miércoles, 15 de noviembre de 2017

Influjo transformador del Espiritismo




Hoy veremos:

-  Expiaciones terrestres
-  Visión espírita de la deficiencia mental
-  Vida contemplativa
-  Así pienso yo ( Y Yo ...)
- Influjo transformador del Espiritismo



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 EXPIACIONES TERRESTRES. 

                           Marcelo, el niño del número 4.

 
En un hospicio de provincia había un niño de unos ocho a diez años en un estado difícil de 
describir. No estaba allí designado sino bajo el número 4. Enteramente contrahecho, ya fuese por deformidad natural, ya a consecuencia de la enfermedad, sus pierna retorcidas tocaban a su cuello. 
Era tan flaco, que los huesos le agujereaban la piel. Su cuerpo no era más que una llaga y sus sufrimientos atroces. Pertenecía a una pobre familia israelita, y esta triste posición duraba hacía  cuatro años. Su inteligencia era notable para su edad, y su dulzura, su paciencia y su resignación  eran edificantes. 
El médico que le visitaba, movido a compasión por este pobre ser en cierto modo 
abandonado, porque no parecía que sus padres fuesen a verle muchas veces, tomó interés por él y se complacía en hablarle, encantado de su razón precoz. No solamente le trataba con bondad, sino que, cuando sus ocupaciones se lo permitían, iba a darle lecciones y se sorprendía de la rectitud de su juicio sobre cuestiones que parecían superiores a su edad. 
Un día le dijo el niño: 
-Doctor, tened, pues, la bondad de darme píldoras como las últimas que me habéis ordenado. 
-¿Y por qué, hijo mío? -contestó el médico-, te he dado las suficientes y temo que mayor 
cantidad te haga daño. 
-Es que -replicó el niño-. sufro de tal modo, que por esfuerzos que hago para no gritar 
rogando a Dios me dé la fuerza para no quejarme a fin de no molestar a los otros enfermos que están a mi lado, tengo mucho trabajo en conseguirlo. Las píldoras me duermen, y entre tanto, no incomodo a nadie. 
    Estas palabras bastan para demostrar la elevación del alma que encerraba aquel cuerpo 
deforme. ¿Dónde había adquirido este niño semejantes sentimientos? No podía ser en el centro en que había sido educado, y por otra parte, en la edad en que empezó a sufrir, no podía todavía  comprender ningún razonamiento. Eran innatos en él, pero entonces, con tan nobles instintos, ¿por qué Dios le condenaba a una vida tan miserable y tan dolorosa, admitiendo que hubiera sido creada  esta alma al mismo tiempo que este cuerpo, instrumento de tan crueles sufrimientos? ¡Oh, es preciso negar la bondad de Dios, o admitir una causa anterior, esto es, la preexistencia del alma y la pluralidad de existencias! 
    El niño murió, y sus últimos pensamientos fueron para Dios y para el médico caritativo que había tenido piedad de él. 
    Después de algún tiempo fue evocado en la Sociedad de París en 1863, donde dio la 
comunicación siguiente: 
    “Me habéis llamado y he venido para que mi voz se oiga más allá de este recinto 
impresionando a todos los corazones, que el eco que hará vibrar se oiga hasta en la soledad. 
    “Les recordará que la agonía de la Tierra prepara las alegrías del cielo, y que el sufrimiento no es más que la corteza amarga de un fruto deleitable que da el valor y la resignación. Les dirá que sobre el pobre lecho donde yace la miseria están los enviados de Dios, cuya misión es enseñar a la Humanidad que no hay dolor que no se pueda sufrir con ayuda del Todopoderoso y de los buenos espíritus. Les dirá también que escuchen los lamentos mezclándose a las plegarias, y que comprendan de éstas la piadosa armonía, tan diferente de los acentos culpables del lamento mezclado con la blasfemia. 
    “Uno de vuestros buenos espíritus, gran apóstol del Espiritismo, ha tenido a bien dejarme este sitio esta noche.1 Asimismo debo deciros algunas palabras del progreso de vuestra doctrina. 
    Debe ayudar en su misión a aquellos que se encarnen entre vosotros para aprender a sufrir. El Espiritismo será la mira indicadora. Tendrán el ejemplo y la voz, entonces se cambiarán los lamentos en gritos de alegría y en lágrimas de gozo.” 
1. San Agustín, por el médium, el cual se comunica a menudo a la Sociedad. 
P. ¿Parece, según lo que acabáis de manifestarnos, que vuestros sufrimientos no eran 
expiación de faltas anteriores? 
R. No eran una expiación directa, pero estad seguros de que todo dolor tiene su causa justa. 
    El que habéis conocido tan miserable fue hermoso, grande, rico y lisonjeado, tuvo aduladores y cortesanos, fue vano y orgulloso. En otro tiempo fui muy culpable. He renegado de Dios y hacía mal a mi prójimo, pero lo he expiado cruelmente, primero en el mundo de los espíritus, y después en la Tierra. Yo he sufrido durante algunos años solamente en esta última y corta existencia, aquello quese puede sufrir en toda una existencia completa hasta la extrema vejez. Por mi arrepentimiento he encontrado gracia ante el Señor, que se ha dignado confiarme muchas misiones, de las cuales la última os es conocida. La he solicitado para acabar mi depuración. 
    Adiós, amigos míos, volveré algunas veces entre vosotros. Mi misión es consolar, no 
instruir, pero hay muchos aquí cuyas heridas están ocultas, que se regocijan con mi venida. 
Marcelo 


Instrucción del guía del médium: 

¡Pobre ser en sufrimiento, miserable, y ulceroso y deforme! ¡Cuántos gemidos hacía oír en 
el asilo de la miseria y de las lágrimas! Y a pesar de su niñez, ¡cuán resignado estaba, y cómo su alma comprendía ya el fin de los sufrimientos. ¡Conocía que más allá de la tumba le esperaba una recompensa por tantos lamentos ahogados! ¡Así como rogaba por aquellos que no tenían, como él,valor para soportar sus males, rogaba también particularmente por los que dirigían al cielo blasfemias en lugar de oraciones! 
    Si la agonía fue larga, la hora de la muerte fue terrible. Sin duda se retorcían los miembros convulsos y mostraban a los asistentes un cuerpo deforme, rebelándose contra la muerte. Era aquella la ley de la carne que quiere vivir cuanto puede, mas un ángel se cernía encima del lecho del  moribundo y cicatrizaba su corazón. Después se llevó sobre sus blancas alas aquella alma tan hermosa que se escapaba del cuerpo pronunciando estas palabras: ¡Gloria a vos, oh, Dios mío! 
    Y esta alma, elevada hacia el Omnipotente, exclamó venturosa: Heme aquí, Señor, me 
habéis dado por misión la de aprender a sufrir: ¿He soportado dignamente la prueba? 
    Y ahora el espíritu del pobre niño ha tomado sus proporciones. Corre el espacio yendo al débil y al pequeño y diciendo a todos: esperanza y valor. Desprendido de toda materia y sin mancha, está ahí cerca de vosotros. 
    Os habla, no con su voz lacerada y doliente, sino con varoniles acentos. 
    Os ha referido: “Los que me han visto han mirado al niño que no murmuraba, logrando por su ejemplo tener calma para sus males, y sus corazones se han afirmado en la dulce confianza en Dios. 

He ahí el fin de mi corto tránsito en la Tierra.” 


ALLAN KARDEC.
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VISIÓN ESPIRITA DE LA DEFICIENCIA                                    MENTAL

El Centro Espírita Renacimiento es una Institución que se nortea por la filosofía espírita kardeciana y por eso presentamos la visión sobre la deficiencia mental llegada a nosotros a través de la literatura espírita específicamente.
¿Quién es el deficiente mental? En el libro “Recordaciones de la Mediumnidad” el Dr. Bezerra de Menezes nos muestra que muchos casos de retardación mental y problemas epilépticos profundos son ocasionados por el suicidio. El entorpecimiento de los músculos, nervios y hasta de la médula espinal es
provocado generalmente por un trauma violento en el cual el periespíritu es lesionado severamente. La predisposición a la locura y a la epilepsia son nada más que vínculos mentales reviviendo encarnaciones pasadas.
Sobre el remordimiento, que juega un papel importante en este campo, en el libro “Evolución en Dos Mundos” Andrés Luiz nos habla sobre “predisposiciones mórbidas”, generando anomalías muy grandes en el cuerpo físico y explica: “Los
recuerdos de esa o de aquella falta grave que quedan calcadas en el espíritu sin que haya tenido oportunidad de corrección crean en la mente un estado anormal que clasificamos de zona de remordimiento, provocando disfonías diversas de una encarnación para otra”.
En el libro “Mundo Mayor”, del mismo autor, encontramos la historia de un joven con crisis de epilepsia, provocadas apenas por la percepción de la proximidad de los obsesores a pesar de estar al lado de antiguos amigos espirituales en su
cuarto. La ligazón y la sintonía con esos espíritus por causa del crimen, del odio y del remordimiento provocan la manifestación de la enfermedad.
Manuel Filomeno de Miranda, en el libro “Grilletes Partidos” relata la historia de una joven epiléptica que en su reencarnación anterior asesinó al marido y al amante, teniendo que vivir el resto de sus días mintiendo y escondiendo su
crimen. Con eso lesionó los centros periespirituales que alteraron el nuevo cuerpo afectando el metabolismo endocrino.
    Además cuando las lesiones son causadas por traumatismo craneal, sífilis o tumores, el espíritu ya tiene la predisposición para la enfermedad.
El Dr. Jorge Andrea, en el libro “Psicología Espírita” aborda la temática del deficiente mental hablando de la participación del espíritu en la formación de su propio cuerpo.
“Los genes responsables por los factores de la herencia, tendrían en su intimidad las influencias de los vórtices del psiquismo profundo que comandan, orientan y dictan normas en el mecanismo de la vida”. Esa cita completa lo que Andrés Luiz nos demuestra sobre la zona de remordimientos.
    La epilepsia congénita, muy común en el excepcional, sería también un disturbio ligado a una causa anterior. El deficiente mental congénito no escapa a esa regla. Otro punto importante es cuando él dice: “El espíritu reencarnante con sus deficiencias buscando la futura madre se sintoniza, se afina más fácilmente con las células sexuales que cargan deficiencias y desajustes en sus estructuras íntimas, esto es, aprovechamiento de la ley para que el espíritu no escape a su destino doloroso, más necesario”.
El deficiente mental que presenta disturbios múltiples no puede ser interpretado como una casualidad biológica, inclusive el aspecto hereditario que la filosofía espírita nos demuestra como relativo. En “Misioneros de la Luz” Luiz nos narra
incontables experiencias donde el espíritu reencarnante pide que sean alteradas ciertas condiciones físicas para poder vencer sus pruebas. En “Evolución en Dos Mundos” él señala: “...en el ser en formación toda permuta entre los cromosomas es presidida por agentes magnéticos ordinarios (ley de herencia) o
extraordinarios (por la intención de los organizadores del progreso). En razón de eso y atendiendo los objetivos finales del universo, no será posible despreciar el plano divino cuando se trate de cualquier inmersión más profunda en la genética, aunque ello contradiga a los proponentes de la ciencia materialista”.
La ayuda espiritual y la prevención de estas condiciones consiste en entender que sólo el cuerpo está atrofiado, incluyendo el cerebro. Por la respuesta que los Espíritus dan a Kardec en “El libro de los Espíritus” sobre la lucidez de la
conciencia, la terapia espiritual debe ser con vibraciones, oraciones, conferencias o charlas, pues oyen y entienden. El pase en algunos casos de más rebeldía debe ser aplicado dos o tres veces en la semana y además la espiritualización ética debe ser provista a los que tienen un poco más de entendimiento.
Como terapia preventiva, la divulgación filosófica intensa, las charlas en los centros, los cursos de la filosofía espírita, los programas en las emisoras demostrando la Ley de Causalidad, las consecuencias oriundas de los errores, del egoísmo, etc., son la única manera de evitar nacer en el futuro como deficientes mentales.
Tomado de Instituto de Cultura Espírita Renacimiento, Mayagüez . Vol.1 Núm.12 .
Sociedad de Estudios Espíritas Amor al Bien, Cabo Rojo

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           Vida contemplativa 

                                            
657.* Los hombres que se consagran a la vida contemplativa, no haciendo mal alguno y sólo pensando en Dios, ¿tienen un mérito a los ojos de Él? - No, porque si no hacen mal, tampoco realizan el bien y son inútiles. Por otra parte, no practicar el bien es ya un mal. Dios quiere que se piense en Él, pero no quiere que sólo en Él se piense, puesto que ha dado al hombre en la Tierra deberes que cumplir. Aquel que se consume en la meditación y la contemplación no hace nada meritorio a los ojos de Dios, porque su vida es enteramente personal e inútil para la humanidad, y Dios le pedirá cuentas del bien que no haya realizado. 
El LIBRO DE LOS ESPIRITUS 
ALLAN KARDEC 
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                            ASÍ PIENSO YO! ( Y Yo....)
Si entiendo bien "EL ESPIRITU" de la Doctrina Espirita, me arriesgaria a afirmar que los espiritistas no debemos encerrarnos o separarnos por las fronteras de regionalismos creadas por los hombres... Nuestra VERDADERA PATRIA es EL UNIVERSO material y espiritual...La Humanidad es una sola aunque vivamos en diferentes lugares...todos somos hermanos, creados de una misma sustancia y por un mismo Dios...
-Reinaldo Inocente Formoso- ( Y yo...-)
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      Influjo transformador del Espiritismo
El materialismo ha quitado a la Ciencia el carácter de grandeza y de elevación moral que la haría digna de recibir la revelación suprema, de recoger el depósito sagrado. El espíritu materialista, ensoberbecido con una conquista tal, se levantaría contra Dios. 
    Pero el día en que, impregnado de un espíritu nuevo, el sabio haya asimilado esas radiaciones superiores que sintetizan toda la vida universal, reverenciará la obra Divina. 
   Entonces, el Espiritismo, unido a la Ciencia, transformará la Tierra en mundo evolucionado. Mientras esperan, los espíritas, en vez de interesarse por esos fenómenos exteriores y materiales que  absorben actualmente la atención de los científicos, deben orientar sus trabajos, con ayuda de médiums bien educados, hacia la visión de las corrientes fluídicas que les revelarán la existencia de esas ondas radiantes de que la electricidad no es más que una partícula elemental. 
No es en la gran ciudad donde se deben encontrar médiums semejantes, porque los haces fluídicos se chocan con las emanaciones mórbidas, haciendo disminuir la conductividad. 
Vosotros necesitaríais de médiums de naturaleza sencilla y pura, yo diría, casi ingenuos, en ambientes pacíficos y acogedores, donde la comunión pueda establecerse más fácilmente con las entidades protectoras y los genios del Más Allá. 

Con el auxilio de un médium de esa clase, los espíritus guías  llegarían hasta a producir ondas condensables en gotas de agua en las propias manos del sensitivo. Las personas presentes podrían constatar su existencia, ya por el contacto con los dedos del médium, o bien por medio de placas fotográficas que fijan las corrientes fluídicas productoras de esos efectos... 
    Para terminar, afirmamos que es por desconocer el papel de las fuerzas radiantes en los fenómenos y el modo de dirigirlas, por lo que los investigadores oficiales han registrado muchos fracasos. En las pesquisas psíquicas, la homogeneidad del ambiente, la armonía 
de los fluidos y de los pensamientos son factores indispensables para el éxito. Cuanto más se empleen los procedimientos materialistas utilizados por la Ciencia, menos favorecidos seréis con la asistencia de lo Alto. En los ambientes en que las entidades superiores desean intervenir, si encuentran influencias contrarias, se les hace imposible actuar o incluso transmitir sus pensamientos; las divergencias de puntos de vista forman una barrera y el fluido de ellas no puede ya penetrar el médium y, a través de éste, alcanzar el  espíritu y el corazón de los asistentes.. 

LEÓN DENIS 
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