SUMARIO:
- Padres e hijos y la elección de los padres-
-Pasos cortos, pasos largos
-Derramando amor.
-Para Reflexionar: Vivir en armonía
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PADRES E HIJOS Y LA ELECCIÓN DE LOS PADRES
Ricardo Di Bernardi
La paternidad y la maternidad son siempre decurrentes de vínculos pretéritos. El triangulo constituido por padre, madre e hijo siempre resulta de una continuidad necesaria para todos los involucrados en la nueva constelación familiar, donde también hermanos y parientes próximos son, normalmente, ligaciones de encarnaciones anteriores. Nuestras deudas se hacen, muchas veces, dentro del núcleo familiar y retornamos para corregir las distorsiones antiguas, en el mismo medio.
Nuestros hijos son espíritus. Son espíritus con los cuales ya tuvimos anteriormente importantes vínculos. Con relación a la naturaleza de estos vínculos, podremos clasificarlos en vínculos de afecto y de desafecto. Muchas veces, las dificultades vividas por dos personas generaron entre ellas un odio mutuo u otra atadura fuertemente estrechada por las energías deletéreas de sentimientos inferiores. Son los vínculos creados por el desafecto del pasado.
Una vez establecido el intercambio recíproco de las vibraciones desestructurantes, se crea un eslabón magnético que prenderá mutuamente a los dos individuos. No sólo el amor, pero el odio une a las personas. Una unión en el sentido de dependencia energética que en algunos casos llega a consecuencias extremas.
Espíritus ligados uno a otro requieren una situación de terapéutica que, muchas veces, sólo encuentra la solución adecuada por la anestesia del pasado, apagándose temporalmente los recuerdos perturbados a través de una nueva encarnación. Son comunes los "reencuentros" del pasado, en el contexto familiar. Pero la encarnación, en su función educadora, mantendrá los dos involucrados próximos, creando condiciones para que haya un vínculo de amor entre ambos. Al renacer bajo el mismo techo en el templo del hogar, por el instituto divino de la reencarnación, anestesiados por la sabia ley del olvido del pasado, ellos caminarán para el perdón recíproco, para el mutuo aprecio que, inexorablemente, desatará las cadenas del odio.
Aquel bebe rosado (o color de chocolate conforme el caso), que ahora el padre o la madre abrazan y acarician emocionados, muchas veces es una víctima del pasado que ahora recibirá la atención y los cuidados que le eran justamente debidos. Padre y madre pueden enternecerse delante la figura dulce, suave, de un bebe. La ley de la reencarnación propició condiciones para que en este instante víctima y verdugos se abracen, lloren de emoción y pasen a desarrollar una nueva experiencia: la experiencia del amor.
En determinadas reencarnaciones, padre y madre fueron las víctimas, y el espíritu que ahora viene a la cuna, es el verdugo del pasado.
Otras veces, el desentendimiento mayor se hacía entre dos del triangulo familiar, y el tercero se constituía en el elemento de aproximación entre ambos.
Las circunstancias son absolutamente peculiares a cada caso, pero sólo por el instituto de la reencarnación y el velo del olvido del pasado que podemos comprender la máxima cristiana de amar a los enemigos. Sin embargo, muchas encarnaciones se hacen nuevamente como continuidad de vínculos afectivos pretéritos. Podemos subdividir las situaciones de ataduras afectivas anteriores en dos grupos: los afectos armónicos y los desarmónicos.
Analicemos inicialmente las situaciones de afecto armónico. Espíritus afines, presentando intereses comunes, semejanzas de vibraciones energéticas, auras que se sintonizan suave y fácilmente. Antiguos parientes, viejos conocidos, de esta o de otras encarnaciones, que retornan a la convivencia a fin de recibir el amparo necesario para que sean reconducidos a la tarea mayor de su evolución. Los hogares también reciben, por tanto, espíritus afines que ampliarán las ataduras de la amistad, fortificando las uniones anteriores.
La tercera situación mencionada es aquella en que la elección de los padres es efectuada visando corregir un disturbio en el área afectiva: un afecto desarmónico. Vinculaciones anteriores, en este caso, fueron establecidas no por el odio, sino por un afecto egoístamente creado. Situaciones donde dos personas mantuvieron uniones, lesionando una tercera en su equilibrio emotivo, por ejemplo, situaciones de ligaciones extra-conyugales de larga duración y de aparente estabilidad. Dos personas que, aunque hayan asumido compromisos con terceros, pasan a convivir sexualmente entre si durante una existencia, perjudican el equilibrio afectivo de sus compañeros programados. Se crea entre los dos, una interdependencia energética donde ambos recíprocamente se alimentan de las energías sexuales del nuevo compañero. Establecen entre si un vínculo que carece de una restructuración en nivel de valores espirituales más de acuerdo con la Ley Universal.
Veamos como la espiritualidad procede en estos casos: El plano espiritual programa, a través de las entidades encargadas de este sector, una reencarnación donde se deberá cambiar el patrón energético-afectivo establecido entre los dos personajes en cuestión. La solución más frecuentemente utilizada es la manutención de la unión entre ambos, pero no una unión conyugal. Reencarnan como padre e hija o madre e hijo. La sabiduría de la ley universal encuentra en la reencarnación el lenitivo del olvido para la manutención del vínculo afectivo, en moldes no lesivos a los involucrados. En esta nueva existencia la dupla pasará a ejercitar el amor desvinculado del envolvimiento sexual, pero cimentado por las bendiciones del hogar. En determinadas situaciones, la intensidad de la atadura es tan expresiva que los eslabones del pasado todavía ejercen fuerte interferencia en la nueva vida llegando a suplantar el instinto maternal y filial. Surge, entonces, el Complejo de Edipo, donde el hijo nutre por la figura materna la pasión del pasado, todavía no anestesiada suficientemente por apenas una reencarnación; el equivalente en el sexo femenino, el Complejo de Electra, cuando la hija que todavía guarda fuertes reminiscencias de la vida anterior, tiene la misma explicación. Desvíos éstos que serán todos sanados si no en esta vida, si en otra próxima, por el trabajo de los equipos de planificación y selección de los padres del espíritu que renace.
Sea cual sea la situación del histórico kármico de nuestras familias, es evidente que la Ley Universal es sabia y siempre está enseñándonos que el amor es el único camino.
Ricardo di Bernardi, médico pediatra, homeopata, ex- presidente da AME-SC e pres. do ICEF-SC
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Si la religión dice blanco y los hechos dicen negro, es necesario optar entre la evidencia y la fe ciega.
Allan Kardec.
Allan Kardec.
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PASOS CORTOS; PASOS LARGOS
“La religión está destinada a producir el bienestar moral, preservar los valores espirituales del hombre, quitar el mito de la muerte, abriendo sus puertas aparentemente invisibles a la percepción humana.
La finalidad de la religión es desvelar los secretos de la vida de ultratumba y demostrar la continuación de las aspiraciones y los valores humanos en otra dimensión, dentro de la misma realidad de la vida.”Divaldo Pereira Franco- Joanna de Ángelis.
El hombre integral. Pág.64. Livraria Espírita Alvorada
Editora (LEAL). 2009. Salvador. Brasil.
La función de toda religión es reunir - religare-las distintas partes del ser humano, lo que
aparenta, lo que es; su pasado, su presente; lo que sabe, lo que no recuerda, y con ese conocimiento romper los mitos y los tabús, especialmente el de la muerte, la propia y la de los seres queridos para lograr la reunificación. Todo ello nos lleva a lograr la unidad con el Universo, con la Humanidad, con Dios, a través de la concienciación de esa unidad y de la decisión de amar de forma incondicional a cualquier expresión de vida.
Todo se encamina hacia la unidad, por eso la conciencia fragmentada del hombre se dirige
hacia su reunificación como espíritu eterno, dispersa durante la etapa infantil ha de completar el self, recogiendo los trozos de sus conquistas, de sus emprendimientos, de las victorias sobre sí mismo y su dolor, alcanzar esa unión consigo mismo y, por tanto,con Dios.
El hombre camina, siempre en un movimiento incesante, pero sus pasos no siempre le conducirán allí donde le espera su futuro. La mayor parte de los individuos de esta sociedad avanza con pasos cortos, repetitivos, rutinarios, que lo conducen por exactamente los mismos lugares que a sus antecesores, esos pasos cortos le llevan del nacimiento a la sepultura sin apenas variaciones en su ser interior.
Son los pasos dirigidos por nuestro egoísmo,por los instintos primitivos, por nuestra comodidad o pereza, que nos hacen pasar por la escuela, después los estudios superiores, luego el trabajo deseado; buscamos pareja y tenemos hijos para entregarlos a la misma rutina, esperando, al fin y al cabo, los fines de semana, las vacaciones y la jubilación, para “disfrutar del ocio merecido” y por fin caer en la cuenta que la muerte toca a la puerta, y que nos conducirá al inicio de otra rueda, otra revolución de la que ignoramos todo. Otra vida desaprovechada. Demasiado tarde para lamentaciones.
El hombre es el resultado de la evolución durante millones de años y no debería conformarse con dar esos pasos tan cortos.
Hay ejemplos de hombres que se atrevieron a dar pasos largos, hombres valientes y decididos hasta el sacrificio que comprendieron, y así lo vivieron,que vale la pena luchar por lo que crees y por actuar libremente aun a riesgo de ser despreciado y rechazado por todos. Pasos largos son los desafíos morales propuestos por Jesucristo que nos hacen avanzar más rápido, respondiendo al llamado de libertad interior de nuestra conciencia, respetando los valores ético-sociales, pero rompiendo con la rutina y los caminos
preestablecidos por sistemas alienantes y castradores de la libertad individual.
Hay que alzar la vista por encima de las cabezas de la multitud desorientada y comprometernos con objetivos más allá de los propios de esta existencia que acabará inevitablemente en la sepultura y el olvido, donde acaban los pasos cortos. Los pasos largos te conducen a la plenitud y al autoconocimiento como espíritu eterno.
Logrado ese grado de razonamiento caen las barreras que nos separan, especialmente las psicológicas, que entorpecen la comprensión de nuestras actuaciones que provienen de vidas anteriores, con conductas éticas ya superadas al logar la madurez de aceptar todo lo que hemos sido y poder dirigir nuestros pasos hacia el objetivo real del ser, sin máscaras ni engaños, en un viaje de retorno al yo superior en el que trabajaremos para recomponer los
corazones que fuimos dejando heridos en las orillas de la temporalidad de nuestras vidas desaprovechadas, para alcanzar la playa de la plenitud y del amor más puro que, de momento, podemos comprender.
Las aspiraciones naturales de libertad del individuo son fruto de la toma de conciencia del ser. Para alcanzar esta nueva meta que persigue –libertad– no es consciente que está condicionado por presiones externas – sociales – y presiones internas – psicológicas. Las unas y las otras son necesarias para el crecimiento, son los tutores que promueven y alientan el fortalecimiento de la voluntad y el esfuerzo generando la necesidad del trabajo físico, intelectual y psicológico para vencer los desafíos que se le presentan, para transformar la situación y ascender en la conquista de valores que le proporcionan la “sensación de libertad” mayor cuanto más asciende.
Mas el hombre nunca está solo, por tanto, nunca alcanzará la libertad absoluta que cree que es su meta.
El punto de inflexión decisivo se produce cuando deja de actuar en respuesta únicamente de esas presiones y decide tener en cuenta el respeto y el amor a sus semejantes y a sí mismo, tomando conciencia de la realidad espiritual del ser.
En el futuro la lucha por los derechos debería ir acompañada por la aceptación de los deberes, porque si no ejercemos nuestro deber no tenemos base moral para reclamar nada. Este deber es hijo del autoconocimiento y la conciencia social, reconociéndonos parte de un todo al que debemos contribuir en mejorar y compartir, no competir, para alcanzar la justicia social.
Josep Anton
-Actualidad Espírita-Julio 2012
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DERRAMANDO AMOR
Irradiando amor de nosotros, estamos creando una atmósfera psíquica de armonía a nuestro alrededor y una vida más feliz; estaremos vigorizando nuestras células nerviosas y las células de los tejidos, evitando un envejecimiento prematuro; estaremos contribuyendo a un más perfecto funcionamiento de las diversas glándulas endocrinas y exocrinas, reguladoras de la salud, con lo que mejoraremos la salud del cuerpo y del alma; y consecuencialmente, una suave sensación de paz y dicha inundará nuestra alma y mente. Porque, cada acto de amor genera felicidad. Además de todo ésto, cuando vibramos en amor, deseando bien a todos, estamos creando también un campo magnético protector contra las acometidas de las fuerzas negativas invisibles.
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PARA REFLEXIONAR
VIVIR EN ARMONÍA
DERRAMANDO AMOR
Irradiando amor de nosotros, estamos creando una atmósfera psíquica de armonía a nuestro alrededor y una vida más feliz; estaremos vigorizando nuestras células nerviosas y las células de los tejidos, evitando un envejecimiento prematuro; estaremos contribuyendo a un más perfecto funcionamiento de las diversas glándulas endocrinas y exocrinas, reguladoras de la salud, con lo que mejoraremos la salud del cuerpo y del alma; y consecuencialmente, una suave sensación de paz y dicha inundará nuestra alma y mente. Porque, cada acto de amor genera felicidad. Además de todo ésto, cuando vibramos en amor, deseando bien a todos, estamos creando también un campo magnético protector contra las acometidas de las fuerzas negativas invisibles.
En verdad os digo que, cuando derramemos amor sobre los seres queridos en nuestro hogar y sobre los necesitados de afecto (que son muchos), amor recibiremos en manifestaciones diversas. Cuando aprendamos a prodigar amor sobre nuestros relacionados en forma de comprensión, afabilidad, servicio desinteresado, deseo y acción de bien; nuestra vida será inmensamente más agradable y feliz; aún cuando los egoístas, en su miopía psíquica, no puedan apreciar esta verdad.
Comenzad hoy mismo, al llegar a vuestro hogar, a practicar la comprensión y tolerancia hacia las imperfecciones e incomprensiones de los que componen vuestro hogar.
Tomad una actitud amorosa hacia todos los que os rodean, incluyendo aquellos que no os quieren bien, y comenzaréis a sentiros más felices. Al comienzo, puede que os cueste algún esfuerzo, pero vale la pena; ya que estaréis contribuyendo a vuestra propia felicidad.
Y por último, necesario es tener presente que, el amor puro actúa como vibración purificadora del alma humana, evitando así la acción depuradora del dolor.
Y por consiguiente, la práctica del amor en sus diversas manifestaciones, será la fuerza que abrirá la puerta de los Planos Superiores -ambientes de felicidad- al final de la actual vida terrena, librándonos de los ambientes de sufrimiento al pasar al Más Allá.
Sebastian de Arauco.Comenzad hoy mismo, al llegar a vuestro hogar, a practicar la comprensión y tolerancia hacia las imperfecciones e incomprensiones de los que componen vuestro hogar.
Tomad una actitud amorosa hacia todos los que os rodean, incluyendo aquellos que no os quieren bien, y comenzaréis a sentiros más felices. Al comienzo, puede que os cueste algún esfuerzo, pero vale la pena; ya que estaréis contribuyendo a vuestra propia felicidad.
Y por último, necesario es tener presente que, el amor puro actúa como vibración purificadora del alma humana, evitando así la acción depuradora del dolor.
Y por consiguiente, la práctica del amor en sus diversas manifestaciones, será la fuerza que abrirá la puerta de los Planos Superiores -ambientes de felicidad- al final de la actual vida terrena, librándonos de los ambientes de sufrimiento al pasar al Más Allá.
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LA TRANSFIGURACIÓN DE JESÚS
1. Texto evangélico
Seis días después, Jesús tomo consigo a Pedro, a Tiago, y a Juan, su hermano, y los condujo en particular a lo alto de un monte. Y se transfiguró ante ellos; y su rostro resplandeció como el sol, y sus vestidos se tornaron blancos como la luz. Y es que se aparecieron Moisés y Elías, hablando con él. Y Pedro, tomando la palabra, dijo a Jesús: Señor, que bueno estar aquí, si quieres, hagamos aquí tres tabernáculos, uno para ti, otro para Moisés y otro para Elías. Y, estando él aun hablando, es que una nube luminosa los cubrió. Y de la nube salió una voz que decía: Este es mi amado Hijo, en quien me complazco; escuchadlo. Y, los discípulos, oyendo eso, cayeron sobre su rostro y tuvieron gran miedo. Y, irguiendo los ojos, nada vieron, sino a Jesús. Y, descendiendo del monte, Jesús les ordenó, diciendo: A nadie contéis la visión hasta que el Hijo del Hombre sea resucitado de entre los muertos. Mateo, 17: 1-9.
La transfiguración de cristo es una de las más bellas escenas narradas en el Evangelio que, según la tradición, aconteció cuarenta días antes de su crucifixión, es un fenómeno claramente explicado por la Doctrina Espirita, teniendo como base las alteraciones ocurridas en las propiedades del periespiritu, las cuales se reflejan en el cuerpo físico, automáticamente.
Pudiendo el espíritu operar transformaciones en la contextura de su envoltorio periespiritual e irradiándose ese envoltorio en torno del cuerpo como atmosfera fluídica, puede producirse en la superficie misma del cuerpo un fenómeno análogo al de las apariciones. Puede la imagen real del cuerpo apagarse más o menos completamente, bajo la capa fluídica, y asumir otra apariencia; o, entonces, visto a través de la capa fluídica modificada, los trazos primitivos pueden tomar otra expresión. Si, saliendo debajo de la tierra, el Espíritu encarnado se identifica con las cosas del mundo espiritual, puede la expresión de un semblante feo tornarse bello, radiante y hasta luminoso; si, al contrario, el Espíritu es presa de malas pasiones, un semblante bello puede tornarse de un aspecto horrendo.
1
Más allá del registro de Mateo, citado en la Guía, ella es también relatada por Marcos, 9: 2-8, por Lucas, 9: 28-36 y por Pedro, 1: 16-18. Los textos de los evangelistas Mateo y Marcos acrecentaron una información importante: el anuncio de la resurrección de Cristo.
En los evangelios sinópticos el evento habría tenido lugar cerca de una semana después de la confesión de Pedro sobre el carácter mesiánico de Jesús; el eligió a sus tres discípulos más íntimos, Pedro, Tiago, [Mayor] y Juan, y los llevo a un monte [...] Allí pasó por una transformación (y no es una simple mutación de aspecto) y sus vestidos brillaron con un resplandor celestial. Entonces Moisés Y Elías aparecieron y hablaron con él, cuando pedro sugirió que hiciese tres tiendas para los tres personajes. Fue en esa ocasión que se hizo oír una voz de una nube, declarando la afiliación de Cristo y su autoridad, después que ceso la visión. [...] La transfiguración señala un importante estado en la revelación de Jesús como Cristo e Hijo de dios. 9
Hay divergencias históricas en cuanto al monte en que ocurrió la transfiguración.
Algunos estudiosos acreditan que ha sido en el monte Hermom, otros, como los espiritas, en el monte Tabor. Hermom es una montaña con 2800 metros de altura, la más alta de alrededor de Palestina, situada en la sierra del Anti- Líbano. Es más conocido como el monte Sion. Tabor es un monte de cerca de 562 metros de altura, situado en la planicie de Jezzreel.
Desde el siglo IV., y tal vez más temprano aún la tradición ha sustentado que el monte Tabor fue el escenario de la transfiguración de Jesús. Eso no es muy probable, especialmente en vista del hecho que en los días del NT (Nuevo Testamento) había una aldea en su cumbre.8
El diccionario ofrece tres significados para el verbo transfigurar, que se aplican al concepto espirita: <<Hacer mudar o mudar de figura, función o carácter [...]; hacer pasar o pasar de un estado o condición a otro; convertir (-se), transformar (-se). >>11
El fenómeno [de la transfiguración] resulta [...] de una transformación fluídica; es una especie de aparición perispiritica, que se produce sobre el propio cuerpo del vivo y, algunas veces, en el momento de la muerte, se produce a lo lejos del lugar, como en las apariciones propiamente dichas. Lo que distingue las apariciones de ese género es el ser, generalmente, perceptibles por todos los asistentes y con los ojos del cuerpo, precisamente por basarse en la materia carnal visible, al paso que, en las apariciones puramente fluídicas, no hay materia tangible. 2
Es importante no fijarse apenas en el fenómeno, de belleza insuperable, sino, sobre todo, en las lecciones espirituales que lo subsidian: la autoridad espiritual de Cristo, el entendimiento de ser él el Mesías aguardado, la idea de la sobrevivencia del espíritu y de la reencarnación, los fenómenos mediúmnicos, etc.
Tomada en su sentido simbólico, la transfiguración significa que las pruebas materiales cuando son cumplidas de conformidad con las leyes divinas, transfiguran al Espíritu, tornándolo puro y luminoso. 14
2. Interpretación del texto evangélico
Seis días después, Jesús tomo consigo a Pedro, a Tiago, y a Juan, su hermano, y los condujo en particular a lo alto de un monte. Y se transfiguró ante ellos; y su rostro resplandeció como el sol, y sus vestidos se tornaron blancos como la luz. (Mt 17: 1-2)
Verificamos, una vez más, la presencia de los tres apóstoles Pedro, Juan y Tiago, su hermano. Es posible que, entre los demás colegas del colegio epistolar, habían sido poderosos médiums de efectos físicos, donadores insólitos de energías magnéticas. Ellos se encontraron presentes en los más importantes acontecimientos relatados en el Evangelio, a punto de Pablo denominarlos “columnas de la comunidad” (Gl 2:9)
Es importante considerar que las transfiguraciones pueden ser clasificadas como de naturaleza mediumnica - si un Espíritu imprime en el médium cambios fisionómicos – o de naturaleza anímica, como aconteció con Cristo, se trata de un fenómeno que revela el nivel evolutivo del Espíritu, encarnado o desencarnado. Las transfiguraciones << [...] reflejan siempre cualidades y sentimientos predominantes en el Espíritu. >> 2
La transfiguración de Jesús demuestra la grandiosidad de su Espíritu: “su rostro resplandeció como el sol, y sus vestidos se tornaron blancos como la luz”, (Mt 17:2)
Las transfiguraciones son consideradas variedades de manifestaciones visuales, forman parte de los fenómenos naturales, nada presenta en ellas de excepcionales, en el sentido milagroso, cuando se conocen las leyes que rigen los hechos. 5
<<La transfiguración, en ciertos casos, puede originarse de una simple contracción muscular, capaz de dar a la fisonomía expresión muy diferente de la habitual, hasta el punto de volver casi irreconocible a la persona.>> 6
De cualquier forma, independientemente de ser el efecto de origen mediúmnico o anímico, se sabe que la transformación de la apariencia está fundamentada en las alteraciones periespirituales. Para mejor entender el fenómeno, admitamos los siguientes principios:
Que [...] el Espíritu puede dar a su periespiritu todas las apariencias; que, mediante una modificación en la disposición molecular, puede darle la visibilidad, la tangibilidad y, consiguientemente, la opacidad; que el periespiritu de una persona viva [reencarnada], aislado del cuerpo, es responsable de las mismas transformaciones; que ese cambio de estado se opera por la combinación de los fluidos. 9
En la situación de una persona reencarnada, su periespiritu no se encuentra libre, más si preso al cuerpo físico. En estas condiciones, por acción del propio encarnado (fenómeno anímico) o de un Espíritu comunicante (fenómeno mediúmnico), el periespiritu es envuelto por energías radiantes, una especia de “vapor fluidico”, denso y tangible, que se deposita sobre y alrededor del cuerpo físico, escondiéndolo o tornándolo invisible, momentáneamente. El cuerpo físico queda como sumergido en una bruma. 6
Podrá entonces el periespiritu cambiar de aspecto, hacerse brillante, si tal fuese la voluntad del espíritu y si este dispone poder para tal cosa. Otro Espíritu, combinando sus fluidos con los del primero, podrá, a esa combinación de fluidos, imprimir la apariencia que le es propia, de tal suerte, que el cuerpo real desaparezca bajo un envoltorio fluidico exterior, cuya apariencia puede variar a voluntad del Espíritu. Esta parece ser la verdadera causa del extraño y raro fenómeno, de transfiguración. 6
Con Cristo el fenómeno se revela sublime. La << [...] pureza del periespiritu de Jesús permitió que su Espíritu le diese excepcional fulgor. >> 3
De todas las facultades que Jesús reveló, ninguna se puede anotar extraña a las condiciones de la humanidad y que no se encuentre comúnmente en los hombres, porque están todas en el orden de la Naturaleza. Por la superioridad, sin embargo, de su esencia moral y de sus cualidades fluídica, aquellas facultades estaban en el en proporciones muy por encima de las que son vulgares. Dejando a un lado su cuerpo carnal, el patentaba el estado de los Espíritus puros. 4
• Y es que se aparecieron Moisés y Elías, hablando con él. Y Pedro, tomando la palabra, dijo a Jesús: Señor, que bueno estar aquí, si quieres, hagamos aquí tres tabernáculos, uno para ti, otro para Moisés y otro para Elías. (Mt 17:3-4).
La comprobación de la inmortalidad del Espíritu, sobreviviente a la muerte del cuerpo físico, está evidente en esa citación del Evangelio.
Varias escuelas religiosas, defendiendo tal vez determinados intereses del sacerdocio, aseguran que el Evangelio no presenta bases al movimiento de intercambio entre los hombres y los Espíritus desencarnados que los precedieron en la jornada del Más Allá... [...] Más Allá, en diversas circunstancias encontramos a Cristo en contacto con almas perturbadas o perversas, aliviando los padecimientos de infortunados perseguidos. Todavía, la mentalidad dogmática encontró ahí la manifestación de Satanás, enemigo eterno e insaciable. Aquí, sin embargo, se trata de sublime acontecimiento en el Tabor. No vemos cualquier demostración diabólica y, si, dos espíritus gloriosos en conversación íntima con el Salvador. Y no podemos situar el fenómeno en asociación de generalidades, por cuanto los “amigos del otro mundo”, que hablaron con Jesús sobre el monte, fueron debidamente identificados. No se registró el hecho, declarándose, por ejemplo, que se trataba de la visita de un ángel, más si de Moisés y del compañero, dándose a entender claramente que los “muertos” vuelven de su nueva vida.
La materialización de Moisés y Elías tienen razón de ser: los dos Espíritus traían la garantía de la amistad y fidelidad a su Orientador Mayor, sobre todo por tratarse del momento en el que se aproximaba la crucificación. En este encuentro sublime, el Maestro radiante, en la plenitud de su Espíritu, imprime continuidad a la Ley y a los Profetas. Así vemos, que Elías permanece ligado a Moisés en la Antigua Alianza, de la cual uno es el legislador y, el otro, el gran profeta que la mantuvo intacta. La presencia de ambos en el Tabor es para testimoniar que la misión de Cristo renueva y hace coronamiento de la Antigua Alianza.
En cuanto a la percepción de la presencia de Moisés y de Elías, por parte de los apóstoles, puede ser catalogada como videncia mediumnica o como materialización espiritual, que es independiente de la facultad de ver Espíritus. El fenómeno fue, entre tanto, muy nítido, a punto de Pedro pedir al Señor para construir un tabernáculo o tienda, citada en otras versiones. Habla, pues, más a favor de una materialización de los dos emisarios del pueblo hebreo.
El exuberante fenómeno mediúmnico, que trajo del más allá de la muerte a los ilustres líderes de la raza; Moisés y Elías, debería quedar ignorado por las masas, que no lo podían comprender. Solamente las personas preparadas emocional y psíquicamente disponían de la percepción necesaria para entender que, allí, Moisés revocaba la prohibición de hablarse con los muertos, viniendo, el mismo, a demostrar la probabilidad, ahora tornada real. 10
La lección de la resurrección también estaba siendo transmitida. Así cuando Jesús fuese crucificado, esos apóstoles << [...] recordarían la escena de la transfiguración y no perderían la fe. >>12
Fue tan real la materialización de los dos profetas al lado de Jesús, que Pedro pide permiso para levantar los tabernáculos, uno para cada uno. Esta idea fue apartada no solo por la imposibilidad de ejecutarla, sino también porque Jesús quiere que su tabernáculo sea nuestro propio corazon, purificado por la fiel observancia de sus enseñanzas. 13
· Y, estando él aun hablando, es que una nube luminosa los cubrió. Y de la nube salió una voz que decía: Este es mi amado Hijo, en quien me complazco; escuchadlo. Y, los discípulos, oyendo eso, cayeron sobre su rostro y tuvieron gran miedo. Y, irguiendo los ojos, nada vieron, sino a Jesús. Y, descendiendo del monte, Jesús les ordenó, diciendo: A nadie contéis la visión hasta que el Hijo del Hombre sea resucitado de entre los muertos. (Mateo, 17: 1-9)
Un efecto físico más acontece en lo alto del monte, donde se encontraban reunidos Jesús, tres apóstoles y dos Espíritus desencarnados: el fenómeno de voz directa, venida del interior de una nube luminosa, también materializada. <<La voz que oyeron era un himno de gloria, que los Espíritus superiores entonaban en alabanza al Maestro.>> 14
Nos cuenta el Evangelio la hermosa historia de una nube. Se encontraban los discípulos deslumbrados con la visión de Jesús transfigurado, teniendo junto así a Moisés y a Elías, aureolados por intensa luz. Pero sin embargo, que una gran sombra comparece. No distinguen más el maravilloso cuadro. Todavía, del manto de nube espesa, clama la voz poderosa de la revelación divina: “¡Este es mi amado Hijo oídle! Se manifestaba la palabra del Cielo, en la sombra temporal. La existencia terrestre, efectivamente, impone inquietantes angustias y amargas aflicciones. Es conveniente, con todo, que las criaturas guarden serenidad y confianza, en los momentos difíciles. Las penas y los sinsabores de la lucha planetaria contienen esclarecimientos profundos, lecciones ocultas, apelos grandiosos. La voz sabia y amorosa de Dios habla siempre a través de ellos. 16
Terminado el episodio, y las lecciones espirituales aprendidas, Jesús y sus dedicados discípulos retornaron a las actividades cotidianas. El Maestro, sin embargo, les hace significativa advertencia: “A nadie contéis la visión hasta que el Hijo del Hombre sea resucitado de los muertos” (Mt 17:9)
Jesús pedía a sus discípulos que guardasen sigilo, a causa de la incomprensión de los hombres de la época, los cuales no estaban preparados para comprender todo cuanto Jesús hacia o enseñaba. Era preciso que el tiempo les fuese aumentando el potencial de conocimientos espirituales, a fin de aprender el significado de las palabras y de los actos de Jesús. En el caso de que esparcieran ciertas particularidades que el Maestro les mostraba, posiblemente surgirían dudas, confusión y aun mismo hasta el descredito de su misión. 15
En conclusión de esta Guía y del curso Enseñanzas y Parábolas de Jesús, repetimos con Emmanuel:
Todas las expresiones del evangelio poseen una significación divina y, en el Tabor, contemplamos la gran lección de que el hombre debe vivir su existencia, en el mundo, sabiendo que pertenece al Cielo, por su sagrado origen, siendo indispensable, de ese modo, que se desmaterialice, en todos los instantes, para que se desenvuelva en amor y sabiduría, en la sagrada exteriorización de la virtud celeste, cuyos gérmenes dormitan en el corazón. 18
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PARA REFLEXIONAR
VIVIR EN ARMONÍA
Vivir en armonía, es la base de la felicidad. En los hogares donde no hay armonía, todos se sienten desdichados. En cambio, en aquellos hogares donde hay armonía, hay felicidad; porque en esos hogares hay buenos sentimientos, hay amor, y la armonía es consustancial con el amor. De todo lo expuesto se desprende la conveniencia, diré mejor, la necesidad, de mantenerse en armonía para una vida más feliz y progreso espiritual. Si anheláis una vida más dichosa y libre de amarguras, cambiad vuestra actitud mental, manteniendo la mente libre de pensamientos negativos, y el alma libre de todo sentimiento de egoísmo, rencor, resentimientos, malquerencias, etc. Actuemos siempre con comprensión, bondad y justicia. Dignifiquemos nuestra vida, actuando sin egoísmos, con amor fraterno en nuestras relaciones humanas; y con ello cumpliremos el nuevo mandato que el Mesías indicó: “Amaos los unos a los otros”. Porque, solamente amando podremos ser felices. Sebastian de Arauco. ************************************ |
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