepasa en mucho al de los felices del mundo, visto que los Espíritus procuran, en su mayoría, las pruebas que les sean más provechosas. Ellos ven muy bien la futilidad de vuestras grandezas y de vuestros placeres. Además, la vida más feliz es siempre agitada, siempre perturbada: no será así solamente por ausencia del dolor. (ver items 525 y siguientes) 
 867.- ¿De donde procede la expresión: Nacido bajo una buena estrella?
— Vieja superstición, según la cual las estrellas estarían ligadas al destino de cada hombre; alegoría que ciertas personas hacen en su totalidad de toarla al pie de la letra.
(1)Tenemos en esta respuesta, de manera clara y precisa, una exposición sucinta de lo que podemos llamar la dinámica espírita del perfeccionamiento humano. A través de las caídas y advertencias, de los riesgos y del auxilio de los buenos Espíritus, el hombre de buena voluntad irá venciendo sus malas inclinaciones y se irá preparando, ya en esta existencia, para una vida mejor en el futuro. Lejos de desanimarnos, nuestras caídas deben ser transformadas en pasos de nuestro mejoramiento espiritual. Como se ve, la "auto-salvación" de que algunos religiosos nos acusan  no es más que el desarrollo de la voluntad y de la razón e la criatura, bajo la dispensación de la gracia de Dios, a través de sus mensajeros, los buenos Espíritus. (N.del T.)

El Libro de los Espíritus

por ALLAN KARDEC




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   VENTAJAS DE LAS COMUNICACIONES             CON LOS SERES ESPIRITUALES



¿Y qué ventajas reporta a los hombres la comunicación con los espíritus?: ¡Muchas! si se saben apreciar, inmensas si se comprenden sus tendencias generalmente moralizadoras. La comunicación de los espíritus, rasga el tupido velo de los misterios religiosos; y como dice muy bien Kardec:
Hasta ese día el hombre no había podido crear sino hipótesis acerca de su porvenir, y he aquí porqué sus creencias en esa materia estaban divididas en sistemas tan numerosos y tan opuestos desde el aniquilamiento, hasta las fantásticas descripciones del paraíso y del infierno. Hoy son testigos presenciales los actores mismos de la vida de ultratumba, los que vienen a decirnos lo que en eso hay, lo cuál solo ellos podrán hacerlo.
Esas manifestaciones han servido para damos a conocer el mundo invisible que nos rodea y que ni siquiera sospechábamos, cuyo conocimiento, por sí solo es de una importancia capital, aun suponiendo que los espíritus no pudieran enseñarnos otra cosa.
¿Quién si se encontrara en un país desconocido, despreciará las señas que pudiera darle el campesino más humilde que a su paso encontrara? ¿Rehusaría preguntarle, siquiera, acerca del estado del camino, porque fuera un pobre labriego?
En verdad que no habría que esperar de él profundas instrucciones, más en su esfera y por ser lo que es, podría en ciertos puntos guiarnos mejor que un sabio muy distinguido que no conociera el país.
Se sacarían de sus indicaciones, consecuencias que quizás él mismo no podría sacar, sin que por eso hubiese dejado de ser un medio muy útil para hacer ciertas observaciones, aunque no hubiese servido sino para damos a conocer las costumbres de los habitantes del país. Lo mismo puede decirse de las relaciones de los espíritus, de los cuales el más humilde puede damos instrucciones muy útiles.

Una comparación vulgar hará comprender mejor todavía la situación. Un navío cargado de emigrantes parte de un país lejano:lleva gente de todas condiciones, que dejan parientes y amigos numerosos.
Corre la voz de que el navío ha naufragado: no queda de él rastro ninguno, ni llega noticia alguna de su suerte, por lo que se cree que todos los pasajeros han perecido, y se esparce el luto y la consternación en todas las familias. Sin embargo, todos sin exceptuar uno solo, han arribado a otra tierra desconocida, pero abundante y fértil, donde viven bajo un hermoso cielo, alegres y felices. Pero esto se ignora.
Mas un día otro navío llega a dicha tierra y encuentra a los náufragos sanos y salvos; la noticia circula con la rapidez del rayo, y cada cual felicita a los demás diciendo: nuestros amigos viven, y dan gracias a Dios. No pueden verse, más están en correspondencia regular, se cruzan los testimonios de afecto, y la alegría sucede a la tristeza.
Tal es la imagen de la vida terrestre y de la vida de ultratumba antes y después de la revelación moderna; ésta, semejante al segundo navío, nos trae la buena noticia de la supervivencia de los que nos son queridos, y la certidumbre de irnos a reunimos con ellos algún día.
La duda acerca de su suerte y de la nuestra ya no existe, y la tristeza y el desaliento ceden su puesto a una risueña esperanza. Pero otros resultados vienen a fecundar esta revelación.
Juzgando Dios a la humanidad dispuesto para penetrar en los misterios de su doctrina y contemplar a sangre fría nuevas maravillas, ha permitido que se descorriese el velo que separaba el mundo visible del invisible. El hecho de las manifestaciones no tiene nada de extrahumano, es la humanidad espiritual que viene a conversar con la humanidad corporal y a decirle: nosotros existimos, luego la nada no existe; ved ahora lo que somos y lo que habréis de ser; éste es vuestro porvenir, así como el nuestro.
Vosotros marchabais en las tinieblas, venimos a ilustraros y a mostraros el camino; marchabais sin rumbo y a la ventura, y os enseñamos el puerto. La vida terrestre lo era todo para vosotros, porque nada veíais después de ella y nosotros os decimos, manifestando la vida espiritual que gozamos: la vida terrestre no es nada.
Vuestra vista se detenía en los bordes de la tumba, y del lado de allá existen horizontes espléndidos e interminables. No os dabais cuenta de la causa de vuestro sufrimiento, y ahora veis en ellos la justicia de Dios; el bien existía sin frutos aparentes para el futuro, más en lo sucesivo tendrán un gran objeto presente y será una necesidad;la fraternidad será una utopía generosa, ved ahora como es una realidad espléndida fundada en las leyes de la naturaleza.
Bajo el influjo de la creencia de que todo acaba con la vida del cuerpo, la inmensidad es el vacío, el egoísmo impera entre vosotros y es el mote de vuestro escudo y la última palabra de vuestra moral es cada uno para sí; con la certidumbre del porvenir, los espacios infinitos se pueblan hasta el infinito, y el vacío y la soledad no existen en ninguna parte: la solidaridad une a todos los seres del lado de allá de la tumba, y existe el reinado de la caridad con el mote en su escudo. “Cada uno para todos y todos para uno”.

Amalia Domingo Soler , tomado de su libro "La Luz del Porvenir"

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     Investigaciones sobre el      espíritu, con apoyo de la tecnología 
Lo relacionado con el Ser espiritual  no es experimentable para la Ciencia empírica cuando esta emplea los métodos establecidos para ella y que sí son válidos para la experimentación en otros campos.
Sin embargo el  campo de  la  investigación psíquica  se apoya   principalmente en el desarrollo y avance de una ciencia física como lo es la  electrónica. Este  campo de investigación  se ha desarrollado  buscando su perfeccionamiento  técnico para alcanzar unos logros cada vez más incuestionables y  nítidos , aunque a nivel popular  nada de esto se sepa porque no se haya divulgado..
Esta Ciencia de investigación psíquica,  apoyada en el mundo de la electrónica y tan ignorada popularmente, se conoce en los medios parapsicológicos y espíritas, con el nombre de “Transcomunicación Instrumental”.
 Los  Doctores Ernest Sekonski y Heckman, junto con el Ingeniero  George W.Meek, lograron acoplar a un sistema de registro de sonido llamado “Spiricom”, que es  un aparato electrónico perfeccionado a propósito para grabar voces, a otro  registrador de imagen  llamado “Mark I”, siendo este perfeccionado mas tarde por el “Mark II”. Posteriormente esta tecnología fué aún más desarrollada por Otto Koning y Ernest Seukowski, Ingenieros en electrónica, que en Junio de 1986 captaron por vez primera  imágenes, y mas tarde en el año 1995, siguiendo las indicaciones de los propios Espíritus, encontraron un sistema para grabar con una cámara de vídeo enfocada hacia una pantalla de televisión funcionando en un canal “vacío” o libre de emisora; cuando esta grabación se pasó después a baja velocidad, sorprendentes  imágenes en movimiento de  otra dimensión aparecieron  bastante nítidas.
Paso a relatar  alguna   anécdota  al respecto:
En el año 1971, se celebró un Congreso Internacional titulado “Voces e Imágenes de otra dimensión”.  La presidenta del “Centro Milanés de Metafonía” que había organizado este congreso, mantuvo públicamente ante quinientas personas, un diálogo con un hijo suyo ya fallecido, a través del “Spiricom”. Antes de finalizar este congreso y a través del medio citado, se oyó claramente una voz que decía : “no estamos muertos; vivimos y os vemos; muy pronto nos manifestaremos en televisión”.  Esta noticia la registró un periódico italiano muy popular llamado “Il Corriere de la Sera”, el día nueve de junio de 1986.
La otra anécdota es que en Enero de 1986  en  la televisión de Luxemburgo, unos tres millones de telespectadores pudieron presenciar un diálogo a través del Spiricom entre una señora presente en la sala desde la que se emitía el programa, y el Espíritu de su hijo. La sala estaba repleta de espectadores que presenciaron este suceso  en directo.
Curiosamente también se han obtenido experiencias de Transcomunicación Instrumental a través de Computadoras, como cuando en 1981 un tal Manfred Baden, en Alemania Occidental, obtuvo de este modo mensajes de forma espontánea.
Otro caso notable fue el de Kennent Webster en Inglaterra en el año 1984. A través de varias Computadoras recibió cerca de doscientos comunicados de un Ser espiritual que dijo haber vivido en el Siglo XVI bajo el nombre de Thomas Harden, y reflejaba fielmente el estilo y las costumbres y modales de su época.
También han habido casos de manifestación a través del Teléfono. Ya en el año 1970, hubo algún científico que estudió minuciosamente este fenómeno, y entre los años 1981 y 1983, el ya citado  Manfred Baden, recibió numerosos “Telefonemas” de comunicantes de otra dimensión.
En el año 1988, la pareja formada por Harch y Fischbach, orientados por un grupo espírita, comenzaron a recibir mensajes del “Mas Allá”, que quedaron grabados claramente en el contestador automático de su teléfono.
Según relata el investigador de la ciudad de Bahía,Clovis de Souza Nunes, en su libro “Transcomunicación- Comunicaciones tecnológicas con el mundo de los muertos·”, en Junio de 1986 recibió la visita de una viuda acompañada de un hijo y una hija, que habían estado antes en el Instituto de Pesquisas Psicobiofísicas” en Sao Paulo, presentando grabaciones de voces captadas por un microcomputador (ordenador). Según relato de esta familia, las voces comenzaron a ser captadas en 1985. El niño hijo de la viuda, cierta noche estaba haciendo un programa para su microcomputador; cuando terminó la operación vio cierta confusión de señales. Cuando accionó la cinta en un reproductor común, oyó la voz de su padre, fallecido un año antes, enviando un mensaje de Navidad a la familia; era el día 9 de diciembre. Desde entonces los contactos entre el padre y los familiares pasaron a ser regulares.
Finalmente, es de señalar que en muchos casos, además de aparecer mas o menos nítidamente rostros de personas conocidas y fallecidas, así como otros elementos y seres que les acompañaron habitualmente  en vida, como por ejemplo  bastones o animales,  también aparecen a veces paisajes e incluso en ocasiones, extraños y hasta monstruosos seres de aspecto desconocido o demoniaco, lo que no es de extrañar sabiendo que en el “bajo astral”, el periespíritu de muchos seres que lo habitan, queda temporalmente transformado en formas acordes con su degradación moral.

- Jose Luis Martín-

“Ahora estamos preparados para entender la alarmante afirmación de que no hay nada como la herencia. Nadie hereda nada de sus padres o antecesores. Todos tenemos ciertas tendencias mentales antes de reencarnarnos y esas tendencias nos guían a la familia donde existen tendencias similares, eso es todo.”
                                 - Emmet Fox -

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  ¿ QUE ES LA MUERTE ? 

Variadas pueden ser las repuestas, según los conocimientos y creencias de cada cual. 
Para muchos, es el final de la vida, el final de todo

Para otros, es un fantasma aterrador que «arbitrariamente» les priva de la vida, de sus placeres y lujos, de sus comodidades o del poder de autoridad que disfrutan. Y a todos éstos, les asusta pensar en lo que pueda haber después de ese accidente. 

Para otros, sin embargo, es el descanso, el final de una vida de sufrimientos, entre quienes hay que esperan un más allá feliz, aunque desconocido, y quienes no esperan nada (pero, aún éstos tienen sus dudas). 

Muchos esperan ser recibidos en el Cielo, por pertenecer a alguna de las creencias religiosas y haber cumplido con los dogmas y requisitos que la misma establece. Sin embargo, las religiones, por sí mismas, no salvan a nadie; porque todas las religiones y seudorreligiones, con sus rituales y dogmas contrarios a la lógica y a la razón, son creación de los hombres. Al pasar al mundo espiritural del Más Allá, las religiones no tienen valor alguno y sólo cuentan las buenas obras realizadas. La verdadera religión es la que profesó el sublime Jesus Nazareno y otros grandes mesías: la religión del amor universal, sintetizada en estas frases: «AMA A TUS SEMEJANTES COMO TE AMAS A TI MISMO», porque «SOLO POR EL AMOR SERA SALVO EL HOMBRE». 

Para algunos otros, la muerte es el final de una jornada más, de la cual llevan un bagaje de conocimientos y experiencias, o de una misión cumplida, y esperan la muerte con confianza y hasta con deseo; porque, para éstos, la llamada muerte no es más que el tránsito de una vida a otra vida plena de actividad y esplendor, es disfrutar de la libertad, libre ya de la prisión que para el Espíritu es el cuerpo carnal. 

Como puede apreciarse, aunque igual en apariencia, cada cual tiene formada una idea diferente de ese trance: acertada a desacertada. 

En realidad, la muerte viene a ser el final de una jornada 

y el comienzo de una nueva vida, para mejor o para peor. según haya sido el comportamiento. Es el fenómeno de la resurrección, ya que el ser real resucita verdaderamente a una vida nueva. Por medio de ese trance, tan temible para algunos, el Ser real, Espíritu, deja el vehículo físico-carnal que ya no necesita ni le sirve para la vida en esa otra dimensión. Diremos, desencarna. 

Ahora bien. Debemos tener presente que, al cruzar la entrada en esa otra dimensión desconocida (desconocida para la gran mayoría, por haber sido ocultada y su divulgación perseguida por los convencionalismos), llevamos los mismos pensamientos y sentimientos, creencias y tendencias, amor u odio, y deseos que mantenemos en la vida humana. 

De inmediato se produce una turbación que varía mucho en cada caso, es un oscurecimiento de las facultades mentales, como cuando encarnó, pero más bien corto, aunque depende de la condición moral. Esto acontece en la generalidad de los casos por enfermedad; pues, en las muertes violentas, es muy diferente. Los seres ya muy progresados, despiertan momentos después de entrar el cuerpo físico en estado de coma y agonía (muy suave y apenas perceptible en los buenos), surgiendo a la vida espiritual y asisten conscientes a la extinción de la vida de su cuerpo carnal, elevándose seguidamente a las moradas celestes, cuyo resplandor ya vislumbran. Pero para los egoístas, malvados y aquellos apegados a la vida material, esa turbación puede durar mucho tiempo, años, según haya sido su vida. Y aquellos que sólo hayan vivido para los placeres de los sentidos, acumulación de riquezas y poder mal habidos; los hipócritas, malvados y criminales en diversas clases sociales; todo aquél que haya abusado de su autoridad, haya engañado o estafado, etc.; son los que sufren mayor turbación, despertando en una oscuridad tenebrosa, denominada también tinieblas, y en las cuales pasan sumidos por un tiempo que varía también en cada caso, y que es causa de la desesperación que es de suponer. En muchos casos, estas tinieblas van acompañadas de horribles visiones y sufrimientos, cuyo fin no pueden vislumbrar. Y aquí es... «el crujir de dientes» que refiere el Evangelio. 

EL ALMA COMIENZA, ENTONCES, A PENETRAR EN LA ESENCIA DE LA LEY DE CONSECUENCIAS, ENCONTRANDO EN SI MISMA LOS RESULTADOS DE SU VIDA FINITA. 

¡Cuánto pesan las creencias equivocadas al pasar ese umbral! 

¡Cuántos van engañados con promesas de salvación gratuita que no pueden ser cumplidas! ¡Qué doloroso despertar les espera! 

Sólo la práctica del bien, las buenas obras practicadas con verdadero amor en nuestro diario vivir, serán las que únicamente podrán salvar el alma de los sufrimientos al pasar el umbral, y elevarse hacia las moradas de felicidad. 

La llamada muerte, ese trance inevitable, suave en unos y doloroso en otros, no cambia en lo más mínimo la condición psicológica del ser; ni puede transformar un ser inferior en superior. En este aspecto, sigue vibrando en la misma tónica; más cuanto que, en muchas de las veces, ni se percata que ha fallecido (especialmente los materialistas y negadores de la supervivencia del alma), hasta pasar un tiempo que varía mucho en cada caso. 

Necesario es quitar de la mente, ese concepto del «descanso eterno«, esa creencia en el eterno descanso del alma; ya que, la mente humana jamás descansa. La muerte no existe como realidad; pues, todo individuo sigue existiendo como ente real, toda vez que sigue pensando y sintiendo. Pienso, luego existo. La muerte existe como trauma psicofisiológico, como fenómeno transitorio de una modalidad de vida a otra, de un cambio o tránsito de una vida vegetativa a una modalidad diferente de vida espiritual, al igual que la metamorfosis de la crisálida en mariposa. Es un acto de liberación del Espíritu, que vuelve a la vida del espacio, a la cual pertenece, vida más real que esta vida física actual; contrario al nacimiento, que es una prisión por un tiempo, pero necesaria como vía de progreso. Porque, en realidad, la vida del Espíritu es en el espacio. 


Sebastián de Arauco.



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          FÍSICA Y ESPÍRITU

NUEVOS PARADIGMAS DE LA CIENCIA (1)
“Para percibir la estructura y propiedades de las partículas elementales, es necesario hacer intervenir un espacio-tiempo particular presentando las características de un espacio-tiempo del Espíritu, acompañando el de la materia”
Jean Charón – Físico  Libro: “El espíritu, este desconocido”
      Desde antiguo la palabra paradigma se asocia con el concepto de modelo o ejemplo a seguir en determinadas áreas o experiencias. En el caso concreto de la ciencia, suele referirse a los patrones o los modelos de trabajo que asumen los investigadores.
Esta cuestión ha sido cambiante a lo largo de la historia a medida que la filosofía y la ciencia han propiciado el avance del conocimiento humano y la comprensión de la realidad y de las leyes que rigen este universo. Así pues, cuando en la historia han sobrevenido acontecimientos que han cambiado el progreso de las ideas y de la ciencia, desterrando viejos supuestos, se ha instaurado un nuevo paradigma a nivel del pensamiento filosófico-científico. Y con ello el progreso se ha orientado con mayor precisión en nuevas áreas de descubrimiento que han permitido la evolución del conocimiento.
Ejemplos de paradigmas fue el pensamiento heliocéntrico de Copérnico, el dualismo de Descartes, la mecánica de Newton, el evolucionismo de Darwin o más recientemente el pensamiento relativista de Einstein. Estos y otros avances en el pensamiento e investigación científica propiciaron cambios de rumbo significativos en el conocimiento de la realidad, del ser humano, de la vida y de las leyes que la rigen.
Pero como podemos deducir, el mundo continúa, la ciencia sigue avanzando y los progresos en la investigación continúan sin detenerse jamás. Sin duda es la prueba de que todavía estamos a las puertas de nuevos paradigmas que irán sustituyendo a los anteriores a medida que avancen las ciencias y el desarrollo del pensamiento humano.
Nada es pues definitivo. A medida que se investiga se proponen nuevas hipótesis que han de ser sustentadas con los hechos empíricos que el método científico avala. En el siglo anterior y en los comienzos de este, un nuevo paradigma parece querer asomar en el horizonte, pretendiendo retar al principio materialista-mecanicista que la ciencia ha venido sosteniendo desde el siglo XIX y a fin de contextualizar y definir algunos de los grandes interrogantes que todavía se plantea el hombre de ciencia: ¿cuál es el origen de la conciencia? ¿El alma es transcendente?.
En estas últimas décadas, desde mediados del siglo XX hasta ahora, nuevos descubrimientos parecen alumbrar el nuevo paradigma que sustituirá al anterior de forma rotunda. Las áreas de investigación que permiten abordar este problema son muchas, pero preferentemente la física cuántica permite deducir respuestas a los interrogantes mencionados arriba.
Los descubrimientos de la relatividad de Einstein y las aportaciones de Planck dieron lugar el siglo pasado a un conocimiento mayor de las partículas subatómicas y con ello a la comprobación de “nuevas dimensiones de existencia” hasta entonces desconocidas, que permiten comprender con mayor claridad dónde puede ubicarse la conciencia y de qué forma nuestra alma puede manifestarse en otras dimensiones y ser tan real o más que si inter-actuara únicamente en la realidad tridimensional que conocemos. De hecho, después de Einstein, una cuarta dimensión hizo su aparición en la realidad de la física: el tiempo.
El principio de incertidumbre de Heisenberg, donde se demuestra la imposibilidad de fijar la posición y el movimiento de las partículas simultáneamente y el comportamiento de las mismas, unas veces como materia y al instante como energía, es la demostración científica de que la materia y la energía tienen que ver con la mente y la conciencia más de lo que llegamos a suponer. Con ello se prueba que ni el espacio ni el tiempo tienen repercusión, pues  -las partículas- pueden relacionarse al instante sin conexión alguna y a miles de kilómetros de distancia. Se altera así toda la concepción mecanicista de la materia como elemento único de realidad. Lo que sirve para las evidencias de la mecánica clásica de Newton en el macrocosmos (movimiento y gravedad de los planetas, por ejemplo) no es válido para la física de partículas elementales de la materia.
Si la materia a nivel microscópico se confunde con la energía,  y el espacio y el tiempo no tienen la repercusión que observamos en el mundo que nos rodea, es mucho más fácil comprender y aceptar que una energía como es el espíritu humano (la energía no se crea ni se destruye, tan sólo se transforma: Principio de la termodinámica) es algo permanente, eterno, que cambia de forma o estado (con cuerpo -materia o sin él -espíritu-), pero que “siempre es” 
Y si a este axioma le añadimos que no es precisa una conexión física o material entre partículas para que estas se comporten igual a miles de kilómetros de distancia, ¿no será mucho mas fácil comprender la relación entre cuerpo material y espíritu-energía unidos por ese extraordinario cuerpo periespiritual (semimaterial) que participa de ambos en cuanto a su estructura y moléculas afines?
La comprensión del periespíritu (bioplasma, cuerpo astral, etc..) es la prueba evidente de la relación del espíritu y la materia. Es también la respuesta definitiva a aquellos que, para refutar el “dualismo” alma-cuerpo de las religiones, negaban la realidad del espíritu afirmando que la materia y la energía no tenían una relación conocida por tratarse se distintas sustancias. Esa relación es ese cuerpo intermedio que posee moléculas materiales y energéticas, capaces de vincular, unir y relacionar íntimamente los dos aspectos del ser humano: su cuerpo y su alma.
Estas reflexiones nos debe hacer pensar qué fácil sería para la ciencia actual demostrar la realidad del espíritu y su inmortalidad tan sólo aplicándose al estudio molecular y electro-magnético de ese cuerpo llamado periespíritu que une ambos principios: el energético (espíritu) y el material (cuerpo físico). Estamos a las puertas de nuevas realidades  científicas y en próximos años comprobaremos las evidencias de las mismas.
Por si esto fuera poco, el físico Niels Bhor otorga la cualidad de la materia y la energía a “la conciencia del observador Es decir, la conciencia y la mente del observador es la que determina la naturaleza de la materia o la energía. Esto supone introducir la conciencia en el núcleo de la física cuántica. En relación a esto último veamos que opina al respecto de la mente y la materia uno de los físicos más importantes de las últimas décadas, David Bohm:
“Lo mental y lo material constituyen dos aspectos de un proceso conjunto, únicamente separados en el pensamiento y no en la realidad. Existe más bien una única energía en la base de toda realidad…No existe división entre lo mental y lo material” D. B. (1986)
 Así pues, estas nuevas concepciones de la física permiten perfectamente implementar el aspecto de la conciencia en distintas realidades y dimensiones desconocidas hasta ahora. Esto sería una evidencia clara de cómo se pueden comprender aspectos como la fenomenología paranormal o mediúmnica, y de como determinados estados de conciencia aparentemente alterados no son tales, sino tan reales como los que podemos percibir en el ámbito de tres dimensiones.
Hay que tener en cuenta que el principio inteligente se encuentra en el espíritu y no en la materia. Por ello la mente es un instrumento al servicio del espíritu inmortal, siendo el pensamiento su expresión más genuina que utiliza el cerebro para su manifestación cuando tenemos un cuerpo. Por ello cuando prescindimos del cuerpo nuestra mente sigue activa, pudiendo transmitir y recibir pensamientos en estado espiritual. Es lo mismo que decir que nuestra conciencia sigue activa a pesar del cuerpo físico, pues la mente y la conciencia están íntimamente relacionadas.
Esto aportaría un campo de investigación amplísimo sobre la transcendencia de la conciencia después de la muerte, además de la supervivencia en otras dimensiones de vida y la posibilidad de interconexión de esa conciencia con otras que se hayan encarnadas. Expresado de otro modo: la supervivencia e inmortalidad del alma además de la certeza de la comunicación de las almas que ya partieron con aquellas otras que permanecen todavía en nuestra dimensión física.
Física y espíritu unidos por las leyes que rigen la naturaleza en los principios esenciales de la materia y la energía. Imaginemos cuando estos postulados – confirmados por la ciencia espírita hace ahora 150 años- sean estudiados en profundidad por los científicos del momento, colocando la conciencia y el espíritu humano como fuente principal de los fenómenos que acontecen. Será entonces cuando el nuevo paradigma científico-espiritual sustituirá definitivamente al paradigma materialista que todavía impera en una gran parte de la comunidad científica. Confirmando al Nobel de Física Max Planck:
“Una nueva verdad científica no suele imponerse convenciendo a sus oponentes sino más bien porque sus oponentes desaparecen paulatinamente y (son sustituidos por) una nueva generación familiarizada desde el principio con la (nueva) verdad” Max Planck
Esto ya es una realidad, no habrá que esperar mucho más, pues ya se está implementando una generación de investigadores en distintas áreas de la ciencia que profundizan cada vez más en el nuevo paradigma que sitúa a la conciencia como la base de la vida y de todo lo que existe. Conforme avance la investigación en esta década, se irán confirmando los postulados e hipótesis de muchos científicos que ya afirman la realidad del espíritu y su transcendencia inmortal.
Física y Espíritu por: Antonio Lledó Flor
©2018, Amor, paz y caridad

    “La materia del Universo es materia Mental”
Arthur Eddintong- Astrónomo
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